123 respuestas a este tema

[Efebo Abel]

Buen capitulo, muy interesante este  la verdad, no tengo mucho que decir solo ue me gusto bastante,

[Killcrom]

Ah, amigo... este capítulo ha sido el mejor de todos sin duda, pero en él me has puesto peor párrafo sin duda... ¿qué hacemos? ¿te ejecuto? ¿te galardono? XDD Bueno, mejor te critico, como siempre.

En esta ocasión, el error, como te he dicho, ha estado en un párrafo cuya formulación no me ha parecido del todo adecuada:

"Alrededor de su cama, sus mejores amigos: Álvaro de Casiopea y Jennifer de Vulpecula. Siempre han estado juntos; desde pequeños sus maestros dejaban que corretearan y lucharan entre ellos, que disfrutaran de la mutua amistad que entre ellos crecía día a día."

Para empezar leo una cacofonía con las terminaciones "-aran", cosa que acaba con tu sublime estilo de forma triste. Por si fuera poco, no sólo en lo citado, sino que la vuelves a repetir con las tres últimas palabras acabadas en "-ía". ¿Qué te ha pasado? Y añado, no por ende, que aún hay más, hay una frasecilla en presente que no te digo que esté mal, pero que a mi subjetivo juicio habría quedado mejor en el mismo pasado (sopena que quisieras hacerlo presente en el acto).

Parece que esto sea todo, pero he visto dos veces un "aún" sin tilde, en concreto en estas frases: "el resto de Caballeros se alegró de verle; incluso Jabu, que aun se mostraba distante" y
"Samael contaba aun con tres años."

Este error es subsanable por sí solo, pues cuando una palabra no aporta confusión, no es necesario añadir la diacrítica. Yo pienso que una tilde siempre decora y las he echado en falta. Lo lamento... 

Ahora biene lo bueno. Este capítulo ha sido, a pesar de lo citado, el mejor hasta el momento, alcanzando un nivel en que él mismo, solito, podría valer de minific, de subtrama y de su propio padre si hubiera querido.

Sobre Shura... ¡SUBLIME! Espero escuchar tus explicaciones, santo de bronce de Lince. Aunque parezca que con lo primero tus notas van a caer, aunque me jod* mucho, tengo que hacer lo que te merecer...

Narración: 10
Trama: 10
Forma: 8

¡Mwahahaha! ¡Nunca conseguirás el 10 absoluto! XD
Nah, hermanito, muy bueno y enhorabuena, aunque suene redundante.

[Lavariel]

gracias Dani!! la verdad es que lo de los "aun" y "aún" lo tengo muy verde de momento (en realidad, de toda la vida xD), pero es lo que hay :)

He aquí el capitulo 7!

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Capítulo 7: Niyara

Un viaje de cientos y cientos de kilómetros separaban a Niyara, Amazona del Delfín, de su hogar. A pesar de lo que muchos piensan, la joven no viaja hacia Japón con la esperanza de ganar el ya concluido Torneo Intergaláctico organizado por la Fundación Graud; en realidad viaja para alertar a aquellos que, como ella, se verán inmersos en una de las historias que harán resurgir a las Fuerzas de Atenea.

Bendecida (o maldita) con el extraño don de la clarividencia, su lugar de entrenamiento estaba en el subsuelo de lo que antes era el Templo de Apolo en Delfos: el Oráculo. Allí, durante cinco angustiosos años, consiguió dominar su don sobrenatural y consiguió que las visiones del futuro fueran más concretas y menos constantes; sólo las más importantes se presentaban ante ella.

Al fin había llegado a su destino: la Mansión de la familia Kido. La dueña y sus habitantes la recibieron con extrañeza, pero pronto se habituaron a la presencia de una segunda Amazona, la cual parecía más enigmática que Jennifer de Vulpecula. El silencio reinaba en aquella reunión, y fue ella la que tuvo que romperlo.

-He venido porque el mundo necesita a los Caballeros de Atenea –dijo con voz tranquila y pausada

-Perdona, pero… ¿Eso qué significa? –le preguntó Álvaro intrigado.

-Gracias a mi entrenamiento en el Oráculo de Delfos, puedo predecir ciertos detalles del futuro que puedan implicar una alteración de la paz que ahora reina en el mundo.

-Sí, una paz increíble –interrumpió con sorna Ichi-. ¿Y cuál es el problema?

-El problema como tú le llamas, Caballero, es que en Egipto una sombra acabará por alzarse, siendo así el primer gran enemigo de Atenea al que deberíamos hacer frente.

-¿Una sombra acabará por alzarse? –preguntó sorprendido Geki

-Hace más de mil años, los Caballeros de Atenea lograron enfrentarse a los Guerreros del Dios Sol Ra, venciéndoles y sellando al Dios en su sarcófago. Ahora parece que el templo donde reposa el cuerpo ha sido profanado y pronto despertará un poder aun mayor que aquél. Por eso he venido; el mundo necesita a los Caballeros de Bronce.

-Todo eso está muy bien, mujer –dijo  Miguel-. Pero existe un pequeño problema.

-¿Cuál?

-Los Caballeros más poderosos están combatiendo a los Caballeros Negros, en un esfuerzo por recuperar la Armadura de Sagitario –contestó Jabu

-¡Pero todos nosotros quizás bastemos! –dijo con ímpetu Álvaro.

-Es una posibilidad –agregó Jennifer-. Pero quizás deberíamos ser más precavidos, Álvaro.

*****

Mientras la conversación tenía lugar en la Mansión, a varios cientos de kilómetros, en un templo oculto por las dunas a varios kilómetros de la desembocadura del Nilo, dos corpulentos hombres llegan al gran portón que se mantiene intacto, como si se hubiera construido recientemente. Ambos van ataviados con amplias túnicas que protegen sus cuerpos del Sol, y sólo dejan entrever sus oscuros ojos y un poco de su morena piel.

-¿De verdad esto es el Templo de Ra? –contestó uno de ellos.

-Sin duda –le respondió su compañero-. Lleva sellado desde hace mil años, pero el Sacerdote lo encontró y ahora nos ha reunido a todos. El Dios Sol despertará y nos conducirá a la victoria sobre los Caballeros de Atenea.

[Killcrom]

Hola Lavariel. Este capítulo ha sido realmente corto y dudo mucho poder hacerte un review como dIOS manda. Lo lamento de antemano.

Vamos a ver... antes de empezar con el capítulo, noto que has eliminado aquella parte en que Vulpecula era "la zorra" y todos se escandalizaban. ¿Por qué lo has hecho? ¡Era muy gracioso! XD

Niyara del Delfin me ha parecido por un momento un personaje parecido a Shaka en lo que a carácter se refiere. Nunca me gustó la gente así, pero bueno... siendo chica, quizá las cosas cambien.

La trama del capítulo ha estado muy flojita, y no por falta de interés, sino porque el capítulo ha sido tan corto que no me ha parecido impactante. Quizá fuese además porque esta es la "Saga de Egipto" y por eso, fuese evidente que en Egipto iba a estar el enemigo.

La forma ha estado impecable y por esta vez, no tengo que recriminarte nada. Ahora sí, te envío una ayudita para que la recuerdes de ahora en adelante:

Aun / Aún -->
1.- Aun: Aun se escribe sin tilde cuando equivale a "hasta", "incluso", "también" o "siquiera", y cuando forma parte de la locución conjuntiva "aun cuando".
[Ni aun así lo entendería. Aun corriendo, no llegaría a tiempo.]
2.- Aún: Aún se escribe con tilde cuando es sinónimo de "todavía". [Aún no ha llegado a casa.]

Añado que la tilde se puede omitir si no hay confusión, pero a mi manera de ver, queda más bonito con ella. 

Esto lo he sacado del cuadernillo que acompañaba a un libro de texto, según recuerdo, el de 1.º de Bach de la editorial Sm. Espero que te ayude.

Narración: 8 (¿cómo es Niyara?)
Trama: 7 (lo siento en el alma)
Forma: 10

Espero ver otro pronto, amigo.

[Lavariel]

Bueno Dani, sé que va a bajar la puntuacion de la trama, pero entre descripciones y que estos capitulos son algo más... aburridos, es lo que hay xD Ya vendrán las ostias y esas cosas ;) En este también tengo duda de tildes, con un "donde" :P

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Capítulo 8: El Día Libre

Ya estaban decididos a partir. Los Caballeros de Atenea allí reunidos habían acordado viajar al día siguiente a Egipto, donde buscarían y derrotarían a las Fuerzas de Ra, para así asegurar que el transcurso de la Historia no se vería alterada por poderes muy superiores a los que un humano normal está acostumbrado a ver. Iban a disfrutar de un día de asueto por la ciudad, quizás el último al no saber qué les esperaba en aquella desolada tierra, pero antes de salir de la mansión ya habían perdido una pizca de ese ánimo.

Los Caballeros de Bronce que habían perseguido a Ikki y a los Caballeros Negros en busca de la Armadura de Oro de Sagitario volvieron tan sólo con el casco de dicha armadura. Seiya, Shun, Hyoga y Shiryu mostraban en sus rostros la más amarga de las pérdidas y eso preocupó a Saori, quien les hizo dirigirse a su despacho para discutir sobre el asunto.

Miguel, Jennifer, Álvaro y Niyara se dirigieron hacia una de los grandes centros comerciales de la ciudad, donde disfrutaron del alboroto de la ciudad y de sus gentes; realmente, vivir en esa sería agotador y estresante para aquellos jóvenes acostumbrados a la paz y el retiro de sus campos de entrenamiento.

-¡Estupendo! ¡Una bocatería! –gritó eufórico Álvaro, sentándose en una de las mesas-. ¿A qué esperáis? A ver tú, Jackie Chan –le espetó a uno de los camareros-. Me vas a poner un bocata de lomo con queso con unos pimientitos fritos, una cervecita bien fresca, que no sea del país, sino de importación, yo que sé una Paulaner o algo parecido, pero me entiendes ¿verdad? Y también me vas a traer un bocata de la casa, otro de ternera a medio hacer y... –giró la cabeza para ver a los demás-. ¿Vosotros qué queréis?

Todos miraron sorprendidos a Álvaro; pidieron tan sólo unos refrescos y contemplaron a su compañero comer. Era como ver a una bestia terminar con su presa desesperadamente, como si no hubiera comido en siglos. Y, al terminar, aun tenía apetito.

-La verdad, Caballero, comes como un cerdo.

Mientras aun estaba masticando el último trozo de bocadillo, Álvaro levantó la mirada en la dirección de dónde provenía la voz. Era Jabu, acompañado por Geki, Ichi, Nachi y Ban.

-¿Qué hacéis aquí? –preguntó Jennifer-. ¿No se supone que la Señorita Saori quiere estar con sus Caballeros de siempre?

-Parece que prefiere estar reunida con esos patanes –contestó Geki-. ¡Han perdido la Armadura Dorada! ¡Seguro que la señorita Saori les castiga de alguna manera!

-No le debían nada a la muchacha –añadió Miguel con tono tajante-. Si por mí fuera, esa armadura estaría ahora en Grecia, esperando a que su legítimo dueño la consiguiera.

-¡A la porqueria! –aulló Jabu-. ¿Sabes qué? ¡Estoy harto de ti y de tu comportamiento! ¡Voy a romperte esa cara de gilipollas que tienes!

-¡¡Basta ya!! –gritó Jennifer metiéndose entre ambos Caballeros-. ¡¡Dejad de comportaros como críos!!

-¿¡Qué problema tienes conmigo, Jabu!? –contestó airado Miguel, haciendo caso omiso a su amiga.

-¡¡Tú eres el problema, extranjero!!

Antes de que cualquiera de los dos se lanzara contra su rival, una risa de mujer se oyó por sus alrededores. Las personas que contemplaban la escena estaban cada vez más asustadas y huían de aquella situación, prácticamente abandonando el centro comercial. Cuando los dos Caballeros se atacaron mutuamente, pasando ambos por encima de la Amazona de Vulpecula de un salto, un látigo chasqueó en el espacio que les separaba a los dos, haciendo que perdieran su concentración y aterrizaran uno en el lugar donde se encontraba el otro previamente.

-¿Vosotros sois el resto de Caballeros? ¡Esto debe de ser una broma! –dijo una voz de mujer proveniente del lugar de donde surgió el látigo.

-La verdad es que su comportamiento deja mucho que desear, parece que han obtenido sus armaduras en una tómbola –agregó la voz de un joven.

Pronto las dos figuras se presentaron frente al resto de los allí presentes. La mujer tenía una larga melena rubia, poblada de bellos rizos que parecían esculpidos por algún artista del Renacimiento; su esbelta figura portaba una armadura de colores claros y en su mano derecha portaba el látigo que antes había restallado en el aire. El joven tenía la tez morena y los ojos oscuros; el pelo lo debía de llevar corto, pues el casco que portaba le cubría buena parte de la cabeza; de constitución fuerte, su armadura de colores rojizos le daba un aspecto verdaderamente amenazador.

-¿Ya estamos todos? –preguntó la joven a Niyara.

******

En el Templo del Dios Ra, los dos hombres habían logrado entrar hasta lo que parecía un gran recinto presidido por un altar. Sobre éste, se hallaba un dorado sarcófago con la efigie del Dios Sol, mientras delante de él se hallaba orando un sacerdote. Les flanqueaban tres armaduras doradas, con las formas de antiguos dioses egipcios.

-¡Bienvenidos, Guerreros de Egipto! Tras más de mil años de letargo, el Dios Ra volverá a caminar entre nosotros –decía el sacerdote con poderosa voz-. Pero antes debemos cumplir su voluntad: Acabar con Atenea y sus Caballeros del Zodiaco. ¡Vestid vuestras armaduras y cumplid vuestro cometido!

[Killcrom]

Lavariel, mañana pegaré mi review a tu capítulo 8 aquí, que hoy no tengo tiempo. Vete posteando el nueve ¿ehh?

Edito para cumplir mi palabra. Aquí está tu review, aunque la verdad... no sé qué me ha pasado con el capítulo, que me ha dejado descolocado... y creo que mi review no será como los de costumbre.

Voy directo a lo que me resulta raro y luego comento el argumento:

1.- "para así asegurar que el transcurso de la Historia no se vería alterada por poderes muy superiores a los que un humano normal está acostumbrado a ver."

Creo que ahí, lo correcto sería "no se viera".

2.- "realmente, vivir en esa". Aunque esto es correcto, se me hace una expresión muy forzada que creo habría quedado mejor con algo así como "allí" o "en aquel lugar".

3.- Creo que en "-¡A la porqueria!" el error es evidente y ni te lo voy a decir... Sobre el insulto de Jabu, la verdad, prefiero evitarlos, pero sé que hay casos en los que es imposible. XD

4.- Error de Windows: redundancia cíclica en "portaba una armadura de colores claros y en su mano derecha portaba el látigo".

Sobre lo que dijiste de ese "donde" que te traía dudas, no sé por qué te hizo dudar, pues era exactamente igual que los otros que has usado en el capítulo. "en la dirección de dónde* provenía la voz. Era Jabu, acompañado por Geki, Ichi, Nachi y Ban." A lo que voy, no la lleva.

Bueno, ya he terminado con lo más duro. Ahora sobre la narración, en este capítulo, la verdad, algo escueta. Si bien has logrado definir unas situaciones complicadas como el cruce del golpe entre Miguel y Jabu, creo yo que se te ha escapado un poco contarnos cómo era ese centro comercial.

La trama para este capítulo, tal y como auguraste, ha decaído un poco. Sé que es necesario introducir capítulos de transición, y yo eso lo comprendo; lo hago muy a menudo.

Si bien ha estado algo parco en general el capítulo, los apuntes de Álvaro me han hecho bastante gracia. Espero que el siguiente capítulo vuelva a vibrar por los anteriores, pues de éste sólo puedo destacar lo sucedido con el "cómico glotón".

Narración: 8
Trama: 7
Forma: 6 (sí, al que sabe se le aprieta... XD)

Editado por Killcrom, 24 junio 2008 - 08:11 .

[Lavariel]

xD gracias por la review, Dani, es realmente necesaria para encontrar los fallos tontos

Aquí tenéis el capítulo 9, que debió publicarse el lunes, pero el ordenador casi me hace "pum"

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Capítulo 9: El Honor de una Amazona

Los recién llegados parecían conocer a la Amazona del Delfín, pero las sorpresas no acabaron aquí; la joven de blanca armadura se abalanzó contra Miguel sin mediar palabra y empuñando su látigo, arrinconó al Caballero del Lince sin que nada pudiera hacer éste.

-Pero… ¿Qué haces? –preguntaba alarmado el joven.

-¡Cállate, imbécil! –le espetó la muchacha-. ¡Debes morir por haberla visto el rostro a Jennifer!

El látigo volvió a restallar e hirió al Caballero del Lince en el rostro; en su mejilla ahora había una herida de la que brotaba poco a poco la sangre. La Amazona se disponía a atacarlo de verdad, incluso a acabar con su vida, y debía defenderse aunque no quisiera dañarla.

-Pero… ¡Déjame explicártelo! –la decía mientras esquivaba los golpes del látigo con su increíble agilidad producto de años de entrenamiento-. ¡Dame un momento!

La joven rubia hacía oídos sordos a la petición del Caballero del Lince y seguía atacándole; sólo la intervención de Jennifer, interponiéndose en el camino de la Amazona de nombre desconocido con los brazos extendidos en cruz.

-¡Detente, por favor! –suplicó.

-¡Debes matarlo! ¡Es tu honor el que debes limpiar!

-¿Se puede saber qué demonios pasa aquí? –preguntó Geki a Niyara con interés.

-Parece ser que Miguel ha visto a Jennifer sin la máscara, y según la ley del Santuario sólo existen dos opciones –explicó la joven pelirroja-. Matar al susodicho caballero o…

-¿O qué? –cuestionó impaciente Ichi.

-O lo que pasa entre estos dos desde que se conocen –añadió Álvaro.

*****

Hace varios años, durante los entrenamientos que llevaban a cabo junto a los alumnos de Shura de Capricornio, Jennifer fue descubierta por su compañera hablando con el niño llamado Miguel despojada de su máscara. Cuando ambas se reunieron con su maestro, y éste supo lo sucedido, habló con ellas.

-Chicas, atended a mis palabras; no debéis permitir que ningún Caballero vea vuestro rostro –les explicó-. Ocultaros siempre tras las máscaras, porque sino deberéis hacer algo atroz.

-¿El qué, Maestro? –preguntó interesada la pequeña Jennifer.

-Deberéis matarlos, mi niña.

-Me parece justo –asintió su compañera.

-¡Eso es un horror, Maestro! –exclamó alarmada Jennifer-. ¿No hay otra alternativa?

-Sí que la hay –le contestó, sacando de su larga túnica una rosa en cada mano y regalándoselas a las niñas.

*****

-¡No pienso matarle! ¡Y no voy a dejar que lo mates tú, Natasha! –gritó la Amazona de Vulpecula.

-Bien. Entonces morirás tú –contestó la muchacha.

Natasha blandía con profesionalidad su látigo, y cada vez le era más difícil esquivar los ataques a Jennifer. Al final, el látigo la provocó varias heridas en todo su cuerpo, lo que hizo que perdiera agilidad en sus movimientos y acabara atrapada entre la pared y su oponente.

-Ahora, di tus últimas palabras –espetó Natasha.

-¡¡Se acabó!! –aulló Geki desde detrás suyo-. ¡Tú no te escapas!

Geki intentó agarrar a la Amazona con sus poderosos brazos, pero no pudo conseguirlo; era muy escurridiza, y tan ágil que pronto se elevó unos metros por encima de la cabeza del Caballero del Oso. Sin embargo, Nachi estaba allí para cazarla al vuelo.

-No ha nacido aun ningún ave que se escape del Caballero del Lobo –explicó con una sonrisa.

-¿Y tú? –dijo Ban, girándose hacia el joven Caballero que había permanecido inmóvil todo ese tiempo-. ¿Piensas decirnos quienes sois y qué queréis?

-Mi nombre, airado Caballero, es Jorge, Caballero de Bronce del Tucán –explicó mientras se retiraba el casco de su cabeza y dejaba ver un corte de pelo militar-. Ella es Natasha, Amazona de Bronce de la Paloma y compañera de entrenamiento de Jennifer de Vulpecula.

-¿Compañera? –se preguntaron todos los allí presentes.

-¡Así es! –explicó la joven mientras Nachi la obligaba a postrarse en el suelo-. Y hemos venido para partir a Egipto como nos indicó Niyara hace tres días.

[Efebo Abel]

Creo que debo acostumbrarme a que se cortan los capitulos de tajo, sin previo aviso y  dejando emocionado a cada lector, jejejeje, ya mejor no te reclamo por eso,

bueno, pasemos a lo siguiente, el capitulo me pareció muy bueno, la verdad me deja intrigado a idea de ese dios egipto, y quienes lucaran con el, espero que pronto esas dudas mias puedan ser aclaradas.

Gracias!!!!!!!!

[Lavariel]

Efebo Abel, gracias por tu comentario ^^ Hoy te respondo a esa segunda duda que tienes: ¿Quiénes lucharán por el Dios Ra?

Sobre los capítulos que no te mantengan con intriga... Ni el mismísimo final de la Primera Temporada deja todos los cabos sueltos, porque deja muchas cosas que los lectores frecuentemente pedimos que se solucionen (y lo digo porque en los comics de MARVEL me pasa así) y así ocurre también con la Segunda Temporada

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Capítulo 10: Comienza la Batalla contra Ra

-¿Hace tres días? –preguntó airado Jabu-. ¿¡Cómo que tres días!? ¿Los buscabas para contarles lo que iba a pasar?

-Jabu, deja que me explique –comenzó Niyara-. La visión me fue revelada hace ya varias semanas, no sé cuántas con exactitud; y cuanto más cerca se encontraba la fecha del enfrentamiento, más potentes eran. Me dirigía hacia aquí cuando me encontré con ellos dos –añadió señalando a Natasha y a Jorge-, y les conté qué ocurriría; también les cité en esta ciudad, porque sabía que era el lugar donde más Caballeros de Bronce me iba a encontrar en estas fechas.

-Eso lo aclara todo, ¿verdad? –intervino Jorge.

Los demás asintieron, aunque un poco molestos quizás por el temperamento de Natasha para con sus futuros compañeros. Nachi soltó a la joven y ésta se disculpó por su actuación anterior, aunque Jennifer no la perdonara jamás. Mientras aun se encontraban saludándose unos a otros, sintieron un Cosmos realmente terrible, así como otros muchísimo menores que se encontraban con él; de éstos últimos encontraron explicación una vez aparecieron ante ellos un par de decenas de hombres ataviados con tocados y ropajes sacados posiblemente del Antiguo Egipto.

-¿Pero qué demonios…? –profirió Ichi.

*****

En Egipto, cuando los dos corpulentos hombres se vistieron al fin con sus respectivas armaduras, vieron como la tercera de las que allí se encontraban se unía al Sacerdote que les había recibido con una plasticidad impresionante, dejando además en su mano un báculo dorado. Los rostros de todos ellos se encontraban completamente tapados y sólo dejaban a simple vista algunos de sus poderosos músculos.

-Seguidme –ordenó el Sacerdote.

Caminaron largo tiempo por oscuros y tenebrosos pasadizos, hasta encontrarse con el resto de sus compañeros. Los Guerreros de Egipto se reunieron por primera vez en más de un milenio, formado el grupo por dos mujeres y cuatro hombres.

-¿Ya estamos todos? –preguntó la mujer cuya máscara se asemejaba a las de las Amazonas de Atenea.

-Siento deciros, Guerreros de Egipto, que uno de vosotros ya ha atacado a los Caballeros de Atenea con un pequeño contingente de nuestras tropas. Así pues, Isis, mi respuesta es no; no estáis todos. Falta Horus –contestó el Sacerdote.

-Así pues, somos seis Guerreros y usted es el Sumo Sacerdote, ¿verdad? –preguntó un joven de máscara con rostro de galgo y orejas largas, que dejaba entrever su cabello rojizo.

-Así es, joven Set; a partir de ahora yo soy Thot, el Sumo Sacerdote y Portador de la Sabiduría de Ra –contestó mientras se acercaba lentamente a uno de los hombres que se había vestido con la armadura cuya máscara era el rostro de un chacal-. Tú, mi poderoso amigo, has sido elegido como sucesor del Gran Guardián; es por eso que a partir de ahora serás conocido como Anubis. En cuanto a ti –añadió dirigiéndose a su compañero, un hombre con máscara en forma de buey-, eres el Hacedor, Apis en persona; la misma Tierra obedecerá tus órdenes y se moldeará en tus manos.

-¿Y qué hay de mí? –preguntó una mujer de bellas formas  que portaba una máscara de gato-. ¿un gato es tan especial?

-¡No subestimes tu poder, oh maravillosa Bastet! –contestó Thot-. Tu verdadera fuerza reside en ese otro lado que todos poseemos, esa furia que los felinos saben manifestar con fiereza.

-Así pues –intervino Isis-. ¿Nuestra misión es derrotar a los Caballeros?

-¡Así es! –confirmó el sacerdote con un golpe de su báculo-. ¡Ahora preparaos, está a punto de comenzar la Batalla contra Atenea!

*****

-¿Qué demonios hacemos? –preguntó Geki-. ¡Sin nuestras armaduras somos más vulnerables!

-Pues ve rezando porque te oigan, porque esto va a doler –contestó Miguel fijándose en sus enemigos.

Los Caballeros de Atenea se abalanzaron contra los Soldados, quienes no parecían sufrir al pelear contra ellos y parecían controlar bien los movimientos de sus rivales. Mientras tanto, en un punto más alto, se encontraba un hombre completamente de pie observando fijamente la escena; su rostro estaba oculto por una máscara de halcón y su armadura cubría casi todo su cuerpo.

Él era Horus, Guerrero de Egipto y Campeón del Dios Ra.

Editado por Lavariel, 27 junio 2008 - 09:18 .

[Efebo Abel]

muy buen capitulo....

saludos amigo, me parecio bueno el comienso de la batalla

[Killcrom]

Pues Miguel, has vuelto a mejorar en el capítulo 9.

Tu narración se ha visto sensiblemente superior a lo que acostumbras (aunque como siempre, sin citar muchos detalles del entorno...).
Tan sólo debo citar que la parte en que la Zorra se interpone, hay un párrafo raro: "La joven rubia hacía oídos sordos a la petición del Caballero del Lince y seguía atacándole; sólo la intervención de Jennifer, interponiéndose en el camino de la Amazona de nombre desconocido con los brazos extendidos en cruz.". Parece como si estuviera inconcluso el párrafo...

Sobre la forma... ¡perfecto! No he visto nada, aunque tampoco me he puesto con lupa. Si no me he dado cuenta, no creo que tengas nada.

Como siempre, tu argumento se pone interesante, y ha sido sublime esa forma de acabar el flashback. Eso hace que vuelvas a ser el "Titánico Lavariel". Enhorabuena.

Narración: 9
Trama: 8
Forma: 10

[Lavariel]

Muchas gracias a ambos, creo que este capitulo os gustará bastante

Por cierto, dani, atento a los siguientes capitulos, porque le voy a dar a Jabu algo más de protagonismo y profundidad 

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Capítulo 11: La Dura Realidad

Los Caballeros de Bronce se esforzaban al máximo para poder salir de aquella emboscada que los Soldados de Ra les habían tendido. Estaban separados unos de otros, mezclados entre aquella marea interminable de tocados egipcios, aunque sí estaban lo suficientemente cerca como para coordinar sus ataques y protegerse entre ellos.

-¡Rápido, huid! –gritaba el Caballero del Tucán-. ¡Natasha y yo les retrasaremos hasta que lleguéis al Estadio para vestir vuestras armaduras!

-¡¿Huir?! –aullaba Miguel mientras propinaba dos soberbios puñetazos a sendos Soldados-. ¡No lo creo!

-Parece que por una vez –comenzó a decir Jabu, siendo interrumpido por el ataque de un egipcio al que estampó su bota en la cara haciéndole caer de espaldas-, y tan sólo por una vez, el extranjero y yo coincidimos. ¿Verdad?

Miguel asintió, y ambos comenzaron a correr y a masacrar a todos aquellos Soldados que se les interponían en sus respectivos caminos. Se dirigían en direcciones paralelas a un único punto: un lugar desde el que habían sentido el poderoso Cosmos del primer enemigo. Mientras tanto, sus compañeros permanecían perplejos.

-¿¡Pero qué demonios hacen!? –exclamaba alarmado Ichi esquivando mientras un certero golpe del enemigo.

-¡¡Se han vuelto locos!! ¡¡Les necesitamos aquí!! –gritaba desde otro lado Nachi, mientras golpeaba a varios enemigos de una sola patada.

-¡¡Maldita sea!! –se lamentaba Álvaro tras recibir un puñetazo en pleno torso que le hizo caer de espaldas-. ¡¡Si al menos tuviéramos nuestras armaduras!!

Un cristal estalló entonces en mil pedazos; los Caballeros de Bronce se quedaron momentáneamente quietos y sorprendidos al ver flotando ante ellos a todas sus armaduras. Éstas habían acudido hacia ellos en el momento en que más las necesitaban, en el preciso instante en que precisaban de su poder extra. Con gran rapidez y precisión, cada Caballero vistió pronto su armadura.

-¡¡Esto está mejor!! –gritó eufórico Geki-. ¡¡A por ellos!!

-¡¡Galope del Unicornio!! –exclamó Jabu mientras seguía golpeando a tremenda velocidad a sus rivales más cercanos.

-¡¡Cadena Nebular!! –vociferó Álvaro, Caballero de Casiopea, mientras sus cadenas conseguían golpear y destrozar las defensas de los soldados.

-¡¡Garras del Lince!! –culminó Miguel.

Tres ataques bastaron para acabar con todos aquellos Soldados de Ra; aun así, los Caballeros de Bronce estaban completamente exhaustos. Fue entonces cuando Horus, quien había contemplado el combate desde una altura superior, hizo su aparición frente a los Santos de Atenea.

-Bien, bien –dijo mientras aplaudía y caminaba lentamente hacia ellos-. Veo que, contra la chusma, sois bastante buenos. ¡Veamos cómo os enfrentáis a un auténtico Guerrero de Egipto! –añadió-. ¡¡Disco Solar!!

El estallido de energía fue brutal y los Caballeros de Bronce nada pudieron hacer para no resultar dañados. Todos cayeron inconscientes, a excepción de Álvaro; el Caballero de Casiopea estaba tan cansado que no podía levantarse del suelo, donde se hallaba postrado. Horus dio la espalda a sus contrincantes y comenzó a caminar hacia la oscuridad, sin apreciar en lo más mínimo el valor de sus rivales.

-Sois débiles, Caballeros. Mi ataque más débil ha bastado para acabar con once de vosotros como la vaca que espanta a las moscas con su rabo –dijo en tono despectivo. Acto seguido, desapareció.

La vista de Álvaro comenzó a nublarse, pero antes de perder completamente la conciencia, pudo ver dos figuras cubiertas con largas capas y encapuchadas.

-Tranquilo chico –habló una de ellas-. Ha llegado la ayuda.

-¿Quiénes sois? –preguntó Álvaro antes de desmayarse.

-Caballeros –contestó el otro-. Nos ha enviado el Patriarca.

Editado por Lavariel, 30 junio 2008 - 10:21 .

[Jeczman]

¡Hola Lavariel!

Veo que ya te han dado la bienvenida por estos lugares, yo soy el moderador de este subforo y de antemano te digo que cuentas conmigo en lo que sea. ¿Vale? Por fin me dispuse a leer tu historia, apenas los dos primeros capìtulos pero me ha intrigado demasiado este caballero de Lince. ¿Tiene que ver con aquel que sale en la Gigantomachia? ¿O es totalmente independiente y creado por ti?

Acabo de leer los dos primeros episodios y por lo poco que "MIguel de LAvariel" ha contado, no solo existen constelaciones dentro de las 88, sino que existen muchas mas y tal parece que lo que estamos viendo serìa una historia "alterna" a los hechos de los santos de bronce protagonistas. ¿Algo asi como una narraciòn de en donde estuvieron estos caballeros y luchando contra otros seres a la par de las peleas de Seiya y los otros?

Me pregunto si tu fic abarca tambièn la saga de Poseidon o de Hades, en fin, para saber mas del asunto, te prometo ser mas constante en mi lectura, porque tienes un toque muy parecido al de Killcrom, si, aquel donde te quedas leyendo y leyendo y no quieres dejar de hacerlo jajajaja.

Muchas gracias por publicar en SNK, espero que tu estancia sea sumamente placentera y me veràs seguido por tu fic.

SaludoX !!

[Killcrom]

Amigo Lavariel, voy a hacerte un review de dos capítulos. La verdad, el diez lo leí hace unos días, pero no te dejé review. Ahora, junto al once, te la dejo.

Vamos a ver, por lo que yo recuerdo, no vi nada fuera de su sitio, y además, el ataque por sorpresa me pareció una buena idea. Tan pronto no lo esperaba, cuanto menos con uno de los "peces gordos" de tus enemigos.

Además de trama, narración y argumento han sido también muy buenos, ambos, llegando en el caso de la forma, según recuerdo, a la perfección.

Aunque el review de este capítulo 10 no haya sido muy bueno, ahora el del 11.

Narración: 9
Forma: 10
Trama: 8

Para el capítulo once, seguimos en la misma línea que en estos dos últimos. Te has recuperado de unos capítulos pasados algo más flojitos para decirnos a todos que si quieres, puedes hacer lo que quieras con palabras.

La batalla aunque no violenta, ha sido muy interesante. Has sabido manejar una conversación mientras los caballeros peleaban contra la morralla. Lo único que no me convenció fue cómo Horus se cascó a once caballeros. Demasiado fácil, sin descripción de su técnica, ni del golpe...

Por la forma, cojonu*a, Sólo vi una frase que podías haber enlazado con otra con punto y coma, pero que también estaba correcta como la has puesto.

Sin más:

Narración: 9
Forma: 10
Trama: 8

[Efebo Abel]

Saludos Lavariel, acabo de leer el capitulo, me parecio muy bueno y  mu emocionante...

solo quiero hacerte una observacion que espero que no me lo tomes a mal,  pero siento que los capitulos son demasiado cortos, en mi idea, puedes juntar dos capitulos y haces uno solo, eso ayudaría a que el lector se sienta mas a gusto y disfrute mejor la lectura, porque la lectura de capitulos demasiado cortos, a veces puede resultar un poco estresante y restarle un poco de su tan interesante trama(ojo, eso no le resta calidad e importancia)

saludos amigo y que el cosmos divino del dios sol te proteja

[Lavariel]

Gracias por la bienvenida, Jeczman! Ya que así lo pides, te explicaré más o menos las ideas generales que fundaron este fic.

Sobre el Protagonista

Cuando comencé a escribirlo, no había leído nada sobre el Episodio G, lo que conlleva que la aparición de Retsu me hizo replantear la armadura del protagonista; sin embargo, "gracias a su muerte", la armadura del Lince permanecía libre, así que lo aproveché .

Sobre las armaduras

Para la cantidad de armaduras, me he basado más bien en la mismísima historia de la Astronomía y de las constelaciones. Posteé hace tiempo en el foro Saint Seiya Forgotten Warriors una teoría un pelín sin desarrollar, donde quiero dar a entender que los alquimistas crearon más armaduras de las que creemos conocer. publico aquí la parte más importante sobre las armaduras:

[Killcrom]

Well, well... you have reached a fantastic level with this chapter.

Bien, amigo Lavariel. De nuevo, has sorprendido, a pesar de que es un capítulo algo más tranquilo que los demás. Me alegra que finalmente parezca que Jabu va a lograr obtener un poder algo mayor al que tiene. ¡¡Eso me gusta, de verdad!!

Sobre lo que comentaste de la velocidad del ataque de Horus, es una buena explicación o excusa, pero creo que especificando que los bronces no lo podían ver, hubiera quedado aún mejor.

Para este capítulo, está todo correcto, y si no me equivoco, ya están todos... pero... ¡Exijo que se trate a Jen como en la versión original!

Bueno, no tengo mucho que decirte. Como siempre, aunque corto, maravilloso. Toma nota de lo que te comenta el buen Jecz (gracias por lo dicho de mí :$) y Efebo Abel, y ya verás cómo muy pronto, comienzas a tener más lectores enganchados a tus obras y nuestra editorial.

Un abrazo enorme.

Narración: 9
Trama: 8
Forma: 10

[cthulhu]

ta bueno el fic compa excelente

[Lavariel]

Gracias a ambos, Killcrom y Cthulhu (amigo mío, ¿tienes cara de pulposo? Tu nombre asusta xD), por vuestras opiniones. Aquí os dejo el capítulo 13... ¡Con una explicación!

Como podréis comprobar, Los Caballeros Olvidados tienen una periocidad más rápida a la de Youma-Hen, Dyônisos Saga y Némesis Divino (este último, obra de Killcrom) y la razón es sencilla: Los últimos FanFictions citados son de creación nueva y más extensos que el que aquí nos ocupa (que además es una reedición), por lo que se tarda más en publicar.

Y estrenamos logo de editorial! Sencillo y específico: las siglas de Forgotten Sagas

Ahora... El capítulo 13

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Capítulo 13: El Primer Equipo

Una semana transcurrió desde que Álvaro despertara en aquella aldea tras ser salvado junto a sus compañeros, y las cosas no iban nada bien. Aunque el ambiente fuera el mejor, y todos acabaran por llevarse bien al fin, el tener que entrenar prácticamente todos los días hacía que acabaran exhaustos y con la única motivación de ir a dormir urgentemente. Sebas y Carlos eran auténticos Caballeros de Plata: jóvenes extremadamente poderosos, comparados con ellos, que no dudaban en utilizar sus habilidades superiores para que los Caballeros de Bronce se habituaran a luchar contra rivales mucho más fuertes que ellos.

Aquel día, el entrenamiento fue tendiendo desde un principio a ser más exclusivo que los anteriores; en una conversación entre los Caballeros de Plata, Sebas opinó que los potenciales de Jabu y de Miguel se verían incrementados si ambos combatían como un mismo equipo, ya que la rivalidad que había surgido entre ellos les llevaría a superarse cada vez más. Y no se equivocaba.

-¡Vamos! –les animaba el Caballero de la Serpiente-. ¡¿Es esto todo lo que podéis hacer?!

-Apártate, Jabu –instaba Miguel-. Este objetivo es mío.

-Y una porqueria –contestó el japonés airado.

Miguel se abalanzó contra Sebas, al igual que Jabu. Sin embargo, los dos Caballeros de Bronce no estaban coordinados en lo más mínimo y siempre entorpecían el camino del otro, consiguiendo como mucho un ataque sumamente débil contra su rival.

-¡Alto! –interrumpió el Caballero de Plata-. Si seguís así, cuando nos enfrentemos a las Fuerzas de Ra, os mataréis vosotros antes de que acabéis contra el primer enemigo. Está claro que no sabéis trabajar juntos, por lo que merecéis un castigo.

*****

Las horas siguieron su curso y los demás Caballeros siguieron entrenando junto a Carlos y Sebas. Ninguno había caído en la ausencia de Jabu y Miguel, ya que les imaginaron exhaustos y destrozados por el Caballero de la Serpiente. Sin embargo, que ni siquiera acudieran a la hora de comer a la aldea, preocupó a sus compañeros.

-Maestro –dijo Álvaro a Carlos-. ¿Dónde están Jabu y Miguel?

-Sí, no les he visto desde que acudieron al bosque a entrenar junto a Sebas –añadió Geki, alarmado por la posibilidad de que el Caballero de la Serpiente les hubiera matado.

-Tranquilos, no les ha ocurrido nada malo –les tranquilizó Carlos-. Sólo han sido… Castigados.

-¿Castigados? –preguntó Niyara un poco asustada.

-Así es –intervino Sebas-. No llegaron a demostrar lo que esperábamos de ellos. Así que visto la inmensa necesidad de víveres en esta aldea, han sido enviados a la ciudad más cercana a por comida para nosotros. Y deberán hacerlo en menos de tres horas –añadió.

-¡¡Pero si esa es lo que se tarda en llegar allí!! ¿Cómo van a recorrer el trayecto de ida y vuelta en ese tiempo? –preguntó alarmada Natasha.

-Son Caballeros de Atenea, demonios –contestó Jennifer-. Confiemos en ellos.

****

Jabu y Miguel estaban exhaustos. A menos de una hora de que el plazo acabara, ni siquiera habían conseguido llegar a su primer destino: el mercado. El agua escaseaba ya y para colmo estaban con la única persona a la que no aguantaban de todo el grupo que allí había sido enviado.

-¿Quieres moverte más rápido? –preguntaba enfadado Jabu-. ¡Si sigues así, no llegaremos nunca!

-Maldita sea, Jabu… No me piques –contestaba Miguel.

-Si esto es un castigo por no demostrar cuánto valemos, ¿cuál será el castigo del castigo? ¡¿Lo has pensado por un momento?!

-porqueria… No lo había llegado a pensar… ¡¡Déjate de tonterías!! ¡Usemos nuestros Cosmos!

Jabu asintió, pues era una buena idea. Ambos se detuvieron un mísero instante y se concentraron profundamente; tras esto, almacenaron sus Cosmos en sus piernas y comenzaron a andar, a correr…

Pronto, habían roto la barrera del sonido.

-¡¡A esto me refería!! –gritaba lleno de júbilo el Caballero del Unicornio.

*****

El límite de tres horas que los Caballeros de Plata habían impuesto a Jabu y Miguel había llegado a su fin, y no había rastro de los dos Caballeros. Una tremenda preocupación invadía al Caballero de la Serpiente: ¿Les habría mandado a una muerte segura?

Nada más lejos de la realidad. En poco tiempo, sus Cosmos se sintieron en la Aldea Perdida y les pudieron ver sobre el techo de una de las casas de adobe que allí había; cada uno de ellos llevaba dos enormes sacos, los cuales arrojaron al suelo antes de aterrizar ellos mismos y dejar que sus compañeros vieran sus cuerpos magullados.

-Perdón por la tardanza, pero nos entretuvimos –dijo con una sonrisa el Caballero del Lince.

-¿Dónde habéis estado? –preguntó inquieto Carlos.

-En el Gran Templo de Ra, masacrando a sus soldados –respondió satisfecho Jabu mientras abría uno de los sacos, repleto de tocados egipcios y armas idénticas a las de los soldados que les atacaron en Japón-. Nos sobraba media hora y decidimos investigar.

-¿Cómo… Cómo lo habéis logrado? –preguntó interesado Geki.

-No sé… Dinos, Maestro Sebas: ¿Alcanzamos ya el poder de un Caballero de Plata? –preguntó Miguel.

El Caballero de la Serpiente quiso contestarles, pero ambos cayeron al suelo, inconscientes debido al esfuerzo que causó el aumentar sus Cosmos y romper la barrera del sonido con sus cuerpos. Sebas sonrió a Carlos y éste asintió, ya que los Caballeros del Lince y del Unicornio eran, ahora, mucho más fuertes.

[Efebo Abel]

hola Lavariel, muy interesantes os dos capitulos, saludos!!!