Este año ha sido el que Netflix ha decidido lanzarse con todo al creciente mundo del anime en occidente. No solo nos 'trajeron' la fantástica y novedosa adaptación del manga de Go Nagai, Devilman: Crybaby, o Violet Evergarden, la adaptación de la novela del mismo nombre, sino que además lograron su objetivo de impactar en el público y hacer que los no adeptos al género pongan su atención sobre el mercado gracias al sistema de recomendación que Netflix te da en base a tus gustos.
Antes de eso en Netflix encontrábamos cosas como la primera y segunda temporada de Shingeki no Kyojin, la primera temporada de Sword Art Online, Cowboy Bebop e incluso Saint Seiya: The Lost Canvas y Saint Seiya: Soul of Gold. Netflix ya había dado un paso hacia la dirección correcta con los fans del anime antes de aventurarse en licenciar animes como suyos y ofrecerlos en exclusiva en su plataforma, antes que otros sitios como Crunchyroll o Funimation.
En el último trimestre de 2018 supimos que Netflix haría otro Live Action. Si nos guiamos por los pasados (ejem ejem Death Note), la experiencia no nos deja un muy buen sabor de boca. Esta vez le toca el turno a un clásico aún mayor que Death Note, la serie más conocida en los Estados Unidos y la que inició a muchísima gente en el mundo del anime. Netflix anunció el 28 de noviembre que estaría desarrollando un nuevo Live Action basado en las aventuras de la famosa banda de cazarrecompensas liderada por Spike Spiegel. Se hablaba incluso de Keanu Reeves para el papel de Spike, quien es un conocido fanático de la serie y del personaje.
Como si la noticia anterior fuese poco, Netflix anunció en diciembre que sacaría del limbo a Neon Genesis Evangelion. La serie se encuentra desde hace casi dieciocho años en el limbo porque es casi imposible encontrarla de forma legal. Así como Cowboy Bebop tiene una edición en Blu-Ray o se puede encontrar en varios servicios de streaming online, hasta el anuncio de Netflix, no había manera de encontrar la forma legal de ver Neon Genesis Evangelion. Esto supone un repunte tanto por la serie como por la plataforma, que se asegura la licencia para dar al público una de las series de culto del anime.
Por último, y en un no parar de revelaciones, Netflix finalizó su asalto a los grandes nombres del anime en una nueva serie de la saga Ghost in the Shell: Stand Alone Complex. Estaría dirigida por Shinji Aramaki, escritor de la película secuela de la serie original de Fullmetal Alchemist, The Conqueror of Shamballa, y por Kenji Kamiyama, director en la serie original de SAC, tanto en la primera como en la segunda temporada. Aquí tenemos arte oficial de la nueva serie, que en mi opinión, se ve mejor que bien.
No conformes con conseguir a tres de los titanes más importantes del anime (Cowboy Bebop por su importancia en occidente, NGE por su influencia histórica y GitS por ser la obra más importante del Cyberpunk dentro del anime, influenciando en películas posteriores como Matrix), también quisieron traernos, a nosotros, los fans de este shonen, una serie que planea adaptar Saint Seiya a su gusto.
Lejos de estar descontento con las noticias, sí que estoy un poco reticente, y por eso lo llamo la jugada maestra. Netflix, además de ser una plataforma salvadora, es una empresa, y el fin de las empresas es el beneficio. Han visto el poder de la industria del anime y se han lanzado a por los nombres más grandes, a por los titanes intocables. Incluso si contamos que Saint Seiya no es muy importante ni en Japón ni fuera de él, la influencia que tiene en países de Latinoamérica es muchísima, lo cual podría traerle beneficios por la gente interesada en la nueva serie. Para los fandom, esto puede ser una buena noticia, porque más gente se verá atraída por las series si están interesadas por alguna.
¿Opiniones? Yo, como fan personal de dos de mis animes favoritos y de una de las películas que más me han hecho pensar, estoy bastante contento.