Capitulo 13: Adios Athena.. Mi diosa.
Tras la paliza ejecutada por el Caballero Dohko de Libra, los Jueces finalmente consiguieron arribar con vida al Yomotsu… en muy malas condiciones.
— Agh…. Esta-amos he-hechos pedazos. — Casi sin aliento y extremadamente agotado, Kibo expresó lo obvio.
— S-sí... fue brutal. Es increíble que solo un inmundo caballerito nos haya dejado así… — Agregó Radamanthys.
— Será mejor que nos intentemos re-recuperar rápido o sino la señora se-se nos va a enojar en demasía — Replicó Kibo quejándose mientras se paraba —. Bueno. yo-yo me llevo a Aiacos. Nos vemos, tengo varios huesos rotos. Debo descansar; solo espero que Hypnos se baje a la mayoría de los dorados...
— Jo… Pero miren lo que me he encontrado aquí… — Una voz femenina sorprendió a los 2 Jueces que aún permanecían conscientes.
— Lo que faltaba… — Kibo sentenció.
***
El cuerpo de los humanos, es frágil y débil…
Siempre ha sido así…
El poder de un dios es infinitamente superior….
¿Acaso solo vine a buscar la muerte de esta manera? Que coñazo...
-¡Ahhh!
¿Qué fue eso?
(...)
Ah, estoy inconsciente…
—¡Ahhh!
¡¿Quién grita?!
Oh es usted señorita Maylene…
Lamento no poderle ayudar.. Pero mi cuerpo no da más…
Perdóneme por favor… Yo…
El santo de géminis estaba en el piso muy dañado y se encontraba inconsciente, hablando consigo mismo.
Pensando en que ya no podía más (fueron solo unos segundos, pero para Alhen habían sido horas)… Pero al escuchar la voz de Athena, el santo pudo recuperar la conciencia.
Se encontraba muy herido y con la armadura rota en las hombreras. Pero al percatarse que sin él Maylene estaba desprotegida, y en clara desventaja contra el Dios del Sueño, tiró de su orgullo como guerrero:
— No...Yo no puedo, ni pienso, morir así… Agh... —Alhen se paraba poco a poco mientras intentaba ver de manera más nítida todo lo que ocurría. Y lo primero que vio, lo hizo estallar de ira: Hypnos burlándose en la cara de su diosa—. Ah… ¿De qué te ríes?
— De ti, insensato. - Respondió Hypnos —. Resultaste ser un adversario decepcionante... Bueh, después de todo eres un simple humano: ahora mismo acabaré con tu agonía y la de tu amada diosa.
— ¡Cállate Gil1pollas! Me tienes cabreado con tu “poder”. Y aunque me encantaría destruirte con mis propias manos; sé que no lo lograré. —Dándose vuelta miro a Maylene y le dijo-. Necesito que me brinde de su cosmos para poder vencer a dios tan pesao'...
A petición de Alhen, Athena le dió parte de su cosmos a Alhen para que éste lo pudiera usar a voluntad...
— Muchas gracias señorita Athena...
— ¡Le das la espalda a un enemigo en batalla! Eso será mortal: ¡¡MUERE GÉMINIS!! - Hypnos encolerizado atacó con una gran esfera de poder a Alhen, pero el santo ni se inmutó y siguió dándole la espalda.
— Es una pena morir así, pero no me queda otra opción. -Pensaba mientras elevaba su cosmos con parte del poder de Athena —. Pues bien, no queda de otra. Abriré la hyperdimensión y aunque muera succionado por su poder, con ello estoy seguro que…. Si, funcionará.
— Finalizó para observar a Athena — Señorita Maylene lo siento. Pero es la única manera, ya que usted sin armadura está muy desprotegida contra este dios.
Una vez dicha estas palabras y con su cosmos ya en el límite; Alhen usó la otra dimensión con el fin de abrir la hyperdimensión. El cosmos de Alhen estalló. El enorme poder que emanaba era lo suficientemente fuerte como para hacer temblar la Galaxia.
***
Desde el Yomotsu, los jueces miraban enfurecidos a la chica que tenían en frente, cuyos ojos los miraban con burla.
— Lo último que esperaba era encontrarme con una Santa de Oro aquí. Maldita cornuda. — Radamanthys estaba al borde de la histeria. En las condiciones en que estaban, no podrían lograr nada frente a la guerrera que tenían delante.
Sin embargo, lejos de reaccionar de una vez y decapitar a los 3 espectros, Silver de repente se quedó inmóvil, atónita.
—Este cosmos es… Alhen?
***
— AAAAAAAAHHHH!!!!! — El grito del Caballero de Gemini se escuchó fuertemente. Con su mirada llena de determinación, sabía que no había marcha atrás.
— Maldito gusano. Que es lo que pretendes incendiando tu cosmos de esta manera? — Hypnos miraba desconcertado como Alhen intentaba abrir la hyperdimension con su cosmos. — Sabes que no vas a sobrevivir, ningún mortal podría aguantar un segundo allá dentro sin perecer.
— No me importa!!! —Los dioses miraron impresionados a Alhen. — Mientras que pueda proteger a Athena, a mis amigos y a este mundo, no me importa morir!!! Aquí el único que debe de temer eres tu! Una vez que la Hyperdimension se abra, será tu fin, Hypnos!!
- Ridículo… - La voz del Dios de los Sueños se calmó. ¿Por qué debería alterarse si su enemigo estaba cometiendo suicidio? — A los Dioses, este espacio no nos perjudica en nada, pero, adelante, si tantas ganas tienes de morir, pues continua!! JAJAJAJA!!!
— Alhen!! No!! —Maylene miró aterrada a su Caballero. Quiso detener la locura que estaba haciendo pero su mirada le rogaba porque no lo hiciera.
— Ha llegado la hora… ¡¡¡ABRETE HYPERDIMENSION!!! — Y el espacio se rasgó atrapando a los 4 dentro del legendario camino de los Dioses, donde los mortales no podrían entrar, a menos que quisiesen que la muerte sea su único destino. Sin embargo Alhen no se alteró, su rostro permaneció en paz mientras el espacio tragaba su conciencia. Sonreía, Athena y Poseidon estarían a salvo. Lo último que vio tras desvanecerse en la hyperdimesion fue el rostro entristecido de Maylene. – Adiós, diosa mía…
Luego de haberse despedido, su cuerpo desapareció instantáneamente, dejando la armadura de Géminis vacante.
***
— No… - En el Yomotsu, algo habia apretado el corazón de la Santa de Capricornio. —No puede ser, su cosmos ha… desaparecido…
En ese momento, Silver comenzó a recordar eventos del pasado, cuando conoció a Alhen, el dia de su cumple que fueron a celebrar a escondidas con Frick y Lilith, y entre los tres terminaron aplastándole la cara contra el pastel, cuando Frick le pinto una carita feliz a Alhen mientras dormía, cuando inventaron un campamento en pleno coliseo con todos los dorados y terminaron quemados y hospitalizados tras pasar varios días bajo el Sol, las millones de veces que Acuario y Géminis terminaban discutiendo, y varios otros felices recuerdos. Al final, una lágrima se escapó del ojo izquierdo de Capricornio, y no pudo aguantar más…
—¡¡¡¡¡¡¡ ALHEEEEEEEEEEEEEN!!!!!!!
***
Hypnos estaba feliz. No podía creer lo tonto que había sido Géminis. Sacrificó su vida en vano y no podía sentirse más complacido. Además, Alhen no era el único que estaba sufriendo las consecuencias, ya que, el cuerpo actual de Poseidón, Rage, es un cuerpo mortal. Debido a esto, Rage de igual manera estaba empezando a ser succionado por la hyperdimension.
— Que ironia, destruido por el caballero de la diosa con quien te aliaste. No es asi, Poseidon? — Ante el comentario de Hypnos, Athena estuvo a punto de deshacer la hyperdimension, pero… de pronto, un estallido de cosmos le avisó que algo estaba pasando con el Dios del Mar.
— Esto es… — Maylene, e incluso Hypnos estaba sorprendido, Poseidon estaba recuperando toda su divinidad. ¿Será posible que le daño sufrido por la apertura de la Dimensión de los Dioses permitiese el regreso completo del Dios marino?
— No…. No puede ser. — El Dios del sueño estaba horrorizado. Ahora si estaba en problemas, contra el poder total de un Dios no podría hacer nada.
— Y ahora? Donde quedaron tus agallas, Hypnos? — Poseidon miró con furia al dios menor. Dispuesto a deshacerse de él, Rage incendió su cosmos divino.
— Esto no se va a quedar así. Por esta vez, han ganado, pero les aseguro que volverán a saber de nosotros. — Y con estas palabras Hypnos huyó tan rápido como pudo. No estaba tan loco como para enfrentarse a Poseidon en su máximo poder.
Tras la huida del Dios Menor, Athena y Poseidon deshicieron la hyperdimension y regresaron con sus guerreros. Con el semblante triste por la pérdida de Alhen, Athena despertó a los guerreros del sueño en el que habían sido atrapados, solo para darles la trágica noticia.
— Athena, ¿se encuentra bien? — Beau fue el primero en reaccionar ante el rostro entristecido de su diosa.
— ¿Que es lo que ha ocurrido? — Sagen siguió la pregunta del Caballero de Tauro. Sin embargo, Maylene seguía sin responder.
— Athena… Es grave, ¿verdad? – Swallow continuó observando el semblante de su diosa, temiendo la respuesta.
— Alhen… ha muerto. – Finalmente confesó…
***
Las lágrimas de Silver seguían brotando sin control. Sentia dolor, tristeza, furia. De tanto apretar sus puños incluso se habia sacado sangre.
— Jo, el Señor Hypnos logró quitarse a uno de encima. Bien. — Kibo sonrió complacido.
Silver apretó todavía más sus puños. Estaba furiosa. Quería venganza, no podía permitir que la muerte de su amigo quedara impune. Con lágrimas en sus ojos y una expresión de odio intensa miró a los ojos a los 3 espectros que tenía enfrente.
— Ustedes… Van a pagar… por esto… JURO POR MI ESPADA QUE LA MUERTE DE ALHEN DE GÉMINIS SERA VENGADA!!!
Continuará…