A mi me parece una tontería que haya gente que genere un vínculo afectivo, admiración y casi devoción por un santo de oro con el cual sólo comparte el signo de nacimiento, es ilógico, es que yo he visto que en videos de Kanon por ejemplo pongan algunos peladitos muy ridículos y desubicados... si soy, los géminis somos así, no hijo, no eres un griego de 1.88 y 88 kilos que desintrega a otro con un dedo, no eres un indio rubio iluminado.
Si me dieran a elegir a qué personaje quisiera parecerme por su forma de ser y sus ideales lógicamente elegiría a Shiryu, será cosa de gustos, pero eso sí reconozco que al menos para mi el que los santos de oro estén representados en su justa medida en una obra determina en gran medida si a la obra le va bien o no, son lo primero en lo que se fijan los fans.
Sorprendentemente concuerdo 100% contigo en esto, y para mí estos fans horóscopo son lo peor, hace que la franquicia se vuelva repetitiva, todo termina siendo un festival de golds.
Si hablamos de éxito con la fanaticada, el fanservice dorado siempre es el factor principal. No sé qué habrá pasado con Lost Canvas en Japón para que Bandai no sacara todos los golds, acá hubieran vendido super bien porque Lost Canvas sí hizo lo que José dice, tomar a los gold del AO que todos quieren y volverlos nobles y cool, y sería tonto pensar que eso no es parte de su éxito con la fanaticada hispanohablante. La mayoría de los comentarios de fans casuales en redes sociales siempre recalcan que TLC reivindicó y le dio su lugar a los gold, creo que es la primer cosa que todo mundo alaba de la serie.
Dejando a un lado si uno ame o odie a Omega, creo que la primera temporada tuvo bastantes huevos para no hacer fanservice dorado y poner villanos y locos como golds. Obvio no resultó y es una razón grande de las críticas que tiene. La segunda tampoco hizo tanto fanservice dorado como pudo haber hecho, ya que aunque rescató a ciertos golds de la primera en general estaba más enfocada a cosas como los Steel.
Como resultado de la nula venta de figuras de Omega y Lost Canvas, tenemos Soul of Gold, que es una serie con el único objetivo de dar fan service dorado y funcionó, pues económicamente sabemos que fue un gran éxito. Si tomamos en cuenta la producción de céntimos que tuvo, fue un éxito económico mucho más grande que TLC, Omega, LoS y cualquier otra cosa, y ahí se ve que nuestra fanaticada sí es tan superficial como para dejarse llevar solo por los gold.
Los fans que tiene Episode G también son por los gold, sus protagonistas, pero Episode G es un caso un poco aparte por el estilo de arte que tiene que lo vuelve muy inaccesible a muchos lectores. Sho es mucho más accesible y también desarrolla o reivindica ciertos gold en su trama y creo que es parte del éxito que tuvo como manga, lamentablemente no se pudo trasladar a la animación por la avaricia de Toei.
Next Dimension también es un caso aparte porque su éxito no radica en sus gold sino en que es la continuación canónica del MO. Si dependiera de los gold, no creo que fuera popular porque Kuru se ha dedicado a darles trasfondos bastantes raros a los gold y a mostrar historias de maneras que no son para nada fanservice, es casi el opuesto a TLC. No hay más que comparar a los gold de Cáncer: Deathmask era cool pero malvado, Manigoldo cool y noble, y Deathtoll es un payaso transgénero.
En el MO la mayoría de los gold tenían 0 personalidad o trasfondo como personajes, mientras que en ND Kuru les da trasfondos a casi todos, pero esos trasfondos no son cool ni poderosos, muchos son bastante raros y ahí se ve que el fan promedio prefiere un gold sin mucha personalidad pero bien cool a uno raro por mucha historia que tenga.
Y claro, eso tiene que ver con los fans horóscopo que parecen ser la mayoría de la fanaticada casual. Al igual que tú yo prefiero a los bronce como personajes porque tienen desarrollo y personalidad, pero la mayoría ve un destello dorado de "su" signo y se enamoran, y lo más gracioso es que en Saint Seiya la astrología no se toma en cuenta casi para nada y con la aparición de Ofiuco todo es astronómico.