Publicado 14 diciembre 2003 - 08:14
El partido arrancó lento. Los dos equipos estudiosos, aunque el Milan mucho más adelantado y con más ganas de atacar. Boca, tanquilo en el fondo, ordenado, aguantando. Así transcurrieron los primeros 20 minutos del primer tiempo. El Milan sólo buscaba un camino: Shevchenko. Pero la defensa de Boca lo tenía bien tomado. Lo más cerca había sido para el equipo de Bianchi, con un remate de Donnet tras una jugada armada y un cabezazo de Schiavi, que terminaron tapados por Dida.
Y justamente en el minuto 23, uno que todavía no había tocado una pelota en el partido, apareció. Fue el danés Jon Dahl Tomasson. Andrea Pirlo, tal vez el mejor del Milan junto con Gennaro Gattuso, quienes manejan el medio del team italiano, robó una pelota entre Battaglia y Iarley. Y se fue al ataque, veloz, por la derecha. Mandó el centro cruzado, al ras del piso, Shevchenko la dejó pasar y entró el danés por atrás. La pelota entró entre las piernas del Pato Abbondanzieri, que nada pudo hacer.
Luego de la bronca de Bianchi por la pelota perdida en el medio y del reclamo de Battaglia a Iarley, Boca empezó a remar. Y se adelantó unos metros sin perder el órden defensivo, muy bien controlado por Schiavi y Perea, los mejores de Boca en el PT. Faltaba que Clemente Rodríguez se vaya al ataque, algo que poco hizo en elos primeros 45 minutos.
Se decidió a los 29 minutos y le fue bien. Le dejó el balón a Barros Schelotto, quen mandó un centro a media altura. Iarley la peinó justito con su pierna derecha y Donnet, que entraba por la puerta de atrás, la mandó a la red cubierta por Dida, de zurda. Así, las cosas se emparejaron (a pesar del tiro en el palo de Kaká). Y aunque Boca volvió a aguantar, se quedó plantado no tan atrás como todos pensaban.
En el segundo tiempo, el Milan salió decidido a jugar el partido en el campo de Boca. Y lo arrinconó. Fueron 15 minutos complicados para el equipo de Bianchi. Lo tuvo Maldini en un revuelo a un metro del arco, tras un centro desde la izquierda. Lo tuvo Kaká tras otro centro pasado, que se fue a centímetros del palo. Pero la tormenta pasó. Y desde los 25 minutos en adelante, fue superior al Milan.
Sí, tuvo más chances. Con un Cagna genial
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