96 respuestas a este tema

[Dios Odin]

HOOLASSSSSS

Pues bien, lo prometido es deuda. Esta semana les dije que abriría un tema para que pusieran sus fics. Y es éste  jejeje. Aprovecho de ponerlo tan temprano porque regreso de beber y no sé hasta que hora reviviré jojojo. Por favor no escriban mensajes bulto, traten de subir solo  su fic.

A partir de mañana pongo las votaciones. O de hoy mismo casi a medianoche de ser posible. Solo adjuntaré -obvio- a aquellos quienes hayan subido su fic.

Les deseo mucha suerte a todos, y a leer y divertirnos!!

En verdad que me emociona tal reunión de talentos saintseiyeros .

Suerte y gracias por participar. Ahora le toca al público decidir.







Odin

[Mayra]

ok pues este es el mio
CUENDO UN CABALLERO SE CASA

Mañana tranquila en el santuario cuando suena un grito

casa de piscis:ahhhhhhhhh

camus:que es lo que pasa afro??

afro:que me casan

camus:que te !!!!!que¡¡¡¡

shura:que le casan

afro:sta es la carta que me  mandan.:querido afrodita te hemos encontrado mujer, a la mañana siguiente vamos besos, mama

aioros:vaya que palo

a la mañana siguiente...

madre:vaya nos tiene que tocar el ultimo templo
chica:asi que mi prometido vive aqui

mujer:no te quejes,que es muy guapo

chica:vale mama

suben por los templos hasta llegar hasta el ultimo

afro:hola mama,buenos dias
madre:te presento a belen
belen:hola
madre:y a siria,su madre
siria:bueno tendremos que organizar la boda
y dejaron a los prometidos solos
de repente sus bocas se juntaron y se besaron
afro:los siento
belen:seria honor casarme contigo

un dia despues
todos los dorados y el patriarca en una iglesia

cura:hermanos y hermanas venimos aqui para unir a estos cos en santo matrimonio

cura:belen quieres casarte con afrodita?

belen:si

cura:afrodita,quieres casarte con belen?

afrodita:si

cura:pues por el poder que otorgado casados

todos:viva los novios

vivieron felices y tuvieron 5 hijos

ala este es mi mini-fic

[Nira Vancopoulos]

Aqui vengo a dejar mi minific 

UN DÍA BIZARRO EN LA VIDA DE… MILO DE ESCORPION

El despertador sonó tan puntual como siempre... hacia una hora.  Había estado queriendo durante 10 minutos despertar al caballero defensor de la octava casa del zodiaco sin conseguirlo.  Excepto cuando había alguna reunión importante en los aposentos del patriarca a una hora temprana, Milo siempre se quedaba dormido una hora mas, a veces mas a veces menos; tenia el sueño tan profundo y pesado que en muchas ocasiones tenían que despertarlo con agua.  Pero ese día era comprensible que no hubiera escuchado el despertador, el día anterior había sido agotador y estresante: subir y bajar escaleras, ir y venir de un lado a otro, viajar a un pueblo al norte de Grecia para detener a un grupo de rebeldes seguidores del dios Hades que creían que si mataban a cien personas de una forma sumamente violenta, el dios del inframundo resurgiría y les proporcionaría poderes especiales y la vida eterna.  Obviamente no eran peligrosos, con un par de caballeros de bronce hubiera sido suficiente, pero Saori Kido (Milo estaba completamente seguro que cuando ella había dado la orden Athena estaba dormida en lo mas profundo de su ser) había dicho que los caballeros dorados estaban holgazaneando mucho y por lo tanto estaban empezando a engordar.
- Es especial tu, Milo - había dicho la diosa - puedo ver que tu armadura se ha estirado bastante... mis caballeros no pueden darse el lujo de subir así de peso, tienen que mantenerse constantes - hizo una pausa.  Milo no había podido ocultar su incredulidad e infinita sorpresa ante tales palabras... él... ¿gordo?  Los cuatro caballeros de bronce y el resto de los dorados se reían por lo bajo, llorando por el inmenso esfuerzo de no soltar la carcajada.  Oh, pero una vez terminada esa reunión se lo iban a comer vivo, era una oportunidad única en su especie; estaban seguros que se iba a enojar bastante y que les lanzaría algunas agujas pero... ¡cielos! ¡Como valdría la pena!... vaya que si.  Saori continuo - por eso iras a Lefkádia, Milo.  Allá hay un problema con un grupo de personas que se autollaman “los mensajeros de Hades”.  Los habitantes han estado reportando múltiples asesinatos en las ultimas semanas y la policía del lugar no sabe que hacer con ellos puesto que ellos saben manejar un poco el cosmo.  Tu deber será eliminarlos y regresar antes de media noche sin usar ningún medio de transporte más que tus pies para moverte
- E-entendido - fue lo único que Milo logró decir, aun no lograba digerir lo dicho por la diosa respecto a su condición física
- Eso es todo lo que quería hablar con ustedes... pueden irse
Todos hicieron una reverencia y salieron.  Una vez estando fuera... la pesadilla de Milo comenzó.  Todos los caballeros presentes empezaron a reírse a carcajadas, en especial los once dorados
- Por si no lo saben, esto no es gracioso - dijo Milo un poco molesto
- Vamos, Milo, no te lo tomes tan enserio - dijo Mascara Mortal de lo mas tranquilo mientras apoyaba su codo en el hombro del caballero de escorpión - subir de peso no es tan malo como piensas, de todos modos puedes pedirle consejos sobre dietas a Afrodita
- No estoy gordo - Milo se dio media vuelta dispuesto a irse de ese lugar cuanto antes
- ¿piensas contradecir a Athena, Milo? - preguntó Aioria perverso.  Milo se detuvo por un breve instante y apretó los puños intentando contener su furia; respiró profundo y siguió con su camino, acelerando el paso: entre mas pronto se perdiera de su vista, mejor
- ¡Ey! ¡Y ya no comas tanto! - gritó Shura estallando todos después en sonoras carcajadas
- ¡O rodaras en vez de caminar! - gritó Seiya.  Milo se detuvo, apretó fuertemente los puños haciendo todo lo posible por controlarse.  Los caballeros que se encontraban al filo de las escaleras dejaron de reírse... Milo soportaba muchas cosas pero que alguien a quien apenas conocía se burlara de él... no
- No debiste decir eso, Seiya - dijo Camus algo temeroso
- Mu, prepara tu muro - dijo Aldebarán
- No tienes que decírmelo... ya lo se
En el instante en el que Mu realizo su técnica protectora, Milo lanzo una aguja escarlata contra Seiya.  El ataque no se le regresó sólo fue perdiendo poder en el muro de cristal.  Milo les dirigió una última mirada asesina y se dio media vuelta siguiendo con su camino al octavo templo a preparar lo necesario para su viaje a Lefkádia.

Mientras tanto, en los aposentos del patriarca, Saori se encontraba sentada en la silla real, en su rostro se podía apreciar cierta preocupación, pero era muy poca
- No debería preocuparse, Athena – intentó calmarla Shion
- ¿No crees que exagere un poquito? – preguntó ella sin apartar la vista del suelo
-Un poco, sí – respondió – pero es cierto que los caballeros de oro están flojeando bastante y si siguen así perderán su condición física… y para evitar eso es preciso asustarlos
- No – exclamó mientras se levantaba de su asiento
- ¿No?
- No… - Saori le dio la espalda a Shion y su expresión adquirió la mas pura maldad – es preciso implementarles un programa de acondicionamiento físico como… - hizo una pausa y se giró repentinamente hacia el patriarca con una enorme sonrisa - ¡aeróbics!

Claro que Milo no estaba gordo, seguía teniendo la misma complexión de siempre ¿de donde había sacado Athena que estaba pasado de peso?  Fuera como fuera no se iba a preocupar por eso en ese momento, era cierto que en los últimos días… mejor dicho semanas, había estado tomándose un descanso porque no era nada sencillo morir, revivir, morir y revivir de nuevo, eso cansaba y estresaba mucho, además, no se sentía nada lindo morir sino todo lo contrario; y no solo él, todos sus compañeros pensaban igual.  Cuando terminó de arreglar sus cosas (bueno, ni se había tardado mucho, solo llevaría un refrigerio para el camino, era muy grande la distancia que separaba a Atenas de Lefkádia), se dirigió a la salida de su templo… no sin antes darse una ultima mirada en el espejo para asegurarse de que no estaba gordo como la señorita Saori decía (Athena sería incapaz de decir algo así, se repetía constantemente a si mismo).  Una vez estando fuera del santuario, empleo su velocidad de la luz y en una hora llegó a su destino.  Hubiera podido hacer menos pero… ¿cada cuanto salía del refugio?, tenía que aprovechar la ocasión para ver algo más que templos y ruinas, sería un tonto si no lo hiciera.  Al llegar a Lefkádia pudo darse cuenta inmediatamente que el miedo, la incertidumbre y la inseguridad conquistaban el lugar, era escasa la gente que deambulaba por las calles y nulo el numero de niños jugando en los parques y centros de diversiones.  Se veía incómodamente tranquilo y eso solo invitaba a un mal presentimiento.  A lo lejos se escuchó el grito aterrado de una joven y Milo no tardó ni un segundo en reaccionar y dirigirse hacia allá.  Al llegar quedó atónito, era peor de lo que se había imaginado, con solo verlos se moría… ¡de la risa!  Tal vez conocían del cosmos y sabían manejarlo pero definitivamente desconocían la dignidad, su vestuario rayaba en lo ridículo y que decir de su peinado.  Era imposible no reírse.
- Tu… ¿de que te ríesh? – preguntó el que tenía cogida del cuello con su brazo a una chica de cabello corto y castaño, visiblemente aterrada; sus ojos eran cubiertos por un pedazo de tela verde limón con círculos en naranja brillante.  Al parecer ese era el jefe.  Los 50 sujetos que formaban la banda tenían la mirada clavada en él aunque sus lentes en forma de enormes ojos de mosca los ocultaban
- ¿Qué no se han visto en un espejo? – respondió Milo intentando en vano parar de reír – ¡se ven ridíretaguardias!
- ¡Nadie she burla de un menshajero de Hadesh! – dijo el mismo sujeto mientras empujaba a la joven a un lado con brusquedad.  Pronto se agruparon para formar un escuadrón de combate.  La chica se quitó la venda y se fue corriendo de ahí no sin antes agradecerle a Milo por haberla salvado - ¡¡Te arrepentirásh!!
Todos se dirigieron corriendo y gritando contra el caballero y lo rodearon.  Milo dejó de reírse y adoptó una expresión seria aunque no se preocupó por ponerse en posición de combate ni de defensa, simplemente se quedó parado en medio de ellos.  Una confiada media sonrisa se formó en sus labios
- ¿Arrepentirme?... mas bien será al revés
- Ja, esho ya lo veremosh, temblarash ante nueshtro poder
Los mensajeros de Hades elevaron su cosmo el cual no era en lo absoluto poderoso.  Milo cerró los ojos sin quitar su sonrisa y también lo elevó aunque solo lo suficiente para aterrarlos.  Cuando los tipos se dieron cuenta que realmente no tenían oportunidad contra él, ya era demasiado tarde… cinco finos halos de luz escarlata atravesaron a cada uno de los integrantes de esa pequeña secta y todos cayeron muertos pocos segundos después.  Milo soltó una bocanada de aire, decepcionado… francamente había esperado algo más entretenido, pero no, habían resultado ser unos payasos sin el más mínimo amor propio.  Decidió quitarse la armadura y dar un pequeño paseo por la ciudad, no traía dinero pero le bastaba con el simple hecho de observar en las diferentes tiendas y ver que cosas se estaba perdiendo al estar en el Santuario.  Cuando se cansó de dar vueltas se regresó, haciendo una parada a mitad del camino para comerse su refrigerio (que era un lonche de jamón, queso, aguacate y lechuga y de beber un jugo de manzana).  Al llegar le pareció escuchar a Athena en el Coliseo, al parecer algo estaban haciendo allá porque no paraba de gritar ¡Vamos chicos! ¡Échenle mas ganas! Por lo que decidió ir y ver que era lo que estaba pasando.  Una vez estando ahí…
- ¡Milo! – exclamo Saori con una enorme sonrisa.  Ella se encontraba en lo más alto de las gradas, con un altavoz en su mano – que bueno que hayas regresado al Santuario temprano… - su sonrisa se esfumo en un instante - ¡ven a hacer aeróbics! – gritó
- ¿Qué? – murmuró incrédulo.  Todos los caballeros dorados usaban ropa deportiva, Saori la había conseguido en donde ella solo sabía
- ¡Tatsumi!... ¡dásela!
- ¡Sí! - El mayordomo se acercó a Milo y le dio una ropa parecida a la de sus compañeros – ¡póntela!
Milo no dijo nada y simplemente la tomó, dirigiéndose a un lugar donde cambiarse.  Durante dos horas se la pasaron en el coliseo, después Saori los puso a subir y bajar las escaleras de las doce casas 50 veces y por último correr por todo el Santuario por dos horas más.  Al terminar de hacer todo eso, Saori los reunió de nueva cuenta en el Coliseo
- Bien chicos, eso es todo por hoy… mañana volveremos a repetir la rutina.  Descansen
Ella se fue junto con Tatsumi dejando a los caballeros solos.  En cuanto ella desapareció de su vista todos se dejaron caer al suelo completamente exhaustos
- Debí haberla matado trece años atrás – dijo Saga jadeando del cansancio
- Y yo hubiera dejado que lo hicieras, Saga – dijo Aioros igual que su compañero
Todos se quedaron ahí por varios minutos, reponiendo las energías, y después cada uno se fue a su respectivo templo a descansar.

                                            FIN

[Atlas.]

buenos les dejo mi nimific, antes que nada aclrar que es el primer minific que escribo, y de hecho voy a leer los primeros minifics en mi vida, me gustan los fics largos, no soy tan experto en esto, pero hice mi mejor esfuerzo espero y le sguste

¿El destino del valiente salvador de Athena?

Grecia 13 años atrás

Después de que aquel joven de cabellos rojizos, le entregara su armadura y la niña, a aquel japonés de buen corazón, sabía que podía morir en paz, meditaba sus últimos pensamientos, ese hombre era Aioros, recordaba, cuando era niño, entrenaba para ganar su armadura y cuidaba de su pequeño hermano Aioria, pero ahora todo había terminado, el Santuario había sido invadido por la maldad, y se preguntaba

-¿Acaso éste es mi destino? ¿Acaso moriré por salvar a Athena?, De ser así, estoy contento por haber dado mi vida a cambio de la de Athena, sin embargo me preocupa mucho el futuro, con Saga al mando del santuario no se lo que pasará.-

Aioros sentía que su vida se extinguía poco a poco, iba muriendo, de pronto perdió el conocimiento, un cosmo, un aura, empezó a rodearlo

-¿Acaso este cosmo es mi alma que sale de mi cuerpo? No, es otro cosmo, uno mucho más poderoso y tranquilizador, ¿De quién podrá ser éste cosmo?-

Mientras tanto en el santuario, Shura lloraba, le dolía haber matado a su mejor amigo, pero tambien le dolía el hecho de que se amigo Aioros, fuera declarado traidor, era algo increíble, en el fondo albergaba sus sospechas sobre la veracidad del Patriarca, quién había dicho que Athena se encontraba sanan y salva en su habitación.

Aioros veía entre sueños a un ente, un alma, era nada mas y nada menos que el rey de los dioses

-¿Quién eres?- Dijo Aioros

-Tu padre- Respondió aquel tipo con una voz sobrehumana –El rey de los dioses, gobernador omnipotente del Olimpo-

Aioros se sentía confuso, el creía que todos los dioses excepto Athena tenía un cosmo lleno de ira y maldad, pero éste cosmo era diferente, era tranquilizador, le daba paz, reconfortaba su alma, confuso pregunto:

-¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí?

-No entiendo porque dudas de mi, Aioros, la vida tiene grandes planes para ti-

-Desafortunadamente esos planes han sido truncados, los planes eran que yo sea el nuevo Patriarca del Santuario; sin embargo ahora estoy moribundo-

-¿Tan bajo soñabas Aioros? La vida no te ha abandonado aún, la vida tiene grandes planes para ti-

-No entiendo-

-¿Sabes por qué he hecho que un espíritu maligno entrara en el cuerpo de Saga?

-No entiendo tu hiciste que Saga se volviera maligno-

-Así es, mi querido amigo, la vida tiene grandes planes para ti, los astros no miente, la guerra más brutal de todos los tiempos será en ésta generación, ha llegado el exterminio de la humanidad, jóvenes valientes deben entrenarse para luchar contra la nueva amenaza, y tu serás su jefe, te necesito a mi lado-

-No entiendo nada todo esto es confuso para mi-

-Lo entenderás en su momento, por ahora debes entender los grandes planes que la vida tiene para ti, serás el gran general de las tropas olímpicas, Aioros, el gran general, deberás escoger a los demás Olimpianos cuando llegue el momento, ahora acompáñame al Olimpo-

Zeus eleva su cosmo y con él reestablece todas las heridas de Aioros, quién se recupera de sus heridas, y está más fuerte que nunca, junto a Zeus viajan al Olimpo

Zeus le dice

-De ahora en adelante joven Aioros,  tu presencia en la tierra yo no será necesaria, todo el mundo creerá que estás muerto, será difícil pero no debes intervenir en nada de lo que suceda en la tierra-

Y en efecto fue muy difícil, Aioros vio como los jóvenes bronceados se enfrentaban a los más temibles enemigos, pero siempre salían victoriosos, debido a la gran amistad que tenían, finalmente  derrotaron a Hades, sabía que el momento había llegado

Los años lo habían hecho sabio, eligió con sabiduría a los Olimpíanos, que pelearán en la mayor guerra de todos los tiempos

Fin

[Angel Odysseo]

YO QUE SOY AMANTE DE LOS FICS LAAAARGOS, ME COSTO UN POCO DE TRABAJO ESTE, ES UNA HISTORIA DE SOBRA CONOCIDA, EL SACRIFICIO DE LOS 12 DORADOS EN EL MURO, PERO BAJO MI OPTICA DE COMO ME HUBIERA GUSTADO QUE FUERA ESE MOMENTO

DOCE HERMANOS, DOCE ESPERANZAS DORADAS.

Inframundo.

Los 5 santos dorados lo han intentado de nuevo, pero el muro sigue intacto y los brazos de Libra han quedado agrietados, Dohkko comenta que solo un milagro podría derrumbar este muro: La reunión de los 12 santos dorados.

-Maestro, no debemos perder la esperanza, por favor, permítame usar uno de los brazos de Libra- implora Seiya con desesperación.

-No lo hagas Pegaso…- responde un adolorido Dohkko.

El santo de Bronce toma la espada de Libra e incendia su cosmo, Aiolia y los demás le piden que no lo haga pero el comenta que si logro derrumbar el sustento principal, ahora el cosmo de Seiya se torna dorado y se lanza sobre el muro pero repentinamente algo logra repelerlo, es la armadura dorada de Sagitario.

-Mi hermano ha venido a ayudarnos- comenta Aiolia sorprendido

-Miren, la armadura se ha separado y se esta armando- grita Milo

-Eso es imposible- responde Dohkko bastante extrañado por el fenómeno.

La armadura se ha armado ya, y dentro de ella aparece una figura conocida por todos, Seiya no puede creer que por fin pudo conocer al legendario santo de Sagitario: Aioros

-Hermano, no puedo creerlo…estas vivo ¡¡- comenta Aiolia bastante emocionado.

Santuario.

Shaina se encontraba en los alrededores del santuario junto a Marin, cuando de repente ven salir las armaduras doradas de Tauro, Cancer, Capricornio, Acuario y Piscis.

-Marín, mira eso- dice Shaina

-Son las armaduras doradas y se dirigen al Inframundo- le responde Marín

-Los santos dorados han ido al Hades a luchar por Athena a pesar de ser solo almas-comenta Shaina.

-Ellos nos protegerán, confiamos en ustedes, valerosos santos dorados-dice Marin

Inframundo

Nadie lo podría creer, el santo dorado mas fiel a Athena se encontraba justo enfrente de ellos, Aiolia es el primero en acercarse, llevaba muchos años sin ver a su querido hermano.

-Hermano, perdóname, cuando supe que eras buscado por el santuario creí que eras un traidor, ahora se que diste tu vida por Athena- le dice Aiolia con lagrimas en los ojos.

-Aiolia, mi hermano menor, cualquiera en tu lugar hubiera pensando lo mismo así que deja de preocuparte por eso, ahora nuestro deber es destruir ese muro-le contesta Aioros dirigiendo su mirada al muro de los lamentos.

-Vean eso, otras armaduras han entrado al inframundo- comenta Milo.

-Esto es imposible, todas armaduras doradas están aquí…- dice Dohkko

-Y se están uniendo ¡¡¡ - grita Mu

Todas las armaduras se separan en partes y aparecen los cuerpos de Shura, Afrodita, Death Mask, Aldebaran y Camus, justo en ese momento se abren las puertas del salón, entrando a el Shiryu y Hyoga, quienes habían venido siguiendo a las armaduras doradas, suben con desesperación las escaleras y  no pueden creer lo que sus ojos ven, 11 caballeros dorados se encuentran justo enfrente del muro.

-Ese es Shura ¡¡- grita emocionado Shiryu

-Y mi maestro Camus de Acuario, - comenta Hyoga mientras se quita el vendaje del ojo.

Shura evita por un momento a  Shiryu, su intención es acercarse a Aioros que esta muy concentrado viendo el muro, lo toca en el hombro a lo que el santo de Sagitario voltea con una sonrisa.

-Aioros yo…no se que decirte, cuando peleamos jamás pensé que tu traías en tus brazos a la verdadera Athena y que jamás te habías rebelado contra ella, yo…- dice Shura con un tono de inseguridad.

-Shura de Capricornio, tu hiciste lo que en ese momento consideraste justo y correcto, creíste en las palabras del papa y pensaste que yo era un traidor, solo cumpliste con tu labor de santo y eso es admirable- sonríe Aioros estirando la mano para ofrecerle un saludo a Shura a lo que el santo de Capricornio contesta estrechando su mano.

Octava Prisión

Kanon estaba corriendo intentando unirse a los demás santos dorados, pero alguien se interpone en su camino, es Radamantis, que intenta reanudar su pelea con el.

-Vaya, veo que intentas impedirme el paso-sonríe burlón Kanon

-A mi no me interesa que este pasando en el muro de los Lamentos, yo lo único que quiero es terminar nuestra pelea- le responde furioso el espectro.

La armadura de Kanon comienza a brillar, sabe que es el momento de deshacerse de su armadura para que se una a las demás, de un solo movimiento se deshace de ella, Radamantis no entiende que pasa pero lanza su Gran precaución pero Kanon se pone detrás de el y libera la explosión de galaxias, los que estaban en el salón entienden que ese cosmo que acaba de explotar solo puede significar la muerte de Kanon

-Athena, perdóname todos mis pecados, jure que no descansaría hasta ver a todos los espectros muertos, PERDONAME ATHENAAAA – grita Kanon antes de convertirse en polvo de estrellas junto con Radamantis

Muro de los lamentos.

La armadura de Géminis ha llegado al salón y Saga ha aparecido para vestirla, el recuerdo de su hermano viene a su mente pero sabe que tiene que darse prisa , ahora todos están listos para destruir el muro.

-Santos de Bronce, váyanse de aquí de inmediato, nosotros entregaremos nuestra vida en este muro, Shiryu, cuida a Shunrei- ordena Dohkko a los santos y dirigiéndose especialmente al Dragon.

-Maestro, no podemos irnos, no podemos dejar que mueran aqui- grita Shiryu con desesperación

-Es una orden del maestro, obedezcan- grita Saga.

Los santos de Bronce salen corriendo, dentro de cada uno de ellos saben que es la última vez que verán a sus hermanos dorados.

-Nunca pierdas la fe Seiya, por favor cuida a mi diosa, a Athena- comenta Aioros

-Aioros, juro que jamás te fallare, protegeré a Saori…con mi VIDA, LO JURO- grita Seiya apretando los puños mientras se aleja

-Hyoga, tus sentimientos te hacen débil pero también pueden hacerte muy fuerte, jamás olvides mis enseñanzas, tu ya me has superado- comenta Camus con una tremenda satisfacción.

-Jamas olvidare todas las cosas que me enseñaste, tu me guiaste hasta el séptimo sentido aunque eso te costo la vida, adiós querido maestro y amigo Camus de Acuario-le responde Hyoga mientras le entrega su vendaje a su maestro, símbolo de que se ha liberado por fin de sus miedos y culpas.

-Shun, yo vivía en el error, alejado de mi deber como santo que es proteger a Athena, tu eres un alma pura y con un noble corazón que me enseño el camino hacia el bien, te encargo que protejas a Athena por mi, te lo encargo amigo- dice Afrodita.

-Tu fuiste mi enemigo alguna vez, pero ahora se que he ganado un amigo, juro que daré mi vida por Athena y la protegeré en tu nombre, adiós Afrodita- le responde con lagrimas Shun.

Todos están por salir del salón pero alguien abre la puerta, es Ikki, que entra al salón sin entender que pasa.

-Vámonos Ikki, de prisa- le dice Seiya tomándolo del brazo pero Ikki lo aparta con brusquedad.

-Shakka, no me digas que…- comenta Ikki.

Aunque Shakka estaba concentrando su cosmo al lado de los demás, Ikki puede sentir que Shakka le habla en su mente.

-Fenix, tu eres un gran caballero, cuando pelee contigo entendí que tu fuerza radicaba en tu frialdad al pelear y que no te importaba sacrificar cualquier cosa con tal de lograr tus objetivos, yo siempre te llevare muy dentro de mi corazón amigo Ikki-

-Shakka, siempre te recordare como el caballero de Oro mas sabio de todos, nos veremos muy pronto-le responde Fénix mientras que sostiene el rosario de 108 cuentas que le dio Shiryu como un regalo de Shakka.

Aioros saca su arco y todos los santos dorados se concentran para unir sus cosmos en la flecha de Sagitario, todos están sonrientes y orgullosos de dar su vida por Athena.

-Por lograr un milagro, para que la luz del sol brille en este lugar tan sombrio, EXPLOTEMOS NUESTRO COSMO AL INFINITO ¡¡¡- Gritan los santos dorados al unísono.

La flecha sale del arco de Aioros y se produce una tremenda explosión, en ese momento se cierra la puerta del salón.

“De pronto sentí…como si 12 hermanos se unieron en uno solo, sus cosmoenergias eran calidas y llenas de amor a la tierra y a Athena, adiós amigos, adiós valerosos santos dorados”

Editado por Angel Odysseo, 17 marzo 2007 - 10:53 .

[Efebo Abel]

BUENO AMIGOS.... PUES AQUI LES DEJO LO QUE ESCRIBI, BATALLE UN POCO PERO AL FINAL LO LOGRE... SALUDOS AMIGOS

EL INICIO DE UNA GRAN AMISTAD
EL DIA QUE SE CONOCEN ALDEBARAN Y MU:

En el misterioso y lejano  Santuario de Athena, un muchacho alto de poco mas de dos metros de altura, fornido, de piel morena, y larga cabellera color negro, que se movía con el viento  y cada uno de sus movimientos al ir corriendo,  se sentía  tan feliz de haber regresado con éxito al Santuario, se sentía orgulloso y contento por haber logrado convertirse en Caballero de Athena,  pensando para si mismo, -lo logré, he logrado mi  mayor meta en la vida, convertirme en un caballero de Athena, me pregunto, que me dirá el Santo Patriarca cuando me presente delante de el,  ya siento una enorme emoción y gusto porque pronto podré verlo de nuevo- pensaba para si mismo este Joven Guerrero.

Cuando entro al Santuario,  aun no llegaba a la Casa de Aries y ya era esperado por el Patriarca en Persona, cubierto con su acostumbrada túnica blanca, y con unos enormes picos de metal color rojo cubriendo sus hombres, ocultando en todo momento su cara con una mascara negra,  y llevando un gran casco de color rojo que cubría por completo la  cabeza del patriarca,  al verlo, el joven guerrero recién llegado, se arrodilla de inmediato delante del Patriarca en señal de respeto y reverencia.

Patriarca: Felicidades Aldebarán, has logrado convertirte en el caballero dorado de Tauro, será  tu deber desde ahora, servir con fidelidad y obediencia a nuestra diosa Athena, representada por mi en el mundo, debes jurar Lealtad absoluta a nuestra Diosa, y jurar siempre obedecer mis ordenes que provienen de la misma Diosa, en este momento, te hago entrega de la armadura de Tauro, debes vestirla y llegar al que será tu Templo, el cual deberás proteger con tu vida si es preciso en caso de una invasión--  habiendo dicho esto, el Patriarca le pide al Joven Aldebarán de Tauro,  que se ponga de Pie, pues el mismo lo conducirá a la  segunda casa del Zodiaco, la de Tauro,  ya en la casa de Tauro, el Patriarca le dice a Aldebarán que descanse, pues ha sido un largo viaje, y pues a la mañana siguiente deberá partir a una misión… a lo que Aldebarán acepta con humildad…A la mañana siguiente, -Patriarca: Aldebarán, como Patriarca de este Santuario, es mi deber informarte algunas cosas que han ocurrido durante tu ausencia, hace cinco años, el caballero dorado de Sagitario intento matar a  la recién nacida Athena,  casi pierdo  la vida por salvar la vida de  la indefensa Athena,  – eso no es todo Aldebarán,  después de eso, el caballero dorado de Libra, Docko  se refugia en las cinco viejas montañas de Rozan,  y el  caballero dorado Mu  de Aries quien ahora vive en las montañas de Jamir, se alejaron del Santuario,  y han hecho caso omiso de mis llamados, es por eso que tu primera misión como Cabalero Dorado de Tauro y defensor de Athena,  será partir de inmediato a Jamir,  y decirle a ese renegado de Mu, que debe regresar a este santuario y cuidar de su Templo, debo advertirte, que a pesar de ser muy joven, Mu, es un guerrero muy poderoso, del que no debes confiarte, y con el cual, no deberás luchar pues  correrás el riesgo de  perder  la vida en sus manos, no obstante, deberás poner tu mayor esfuerzo en lograr que Mu, recapacite y regrese a este santuario…

Aldebarán: Su Santidad, partiré de inmediato, y traeré a ese tal Mu a la fuerza si es preciso- momento en el que se viste con su armadura y parte de inmediato  hacia Jamir en busca de Mu: En Jamir, Mu se encuentra fuera de su Palacio, y siente que un cosmos fuerte se acerca,  es un cosmos muy fuerte y pertenece a un desconocido, va en dirección a su Palacio, y como no sabe si es amigo o enemigo, decide regresar dentro del palacio y protegerlo con su pared de cristal…Mientras tanto, Aldebarán, por fin ha llegado frente al palacio de Jamir, y se encuentra fatigado por el largo viaje, pero al encontarse frente al enorme palacio de Mu, y como no ve a nadie,  piensa que Mu se a escondido por temor a su gran poder, y por eso no sale de su palacio, pensando para si mismo: destruiré su Palacio a ver si no se aparece ese cobarde de Mu,  acto en el cual,  lanza un poderoso  rayo hacia el palacio,  el rayo  le es devuelto golpeándolo con gran fuerza,  momento en el que escucha una voz que le dice…  veo que no tienes buenos modales forastero,  y  además eres muy precipitado y distraído, eso te puede costar la vida,  no te has dado cuenta que entre mas golpes lances, estos te serán devueltos a ti con la misma intensidad,  haciéndote daño tu mismo,  dime, ¿A que has venido intruso?

Aldebarán:   (un  poco sorprendido debido a que no mira al dueño de la voz que le habla) – Busco a Mu, he venido a llevarlo de regreso al Santuario de Athena…Voz: Tu búsqueda a ha terminado, yo soy Mu de Aries… ( y de la nada, aparece Mu ante la atónita mirada de Aldebarán, cubierto por una túnica blanca, que le cubría todo el cuerpo, con su cabellera recogida,  y con su acostumbrada mirada   tierna y dulce…),   tu viaje ha sido en vano, no regresaré al Santuario por obvias razones…---  Mu, debes regresar al Santuario, si no lo haces por tu propia voluntad, te llevaré de regreso a la fuerza,  pues el Gran Patriarca te manda llamar. El escuchar el mensaje de Aldebarán, no hace que Mu pierda  postura de tranquilidad, y para sorpresa del mismo Aldebarán, Mu se para frente a el, a una distancia menor a 3 metros, y se cruza de brazos diciendo: - Aldebarán, veo que eres noble, y  te esfuerzas en cumplir con tus deberes, pero lamento decirte que no pienso regresar al Santuario de ninguna manera, así que será mejor que regreses por el mismo camino que has venido, a menos que quieras perder la vida…

Aldebarán: (quien se sintió  ofendido por las palabras de Mu…) Veo que eres un terco, te llevare a la fuerza entonces,  aunque tenga que llevarte herido, toma esto… - al instante le lanza un fuerte rayo a Mu, quien no se inmuta y sigue estando tranquilo,  para sorpresa de Aldebarán, el rayo que le lanzo a Mu, le es devuelto y lo golpea en la cara a el mismo,  pero sin causarle gran daño… mientras piensa --- es extraño, no entiendo como sin moverse logró regresarme el ataque que le lancé, debo tener cuidado---Mu: Aldebarán, regresa al Santuario,  no tengo intenciones de luchar contigo, pues  veo la nobleza de tu corazón, y se que pronto enmendarás el motivo por el cual  no estoy en el Santuario…

Aldebarán: Mu, es que a parte de traidor… ¿eres un cobarde?,  esta vez, voy a usar mi armadura para que veas, de lo que soy capaz, y puedas recapacitar y entender tu error, al momento, Aldebarán se pone su armadura dorada de Tauro,  ¿ahora te das cuenta de con quien estás tratando? Soy el poderoso caballero Dorado de Tauro, Aldebarán, (una vez que se presenta, incendia su poderosa cosmoenergía y vuelve a lanzar un rayo hacia Mu, mucho mas poderoso que el anterior, pero para su sorpresa, obtiene el mismo resultado, solo que esta vez su propio golpe lo lanza varios metros al aire, y al caer, por la fuerza del golpe, crea varias grietas en el suelo… Aldebarán, se pone de pie,   ve salir un hilo de sangre de su  boca, y se enfada…) Mu, me has hecho enfadar, y aunque el Gran Patriarca me  recomendó no luchar contigo, debo hacerlo en serio, aunque debo admitir que me parece extraño que a pesar de no traer puesta  tu armadura, eres muy fuerte… (dicho esto, Aldebarán, incendia  su cosmos, mucho mas que la vez anterior,  esta vez, se ve dibujado un gran toro atrás de Aldebarán, y todo parece indicar que se prepara para utilizar una técnica poderosa…)

Mu: Detente Aldebarán, porque mas que te esfuerces, no podrás golpearme, porque estoy siendo protegido por mi pared de cristal,  y esta hará que cada golpe que lances, te sea devuelto con la misma intensidad, lo único que podrás conseguir, es herirte a ti mismo…

Aldebarán: Iluso, a ver si tu pared de cristal  logra soportar esto – al instante Aldebarán  grita con una fuerza enorme- , ¡¡¡GRAN CUERNO!!!, - Para sorpresa de Aldebarán, el es golpeado por su propio ataque, y esta vez se pone de pie con algo de dificultad y con su armadura dañada, pensando: que rayos… esta vez lo atacare con mas fuerza, y con una técnica mas poderosa, no puedo fallarle al patriarca, con algo de dificultad, Aldebarán logra elevar mas aun su cosmoenergía,  y esta vez grita: ¡¡¡ EMBESTIDA DEL GRAN  BUFALO!!!, inmediatamente se ve como este ken, es mas poderoso que el gran cuerno,  pero por desgracia, tampoco tiene un buen resultado, la técnica le es devuelta, y lo golpea con una fuerza terrible, a pesar de eso Aldebarán se pone de pie, con mucha dificultad, y sangrando por las heridas causadas por sus propias técnicas, y su armadura semidestrozada…

Mu: veo que no lo has entendido Aldebarán, no arriesgues tu vida, tu mismo te estas haciendo daño,  como veo que te estas preparando para lanzar un nuevo ataque,  mi honor  y  por respeto entre caballeros, no permitiré que lo lances, y no permitiré que lances ningún golpe mas… pues no deseo que mueras, voy a sellar tus movimientos… -Dicho esto, Mu  hace un ademán con su mano, y Aldebarán,  no puede moverse, no solo eso, sino que Mu, con sus poderes mentales, logra que la dañada armadura de Tauro abandone su cuerpo, momento que Mu se acerca Aldebarán, y este lo ve con miedo, pues piensa que va a matarlo, sin embargo, solo le hace una pequeña herida en la mano para que la armadura de Tauro sea bañada con esta, Aldebarán esta muy sorprendido y confuso,  por los actos de Mu, al instante Mu, repara la armadura dorada de Tauro, y Aldebarán ve con gusto y asombro como su armadura, esta como nueva, luego, Mu, libera a Aldebarán de su psicosinesis…

Aldebarán: Veo que eres muy poderoso caballeros, y que tienes un gran sentido del honor, pues  reconozco que de haberlo deseado,  pudiste haberme matado sin ningún problema, debo agradecerte el hecho de perdonarme la vida, además también debo agradecerte el hecho de haber reparado mi armadura, creo que nopude cumplir con mi misión, pero al menos  me siento contento  por encontrar a alguien de gran valor como tu… me pregunto si el Viejo Maestro Docko de Libra, será igual de noble que tu, porque he escuchado que se revelo contra las ordenes del  Gran Patriarca…

Mu: (sonriendo), Aldebarán, no tienes nada que agradecer, y te prometo que algún día conocerás la verdad por la que el Maestro Docko y yo, hemos decidido no obedecer al Santuario,  debes regresar al santuario ahora, (a lo que Aldebarán contesta que si)… pero se que el camino es largo, y peligroso, así que te ayudare a regresar… --- dicho esto Mu, hace arder su enorme cosmos, y Aldebarán queda sorprendido al ver que el cosmos de Mu, lo supera por mucho, ahora Aldebarán, ve a Mu sonriéndole y diciéndole Adiós y hasta pronto a través de sus cosmos… de pronto, Aldebarán es envuelto por una luz cegadora, y al disiparse, se da cuenta que esta de regreso en la Casa de Tauro, este se queda sorprendido del poder de Mu,  y a la  vez se queda pensando: --- “falle en mi misión, pero estoy contento de haber conocido a ese noble caballero de Tauro, después de todo, creo que no falle completamente, pues mi misión fue solo llevar un mensaje del Patriarca, no traerlo de regreso, creo que ese caballero tiene razón, debo actuar con mas prudencia, y sin precipitarme…

En Jamir… Mu se queda pensando… en ese caballero que acaba de conocer al  y piensa para sus adentros : Aldebarán… admiro tu fuerza,  tu nobleza, y tu valor… pronto conocerás la verdad, espero encontrarme pronto contigo de nuevo, y espero que esta ves, no me ataques sin razon…

AMIGOS POR SIEMPRE

[Dios Odin]

Aquí dejo la lista de participantes....ojalá y todos logren subir su fic .

angel odysseo
alpheratz
zaktiel
leni
efebo
atlas
jeczman
sara
francois
rexomega
xenna
mayra
Wind-no-Joseph
Seiya de Sagitario


Apúrense!!! Que no los agarre la tarde y después ya no puedan subir nada jejeje .

[Xenna]

Aviso que tengo que salir y la subiré un poco tarde, dentro de unas tres o cuatro horas, en cuanto llegue la subo

Saludos

[Sara]

No sé si aún pueda, Odin me dirá luego....yo aquí dejo lo poco que escribí y que como siempre tiene de protagonista a uno de mis caballeros preferidos...Shun de Andrómeda 

Como fic no sé si aguante, pero ahí va mi texto:

Shun…

La noche era clara y las estrellas se veían con nitidez en el firmamento. Muchas veces antes había llorado creyendo que la salvación estaba en otras manos y que con su sangre limpiaría los errores de su estirpe. Lentamente tomó  entre sus dedos la daga y con terror invocó a esos dioses extraños que lo alejaran para siempre de esa tragedia en la que se había convertido su vida.

Su diosa, la pura, la más sabia, los había traicionado. Nunca serían libres y el destino los pondría una y otra vez frente a frente, hacer amigos y perderlos, ser guerreros….pero, qué era ser un guerrero? 14 años aún sin saber o entender cuál era su destino, sentir nuevamente la presión de la muerte por doquier amando la vida, atenazar con sus cadenas al enemigo, oír a un corazón detenerse, incluso su propio ser muriendo y resucitando de nuevo.

La vida no debía ser suficiente para pagar todos los errores, renacer en la tragedia y consumirse sólo por una causa, sea cual fuere, la justa. Ya hasta dudaba qué significado podría darle a esa palabra. Muchos hombres valerosos eran  parte de ese juego de ajedrez, su destino y el de ellos se marcaba en defender ideales ajenos, pero amando como posesos a quien los destinaba a esto.

Levantándose del suelo, flexionó de nuevo  la daga en sus manos, sintió la hoja atravesar la carne y de manera un tanto ausente, vio la sangre que goteaba manchar la alfombra, el dolor no era nada, para él al menos en ese momento, el dolor era solamente el hecho de estar vivo.

Siguió haciéndose daño con el filo de la daga, surcando su piel y provocando cortes más o menos profundos, una voz que llamaba conciencia le carcomía el alma haciéndole recordar los rostros de aquellos que habían muerto bajo sus manos. Con dificultad, llegó hasta el espejo y miró en él a unos ojos verdes que sin compasión le acusaban.

- Lo siento, murmuró.

Desolado, se dejó caer de nuevo en el piso de su habitación y comenzó a llorar....

Un saludo.

[Xenna]

Bueno pues antes de lo que pensaba aquí traigo la mía.
Espero no aburriles demasiado
Que la disfruten
Echaba de menos el volver a escribir

¡LIBERTAD! ¡El retorno de los héroes!

Han pasado nueve años desde la última batalla contra Apolo y Artemisa. El santuario ha cambiado mucho desde entonces, todos los edificios han sido restaurados y bellos jardines adornan lo que hasta entonces era solamente arena y rocas.
– Todo está realmente hermoso- piensa un muchacho joven de largo pelo azul que acaba de salir de la casa de Géminis. Viste una camisa blanca y unos pantalones oscuros. – Ha cambiado tanto desde la última vez... –.
Aún se siente desorientado, la historia que ha vivido todavía le parece extraordinaria... – ¿Pero como es posible? ¿Quién es ella realmente? ¿Cómo ha logrado...? –. Demasiadas preguntas sin respuesta se acumulan en su mente...
Entonces aparecen los recuerdos de lo que ocurrió en el pasado... – ¡Ugg! Será mejor que no piense en eso ahora... lo hecho, hecho está y por desgracia no hay forma de cambiarlo... –  una lágrima resbala por su mejilla.
– En fin, veamos qué quiere el patriarca. ¿Por qué nos habrá mandado llamar a todos a la vez? Lo que menos desearía es verlos después de todo lo que... –.
– ¡Saga! ¿Se puede saber donde diablos te metes? ¿A que esperas? Estabas tardando tanto que ya pensábamos que te había ocurrido algo... –.
Otro muchacho joven idéntico al primero baja rápidamente las escaleras, viste casi igual que él pero su camisa es azul.
– ¡Kanon! Err... esto... yo... me he retrasado un poco, lo siento. –.
– Ya... claro... A mí no me engañas ¿qué te ocurre? –.
– Demasiadas cosas... – murmura Saga.
– O lo que es lo mismo, ya estas dándole vueltas a lo que ocurrió en el santuario ¿no?. –. ¿Por qué te estas torturando esta vez? ¿por los 13 años o por lo que hiciste cuando Hades os revivió?... o... tal vez... ¿por meter a tu hermanito en Cabo Sunion? – dice Kanon con tono burlón, sarcástico más bien  mientras ríe.
– ¡Grrr! Mira que llegas a ser bruto... ¿Tenías que decirlo así? –.
– Jajajaja. Vamos hermano, no te enfades... – Kanon toma a su hermano por los hombros y continúa – Ya lo hemos hablado y conoces bien mi opinión al respecto. En cuanto a mí me lo merecía y lo sabes. Los 13 años... no te encontrabas bien, podría decirse que ni eras tu mismo. Lo de hacerte pasar por espectro, hiciste lo que tenías que hacer y nada más... –.
– Pero usar esa técnica...¬–.
– Si ese no la hubiera nombrado no hubierais tenido la necesidad de usarla ¿no?. Pues que se fastidie por bocazas... –.
– Kanon modera tu lenguaje... – protesta Saga.
– No me des lecciones de comportamiento que ya no soy un niño, jajaja –.
– Ummm ¿estás seguro? –. Ambos ríen.
– Anda, vamos de una vez. El patriarca ya estará furioso por el retraso... Te hecho una carrera, a ver quién llega primero. –.
– Sabes que te ganaré... –.
– No estés tan seguro de eso, Saga –.
– Ahora lo veremos, jajaja –.
Los dos hermanos corren escaleras arriba atravesando todas las casas, vacías en ese momento. Efectivamente Kanon tenía razón, todos los caballeros debían haber llegado ya al salón del patriarca.
Mientras suben Saga sigue pensando en lo ocurrido en el pasado y en la penúltima noche…
Ya había perdido la noción del tiempo hacía mucho. No sabía cuanto llevaban allí encerrados, años seguramente, desde el juicio de los dioses… Saga recuerda lo que ocurrió aquel día…
Milagrosamente lograron en el último instante despertar el octavo sentido y escapar de una muerte segura tras la gran explosión del muro pero quedaron tan debilitados que les fue imposible continuar la lucha. En ese estado fueron sorprendidos por tres encolerizados dioses. En ese momento Saga descubrió que su hermano había logrado sobrevivir a su pelea contra Radamanthis y que Shion también estaba vivo pero aquellos dioses estaban furiosos, no dudaron en encerrarlos ni en sellar sus cuerpos y sus almas en aquella estatua.
Pasó mucho tiempo... Ya había perdido toda esperanza de ser liberado algún día...
Pero en ese momento ocurrió algo sorprendente.
Un trueno desgarrador hizo temblar toda la estatua, un estruendo fortísimo le hizo sentir miedo, creyó que era el final, que los dioses habían llegado para destruir el mundo definitivamente y ellos desaparecerían por completo sin poder hacer nada por evitarlo.
Tras eso... silencio... – ¿Qué podría haber sido aquello?. –. Su corazón late muy deprisa... trata de escuchar... intentar sentir lo que ocurre en el exterior... no puede... lleva demasiado tiempo allí y esa prisión ha debilitado sus fuerzas hasta el extremo.
En ese momento otro ruido... esta vez un crujido... ve un pequeño punto de luz... una luz que va alargándose hasta convertirse en una línea... crece más y más hasta transformarse en una gran brecha... – ¡No es posible! ¿Acaso alguien lo ha logrado? ¿Alguien ha conseguido romper el sello?. –. La respuesta a esa pregunta pronto llega... otro gran estruendo y la cárcel que los aprisiona estalla en pedazos... siente como su cuerpo se precipita hacia el suelo pero una misteriosa fuerza frena su caída.
Una suave brisa roza su piel, mira hacia arriba y observa un hermoso cielo lleno de estrellas. En ese momento le parece la visión más bella que ha podido contemplar en toda su vida. Vuelve la cabeza hacia un lado y mira a los demás. Lo que ve le sorprende... – ¡No puede ser!. ¿Tanto tiempo llevábamos ahí?. –. Observa como sus compañeros, su hermano, él mismo tienen aspecto de ancianos.
Una voz de mujer interrumpe sus pensamientos...
– ¡Vaya sorpresa!. ¿También hay una maldición?. Parece que realmente los dioses tenían verdadero miedo de ellos. –. La mujer ríe.
Por un momento Saga mira en la dirección de la que procede la voz y observa que Atenea se encuentra junto a una mujer. Esta parece una mujer joven, bastante más alta que la diosa, viste una capa oscura y una capucha oculta la mayor parte de su rostro... – ¿Quién será?. – se pregunta.
– Bueno, no hay problema, puedo deshacerla... – dice la misteriosa mujer sonriendo divertida.
Alza los brazos y entre sus manos aparece una bola de luz blanca y brillante, en un instante varios rayos parten de sus manos e impactan sobre los cuerpos de los caballeros. Algo extraño sucede, sienten un poderoso cosmos que les rodea y los caballeros recuperan las fuerzas rápidamente. Ahora pueden ponerse en pie.
Se miran unos a otros aun confusos y algo desorientados por lo que acaba de ocurrir, sus cuerpos han recuperado no solo su fuerza sino también su juventud, probablemente ahora ninguno tenga más de unos veintidós o veintitrés años.
Pero... parece que no es lo único que la misteriosa mujer ha hecho... ahora visten unas bellas túnicas de seda blanca con bordados de oro en las mangas y en el cuello.
– Mejor así. Vestidos. Sino llamarían demasiado la atención de las damas del santuario. –. Dice ella y suelta una carcajada.
Una leve sonrisa se dibuja en el rostro de los caballeros y Atenea le dedica a la joven una mirada de reproche pero no dice nada, esta parece no haberse dado cuenta.
– ¿Cuanto tiempo habremos estado allí?. – pregunta Aioria en voz baja a su hermano. Aioros se encoje de hombros...
– No lo se, varios años supongo. –.
– Nueve años.– responde la extraña mujer con voz grave y triste.
– ¡¿¡¿Nueve años?!?!. – Exclaman todos al unísono.
– Seguramente necesitareis descansar. – dice Atenea.
– Seguidnos. Los templos de los signos del zodíaco han sido reparados y acondicionados con todas las comodidades de una buena vivienda. – agrega la mujer sonriendo.
Llegan al templo de Aries, varios sirvientes aguardan allí para atender a Mu.
– Si necesitas algo solo dilo y ellos te ayudaran. – le dice la joven. Mu asiente.
– Gracias – dice Mu.
Lo mismo ocurre en el templo de Tauro y por fin llegan a la casa de Géminis.
– Esta casa ha sido ampliada para dos viviendas. Saga, Kanon, espero que os encontréis a gusto en ellas. –. Esta vez el tono de su voz parece más suave y su sonrisa más cálida.
Saga y Kanon se quedan allí mientras los demás continúan su camino. Por un momento se miran...
– Me gustaría hablar contigo... – dicen al unísono. Ambos sonríen.
De vuelta al momento presente Saga recuerda su conversación. Ambos hermanos se sinceraron el uno con el otro. Se contaron toda su historia sin omitir ni un solo detalle... sin secretos... manteniendo la calma. Ambos lograron comprenderse y perdonarse. Dejando fuera todo el rencor y el odio, alejándolo por completo de sus corazones, ambos se abrazaron llorando. Se prometieron que jamás abandonarían el buen camino, que jamás cederían a las malas tentaciones y que por su honor de caballeros defenderían la paz, la justicia y a su representante en este mundo, Atenea.
Saga mira a su hermano. – Hemos cambiado tanto... – piensa.
En ese momento Kanon le devuelve la mirada y ambos sonríen.
Justo en ese momento llegan a las puertas del palacio. El patriarca, Shion, les espera en la entrada. No lleva la máscara esta vez ni tampoco el atuendo que solía llevar, como ellos viste ropa cómoda, y en su rostro hay una expresión de fastidio pero no de enfado.
Saga intenta disculparse...
– Lo siento, señor, yo... –.
– No importa – responde Shion. – Seguidme... –.
– Parece que no está enfadado – susurra Kanon.
– Afortunadamente – responde Saga aún algo preocupado mientras lo mira de reojo.
Entran en el gran salón del patriarca. Atenea les aguarda sentada en el trono, junto a ella la mujer. Justo delante, 14 cajas doradas. Para sorpresa de todos, esta vez hay dos armaduras de Aries y dos de Géminis.
Atenea toma la palabra...
– Lamento mucho que vuestro descanso haya sido tan corto pero una nueva batalla nos espera. –.
Las cajas se abren y las armaduras se ensamblan sobre sus cuerpos brillando más que nunca.
Una nueva batalla comienza...
¡¡Por La Tierra!! ¡¡Por la humanidad!! ¡¡Por la justicia!!
¡¡¡¡¡¡¡POR ATENEA!!!!!!!

FIN

Saludos

[Wind-No-Joseph]

        ¡Un gran saludo desde mi hermosa Patria, el Ecuador!!!: Yo, Wind-No-Joseph no podía desaprovechar esta oportunidad para compartir un espacio con todos los grandes escritores de este foro… Gracias a quienes se darán un tiempo para leer este mini fic. Sin más por decir, empezamos…

El Final De La Primera Guerra Santa…
Por José V. Sayago Gallardo (‘Wind-No-Joseph’)
Hecho en Ecuador - ‘Made In Ecuador’
2007

INTRODUCCIÓN:

        Existen muchas crónicas sobre la pasada Guerra Santa contra Hades que se libró hace 243 años, cuando los únicos que sobrevivieron fueron los Caballeros Dorados Shion y Dohko, pero eso lo conocemos todos muy bien…
        Sin embargo son pocos los que conocen lo que ocurrió casi al principio de los tiempos. Por eso, en esta ocasión quisiera que retrocedamos mucho más en el tiempo. Quiero que me acompañes a la Era del Mito, cuando se libró la Primera Guerra Santa, hace más o menos 2670 años, cuando los protagonistas fueron la Primera Generación de Caballeros Dorados de todos los tiempos…
…
EL FINAL DE ESTA GUERRA REPRESENTA APENAS EL PRINCIPIO…

        La noche ha caído. Aparentemente todo permanece tranquilo en las ruinas del alguna vez majestuoso Santuario de Atenea que ahora luce devastado producto de la sangrienta guerra que acaba de acontecer. Los cuerpos inertes de espectros y Caballeros le dan al lugar una macabra apariencia.
        Aunque Hades por fin fue vencido, la Historia quisiera decir que el sacrificio de tantas vidas valió la pena, pero la verdad no es esa. Este un día triste porque la Tierra ha perdido a la mayoría de sus protectores…
        Y digo la mayoría, porque cerca de las Doce Casas, la batalla aún no ha terminado, dos valientes guerreros que tuvieron la suerte de sobrevivir hacen todo lo posible por evitar que el Santuario sea invadido por los cientos de soldados del ejército de Hades, ambos luchan espalda con espalda mientras el incalculable número de enemigos los rodea.
        “Parece que estos sujetos no se rinden aunque su amo haya muerto. Permanece junto a mí, Kira. Juntos somos más fuertes.”
        “Quisiera creerlo, Kell. Pero tú sabes en la situación en la que nos encontramos…”
        Kira de Virgo, la primera y única mujer dueña de una armadura dorada, aquella hermosa guerrera de largos cabellos plateados y penetrantes ojos celestes, usa su poder espiritual y acaba poco a poco con los interminables soldados que continúan acercándose a ambos.
        Kell de Géminis, el más poderoso de todos los Caballeros Dorados, este joven de largo cabello verde, ojos negros y aspecto tranquilo, ahora muestra ira en su rostro mientras lanza cientos de rayos de luz a través de sus manos, todo por salvar el santuario de su diosa.
        Ambos luchan sin descanso durante horas y han acabado con cientos de soldados, pero más y más siguen apareciendo de la nada. Al verlos luchar así, parecería no importarles que sus armaduras doradas están casi destruidas y que sus cuerpos ya no soportarán por las graves heridas producto de la Guerra contra Hades.
        “Ya me estoy cansando de esto amiga, si no hacemos algo rápido, estos infelices van a acabar con nosotros.” Dice el caballero mientras traspasa con sus rayos dorados a varios enemigos.
        “¿Y qué propones, Kell?” Cuestiona ella sin quitarles la vista a los enemigos.
        “No tenemos más opción que usar ahora mismo el poco cosmos que queda en nuestros cuerpos, ejecutando nuestras mejores técnicas.”
        “Pero si queremos sobrevivir, esa no es una buena idea. Aún estando al cien por ciento de nuestra capacidad nuestros cuerpos no soportarían nuestro máximo cosmos…”
Kell no responde, él simplemente empieza a encender su cosmo-energía hasta niveles insospechados.
        “¡Qué testarudo eres!! No me queda más que hacer lo mismo…”
        Ahora es Kira quien enciende su cosmos hasta el mismo nivel de su amigo, los cosmos dorados de ambos se funden en uno solo, la energía emanada es increíble, y es tan poderosa que todo soldado que se acerca a esta es desintegrado inmediatamente. Viendo tal demostración de poder, todos los soldados detienen sus ataques.
        “¡Ya dejen de profanar este lugar sagrado, malditos vasallos de Hades!!! ¡Su castigo será la muerte inmediata! ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS!!!!!!”
        “¡No permitiré que se salgan con la suya! ¡Daría hasta mi vida con tal de defender este santuario!! ¡EL TESORO DEL CIELO!!!!!!”
        Las increíbles técnicas poseen un poder prodigioso, la mitad de los soldados son desintegrados por la técnica de Kell, mientras que los que son alcanzados por el ken de Kira, simplemente caen muertos. Ambos caballeros dorados cumplen su objetivo de acabar con la invasión del Santuario.
        “¡Bien hecho, Kira!! ¡Por fin acabamos con esta guerra!! ¿Kira?”
        Horrorizado, Kell ve que su amiga está tirada boca abajo, así que enseguida se acerca hacia ella para ayudarla.
        “¡Kira!!! ¡¿Estás bien?!!! ¡Responde!!” Grita Kell desesperado mientras sostiene a su exhausta amiga en su regazo.
        “Te dije que… usar tanto poder… no era una… buena idea…” Dice ella con una amable sonrisa.
        “¡Debí saberlo! ¡Debí saber que uniste tu cosmos y tu vida para ejecutar tu ken!!! Bueno, no importa amiga, te pondrás bien, ya verás…”
        “No intentes… engañarme Kell, sé que… mi muerte ahora es… inevitable, puedo… sentirlo…”
        Kell no puede evitar llorar, pero aún así intenta reconfortar a su amiga mostrándole una sincera sonrisa.
        “¡No te dejaré morir, Kira! ¡Ahora mismo te llevaré con Atenea! ¡Ella te salvará!!”
       “Quisiera creerlo… pero sabes que… Atenea desapareció… después de la guerra…”
        “Eso no es cierto Kira, ella es nuestra diosa y no nos abandonaría. ¡Ya lo sé! ¡Ella debe estar en su estatua!!”
        “Aunque así fuera… no creo que podamos cruzar… las Doce Casas… Sé que ya no tienes energía… ni para caminar…”
        El panorama se ve complicado para Kell, pero su determinación y sentido de la amistad no le permitirán rendirse tan fácilmente. Así que haciendo un gran esfuerzo toma a Kira en brazos y a un paso lento pero firme empieza a caminar hacia la Primera Casa.
        “No lo hagas Kell… déjame morir en paz… y ve a atender tus… heridas…”
        “Jamás te dejaré, Kira!!! ¡Sé que Atenea nos ayudará! ¡Ya lo verás!!!”
       Ahora el dolor es reflejado en el rostro de Géminis con cada paso que avanza, su cuerpo está demasiado exhausto, pero no le importa, lentamente ya ha cruzado hasta la Casa de Leo.
        “Suéltame ya amigo…No seas necio… Si sigues así… morirás tú también…”
        “No insistas Kira, no te soltaré, estaré contigo hasta el final…”
        “Kell… gracias…”
        Mientras continúa en este sobrehumano trayecto, Kell tropieza varias veces, pero en cada ocasión utiliza su cuerpo para proteger a Kira, ahora que su cosmos se ha apagado por completo, él ya no es más que un simple humano herido tratando de salvar la vida de su amiga.
        Sin importarle las consecuencias, él continúa sosteniendo firmemente a su amiga y  aferrándose a la esperanza de encontrar a Atenea, es increíble lo que un humano es capaz de lograr si se lo propone, porque ahora Kell y Kira consiguen pasar a través de la habitación del Patriarca hasta llegar a contemplar la majestuosa estatua de Atenea que ahora luce un tanto agrietada producto de la lucha.
        “¿Lo ves Kira? Te dije que te traería con Atenea.”
        “Eres increíble Kell… lástima que tu… esfuerzo haya sido… en vano…”
        “¡¿Qué?!!!”
        “La vida se me escapa… Adiós amigo… fue un honor luchar… a tu lado… Kell…”
        La Guerrera de Virgo suspira por última vez y mientras una lágrima recorre su rostro, cierra los ojos para morir reconfortada en los brazos de su amigo. Él simplemente no puede creerlo, y paralizado se queda observando a su amiga muerta con esa expresión tranquila, hasta que puede reaccionar pegando un estremecedor grito.
        “¡KIIIIIIIIRAAAAAAAA!!!!!!!!! ¡NOOOOOOOOOOO!!!!!”
        Kell ahora está devastado y llora sin cesar, no puede creer que su esfuerzo haya sido en vano, y como aún no acepta la muerte de su mejor amiga, decide no rendirse en su empeño de encontrar a Atenea.
        “¡No lo acepto! ¡Y no lo aceptaré!!! ¡Tu vida no acabará así, Kira!!!”
        Kell recuesta a Kira en la base del imponente monumento de la diosa, ahora observa la estatua con gran determinación mientras las lágrimas continúan recorriendo su rostro.
        “¡Atenea!! Por favor escúchame. Sé que fue un gran esfuerzo para ti derrotar a Hades, pero tengo un favor que pedirte. ¡Por favor haz que Kira reviva! ¡Ella es una de tus mejores guerreras y merece que le des otra oportunidad de vida!!!”
        Con una gran expectativa, el Caballero continúa observando la estatua, pero nada ocurre, el silencio es total por varios minutos.
        “¡Por favor Atenea! ¡Si quieres toma mi vida por la de ella! ¡Pero por favor no la dejes morir así!!!!”
        Kell se arrodilla y desesperado golpea el piso mientras llora más intensamente, pero se tranquiliza cuando siente que el cálido cosmos de su diosa se hace presente, ahora es la misma Atenea la que le habla con una dulce voz.
        “Mi querido Caballero de Géminis, tu amor y amistad hacia Kira me han conmovido, así que haré realidad tu deseo y usaré tu energía vital para revivir a Kira, lástima que esto hará que tú mueras…”
        “Tu bondad es tan inmensa como tu cosmos Atenea. Gracias por salvar la vida de mi amiga, sabes que no me importa perder mi vida con tal que ella viva.”
        Kell va hacia Kira y la observa por última vez, ahora le da un tierno beso en la frente, como despedida…
        “Tu decisión fue noble, Kell. Te aseguro que su vida será muy valiosa.”
        “Lo sé Atenea, por eso no me arrepiento… Adiós mi diosa, adiós Kira…”
        El confortante cosmos de la diosa cubre por completo a su Caballero, él simplemente cae suavemente de espaldas con una sonrisa en su rostro, su vida ahora reanima el cuerpo de Kira que despierta como de un largo sueño, Atenea le habla.
        “Mira bien a Kell, él dio su vida por la tuya, la humanidad ha mostrado que puede sentir un gran amor por sus semejantes y él es la prueba.”
        “No lo creo, no puedo creer que mi amigo se haya sacrificado así por mí.” Reacciona la guerrera llorando en silencio.
        “No te entristezcas, mi guerrera. Tienes que ser fuerte para enfrentar el nuevo desafío que te encomendaré…”
        Y así, Atenea nombró a Kira como Matriarca del Santuario, y ella en su larga vida, tuvo la oportunidad de reconstruir lo que el mal había destruido, encargándose de dar renacimiento a una nueva generación de Caballeros que lucharían por la justicia, y recordando cada día el gran sacrificio de su amigo Kell.

¡FIN!!!

[Alpheratz]

  Casi no me aparezco por aquí jejeje me dieron las campanitas de Navidad con esto y casi no termino    pero por fin y al fin    mi modesto aporte y que buenos escritores leo el dia de hoy chicos, se han lucido, 

De vuelta a casa

- Fénix, dijiste que crees en un mundo de paz, dónde los hermanos separados pueden reunirse y vivir felices… quiero creer en ese mundo ahora – eso fue lo último que dijo al que fue su enemigo y ahora con tal simples palabras, depositaba su confianza en él, esperando que derrotasen al último dios guerrero y salvasen a Hilda y Asgard del inminente desastre -.

Con su armadura destrozada, cargando a su gemelo y el último rastro de lágrimas en sus ojos, salió de aquel cuarto derruido, en dirección a las caballerizas, sintió el frío aire en su cara y volvió la vista a su hermano, jurando solemnemente devolverlo al lugar de sus antepasados. Acomodó a Syd entre las riendas del caballo y frente a si mismo; retiró su capa y le cubrió con sumo cuidado como si se tratase de un enfermo, no se hacía a la idea de que estaba muerto.

Llevó el animal a galope por las explanadas de Asgard, las tormentas de nieve disminuían a cada momento, señal inequívoca de que Athena perdía rápidamente su cosmo, sin embargo Bud de Acor tenía su mente muy lejos de la batalla; pronto llegó al pueblo que le vio nacer y la nostalgia se apoderó de él, pensó en aquellos momentos de la infancia que pudo haber compartido con su igual, se imaginó corriendo al lado de Syd, jugando como niños y comenzó a llenar su mente de recuerdos inventados, tratando de sofocar el dolor que sentía en ese momento; el caballo comenzó a disminuir su marcha, debido a la falta de presión en las riendas, por parte del jinete.

El entorno ya no era blanquecino, la nieve se derretía rápidamente, por lo que las calles estaban llenas de agua y tierra; pronto se vio rodeado de personas que curiosas se acercaban hacia él, los hombres le miraban con solemnidad, las mujeres le ofrecían una pequeña reverencia y los mas pequeños solo le señalaban con incredulidad, recordó que llevaba su armadura puesta, y aunque estaba hecha añicos, igual era respetado como guardián del avatar de Odín; el corcel se sobresaltó con tanta gente cerca, por lo que en un momento quedó sobre sus patas traseras, sólo la habilidad de Bud, permitió no ser arrojado al suelo.

Cuando por fin pudo dominar la situación, notó que las miradas hacia él habían cambiado radicalmente, sólo expresiones de desprecio e incluso odio percibía por parte de los aldeanos, la gente comenzó a murmurar, Bud no sabía lo que les ocurría, aquellos que le rodeaban comenzaron a tirarle bolas hechas de lodo y restos de aguanieve, insultos le fueron lanzados, gritos de mal augurio fueron pronunciados, entonces el dios guerrero entendió, fijo su vista hacia Syd y advirtió que la capa ya no le cubría; por ello el desprecio, la gente de Asgard no tolera la existencia de gemelos, le culpaban del repentino deshielo.

Bud, volvió a tapar a su hermano, mientras tomaba las riendas del caballo y salía como podía del tumulto a su alrededor, poco tiempo le bastó para salir del pueblo mas cuando lo hizo, detuvo la marcha de nuevo, en verdad no quería llegar a la casa de sus padres, no quería enfrentarlos porque no sabría lo que podría ocurrir ¿qué saldría de su boca? ¿palabras desesperadas? ¿reclamos? tal vez ¿insultos? divagó tanto que no supo en qué momento llegó a las puertas de la mansión.

Lentamente desmontó el caballo y bajó a su hermano, cargándolo de nuevo en brazos; una reja era lo único que lo alejaba de aquella vieja casona, una sirvienta llegó pronto a recibirle pero cuando estuvo a punto de preguntar cualquier cosa, lo vio detalladamente, su armadura, definitivamente no era el joven amo Syd, ató cabos y su rostro reflejó profundo miedo y consternación, entró corriendo a la mansión, donde Bud la perdió de vista.

El dios guerrero abrió la reja y entró suavemente, esperando que los dueños de casa aparecieran  tras la noticia que les pudo haber dado la sirvienta; no tuvo que esperar mucho porque una hermosa mujer de cabellos de oro, salió a su encuentro; por fin estaban frente a frente, tan cerca de ella como sólo había ocurrido el día que nació, la dama alzó la vista y eso bastó para que en la mente de aquel joven cualquier reclamo o insulto se borrara por completo.

La mirada de aquella mujer no emanaba odio, desprecio o terror como la de los aldeanos, era algo que nunca había sentido, algo que la vida le había negado, el amor y el calor de una madre, su fuerza se perdió en aquel momento y cayó de rodillas, aun con su hermano en brazos.

- Perdóname mamá, no pude traerlo con vida.

Las lágrimas volvieron a inundar sus ojos, mientras apoyaba su frente en el pecho de la armadura de su gemelo; la mujer le besó en la cabeza y también se arrodilló, le abrazó con fuerza, a él y a su hermano muerto, mientras la nieve comenzaba a caer de nuevo en Asgard como muestra de la victoria de los santos de Athena.

- Bienvenido a casa, hijo mío.

FIN

Chicos, que la estrella más brillante del firmamento les ilumine, Alpheratz.

Editado por Alpheratz, 17 marzo 2007 - 16:39 .

[zaktiel]

Hola.   primer minific que hago y no me gusto para nada como quedo, trate de hacerlo  lo mejor que pude pero   no estoy acostumbrado quizas sea  eso... espero lo entiendan. 
Saludos.


SORA NO HAN DAN SAGA THE PRELUDE
SAGA DEL JUICIO DE LOS CIELOS  EL PRELUDIO

Por la mente de cierto sujeto inconsciente flotando en el mar, recorrían  como en una película  de acción, la mas terrible y cruel batalla mitica de todos los tiempos,  hasta que  en la subconciencia se oyó “Pegasus Ryu Sei Ken!!!” y luego todo fue oscuridad.

Una gran tormenta eléctrica se había desatado con furia. cerca de la costa, la gente comenzó a huir,  auto evacuándose del lugar.

Un voz sonando como eco, se manifestaba en la mente del sujeto inconsciente.

”Seiya, lo has logrado, Detuviste la ira de Ares. Ahora yo podré descasar en paz y. El mundo no necesita de dioses, solo necesita del amor, amor que jamás les hemos devuelto a la humanidad. Que ciego fui. Lo siento Seiya, todo esto es mi culpa, pero ahora que he pasado a un plano mayor, me arrepiento de muchas cosas. Mi negligencia provoco todo esto. Y yo me hago llamar Zeus!? Mi vergüenza es inimaginable. Ahora que se que al final, actué como un humano, esperando a que pase un problema para después hacer las cosas... Mi castigo fue desaparecer, pero ahora yo  antes de mi viaje a mi destino final. A ustedes santos atenienses. Les devuelvo su vida. Ya no pelearan mas, quiero que vivan como humanos normales. Haciendo vidas normales de los mortales. Ustedes ya no se merecen esto.  El mundo esta a salvo ahora. El mundo no necesita mas santos.  El mundo ahora es controlado por los humanos, con todos sus errores y sus virtudes, mi deseo es que siempre sobresalga ese amor, por que esa fuerza llamada amor,  es la mas poderosa del universo y puede mas que cualquier Dios. Y tu lo has demostrado Seiya. Yo les dejo mi bendición a ustedes santos de la tierra,  vivan felices, y hagan felices a las personas que los rodean.”

Una embarcación que llegaba a la costa por emergencia, noto al sujeto  flotando en el agua a punto de ahogarse, se sostenía en una tabla de madera. 
El marinero que traía una capa impermeable observaba con sus binoculares y cuando vio algo extraño  salto hacia la parte inferior del barco hacia la popa y con un transmisor comenzó a hablar fuertemente.

”Hombre en el agua, hombre en el agua!!!!” Y hubo gran movimiento,  el capitán  salió de la cabina detrás lo seguía presuroso un sujeto con un paraguas, este sujeto no era un marinero era uno de los estancieros mas grandes de la región, quien volvía de un viaje de negocios. El capitán dejo atrás al estanciero, y se acerco hacia la punta de la popa.. y asomo su cabeza y vio como  uno de los marineros con unos salvavidas y una soga, traía de regreso al supuesto naufrago. Luego  se quedo conversando algunas palabras con los marineros que ayudaron a subir a su compañero y al naufrago. Cuando termino volvió hacia  el estanciero con cara de preocupado.

-. “Señor Willman, es el quinto sujeto que encontramos en el agua en la ultima media hora, efectivamente parece ser que la tormenta hundió un barco aquí,. No sabemos si haya mas sobrevivientes. De todas formas ya di aviso a la prefectura. Para que comiencen con los rastrillajes correspondientes.”
-. “Comprendo, ubiquen a ese hombre con los otros 4 y  vamos rumbo al puerto antes de que se complique aun mas la situación.”
-. “Entendido Señor.“ Y todos volvieron adentro.

En el santuario de Grecia,  casualmente  el clima era similar,  rayos  y truenos conmovían al lugar.  A las afueras de la cámara del patriarca una persona se aproximaba sosteniéndose de los pilares para no caerse, parecía muy mal herida. Un guardia a lo lejos avisto su presencia. Y alerto al grito.

-. “Intrusooooooooooooooo!!!!”

La persona que venia a paso lento, pareció colapsar y quedo de rodillas, estaba tan oscuro que no podía verse quien era. Inmóvil, respirando con dificultad. Trato de ponerse de pie, hasta que alguien llego.

-. “Quien eres tu!?” Marín dijo con autoridad,  y detrás de ella decenas de soldados la acompañaban. Pero solo se escuchaba la respiración agitada de esta persona parecía una mujer. De pronto un relámpago cubrió todo el lugar de luz por un instante, y quedo al descubierto el rostro ensangrentado  de.

-. “ATENAAAAAA!!!”  Marín corrió hacia ella se arrodillo y la observo, toco su frente,  estaba volando de fiebre. Y esta herida en la cara  en las manos y en las piernas, con su vestido largo todo embarrado y descosido, cuando Saori logro ver a Marin, se largo en llanto.

-. ”Seiyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!”  y abrazo a Marin como podía. Y Marin no entendía.

-. “Donde esta Seiya.? Donde esta...?”  y en ese momento Saori cayo desmayada. Y  Marin reacciono rápido...
”Rápido,  ayúdenme a llevarla dentro del palacio!!!”


Un nuevo día, una nuevo sol. El santuario parecía muy tranquilo. En uno de los campos de entrenamiento un grupo de jóvenes  tenían combate libres,  uno contra uno...

- “Vamos Dairon, eso es todo? No me hagas reír!!!”  El joven de cabello largo color violeta, no tenia gran contextura física,  era de mediana altura y bastante arrogante.
-. “Maldito Shin, no te saldrás con la tuya esta ves.  Te mostrare de lo que soy capaz.” El otro joven de cabello castaño medio largo y enrulado, se abalanzo  contra Shin. Y comenzó un cruce de golpes a gran velocidad, pero los son eran muy buenos bloqueando. El cruce  de golpes continuo  hasta que Shin dio un giro mortal hacia atrás.
-. “Dairon, confieso que me encanta pelear contigo. Eres el único de aquí  que tiene un nivel parecido al mío.”
-. “Ya Shin, deja de echarme flores, y ponte a pelear, y perderás.  Sonrisa desafiante.”
-. “Veamos entonces!!!”
Los  comienzan a correr hasta cruzarse otra ves, pero  esta ves alguien interrumpen.
-. “Basta!!! Todos vengan aquí rápido.”

Todos los jovencitos se acercaron al adulto que  detuvo el entrenamiento.

-. “Tengo dos noticias que darles... La primera, Atena esta a salvo ha regresado. Y se encuentra de nuevo en el Santuario...” y Dairon  feliz de oír eso  le decía Shin en voz baja.
-. “Te lo dije, Seiya y los otros vencieron de nuevo. Sabia que no nos fallarían! Y tan solo son santos de bronce.” Y la persona mayor continuo.
-. “... Y lo segundo, es que los santos de bronce, han desaparecido. Se los supone muerto en algún lugar.”
Y todos los jovencitos del campo  estaban sorprendidos y comenzaron a murmurar.
-. “No puede ser...” Decía boquiabierto Dairon.
-. “Han muerto!?” En la misma expresión facial contestaba Shin. Dairon no dudo ni un solo segundo y se alejo del grupo y comenzó a correr.
-. “Ey! Dairon, espera adonde vas!!!? Oye amigo!!!”

-. “(Tengo que saber que esta pasando. Algo anda mal.)”


““Y me aleje del grupo  ese día,  pensando en que quizás no volviera jamás, pero algo en mi corazón decía que había algo mas, algo que nadie quería contar  o algo que nadie quiso descubrir, pero yo no me iba a quedar de brazos cruzados, conocí a Seiya gracias a todas las historias  que contaba nuestro maestro en las noches. Y el es mi modelo a seguir... No creo que haya muerto,  yo tengo que saber que paso y encontrarlo.””

Crónicas del santuario ateniense.
Dairon Aspirante a Santo.



Un silencio estremecedor. Solo había cielo  adonde la vista pudiera apuntar En el medio de todo se levanta un lugar con un piso circular suspendido en el aire. Un gran trono, la sombra de una figura asemejando su altura a la de una montaña se encontraba sentado con los cerrados y  pensante... respirando lentamente. Hasta que  se oyó una voz de mujer  de una manera estruendosa.

-. “Hijo mío. Se aproxima la hora...” Y el gigantesco ser  abrió lentamente los ojos.
-. “Madre...”



Se encontraba El señor Willman, con algunas personas en una pequeña cabaña donde  habían encontrado al ultimo de los cinco náufragos del a tormenta.

-. “Traten de despertarlo.”  Dice el señor Willman.   
Una persona  se acerco y comenzó a tocar el rostro, lo movían y hasta le daban pequeñas palmadas en la cara. Hasta que finalmente  reacciono y despertó.

-. ”Por fin has despertado hijo...  Tu barco naufrago y te hemos rescatado del agua... Como te llamas?” Se produjo un breve silencio en la habitación, cuando el joven volvió en si y pudo ver bien al hombre que le hablaba contesto.
-. “Mi nombre?... Mi nombre es... Cole"...


PRELUDIO AL JUICIO DE LOS CIELOS
por Zaktiel

[Jeczman]

SALUDOS A TODOS !!! Por cierto EXCELENTES SUS FICKS, en verdad me han dejado con un increible sabor de boca, espero que disfruten el mio como yo lo he hecho con el de ustedes.

LA CULPA

SALÓN DEL PATRIARCA

La tormenta no dejaba de parar, los truenos estallaron terribles en el cielo, surcándolo y lacerándolo implacable. Retsu de Lince había sido encomendado en ese terrible día a cuidar los aposentos del gran maestro. Sin  duda alguna la tarea mas difícil de todas. Aunque, Retsu respiraba con cierta tranquilidad ya que, al asomarse al enorme ventanal de aquel hermoso salón se vislumbraban las doce casas del zodiaco.

Después de admirar aquella visión, el caballero siguió recorriendo los aposentos hasta llegar a la cámara del patriarca donde reposaba el señor Arles de la copa. La abrupta muerte del antiguo patriarca trajo tristezas y sinsabores a la orden, pero que, finalmente era irremediable en el círculo de la vida.

Al comprobar la paz y tranquilidad del lugar, Restu sintió de repente algo muy extraño en el cosmo del Señor Arles, algo que lo intranquilizó demasiado, no sabía que era pero su mirada no podía despegarse de aquella máscara grotesca, fría y cruel, Retsu utilizó toda su fuerza para desviar su vista, y con mucho cuidado se asomó por el borde de una de las puertas que daba a otro salón.

Con mucho sigilo recorrió el cuarto con la vista, tratando de descifrar el misterio de aquella horrible sensación. Sus ojos volvieron inconscientemente donde Arles el cual parecía en una especie de trance, todo su cuerpo se encontraba inmóvil, sus movimientos eran nulos, era como si el vacío engullera al salón mismo.

“¿Qué estará haciendo el sagrado maestro?” De repente, el lugar comenzó a llenarse de una tristeza profunda, un sentimiento tan fuerte que era evidente para cualquier caballero de la orden. “El maestro ….. el maestro está sufriendo … ¿PORQUÉ?” Trató de ir en su auxilio, pero, algo lo detuvo, una fuerza sobrenatural que lo sobrecogía por completo, era oscura y negra la cual consumía todo lo que tocaba. “Ma…maestro …tengo que ayudarlo…” Retsu forcejeaba terriblemente, pero su fuerza y cosmo eran insuficientes, cada vez que forcejeaba, su cosmo era engullido lentamente. “MA … MAAESTRO ..”

Arles no escuchó el momento en que Retsu se desplomara, estaba muy metido en sus pensamientos, los cuales se repetían una y otra ves sin cesar, sin posibilidad de detener el castigo.

72 HORAS ANTES

“Saga ¿Qué HACES AQUÍ? Se supone que debes seguir cuidando y velando la seguridad del santuario en el templo de Géminis.”  Shion se levanta claramente alterado por la interrupción del santo dorado.

“Su santidad, necesitaba hablar con usted.” Se inclina y sus facciones se entristecen.
Shion se queda de pie por unos instantes y después de meditarlo por algunos segundos, se acerca donde el caballero.

“Se perfectamente porque has venido a verme, tu y Aioros me han demostrado finalmente, porque son los mejores santos de la orden. En cuanto a poder y técnicas ambos están muy equilibrados.”

Saga que seguía inclinado alza lentamente su rostro y busca con la mirada al más sabio de los 88 caballeros.

“Sin embargo” Shion quedó con la palabra en la boca, el silencio envolvió el lugar haciendo que el tiempo se desplazara muy lentamente, los segundos se habían convertido en horas y cada segundo que pasaba Saga sentía un profundo martilleo dentro de su corazón. El cual terminó al escuchar el veredicto.

“No estas calificado para ser el Patriarca” Shion volteó lentamente donde Saga, y con una tibia calidez lo sujetó del hombro.

“Entiendo cuan importante era para ti este momento Saga, y quiero decirte que eres un hombre con muchas cualidades, tal vez incluso mayores que las de tu compañero Aioros.” Saga evitó la mirada de Shion para posarla en el piso, sus ojos comenzaron a enrojecerse y, sin darse cuenta, varias lágrimas caían de su rostro, un profundo pesar recorría su cuerpo.

“Tu problema es que detrás de esa enorme bondad, no encuentro su alma” Saga quedó boquiabierto al escuchar las palabras del maestro, y sin darse cuenta su mente se fragmentó en mil pedazos.

“¿Mi … alma?” susurró en silencio.

“Si, hay algo dentro de ti que me impide ver mas allá de tus acciones, como si inconcientemente no quisieras ser visto.” Shion caminó un rato y después de un momento detuvo sus pasos. “Una fachada .. eso es, todo lo que aparentas ser es una fachada. Mis instintos me indican que hay una fuerte lucha dentro de ti desde hace mucho tiempo y, mientras no puedas controlarlo, no podría cederte el control del Santuario.” Las manos de Saga comenzaron a apretarse lentamente.

Shion siguió caminando hasta que, después de un rato se detuvo justo enfrente del geminiano. “¿Quién eres realmente Saga?” el santo dorado seguía con la vista al piso sintiendo una ira tremenda que comenzaba a corroerle todos los sentidos.

“¿Eres acaso un santo de oro? ¿Un protector de Athena? O tal vez ¿Un fraude? Voy a serte sincero, no puedo seguir teniéndote en este lugar, he querido que seas tu el que lo diga, pero, tu silencio te delata. Hay una oscuridad tremenda que ha comenzado a devorarte, y temo que la misma pueda ser nocivo para todos los caballeros de la orden asi que, tendrás que quitarte la armadura de Géminis y salir del Santuario.”
Saga sintió como algo se apoderaba de su mente y su cuerpo, la ira, la impotencia, la frustración, todo ese cúmulo a un segundo de estallar. Apretando fuertemente su puño se levantó con suavidad y sin decir nada se acomodó el casco de Géminis para luego darle la espalda al sagrado papa.

“¡SAGA! ¡QUITATE LA ARMADURA!” De repente, todos los sentidos del geminiano se agolparon  y la furia por fin explotó tanto en su cuerpo como en su cosmo. “NO ME QUITARÉ ABSOLUTAMENTE NADA VIEJO INSOLENTE”

Shion contempló con horror como aquella oscuridad se perpetuaba no solo en el cosmos sino también en su pelo y facciones del que viera como su futuro sucesor. “SAGA, ESPERA, TRANQUILÍZATE”

“DE NINGUNA MANERA, VOY A MATARTE AQUÍ, EN ESTE LUGAR, Y LUEGO SEGUIRÁ ATHENA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA”

“No voy a permitirlo, si insistes en continuar TENDRÉ QUE DETENERTE”

Los dos combatientes hicieron arder su cosmos hasta el nivel mas alto, y corriendo al mismo tiempo ambos golpearon en un solo punto utilizando todo su poder. Saga, que seguía de pié sintió como un borbotón de fluido le manaba por la boca, asi como un ligero dolor en su costado izquierdo, al voltear, contempló como el sagrado patriarca se desplomaba junto a un rio de sangre.

Al contemplar esto, Saga salió de su trance y observó con horror que sus peores pesadillas se habían vuelto realidad. “¡MAESTRO! . ¡MAESTRO SHION! Saga estaba llorando como un niño, tomando de la mano al sagrado patriarca, tratando por todos los medios de utilizar su cosmo dorado para regenerar su cuerpo.

“Sa..Saga” La mano de Shion alcanzó el rostro del geminiano acariciándolo, una tranquilidad se veía en el rostro del maestro. “Saga, debes … vencer esa … oscuridad … o sino … ella te … consumirá a ti … para siempre … VENCELA … y …. Protege a … Athena.”

Shion quedó con sus ojos fijos en Saga, una mirada que nunca podrá olvidar, Saga no podía gritar y quería hacerlo con todas sus fuerzas. Pero ahora, ya no había marcha atrás, el tiempo ya no se podía retroceder y había que vivir con la culpa para siempre.

De repente, el Patriarca salió de su meditación al sentir una débil cosmoenergía, se incorporó de su silla y se acercó veloz donde la misma. “RETSU” el caballero de bronce se estaba convulsionando y con un pase de la mano del maestro, este recuperó su vitalidad.

“Ma .. maestro … esta ..bien”

“Si Retsu, estoy bien, será mejor que llame a Afrodita para …”

“No su ilustrísima, estoy bien, gracias, en verdad me siento bien gracias a usted, gracias”.

Retsu comienza a retirarse, sin embargo no pudo evitar sentir tristeza por el sagrado maestro, algo había en su corazón que respiraba angustia y sufrimiento. Cuando los ojos de Retsu regresaron donde el rostro de Arles, comprobó por vez primera la soledad, tristeza y angustia de un hombre atormentado. Un hombre arrepentido, con una enorme culpa a cuestas que no lo dejará dormir y descansar en paz jamás.

“¿Que es lo que tanto pensará el Señor Arles? ¿Qué será ….?

[Rexomega]

Destino


Destino... La única cosa inescrutable que puede haber es eso, ni siquiera los dioses están por encima de todo pero... Nadie puede enfrentar al destino ¿O sí? Esa pregunta perforaba la mente de Cronos mientras esperaba sentado en su trono de oro y marfil, en medio del salón más majestuoso del Templo Celestial, donde una vez moró su padre, Urano.

Recordaba como la Madre Tierra; Gea, su madre, le incitó a que matase a su padre, que entonces era el soberano del Universo, en aquel tiempo era joven e inexperto, le gobernaba un profundo odio hacia su estricto y lujurioso progenitor. Para él fue el colmo verlo en brazos de Nyx, riendo y festejando; ¿Tal vez no sabía su destino? Urano siempre aseguró conocerlo, más no dominarlo, eran las únicas palabras humildes que había oído de su boca: “Puedes conocer tu destino, pero no escaparás de él”

Entonces, quizá el siempre lo supo, su hijo, el menor, lo iba a matar y arrojar al Tártaro... Entonces... ¿Por qué estaba en aquel lugar festejando con su amante? ¿Por qué no huyó o buscó protección? Quizás Océano le hubiera defendido... Cronos frunció el ceño, furioso por no entender los actos de su padre, a los que nunca prestó atención cuando estaba a las puertas de la gloria celestial. Tal vez, el dios del Cielo sólo quería pasar sus últimos momentos en la más absoluta felicidad, sí, en los brazos de la diosa a la que amaba de verdad.

Aquellos pensamientos hicieron que el rey de los titanes se levantara bruscamente, aunque quizás ni se dio cuenta, la confusión enredaba más y más su mente y espíritu. Pensar eso sería como asegurar que Urano, la mismísima personificación de la arrogancia y la altivez, había aceptado el destino de ser destronado por su propio hijo, no había hecho nada por evitarlo, ni siquiera intentar matar a su futuro verdugo cuando aún era un indefenso infante, tal como había hecho... Sí, por el maldito destino había arrojado a cada uno de sus hijos al Tártaro, para asegurarse el Trono del Universo hasta el fin de los días.

El alma del titán lloraba lágrimas de sangre al recordar cada vez que nacía uno de sus descendientes, del cuerpo de su bienamada hermana y esposa, Rea. Ella los abrazaba con su infinita ternura, ese amor incondicional que siempre la caracterizó y que lo conquistó desde el primer momento en que la vio, Como le dolía el haber fundado el odio en aquella diosa apacible en su locura, ahora ella lo había abandonado... ¿Qué importaba la lealtad de cientos de titanes? Cuando el único ser que de verdad le importaba le odiaba desde lo más profundo de su alma.

En su delirio, Cronos creyó escuchar las risas inocentes de cada uno de sus hijos: Primero Deméter, luego Hades, Hera, Hestia, y más tarde Poseidón. Cada uno de ellos le sonreía aún mientras él estaba a punto de lanzarlos al abismo, en ningún momento dudaron del amor de su propio padre, el titán maldijo en susurros, no se merecía el amor de nadie, era un monstruo mucho peor que su padre.

En aquel momento de reflexión, el Emperador del Cosmos pensó en lo irónico que resultaba que, a fin de cuentas, un de sus hijos sería quien lo destronase. - El más joven - susurró en silencio, con una sonrisa en los labios al recordar su “hazaña”. El titán pensaba ahora que debió suponer que una madre no aceptaría la muerte de sus hijos eternamente... ¿Y si hubiera mirado lo que contenían aquellas mantas antes de lanzar al Tártaro una mera piedra? ¿Habría cambiado algo? No tenía sentido pensar en ello, simplemente era parte del inescrutable destino del que siempre le habló su padre. - Ja, lo único que ese anciano arrogante quiso enseñarme y yo no lo escuché. - habló de nuevo el titán, mirando por última vez la gloria por la que había luchado: Un palacio como cien montañas y el lugar más hermoso del Universo era el salón del trono. - Sin Rea, esto no es nada... - murmuró con los ojos cerrados -

Las enormes compuertas color platino con bordes dorados se abrieron estrepitosamente, Cronos volteó pues estaba mirando en ese momento su trono vacío. Una sonrisa se formó en el rostro de Cronos, tal vez la última, ahí estaban los bebés que un día lo amaron infinitamente, Hades con su sombrío rostro, Poseidón con su colérica mirada, Zeus con cinismo que maquillaba un rostro misterioso, y sus tres hermosas hijas: La orgullosa Hera, la valerosa Deméter, y la prudente Hestia.

Los Seis no dijeron nada, sus miradas gobernadas por el odio hacían inútiles las palabras, la sonrisa de Cronos se acentuó al ver a su esposa, con sus cabellos verdes y cortos, y su túnica blanca como el mismo Éter, su mirada no parecía albergar ira ni odio, sino más bien compasión.

- Ya es hora de que pagues todos tus pecados, padre. - Afirmó Zeus, el más joven de los seis, quien fue el primero en acercarse, haciendo un ademán para que sus hermanos no interviniesen, aquella sería su batalla. Tras mirar por última vez a su esposa, Cronos se despojó de su capa, dejando ver una armadura majestuosa que desplegaba un brillo pulcro y de color platino, que no llegó a cegar a Zeus, doce alas angelicales, seis a cada lado, se desplegaron al tiempo que el infinito cosmos del Rey de los Titanes. - ¿Pagar por mis pecados? Di más bien que es hora de obedecer las órdenes del destino, es lo mismo que me dijo mi padre antes de que lo... ¡¡MATARA!!

Aquella última exclamación fue el grito de guerra que inició la batalla, un aura dorada y chispeante recorrió el cuerpo de Zeus en contraposición al cosmos galáctico y universal de su padre, que se había armado con su arma insignia, el Megas Drepanon, la hoz divina con la que derrocó a su padre, y con la que pensaba aplastar al mismo destino. Un corte horizontal del arma hizo desgarrar la realidad, provocando sendas explosiones que fragmentaron el pulcro suelo color cielo del salón del trono, gracias a sus sentidos el hijo de Rea pudo esquivar el ataque de un salto, lo que le puso en ventaja para lanzar una tanda de rayos contra el titán, quien se protegió de ellos girando rápidamente la hoz de oro. Pese al fallido intento, el altivo dios del rayo volvió a lanzarse contra su padre, bloqueando y rehuyendo a la vez los cortes dimensionales que su padre generaba gracias al Megas Drepanon, lo primero que pasó por la mente de Zeus fue arrebatársela, así tendría una mínima posibilidad. Rea y el resto de sus hijos, por su parte, veían expectantes la batalla, ávidos de intervenir pero sabía que el más joven de los hijos de Cronos no lo permitiría.  

Cuando Zeus creyó estar en una posición ideal para arrebatarle el Megas Drepanon a su padre, éste lanzó un fulgor escarlata desde sus ojos que lo lanzó al aire, permitiendo al titán desgarrarle el pecho a su hijo más joven, éste cayó pesadamente al suelo. - ¡Hijo! ¡Hermano! - gritaban los espectadores, preocupados por el destino de Zeus, Rea miró suplicante a Cronos pero éste parecía ajeno a todo, su mirada reflejaba cierta locura - ¡Yo venceré al destino! - exclamó golpeando el corazón de Zeus con el extremo punzante de la hoz, o eso pareció, gracias a su puro cosmos, bendecido por su madre y su abuela, el dios del relámpago pudo contrarrestar el golpe pero provocando así una fuerte herida en el abdomen de su padre - Maldito destino... - dijo con voz débil mientras caía desangrado al piso, de su boca y abdomen salían ríos de sangre que formaban un charco alrededor del dios caído, pero eso a nadie parecía importarle, todos se lanzaron a ayudar al valiente Zeus, Hades lo sostuvo y el resto de sus hermanos le miraban sonrientes, sin embargo, Zeus sabía que madre no vería impasible al caído Rey de los Titanes, con mucha dificultad y sosteniéndose la herida, fue caminando lentamente hacia el cuerpo inerte de su padre, donde su madre lloraba la muerte del amor de su vida, pese a que trataba de parecer feliz por la victoria de su hijo, unas espesas lágrimas afloraban en el antes apacible y alegre rostro de la diosa.

Los demás crónidas miraban expectantes, todos mostraban un profundo odio hacia el hombre que los había arrojado al infierno, pero en el fondo de sus corazones, sentían un profundo dolor al ver a su padre moribundo, el Rey de los Titanes, sin embargo, yacía inconsciente con una sonrisa. - Perdiste tú batalla contra el destino, amor.. - decía Rea, siendo cortada por la cálida mano de su joven hijo, quien la miró sonriente, tratando de consolarla - ¿Le... matarás... verdad? - preguntó temblorosa - No - respondió inmediatamente Zeus, al fin y al cabo el es... Mi padre -

[Dios Odin]

Faltan variso y se les acaba el tiempo, RAPIDO!!!!!!!!

Esto se ha puesto bueno, y aunque no he estado en mi casa y no he podido leer. Ojeando parece que hay buenos fics.

Sarita Sarita no te preocupes, lo que mandes está bien.




Odin

[Seiya_de_Sanitario]

Aquí mi mini-fic. Soy un total novato en este asunto, así que tenganme algo de compasión jejeje:

                                             TRAIDOR

-“Sean bienvenidos a la primera fase de su entrenamiento. De aqui en adelante, sus cuerpos, sus almas, su vida entera, le pertenecen al Santuario, a Athena, y de mayor manera, al mundo.” 

Esa era la acostumbrada primera linea del Sargento de Aprendices Nigel Bott, uno de los miembros más respetados, y temidos, del personal de entrenamiento del Santuario. Aún siendo relativamente un Novato en su posición, y al apenas haber pasado unos 5 años desde que obtuvo su Armadura de Plata, el atlético y apuesto inglés de unos 22 años de edad se había ganado el honor de ser nombrado Sargento de Aprendices, quién es aquel que se encarga de recibir a los nuevos reclutas para Aprendices de Caballero, e introducirlos al arduo sistema de honor y meritocria del Santuario de Athena.

-“Durante su tiempo bajo mi tutela serán introducidos a muchas nociones y tradiciones completamente ajenas a sus tradiciones y vidas que han dejado atrás, y será mejor que por su propio bien se acomoden a las mismas, y que estén preparados a las consecuencias de violarlas, algo que puedo asegurar que ocurrirá en un momento u otro.”

Al decir esto, un joven recluta, con algo de nerviosismo en su expresión, le preguntó: “Y cómo nos hará saber si estamos haciendo algo indebido, o correcto?”

Rápidamente, Nigel sube su mano a la altura de sus hombros, y concentra una parte de su cosmo en ella, formando un objeto parecido parecido a un palillo chino, pero mucho más puntiagudo. Al hacerlo, el mini-anfiteatro donde el Sargento estaba impartiendo su clase se llenó de asombro, ya que la gran mayoría de los nuevos Aprendices no sabían manejar su cosmo todavía, y tampoco habían visto a alguien hacerlo. Sin embargo, había uno de ellos que se mostraba extrañamente soberbio, con una sonrisa maliciosa en su cara. Nigel lo vió, y tan pronto como creó el objeto en su mano, lo lanzó hacia el ojo izquierdo del chico, quién reaccionó tanto con sorpresa como con dolor ante el hecho.

-“Yo llamo a esa técnica “Devil´s Sting,” y cada vez que alguno de Uds. sobresalga, ya sea de forma positiva o negativa, la recibirá. Los mejores entre Uds. de seguro la recibirán, pero los peores lo harán también, pero de una manera tan numerosa e intensa que aquellos que los reciban después de mi tiempo con Uds. sabrán tanto de su pobre calidad, como que han entrenado con el Santo de Plata de Ballena, Nigel Bott.

El joven atacado por Nigel, de nombre Moses originario de Nueva Zelandia, nunca olvidaría este incidente…

Esta parte del régimen de Nigel había atraído algo de controversia en el Santuario poco después que asumiera su puesto como Sargento, pero bajo las políticas más y más duras y astringentes impuestas por el nuevo Patriarca, se habían vuelto más aceptadas, y de alguna manera, burladas por lo suaves que eran…

Más bien, Nigel había creado algo de resentimiento en torno de sí, ya que se negaba a cumplir algunas de las nuevas directrices del Patriarcado, como las de dejar morir a los reclutas que no fueran lo suficientemente fisicamente aptos como para batir los duros retos impuestos sobre ellos, o la de adorar al Patriarca como si fuera la mismisima diosa Athena, sobre cuya presencia en el Santuario Nigel tenía algunas dudas. De cualquier manera, la gran reputación del Santo de Ballena lo antecedía, así que se había salvado del trato que aquellos que eran considerados traidores por el Patriarcado usualmente obtenían.

Al terminar su clase, Nigel se dirigió a sus Aposentos en las Residencias del Santuario, donde la gran mayoría de aquellos Santos no Dorados que estaban asignados al Santuario vivían. Nigel no se sentía muy comodo con la situación del Santuario, que se parecía más y más a un recinto de piratas, renegados y asesinos a sueldo que al lugar sagrado de consagración de valientes y fuertes guerreros que debía y había sido no hace mucho tiempo atrás, aunque él sabía que, desafortunadamente, no había mucho que él pudiera hacer al respecto. Después de considerar esto por un momento, trató de quitarse esos pensamientos de la cabeza y descansar un poco. Mañana empezaría la fase física del entrenamiento de los reclutas.

Poco después de que pudiera conciliar el sueño, pudo oír fuertes pasos, varios pasos, acercándose a la puerta de su dormitorio. Rápidamente, preparó varios “Devil´s Stings” y justo cuando estaba listo a tirarlos hacia sus posibles adversarios, se dio cuenta de que solamente eran sus amigos de su propio tiempo como Aprendiz: Remy de Saguitta, Stavros del Escudo, y Erik del Delfín, todos Santos de Bronce. Todos se veían agitados, y asustados:

- “Nigel! Están corriendo rumores muy fuertes en el Santuario! Debes venir con nosotros!,” dijo Stavros
- “Pero de qué se trata? Acaso corremos peligro?,” respondió Nigel
- “Tal vez. No estamos seguros de la veracidad de los rumores, pero por alguna razón debieron ocurrir,” mencionó Erik.
- “Hemos organizado una pequeña reunión en la casa de Aries. Mü no se encuentra en el Santuario ahora, y como yo resguardo el acceso a las 12 Casas, se nos hará fácil reunirnos allí, donde seguramente no nos verán,” añadió Remy

Entonces, los 4 Santos partieron hacia el camino de las 12 Casas. Stavros, casi un estereotipo del griego alegre y sin preocupaciones, estaba innaturalmente asustado. Hacia un esfuerzo por no hacerlo notar, pero la expresividad de sus ojos lo develaba fácilmente. Por el otro lado, Remy y Erik se encontraban más tranquilos, pero muy tensos, especialmente Remy, por la notoriedad de su puesto, y por lo que se estaba metiendo al habitar una Casa del Zodiaco sin el permiso de su guardián.

Al llegar finalmente a Aries, los 4 amigos pasaron sigilosamente y con sumo cuidado a través de la misma hasta llegar a su recámara inferior, que es donde normalmente el Santo Dorado descansa y guarda sus implementos y pertenencias. En cambio, la habitación estaba completamente vacía, a excepción de otras 3 personas, sentadas alrededor de una pequeña fogata.

Al llegar Nigel y sus amigos, estas personas notaron su presencia, pero no se pararon a saludarles. Se notaba que este era un momento de alta tensión para ellos también. Después, procedieron a sentarse todos juntos alrededor del fuego, y entonces Nigel preguntó:

- “Podría alguien decirme de qué se trata todo esto?”
- “Bueno, al parecer el Patriarca ha decidido afianzar aún más su política y perseguir a todos aquellos que han mostrado la más mínima oposición a sus mandatos. Nigel, tú eres conocido por no estar feliz con la situación del Santuario, y tememos que tu serás uno de los primeros en ser capturado,” respondió Remy.
- “Exactamente, y ahora todos nosotros nos hemos reunido para decidir que haremos de ahora en adelante: nos subyugaremos al Patriarca, o nos rebelaremos en su contra y huiremos del Santuario? Obviamente no podemos hacerle frente…,” continuó Erik.
- “Yo me niego a escapar! Estoy segura de que algo podemos hacer! De hecho, conozco al Santo Dorado de Leo, Aioria, y él tampoco está feliz con la situación actual del Santuario. Tal vez si nos organizamos, podamos conducir una rebelión exitosa!,” añadió una de las 3 personas que ya estaban allí, una Amazona pelirroja y bastante atractiva que Nigel no reconocía.
- “Eso es una locura! Aún si pudieramos atraer a un Dorado a nuestra causa, todavía hay muchos otros que se nos opondrían, incluyendo otros Dorados como Shaka de Virgo, Shura de Capricornio, o Death Mask de Cáncer…,” dijo Stavros
- “Cierto. Sinceramente, no creo que una rebelión sea exitosa. Además de los Dorados que mencióno Stavros, la gran mayoría de los Plateados están con el Patriarca. Moririamos rapidámente, y tal vez arriesgaríamos las vidas de muchos otros. Además, no podría imaginar el horror de una batalla de Santo contra Santo. Sería un insulto para Athena… Conozco al Santo de Plata de Cefeo, Albiore, quién reside en una isla al este de Etiopía. Tal vez podamos escapar hacia allá, y poder organizar una iniciativa más efectiva desde allí. No creo que el Patriarca trate de apoderarse de los centros de entrenamiento en el exterior antes de consolidarse acá, y todavía falta para que eso ocurra. Creo que esa es nuestra mejor posibilidad,” dijo Nigel.

El resto de los presentes asintieron tras sus palabras, y se decidieron a seguir el plan de Nigel. Ni él mismo estaba completamente seguro de que pudiera funcionar algo así, pero si sabia que si se quedaba allí, no sobreviviria…

CONTINUARA…

[Dios Odin]

Y listo. Los participantes ya subieron todos sus fics. Ahora queda todo en manos de los foreros para decidir a los dos finalistas .

Mucha suerte a todos, la verdad es que está bastante reñido. Los trabajos tienen buen nivel y están entretenidos .

Gracias por participar, ahora pueden comentar lo que quieran sobre su trabajo, la dinámica, los demás fics, etc jeje.

Las votaciones se cierran a finales de la otra semana.




Odin

[Xenna]

Odin una sujerencia...
Debería ser el voto por mensaje en vez de por encuesta, no se si Mayra tendrá los mensajes suficientes para que le funcione lo de la encuesta

Bueno me voy a terminar de leerlos

Saludos

PD: Si alguien lee el mío quiero saber su opinión sincera, hace bastante que no escribo y me gustaría saber que tal me ha salido

[Jeczman]

Yo también opino lo mismo que Xenna, no es que me incomode ver una gráfica, al contrario me parece que la expectación es mayor cuando no tienes conocimiento de nada.

Odin: Espero reconsideres la excelente idea de Xenna.

P.D. Xenna: El review de tu mini-fick te lo paso por mp.