Introducción.
La historia de centra en los denominados “Sellos de Sin”, un grupo de personas que son elegidos para proteger la Tierra y sus habitantes. Ellos tienen la capacidad de utilizar el poder llamado “Conexión con la Naturaleza”, que le permite a cada uno manipular un elemento del planeta, estos son Aire (Sello Ventus), Fuego (Sello Ignis), Tierra (Sello Terra), Agua (Sello Aqua), Luz (Sello Lux) y Oscuridad (Sello Erebo). Los Sellos de Sin aparecen cuando el equilibrio de la Tierra está en peligro, esto ocurre cuando los denominados “Pecados” aparecen en el planeta.
El mundo que protegen los Sellos de los Pecados está dividido en dos secciones. La primera es el Mundo Físico, donde habita la raza humana y la raza de los “especiales”. Los humanos son personas comunes y corrientes, mientras que los especiales son personas que nacen con una habilidad especial gracias al denominado “Aymerick”.
La segunda sección es llamada “Mirabilia Mundi”, donde habitan los seres denominados “magos”, seres cuyos poderes solo pueden ser clasificados como “magia” por los humanos y los especiales, pero el origen de sus poderes (y su máximo alcance) es uno de los secretos mejores guardados de la historia.
Una historia de acción, aventura, drama, pequeños toques de comedia y romance, y una que otra muestra de la realidad que se vive día a día en nuestro mundo, pero que la mayoría ignora o quiere ignorar.
Comenzamos con el capitulo 1
Aquella que se combina con el águila del cielo.
En las montañas de Shana, al oeste de la ciudad de Trasia, en la Tierra de los Especiales, se sitúa un pequeño y pacifico pueblo llamado Zoonia, consta de unas trescientas personas, repartidas entre hombres, mujeres, niños, ancianos y animales… los animales son considerados personas por los hombres de este pueblo, ya que esta gente es especial: de todos los seres vivos que habitan el planeta, junto con los animales, son los más conectados con la naturaleza. Estas personas tienen la habilidad de combinarse con los animales, adquiriendo su apariencia parcial o total si así lo quieren.
Nuestra historia comienza en una pequeña cabaña situada en el centro del pueblo, allí vive la nieta del jefe de la comunidad, la joven Adler, la que se combina con las águilas del cielo. Son las 17:00 PM y ella debería estar en el Ritual de Iniciación, pero se ha quedado dormida.
El águila compañero de Adler, Rik, entra por la ventana y se posa sobre la cama de su compañera, luego comienza a picotear su gris cabello y a morder suavemente su oscura piel con el propósito de despertarla.
- Cinco minutos más Rik, por favor.
El águila comienza a volar alrededor de ella emitiendo un fuerte y molesto sonido con sus grandes alas, que cada vez más se intensifican.
Adler abre un ojo y mira a su compañero volando sobre ella y comienza a estirar su cuerpo mientras bosteza.
- Que molesto eres. ¿Qué hora es?
Adler se levanta de la cama y ve el reloj de sol de su escritorio, este indica que son las 17:07 PM…
-¡¿De verdad es esa hora?!... ¡Debería haber estado en el tempo hace media hora! ¡El viejo va a matarme por esto!... ¡Debiste haberme despertado antes, pájaro!
El águila muestra una cara de enfado (en lo posible para un ave) y sale volando por la ventana en dirección al templo del pueblo.
Adler busca en su armario su ropa, elije la playera de color verde y unos pantalones de color violeta, también sandalias hechas de madera, regalo de su abuelo cuando cumplió los 21 años hace algunas semanas.
La joven se viste y se dirige a la cocina en busca de algo para comer, pero recuerda que debería estar ya en el templo y sale corriendo de su casa hacia el enorme templo del pueblo, una estructura hecha a partir de un enorme pino que durante cientos y cientos de años ha sido el centro del pueblo, fundado por sus ancestros hace ya varios años.
Mientras corre, los aldeanos saludan a Adler, algunos le desean suerte y otros la regañan por su sueño pesado, estos últimos son los más ancianos de la comunidad.
Finalmente, Adler llega a la puerta del templo, donde los sacerdotes la esperan, en sus caras se nota la molestia por estar esperando durante tanto tiempo.
-Señorita Adler, llega muy tarde, su abuelo en verdad está indignado por su comportamiento.
-Debería darle vergüenza, usted que será el Sello Ventus en esta era, debería ser más responsable.
-Lo siento, de verdad lo siento.
Luego del regaño, abren la puerta de madera y la joven entra al templo, solo está iluminado por la luz solar que entra por las ventanas de cristal que están ubicadas en la parte superior del templo, en el centro está parado el abuelo de Adler, Drachen, el que se combina con el dragón milenario, usando una túnica de color negro, decorada con escamas de dragón.
-Llegas tarde, Adler, una Sello, y sobretodo tú, la que está la líder de los Sellos en esta era, no debe tomarse su destino a la ligera.
-Lo sé, abuelo.
-Queda claro que no lo sabes, si lo supieras de verdad serías la primera en haber llegado, pero eres la última. Dime, ¿así vas a liderar al resto?, ¿así vas a salvar al mundo?, ¿así mantendrás el equilibro en este mundo y en el otro?
-¡Solo quiero hacer esto a mi manera!
-¡Tu manera no es suficiente! ¡Tu manera va a terminar destruyendo el mundo!
Adler agacha la cabeza y mira avergonzada el suelo, mientras recuerda que hace algunos años, cuando le dijeron que sería el Sello Ventus, su abuelo era mucho más dulce con ella.
-Ahora, ¿recuerdas la oración?
-Sí, la estuve estudiando toda la noche, por eso me quedé dormida hoy.
-Bien, entonces, vamos.
Ambos caminan hacia una puerta en el fondo del templo, en ella están tallados unos símbolos que ella no podía leer, pero él sí.
-“Aquel que es el elegido por el viento, debe recitar la oración para abrir la puerta al otro lado”-
-Ju… juro solemnemente que daré mi cuerpo, mi alma y mi vida para cumplir está sagrada tarea entregada por los dioses inmortales que velan por cada uno de nosotros, que nos observan mediante el fuerte viento que todo puede destruir, pero que también todo lo sabe. Seré el viento que guíe a mis compañeros en la batalla, desde aquí hasta el fin de nuestro tiempo, cuando finalice nuestra historia y nuestra vida se consuma y volvamos a ser polvo, porque del polvo nacimos y al polvo regresamos.
Ante estas palabras, los símbolos comienzan a brillar de un intenso color verde, la puerta se abre, dejando ver que al otro lado solo hay un enorme vacío infinito decorado con millones de estrellas, pero es una la que sobresale sobre las otras, es más grande y de un color verde.
-¿Qué… qué es esto?
-“Esto” es el llamado por los científicos de otras tierras como “espacio”, pero para nosotros es el “Camino”.
-¿”Camino”? ¿Camino hacia donde?
-¿Ves esa estrella de color verde que sobresale de entre las otras?
-Sí, es la más hermosa de todas las estrellas.
-No es una estrella.
-¿Qué es entonces?
Rik entra por una de las ventanas del templo y se posa sobre los hombros de Adler, refregando su cabeza en el cabello de su compañera.
-Eso es algo que tú, nieta mía, debes averiguar por tu cuenta, debes ir allí.
La cara de asombro de Adler cambia a una cara de terror, terror hacia lo desconocido.
-Pero abuelo, no sé nada sobre eso, ¿Cómo sabes que no moriré en el camino? Dicen que en el “espacio” no hay aire que se pueda respirar, que el frio de allí puede matar por congelación a cualquier ser vivo que llegue hasta allí.
-En este mundo, existe una “virtud” llama “fe”, se le conoce como la capacidad de creer y confiar en algo o en alguien. Es lo contrario de la “duda”.
-Ahora mismo dudo de todo esto, no quiero hacerlo.
-Es tu destino hacerlo.
-¡No me importa si es o no mi destino! ¡Quiero seguir viviendo! ¡Si voy allí, moriré!
-¿Acaso no juraste que entregarías la vida por tu destino?
-¡Ya no quiero mi destino! ¡Quiero ser una persona normal! ¡Si voy allí y muero, todo se termina!
Drachen abraza fuertemente a su nieta, hace varios años que no lo hacía, Adler estaba completamente congelada por la muestra de afecto de su abuelo.
-Abuelo…
-Sé que estás asustada, pero hay algo que debes saber: has hecho esto decenas de veces en decenas de vidas, ahora lo harás otra vez, es tu destino, si tú no puedes, nadie más lo hará.
-Tengo miedo.
-Lo sé, debes tener fe.
-¿Sabes lo que pasará si voy?
-No puedo decirlo.
Adler quita los brazos de su abuelo de su cuerpo, y comienza a caminar hacia la puerta que conecta con esa dimensión, quizás creyendo en que podría vivir, quizás no, pero de todos modos, escapar del destino no ayuda en nada, no importa cuánto intentes escapar, al final, la mano del destino siempre tocará tu hombro.
-Quédate aquí, Rik, no quiero que te pase nada a ti.
El águila se aleja del hombro de Adler y se posa en los hombros de su abuelo, este refleja en su cara el orgullo que siente por la determinación de su nieta, pero a la vez muestra tristeza, ya que tampoco sabe que sucederá cuando ella cruce esa puerta.
-Abuelo, si no regreso, quiero que sepas que cuando murieron papá y mamá, fuiste un excelente mentor.
-Mi niña.
-Y, lo siento por todo, por los dolores de cabeza y las decepciones que te he dado durante estos años.
Gracias por todo.
Adler pone un pie en el espacio y siente como su cuerpo es aplastado por la gravedad y siente un frio horrible debido al frio, pero nada de eso llega a matarla.
-Bueno, supongo que ya pasó lo peor.
Adler es succionada por el espacio, a una velocidad descomunal se dirige a esa estrella de color verde que es más grande y brillante que las otras, pero no es capaz de ver el hermoso viaje que emprende a la velocidad de la luz, ya que queda inconsciente, ya sea por la fricción y el frio o por una fuerza que no podemos comprender, ella pierde la noción de espacio y tiempo y ahora todo es luz en su mente.
Continúa en el siguiente capítulo: La profecía que decide el destino.
Editado por Billy J. Cobra, 30 marzo 2014 - 20:21 .