Capítulo Final: La muerte de Kurumi
- Frontera entre mundo humano y mundo Espiritual -
Kurumi estaba muy herida frente a Empty, ella ahora era una chica normal, sin poderes ni inmortalidad, por lo que ahora estaba más vulnerable que nunca; las otras Espíritus artificiales no podían irse aun porque Empty bloqueaba la entrada hacia el mundo de los Espíritus.
- ¡SIEMPRE TE METES EN MIS ASUNTOS!… ¡PERO ESO SE ACABA AHORA, KURUMI! – Gritaba Hibiki muy molesta – TE MATARÉ Y ME QUEDARÉ CON ESAS NIÑAS.
Empty manipulaba una espada filuda tratando de cortar a Kurumi, ésta lo impedía pero recibía golpes de la habilidosa rival; mientras tanto, las otras niñas no sabían que hacer.
- No retrocederé, yo protegeré a mi hija de tus sucios planes, ella será y vivirá como una chica normal… alguien como tú no lo impedirá – Respondió Kurumi recibiendo golpes
Hibiki perdió el control de su espada, la cual se cayó centímetros más atrás de ellas, no obstante, Hibiki siguió golpeando al Espíritus hasta mandarla a volar, la hija de Ivan cayó de espaldas y muy herida, su estado físico era lamentable.
- Me sorprende que una basura sin poderes como tú siga viva… aunque eso cambiará.
Kurumi se levantó de a pocos mientras escupía sangre, sin embargo, Alice apareció para hacerle frente a Hibiki.
Alice se puso encima de Hibiki y comenzó a apuñalarla pero sus ataques eran tan débiles y Hibiki era tan resistente que no le afectaba demasiado.
- Maldita… mocosa.
Hibiki agarró a Alice, la lanzó e hizo que varios árboles caigan sobre ella provocando una barrera de humo.
- Alice…
Kurumi se levantó y atacó a Hibiki con lo último de poder que le quedaba, poco a poco las heridas se iban abriendo y Empty le provocaba más heridas pero ninguna cedía.
- Ella…
Mientras pensaba, Alice estaba escondida en los árboles mirando a su madre, fue ahí cuando el plan iba a completarse. Kurumi tenia una rama para protegerse de los ataques de su enemiga, luego se le cayó la rama y Hibiki aprovechó para perforar la altura de su pecho con la espada filuda sorprendiendo a todos.
- Te lo dije… todo ha acabado ¿Algo que tengas que decir? – Preguntó Empty muy confiada
- Si… Empty ¿Ya olvidaste que yo siempre fui una estratega? Jaja
- ¿De que…?
- ¡AHORA ALICE!
- ¿Alice?
Hibiki trató de mirar atrás pero era tarde, fue atravesada en todo el pecho por la espada que Alice recibió de Kurumi, la herida era más brutal que la de Kurumi, ella escupió mucha sangre y se arrodilló.
- Esto… no puede ser… no quiero morir… ¿Por qué? ¿Por qué pasa esto?
Kurumi se levantó, se sacó la espada de su pecho y miró a Hibiki.
- ¿Lo ves? Ahora morirás sin haber cumplido tus planes… como siempre, a las finales siempre gano.
- Yo…no puedo más.
Kurumi le cortó la cabeza a Hibiki, luego de salir mucha sangre, el cuerpo de Hibiki se hizo polvo, regresó a la nada ya que era un semi-Espíritu y no tenía cuerpo físico como tal; mientras tanto, Alice y los demás Espíritus veían a Kurumi a lo lejos, la hija de Ivan estaba levantando la cabeza y mirando al cielo.
- Mamá…
Kurumi miraba al cielo, había perdido mucha sangre y sabía bien que no le quedaba mucho tiempo de vida.
- Durante toda mi vida siempre fui despreciada por todos, jamás sentí el calor de mis padres, en cambio, sentí el frio del campo de batalla, en ella perdí a muchos seres queridos, incluyendo la única persona que amé en toda mi vida… pero, en todo lo malo siempre hay algo bueno… en toda ésta oscuridad, al menos puedo dejar un legado, mi hija, quien ahora tomará su propia decisión… ahora que he cumplido mi misión para la cual nací, puedo…morir… y pagar por mis pecados… en la otra…vida.
Tras decir eso, Kurumi cayó al suelo, Alice fue la única en correr hasta llegar a ella y sostener su mano.
- No… No… - Decía Alice entre lágrimas
- Apresúrate o sino pueden venir más y más…escucha… ya no tienes por qué pelear – Decía Kurumi moribunda
- No…No…
Alice se negaba a irse y Kurumi miraba a su hija con una leve sonrisa.
- No cometas los mismos errores que yo… te diría una madre ejemplar, pero yo soy yo – Comentó – Yo estaré feliz con cada decisión que tomes, siempre y cuando tengas bien marcado cuáles serán las consecuencias… Alice… mi adorable hija…
- Mami…
Kurumi dio un último respiro, haciendo caso a su tía Caren, y disfrutando por única vez lo que nunca tuvo en casi toda su vida.
- Oye… con que así se siente…tener una familia… que te quiere.
Mostrando una leve sonrisa como los verdaderos héroes, cerrando sus ojos, Kurumi finalmente murió, pero ésta ves ya no había resurrección de por medio, ya que era una chica normal, ésta vez, Kurumi había muerto para siempre.
- Mamá…
Los otros Espíritus se acercaron hacia Alice y la difunta Kurumi; todos estaban a salvo, tal como lo había dicho ella.
- Tumba de Kurumi -
Las chicas Espíritus artificiales habían creado una pequeña tumba en el lugar, habían cavado pocos metros bajo tierra, pusieron el cadáver de Kurumi y le pusieron piedras, luego pusieron una cruz en la cabecera para que tenga toda la pinta de una tumba.
- Un asesino es lo que es – Decía Alice – No se rompen moldes…cuando uno ha matado no se puede echar atrás, equivocado o no es una marca, y una marca no se borra, una marca que arde… regresa a casa con tus padres, y diles, que todo está bien, que ya nadie te está persiguiendo… siéntate con tus amigas y hermanas, coman algo delicioso y cuéntales todas tus hazañas.
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Tras decir esas palabras de despedida a su madre, hubo un minuto de silencio y todos continuaron hacia el portal para poder cruzar, sin embargo… se escucharon un ruido enorme, se trataban de aviones y camionetas las cuales se dirigían hacia ellos.
- ¡RAPIDO!
Alice tuvo en mente las palabras de su madre y destruyó el portal salvando a sus otras amigas, mientras ellas se ponían a salvo se preguntaban.
- Alice ¿Por qué no vienes?
- He tomado mi propia decisión.
Los aviones se acercaban cada ves más y el jefe decía:
- MATEN A HARDGORE ALICE…CAPTURENLA… QUE NO SE ESCAPE.
- Madre… seguiré tus pasos.
Alice se lanzó hacia delante y empezó a decapitar, destripar, cortar en dos y más cosas mortales a los soldados que se acercaban y disparaban contra ella.
- Qué diablos…
En los transmisores se escuchaban los desgarradores gritos de los soldados, estaban asustados y ahora querían retroceder pero no podía porque Alice estaba matando a todos cruelmente, tal como lo hacía su madre cuando estaba viva.
- AYUDA….
- NO QUEREMOS MORIR…
- Jefe, en unos cuantos segundos, se han formado cerros de cadáveres… esa niña es un demonio – Decía un general – Ahhhh.
- Jefe… a lo mejor, es pariente de….
Alice seguía matando a todos sin piedad alguna ante la mirada sorprendida del jefe quien estaba en una de sus camionetas.
- AYUDENNOS….
- Yo ya tomé mi decisión… - Comentaba Alice
- ¿Quién eres tú? – Preguntó el jefe por el altavoz
- Yo soy Hardgore Alice… la nueva… “NIGHTMARE”
FIN DEL ÚLTIMO ARCO