Escribo quizá guiado por la profunda amargura que ahora siento, por la pena que tengo por mi país, hoy secuestrado por una fuerza de malvivientes apoyados por otras naciones que han formado un frente común para esclavizarnos, a cambio del control de nuestras enormes riquezas. China, Rusia, Irán, entre otros, están devorando nuestras entrañas amparados por los que se llenan la boca hablando de independencia, soberanía y "Venezuela se respeta", en tanto que a manos llenas se roban los pocos recursos que ingresan por la venta petrolera, dejando sobras para la gente y sobras costosas, porque los precios están disparados y no tienen un techo visible que no sea el cielo.
Veo como poco a poco nos han aniquilado la esperanza y nos han ultrajado el espíritu y el venezolano, de tan alegre y dicharachero que era, se ha convertido en un ser nulo, amargado, capaz de todo para conseguir dinero, sin visión de futuro y sin honor, empeñado únicamente en sobrevivir, rogando a Dios, si nos escucha, no enfermarnos porque no hay medicinas, adelgazando de continuo por el mal comer y soportando el diario embate de la inseguridad amparada por el gobierno y atribuida nada más y nada menos que a la oposición, única culpable de todos los males que padece mi país, mientras que los hampones que desde hace 18 años nos esquilman son impolutos y carentes de responsabilidad, pese a controlar absolutamente todos los escenarios y poderes de la nación.
Muchas razones hay para explicar la derrota opositora, no solo el descarado abuso de un poder electoral corrompido, permisivo con el gobierno que incluso el domingo hacía campaña electoral, pero violento y duro con la oposición, que hasta el viernes estuvo migrando centros electorales por la "violencia opositora" y que afectó a casi un millón de electores, también es justo decir que la oposición cometió demasiados errores, y los errores en política se pagan, y que mucha gente se abstuvo sin entender que el escenario electoral es otro escenario de lucha. Donde se ganó los porcentajes fueron tales que no pudieron cambiar los resultados, donde se perdió no siempre fue por fraude, porque hay estados donde la gente depende exclusivamente del gobierno, como Delta Amacuro, Vargas o Guárico, pero en otros, de no haber tanta abstención, se habría ganado cómodamente. La gente no entiende que la trampa no está en la máquina de votación, sino en todo lo que rodea el proceso, tan evidente es esta verdad, que las elecciones de Bolívar están siendo impugnadas porque se falsearon unas actas MANUALMENTE, para hacer ganar a Justo Noguera, mientras nosotros, los ciudadanos opositores,no tengamos claro que la unidad no es solo de los líderes, sino de nosotros con ellos, mientras no abandonemos la exquisitez que ahora tenemos respecto a quienes nos conducen, no podremos superar al chabestialismo y ni siquiera tendrán que hacer fraude, nosotros les estamos dejando todos los ámbitos. Vienen elecciones municipales y presidenciales y adivinen quiénes, por temor al fraude, por estar molestos con su dirigencia y por exigir demasiado cuando lo importante es salir de los chabestias, no irán a votar...
Apenas tenemos la ayuda internacional, porque internamente todos los caminos están bloqueados. Muchos nos apoyan, otros miran a un lado y mientras mi país se hunde sin parar en la terrible noche del comunismo. Pero si Trump amenaza con invadir -y en serio espero que lo haga, prefiero hablar inglés que ruso o mandarín- ya saldrán todos los "políticamente correctos" y la peste socialista a tronar por la "autodeterminación del pueblo venezolano" y la "intromisión de la garra imperial"... Nos están destruyendo señores, ya esto no es cuestión de soberanía, están acabando con Venezuela y clavando un bastión del narcotráfico y la delincuencia en sus narices...
Y yo, que siempre he tenido fe en que esto pasará, y yo, que siempre he confiado en la Historia y en que ningún país se acaba, me debato ahora entre sobrevivir como el resto de la manada; o irme de mi Amada Venezuela a probar suerte y a riesgo de ser tratado como extranjero, es duro poner en balanza lo que aquí soy, y dejarlo todo para intentar otra cosa en otra nación, es duro porque no tenemos dinero, ni ayuda desde afuera para establecernos y siempre seremos extranjeros, sólo le pido al Único, si aún me oye, que no se debilite mi ánimo y que me abra el camino para enfrentar el destino y que salve a Mi País, porque hoy sólo nos queda la Ayuda de Dios, nada más.
Saludos Cordiales.