30 respuestas a este tema

[Kael'Thas]

Muy interesante lo que esta sucediendo 

[Estrellas en Papel]

Capitulo 2: El Más Próximo al Cero Absoluto

 

La bruma cósmica que se acercaba al santuario por fin tomó forma. De cierta manera era humanoide, pero contaba con seis brazos y una piel llena de diferentes marcas. Más que manos, simulaba tener garras y su rostro estaba cubierto por una máscara. Lo peor de todo y a visión de todo el santuario y localidades cercanas es el tamaño de esta figura, pues era capaz de cubrir todo el santuario si así quería.

 

Shion se aseguró de que Athena se quedara en lejos de la estatua de athena, resguardada en el salón principal de la cámara del patriarca, luego se quitó el casco que ocultaba su viejo rostro. Los años habían pasado desde su último gran enfrentamiento en nombre de la diosa, protegiéndola de otros dioses. Ahora debía volver a cumplir ese rol pero desde la posición de patriarca, liderando a la orden de los caballeros de Athena.

 

¡Caballeros dorados! - Comenzó a hablar a través de su psicoquinesis a los caballeros de oro presentes en el santuario. - El cosmos que acaba de tomar forma encima del santuario no es ni más ni menos que el mismísimo Cronos, el rey de los titanes.

 

Desde sus casas, los caballeros escuchaban atentamente la información del patriarca. Se habían preparado toda su vida para proteger a Athena del resto de dioses que busca conquistar la tierra, no esperaban que el primer gran enemigo a enfrentar fuera algo más allá de los dioses. Un titán. Y no cualquier titán, el rey de los titanes. 

 

Ha despertado después del sueño en que lo sumió Zeus en la era del mito… Solo hay una razón por la que debe estar aquí… - Un breve silencio, una pausa para tomar valor. - Debajo de la estatua de Athena, desde la era del mito, se encuentra sellado el Sôma de Cronos. Un sello hecho por Zeus y luego reforzado por Athena, en el lugar más seguro de la tierra.

 

Camus entendió que hacía en aquel pasillo. Se encontraba frente a la habitación del sello del Sôma de Cronos, aquella armadura que portan los titanes y que al quitar el sello devolverá en su totalidad todos los poderes a Cronos. La importancia de superar el cero absoluto ahora era clara, no podía fallar.

 

Si Cronos recupera su Sôma, no solo todos sus poderes volverán, sino que logrará abrir una brecha entre nuestro mundo y el Tártaro, permitiendo el ingreso de sus demás hermanos - El patriarca miraba como el rostro de Cronos se acercaba a él y a la estatua. - Cronos debe de buscar su legítimo trono en la tierra y la única que se interpone en ello es Athena, ¡Debemos detenerlo!

 

Era una situación de emergencia, pero no todos los caballeros dorados se encontraban allí. Mu, Aldebaran, Aioria, Shaka, Milo, Aioros, Shura y Camus eran quienes custodiaban el camino hasta Athena, pues Saga, DeathMask y Afrodita continúan con el castigo impuesto.

 

Deben venir hasta la estatua de Athena, ¡Ya! - Shion se tomó un respiro y continuó. - Camus ahora está encargándose de congelar el salón del sello, esperando al menos entorpecer los planes del titán.

 

En aquel pasillo oscuro Camus sintió a través del poder del patriarca la conexión entre los caballeros dorados en el santuario, sintió su valor ahora que deben enfrentarse a alguien tan poderoso. Él no sería menos, lograría su cometido y sellaría este lugar de manera permanente, aún si debe explotar su vida y su cosmos para ello.

 

Solo hay una excepción… Aioria, Aioros… - Miró a Cronos, que ya estaba encima suyo, listo para luchar. - Tienen prohibido abandonar sus casas, ustedes no pueden pelear en esta lucha. 

 

¡¿Pero que?! - Gritó Aioria.

 

Aioros permaneció en silencio, lo primero que pensó fue si acaso se trataba de algún tipo de castigo por lo sucedido hace siete años, parte de la desconfianza que había crecido en el patriarca, pero luego cayó en la cuenta de que era estúpido. El patriarca siempre vela por la seguridad de la diosa, debe tener sus razones, aunque no se las diga…

 

Ustedes forman parte de los planes de Cronos… No puedo dejar que se acerquen - Dejó de hablar abruptamente. - ¡El resto venga enseguida!

 

Cortó la comunicación a través de sus ondas psíquicas y se concentró en observar al callado titán. Su cosmos soltaba terror y oscuridad, tal cual eran descritos los escenarios del tártaro. 

 

 

 

 

 

 

 

A penas la conexión entre todos se cortó, Camus levantó su vista nuevamente a la puerta del salón del sello del Sôma. Dentro de su entrenamiento se había topado con algunos fragmentos de pergaminos que hablaban de los Sômas de los titanes, entre ellos el más poderoso, aquel que pertenecía al Cronos. El Megas Drepanon.

 

Sellaré esta puerta con el aire más frío que haya visto este mundo…

 

Camus comenzó a elevar su cosmos, haciendo uso del septimo sentido, el sentido máximo que representa el poder del cosmos y que los caballeros dorados dominan con facilidad. Pronto todo el pasillo se llenó de un aire helado y las paredes se cubrieron con escarcha. 

 

¡Ataúd de hielo!

 

El frío y el hielo comenzaron a arrasar con la estructura del lugar. Todo a la vista era hielo y la temperatura disminuye cada vez más, el hielo se hacía cada vez más grueso. 

 

No es… suficiente… - Camus sabía que necesitaba aún más frío, aún no era siquiera capaz de llegar al cero absoluto con su esfuerzo actual. - ¡Resplandece, mi cosmos!

 

Su cosmos creció aún más que antes, ahora podía sentirse desde todos los lugares del santuario. Un cosmos frío que nadie había logrado sentir antes. ¿El cero absoluto? se aventuraban la mayoría. El resto de los caballeros dorados que se movían rumbo a la estatua de Athena notaban las intenciones de Camus y la aflicción los invadía. Camus quemaría su vida entera con tal de cubrir con un hielo eterno el Megas Drepanon.

 

Un fuerte grito salía de la boca del caballero, pero no de sufrimiento, todo lo contrario, era un grito de pasión y poder, un grito de alguien que estaba dando incluso lo que no tenía para lograr su objetivo. Camus estaba decidido.

 

Cuando estaba a punto de terminar con su vida con una explosión helada de cosmos, una mano tocó su hombro. Cuando se giró no había nadie allí, sin embargo, era claro que una presencia lo acompañaba. Más que una presencia se trataba de un cosmos, un cosmos divino. Athena.

 

Camus… no debes morir por esta causa… - La voz de la pequeña Athena sonaba quebradiza. Estaba llorando.

 

Nuevamente sintió como la mano de Athena tocaba su hombro, solo que esta vez la diosa no la retiró, se apoyó en él y el cosmos de Camus se engrandeció aún más. No estaba solo, Athena, su diosa, lo ampara. 

 

Su cosmos creció, por su diosa y por su propia voluntad. Tener a Athena allí le daba el valor para ser más fuerte, el poder para superar sus propios límites. Un nuevo grito, pero esta vez con un cosmos renovado y lleno de esperanzas. El pasillo explotó y todo quedó cubierto de hielo.

 

 

 

 

 

 

 

¡Camus! - Gritó la joven diosa mientras se levantaba del trono que le correspondía.

 

Fue corriendo detrás de la cortina que estaba en la parte trasera del trono, en alguna parte de la habitación contigua debía encontrarse la entrada secreta que el patriarca le mencionó a Camus. No necesitó encontrarla, pues un trozo de la pared se desprendió y se rompió en mil pedazos, congelada.

 

Agh… - Del pasadizo apareció Camus, con su armadura cubierta de escarcha creada por el mismo. 

 

Lo primero que pensó Athena es que Camus logró el cero absoluto y que su armadura se había visto congelada en el proceso, luego notó que era un congelamiento superficial, era solo escarcha.

 

Camus…

 

Lo lamento mi diosa… no pude llegar al cero absoluto…

 

Tu vida vale más que eso mi caballero - Aunque Athena era una niña, tenía momentos en que la diosa que llevaba en su interior se reflejaba con totalidad. Era una niña que hablaba con la sabiduría de una diosa.

 

Si Cronos toma su Sôma… no podremos evitar la Titanomaquia… no pude congelarlo al cero absoluto...

 

Camus trastabilló y cayó al suelo de rodillas. La pequeña diosa se acercó a él y puso su mano en el pecho del caballero. El cálido cosmos de Athena derritió la escarcha de la armadura, pero Camus mantenía su vista baja, decepcionado de sí mismo y lamentando haberle fallado a su diosa.

 

Has marcado un hito Camus… - le respondió lentamente la diosa. - Actualmente nadie en la tierra puede producir un frío tan helado como el tuyo, has rozado el cero absoluto.

 

Camus levantó nuevamente su cabeza, observando como la pequeña Athena le sonreía con sinceridad, apreciando los esfuerzos de su caballero y sabiendo que aunque esto no haya salido como esperaban, tal vez podían lograrlo. Ese era el tipo de sensación que producía mirarla.

 

 

 

 

 

 

Los caballeros llamados llegaron hasta donde se encuentra la estatua de Athena, inclusive Camus. Se quedaron pasmados al ver la forma física del cosmos de Cronos frente a ellos. Mu, Camus, Shura, Shaka, Milo y Aldebarán estaban congelados ante la presencia del titán. Un muro de cristal gigante separaba la estatua de Athena del titán, pero este con un simple movimiento de su mano hizo trizas el muro. El patriarca fue derribado junto a su técnica y los caballeros se acercaron a atenderlo. La batalla estaba por comenzar y todos allí sabían que su prioridad era defender la estatua de Athena, pero no lograban entender porque el patriarca le había prohibido a Aioros y Aioria acudir a la batalla, cuando la batalla contra el rey de los titanes ameritaba la presencia de todos los caballeros dorados disponibles. 

 

Mu levantó a su maestro y cada uno de los caballeros dorados se posicionaron frente a la estatua, cortando el paso de Cronos, comenzando una pelea que podría dar comienzo a la Titanomaquia. 

[Cannabis Saint]

Genial, un buen giro al EG, saludos y continua, muy buen fic

[Patriarca 8]

Prologo: El Ciervo Del Destino

 

La premisa suena interesante

 

Fatum,  el representante de las Moiras. parece ser poderoso

 

 

 

 

Prologo: El Nuevo Cause De Las Estrellas

 

shion se salvo a las justas

 

 

 

 

Prologo: El Camino a La Diosa

 

Dm como de costumbre siendo un traidor

 

lastima que el fail de Afrodita  no murio

 

 

 

 

Prologo: El Escudo de Athena

 

Aioria desperto el facor prota XD

 

saga se libro del lemur

 

 

 

 

 

Prologo: Un Nuevo Curso

 

el Patriarca debió haber eliminado a Afrodita esa extraña forma de vida daba mala reputación al santuario

 

DeathMask sintio el "temor" ya que sabia que Dohko formaba parte de ese ejercito

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[Estrellas en Papel]

Capitulo 3: Aquella Deidad Del Cosmos Titanico:

 

 

En un abrir y cerrar de ojos los caballeros habían sido derribados. La mera presencia de Cronos impartía una presión gigantesca en el ambiente y el movimiento de aquel cuerpo gigante hecho de cosmos parecía capaz de dar muerte a quien quisiera. Los caballeros se levantaron con algunas dificultades, pero su valor y convicción no flaqueaban. 

 

- Recibe la aguja carmesí, ¡Aguja Escarlata!

 

Milo de Escorpio lanzó su técnica, siete agujas de un color rojo carmesí que se estrellaron en diferentes puntos de Cronos, pero este pareció no inmutarse, como algo menor que la molestia que podía producirle una hormiga. Sacudió sus brazos listo para volver a azotar a los caballeros, pero entonces otra técnica fue lanzada desde el frente de estos.

 

- ¡Gran Cuerno!

 

Aldebaran elevó su cosmos enormemente. Un cosmos agresivo y bruto que arrasaba todo con la fuerza del toro dorado. Hinchando su pecho y luego estirando sus brazos hacia al frente a la velocidad de la luz. La técnica del toro era impulsada con toda la fuerza de sus brazos y su cosmos en esos momentos.

 

Antes de lograr nada, Cronos atrapó la técnica con una de sus manos y la deshizo fácilmente tan solo encerrandola en un puño. 

 

- Simples mortales… - Su voz retronaba en el ambiente. - Sentirán ahora lo que el cosmos de un Titán puede lograr. El Caos.

 

Los vientos comenzaron a arremolinarse alrededor de Cronos y las galaxias que nacían en medio del cosmos que él representaba se acrecentaban cada vez más. 

 

- Khaos Hyetos 

 

Pronunció su técnica con mera tranquilidad, como aquella calma antes de la tormenta. Entonces de su cuerpo emergieron espinas hechas del caos que crea, una versión del cosmos mucho más primordial y oscura. Aquellas miles de espinas de caos se lanzaron directo a los caballeros.

 

 

- ¡Kān!

 

Un escudo de cosmos se levantó, envolviendo a todos los guerreros presentes allí en un tipo de cápsula dorada como protección. Las miles de espinas comenzaron a clavarse, debilitando el escudo y a Shaka. El caballero de Virgo permanecía sentado en el posición de loto mientras sus manos continuaban juntas. La presión del Khaos Hyetos de Cronos aumentaba y Shaka comenzaba a sufrir varios cortes en su cuerpo.

 

- ¡Ōm!

 

Su cosmos volvió a acrecentarse y el escudo creado por el mantra de Kān se expandió hasta explotar, deshaciendo la brutal técnica del Titán. Mu y Shion saltaron, aterrizando cada uno en un hombro de la estatua de Athena. 

 

- Revolución de Polvo de Estrellas - Gritaron al unísono mientras cientos de estrellas emergen desde sus cosmos.

 

Cronos ni siquiera se inmutó, recibió de lleno la técnica como si nada, para luego simplemente sacudir el cosmos del caballero de Aries y su maestro moviendo sus brazos. Todo parecía inútil, pero los caballeros no bajarían su cabeza ante tal amenaza. El siguiente frente de ataque fue un salto al cielo por parte de Shura y Camus.

 

- ¡Enfrenta a la espada que lo corta todo! ¡Excalibur!

 

Cronos atrapó el filo de la espada de Shura con una mano, pero la presión del ataque lo estaba debilitando de a poco, podían sentirlo, cada vez se le hacía más difícil resistir los ataques.

 

- ¡Ejecución de Aurora! - La técnica de Camus se estrelló en el rostro de Cronos, quien no tuvo tiempo de defenderse al estar concentrado en retener la espada Excalibur.

 

- Escoria mortal…

 

El titán gritó, liberando el caos de su cosmos y nuevamente golpeando a los caballeros, solo que esta vez estaban más preparados que la vez anterior que hizo eso. Ahora no serían derribados.

 

- Caballeros, Cronos no puede liberar todo su cosmos en su forma actual… esta será nuestra única oportunidad de derrotarlo, ¡debemos impedir su reencarnación!

 

Los caballero asintieron y elevaron sus cosmos para seguir luchando, no era momento de rendirse. Cronos elevó sus seis brazos, abriendo sus manos al cielo y congregando todo el caos que podía poseer su cuerpo y no solo eso…

 

- Phainomenon Arkheim

 

Todo el santuario comenzó a temblar y diferentes elementos danzaban alrededor del titán. Fuego, agua, tierra, viento, magma, menos el rayo. Fue entonces que el patriarca recordó haber leído sobre aquella habilidad del rey de los titanes, el poder de manejar los elementos de la naturaleza con la excepción del rayo, el cual selló su vida y su dunamis en tiempos remotos.

 

- Chicos tene...- Shion no logró terminar la oración cuando los elementos los atacaron.

 

Mu y Shion fueron golpeados por los fuertes vientos y ventiscas de hielo, llevándolos a estrellarse contra el techo de los aposentos de Athena, que se encontraba un poco más atrás de donde se encontraban. 

 

Milo y Camus trataron de protegerse del fuego que amenazaba con calcinarlos, solo gracias al frío cosmos del caballero de acuario fue que ninguno de los dos sufrió una trágica muerte.

 

El hirviente magma cayó sobre Shaka como si de un río se tratase, el caballero se protegió creando una barrera protectora con el mantra de Ōm, pero aún así su cuerpo se resintió. 

 

Un fuerte tifón golpeó a Aldebarán, quien a costa de cientos de golpes, logró resistirlo.

 

Shura esquivo las constantes piedras que danzaban alrededor de Cronos y se lanzaban hacia él, buscando su muerte.

 

- Acaso creen que teniendo la mitad de caballeros dorados podrían detenerme - Se burló el titán.

 

El campo de batalla se había convertido en una crisis elemental, donde parecía que los elementos de la naturaleza se habían vuelto locos y ahora atacaban a diestra y siniestra. Los caballeros no durarían mucho a este paso y Cronos sabía de ello, disfrutaba de verlos debilitarse y espera verlos caer de a uno.

 

 

 

 

 

 

 

Desde fuera de la casa de Sagitario, Aioros se mantenía observando como Cronos invadía el santuario. Podía sentir el cosmos de los demás caballeros dorados batallando y debilitarse de a poco. El poder de Cronos definitivamente era algo desmesurado.

 

No entendía las razones del patriarca para mantenerlo a él y a Aioria en sus respectivos templos, pero no sentía la seguridad de volver a desobedecer órdenes del patriarca. Hace siete años cuando tomó la decisión de no hacer caso al patriarca… las cosas se salieron de control y fue un milagro el haber detenido a Saga antes de que la situación se tornara irreversible. Ahora nuevamente una situación similar se le presentaba. Sentía la necesidad de ir a proteger a Athena, pero el patriarca les ordenó permanecer atentos en sus templos.

 

- Hermano

 

Aioros se volteó y se encontró con que su hermano Aioria había abandonado la casa de Leo. Llevaba su armadura puesta y parecía listo para la batalla. Aioros no dijo ninguna palabra y volvió a fijar su mirada hacia el lugar de la batalla.

 

- Cronos los va a matar, ¿no es así? - Preguntó Aioria.

 

En ese momento el caballero de Sagitario se dio cuenta de algo. Su hermano no le hablaba desde su relación de sangre, sino como un caballero que protege a Athena. Su pequeño hermano ya estaba alcanzando más madurez y se le podía considerar un respetable caballero dorado, por lo que se preguntó a sí mismo si también debía dejar de cuidarlo como un hermano pequeño y comportarse mutuamente como caballeros a la disposición de la diosa de la guerra.

 

- Me gustaría decirte que no… pero la situación no se ve bien. - Aioros miró a su hermano a los ojos y lo supo. Estaba dispuesto a dar su vida. y por lo mismo el también. - Vamos Aioria, debemos proteger a Athena.

 

 

 

 

 

 

 

Los caballeros dorados que osaron enfrentar al rey de los titanes yacían derrotados en el suelo. Fueron sobrepasados sin mucha dificultad por Cronos y ahora no había nadie que cortara su camino para recuperar su cuerpo y el dunamis. De un manotazo destruyó la estatua de Athena y desde debajo de ella se alzó al cielo el dunamis y su cuerpo encadenado a este.

 

- Su esfuerzo fue en vano caballeros. - Este acercaba sus manos para atrapar lo que más apreciaba, pero una barrera de rayos le impedía tocar el dunamis. - Ahora solo debo encontrar aquel relámpago puro capaz de liberarme.

 

Cronos enfocó su vista en la jovencita que estaba entrando a escena, tratando de socorrer a los caballeros caídos. Athena.

 

- ¡ATHENA! - Por primera vez desde que llegó, la voz del rey titán sonaba llena de ira y odio por el cual es conocido. - ¡TU VIDA SE ACABA AHORA!

 

La pequeña diosa levantó la vista, llevaba en su mano el báculo de Nike y esperaba enfrentar al titán y a su vez defender a sus amados caballeros, pero aún no despertaba completamente como Athena e incluso ella sabía que no tendría oportunidad.

 

Los brazos del titán cayeron sobre la diosa, aplastandola. Seis manos hechas por el cosmos caótico del titán. Entonces Cronos se dio cuenta que algo se movía bajo sus manos y luego lo quitaban de encima. Dos caballeros dorados.

 

- No dejaremos que toques a Athena

 

- Athena nunca se quedará sin caballeros que la protejan. - Dijo el caballero alado.

 

Athena había caído de espaldas y desde el suelo miraba la retaguardia de los caballeros que acudieron a su rescate. Aioria y Aioros, los hermanos dorados.

 

- Aioria… - Dijo en un sollozo. - Aioros… Pensé que…

 

- Tranquila, no dejaremos que nada malo ocurra. - La calmó Aioros.

 

- Señorita Athena, la protegeremos pase lo que pase. - Agregó el caballero de Leo.

 

En un sollozo la pequeña diosa se sintió a salvo. Sus poderes como diosa aún no despertaban por completo, pero al sentir como los caballeros se sacrificaban por ella, no podía simplemente dejarlos morir, aún si eso también significaba la muerte de ella.

 

- Puedo ver… - Susurró el titán. - ¡Puedo ver el relámpago que me liberará! Un relámpago conectado por la sangre JAJAJAJA

 

- ¡Vamos hermano! - gritó Aioria. - ¡Relámpago de Voltaje!

 

- ¡Trueno Atomico! 

 

- N...No… - Desde los escombros de los aposentos de Athena, un débil Shion con su ropaje rasgado se levantaba, apoyándose sobre otros trozos de roca. - ¡¿Aioria, Aioros?! 

 

Shion se veía totalmente asustado, no quería que ellos dos estuvieran durante esta batalla y ahora las consecuencias de ello lo sufrirían en todo el mundo y el cosmos.

 

Cronos tomó el Dunamis y lo puso delante de él, protegiéndolo de las técnicas relampagueantes. El cosmos de los hermanos era impresionante, pero ninguno de sus ataques llegó directamente al titán, todo fue absorbido por el Dunamis y luego una explosión gigante dio a lugar.

 

- Acaso… ¿lo bloqueó? - Preguntaba Aioria.

 

- … - Aioros tenía un mal presentimiento de todo esto.

 

Cuando el polvo comenzaba a dispersarse, pudieron notar que la presencia gigante de Cronos había desaparecido, aquel mal que se presentaba en el santuario como una figura gigante ya no se encontraba. El patriarca Shion se apresuró a tropezones para llegar donde los dos caballeros dorados en pie. 

 

- Les dije… - Parecía realmente cansado y estaba tomando un aire. Ambos caballeros vieron en él unas cuantas heridas. - ¡Les dije que no debían venir a esta batalla!

 

Aioros comenzaba a dudar sobre la decisión que tomó con su hermano, pero simplemente no veía otra solución. El patriarca elevó su cosmos a un nivel que Aioros no había visto antes en este e incluso así, sintió que el patriarca Shion aún guardaba más poder adquirido con el pasar de los años. 

 

- ¡¡Muro De Cristal!! 

 

La técnica fue lo suficientemente grande para proteger a todos los caballeros dorados, incluso los que estaban derrotados en el suelo, pero aún así al recibir un impacto negro gigante proveniente desde donde se encontraba hasta hace poco Cronos, rompió con facilidad el muro. 

 

- Ahora no habrá nada ni nadie capaz de detenerme.

 

Con la técnica oscura el polvo se disipó, mostrando a Cronos vestido con su Dunamis. Había despertado por completo y recuperado su cuerpo. A cada momento su cosmos iba en aumento mientras terminaba de acostumbraba a volver a tener un cuerpo físico, por lo que a cada segundo que pasaba Cronos se volvía más y más invencible, tal como la divinidad que representa.

 

- Cronos… - Susurró Shion. - Encerrado por el relámpago de Zeus y solo uno de igual pureza podría liberarlo.

 

- Nosotros… - Pero Aioria no terminó de hablar cuando fue interrumpido por el patriarca.

 

- LES DIJE QUE NO VINIERAN - Nunca lo habían visto tan furioso. - Solo ustedes podían liberarlo, no tenían permitido venir…

 

Aioros miró entonces a la diosa, quien también parecía asustada por la presencia de Cronos. Ella había tratado de ser fuerte, había progresado en sus poderes como diosa, pero en el momento de la verdad, en una pelea como esta… Las cosas se habían complicado enormemente para ella.

 

- Mi diosa - Aioros se arrodilló mirándola. - Sé que probablemente por nuestra culpa ahora se encuentra en más peligro que antes… permítanos defenderla y volver a sellar a Cronos

 

La situación ameritaba darse confianza mutuamente, sino, todo estaría perdido, en especial si era la misma diosa de la esperanza quien estaba perdiendo la fe. El caballero de Sagitario se levantó y junto a su hermano se prepararon para la batalla.

 

- Diosa Athena… - Aioria se sentía demasiado avergonzado por la situación que causaron. - No importa que, la protegeré con mi vida.

 

Al escuchar las palabras del caballero de Leo, Athena se sintió aliviada. De alguna forma Aioria le entregaba más confianza que cualquiera, pues en la actualidad era el caballero más cercano a ella, quien más se preocupaba siempre de cuidarla y acompañarla, alguien a quien en verdad sentía que podía llamar amigo. Athena asintió y se aferró con más fuerza a Nike. 

 

Ahora la verdadera batalla entre los caballeros dorados y Cronos por fin daría comienzo. Solo el patriarca Shion había vivido guerras tan crueles y sabía perfectamente lo que vivirían ahora. El comienzo de la Titanomaquia.

[Cannabis Saint]

Muy buen capitulo, a esperar por la titanomaquia, creo que al menos uno no va a vivir o si hay algo de GA veremos una batalla divina! Saludos!

[Cannabis Saint]

Muy buen capitulo, a esperar por la titanomaquia, creo que al menos uno no va a vivir o si hay algo de GA veremos una batalla divina! Saludos!

[Patriarca 8]

Parte 1: La Titanomaquia

 

meno mal que nunca le pidio a Aioria  que hiciera de su caballito XD

 

Athena conoce sobre mitologia griega y no es como seiya

 

Ese guerrero misterioso es muy extraño

 

 

 

 

Capitulo 2: El Más Próximo al Cero Absoluto

 

pobre Camus  incluso en los fics tiene problemas para alcanzar el cero absoluto por lo menos en esta versión no es un traidor

 

 

 

Capitulo 3: Aquella Deidad Del Cosmos Titanico:

 

Cronos  tiene un poder fumado

 

pobre Shion sus caballeros nunca obedecen sus ordenes

 

ahora todos están metidos en un buen lió

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[Estrellas en Papel]

Capitulo 4: Cronos, Rey De Los Titanes:

 

Las nubes negras continuaban en el cielo sobre el santuario, adornando de penumbra el ambiente ante la presencia de Cronos. Aioros y Aioria caen al suelo heridos. En un abrir y cerrar de ojos el titán los había golpeado con su cosmos sin darles oportunidad de defenderse.

 

- ¿No lo entienden humanos? No hay manera de que caballeros dorados inexpertos sean un verdadero desafío - Dijo elevando su voz para que todos los caballeros allí lo escucharan. - Ni siquiera como entretención sirven.

 

El patriarca Shion observaba lo que más temía. La caída de la mayor defensa que tenían allí en el santuario. Ahora sólo él quedaba en pie para defender a Athena, pero sin armadura que lo protegiera se encontraba vulnerable ante los ataques de aquella deidad. 

 

- No permitiré que logren un milagro como en la era del mito - El titán comenzaba a caminar hacia Shion. - No dejaré que me encierren de nuevo. Esta vez la tierra tiene las horas contadas.

 

Cronos levantó su brazo apuntando al cielo, enseguida el cielo se iluminó con un reloj gigante negro como el propio caos que liberaba a cada segundo el titan. El reloj representaba la presencia de los doce titanes que gobernaban la Tierra antes de la rebelión de los dioses para hacerse con el poder. 

 

- Cuando las doce partes del Theos Sema, el emblema de los doce titanes, se haya iluminado por completo, significará que el resto de mis hermanos titanes arribarán en el mundo y me ayudarán a darle un fin definitivo a la humanidad.

 

No había manera que pudieran detener a los doce titanes si estos descendían. Era una suerte que aún todos siguieran con vida ante Cronos, ni pensar cómo arreglárselas con once más. 

 

“No todos saldremos vivos de esta…” Pensaba Shion. El patriarca era una persona curtida en temas de guerra y sabía que en una batalla de esta magnitud más de alguno moriría. Y si tenía que ser él mismo quien debía morir, se sacrificaría por mantener a los jóvenes caballeros dorados con vida.

 

- Entonces tendremos que sellarte nuevamente antes de que el reloj se ilumine por completo.

 

- Ni siquiera todos los caballeros dorados presentes pudieron hacerme algo más que cosquillas, ¿Qué podrías hacer tú?

 

Athena, quien se encontraba mirando temerosa alejada de toda la conmoción, rezaba al resto de los dioses olímpicos el poder salir de esta situación sin sufrir la pérdida de nadie, pues aún deseaba una vida tranquila como diosa junto a sus caballeros. Notaba como Shion se engrandecía cada vez más, el cómo décadas de experiencia se demostraban con el cosmos que hacía arder.

 

- ¡Brilla! ¡Mi cosmo! - El patriarca hacía uso de toda su fuerza, aún cuando su decrépito cuerpo no pudiese aguantarlo. 

 

Las ropas y telas del patriarca se sacudían con vigor, mientras parecía que las estrellas bailaban a su alrededor. Cronos enterró su arma en el suelo y continuó caminando, dejándola atrás. Iba a enfrentarse al más grande protector de la diosa Athena desarmado. Una pelea en igualdad de condiciones.

 

- Humano - Vociferó. - Has llamado mi atención. Pelearé sin mi Megas Drepanon y me entretendré con tu muerte hasta que mis hermanos lleguen.

 

- Tu arrogancia será tu perdición - Le advirtió Shion.

 

- Eres valiente al hablarle de ese modo a un titán como yo - Por un segundo la mirada de Cronos se vio iracunda, pero enseguida se relajó. - Tendremos aproximadamente tres horas antes de que todas las luces se enciendan. Cuando el tiempo se haya acabado, extinguiré tu vida y luego la de toda vida en este planeta.

 

El viento silbaba más fuerte que otros días, lo cual principalmente se debía a la turbación en el cosmos que existía en estos momentos, el choque de poder entre el cosmos caótico de Cronos y la pureza del cosmos del patriarca Shion. 

 

- ¡Ha! - Bajó sus manos y las estrellas detrás de él se dirigieron directamente a su enemigo.

 

Con una sacudida de sus brazos disipó las estrellas fugaces que amenazaban con golpearlo, pero resintió un poco sus brazos y al verlos notó que en verdad ese pequeño ataque había dejado raspones en su Soma, la armadura de los titanes.

 

- Vaya…

 

Antes de que el titán pudiera continuar hablando, Shion ya preparaba su siguiente movimiento, pues no permitiría que Cronos tuviera tiempo de respirar o defenderse, solo así podría detenerlo. Se acercó rápidamente a este y colocando la palma de sus manos en el pecho de su Soma, hizo explotar su cosmos, logrando empujarlo bastantes metros hacia atrás 

 

- Que humano más interesante… - Alzó sus brazos al cielo lleno de emoción mientras reía lunaticamente. - ¡Todos morirán!

 

Todo el cosmos de caos expulsado por Cronos se convertían en espinas negras y como una torrencial lluvia se lanzaban hacia no solo el patriarca, sino hacia todos los caballeros inconscientes. Athena había avanzado hasta donde estaban Aioria y Aioros, se había arrodillado junto a ellos esperando poder despertarlos cuando se encontró envuelta en el ataque del titan. La técnica de la deidad los matarían a todos.

 

- ¡Muro De Cristal!

 

Una barrera de cristal apareció frente a Shion, quien se había colocado frente Athena y los dos caballeros dorados que yacían en el piso. Su prioridad era defender a la diosa, pero no dejaba de pensar que les había fallado al resto de caballeros de oro. “No lograré protegerlos a todos… lo siento…” 

 

- ¡Muro de Cristal! - Resonó otra voz que Shion conocía muy bien.

 

- ¡Kān! - Otra voz se sumó antes de que el ataque enemigo llegara a todos.

 

Dos barreras más se levantaron, protegiendo a todos los protectores de Athena que se encontraban allí. Al mirar donde se levantaron las barreras, Shion pudo ver como los caballeros que habían sido abatidos ahora se levantaban renovados de energía. 

 

- No seguirá luchando solo, maestro - Le dirigió la palabra Mu.

 

El patriarca los miró con añoranza. Tenía claro que en las guerras los caballeros están destinados a morir, pero esta generación de protectores de Athena se habían convertido en su familia y si estaba en sus manos, no permitiría que ninguno de ellos muera allí. Incluso si eso significaba quemar su vida hasta su fin.

 

- Gracias chicos… - El ataque del titán se detuvo y las técnicas defensivas desaparecieron. Miró a los caballeros que vio crecer desde que eran tan solo unos niños, los vio como los fuertes caballeros dorados que eran ahora y les heredaría la protección de Athena. - ¡Cronos! Yo no solo protejo a la diosa Athena, ¡también velo por la nueva generación de caballeros que la cuidarán después de mi muerte!

 

Parecía que el ambiente se había calmado, en este momento solo Shion y Cronos existían dentro de la lucha, los demás guerreros y Athena escuchaban atentamente.

 

- ¡Ellos heredarán la voluntad dorada!

 

- Maestro… - Susurraba el caballero de Aries.

 

El patriarca saltó, se elevó al cielo y levantó su mano. Su cosmos continuaba convulsionando y explotando. El cielo se despejó y las estrellas lo rodearon. Entonces lanzó su técnica.

 

- ¡Revolución De Polvo Estelar!

 

Cientos de estrellas comenzaron a golpear a Cronos, quien por la euforia que lo invadía ante tan formidable oponente que enfrentaba, no paraba de reír. Shion no detendría su ataque, tenía que crear un milagro, un ataque tan potente que inutilice al titán el suficiente tiempo para que Athena lo sellase de nuevo. Su cosmos estalló aún más si cabía manera de ello. 

 

Siendo que los caballeros dorados dominaban el séptimo sentido por completo, tenían claro que el patriarca que los había entrenado durante toda su infancia había superado con creces esa barrera. Los cientos de estrellas se convirtieron en miles y destrozaron todo el espacio donde se encontraba Cronos.

 

 

 

 

 

 

 

El coliseo del santuario se encontraba abarrotado de caballeros y aspirantes, todos observaban con cierto temor al hombre que hasta hace poco había aparecido sentado en lo que era el trono que ocupa la diosa Athena en aquella arena. Los caballeros de Ofiuco y Águila en conjunto con el caballero Cristal habían intentado eliminarlo, sin ningún tipo de buen resultado. Ahora se limitaban a vigilarlo desde lejos, teniendo incluso más caballeros de plata y bronce como apoyo, pero tenían claro que ni siquiera todos ellos juntos serían rivales para este extraño invasor.

 

Los aprendices y caballeros comenzaron a hacer espacio hacía la arena, dando paso al viejo maestro de Los Cinco Picos, Dohko. Todos lo conocían como el antiguo portador de la armadura de Libra, la cual hasta ahora aún no tenía dueño, así que en teoría seguía perteneciendo a él. Su presencia ante esa situación no hacía más que alarmar a los presentes, se necesitaba de una situación de extrema emergencia para que el maestro decidiera abandonar su lugar frente a la cascada de Rozan. 

 

Se detuvo en el primer escalón que llevaba hacía la arena del coliseo, desde allí observó al extraño. Este sujeto estaba envuelto en una capucha negra que solo permitía ver su cabeza y un poco sus piernas. No había absolutamente nada que diera un indicio sobre quien podría tratarse, solo el hecho de que nadie podía sentir cosmos alguno en el. Lo cual fue suficiente para que Dohko lo entendiera.

 

- Es un dios primario… - La vocecita del viejo maestro parecía asustada.

 

Nadie dijo una palabra, pues entendían que si el maestro Dohko tenía razón, no tendrían posibilidades de salir vivos de allí.

 

El extraño levantó su vista hacia Dohko, había llamado su atención el nivel cósmico de aquel humano, que a pesar de aparentar en el cuerpo de un viejo decrépito, escondía un poder sobrehumano.

 

- Me llamo Pontos.

 

Su voz sonó como un tormento y todos los presentes sintieron una presión en sus cuerpos. El dios se levantó del trono de Athena y comenzó a caminar en dirección a Dohko. Subió los escalones con paciencia mientras que el pánico se apoderaba de los rostros de todos los presentes, más no podían moverse. La presión instaurada por el titán los había inmovilizado a todos. 

 

- Es extraño que exista alguien que haya vivido tanto - Se dirigió a Dohko.

 

- Athena me encomendó vigilar a las ciento ocho estrellas malignas de Hades… - Respondió este.

 

- Puedo ver que has vivido más guerras de las que podría haber vivido cualquier mortal - Parecía que el dios primogénito presentaba respeto hacia el viejo maestro. Aquella actitud desapareció enseguida. - Pero ni siquiera eso bastará para detener la titanomaquia. 

 

Pontos se cubrió completamente con su manto negro y luego desapareció, abandonando al ejército de Athena, como si se hubiera aburrido completamente de ellos, que con suerte no llegó a masacrar a los presentes. El viejo maestro Dohko sudaba con estrépito, mientras que la mayoría del resto de caballeros o aspirantes se derrumbaban por el miedo que les infundió aquella figura divina que ni en sus sueños pensaron que se presentaría frente a ellos.

 

- … - Dohko simplemente también se sentía bajo aquella presión y dejó caer su decadente cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

La luz que produjo la técnica del patriarca por fin desapareció y este cayó directamente al suelo, con su cuerpo muy débil y sus ropas rasgadas. Mu y Camus acudieron enseguida a atenderlo, mientras Athena miraba preocupada desde lejos. Los caballeros de oro Aioria y Aioros por fin se ponían en pie.

 

- ¿Lo logró? - Preguntó Aioros.

 

Entonces la tierra se estremeció y el polvo que se había levantado entorno a donde la revolución de polvo estelar se había estrellado, desapareció, permitiendo ver a un intacto Cronos.

 

- Fue un buen espectáculo de luces - Dijo mientras se sacudía su Soma.

 

- N...no puede ser… - Bramó Aldebarán.

 

El cosmos del patriarca había sido impresionante, pero no había logrado su acometido. Shion, había levantado la cabeza del suelo, observando a su oponente sin ningún daño. Intentó ponerse de pie con la ayuda de Camus y Mu, pero aún así tropezó y cayó de rodillas.

 

Ya habían cuatro emblemas de los titanes iluminados en el reloj Theos Sema, no les quedaba mucho tiempo antes de que los demás titanes descendieran. A pesar de encontrarse en estados entre la inconsciencia y la consciencia, los caballeros habían escuchado con atención la conversación entre el patriarca y el titán. Bastó una mirada cómplice entre Aioros y Aioria para entenderse.

 

- ¡Flecha Sombra!

 

Aioros lanzó su técnica hacia el titán, una flecha creada a partir de cosmos que se clavó en en la sombra de su enemigo, inmovilizando cualquier tipo de movimiento que este haga.

 

- ¿Acaso crees que esto es suficiente para detener a alguien como yo? - Cronos deshizo la flecha con un leve movimiento.

 

- Por su puesto que no, ¡Era tan solo la distracción! - Reveló el caballero de Sagitario mientras se armaba con el arco de sagitario.

 

- ¿Distracción? - Se preguntó el titán, cuando entonces vio a un lado de él al caballero de Leo.

 

- ¡Plasma Relámpago! - Cien millones de golpes a la velocidad de la luz, como si fueran relámpagos y un cosmos electrizante que golpeó enormemente al titán.

 

Cronos, a pesar de la sorpresa, bloqueó cada golpe de Aioria con tan solo una mano. El cosmos de caos que continuaba emanando hacía que el cuerpo de Aioria se sintiera pesado y por ello no logró ni siquiera protegerse cuando el titán agitó su mano y lo mandó por los aires, cayendo al suelo y estrellándose de cabeza, perdiendo el casco de su armadura.

 

- ¡Flecha Dorada! - Sin que Cronos lo notara, el caballero de Sagitario había cargado y disparado su flecha, la cual se detuvo a centímetros de tocar su pecho.

 

- Insensato - Lo acusó el titán. - Una baratija como esa nunca podría siquiera tocar mi cuerpo.

 

Entonces la flecha se volteó y con una fuerza aún mayor arremetió contra su dueño. Aioros sabía que no lograría esquivarla e inevitablemente se clavaría en su corazón.

 

- Kan

 

El escudo de Shaka se había levantado otra vez y protegido al caballero de Sagitario, salvandole la vida. El cosmos de Virgo comenzaba a aumentar más que antes, intentando llevar sus sentidos a un diferente nivel. Shaka intentaba rivalizar con una deidad aún más grande que un dios, un titán. 

 

- En mi última excursión de entrenamiento hace siete años, durante la rebelión de Saga, tuve una conexión con Buda… - Shaka había tomado la posición de loto y flotaba gracias al poder de su cosmos. - En ella pude escuchar la voz de Buda en el Nirvana y entender los planos de la vida.

 

Aquello parecía llamar la atención de Cronos, pues Buda no dejaba de ser reconocido como el humano que dejó su forma física para ascender como una figura divina. Además, el cosmos del caballero superaba con creces lo demostrado hace un rato por el resto.

 

- Buda me concedió su visión y enseñanza, su camino espiritual - El cabello de Shaka se sacudía con la fuerza de su cosmos. - Me concedió la virtud de ser su semejante.

 

- La reencarnación de Buda… - Murmuró Shion, quien había sido llevado un poco más lejos de la batalla, pues ya no se encontraba en condiciones de seguir luchando.

 

- Buda… su iluminación llegó a impactar incluso en el tártaro… - Cronos estiró su mano hacia el Megas Drepanon, la guadaña que había dejado clavada en el piso, pero luego se arrepintió. - No, no la necesitaré, acabaré contigo yo solo.

 

Shaka mantenía sus ojos cerrados mientras acumulaba cosmos en el centro de sus manos unidas. El caballero sabía que mientras más tiempo pasaba, más poderoso se volvería el titán, que lo más seguro es que para cuando el reloj Theos Sema llegue a iluminarse por completo coincidirá con el momento en que Cronos recuperará en su totalidad sus poderes. Este era el momento de derrotarlo o sería el fin de la humanidad.

 

- Te llevaré a tu final Cronos - Shaka separó sus manos y liberó su cosmos. - ¡Ahora recibe mi técnica! ¡¡Tenma Kōfuku!!

 

La descarga de cosmos aplastó al titán y lo derribó. Hasta ahora nadie había podido hacerle frente como lo hacía Shaka. La explosión se disipó enseguida y Cronos se levantó lo más rápido que pudo para continuar la batalla, pero Shaka ya había preparado su siguiente ataque.

 

- Esta batalla acaba ahora Cronos.

 

Los demás caballeros observaban asombrados como su compañero le hacía frente a la par a un titán, no a cualquiera, sino al rey de los titanes. Cronos lanzó un golpe cargado con todo su cosmos caótico, aquel cosmos oscuro del tártaro.

 

- ¡Kān!

 

Nuevamente el golpe fue bloqueado por la barrera de Shaka, la cual demostraba rivalizar en poder defensivo con el Muro de Cristal de los caballeros de Aries. El caballero extendió su mano hacia adelante y un brillo comenzó a emerger de ella. El plano en el que se encontraban comenzó a cubrirse por una matriz ilusoria de naturaleza budista. El titán observaba como sus movimientos se veían ralentizados.

 

- Tenbu Hōrin

 

- ¡La técnica más poderosa de Shaka! - Gritó Shura al darse cuenta de que en verdad todos estaban atrapados dentro de la técnica budista.

 

- Soy… Una deidad… tu no me detendrás… - Cronos parecía lleno de dudas, sin saber con exactitud si acaso Shaka en verdad tiene el poder de detenerlo. Su mano se movía lentamente, tratando de alcanzar su guadaña, el Megas Drepanon.

 

- Tu poder sigue sin estar a la altura, ni siquiera a la altura de un titán - Anuncia Shaka. - Mi mayor técnica con el cosmos máximo que puedo hacer estallar. Será suficiente para detenerte y volver a sellarte.

 

Todos miraban con atención. Shaka era bien conocido por tener habilidades de índole divinas, comparables al poder y conocimiento de un dios. Quizás sería él quien devolvería la esperanza a la humanidad.

 

- ¿Conoces la terminología del “Agyō”? - Le preguntó Shaka

 

- El nacimiento del universo… - Respondió a regañadientes Cronos.

 

- Si, la luz, alfa, el nacimiento, el principio e incluso conocido como el Ying… - Explica el caballero de Virgo mientras su cosmos continúa expandiéndose. - Agyō representa el inicio de todo, la luz que expugna al mal, el inicio sin pecado, como quieras interpretarlo. Es una luz y un impacto cosmico.

 

- No hay ser humano que haya vivido uno…

 

- Te equivocas - Shaka lo hizo callar enseguida, como si su poder hubiera superado a la autoridad del titán. - El Agyō es una técnica heredada de Buda a mi. 

 

Shion lucía impresionado, al ver que tan lejos había llegado el poder de Shaka. Si bien era el caballero que estaba descubriendo más sobre los secretos del cosmos, es una sorpresa tal poder, en especial sabiendo que no es todo aún.

 

- Cuando abra mis ojos, liberaré todo el cosmos que he acumulado al privarme del sentido de la vista - El santuario había comenzado a temblar ante el poderoso cosmos de Shaka. -  En ese momento una poderosa luz y energía similar a la desatada durante el comienzo del universo será liberada, ese es el poder de Agyō y junto al Tenbu Hōrin, tu cuerpo no será más que un cascarón vacío y destruido. Será tarea fácil para Athena sellarte y luego nunca más en el resto de la eternidad volverás a recuperar lo que fue privado de ti.

 

El titán por fin alcanzó el mango del Megas Drepanon y en un abrir y cerrar de ojos estaba frente a Shaka, blandiendo su arma y asestando un corte horizontal, apuntando directo a los ojos del caballero de Virgo. El caballero de Athena logró moverse hacia atrás, pero no con la suficiente velocidad. El arma del titán logró cortar superficialmente sus ojos. El Tenbu Hōrin se deshizo y Shaka ahora se veía inhabilitado de liberar el Agyō

 

- ¿No esperabas que tu técnica del Tesoro del Cielo fuese a detenerme, no? - La expresión en su rostro no mostraba más que locura y maldad, pero no era algo que Shaka pudiese ver, tan solo lo sentía.

 

- Rápido, deben ayudarlo… - Les ordenó el patriarca, quien optó por tumbarse en el suelo. Su viejo cuerpo seguía destruido por todo el esfuerzo que hizo, la defensa de la diosa dependía solo de los caballeros de oro presentes. 

 

- Shaka… - Aioros ponía su mano en el hombro de Shaka, en símbolo de apoyo, pero también queriendo expresar que ahora lucharían todos juntos.

 

- No estás solo y esta batalla no hace más que comenzar - Lo desafía Milo colocándose detrás de estos dos. - ¡Aguja Escarlata!

 

El caballero de Escorpio lanza cinco de sus aguijones directo a Cronos, quien los bloquea hábilmente con su guadaña. El aire a su alrededor se tornó helado y al levantar la vista vio al caballero de acuario lanzar su ken congelante. Cronos abrió su boca, simulando un grito del cual solo salió cosmos del caos que neutralizó la técnica de Camus y lo derribó.

 

- ¡Relampago de Voltaje!

 

- ¡Excalibur!

 

Los caballeros de oro de Leo y Capricornio atacaban simultáneamente con sus técnicas, cada uno desde un lado diferente de Cronos con la esperanza de que al menos uno de sus golpes conecte. Cronos dio un grito al cielo y desde su Soma nacieron cuatro brazos que acudieron en su defensa, deteniendo los golpes de los caballeros dorados.

 

- Se acabaron los juegos. 

 

Ya habían siete emblemas del reloj Theos Sema iluminados y los caballeros no hacían ningún avance significativo para sellar al titán. Los cuatro brazos del Soma se contrajeron hacía su portador.

 

- ¡Pragma Spathe! - Aquellos brazos que hasta hace poco parecían ser solo de defensa, comenzaron a dar millones de golpes a la velocidad de la luz, que incluso desde la lejanía repartieron golpes a los caballeros de oro.

 

Los golpes de la técnica alcanzaron también a Shaka, Mu, Aioros y a Aldebarán quienes se encontraban un poco más apartados, protegiendo al reciente herido caballero de Virgo. Todos cayeron al suelo, pero nuevamente la fuerza de voluntad de luchar por la tierra y la diosa Athena hacía que se colocaran de pie nuevamente.

 

La joven diosa Athena miraba horrorizada como sus caballeros luchaban hasta la muerte. Sus piernas fallaron y se dejó caer junto a Shion. El báculo de Nike también cayó junto a ella y lo soltó de sus manos.

 

- Ellos… ¿Ellos morirán? - Preguntaba Athena a su patriarca, aunque no estaba segura de querer saber la respuesta.

 

- Debe confiar en ellos mi diosa… - Shion tampoco sabía qué creer, pero no le demostraría su intranquilidad, eso solo haría que ella perdiese la esperanza.

 

Una ambiciosa sonrisa se formó en los labios de Cronos, viendo la desesperanza de Athena, la inutilidad del patriarca y lo débiles que resultaban los caballeros de oro. Para él, la Tierra ya estaba en sus manos.

 

Cuando los caballeros estaba a punto de volver a atacar, un agujero espacio/temporal se abrió en el campo de batalla, el cual se agrandó aún más, cubriendo todo el campo de batalla. Desde dentro de este varias rosas arrojadas hacia Cronos, las cuales enseguida fueron bloqueadas por los brazos del Soma.

 

- ¡¿Q-Qué es esto?! - Se alteró el patriarca, que nuevamente intentaba ponerse en pie y con los mismos resultados caía al suelo.

 

Desde la grieta en el espacio aparecieron dos sujetos entrando al campo de batalla, vistiendo sus armaduras de oro y con su ardiente cosmos listo para batallar. 

 

- ¡Afrodita! ¡Saga! - Gritaron todos.

 

Ambos caballeros se mantuvieron firmes ante la presencia de Cronos, dándole la cara enseguida y dejando a sus espaldas a los caballeros que hasta ahora habían sufrido el poder del titán. Habían llegado para proteger a Athena.

[Cannabis Saint]

Genial la pelea de los dorados contra Cronos, ese si es un Patriarca, jaja muy interesante, ya quiero ver el desenlace de la pelea y que hace Saga! Saludos

[Patriarca 8]

Capitulo 4: Cronos, Rey De Los Titanes:

 

Cronos tiene un poder fumado

 

buena batalla

 

Es muy extraño que afrodita aun siga con vida XD