(Minos)- Así que Garuda y Wyvern se han aliado... Bueno, no es para tanto, si se entrometen los aplastaremos, nunca igualarán el poder de los dos grifos... Dea, si gustas luchar no seré yo quien te lo impida.
Entre las sombras del palacio de Grifo se escucha a Amnael.
(Amnael)- Dea Querida... ¿Como puedes dudar de mí? Con lo que te aprecio... Si no me empleé a fondo fue por una razón sencilla, los caballeros son insectos, ¿Quien usa todo su poder contra insectos? Es un desperdicio...
(Minos)-Vaya... así que estabas escuchando... Es de mala educación espiar a la gente Amnael.
(Amnael)- ¿No es lo que haces tú todo el tiempo? ¿Espiar sus pecados y sentenciarlos? Como tu aprendiz que fui en mi tiempo... No veo que hay de malo en hacer lo mismo que mi maestro...
(Minos)-Maldito niño engreído. En esta época soy el maestro de Dea, no lo olvides, solo tengo recuerdos tuyos, porque en tu tiempo de origen eres mi discípulo. No voy a tolerar impertinencias de un niño malcriado que traicionó todo en lo que creía solo para obtener el poder de la oscuridad. En este tiempo no soy tu maestro, por lo cual no tendría reparos en acabar con tu vida.
(Amnael)- Inténtalo... Ya lo has hecho, tantas veces que perdí la cuenta, no se cuantas veces has tratado de matarme, y nunca lo has conseguido, siempre he estado diez... no, cien pasos por delante de ti, tu mente es simple, eres arrogante y pretencioso, tratas a todos como tus juguetes, no puedo decir que yo haga algo distinto, pero se como piensas, por lo que me puedo adelantar a todo lo que hagas, soy más listo, y ahora mucho más poderoso que tú, Minos... Atente a las consecuencias si lo que quieres es desafiarme.
Minos hace una mueca de ira y se gira maldiciendo en voz baja a Amnael.
(Amnael)-Bueno Dea, yo tampoco te voy a impedir luchar si es lo que deseas, sin embargo yo también lo haré, hay algo que he de corroborar, por el momento tratemos de guardar las apariencias y llevémonos bien, si quieres saldar cuentas conmigo, habrá tiempo más adelante.
Amnael se aleja del lugar y se prepara para enfrentarse a los caballeros que han llegado al inframundo.
(Venid, comprobemos si es la vuestra, la verdadera justicia.)