Capitulo 1: La nueva generación
Año 2005
Hamnet de Pegaso
Recibo un duro golpe en la mejilla, con la fuerza suficiente para hacerme retroceder varios metros.
Aunque el golpe es fuerte y logra marearme un poco, rápidamente me recompongo, en una pelea no puedes cometer peor error que distraerte, y menos si estas enfrentando a dos enemigos al mismo tiempo y no solo uno.
Miro a ambos con furia, ellos usando la protección de sus Cloths de Plata y yo con el uniforme de entrenamiento.
Ponerme a pelear con dos Platas al mismo tiempo y para colmo sin nada que proteja mi cuerpo... esta vez Seiya se superó a sí mismo.
La Mujer Santo Gliese de Octante me mira con una sonrisa, su compañero Folo de Centauro igualmente sonríe confiado.
Ambos con algunas heridas y rasguños, aunque nada importante.
—Puede que seas el protegido de Seiya, pero eso no significa que seremos suaves contigo.—me dice Gliese, a lo que yo sonrió levemente y contesto.
—Si así quieres jugar me parece bien, que seas mujer no significa que te pegare menos duro.—la cara de Gliese cambia radicalmente, de una confiada a una sorprendida, no se esperaba eso.
Pero luego de unos segundos su expresión cambia y sonríe.
—Me alegra que lo digas, en un combate al enemigo lo destrozas, lo demás es irrelevante.
—En eso te doy toda la razón.
¿Estoy coqueteando con mi rival?
—¡Ya basta de tanta charla!—grita Folo, abalándose sobre mi sin pensarlo demasiado, como el estúpido que es.
—Imbécil...—digo por lo bajo, Folo nunca me agrado.
Intenta darme un puñetazo, pero yo me anticipo al golpe y lo esquivo, aprovechando para encajarle uno en el abdomen.
El pobre idiota escupe sangre mientras se sujeta el estomago, parece que se me fue la mano. Ups.
De la nada siento una patada en mi espalda que me hace caer de cara al piso. Me quejo un segundo por el dolor.
Mientras estoy en el piso levanto un segundo la mirada, justo a tiempo para ver cómo Gliese intenta darme una fuerte patada y esquivarla a tiempo.
Su patada es tan potente que abre un cráter en el piso. Gracias a Athena qué esquive eso...
—Aprovechar mi distracción para atacarme por sorpresa...—escupo sangre a un lado—felicidades por no ser estúpida, a diferencia del otro.
—Tu sarcasmo ya me hartó, Hamnet—¿y qué quieres que haga?—, acabare contigo ahora mismo.
Sí, claro.
Gliese comienza a elevar su cosmos hasta ya no poder mas, al mismo tiempo que se prepara para dar un brinco. Cuando por fin eleva su cosmos hasta su punto mas alto, da un salto, elevándose varios metros sobre el suelo.
—¡Taladro del Octante!—luego de gritar eso, Gliese comienzo a girar rápidamente al rededor de sí misma, mientras me apunta con el talón de su pie izquierdo, convirtiéndose en una suerte de taladro humano.
Me preparo para recibir el ataque, pero sorpresivamente unos brazos robustos me sujetan, dejandome a merced de la técnica de Gliese.
—¡Maldita sea!—el hijo de perra de Folo resulto sí servir para algo, quién lo diría.
Comienzo a forcejear para intentar liberarme, pero Folo es más fuerte de lo que pensaba.
Cuando el ataque de Gliese está a punto de alcanzarme, recuerdo lo que Seiya me enseñó y le doy un codazo entre el abdomen y el pecho con todas mis fuerzas, logrando que su agarre se afloje.
Una vez logrado soltarme, comienzo a hacer rápidamente movimientos con mis manos, dibujando la constelación de Pegaso.
—¡Meteoros de Pegaso!—con una velocidad superior al mach 3, comienzo a dar muchos puñetazos, frenando la técnica de Gliese.
Así duramos un buen rato, hasta que esforzándome al máximo consigo sobrepasar el ataque de Gliese, propinándole cientos de puñetazos en un solo segundo y mandándola a volar lejos.
Cuando Gliese cae el suelo, volteo a ver a Folo para asegurarme de que no me tome desprevenido otra vez, y para mi suerte aun se está retorciendo de dolor.
Volteo a ver a Gliese quien se levanta con esfuerzo, con el cuerpo lleno de heridas y la Cloth agrietada en algunas partes.
El enojo que desprende Gliese es tal que casi puedo sentirlo, dientes apretados, mirada furiosa y algunas venas en su rostro están mas marcadas.
—Ya fue suficiente, ¡Folo!—grita Gliese, y en automático su mascota llega a su lado.
—¡Taladro del Octante!—la Santo femenino de Octante ejecuta su técnica y abalanza contra mí.
—¡Agggg!—el tarado de Folo eleva su cosmos al mismo tiempo que su cuerpo se ve envuelto en llamas, y posteriormente arroja esas llamas a Gliese, convirtiéndola en un taladro de fuego.
Yo por mi parte me preparo para ejecutar mi mas poderosa técnica, y ponerle fin a esto.
—¡Cometa de Pegaso!—reuniendo todos los Meteoros en un solo punto, doy nacimiento a un letal ataque, un golpe que contiene el poder de mas de cien.
El Cometa de Pegaso choca con el Taladro del Octante en llamas de Gliese, ambas técnicas empatando.
Mientras las técnicas chocan comienzo a pensar en todas las cosas que me ha enseñado Seiya durante el entrenamiento. Varias de ellas no me parecen tan interesantes pues en su mayoría son técnicas de pelea que no me costo tanto aprender.
Lo verdaderamente interesante está en las cosas que me decía mientras entrenábamos, con algunas de ellas estando de acuerdo y con otras no tanto.
—¡No ganaras, Hamnet!—grita Gliese, poniendo mas poder en la técnica, girando mas rápido y ganando terreno, provocando además que sea mas difícil para mí sostener el choque.
Retrocedo un poco, pero no estoy dispuesto a rendirme, así que pongo todo mi poder en el Cometa, empujando la técnica de Gliese y haciendo que estemos perfectamente empatados una vez mas.
Cansado ya de esta tontería, doy todo el cosmos que tengo, superando así la técnica de Gliese potenciada por el fuego de Folo.
Gliese vuela por los aires hasta que cae en los brazos de Folo, evitando que llegue al piso. Pero de nada sirve porque el Cometa de Pegaso los alcanza a ambos, golpeándolos con fuerza.
—¡Agggg!—gritan ambos por el dolor del impacto, tras lo cual ocurre una explosión que levanta mucho polvo.
Cuando el polvo se disipa, revela los cuerpos de Gliese y Folo cubiertos de heridas y sangre, ambos inconscientes y con sus Cloths de Plata en mal estado.
—Estoy impresionado.—dice una voz conocida, volteo y noto que Seiya se acerca al campo de batalla.
Luciendo imponente como siempre, con su Cloth de Oro reluciente como el Sol y adornada con una capa que ondea en el viento.
—Esta vez en serio te superaste a ti mismo,—digo un poco molesto—dos Santos de Plata y sin Cloth, a veces creo que quieres matarme.
Fiel a su personalidad, Seiya se ríe a carcajadas de mi comentario.
—Relájate, Hamnet, sabes que no te hubiese puesto una prueba tan ardua si no hubiese sabido que podrías superarla.
—Quiero creer que todo este esfuerzo valdrá la pena, esa Cloth debe ser muy especial.
—Más de lo que imaginas.—dice con una sonrisa nostálgica.
—Mañana me ganare la Cloth de Pegaso, y estarás orgulloso de mí.—
—Ya lo estoy,—me dice con una sonrisa—no podría estar mas orgulloso de ti y de los otros jóvenes a quienes les pasaremos la antorcha, los Santos de la nueva generación.
Sonrío ante sus palabras, pero la alegría me dura poco cuando siento un dolor punzante en el abdomen. Instintivamente me sujeto el estomago con las manos mientras caigo de rodillas, perdiendo el conocimiento poco a poco.
—¡Hamnet, resiste!—es todo lo que escucho antes de ser devorado por la oscuridad.
Nota de autor
¡¡¡POR FIN!!! Por imposible que parezca, logre completar el capitulo 1 de este fic, espero les guste la pelea y la interacción de nuestro futuro nuevo Pegaso con su antecesor.
¡Saludos!
Editado por Jaimemjrs, 30 julio 2023 - 22:56 .