SKIN © XR3X

Jump to content

- - - - -

Omega: Prologue


  • Por favor, entra en tu cuenta para responder
93 respuestas a este tema

#21 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 07 noviembre 2013 - 14:59

CAPÍTULO VIII,  VIDA

 

Aquellos que viven en la Tierra suelen considerarlo un mundo de sufrimiento, dolor y tristeza, una zona cruel del universo. Llegar a vivir tantos años en un mundo así era ciertamente deprimente para un gran número de personas, pero no para él.

Así también, la vida misma era neutral hasta que pasaban cosas malas que bajaban el ritmo de la esencia de vida, u ocurrían cosas buenas que creaban euforia, aunque era la minoría de los casos. Pero no para él.

No, para él el mundo era feliz. La vida era perfecta, en eterna alegría, ese era el estado normal de todo lo que constituía el universo, por supuesto con algunas recaídas, pero siempre se regresaba al estado de felicidad.

 

—Tú..., ¿Quién eres? —le preguntó Catella al creador de la humareda que se presentaba al frente.

—Soy el Santo de Plata Vivaz, mi nombre es... ¡Southern Cross Kazuma! —exclamó el pelirrojo vistiendo su armadura plateada. Tenía una barba espesa bajo la amplia sonrisa.

—¡Kazuma! Llegaste tarde —le dijo Shaina, asistida por Jabu para caminar, ya que aún tenía muchas heridas.

—Hola, jefa, sí... eh... es que ya sabe, la vida de un padre es muy difícil y ajetreada, tuve que hacerlo dormir y... —a pesar de la matanza que ocurría a su alrededor, Kazuma no dejaba de sonreír.

—No me importa.

—Qué carácter...

—¡Tú! Mataste a todo mi escuadrón... —Catella interrumpió y empezó a encender su Cosmos, llena de furia. Jabu y los demás notaron que era mayor al que tenía antes, a pesar de que parecía haber luchado con todo.

—Sí, lo hice. Golpeo tan rápido que lo que toco tiende a quemarse, así que si quieres, ve a darte una refrescada de agua para que no te duela tanto.

—¿Sientes que será fácil? Ingenuo, acabo de sentir a Anthos morir, ¿y sabes? Siempre debe haber una Abeja Reina, por lo que a mí, la única obrera que queda, le será entregado todo ese poder.

Un Cosmos sombrío, lleno de oscuridad, apareció en el aire y penetró la piel de Catella. Geki y Ban intentaron impedirlo, pero fueron repelidos por la renovada fuerza de la marciana, la nueva Alta Marciana de Abeja Reina. Su armadura cubrió más espacio en su cuerpo, y se fortificó, las garras se incrementaron en tamaño y tomaron una forma más puntiaguda.

—¿Te enfadaste? No te preocupes, te calmaré.

¡GARRAS DE SANGRE!

Kazuma no previó el ataque, fue tan rápido que no tuvo tiempo de protegerse y su Cloth fue rasgada en el pecho. La sangre empezó a correr por su torso y también por las manos ensangrentadas de la marciana.

—Jeje, esto se ve difícil.

—¿por qué te ríes? —preguntó Catella, iracunda, volviendo a atacar.

 

La carta de Genbu también informaba de un inmenso escuadrón marciano en las afueras de Liverpool, en Inglaterra, el cual no podría controlar solo. Así que antes de ir al Santuario, el Santo de Bronce que rige sobre la nobleza decidió entregar ayuda en ese lugar.

No fue lo que esperaba. Eran decenas de marcianos, no debían ser problema para alguien como su viejo compañero de entrenamiento, pero ahora entendía. Se presentaron como los miembros del Escuadrón Libélula, y eran los únicos capaces del ejército de Mars de atacar por el aire. Había hogares quemándose, árboles caídos, el Big Ben ardiendo, automóviles explotando por el poder de esos hombres cuyas Galaxy tenían dos pares de alas que se movían vibratoriamente, y el japonés oía sin ninguna dificultad.

—Supongo que a Genbu no le gustaban mucho las alturas, así tendría sentido que no se sintiera cómodo en LuShan... —el dragón sonrió. A pesar de no poder verlos, sabía perfectamente la ubicación de sus oponentes. —¡Oigan, ustedes, deténganse! ¿No ven a la gente inocente aquí?

—¿Qué? Nuestras órdenes son preparar la tierra para el nuevo mundo. La Tierra se convertirá en una zona de sacrificios y el señor Mars la necesita limpia —le respondió uno de los marcianos voladores.

—¡Además estás ciego! ¿Quién te crees que eres para hablarnos así?

—Este hombre es un Santo noble, ¡Pero sería mejor que no lo hicieran enfurecer! —era una voz que aún se le hacía increíblemente familiar, a pesar de no escucharla desde hace tantos años.

—¿Y tú?

Un par de marcianos descendió a tierra para atacar de más cerca a los dos hombres. El recién llegado, de cabello cobrizo, vestimenta oscura y ojos azules, encendió su Cosmos.

—Mi nombre es Genbu, la tortuga que sostiene la tierra. Y este hombre es el dragón del cielo, ¡Shiryu!

Con técnicas de artes marciales y una velocidad sobrehumana, los viejos amigos se deshicieron de sus contrincantes. Uno de los marcianos, en su intento de huir, atravesó el gran reloj y este cayó pesadamente sobre la autopista. Varios autos comenzaron a estallar con la gente en su interior.

—¡Genbu! Es...

—¡Vamos, Shiryu!

Guiado por la voz de su compañero y un extraño Cosmos, ambos corrieron a salvar a los sobrevivientes. En particular, había dos niñas que Genbu identificó rápidamente como gemelas, una con ojos soñadores de un tono púrpura admiraba embobada las explosiones y a Shiryu, quien corría hacia ella, y la otra intentaba sacar a sus padres del automóvil a punto de explotar, tenía ojos celestes y gentiles. Genbu logró salvarla también, a pesar de sus quejas. Sus padres no sobrevivieron, aunque a la niña que el dragón sostenía no parecía importarle mucho.

 

—Mi hijo espera en casa. Aunque sea en un féretro, volveré allí —afirmó Kazuma de Cruz del Sur.

—¿En un féretro? ¿Qué acaso no te importa morir? ¿Eres idiota? —indagó Catella, lanzando descargas de energía con sus nuevas garras.

—¿Le temes a la muerte? —Kazuma evitaba golpes fatales como podía, pero la velocidad de la marciana había aumentado cientos de veces con la muerte de Anthos.

—¿Qué dices?

—Yo no lo temo. Al contrario, cuando toque mi puerta la aceptaré con los brazos abiertos. Siempre y cuando sea la mía. Tú te fortaleciste a costa de la vida de otro, y no tienes sentimientos de pena por el fallecido, en cambio yo sacrificaré mi vida si es necesario para que a mi muchacho jamás le pase nada.

—Tú muchacho no sobrevivirá. Nadie lo hará, todos morirán —la muchacha parecía empezar a enloquecer con tanto poder, cosa notoria para Shaina y los demás.

—Te equivocas. Él es un chico valiente, fuerte, salió igual que yo. Entregaré mi vida por él si es necesario... ¡¡¡Y creo que aún es innecesario!!!

Kazuma logró conectar un gancho derecho en el mentón de la muchacha, a quien se le empezó a incendiar la cabeza. Se quitó el casco y apagó a penas el fuego, no podía entender el motivo de ser tocada.

—¿Cómo lo hiciste?

—Estás tan loca que golpeas también a lo loco. No eres lo que se diga impredecible cuando no tienes el control de tu propio cuerpo. Dime, ¿Así es como quieres vivir? ¿Con la vida de otro?

—¡Cállate! —Catella embistió a Kazuma y lo arrojó al suelo, pero desde allí, mediante una patada, se la sacó de encima. La Cloth e Cruz del Sur estaba severamente dañada, la piel del hombre tenía cortes profundos que debían tratarse con rapidez. Pero él seguía sonriendo.

A lo lejos, Sonia no perdía detalle de esto junto a sus doncellas.

—Algún día mi hijo lo entenderá. Es una lástima que tú no alcanzaste a hacerlo, aunque te di pistas.

—¿Qué dices?

—Eres poderosa, pero aún siendo más débil puedo vencerte. Tu descontrol y locura llevará a tu destrucción. ¡Te mostraré el significado de vivir! Esta es la... ¡¡¡CRUZ DEL SUR ARDIENTE!!!

Poniendo los brazos en posición de cruz, Kazuma lanzó un destello en energía que rompió las garras de Catella con precisión de cirujano. Luego, un golpe furibundo del forajido destruyó la Galaxy de la marciana, dejándola impactada en el suelo.

—No puedo entenderlo... —comenzó a sollozar.

—Pobre niña... el significado de la vida no es nada más que el mismo vivir. Para sobrevivir solo hay que tener ganas de vivir por uno mismo, jamás a costa de los demás. Es la única manera de ayudar a otros, brindando la propia existencia a cambio. ¡Je! Dejaré que lo pienses, los Santos estamos muy apurados —Kazuma se volteó y llamó a algunas tropas para atacar a Mars en Roma, pero Catella se levantó repentinamente con intención asesina.

—¡Kazuma!

—¿Qué pasa ahora Jabu? Te regalaré ese sombrero cuando lo encuentre, ya te lo dije.

Catella, sin protección, fue destruida por el poder de los relámpagos en las manos de Shaina de Ofiuco. Como usaba máscara, solo podía adivinarse la expresión de molestia que tenía.

—¡Oh! Gracias jefa, jejeje, casi me golpea. Habría sido doloroso —Kazuma no dejaba de mostrar su alegría habitual.

—Hombre, si algún día te descuidas de nuevo de esta forma, solo hallarás la muerte —le dijo la mujer fatal, volviendo a sostenerse en el hombro de Jabu.

—Es posible. Pero eso ya será una enseñanza para mi muchacho. Soma se convertirá en un gran hombre si evita los descuidos.

 

BRAVURA DE LUSHAN! —exclamó Genbu, saltando desde una ventana en un alto edificio para golpear a un marciano. Por efecto de rebote, esa víctima se llevó a varias otras consigo, todos con Galaxy cubriéndolos en su caída, sin evitar la muerte.

DRAGÓN ASCENDENTE DE LUSHAN —Shiryu hizo lo propio, eliminando a varios enemigos desde una azotea con un gancho derecho.

—El viejo Dragón Ascendente, jeje, jamás volví a usarlo. —rió Genbu. Aún quedaban varias tropas en el cielo, que eliminó con la técnica favorita de su compañero—Oye, dragón, necesito que los distraigas un poco. Concéntralos en un solo punto.

—Esto es serio, Genbu, no te rías —contrario a sus palabras, Shiryu también sonreía. Era reencontrarse y luchar con un viejo amigo. Después de dejar a las niñas, acordaron que Shiryu iría a Roma, donde Genbu había encontrado a la mayor cantidad de marcianos concentrados en el mundo, mientras él se deshacía de los que quedaran en el resto del planeta. No tendrían muchas oportunidades como esa.

Shiryu logró, a punta de Dragones Voladores a gran velocidad, juntar a los marcianos. Era la oportunidad de Genbu.

—Esta técnica la desarrollé yo mismo, como tributo a nuestro maestro, Libra Dohko, quien vuela alto en el cielo y las estrellas. No como dragón, ni como tigre, ni como tortuga. Solo un ente, ¡ASCENCION CELESTIAL DE LUSHAN! —Genbu lanzó una ráfaga de energía que en ascenso, eliminó a cada uno de los soldados que Shiryu había reunido.

—Genbu, haces demasiado ruido —le dijo mientras contemplaba a los marcianos caer como libélulas muertas.

—Shiryu, quizás algún día le enseñe a tu hijo este método también. Ciego no podrás hacer mucho...


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#22 Apsu.

Apsu.

    Miembro de honor

  • 4,197 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Desde:
Santiago, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 07 noviembre 2013 - 18:20

como siempre, excelente


SATARN SAMA el Dios más poderoso de todo el universo de SS :3


#23 pegasus01

pegasus01

    Miembro de honor

  • 1,003 mensajes
Pais:
Argentina
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 07 noviembre 2013 - 18:25

simplemente exelente


xf21so.jpg


#24 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 08 noviembre 2013 - 14:02

Dioses, es tan difícil arreglar algunas cosas de Omega, como eso de tener a Mars como Pope a pesar de que fue el que atacó el mundo 13 años atrás. Haré todo lo posible, pero algunas cosas no podré repararlas mucho xD

 

CAPÍTULO IX, DUDAS

 

—Athena, gracias por recibirme —le dijo el joven Santo Dorado, poniendo una rodilla en la alfombra roja.

—Sabes que no hay ningún problema, Santo de Oro Salvador, Virgo Fudo —le respondió ella con una sonrisa desde el trono —Dime qué te preocupa.

Fudo abrió sus ojos. Uno de ellos era azul como un cielo calmo, el otro dorado como el brillo de su Cloth de la condena.

—Quería presentar mis excusas. La batalla ya ha comenzado y no he participado —quería ser directo. Había algo en su alma, un problema que necesitaba dejar salir a la luz, algo que le carcomía el espíritu.

—Lo sé. Puedo verlo en tus ojos, Fudo. Eres tan joven, y aún así tienes tantas dudas en tu corazón. ¿Qué te preocupa?

Fudo abrió la boca para contestar. Por unos segundos las palabras no salieron, es como si ella pudiera ver el fondo de su alma, de verdad era alguien admirable, alguien a quien le encantaría seguir para siempre, incluso dar su vida por esa mujer de ojos verdes, pero... sus métodos, el producto de sus batallas, la situación actual de la Tierra...

—Athena. Sabe que he jurado a la causa de los Santos Dorados, la protección del Santuario y toda la vida sobre este planeta. Soy el más joven de entre los cinco que protegen los Doce Templos, y eso de verdad me enorgullece. Pero, me gustaría saber hasta cuándo tendré que cumplir con este trabajo.

—¿Fudo?

—Usted ha dirigido una infinidad de batallas. Muchas vidas se han salvado, los inocentes la han visto como su protectora. La inundación de Poseidón, el Gran Eclipse de Hades... han sucedido muchas catástrofes que usted ha evitado, pero creo que ya no debería haber más. Hace mucho que debieron haberse terminado. Con todo su poder, el mal sigue existiendo en este mundo, y no solo de parte de aquellos que quieren dominarlo, transformarlo o destruirlo, sino de parte de las mismas personas que usted ha salvado.

—¿Dices que también he salvado a los culpables, Fudo? —el rostro de Saori seguía tan tranquilo como siempre. El Santo de la Virgen no podía comprender la falta de preocupación.

—Así es, Athena. En mi país natal, aquí en Grecia... no, en todo el mundo, sigue existiendo el hambre, la pena, el sufrimiento, la tortura, la ira, la lujuria, la vergüenza, la traición, la envidia, la codicia, la ambición, el dolor, y por sobre todo, la muerte no natural. ¿Cómo es posible que permita que el mundo siga funcionando de esa forma? Usted tiene el poder para detener eso, pero no lo utiliza. Hades y Poseidón no son los únicos que merecen la condena, hay muchos que se han salvado sin merecerlo.

Saori se quedó en silencio unos momentos, como si meditara las palabras que saldrían de sus labios sonrosados. Fudo la admiraba por su control de la situación, pero se preguntaba si realmente era la persona que merecía proteger la Tierra. Después de todo, eliminaba al mal externo, pero no parecía preocuparse de los ataques que provenían desde el interior.

—¿Qué es lo que deseas hacer? —preguntó finalmente.

—Me gustaría saber cómo sería un punto de vista diferente. Aquel Mars, nuestro nuevo enemigo, parece tener la intención de limpiar el mundo de aquellos que merecen la condena. Necesito ver con mis propios ojos todos los sectores del pensamiento, cada ideal distinto, solo así podré librarme de las dudas que inundan mi corazón.

—Fudo...

—Jamás revelaré los secretos de Santuario, ni de los Santos. En India conocí al hombre que ahora es receptáculo del poder oscuro del planeta rojo, me gustaría saber cómo desarrollará sus ideas. Según sé, hay un hombre que desde hace mucho debió haberse convertido en el guardián del sexto Templo.

—Tú eres el Santo de Virgo, Fudo, eso no ha cambiado ni cambiará hasta tu muerte. Ese hombre... él siempre le ha tenido más cariño a su Cloth de Bronce y sus cadenas...

 

Había una aldea entre las montañas de Japón, de la cual se contaba que se creaban los principios de ser un “Santo Ninja”, alguien que era capaz de mezclar el arte del ninjutsu con el Cosmos que brindan las constelaciones. Shun se detuvo en el bosque cercano cuando vio al muchacho encender su Cosmos frente a los diez marcianos que espiaban la aldea.

Era un niño, vestía con ropas de ninja, traía kunais en la mano y shuriken en el cinto, pero su Cosmos ardía como si fuera un estudiante para Santo. Shun se preguntó si era correcto que a tan corta edad ya se luchase. Debía detener esta situación cuanto antes.

—Oye, enano, hazte a un lado.

—Es un ninja, jamás podría hacerle algo a un verdadero guerrero. Nosotros somos marcianos del escuadrón Hormiga, nunca podría...

—Estilo Secreto del clan Fuji, ¡AULLIDO DEMOLEDOR DEL LOBO CELESTIAL! —el pequeño ninja usó su Cosmos para golpear al suelo, y un centenar de rocas se desprendió de este para formar una avalancha que cayó sobre los marcianos. Solo la mitad quedó enterrada bajo los escombros, pero los otros se hicieron a un lado a tiempo.

—Vaya, buena técnica.

—¿Cómo te llamas, chico? Yo soy el líder de estos hombres, Caesar de Hormiga Mayor —el que hablaba no se sentía nervioso para nada, se notaba en su tono de voz.

—Soy un ninja del clan Fuji, que se convertirá algún día en un Santo. Mi nombre es Yoshitomi --el muchacho no se sintió amedrentado por la falta de sorpresa de las hormigas, pero sí por la poca efectividad de su técnica.

—¡Un Santo! Vaya, pero si eres un ninja.

—Además, si hacemos lo que venimos a hacer, es probable que mueras sin lograr tu sueño, es una lástima.

—Nadie destruirá los sueños de nadie aquí, ¿está claro?

Yoshitomi, impresionado, se quedó mirando el Cosmos que provenía de Shun, brillaba como la galaxia de Andrómeda en el cielo nocturno, unas cadenas se desplegaban en círculos en el suelo.

—Es... es un Santo de Athena.

—Esperen un momento, esas cadenas... ¡No se les ocurra atacar! —ordenó Caesar, pero ya era tarde, dos de los cinco habían dejado el grupo para vencer a la posible amenaza.

—No me gustaría lastimar a nadie, pero tampoco dejaré que este chico, quien protege este lugar solo, y que tiene sueños sobre proteger el mundo a su manera, sea herido por ustedes —Shun extendió sus cadenas y con ellas pulverizó las Galaxy de ambos atacantes, convirtiéndolos en cadáveres.

—Lo sabía... este hombre... es Andrómeda Shun, un Santo Legendario, el que fue receptáculo del alma de Hades.

—Retírense ahora mismo y no vuelvan a atacar esta aldea ni ninguna otra, o los buscaré personalmente hasta acabar con ustedes.

—¿Qué? Eres un cobarde, ¿no vas a pelear si no atacamos? No hablas en serio —Caesar ganó confianza, su sonrisa maquiavélica se incrementó y desfiguró su rostro. Incluso Yoshitomi presentaba dudas.

—Si eres un Santo... ¿No deberías pelear? ¿Acaso dudas? —preguntó el chico, poniéndose al lado de Shun.

—Hace muchos años dejé las dudas, Yoshitomi. Pero la naturaleza no puede ser cambiada, no me gusta lastimar a nadie, pero si siguen hiriendo a los indefensos o me amenazan de muerte y evitar mi misión, entonces no tendré inconvenientes en convertirme en una amenaza yo mismo... —Shun hizo sonar sus cadenas. A Yoshitomi le pareció un sonido hermoso a la vez que intimidante, los eslabones brillaban ante el cielo nocturno.

—¡Maten a ese cobarde! —Caesar y sus tropas se dispersaron para atacar a Shun desde distintos frentes.

—No te muevas de mi lado, Yoshitomi. ¡Enciéndete, mi Cosmos!

—¡¡¡Muere!!!

¡¡CADENA NEBULAR!!

Caesar y sus hombres cayeron instantáneamente muertos, atravesados por el poder de la nebulosa de Andrómeda. No podía dejar que las dudas se apoderaran de su cuerpo y mente otra vez como en el pasado. Su destino era ayudar al mundo, fuese como fuese. Y jóvenes como Yoshitomi tenían la misma esperanza, era a ellos a quienes debía mostrarles el camino.

 

—Athena, ¿Puedo preguntar la razón de su sonrisa? —Fudo se sentía confundido ante la muestra de alegría de Saori. Ella y su Santo Dorado habían salido del Templo y ahora miraban como la pelea en los alrededores del Santuario llegaba a su fin.

—Fudo, tanto el hombre del que hablabas, Shun de Andrómeda, como tu predecesor, Shaka de Virgo, tenían las mismas dudas que tú. Las enfrentaron a su manera, superaron todos los problemas, y se convirtieron en Santos que pasarán a la historia no solo por su poder, sino también por sus ideales. No me sorprende en lo absoluto que aquel que actualmente protege el Templo de la Virgen también tenga esas dudas.

—Athena...

—Dime, Fudo. ¿Qué ves? ¿Qué te llama la atención en este momento en los alrededores, en todo el planeta?

El joven no entendía el motivo de esa pregunta, pero encendió su Cosmos para responder ese cuestionamiento.

Por todos lados había sufrimiento, dolor, muerte, dudas, ira... eso ya lo sabía, era la razón de que fuera con Athena.

—En Estados Unidos, un niño pierde un ojo, unos maleantes se lo arrancaron sin piedad y él genera un gran poder a causa de esto, lo usará para desquitarse. En Inglaterra, una chica siente que un extraño se preocupó más de ella que sus padres, los cuales la abandonaron. También siente envidia de su hermana. En el norte de Europa, un joven vive en la calle después de perder a toda su familia, eran gente acaudalada. Siente ira y deseos de venganza, además de un grave miedo a la muerte. También puedo ver en Japón a un muchacho luchando con marcianos, busca a quien considera su hermano y no lo encuentra. Athena, nada de esto me sorprende, es justo lo que...

—Sigue buscando, Fudo —ella le sonrió, y él volvió a concentrarse. Dolor y sufrimiento era lo que encontraba, hasta que...

—Veo a un hombre acompañado de un viejo amigo. Está a punto de ser padre, y eso lo hace inmensamente feliz a pesar de no poder ver el mundo con sus ojos.

—Shiryu...

—Otro, alguien que ha asesinado a sus seres queridos varias veces sin tener opción, le muestra el camino de las virtudes a una muchacha que perdió todo en la guerra. Ella está aprendiendo.

—Hyoga...

—Veo perfectamente al que está destinado a la Cloth que llevo puesta. Está con el joven valiente que quiere proteger al mundo, acaban de encontrar al muchacho japonés que lucha con marcianos. Ya no tiene dudas en su corazón, a pesar de su amabilidad, lucha por los demás.

—Shun...

—Y a pesar de haber sufrido tantas pérdidas, de haber llorado amargamente, de haber vivido un infierno en carne propia, hay alguien que aún tiene esperanza en un mundo mejor, sin destruir a toda la humanidad con ello.

—¿Lo ves, Fudo? El mundo no es tan malo como parece, aún queda bondad, amabilidad, ternura, amistad, lealtad, esperanza y amor. Sé que aún tienes dudas, por eso permitiré que hagas todo lo posible para despejarlas, ya que confío en que volverás a proteger el sexo Templo algún día. Recuerda que eres joven, y aún eres el Santo de Virgo, nada cambiará eso.

—Pero Athena, el Santo de Leo y el de Capricornio, ellos van a...

—Lo sé.

—Y el de Aries no está presente. Sagitario será el único que pueda... —Fudo comenzaba a dudar seriamente de su decisión, y a temer por la salud de Athena. Además, parecía saber sobre la traición que se asomaba encima.

—Fudo. Yo tengo esperanza. No hay dudas en mi corazón. A pesar de todos los problemas que pueda vivir, siempre queda esperanza, siempre vendrá algo mejor. Lo entenderás algún día, estoy segura...

 

—¡Tokisada! —exclamó Yoshitomi corriendo hacia su amigo, quien luchaba con varios marcianos a la vez. Era rubio, tenía ojos fríos pero se notaba la decisión en ellos.

—Yoshitomi, te estaba buscando. Y él es...

—Un Santo de Athena. Es...

—¡¡¡Andromeda Shun!!! —gritaron los marcianos, alejándose de Tokisada para huir.

—Los atraparé. ¡Vamos, Tokisada!

—¡Sí!

¡AULLIDO DE LOS COLMILLOS GEMELOS DE LOBO! —exclamaron ambos a la vez, y en unos segundos aparecieron dos cabezas de lobo gigantes hechas de roca y tierra, que se devoraron a varios de los marcianos en un instante. Shun estaba gratamente sorprendido.

—Así que ese es el poder de los ninjas, pueden manipular elementos como la tierra...

—No pudimos atraparlos a todos.

—¡Maldición, Yoshitomi! No puedo hacerlo todo yo, menos mal que te encontró este tipo, sino estarías perdido.

—¿Qué dices? —Yoshitomi enrojeció de ira.

—No podrás convertirte en Santo si sigues dependiendo de mi —Tokisada tenía una expresión de total frialdad que hizo enfriar incluso al corazón cálido de Shun.

—No peleen, por favor. Buscaré y eliminaré a esos marcianos, pero prométanme que se quedarán aquí y dejarán de pelear —sin esperar respuesta, Shun se fue.

 

La naturaleza no podía cambiarse, Andrómeda siempre vería el corazón bueno de las personas. Yoshitomi se quedó en su lugar, impresionado por el poder de Shun, pero Tokisada solo se preguntaba si valía la pena ser un Santo si había tipos tan ingenuos como el que llevaba las cadenas. Dudas que solo se podían eliminar de una forma.


Editado por Felipe_14, 08 noviembre 2013 - 14:03 .

1376228121_bezymyannyy2.jpg


#25 Apsu.

Apsu.

    Miembro de honor

  • 4,197 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Desde:
Santiago, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 10 noviembre 2013 - 10:45

interesante la forma de hacer que Fudo haya pasado al bando de Marte

 

a qué se referia con Leo y Capricornio, qué Fudo y Athena ya sabían que iban a pasar al bando de Mars?


SATARN SAMA el Dios más poderoso de todo el universo de SS :3


#26 Patriarca 8

Patriarca 8

    Miembro de honor

  • 16,112 mensajes
Pais:
Peru
Sexo:
Masculino
Signo:
Cancer
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 10 noviembre 2013 - 22:36

Me parece un buen fanfic,felicitaciones ,si asi hubiera empezado el anime de omega,no hubiera existido quejas al principio.

 

Aunque esta parte:

 

—Pero Athena, el Santo de Leo y el de Capricornio, ellos van a...

—Lo sé.

—Y el de Aries no está presente. Sagitario será el único que pueda... —Fudo comenzaba a dudar seriamente de su decisión, y a temer por la salud de Athena. Además, parecía saber sobre la traición que se asomaba encima.

 

Me hizo recordar un comentario de Europa de chakram,sobre Saori.(Los que hallan visto el capitulo donde entran al castillo de pallas,lo entenderan)


fwoTpjp.pngd2846x5-c33eb060-952a-40e4-b79b-ac99f8b9

 

 

 


#27 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 noviembre 2013 - 13:40

Bueno, respondo a ambos. Sí, estoy dando a entender que Saori sabía sobre la traición de Mykene y Ionia, digo, es una diosa, no puede ser tan idio... bueno, sí puede, el punto es que le da lo mismo, por el tema de la esperanza, de que todo saldrá bien, y todo ese blablabla.


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#28 Gnzalo

Gnzalo

    Miembro habitual

  • 47 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Tauro
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 noviembre 2013 - 16:08

Lejos el mejor fanfic de los que he leído por aquí, todo es muy creativo y muy bien narrado. Porotito a esta historia.

 

Lo que más me ha gustado es la primera pelea de Shun, el diálogo de Fudou con Saori y el asunto de la piedra en la cruz de Hyoga, genial.

 

Me pergunto cómo se pasarán la Cloth de Lobo de Nachi a Yoshitomi... en esa te quiero ver.


¿Extrañas a Umakoshi en Saint Seiya? ¡Checa mi galería donde homenajeo su trazo!


#29 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 noviembre 2013 - 19:54

Tengo una gran idea para eso... involucra a un hechicero xDDDDDDDDDDDDD


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#30 Rafael de Bennu

Rafael de Bennu

    ~Zodiac~

  • 1,690 mensajes
Pais:
Mexico
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 noviembre 2013 - 22:14

Es de los mejores Fanfics que he leído....

Muchas felicidades Felipe, sigue así, ya quiero poder leer el siguiente  :lol:


8k6e3l5.jpg

EPhnVqE.gif

Gracias por la firma Είμαι kira!


#31 Diana de Geminis

Diana de Geminis

    Miembro habitual

  • 70 mensajes
Pais:
Mexico
Sexo:
Femenino
Signo:
Geminis
Desde:
Irapuato, Mexico
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 noviembre 2013 - 22:44

Un gran fanfic, muchas felicidades, tu narrativa es impecable, muy fluida y sin duda interesante.
Así debió haber sido omega al principio. Me gusto mucho que incluyeras a Integra desde el principio
Sigue así, y por aquí me tendrás leyendo :)

firmaikki_zpsf3154240.png

El destino de las personas nacidas bajo la estrella de Géminis es debatirse entre la luz y la oscuridad


#32 Archad

Archad

    Miembro de honor

  • 268 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Geminis
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 12 noviembre 2013 - 02:27

A mi también me deja buen sabor de boca y eso que omega no es de mis mangas preferidos en estas sagas de saint Seiya.

 

sigue así compañero



#33 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 12 noviembre 2013 - 14:26

A veces me gustaría tanto dedicar un capítulo completo al héroe de guerra, Ban de León Menor, pero es tan difícil desarrollar a un personaje tan complejo en todo ámbito....

 

En fin.

 

CAPÍTULO X, DEBER

 

No podía entender. A pesar de haber vencido a todos los marcianos que fueron a atacarlo a él y su alumna, sentía que había perdido. En la mano solo sostenía el frío glacial de las heladas tierras de Siberia Oriental, solo aire, un vacío, mientras deseaba que fuera el calor de los recuerdos. La reliquia de su madre, la cruz del norte, le había sido arrebatada por sus enemigos. ¿Por qué?

—Pavlin, ya te lo dije. No me acompañes, será muy peligroso.

—No se preocupe por mi maestro, hay otras cosas más importantes —ella lo notaba: su maestro estaba confundido.

—¿Qué puede ser más importante que la vida, niña?

—Aquellas que se perdieron —respondió. Hacía mucho frío, pero corrían con paso firme, sin cansarse, mientras conversaban. Pronto llegarían al límite con el país vecino.

—Pavlin...

—Maestro, ¿Qué era eso que le quitaron? Sé que no le gusta hablar de su pasado, pero siento que era algo muy importante para usted.

—...

—¿Maestro Hyoga?

—Pavlin, regresa, es una orden. De esa forma podré correr más rápido.

—¿Maestro? Yo...

—Necesito... necesito que cualquiera que se acerque a ese lugar otra vez sea eliminado. Por favor —los ojos glaciales de Hyoga se posaron en ella. Era frío, y no le importaba ser grosero si era algo directo, pero sabía que tenía corazón. Sabía también que era por su bien, así que no quiso volver a tocar el tema, y regresó a cuidar aquel lugar tan preciado.

“Yo... si la cruz que me dio mi madre es culpable para que algo malo ocurra en el mundo... es mi deber terminar personalmente con ello.”

 

En la parte más alta del Santuario, la cima de la más importante colina de Grecia, se hallaba una magnífica estatua de Atenea, establecida allí desde tiempos inmemoriales. En la mano derecha sostenía la pequeña estatua sin cabeza de Nike, la diosa de la victoria, y en la izquierda yacía el escudo del cual se decía, era capaz de repeler a todos los males.

Pero la estatua también contenía otro importante secreto, uno que la diosa hecha carne estaba dispuesta a volver a sacar a la luz. Acompañada de sus más fieles Santos, se acercó a los pies de la monumental construcción.

—¿Estás segura de esto, Saori? —preguntó Seiya de Sagitario, vestido con sus alas doradas.

—Recuerda decirle “Athena”, Seiya, eres un Santo de Oro ahora —la corrigió Shaina de Ofiuco, la Santo Fatal.

—¿Creen que no debería? —preguntó Saori, sosteniendo su báculo, una representación abstracta de Nike, tal como la diosa de varias toneladas que observaba el Santuario desde las alturas.

—No es eso, Athena...

—Seiya no cree que sea necesario. Y en realidad, comparto un poco su opinión... —Shaina mantuvo silencio después de decir esas palabras.

—Eres la capitana de todos los Santos de Plata, Bronce, y soldados rasos, Shaina, además de ser mi confidente. Tienes libertad para expresarte —Saori sonrió, y como siempre, el corazón duro de Shaina se suavizó un poco.

—No conocemos el poder bélico real de Mars. Quizás sea tan fuerte como cualquier dios que hayamos enfrentado, o quizás no. Pero siento,... sentimos que basta con nosotros, los Santos, para enfrentarlo. Que vaya usted puede ser muy peligroso.

—Entiendo su preocupación, y la agradezco. Pero, tal como Seiya le dijo a ese marciano, el general del ejército no puede simplemente enviar a la muerte a sus soldados. Si quiere que sus hombres lo sigan, también debe estar preparado para la muerte en el campo de batalla.

—Si cree que es así, Athena, nosotros no tenemos por qué cuestionarla más. La protegeremos aún a costa de nuestras vidas —afirmó Seiya.

—Como siempre, es admirable su valor —Shaina dijo esto, volteando el rostro hacia atrás, como si buscara algo.

—¿Qué pasa, Shaina?

—No es que no me sienta digna ni agradecida de esta oportunidad, es solo que soy una Santo de Plata. ¿No deberían estar los hombres vestidos de oro junto a usted en esta ceremonia? ¿Dónde están?

—Ionia de Capriconio tiene una ocupación importante como director en Palestra, encargado de la preparación de las nuevas generaciones, un lugar en el que prefiero que esté ahora. Mykene de Leo está en el campo enemigo por su propia decisión.

—¿Se ha infiltrado? —preguntó Seiya.

—Él... él tiene libertad de acción —Saori no quería inquietar a sus guerreros— y Fudo de Virgo resuelve sus dudas. No sé cuándo volverá, pero tiene mi permiso. Y como saben, Kiki de Aries se encarga de las reparaciones necesarias en Jamir.

—Athena... ¿Acaso...? —iba a preguntar Shaina, pero Saori se volteó y observó a la inmensa estatua. Se hizo un corte en el brazo con su propio báculo, y la sangre, caliente y carmesí, comenzó a correr por sus dedos.

—¡Sagrada Cloth de Athena, después de tanto tiempo, necesito suplicar tu ayuda! —la estatua comenzó a brillar con un resplandor blanco, puro y celestial —¡Con mi sangre, la de la diosa Athena, te pido que renazcas una vez más para enfrentar al mal y proteger la paz y justicia de este mundo!

Tocó la base del coloso con la mano ensangrentada, y ante la mirada de Seiya y Shaina, la estatua tembló, resplandeció tanto que se confundió con el sol, y después de un ruido ensordecedor, desapareció completamente.

Claro, Seiya había presenciado esta situación anteriormente, aunque seguía sorprendido. Con calma, se acercó a la pequeña reliquia que yacía en el suelo de piedra, tintineando con una luz dorada, y la tomó en sus manos.

—La legendaria Athena Cloth —Shaina tocó la pequeña estatua con sus dedos, y se sintió en paz. Un Cosmos piadoso y cálido surgía de ella.

—Seiya, Shaina, es hora. Iremos a Roma, donde los marcianos se han concentrado, y a donde Mars se dirige en estos momentos.

—Alguien debe quedar a cargo del Santuario, en caso de algún problema, Athena —dijo Seiya.

—Lo sé. No creo que nos ataquen ahora, pero ya pensé en alguien para que se quede en caso de cualquier dificultad.

Y así, los Santos de Athena marcharon a Roma, dejando el Santuario atrás, a cargo de alguien que al enterarse, se sintió muy feliz.

—¡Muy bien soldados rasos del Santuario, quedan a cargo del gran Ichi de Hidra, guardián protector de los Doce Templos, protegeremos el Santuario de toda la fealdad del mundo!

—...

Ichi oyó solo en sus oídos los clamores anunciando su nombre.

 

“Aquí es. Parece que soy el primero en llegar” —se dijo Hyoga. Estaba en una de las antiguas puertas aurelianas de Roma, las cuales rodeaban la ciudad en todas sus direcciones, la Porta Appia, actual Porta San Sebastian. No había gente en las calles, ni nadie se asomaba por las ventanas del enorme torreón que era el portal.

Ingresó a la ciudad, y notó a dos marcianos de gran tamaño guardando una de las torres.

—Por aquí se ingresa a territorio marciano, extranjero.

—Si vienes a postular a un cargo de nuestro ejército, necesitamos tus datos ahora mismo.

—No vengo más que a asesinar a Mars, ¿Por dónde tengo que entrar para hacer eso? —preguntó sin cambiar su expresión seria.

Los marcianos se pusieron instantáneamente en guardia con sus largas guadañas, pero antes que las bajaran sobre la cabeza del ruso, notaron que tenían los brazos congelados.

—¿Qué demonios?

—Abríguense. Hará mucho frío —Hyoga pasó entonces tranquilamente entre las dos estatuas de hielo que había creado, e ingresó al centro de Roma.

 

En un muro al interior de la puerta, Hyoga se quedó mirando una imagen. El Arcángel San Miguel asesinando a un dragón. Una figura de la mitología cristiana en una construcción que protegía al enemigo romano de una diosa griega le parecía una situación casi divertida. Pero además...

“Era la religión de mi madre...”

Avanzó un poco. Sentía Cosmos muy pequeños, débiles, al interior de las casas cercanas, la gente debía estar escondida. También pudo oír el sonido de un arroyo y los ruidos subterráneos de las catacumbas que llevaban a la Basílica San Sebastián. Tampoco era nada difícil sentir la multitud de Cosmos enemigos.

—Estoy totalmente rodeado, no solo por la gente inocente en sus hogares, sino también por marcianos. En todos lados —murmuró Hyoga, llevando una mano al cinto de su Caja de Pandora repentinamente cuando un aire violento cruzó el espacio cercano.

—Así es. Las Puertas aurelianas llevan directamente al Señor Mars y sus Marcianos. Pero, por supuesto, el llegar a conocerlo será muy difícil —dijo una voz desde la oscuridad de la Puerta San Sebastián.

—¿Quién eres?

—Protejo el camino de la Porta Appia, la más grande de los caminos que llevan a Roma. Soy el Alto Marciano Druso de Acaro —un hombre enorme, de más de dos metros de altura, fornido y con un largo bigote apareció ante los ojos de Hyoga desde un costado del muro.

—Supongo que para pasar debo vencerte.

—Claro... vencerme, jeje. Ni siquiera podrás dar un paso adelante, Cisne.

—Mi deber es arreglar esto, nadie me detendrá.

 

La guerra contra Mars acababa de entrar a su fase principal.


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#34 arcanimus

arcanimus

    Miembro de honor

  • 150 mensajes
Pais:
Venezuela
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Desde:
Venezuela
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 12 noviembre 2013 - 16:18

genial continua de esa manera muy bueno


"El odio es tu mayor Defenza"

7709455486398435.png

"Nada es Verdad Todo Esta Permitido"

"La muerte no es el fin de todo.. la Muerte es el comienzo"


#35 Apsu.

Apsu.

    Miembro de honor

  • 4,197 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Desde:
Santiago, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 12 noviembre 2013 - 17:34

maravilloso *o*


SATARN SAMA el Dios más poderoso de todo el universo de SS :3


#36 Ponisito

Ponisito

    Miembro de honor

  • 196 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Femenino
Signo:
Geminis
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 13 noviembre 2013 - 06:07

Está muy bien escrito, se agradece n_n



#37 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 noviembre 2013 - 14:03

CAPÍTULO XI, INMOVILIDAD

 

—¿Qué pasa? Me siento pesado... —se dijo Hyoga. Sus pies, piernas, brazos, incluso sus dedos parecían de plomo, costaba mucho moverlos.

—Supongo que ya sientes los efectos de mi GAS ACARO. Verás, a tu alrededor he desprendido un gas que se ha mezclado con el humo del ambiente de la Porta Appia. Mientras más tiempo pase, más lento y pesado te sentirás, hasta que no puedas moverte, caigas al polvo, y mueras ahí de hambre. Si es que mis hombres no te matan antes, ya que no podrás defenderte.

—¿Y me explicas todo esto porque...?

—Para romper tus esperanzas. Llegaste aquí diciendo que debes arreglar esta situación, que no te detendrían, como si fuera tu responsabilidad... no soporto que alguien tenga tanta convicción en una meta sin percatarse del camino que debe seguir. Tú, Santo, quedarás en el camino, tratarás de arrastrarte hacia la meta, pero jamás lograrás llegar.

—Así que... esa es tu forma de pelear. Dejas que tus gases hagan el trabajo en vez de ti. Lo lamento, pero alguien tan cobarde no puede vencer al Cisne Hyoga, ¡Cygnus Cloth! —Hyoga arrojó la Caja de Pandora con fuerza hacia arriba, y de esta salió la reluciente armadura que había dormido en los glaciares de Siberia desde la Era de hielo. Sin embargo...

—¡Ah! —Hyoga cayó de rodillas apenas se puso su armadura. Estaba pesada, como si llevara toneladas de metal repartidas en su cuerpo.

—Qué tonto, solo pusiste más peso encima. El Gas Ácaro te deja más susceptible a la masa, aumenta la gravedad de atracción de tu cuerpo al centro de la Tierra. Solo provocaste que te mueras más rápido.

—Esta Cloth... fue bañada en sangre de Athena, y me ha acompañado en miles de batallas. Su peso no debería sentirse, al contrario, tendría que estar ligera, conectada a mí a nivel cósmico... —Hyoga se sentía vencido. Pero era muy pronto para que algo así sucediera, apenas había llagado al campo de batalla principal, y de todos, era el más responsable de la situación.

Sí. Él no sabía que tramaban con la reliquia que le dio su madre, pero si causaba más muertes, si causaba un caos en el mundo, jamás se lo podría perdonar. La joya que brillaba en esa cruz dorada era importante para ellos, tenía algún significado oculto, y era su responsabilidad mantenerlo de esa forma, escondido de Mars.

Encendió su brillante Cosmos, blanco como las nevadas y los cristales en las tierras heladas de Rusia.

 

La cadena con punta redonda se movió inquieta apenas su dueño ingresó a la enorme fortificación al sur de Roma. Tenía macizas torres, altos muros que daban a las calles donde los marcianos llevaban los cuerpos de aquellos inocentes que habían asesinado a una inmensa pirámide de piedra que se hallaba a un costado, similar a las que podían visitarse en Egipto. El ver a esos cadáveres a los que no había podido salvar, hizo hervir la sangre del joven, y movió la cadena con punta triangular.

—¿Qué es este Cosmos?

—¡Miren allí!

¡CADENA NEBULAR!

Con agilidad y precisión, Shun ordenó a su cadena que eliminara a todos los marcianos sin tocar ningún cabello de los muertos. Entre los cuerpos sin vida de los habitantes de esa ciudad, había niños, mujeres y hombres que quizás habían luchado para defenderse, pero realmente no habían tenido éxito y murieron sacrificados en honor al tal Mars.

Las pirámides eran usadas como tumbas en el antiguo Egipto, y ahora usarían aquella construcción al lado de la Puerta San Paolo para enterrarlos allí. Ya no estaban en la antigüedad, esas personas habían sido asesinadas y merecían ser enterradas junto a sus seres queridos.

Shun dejó correr unas lágrimas por sus suaves mejillas cuando tocó la mano de un niño con el cuello roto. ¿Por qué los enemigos hacían eso? ¿Por qué había gente que creía que debía construirse un nuevo mundo sobre la tumba de otro? Ese niño ya no tendría las respuestas, solo era una víctima más.

—¿Por qué lloras? Les hacíamos un favor a estas personas, y tú te pones triste por ellos. Pobres héroes... —murmuró una voz desde la Pirámide.

—¿Quién está ahí? —la cadena defensiva de Shun se inquietó aún más, deseosa de ser liberada y eliminar a los enemigos.

Un marciano surgió de la entrada a la pirámide, caminando elegantemente entre los cuerpos de los marcianos y los humanos sin una pizca de remordimiento. Tenía un semblante sereno, un cuerpo delgado, alto y sombrío, con largo cabello negro que cubría sus ojos, y que asemejaba la capa de la muerte, ondeando desde su espalda.

—Soy el guardián de la Puerta San Paolo, la Porta Ostiense, y el sepulturero de las almas heroicas llevadas a la Pirámide de Cestio. Alto Marciano, Azrael de Ciempiés —su voz era melancólica, lenta y profunda, tanto que hizo estremecer al corazón cálido de Shun de miedo apenas la oyó.

—¿Un sepulturero? Estas personas no merecían ser asesinadas de esta forma tan cruel, ni menos ser enterradas lejos de sus seres queridos.

—Esta pirámide será el lugar de descanso para todos, no es necesario enterrarlos con otros, ya que todos llegarán aquí en algún punto. Es un honor ser el enterrador de almas tan maravillosas y valientes, sobre las que se creará el nuevo mundo de Mars.

—¡Qué palabras tan absurdas y frías! ¡¡¡Esta gente fue asesinada, sus cuellos fueron torcidos, sus corazones atravesados!!!

—Se dice que el Santo de Andrómeda es el más puro sobre la faz de la Tierra, la única alma que el Rey de las Tinieblas podía poseer. Será un honor acompañarte a tu sitio de descanso.

 

—¿Qué pasa? ¿Cómo puedes levantarte si a estas alturas ya tus piernas no deberían soportarte? —Druso estaba impávido viendo a su enemigo levantarse con el Cosmos encendido. Sus ojos gélidos intimidaron incluso al enorme marciano. También comenzó a temblar de frío.

—Ya te dije que tengo una responsabilidad. Soy el Cisne, tengo un cuerpo tan invencible como los muros eternos de Siberia, jamás podrás demoler mi alma. Y aunque no pueda ver el gas entre esta polvareda, cometiste el error de indicarme su existencia.

—¡Hace frío! ¡Qué frío tan infernal! Este es imposible, mi cuerpo se está quedando inmóvil... —los pies y manos de Druso se detuvieron, y sus piernas comenzaban a tambalearse.

—¿Lo sientes? El aire helado generado por mi Cosmos está congelando las partículas de tu Gas Ácaro, ya afectándote. No podrás moverte, y terminarás congelado mordiendo el polvo.

—¡No entiendo! No es solo su determinación, este hombre... parece no tener corazón. Solo alguien con alma de hielo podría generar un cosmos tan helado... ¡Siento que mis huesos se están congelando! ¡Nooo!

Druso corrió hacia Hyoga y comenzó a repartir puñetazos frenéticamente contra su impávido oponente, sus manos eran inmensas, podían agarrar al cisne sin problemas entre sus dedos, pero no podía alcanzarlo. Cada vez se movía más lentamente, a pesar de que Hyoga también era afectado por el gas.

—¡Maldición, deja de moverte! —Druso lanzó una patada que Hyoga esquivó con gracia, con los ojos cerrados, como si danzara sobre el suelo de la Porta Appia dejándose llevar por la música de los cisnes.

—Te haces cada vez más lento...

—¡¡¡Tú también, maldición!!! Se supone que a estas alturas no deberías mover ni siquiera tu cuello.

—Los ácaros dejan gases que pueden causar una gran alergia, pero no es fatal, solo esperabas que me muriera de hambre, o por los golpes de los soldados. Si sé que no moriré, entonces nada me impedirá seguir luchando.

—¿Qué te lleva a pelear tan... rígidamente...? —Druso se tambaleó, y cayó de rodillas al suelo, cubierto por escarcha.

—A diferencia de ti, mi hielo es fatal, mi poder de congelación, después de tanas batallas, podría crear un nuevo Río Cocytos. Me siento muy débil, no lo niego, pero seguiré luchando y levantándome para detener lo que, quizás, será mi culpa. Además... ¿Crees que alguien que ha vivido entre los muros eternos por tantos años, soportando las tormentas de nieve más frías y demoledoras podría sucumbir ante un simple humo?

—¡Mi humo sigue haciendo efecto, Cisne! En algún momento dejarás de moverte, no podrás soportar ni siquiera el peso de tu armadura helada... —Druso se levantó otra vez a pesar del hielo encima, y se arrojó sobre Hyoga como un bólido de Cosmos.

—Silencio. Escucha muy bien este sonido, marciano, el de los cristales helados de Siberia congelando cada partícula de materia, deteniendo los movimientos, creando muros indestructibles. ¡¡¡POLVO DE DIAMANTES!!!

Hyoga arrojó un potente rayo de hielo, nieve y cristales, tan fríos como su mirada, encima de Druso de Ácaro. Su cuerpo ya no pudo más, los huesos de destrozaron, y la Galaxy se convirtió en pequeñas partículas de diamantes.

—Dijiste que no sería capaz de dar un paso más allá, que romperías mis esperanzas. Pero tú no fuiste capaz de llegar ante mí, solo me moví unos cuantos pasos hacia atrás para evitar tus golpes. No importa quién se ponga en mi camino, detendré los planes de Mars. Me ocuparé de mi carga.

Hyoga salió de la Puerta San Sebastián, caminando muy lentamente. Los gases de los ácaros perduran, y siguen dañando el cuerpo, tal como ellos han soportado los hielos desde los primeros días de la humanidad.


Editado por Felipe_14, 15 noviembre 2013 - 14:04 .

1376228121_bezymyannyy2.jpg


#38 Patriarca 8

Patriarca 8

    Miembro de honor

  • 16,112 mensajes
Pais:
Peru
Sexo:
Masculino
Signo:
Cancer
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 noviembre 2013 - 14:52

Se ve Hyoga se encuentra decidido a detener a Mars ,ya espero que salga Ikki.

 

 

 


fwoTpjp.pngd2846x5-c33eb060-952a-40e4-b79b-ac99f8b9

 

 

 


#39 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,541 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 noviembre 2013 - 19:54

No es Hyoga, es el hombre misterioso... no espera, aquí sí es Hyoga.

 

Sobre Ikki, creo que me siento como los guionistas de Omega. Es MUY DIFÍCIL meter al tipo ese xD


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#40 Gnzalo

Gnzalo

    Miembro habitual

  • 47 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Tauro
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 16 noviembre 2013 - 09:35

Se me ocurre una forma creativa: salvando a Shun, lol.

 

La pelea estuvo bien. 


¿Extrañas a Umakoshi en Saint Seiya? ¡Checa mi galería donde homenajeo su trazo!





0 usuario(s) están leyendo este tema

0 miembros, 0 invitados, 0 usuarios anónimos


Este tema ha sido visitado por 184 usuario(s)

  1. Politica de privacidad
  2. Reglas generales ·