q sopa?, esto sopà jajaja...
acá están los cuatro participantes que quedan, con sus cuatro obras de teatro...
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Prólogo
Pipón: (vestido con un traje marrón y un pañuelo en la cabeza, sentado y fumando en la plaza) ¿Viste que siempre te quejabas de que ibas a perder todo lo que amabas? Bueno, no lo perdiste, pero tampoco lo hiciste.
Pauluf: (sentado a su lado, con un traje verde) ¿Qué hice?
Pipón: ¡Que no hiciste dije! Eres sordo como tu bisabuela.
Pauluf: ¿Gordo de tanta manuela?
Pipón: ¡Bah! Lárgate, que quiero fumar en paz este habano que me trajeron del mar.
Coro: No te lo creas así
aquí a un costado se nos escribió
que valemos por nosotros mismos,
que tu precio ya se perdió.
Pipón: (interrumpiendo) Ya me lo has contado tantas veces, y realmente lo siento mucho por ti. Pero me cansé de escuchar sobre aquellos peces, y de lo que contigo viví.
Pauluf: Aunque no lo creas, te escuché perfecto. Y no te lo contaba a ti, sino al resto.
Pipón: (mira despectivo al público) ¿A estos?
Pauluf: No son cosas. ¡Son mis contribuyentes, por eso son bellos!
Pipón: ¡Déjate de estupideces! (le golpea en la cabeza)
Parodos
Corifeo: (entra en escena vestido con un traje de oro, y lápiz labial acorde) ¡Bienvenidos desafortunados espectadores de la calumnia vivencial, repleta de temores y horrores que estamos a punto de satirizar!
Coro: (vestidos igualmente pero verdes)
¡Qué sátiro que es el campeón!
De oro viste, y blanca es su dentadura.
¡Es un galán, es un matador!
(en voz baja) ¡Pero no es chiste, es un cara-dura!
Corifeo: (mira con desprecio a su coro por unos instantes, y luego de una pausa continúa) Bueno… nosotros somos “los Sustentos”, un excelentísimo coro de la alta sociedad.
Un corista: (como ocultándose del corifeo) De la alta sociedad nos quejamos porque no nos piensan pagar.
Corifeo: (mira de nuevo con mala cara) ¡Con el sindicato es el problema, no conmigo! (vuelve a mirar al público) Ya veo que nada saben del pasado pisado. Entonces pongámonos contentos, ¡con el sordo y el mal-humorado!
Coro: Ambos perdieron algo importante,
pero ninguno lo busca, en ninguna parte.
Ambos cedieron y se rindieron.
Ahora se tienen porque nunca se tuvieron.
Agón
Pauluf: ¡Si yo les quiero contar es asunto mío! Si no quieres escuchar, vete a tu imaginario navío.
Pipón: Muy bien, cuéntalo de nuevo. Pero si hablas de mi pasado, te corto y hago tripas para el asado.
Pauluf: ¿Me haces un hechizo para ser pesado?
Pipón: ¡No, idiota! Aparte ese no te hace falta.
Pauluf: Bueno, no seas tan intolerante. Si no fueras mi amigo, ya estarías pidiéndome clemencia.
Pipón: ¿Quieres pelear otra vez?
Pauluf: Recuerda que estuviste todo un mes pidiendo que por favor no te castre permanentemente.
Pipón: (a sí mismo) Malditos juegos dementes…
Pauluf: (se dirige al público) Como les contaba, yo sufrí un gran accidente en una carretera serpentina. Me ocurrió en Argentina, donde conocí a una prostituta que era muy fina. Yo iba contento, siendo un argento, porque obtuve la nacionalidad para salir a trabajar. Iba en el auto con Pipón y su traje marrón, buscando a un portero después de conocer al negro cañón. Llegamos por mar hace varios años ya, cuando de nuestro país nos exiliaron por matar. No era nuestra culpa que siempre nos esa clase de trabajo nos dieran. Yo busqué de barrendero, de médico y de cajero. Pero de matón fue lo único que me dieron.
Pipón: Yo sí lo elegí, era bueno el dinero.
Pauluf: El negro cañón nos recibió, y trabajo en el país nos dió. Y un portero fue nuestro primer objeto.
Pipón: Se dice objetivo, torpe.
Pauluf: Como sea. En el auto íbamos para ver a este portero. Dijeron que su vida era nefasta y que se había robado mucha pasta. En el baúl llevábamos un asta, y en la cajuela un buen remo.
Pipón: ¡Y no te olvides del moldo y los juegos de quemo!
Pauluf: El asunto es que Pipón conducía, perdió el control y chocamos contra la comisaría.
Pipón: Culpa mía no fue, tú querías verme conducir con los pies.
Pauluf: Yo no soy responsable de que a mis palabras hagas caso.
Pipón: Ah claro, es que estabas siendo amable y consejos me dabas paso (levanta un pie al aire) a paso (levanta el otro).
Pauluf: (Pipón baja los pies) No te quejes de mis ideas que siempre son buenas.
Pipón: ¿Ah sí? Entonces deja que yo les cuente como conseguimos contactar al negro cañón. Quizás refresque tu memoria que es tan mala como tu sentido auditivo.
Pauluf: ¿Qué pesque una gaviota quemada con el culo abrido?
Pipón: ¡No, sordo inepto! ¡Y se dice abierto!
Pauluf: Es lo que te escuché decir.
Episodio 1
(Pipón y Pauluf bajan de un barco, con los mismos trajes pero resplandecientes y limpios)
Coro: Bajando del barco estaban
contentos por llegar.
Hormigas en el estómago revoloteaban,
ansiosas por trabajar.
Pauluf: (hablando con un tono extranjero ruso) Finalmente llegamos, la Argentina del pecado. Aquí se supone hallaremos trabajo, y pronto participaremos activamente del mercado.
Pipón: (hablando con un tono extranjero japonés) No sé si dejar nuestro legado, toda nuestra experiencia, ésa que nos ha marcado. ¿Y si esto es un error?
Pauluf: Ningún error, no caigas en el terror. Nos haremos panzones y comeremos de a montones.
Pipón: Mercado rima con pecado. Habremos de ganarlo con nuestras pistolas.
Pauluf: ¡Instaurar un cabaret de negras en bolas!
Cañón: (se acerca interesado) Bienvenidos señores del extranjero. ¿Acaso ustedes son Pipón y Pauluf, los galardonados comerciantes (hace una mueca risueña) del Japón?
Pauluf: ¡Encima tenemos fama! Será más fácil que llevar a tu mujer a la cama.
Pipón: ¿Cómo has dicho?
Pauluf: (ignorando a Pipón, y ahora habla en un tono forzado pareciendo educado) Señor, somos comerciantes inocentes de una nación intransigente. ¿A quién debemos vuestro honor?
Cañón: Por ahora mi nombre no importa. Cuando se establezcan, vayan a esta dirección (les entrega una tarjeta y se retira)
Pipón: Ese negro no rimó en nada.
Pauluf: ¡Cállate quejón, y vamos al hotel en Ensenada!
Coro: Pensaban construir su propia mafia
inspirados por sus héroes de la vieja Italia.
Pensaban instaurar un nuevo orden,
soñando en el día que a todos les cobren.
Episodio 2
(en una oscura habitación de hotel)
Pauluf: ¿Tenemos todo? ¿Los clavos, las hachas, el revólver y el moldo?
Pipón: Está todo, incluso el moldo.
Pauluf: ¡Pero no trajimos comida! ¡Me muero de hambre!
Pipón: ¡Si quieres te hago comer una patada! ¡Ahora tenemos otras prioridades!
Pauluf: Tienes razón. Hablar por completo esta lengua pronto necesitaremos. Todavía se nos nota que somos extranjeros.
Pipón: Pero también a encontrar trabajo procuraremos. Aunque sea de punteros. No podemos vivir sólo de matones, las balas y las armas se pagan con dinero.
Pauluf: Este negro nos dejó su dirección para que le hablemos.
Pipón: Sí, pero la nacionalidad primero sacaremos. Parece astuto y aventurero, seguro prefiera que en legalidad estemos. (se ríe mientras dice todo esto)
Pauluf: ¿No te parece sospechoso que nos conozca a los dos?
Pipón: Habrá visto fotos nuestras en el diario la nación.
Pauluf: Tanto estudiaste a este país que te conoces hasta los medios.
Pipón: Por supuesto, hay que saber qué empresas comprar y qué empresas hundir.
Pauluf: Y hay que saber a qué personas contratar y a qué personas abatir. (ambos se ríen)
Pipón: Vámonos, y consigamos la nacionalidad como siempre lo hacemos.
Pauluf: Aquí llevo los verdes. Mi nombre será Ángelo Di’Selmos.
Pipón: Horrible. Yo seré Joe Tribianni.
Coro: Un ilusionista no puede
dejarse cegar por sus ilusiones.
Un asesino nunca debe
dejarse llevar por otros matones.
Episodio 3
(en la casa del negro Cañón, un rústico antro con personajes en la oscuridad)
Coro: (ocultos en la oscuridad) Cuando crees poder hablar
en realidad estás siendo callado.
Imaginando que eres libre de expresar
que lo que buscas aún no has encontrado.
Cañón: (sentado en una silla de oficina estropeada, y un habano encendido que se lo pasea por su cara) Así que Pauluf y Pipón. ¡Qué grandes travesías han realizado ustedes dos! Recuerdo las noticias de Berlín, de la Antártida y del Japón. Hicieron caer hasta al mismísimo emperador. Tan eficientes y profesionales los dos, lo que me hace pensar. ¿Qué hacen en Argentina si no están trabajando para un matón?
Pauluf: Nosotros…
Pipón: (interrumpe bruscamente) Nosotros tenemos nuestros intereses que no importan a nadie. No se preocupe, señor empleador (se ríe) que nunca sus anhelos tocaremos los dos. (Pauluf mira con resentimiento)
Cañón: Parece que no están tan cómodos trabajando juntos. ¿Quizás debería contratarlos por separado? ¿Valen algo de esa forma? No, no creo.
Pauluf: Separados somos aces del crimen, pero juntos somos dioses.
Pipón: Trabajo buscamos, alejándonos de la ley. Si usted quiere nosotros colaboraremos, y le haremos caso como a un rey.
Cañón: Muy bien, para demostrarlo deberán realizar este primer trabajo. No les pagaré, pero si la realizan con éxito les tengo mucho trabajo.
Pipón: Y mucho dinero. (casi enojado)
Pauluf: Sólo los maletines pesados atraen nuestra atención.
Cañón: Por supuesto.
Coro: Y allí se retiran ellos
convencidos de su destino.
Pero sus vidas tienen precio
incluso para un amigo.
Episodio 4
(en un auto por la carretera)
Pipón: (al volante) ¿Estás demente? ¿Conducir con los pies? Estamos trabajando, sé profesional.
Pauluf: Lo soy, aprovecho a practicar. Imagina que nos cortaran los brazos y necesitásemos seguir conduciendo para terminar un trabajo. ¡Vamos, no somos los mejores por nada!
Pipón: Somos los mejores porque sabemos hacer nuestro trabajo. Si mañana necesitamos atrapar una bala con los dientes, bien sabremos hacerlo. Practicar no necesitamos.
Pauluf: No lo creo. Apuesto a que no podrías conducir el auto bien si usas los pies ahora mismo.
Pipón: ¿Otra vez con las apuestas? Pensé que te habías curado de eso.
Pauluf: ¿Por qué dudas? ¡Te apuesto a que estoy curado!
Coro: Cuidado con la vieja
de las bolsas del almacén.
Saldrá volando por el aire
y en el vuelo la chocará un tren.
Éxodo
(de vuelta a la primer escena)
Pipón: ¡Que estúpida historia!
Pauluf: La estabas contando tú.
Pipón: Ya lo sé, torpe. Pero no nos acordamos de ningún detalle. Ni siquiera sabemos por qué terminamos acá.
Pauluf: ¿Con qué palo podemos amasar?
Pipón: Eres un caso perdido.
Pauluf: (mirando hacia el público, pero no hablando con ellos) ¡Mira, algo está pasando en aquella torre!
Pipón: ¡Julián le quitó el rifle al guardia!
Pauluf: ¡Y por allí Giménez y José están amordazando a otros dos!
Pipón: ¡Es un motín, es nuestra oportunidad! (tira el habano al piso)
Pauluf: ¡Descontrol sin fin, una chance de escapar!
Julián: (Aparece en escena, corriendo y agitado) Vamos, se ha armado la revuelta. ¡Tomen estos revólveres y ayuden!
Pauluf: ¡Es el moldo! ¡Lo había robado el carcelero!
Pipón: ¡Finalmente nuestro moldo! ¡Dámelo, yo tengo la mejor puntería!
Pauluf: Puntería al piso nomás.
Pipón: En Italia yo fui el mejor francotirador.
Pipón: En Francia tu peluca derribé sin entrar en calor.
Jorge: (entra en escena, también agitado) ¡Vamos, dejen de pelear y súmense! (se vá corriendo con Julián)
José: (pasa gritando de lado a lado) ¡Motín, motín! ¡Saldremos de aquí al fin!
Varios prisioneros: (pasan siguiendo a José) ¡Muevan los palos con clavos, las pistolas y las armas blancas! ¡Hoy el director perderá la guerra cuando abramos la puerta!
Pipón: ¡La puerta! ¡Vamos Pauluf!
Pauluf: ¡Corre, corre! (ambos corren desesperados y salen de escena)
Coro: Festejar quizás puedan
cuando escapen a la prisión.
Una ciudad nueva los espera
para recibir al crimen con pasión.
Toda historia sin sentido
siempre tiene un significado.
Corifeo: (entra corriendo en la escena) ¡Se me han escapado! ¡Todos los prisioneros! ¡Mi cabeza rodará cuando el intendente lo sepa!
Coro: Sin trabajo se quedará
el director de la prisión.
Contento estamos todos
porque siempre fue un abusón.
Corifeo: Si yo pierdo el trabajo, ustedes también. Hombres verdes sin gloria, cuando me erradiquen perderán su valor.
Pauluf: No te enojes, desde el accidente que lo perdí todo. (mira y habla al público) Caí con furia sobre el lodo de aquella carretera serpentina. No había tomado agua fresca desde hace días, pero a su destino mi corazón seguía, aunque la mente me decía…
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Campamento de locos.
Acto Único.
Escena I.
Entran Juan, María, Tomás y Ana. Están en un campamento, frente al fuego, rodeado por pinos.
Juan:- ¡Qué noche fría!
Ana:- Te dije que te traigas un abrigo mejor que ese que llevás puesto, pero vos nunca me hacés caso.
John:- Está bien, querés que te de la razón, te al doy. ¿Contenta ya? (a Tomás) Esta mujer está cada día más insoportable.
Ana:- Yo insoportable, por favor, no digas tonterías.
María:- (con voz de hartazgo por el pleito) A ver chicos si ya se dejan de pelear. Vinimos a pasar unas lindas vacaciones, no a que discutan como lo hacen siempre, para eso nos quedábamos en casa.
Tomás:- ¡Tengo una idea! Contemos cuentos de terror, la noche está perfecta para ello, ¿no lo creen? (a María en voz baja, casi susurrando) Ojalá que así mi hermana y su novio se dejen de pelear.
María:- (a Tomás en voz baja) ¡Excelente idea! (a todos) Yo se me una muy buena. (María les cuenta su historia, al punto de que al situación tensa entre la pareja pasa, y todos se van a sus respectivas carpas a dormir)
Escena II.
Entran María y Ana. Se encuentran en su carpa. Ana tenía la extraña costumbre de depilarse por las noches, así que ninguna de las dos estaba durmiendo. Luz de linterna.
María:- ¿Por qué te depilás ahora?
Ana:- Porque mañana vamos a nadar en el lago, y estoy re peluda.
María:- ¿Y por qué porqueria no te depilaste antes de venir al campamento? Estás llenando de pelos mi carpa. (Enfadada)
Ana:- Bueno, perdoname. Es que lo olvidé.
María:- Bueno, apurate que quiero dormirme.
Ana:- Está bien, ya casi termino. (Pasan unos minutos, mientras se sigue depilado las piernas) ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! (Grita Ana).
María:- ¿Qué pasó?
Ana:- Un pelo encarnado.
María:- ¡Qué asco mujer!
Ana:- Lo siento, ¿preferías que te mintiera?
María:- No, que te guardes tus comentarios es mejor.
Ana:- Bueno, igual ya terminé. (Apagan la linterna y se duermen).
Escena III
Entran Juan y Tomás. Esta escena es simultánea a la anterior. Ambos están durmiendo, hasta que escuchan un grito.
Juan:- ¿Qué fue ese grito?
Tomás:- No lo se, quizás deberías ir a ver.
Juan:- ¿Por qué yo? Andá vos.
Tomás:- Está bien, pero… ¿nunca viste lo que ocurre en las películas de terror cuando escuchan un ruido y van a ver?
Juan:- No, no lo se. ¿Qué ocurre?
Tomas:- Antes de ir a ver, todos deben separarse para buscar mejor.
Juan:- Eso no tiene sentido, igual es una buena idea.
(Salen Juan y Tomás)
Escena IV
Entran Juan y Tomás, se disponen a buscar de dónde vino el grito. Tomás está descalzo y Juan desnudo.
Tomás:- ¡Juan! ¿Qué hacés en pelotas? (dice sorprendido, ya que no se había dado cuenta de ello por que no había luz dentro de la carpa).
Juan:- Yo siempre duermo desnudo.
Tomás:- Andá a vestirte que te va a dar hipotermia.
Juan:- Bueno, ya vengo. (Sale Juan, Tomás espera unos segundos).
(Vuelve a entrar Juan, esta vez con una bufanda en su cuello, pero nada más)
Tomás:- ¿Vos me estás cargando, o enserio te falla la cabeza?
Juan:- ¿Ahora qué?
Tomás:- ¿Sabés qué? Me cansaste. Andá por ahí si querés averiguar de dónde vino ese grito, yo voy a volver a dormir.
Juan:- Bueno, pero no te enojes.
Tomás:- Bueno, pero no me hag… ¡Ay! Mirá lo que me hacés decir. (Sale Tomás).
(Juan continúa caminando por el bosque, alejándose más del campamento, sin saber que el grito venía de la carpa de al lado).
Escena V.
Entran Tomás, María y Ana. Están listos para preparar el desayuno. El día está hermoso.
María:- Buen día.
Ana:- Buen día.
Tomás:- Buen día.
Ana:- ¿Y Juan?
Tomás:- Mirá Ana, mejor ni preguntes. Ese tipo tiene más problemas.
María:- (Levemente preocupada). ¿Qué le pasó? ¿Dónde está?
Tomás:- Ni idea.
Ana:- (Bastante preocupada). ¿Cómo que ni idea? ¿Dónde lo perdiste?
Tomás:- ¡A, bueno! Se supone que soy su niñera yo, ¿o qué?
Ana:- No, pero vos sabés que es especial.
Tomás:- Especial las pelotas, es un idiota.
Ana:- Lo voy a buscar. (Sale Ana).
María:- Ahora contame bien, ¿qué pasó?
Tomás:- Nada, ¿sabés qué? Se me ocurre algo: agarremos el auto, y nos vamos solos por ahí, la loca de mi hermana se va a poner a buscar al mogólico de su novio, y andá a saber cuánto va a tardar.
María:- Bueno, ya fue. Dale. (Salen Tomás y María. Tal como él dijo, se fueron con el auto a pasar sus vacaciones a solas, lejos de los locos).
Escena VI. Escena Final.
Entra Ana. Busca desesperada a Juan.
Ana:- ¡Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan! (grita varias veces, diez minutos después lo encuentra durmiendo desnudo y con su bufanda arriba de un árbol). Mi amor, bajá de ahí.
Juan:- ¡Hola Ana!
Ana:- ¿Ves que no me hacés caso? Y hasta me llevás la contra. Ahora andás desnudo por ahí.
Juan:- Perdón, de ahora en más te voy a hacer caso.
(Salen Juan y Ana, aparece un arco Iris y los pájaros cantan).
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Obra Teatral
Escenario: Fondo: Colectivo con un chico durmiendo. Demás escenario: Campo. Todos reunidos fuera y al lado del colectivo:
En un viaje de egresados de primaria en el medio de Dios sabe qué campo…
Chico 1: (Gesticulando con pelos y señales) - ¡¿Dónde vinimos a parar?! ¿Qué lugar es éste?
Chico 2: - ¡Ven! Les dije que no tenía que conducir la profe.
Profesora: (Cruzándose de brazos) - Habló la que primera sacó a relucir la idea.
Chica 3: Es que salía más barato… Por cierto… - (Haciendo una visera con una de sus manos) - ¿notaron que no hay ni un solo árbol y el terreno es súper liso?
Chico 1: (Pensativo) - Mmm… según el terreno estamos en Entre Ríos.
Profesora: (Observando a todos lados y de repente mirando sorprendida al chico 1) - ¡Mirá vos! Ya me arrepiento de haberte aprobado Lucas.
Lucas: (Haciendo un gesto de otra vez) - ¡Hay profe! Si me saqué un 7 en Ciencias Naturales.
Chica 4: (Dando un respingo y repentinamente desesperada) - ¡Rajemos antes de que se aparezca un yaguareté y nos haga trizas!
Profesora: (Levanta una ceja) - Eeh… sin palabras.
Chico 5: (Molesto) - ¿Y al final? ¿Qué hacemos? ¡Profe! ¿Y el libro que le traje para viajes lo leyó o no?
Profesora: - Julián… era un repertorio telefónico.
Julián: (Carita de gato mojado) - ¿Y no lo va a usar?
Profesora: (Cara curiosa) - ¿Para qué?
Julián: - Y… - (Gesticulando con las manos) - llame a los bomberos…
Profesora: - AH… - (Gesto de comprensiva y pasiva) - la policía querrás decir…
Julián: (Negando con la cabeza) - No… a los bomberos… con tanto calor no nos alcanza el agua para darnos un baño.
Chico 4: (Elevando su celular y moviéndolo en todas direcciones) - ¿Alguien tiene señal?
Todos: … (Sacan sus celulares y se miran unos a otros)
Chico 6: (Observando su celular) - Ni una condenada barra… bueh!
Chico 3: (Sacando una barra de algo de su cartera) - Yo tengo una barra de chocolate… ¿sirve?
Profesora: Sí Kit… dame… - (Extiende la mano para tomar la barra)
Kit: (Entregando receloso la barra) - ¿Y para qué le sirve Profe…?
Profesora: (Hace un leve encogimiento de hombros) - ¿Para qué te servía a vos?
Kit: (Cara obvia) - Para comerla...
Profesora: (Fingiendo estar exasperada) - ¿Entonces para qué preguntas?
Chico 7: ¿Profe dónde estamos?
Lucas: (Arrastrando las palabras) - Estamos perdidos…
Chico 8: (Levantando la mano eufóricamente) – ¡Yo, yo! ¡Mi mamá dijo que si me perdía me abrazara al primer árbol que encontrara! – (Mira para todos lados) - ¡No hay ninguno! No sé si reírme o llorar a sí que haré los dos al mismo tiempo… Aaaaaaaa AH! Jajajajaja!! Aaaaaaa AH! Jajajajajaja!
Profesora: (Levantando las dos manos) - Tranquila Lucila…
Lucila: Aaaaaaaa AH! Jajajajajjajaja!
Profesora: (Acariciando la cabeza de Lucila) - Tranquila… tranquila…
Lucila: Aaaaaaaa AH! Jajajajajajajaja!!
Profesora: (Dándole un leve empujón hacia atrás) - ¡TE TRANQUILIZAS O TE CUELGO DEL PRIMER ÁRBOL QUE ENCUENTRE!
Lucila: (Inhalando más aire más nerviosa que antes) - AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AH!! JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA!!!
Chico 7: Eh… Profe… no hay ningún árbol.
Kit: (Cantando alegremente) - ¡Mooomento! ¡Qué oigo allá! ¡Sexto grado! ¡Extinto ya está-ah!
Todos: ¡Kit!
Kit: (Leve encogimiento de hombros) - ¿Qué? Cantar me tranquiliza.
Chico 9: (Luego de estar muy pensativo) - ¡Ya sé qué sucede! ¡Nos están grabando para Lost!
Chico 7: ¿Lost no era en un avión?
Chico 9: (Haciendo gestos con la mano) - Si, pero lo argentino siempre está tan mal hecho… seguro no había dinero para conseguir un avión.
Chico 2: (Pateando una piedrita inexistente) - Foo… yo quería salir en Valientes.
Lucila: ¡Yo en Tom y Jerry! – (Cara de qué estúpido de parte de todos) - Es mi dibujo animado preferido…
Profesora: (Toda orgullosa) - Yo quiero ser Violencia Rivas
Lucas: Le queda “ok” profe...
Profesora: (Toda enojada) - ¡QUE DIJISTE SACO DE PULGAS!
Chico 6: (Cara de indiferente) - De piojos profe… desde que se subió al cole no deja de rascarse…
Lucas: ¡Estoy nervioso!
Kit: Nerf y oso… jajajajaja!
Lucas: (Levantando los puños con intención de golpear a Kit) – ¡Mejor cerrá la boca Gringo!
Kit: (Haciendo énfasis con pelos y señales) - ¡Griego! ¡G-R-I-E-G-O!
Lucas: Da igual… los asiáticos son todos iguales.
Profesora: ¡Compórtense todos como caballeros y no se peleen!
Chico 4: ¡Genial! ¡Yo quiero ser de los caballeros de la mesa redonda!
Chico 2: ¡Yo de los caballeros de la mesa rectangular!
Chico 9: ¡Yo de los caballeros de la mesa ovalada!
Lucila: ¡Yo de los caballeros de la mesa triangular!
Chico 7: ¡Yo de los caballeros de la mesa sexagonal!
Kit: ¡Yo de los Caballeros del Zodíaco!
Julián: ¡Yo de los Powers Rangers!
Lucas: (Rascándose la cabeza) - ¿Se vale ser Pikachú?
Profesora: (Desesperada) - ¡Dios! ¡Que venga el mago Merlín y me desaparezca! – (Respirando profundo varias veces) – Bueno… vamos a intentar llamar por teléfono… alguien se va a quedar a hacer dedo y nos turnaremos… si es que pasa alguien. Luego de eso nos vamos a poner a repasar todo lo que dimos en el año…
Todos: Oh!
Chico 7: ¡Al que se le dé por llevar un profesor a Bariloche en secundaria lo re mato!
Chico 10: (En el colectivo desperezándose) – ¿Ya llegamos?
Se cierra el Telón
Fin
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Obra: Sobre gustos no hay nada escrito.
Acto único.
Escena 1:
La escena muestra dos lugares diferentes, el escenario, por lo tanto, se encuentra dividido en dos. Del lado izquierdo, una habitación con puertas y ventanas color blanco y paredes y techo de color rosa bebé. Sobre la pared izquierda, un espejo grande bordeado de figuras de hadas y estrellas en diferentes tonos variando entre rosa y lila, consecuentemente un escritorio de madera, con una computadora nueva y un equipo de música en uno de los estantes, en el superior una serie de portarretratos y en cada foto una adolescente se ve rodeada de amigas y familiares. El estante siguiente, lleno de libros y revistas, y entre ellos una que otra hoja con bocetos de paisajes en lápiz.
En la pared derecha, una estantería llena de peluches y muñecos de todo tipo, acomodados prolijamente. Bajo la estantería una mochila blanca con detalles en negros abierta, dejando ver varias carpetas y libros en su interior.
Al lado de la estantería un ropero de madera color claro, sus puertas cerradas, sus cajones, también.
En el centro de la habitación, contra la pared del fondo, una cama con acolchado blanco estampado en círculos de diferentes colores, almohadones con fundas del mismo estilo. Sobre ella dos o tres peluches de osos de diferentes tamaños, en el centro, sobre la almohada, un oso de peluche marrón, enorme, sobre el cual se encuentra apoyada la espalda de una adolescente hablando por teléfono.
Del lado derecho del escenario, otra adolescente, amiga de la primera, recostada sobre un sillón con teléfono en mano. Las paredes son de color crema y los muebles todos de madera color oscuro, siendo los mismos, tan solo dos: el primero con el frente vidriado, contiene cosas de la familia, copas, platos, etc.; el segundo, se encuentra al lado del sillón y bajito, allí está apoyado el teléfono. En las paredes se encuentran varias pinturas decorativas.
Adolescente: (enfatizando hacia el final de su línea) Bueno, sí, sí, ya lo sé, pero no te llamaba por eso. Ah, bueno, menos mal que ahora sí querés escucharme, porque lo que pasó hoy… NO ME LO VAS A CREER.
Amiga: (exaltada) ¿¡Qué pasó?!
Adolescente: (tono calmado, pero guardando algo de emoción) Hoy cuando salía de la escuela, fui con Lila hasta el kiosco de a la vuelta a comprar algo de tomar. Entonces, cuando terminamos, vi que se me iba el colectivo y decidí volver caminando…
Amiga: (cansada) ¡Dale, decí de una vez qué pasó!
Adolescente: Nada, que cuando volvía caminando me crucé a Poli, ¿te acordás de él, no?
Amiga: Sí, sí, me acuerdo. El de quinto que tiene novia, que es más… (se ve interrumpida)
Adolescente: ¡No hables así de ella! Está bien, tenés razón con lo que pensas, es un poco… Pero bueno, son cosas que una se tiene que aguantar en la vida si sale con terrible… Hombre.
Amiga: bueno, ¿qué pasó entonces con Poli?
Adolescente: Ah, cierto. Pasa que cuando lo crucé, me guiñó el ojo haciéndose el lindo, como siempre, ¿no? Pero el muy distraído no vio que venía una columna de esas de la luz y se la llevó por delante.
Amiga: (se ríe pero sin demasiada emoción, la risa dura poco y continua secamente) Ah, ¿y eso qué tiene?
Adolescente: ¡Ay! ¿Ves cómo sos? Bueno, ¡entonces decime vos qué tuvo de interesante este día!
Amiga: Bueno, yo me crucé a Camila, la del otro tercero, esa que todos dicen que está embarazada…
Adolescente: ¿La novia de Joaquín?
Amiga: No, esa es Juliana, ésta es la que anda con Guillermo, el que tiene cara de que se droga…
Adolescente: Ahhhh, sí, sí.
Amiga: Bueno, hoy cuando la vi, me dijo que estaba yendo a ver a su abuela, porque está internada, viste…
Adolescente: (irónicamente) ah… Mirá vos. ¡Qué interesante!
Amiga: ¡PARÁ, TARADA! No es eso lo que te iba a contar, pero como me acordé te lo dije. Lo que pasa es que después de verla a ella me crucé a la profe de historia…
Adolescente: (otra vez siendo irónica) ¡Más interesante, todavía!
Amiga: (cansada e irritada) ¡Uhhh! ¿¡No podés esperar a que termine de contarte las cosas?!
Adolescente: bueno, nena, no te enojés.
Amiga: bueno, ¡pero nunca me dejás terminar de hablar! La cosa es que me habló y me preguntó si estábamos estudiando para la prueba del miércoles, pero qué iba a saber yo que el miércoles había prueba, ¿no? Asi que le dije que sí, que había estudiado muchísimo y me fui.
Adolescente: (sorprendida y preocupada) ¡¿HAY PRUEBA EL MIÉRCOLES?!
Amiga: ¡¡SII!!
Adolescente: bueno, pero faltan como cinco días.
Amiga: ¿En qué planeta vivís vos? ESTAMOS EN LUNES, ¡QUEDAN DOS DÍAS Y SON UN MONTONAZO DE HOJAS!
Adolescente: Uhh… Bueno, bueno, cierto, pero mañana estudiamos, hoy ya no da, además quiero que me vaya bien porque se viene la fiesta de Cami, ¿viste?
Amiga: ¡CIERTO! Pero tengo como 5 materias bajas, mi mamá no va a dejarme.
Adolescente: (sorprendida) ¡BRUTA! ¿Cómo vas a tener tantas bajas? Yo tengo dos no más.
Amiga: ¡NO MÁS! Pero encima no es mi culpa… La de matemática no me aguanta, por eso no me aprueba.
Adolescente: (siendo irónica) Claro, claro, seguro, ¿no?
Amiga: Bueno, basta del colegio, ¡me estresa! Ah, me olvidaba, hoy vi a Juan, sí, me re emocioné como siempre, ¡es TAN hermoso!
Adolescente: No lo toco ni con un palo.
Amiga: ¡Ay! Vos no sabes nada, es hermoso. Esos ojos, esa boca, ese pelo, esos brazos… (se ve interrumpida)
Adolescente: Basta. Me da asco ese chico, es bajito, gordo, feo y encima es un asqueroso, se podría bañar más seguido, viste… El agua no mató a nadie por ahora.
Amiga: ¡AYYY, NENAAAA! Eso lo decís porque en su momento no te prestó atención, pasa que vos no lo entendés.
Adolescente: ¡AH, BUENO! Pero dale, seguí, ¿qué pasó con él?
Amiga: ¡Ves! Decís eso porque sabés que tengo razón. Bueno, pasa que me invitó a ir mañana a la tarde a caminar por la costa con él…
Adolescente: ¿Y qué le dijiste? Yo que vos, NO VOY.
Amiga: ¿Por qué no? A mí me gusta y con eso basta. Le dije que sí, pero no sé qué ponerme…
Adolescente: Y… Si querés quedar a su altura, digo, a su estilo, porque para altura mejor arrodillate… (la interrumpen)
Amiga: (un poco enojada) ¡QUÉ MALDITA QUE SOS! Ya sé que no es muy alto que digamos, pero a mí me gusta como es.
Adolescente: ¡Comprate lentes, entonces!
Amiga: ¡Uh, no se te puede contar nada a vos!
Adolescente (riéndose): Perdoná, perdoná, dale, contame, no te enojes.
Amiga: Bueno, está bien, ¿me decís qué me puedo poner?
Adolescente: Sí, ponete algo lindo, pero casual, no te arregles mucho porque vas a terminar como la ley del embudo…
Amiga: ¿La ley del qué?
Adolescente: La ley del embudo, ¡la más linda con el más bol…! (la interrumpen)
Amiga (muy enojada): ¡¿Viste que no se te puede contar nada?!
Adolescente: Perdoná, encerio, ahora sí que no te jodo más, ¡pasa que me re tienta a hacer este tipo de chistes!
Amiga (con tono de enojo): Pero no, ya está, ¡me cansaste!
Adolescente: dale, perdóname, no te podes enojar por un chistecito, en serio, ¡perdoname!
Amiga (un poco más calma): Bueno, pero esta vez sí, si volvés a hacer una cosa así, ¡me enojo en serio!
Adolescente: bueno, ponete una remerita ajustada con un sweater bien lindo, de esos que tenés vos, un jean algo ajustadito y un saco. Ese marrón que tenés, ¡me encanta! Además, te queda re-lindo.
Amiga: Bueno, ¿pero cómo me maquillo?
Adolescente: No, andá natural, es lindo así. Como mucho, delineate los ojos así se notan más.
Amiga: Buenísimo, ¡gracias!
Adolescente: de nada… (se escucha de atrás un grito de una mujer: ¡¡¡¡ANDREITA VENÍ A LA MESA QUE YA ESTA LA COMIDA!!!!)
Amiga: Estoy re-nerviosa.
Adolescente: me llama mi mamá, ya está la comida…
Amiga: Bueno, dale, después hablamos, un besote.
Adolescente: Dale, mucha suerte, mañana cualquier cosa hablamos en el colegio. Suerte con ese… ¡Chico! (se ríe)
Amiga: En serio, cortala. Nos vemos, chau…
Adolescente: Chau.
Se apagan las luces.
Fin de la escena.
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Ya todos fueron enviados ante los jueces... En cuanto terminen, conoceremos las calificaciones...
saludos
0
Geminis
Capricornio
Cancer
Escorpion
