LAGRIMAS DE SANGREEra otro día más de entrenamiento en la isla Andrómeda.
Quedaban solo 2 meses para que los mas de 20 aspirantes a ser el nuevo portador de la codiciada armadura de bronce perfeccionaran las técnicas aprendidas durante los mas de 5 años de constantes luchas entre ellos. Una vez cumplido ese lapso de tiempo comenzaría una batalla sin tregua para determinar quien era el mejor de todos, el cual tendría el honor de ser el elegido para realizar la prueba del sacrificio, solo un cosmos lo suficientemente poderoso podría superar tal obstáculo, por tal razón muchos habían muerto sin haberlo lograrlo.
La amazona del camaleón contempló de cerca junto a su maestro Albiore como Shun y Spika, dos de los aspirantes a la armadura de Andrómeda, se batían en un violento combate como parte de su entrenamiento, en el podían utilizar gruesas cadenas que podían lastimar seriamente si el atacante lo deseaba, por esta razón muchas veces estos encuentros terminaban en verdaderos charcos de sangre, que solo podían ser evitados por su maestro quien afortunadamente los detenía cuando la situación se salía de control.
Aun así estaba preocupada porque su mejor amigo, Shun, se encontraba en clara desventaja frente a su rival principalmente debido a su afán de no querer lastimar a otras personas, por lo que solo se defendía de los golpes mas no atacaba a su contrincante, ambos llevaban mas de media hora de combate, sus cuerpos estaban bañados en sudor debido al calor infernal de la isla Andrómeda, el cansancio de Spika hizo detener su ataque por unos instantes.
"Vamos Shun atácame si puedes" le desafió quien era sin duda el mas cruel de todos los alumnos que había en la isla, no sentía compasión durante las batallas y se consideraba a si mismo el mas apto para ganar la armadura de bronce.
"Sabes que no me gusta lastimar a otras personas" le respondió Shun, provocando que su rival se riera en forma burlesca.
"Jajaja me pregunto como piensas ganar la armadura con esa actitud" se mofó "si quieres ser un caballero de bronce deberás vencerme primero, lamentablemente para ti no permitiré que me arrebates ese honor"
Atacó nuevamente con violentos golpes de puño que Shun esquivó apenas, el cansancio retardaba la capacidad de reacción de su lastimado cuerpo, esto fue aprovechado por Spika quien sorpresivamente volvió a atacar logrando dar certeros golpes que recibió directo en su abdomen y costillas dejándolo sin aire en los pulmones.
"¿Aún no vas a atacarme?" le enrostró mientras seguía golpeándolo hasta hacer caer a Shun de rodillas, totalmente sin aliento. Tosía fuertemente tratando de recuperase, en eso sintió un sabor amargo en la boca y supo de inmediato que se trataba de su propia sangre.
"No creas que he terminado" dijo Spika entre jadeos, también estaba muy cansado físicamente 'acabare con esto de una buena vez' pensó para si mientras levantaba el antebrazo y extendía su cadena. “Ahora verás… ¡toma esto!””
"¡Shun cuidado!" gritó la amazona, alertando a su amigo de las intenciones de su contrincante.
El aludido rodó en el suelo, esquivando el cruel ataque. Trató de incorporarse pero un intenso dolor en su pecho se lo impidió.
"¿Que sucede Shun, algún problema con tus costillas?" el chico de cabellos rosados sabia muy bien que le había fracturado al menos un par de ellas. Sin pensarlo dos veces, aprovechó de atacar nuevamente con sus cadenas, esta vez dando de lleno en la espalda de Shun, derribándolo, pero eso no detuvo su ataque contra él.
"Shun no te dejes vencer, atácalo o te seguirá lastimando" le gritó June, estaba desesperada, Spika golpeaba la espalda de su rival con su cadena sin piedad rasgando su camiseta, dejando ver las heridas que le estaba provocando. Shun a esa altura ni siquiera podía defenderse del brutal ataque, lo intentaba pero todo parecía en vano. Ella observaba impotente como su amigo se retorcía de dolor con cada golpe en su espalda y sin embargo su maestro no mostraba señales de querer intervenir.
"Maestro Albiore, si esto continua así, Shun podría morir" comentó la amazona, esperando que esto convenciera a Albiore de dar por finalizado el entrenamiento del día, pero éste permaneció inmutable.
"Maestro por favor, le suplico que detenga esta masacre" insistió, esta vez con su voz quebrada.
"June, estoy tan preocupado por él como tu, pero un verdadero caballero debe poder resistir estas duras pruebas y superarse, sabes tanto como yo que Shun es fuerte, pero su debilidad es no querer lastimar a su enemigo... debe aprender a dejar de lado sus sentimientos para proteger a la Diosa Athena y cuidar la paz en la tierra... espero que puedas entender eso" Su voz era firme.
A la amazona no le quedó mas que rogar por él 'Shun, por favor, resiste... no quiero que mueras' rogó entre lágrimas. Cada grito de Shun partía poco a poco el angustiado corazón de la rubia, por su parte el peliverde sentía cada una de sus heridas arder como el fuego, sus intentos por defenderse eran inútiles, no sabia cuanto mas podía aguantar, estaba a punto de desmayarse del dolor.
Después de largos y eternos minutos Albiore no pudo mantenerse indiferente por más tiempo, el chico se veía realmente mal.
"Esta bien, es suficiente por hoy" gritó Albiore dando por finalizado el combate. Spika sonrió para si, aunque muy en el fondo se compadeció de Shun, admiraba sus nobles sentimientos... sin embargo él estaba allí con el objetivo de ser el portador de la armadura y no dudaría en dar lo mejor de si para ello. Recibió las felicitaciones de su maestro y se retiro a su cabaña a descansar, caminaba lentamente, sus fuerzas estaban agotadas.
"Shun!" apenas su maestro dio la esperada orden la amazona corrió rápidamente a su lado y vio horrorizada las heridas en su espalda, estas sangraban profusamente, "por lo dioses..."
"J-June¿eres tú?" se escuchó susurrar débilmente al lastimado joven. En respuesta la amazona estrecho una de sus manos entre las suyas, acariciándola "resiste Shun, iré a buscar-"
"No será necesario, ya las he traído" interrumpió Albiore, extendiéndole a la amazona una gran cantidad de vendas. "puedes cuidarlo si quieres, pero no puedes dejar de lado tu propio entrenamiento"
"Si maestro, muchas gracias" respondió sumamente agradecida.
Albiore se arrodilló y extendió su brazo para acariciar tiernamente la cabeza de su adolorido alumno mientras le hablaba, en un gesto casi paternal "Shun, se que escondes un gran poder en tu interior que hasta hoy no has querido demostrar, no permitas que tu noble corazón se vuelva en tu contra... pronto comenzarán las verdaderas batallas entre ustedes, en las cuales no podré intervenir más… para ganar la armadura tendrás ganarles a todos y superar la prueba del sacrificio, para eso debes luchar Shun…yo creo en tu poder y tu fuerza, no lo olvides" le comentó antes de retirarse, no podía hacer mas por él, dejar que June lo cuidara era mas que suficiente. Era su maestro, no su padre, aunque el cariño que sentía hacia él era equiparable a eso.
"Lo siento mucho, maestro Albiore, June… siento haberlos decepcionado nuevamente” Shun susurró quedamente y apretó la mano de su amiga con lo poco de fuerzas que le quedaban antes de comenzar a perder la conciencia, lo último que escuchó fue la angustiada voz de June pronunciando su nombre una y otra vez... pronto todo se convirtió en silencio y oscuridad.
CONTINUARÁ... 
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Sagitario
, este es mi primer mensaje aqui y quisiera presentarme con la primera historia cuyo 1 capitulo termine de escribir hace 1 dia atras 
, espero que les guste mucho, me gustaria que me retroalimenten sobre como estoy escribiendo, sugerencias, ideas, todas son aceptadas 
. Para los fans de Shun, este es su fic, profundiza en su etapa de entrenamiento en la isla andrómeda 
Tauro
