Tampoco es necesario que todos los enemigos mueran, tranquilamente pueden quedar algunos vivos que ante la derrota de Eris y Ares decidan retirarse, hasta podrían servir si en un futuro decide hacer otra historia con las Saintias.
Sobre SagAres, creo que sí es su final. Siempre fue puesto como el enemigo a derrotar por los otros Gold Saints, mientras que Eris tiene su trama aparte con la protagonista y otros personajes secundarios. Y en este caso hay pocas cosas que se puedan hacer para "escalar" esa escena, o sea es un ataque combinado de 5 Gold Saints con armas de Libra y el espíritu del héroe, es el cierre adecuado para este enemigo. Quizás podríamos haber esperado más combate de su parte, pero ya estaba claro que no podían ni de a 2 contra él cuerpo a cuerpo, no hace falta extender más. Sin mencionar que generalmente en Saint Seiya los enemigos "finales" son derrotados con golpes concentrados, caso Saga al recibir el Cometa con los Cosmos de todos, Poseidon cuando recibe el único golpe que lo derribó con la flecha, o Hades también, incluso en LC a Alone lo derrota Tenma concentrando el Cosmo de todos en la cadena de flores y luego a Hades lo derrotan con el poder de los 12 Gold Saints. Sería natural que los Gold Saints terminen con este rival y luego Eris fuera derrotada por un ataque combinado de las Saintias.
Personalmente creo que al manga le faltaron más combates y enemigos memorables, las Saintias quedaron muy desdibujadas porque al fin y al cabo enfrentaron enemigos secundarios que se introducían en el momento sólo para ser derrotados y de los más poderosos se hacían cargo otros que no estaban ni en agenda, como Ryuthos. Creo que tendría que haber sido más como la saga de Poseidon, donde los Bronze Saints se hacían cargo mientras los Gold Saints no podían participar activamente, acá hasta estaba la excusa perfecta del meteorito para mantenerlos en un lugar a todos, pero quiso mezclar con Hades y terminó haciendo que Milo, Aiolia u otros estuvieran presentes en el campo de batalla y contra los enemigos más importantes (Orion por ejemplo), quitándoles brillo a las chicas. O que todos se concentraran en SagAres, dejando a las Dryads, otros Dioses y enemigos en el camino para las Saintias y secundarios (Mayura, Ryuthos). Pero así como se planteó, hasta Eris quedó apartada por un Dios con apariencia de Saga x)
Hasta me parece una lástima la inclusión de Saints que brillan por su ausencia durante todo el manga, como los alumnos de Mayura, Georg y Juan. Entiendo que se le dé protagonismo a los Gold que son favoritos, pero en el caso de Saintia donde hay personajes originales de la autora y personajes del manga clásico, no se puede relegar el protagonismo de todos tus personajes y que sean opacados por todos los clásicos, incluso la enemiga que pone desde el principio fue pateada fuera de cámara por un Gold Saint clásico "endiosado" (literalmente jaja). Distinto es por ejemplo Episode G que es una historia donde los protagonistas son todos los clásicos y los originales de Okada son los antagonistas, así que no hay un choque de protagonismo entre personajes originales vs los de Kurumada ni entre los buenos ni entre los malos, o LC donde son todos personajes nuevos salvo Aries y Libra, al cual uno lo dejó en coma bastante tiempo y al otro lo mantuvo de espectador hasta el capítulo 150 más o menos, haciéndolos participar pero no opacando a sus personajes. Son distintos tipos de historias pero las menciono para que se vea el problema que hay cuando tus personajes quedan atrás de los tomados de la obra original, que no necesitan hacerlo porque ya todos aman a los Golds clásicos, la autora tiene que hacer que la gente ame a sus originales, tanto los buenos como los malos, pero se hace difícil cuando Milo (clásico) le da dos palizas a Rigel (suyo), SagAres (clásico) toma el trono de Eris (suyo) y los Gold Saints están en todos lados enfrentándolo a él, a las Dryads y a un meteorito mientras la protagonista está soñando y sus compañeras no sabemos ni dónde fueron a parar x)
Es un descargo porque siento que quedó debiendo y ya no hay tiempo para que cambie, sabiendo que no le queda mucho.