:t420: :t420: :t420: :t420: Ha ha ha Aldebaran sus chistes malos, por Dios!, me mata
jaja, me alegra que te gustara. Alde es demasiado bonachón como para NO hacer chistes en público.
A ver... Según Aries.
Creo que aquí el alumno Kiki tomó una mala decisión incluyendo la frase acerca de los muros de cristal. Su s propuestas me parecen bien encaminadas. Tiene una gran perspectiva de logro y planes a fut-pasado...
Pero... Creo que el honorable caballero del peluquin en la TV quería imponer más muros en sus proyectos de vida. Esto no es consistente con el planteamiento de romper muros, siendo ambas referencias tomadas por el imparcial Kiki.
Por ahora se lleva mi voto el candidato del PRL. Aun así hay que cuidar esos pequeños detalles para que Mu -tambien conocido como Ging el autoexiliado- de Aries pueda dar un buen desempeño... En segunda vuelta claro. Y ¿Por qué no? Una tercera y cuarta. En espera de ese golpe a Mu en medio de las preguntas de espectadores.
Pd. Espero que entre las propuestas de DM se encuentre el asesinato de no-inocentes como medio válido para una mejora en el reparto equivalente de recursos alimenticios y monedas de cobre.
Kiki escribió muchas cosas para el bien de su maestro, pero tal parece que no fue el único que escribió cosas así. De todos modos, ¿quién dice que los ideales políticos de Mu y Kiki tienen que ser los mismos? Uno quiere clases de lemuriano y el otro quiere hablar de yaks.
¿Segunda vuelta? Posible, posible. ¿Tercera o Cuarta? Ninguno de estos tipos tiene la decencia humana suficiente como para aparecer tanto frente a las cámaras. Si necesitan eso, probablemente el vendedor de flores de Rodorio debería ser el Patriarca. O Nachi.
Gracias Sagens!
Saludos
Para ser tan criticado, el gobierno legítimo y pacífico de Don Géminis (en Grecia está prohibido, so pena de muerte, transcribir el nombre del caudillo de todos los griegos) nos dio cero Guerras Mundiales, frente a las dos que hubo durante el gobierno neutral y abierto de Don Aries, antecesor del nuevo candidato del PRL.
Pero ya que nuestro año acaba en nueve, hablemos de lo nuevo, como dice Disney.
No me convence el Joven Aries. El desarrollo de la entrevista me deja entrever que, de entrar en el poder, ni siquiera sería él quien dirigiría nuestra quería nación, sino un tapón de... ejem, un niño de ocho años, ¡ocho!, cuando la edad mínima para dirigir una nación como Atenea manda es de quince años. Está lleno de energía, no digo que no, pero la vuelca en asuntos que podría tratar un ministro de cultura, no un presidente. ¿La política exterior? El mismo discurso vacío de apertura de siempre, en el que se olvidan los pequeños detalles, como que abrir las puertas a todos podría llevar a la aparición de gente mala e indeseable en nuestra querida Grecia. Todos podrán entrar, sin importar la raza, ideología y género... ¡Siempre que lleven una máscara! Porque no esperará el Joven Aries que en Grecia olvidemos que la Ley de las Máscaras existió estando el PRL en el poder. 243 años estuvo su antecesor al mando, 60 legislaturas y no pudo hacer nada con esa tan criticada norma dentro de algunos elementos del ejército. Y Joven Aries, con sus trece años de no hacer nada ante la última crisis teológica, le va a la zaga. ¿Economía? ¡Qué importa! Hablemos de los yaks, mejor, que ellos darán de comer a nuestros hijos y darán trabajo a nuestros padres. Hablemos de los yaks y no de la gente que los vota.
No, señor, no votaré más por esa nueva revolución cada vez más añeja. Exijo un cambio, un cambio de verdad.
Eso es lo que se busca. El debate. ¿Fue un golpe de estado el de Saga? ¿Fue una movida pacífica para darle seguridad a su pueblo? Bueno, eso lo sabremos hoy mismo.
No, no la agarres con el pobre Mu. Es joven, tiene una gran responsabilidad, y me dicen que no pudo escribir su propio programa pues se le había congelado la mano en el Tibet. O por usar tanto el cincel. O porque Kiki lo escribió y Aldebarán lo retocó. Hay varias explicaciones, según la fuente, y todas son igualmente válidas.
¡Y claro! Necesita algunos retoques, pero no es Athena también una idealista con buenas intenciones? Las tradiciones son importantes para el PLR, y por eso la Ley de la Máscara se conserva. Ninguna de las Santos femeninos del Santuario se ha quejado... ¡y son más de dos! Minoría, pero significativa.
Sí concuerdo en que hablar de los yaks, la única especie de todo el Tíbet, es fundamental. Mu se ocupó de cuidar a los yaks durante su autoexilio, según me informan los asesores del joven candidato, y esa es toda la razón, según explican. No sé, Rexo, ¿habrá que creerles? Lo único que sé, es que te agradezco tu participación medianamente informada, y tu presencia fundamental en la tribuna política, por el bien de Grecia.
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TERCERA ESTACIÓN
Imperio Saguista (IS)
Candidato: Saga de Géminis
No había bandera en el centro del Imperio Saguista (IS), solo un enorme recuadro malpintado de un hombre vestido con capa gris, puntiagudas hombreras rojas, un casco escarlata adornado con la efigie de un demonio, y largas uñas negras que casi parecían gritar “maldaaaaad”. El mismo hombre se sentó frente a la cámara mientras deseosos chillidos y eufóricos gritos que harían sonrojar a Cleopatra, llegaban desde las tribunas. El hombre tenía cabello gris y ojos rojos, como si hubiera dormido solo dos minutos en toda la noche, o acabara de adquirir sustancias nocivas.
“Ejem…”, dijo el caballero, tratando de mantener una expresión sobria. Poco a poco, sin embargo, ya no pudo aguantarse, se llevó la mano al rostro mientras sus hombros temblaban y su boca se torcía en una sonrisa macabra, que prontamente estalló. “Ja, ja, ja… jajajaja… muajaja… jejeje… MUAJAJAJAJAJJAJ MUAJAJAJAHAHASAKJA”
- corte comercial -
Una voz infantil se escuchó cantando algo similar a “dientes lindos, dientes frescos, compra dentisodent y sonríe yaaaa”.
La cámara volvió a encenderse. Esta vez, el hombre estaba tranquilamente sentado en su silla, elegante y sublime, a pesar de que físicamente lucía diferente: sus ojos eran verdes y su cabellera azul como la del mar en calma. El cuadro de atrás había sido bruscamente arrancado.
“Ejem, lamento el retraso, damas y caballeros. Mi nombre es Saga de Géminis, aunque, desde luego, muchos me conocen ya. Por trece años goberné el Santuario con mano dura, eficiencia y mucha determinación, apuntando al progreso y la seguridad de nuestro Santuario. Lo llamaron erróneamente “golpe de estado”, solo porque soy griego. No creo que haya nada malo con eso, pues ¿no es Grecia la cuna del pensamiento, la razón y, claro, nuestras armaduras?”
“Ciertas… lamentables situaciones externas llevaron este periodo a su fin”, dijo Saga, serenándose. “Y la legítima gobernante, Atenea, asumió como nuestra líder, llevándonos a un mundo de paz. Les seré sincero, damas y caballeros, quiero seguir ayudando a mi nación, al Santuario, contribuyendo a su crecimiento, y por eso, mi más grande deseo es asistir a Atenea como su Patriarca, para lo cual necesito de su apoyo. Hemos tenido muchos enfrentamientos y guerras, quizás debido a su falta de experiencia, y me considero el más apto para ayudarla. Necesito una mayoría representativa, pero con ustedes, mis leales votantes, que contribuyeron a mantener la paz en el mundo durante esos trece años, lo haremos posible.”
“Conozco el Santuario mejor que nadie, sin demeritar a mis honorables adversarios, que de seguro tienen las mejores intenciones”, continuó Saga, usando apenas los brazos para enfatizar sus palabras. “No quiero discordia entre nosotros, o que el pasado malinterpretado por los medios se interponga en lo que todos queremos: un Santuario que apunte al futuro, libre de caos. Con Atenea como líder, yo seré su más grande seguidor, y deseo humildemente ser su mano derecha”.
De pronto, un grito resonó en toda la estancia, justo cuando Saga decidió teñirse el cabello de gris (a la velocidad de la luz, probablemente, pues apenas se percibió en los televisores de Grecia, y mucho menos a través de Athenet Explorer). Los focos sobre sus ojos cambiaron a rojo carmesí.
“Ahora, seamos honestos, ustedes y yo”, dijo Saga, reposando los brazos sobre la mesa y sonriendo a la cámara con todo el aura político que reunió. “Sabemos que el Patriarca rige hasta que Atenea muera, ¿no? ¡No nos precipitemos, gente! No digo que la… chica esa vaya a morir o algo, solo digo que es lo típico: las personas mueren, viven, mueren, son apuñaladas cuando nacen, les atraviesan el pecho cuando salen a un paseo nocturno a contemplar las estrellas… es pan de cada día aquí, algo muy natural”, añadió, mientras jugueteaba con una daga dorada en su mano que nadie supo de dónde salió.
“¡Muuu-sam...!”, gritó alguien, que los ojos rojos de Saga rápidamente callaron.
“Los accidentes a propósito ocurren. ¿Se acuerdan de nuestro viejo Patriarca? El pobre fue asesinado de causas naturales, su corazón fue atravesado por... el puño… de la edad. Una triste situación que remeció el Santuario y me obligó a tomar el gobierno, a pesar de que no me sentía a gusto con ello. ¿Lo disfruté? Sí, claro, ¿quién no? Pero yo no lo quería. ¡Cómo habría deseado ser yo quien recibiera ese puñetazo en el pecho! Pero, claro, hay leyes contra la auto-mutilación...”
“¿Y qué pasó con Aiolos?”, gritó alguien entre la multitud. El rostro furioso de Saga lo decía todo, parecía matarlo con la mirada, y pronto amenazó a alguien invisible con el cuchillo.
“¡¿QUIÉN TE SACÓ DE LA JAULA, HIJO DE P*TA?!”
“¡Somos hijos de la misma madre, tarado de m*erda!”
- Nuevo corte comercial -
Esta vez, la voz temblorosa del niño de antes cantó, en off, “S-si quieres crecer fuerte y sano, de-debes comer huevo todo el año. Hu-huevos con aceite, huevos con limón, huevos que te harán ser un ca-campeón”.
“Ejem, como decía”, continuó Saga, que había vuelto a la moda del pelo azul. “No queremos que haya rencores ni malentendidos por culpa de la prensa amarillista. En mi gobierno hubo mejoras significativas en ingresos, políticas sociales (hasta se permitieron asiáticos como Santos de Bronce), movimientos culturales (se construyeron 33 estatuas diferentes que representaban al Patriarca de aquella época, y un montón de pinturas sobre el mismo personaje) y se concretaron acuerdos económicos y diplomáticos con la gente de pueblos tan lejanos como Atlantis, o la fría Asgard (aunque según los medios ellos se negaran absolutamente, lo que nunca se comprobó). Aquí mismo tengo los números que lo ava…”, Saga se quedó mirando la daga dorada que portaba en lugar del papeleo… Le tembló la mano, soltó el cuchillo sobre la mesa, y bruscamente miró otra vez a la cámara… “números que me traerán en los próximos minutos. En otros asuntos...”
“¿¡Qué hay de los desaparecidos durante tu gobierno, Saga!?”, volvió a manifestarse la voz entre el público. La cámara enfocó a la persona que se escondía detrás de dos fangirls integrantes del partido, cuyas apariencias fueron censuradas en la transmisión. Era un hombre que debía ser muy fan de Saga, pues estaba haciendo cosplay de él. Sonreía con una malicia impecable.
Cuando la cámara regresó a Saga, éste habría regresado a la moda de los ojos rojos y el pelo casi canoso, y lucía un tic nervioso en un ojo mientras miraba de reojo la cámara, como dudando de su próxima acción. La cámara volvió al otro hombre, que se desencajó de la risa, antes de retornar a Saga, que se había quedado aparentemente petrificado, hasta que tomó la daga y la arrojó con todas sus fuerzas al público, directo a la frente del otro.
“¡¡¡AHHHH, LA P*TA QUE TE PARIÓ, SAGA!!!”
“¡Somos hijos de la misma madre, grandísimo anim…!”
- Corte comercial número 3 -
La voz infantil, esta vez aterrada, pasó a la nueva sonata publicitaria: “Eh… L-la pi-pizza de Don...Don Ichi, es la me-mejor...eh...para tí y pa-para m-mí..Túrutututututu p-p-pizza…”
“Buenas noches, Atenas, soy Saga de nuevo, espero que estén en grata compañía. Permítanme, por favor, expresar mis más sinceros sentimientos. Es sobre aquellos “desaparecidos” durante mi gobierno, que lamentablemente no volvimos a ver, y que quizás sucumbieron a la muerte o la enfermedad a manos de algún espectrucho sin valor del bando de otro dios, que no es nuestra Atenea. Uno de ellos fue mi propio asistente, cuya pérdida lamento cada día. Durante mi gobierno hice uso de todas las medidas posibles para encontrarlos, y, en honor a aquellos que encontramos lamentablemente fallecidos (uno de ellos fue mi asistente, cuya muerte lamento cada día), entregamos una compensación económica, educacional (a costas de la UNICEF, desde luego… pues es aliada de Hades) y gentilmente humana a los familiares de numerosos hombres y mujeres valientes que daban su vida por Atenea.”
“También con los caballeros de Plata.” añadió el ex Patriarca “Las familias de esos héroes que velaron por la seguridad de su pueblo día y noche fueron honradas. Es cierto que la mayoría de ellos era huérfano, pero en su memoria podemos todos llamarnos su familia. No deseo que estas muestras de violencia desproporcionada contra ellos, solo porque protegían sus ideales o porque los victimarios se sentían “perseguidos”, se repitan en el gobierno de Atenea, yo sea o no elegido. Y si no lo soy, seguiré luchando de igual forma. La maldad será encerrada, hemos ampliado el espacio al interior del cabo de Sunión, para que ningún opositor al orden pueda escapar. Pero, por un trato más humano, que todos merecemos, propondré también la instalación de baños que funcionarán acorde al vaivén de las olas, lo que mantendrá un entorno limpio, seguro, y repleto de comida marina para conservar el estado físico. Kiki, has hecho un excelente trabajo”.
“G-g-g-gracias, señor Saga-sama… s-señor…”, tartamudeó el niño, que no había soltado la cámara solo porque estaba petrificado con el brazo en alto.
“Por eso, Grecia, les solicito humildemente su voto. 3, no lo olviden. Por la paz y la justicia en el mundo. Imperio Saguista, requiero su apoyo”. Una vez más, Saga se cambió de tintura a la velocidad de la luz, apoyó los pies sobre la mesa y reclinó la silla hacia atrás.
“Claro que podrían apoyarme no tan voluntariamente. Tengo trucos para ello. Ya saben cómo funciona esto, les golpeo la frente, ustedes se marean, etc. De hecho, podría hacer una demostración con este niño que sostiene la cámara. Sólo tienes que quedarte muy quieto, Kik-...”.
La cámara fue soltada por Kiki, que corrió a los brazos de su maestro, por lo que solo enfocó la reacción del público. En especial, aquel hombre que se parecía mucho a Saga, quien se agarraba el estómago para no estallar de tanta risa, mientras los demás se horrorizaban.