Relatos Marinos II: Krishna de Crysaor, determinacion y sabiduriaCapitulo 3Ambos Generales habian llegado a su destino, era al parecer una isla desierta que los recibia con una playa rocallosa y basta. Decidieron no perder mas tiempo en las orillas y dirigirse a cumplir con su mision: ya habian percibido que se trataba de una isla casi desierta, ellos dos no eran los unicos en el lugar. Dos cosmos poderosos y agresivos se encontraban mas adelante, uno de ellos resultaba extrañamente familiar para Krishna, pero lo que mas llamo la atención de ambos fue un tercer cosmos, mucho mas grande que los otros dos, sin duda se trataba del señor de los Generales Rebeldes…la mision de Sorrento y Krishna se complicaba.
Los dos Generales aceleraron el paso y velozmente llegaron hasta donde supuestamente se encontraban sus ocasionales rivales, pero en el momento en que llegaron fueron sorprendidos por un poderosos ataque que los obligo a separarse violentamente a lados opuestos para no ser aplastado por el ken…
— ¡Ondas de Furia!— exclamo una potente voz y nuevamente Sorrento y Krishna fueron atacados con el mismo devastador ataque que volvio a partir el suelo por la mitad con brutalidad.
— Veo que no son basura, me alegra que esto no sea una perdida de tiempo. — de entre el polvo desprendido por los dos ataques comienza a emerger una figura, un guerrero que viste una hermosa armadura de brillos dorados…viste unas escamas, es uno de los Generales Rebeldes el que los ataco.
— ¿Quién eres?—interroga un Sorrento aun sorprendido.
— Soy Anfit de Triton, uno de los cuatro Generales Rebeldes… ¿A cuál de ustedes sera al que enviare a la tumba?
— Veo que tus predicciones eran ciertas, Krishna…desde un inicio, estos sujetos han dejado de lado todo respeto y conciliación hacia nuestro señor Poseidón.
— Lo ves, Sorrento...estoy seguro que el mismo Poseidon esta sorprendido del haber creido que estos rebeldes podrian volver a servirle.
— ¡Basta de habladurías, Generales!...decidan quien morira frente a mi.
— Yo sere tu rival…Krishna de Crysaor.
—Ju ju ju…veo que decides huir de mi, Krishna. — en lo alto, sobre una gran formación de rocas, una enorme figura se manifiesta dirigiendose al guerrero hindú…es un alguien conocido para él.
— Así que eras tú, mis sospechas son confirmadas…sin embargo, aun no consigo entender como pudiste sobrevivir al ataque de Kanon. — Krishna habia reconocido al imponente General, Glaucus de Polifemo, con el cual habia luchado en la isla de Sri Lanka.
— Fui yo quien lo salvo de la dimension perdida a la que fue enviado, General de las escamas de Crysaor. — otra enorme figura se dejaba ver, no era tan grande como Glaucus, pero si poseia un porte imponente y una armadura muy hermosa y ostentosa, similar a unas escamas pero mucho mas radiante—, soy Orion, hijo de Poseidon y señor de los Generales Rebeldes.
— ¿Orion?... ¿el heroe mitologico?...es inaudito, acaso eres un caballero de Athena?— Sorrento no daba credito a las palabras de aquel hombre.
— Te equivocas General de las escamas de la Sirena, no soy ningun caballero protegido por la constelación erigida en mi honor…soy el mismo Orion, el poderoso heroe del mito y he vuelto a este mundo para impedir la batalla que Poseidon esta maquinando para hacerse de la Tierra.
— Pero acaso no comprenden que el ideal del señor Poseidon es por el bien de la Tierra, si el piensa imponerse es para empezar una nueva era, a imagen y semejanza de aquellos tiempos del mito en los que no reinaba la corrupción y la maldad que reinan ahora. — Sorrento intetaba refutar las pretensiones de los Generales Rebeldes y de su lider.
—Veo que ustedes ignoran muchas cosas que estan sucediendo y los comprendo. Su fidelidad hacia Poseidón es grande y eso los ha cegado…la batalla que quiere iniciar no esta decidida por un deseo divino, son fuerzas mucho mas debiles, pero aun asi son mucho mas peligrosas…y por eso debe ser evitada a toda costa.
—…y es por eso que ustedes tienen que ser eliminados, Generales!!— Anfit de Triton comenzo a elevar su cosmos, estaba listo para pelear—, Glaucus, creo que te vengaras del guerrero de Crysaor, no es asi?...pues bien, entonces seras tu al que yo envie al hades, General de la Sirena.
Terminando de decir esto, Anfit se abalanzo con fiereza contra Sorrento, mientras que Glaucus hizo lo propio contra Krishna desde las alturas.
—Esta vez no habra nadie que te salve, Krishna— a pesar de su tamaño, con una gran velocidad, Glaucus habia podido adelantarse a Krishna y lo sorprendio con un poderoso golpe en la boca del estomago después de caer en frente de él. Acto seguido, lo cogio por el cuello y lo lanzo con gran fuerza contra unas rocas enormes.
— Eso es todo lo que tienes, General de Crysaor. — acercandose confiado hacia los escombros formados por la asotada de Krishna, Glaucus no se percato del veloz movimiento ofensivo de su rival, que lo sorprendio con un certero rodillazo para después asestarle un duro golpe en el rostro con el reves de su lanza, el cual lanzo por los aires el casco del gigante y lo hizo caer hacia atras con violencia.
El ataque sorpresivo de Anfit habia sido bien contrarrestado por Sorrento, que pudo evadirlo con gran velocidad, lo cual le permitio contraatacar rapidamente con una potente patada sobre el torso del Rebelde. Acto seguido trato de rematarlo con un golpe en la espalda, pero los rapidos reflejos de Anfit le permitieron sujetar primero el rostro de Sorrento y estrellarlo con brutalidad contra el suelo, para después retroceder con un gran salto.
—Me sorprendes, Sorrento de Sirena. No pense que fueras tan predecible a la hora de pelear, deja ya de oponer resistencia y acepta una ejecución rapida.
— Nunca, piensas que me rendire asi de facil, Anfit— un sangrante Sorrento se ponia de pie con dificultad, ahora tenia planeado atacar con todo su poder, la flauta que habia caido de sus manos durante el primer embate que sufrio junto a Krishna, ahora volvia sus manos.
— Asi que piensas atacarme, vamos…quiero ver si el poder que posees es digno de un General Marino.
— Lamentaras haber dicho eso, siente la bella melodía de la muerte… ¡ Sinfonia de Muerte Final! — una hermosa melodía de flauta comenzo a ser interpretada por Sorrento, era bellisima como ninguna pero llevaba las fatales notas de la muerte en ella. Anfit comenzo a sentir los efectos de la musica de su oponente, sin embargo, el tambien se disponia a atacar de una forma similar.
— Veamos si tu melodía puede contra esto, Sorrento…el poderoso y largo sonido de la caracola consagrada de Triton…¡¡Marcha Asesina!!— un sonido estremecedor fue el que produjo Anfit al tocar la caracola, seguido de un poderoso estruendo que hizo retumbar todo el suelo alrededor de Sorrento, que intentaba seguir firme para no dejar de interpretar su melodía.
— ¡Tu melodía no es nada ante el sonido de esta caracola consagrada, Sorrento!...¡¡que la Marcha Asesina acabe contigo!!— un estruendo más potente que el anterior se produjo al instante en que Anfit tocaba con mas fuerza la caracola, esta vez Sorrento no pudo mantenerse en pie y dejo de tocar su flauta. Acto seguido, el suelo a su alrededor se hizo pedazos y una fuerte onda de energia se encargo de hacer volar por los aires todo el resquebrajado suelo junto con el mismo Sorrento, como si fuese una roca mas.
Krishna pudo ver como su compañero era violentamente elevado por los aires, eso hizo que bajara la guardia y pueda ser alcanzando por el ken de Glaucus.
— Tranquilo, pronto le haras compañía en el otro mundo!!— Glaucus tomo por un brazo a Krishna y lo elevo con fuerza, para luego estrellarlo contra el piso como si fuese un costal de arena. Sin soltarle el brazo, el gigante comenzo a encender su cosmoenergia, se preparaba para un ataque definitivo. Sujetando a un aturdido Krishna, Glaucus se elevo y lo lanzo lejos de él contra el piso y al momento en que el guerrero de Poseidon se estrellaba contra el suelo, el gigante libero su mortal ken…
— ¡¡Trampa Marina!!— ni bien Krishna cayo con violencia sobre el suelo, un circulo de barras luminosas lo rodeo al instante, las cuales empezaron a girar con gran velocidad, a la vez que se iban acercando peligrosamente al maltrecho General.
— ¡¡Ahora…muere!!— Glaucus concentro el poder su ken e hizo que la Trampa se cerrara por completo sobre Krishna, pero algo detuvo rapidamente las peligrosas barras del ken de Glaucus, desintegrandolas al instante: era la lanza de oro de Crysaor.
—Esta vez no, Glaucus— Krishna hacia girar velozmente la lanza sagrada de Crysaor, con lo cual pudo defenderse del ken del gigante—, ¡¡ahora siente el poder de esta arma sagrada!!
Krishna no dio tiempo a un sorprendido Glaucus, que lo unico que pudo hacer fue tratar de esquivar los embates de la poderosa lanza de oro, cosa que finalmente no pudo hacer al ser impactado por el ultimo pero mas furibundo ataque de Krishna, el cual lanzo con fuerza hacia atrás al enorme guerrero y desgarro gran parte de sus escamas.
—Miserable…parece que he subestimado tu fuerza y el poder de esa lanza— Glaucus se incorporaba con dificultad, el ataque de Krishna habia sido impresionante—, lamentaras haber dañado mis escamas, ahora veras mi poder real, la fuerza brutal del ciclope Polifemo.
Glaucus empezo a incrementar su cosmos de una manera violenta, la monstruosa figura del ciclope se formo en medio de su cosmoenergia, detrás del gigante. Krishna se puso en guardia, iba a contrarrestar el ataque, por lo que su cosmos tambien empezo a arder.
—Parece que Glaucus se ha vuelto a complicar con Crysaor…bien, yo no pienso subestimarte, Sorrento— Anfit se acerco al malherido General que yacia tendido sobre la arena y las piedras, lo levanto por un brazo y le propino una patada enorme en el rostro, desprendiéndose con violencia el casco del Marino y haciendolo volar por los aires. Inmediatamente, el cosmos de Anfit comenzo a elevarse con rapidez, mientras concentraba la energia en sus puños, los cuales tenia retraidos y juntos al torso.
— ¡¡Muere de una vez, Sorrento!!...¡¡Ondas de Furia!!— al mismo tiempo que Anfit exclamo esto, sus puños liberaron una onda enorme de energia, que iba haciendo pedazos el suelo mientras se dirigia con velocidad endemoniada hacia un debilitado Sorrento, que poco o nada pudo hacer para evitar el devastador ken. La fuerza del impacto hizo que saliera despedido por los aires y para completar el castigo, en pleno aire, Anfit aparecio de repente y lo fulmino con un tremendo golpe de su caracola sobre la espalda, lo que hizo que el General alado cayera al suelo de una manera brutal.
—Maldición, Sorrento…se que puedes seguir luchando, no te rindas— Krishna no podia evitar pensar en el duro castigo que estaba sufriendo su camarada…pero tampoco podia distraerse frente Glaucus, que al parecer se preparaba a ejecutar un ataque mucho mas fuerte que los anteriores.
— ¿Estas preparado, Krishna?...seras hecho pedazos con mi mas fuerte ataque...¡¡¡recibe la Furia Aullante del gran Polifemo!!!— toda la energia concentrada por Glaucus tomo la forma del torso de un enorme cíclope, que con ambos puños al frente, fue disparado por el gigante contra Krishna, quien tambien concentro su fuerza y se abalanzo para atacar al mismo tiempo con su lanza de oro.
— ¡¡Lanza Dorada!!— Krishna avanzaba con velocidad hacia su oponente con su poderosa arma al frente, pero al chocar su ataque contra el de Glaucus, sintio como si todo su cuerpo fuese aplastado por una fuerza descomunal, que lo freno violentamente y lo hizo retorcerse como si fuese de hule, para después ser impulsado con violencia hacia atrás envuelto en toda esa energia en forma de ciclope, estrellandolo contra unas enormes rocas y haciéndolas pedazos.
— ¡Krishna!— Sorrento, aun tendido sobre el suelo pudo ver el tremendo castigo que sufrio su camarada, lo cual le infundio fuerzas para levantarse y no darse por vencido…estaba seguro que Krishna haria lo mismo.
—No puedo creer que todavía tengas fuerzas después de haber recibido ese ultimo ataque… te dare el gusto y te acabare de forma dolorosa, Sorrento.
— No venceras, Anfit. — Sorrento intento atacar al Rebelde con su ken cortante, pero Anfit pudo avanzar velozmente y esquivarlo, llegando hasta las mismas narices del General...y tomandolo por el cuello con ambas manos, lo elevo y comenzo a estrangularlo con vehemencia.
— Acaba de una vez con él, Anfit…no pierdas mas el tiempo.— Glaucus se dirigia hacia su camarada confiado en que su ken habria acabado con Krishna…pero se equivocaba.
El imponente Orion observaba con atención y calma la lucha de sus Generales Rebeldes contra los Marinos de su padre, por lo que se pudo percatar de la enorme cosmoenergia que se estaba elevando debajo de los escombros formados por el ken de Glaucus: era Krishna de Crysaor, que se preparaba para contraatacar a su enemigo.
— ¡¡Glaucus, detrás de ti!!— la advertencia de Orion hacia su guerrero fue tardia, Krishna emergio levitando y rodeado de una gran aura de entre las rocas, adopto la forma de meditacion con las piernas entrecruzadas y desprendio una gran energia que logro golpear a Glaucus por la espalda.
— ¡¡Demonios!! No puedo creer que hayas resistido mi ataque, deberias estar casi muerto…sin embargo, ahora pareces poseer mas fuerza que antes!— el gigante se puso en pie, estaba sorprendido pero al mismo tiempo estallaba de la ira, su ken maximo habia sido resistido.
— Es cierto que tu ataque fue poderoso y me ha dejado en muy mal estado…pero aunque este muy lastimado, eso no impedira que termine contigo, Glaucus…sera mejor que te despidas de este mundo.
— Tonterias, Marino…veras como esta vez si acabo contigo…toma esto nuevamente…¡¡Furia Aullante!!— Glaucus quemo de nuevo su cosmos y disparo una vez más su devastador ken, pero ahora Krishna estaba preparado y pudo frenarlo gracias a su aura de espiritu.
— Es…es…es imposible!! Está deteniendo mi ken con su cosmos!!!
— Esta aura espiritual ha detenido tu ataque, te adverti que ya no podrias vencerme…ahora siente tu propio poder…¡¡Ro!!— al exclamar ese sonido, el ken de Glaucus parecio deformarse alrededor de Krishna, para luego volver a tomar forma pero esta vez en sentido opuesto y ser disparado contra el gigante, que aun no podia creer lo que veian sus ojos…lo unico que pudo hacer fue tratar de detener su propio ataque con ambas manos, cosa que resulto muy difícil para el General Rebelde, pero que al final consiguió realizar.
Todo el polvo que rodeaba a Glaucus, producto de esta ultima accion, le impidio percatarse que mientras el detenia con problemas su propio golpe, la lanza sagrada de Crysaor estaba girando suspendida en el aire sobre su dueño y portador, el cual, al ver a su enorme rival exhausto y con la guardia baja, la tomo y se abalanzo con gran velocidad contra él, dando un salto enorme y quedando por encima del gigante, listo para dar fin a la pelea.
—¡¡Maldición, Glaucus...reacciona!!— un desesperado Anfit trato de prevenir a su camarada del ataque de Krishna…pero ya era demasiado tarde.
—¡¡¡Lanza dorada de Crysaor!!!— desde las alturas, Krishna concentro toda su fuerza en su poderosa arma y fulmino con una devastadora lluvia de impactos a un desconcertado Glaucus, que no pudo hacer nada para evitar semejante ataque. El enorme guerrero fue devastado por el poder de la lanza, quedando muerto sobre la arena y con casi todas sus escamas hechas pedazos.
—¡¡Glaucus!!...maldicion, acabare contigo, Krishna de Crysaor!— Anfit estaba furioso por la derrota de su camarada. Solto el cuello de Sorrento y con un golpe lo lanzo algo lejos, acto seguido, junto su cosmos y ataco a Krishna…
—¡¡Ondas de Furia!!—la ráfaga del General de las escamas de Triton arraso con todo a su paso y estaba a punto de hacer lo mismo con el debilitado Krishna, que aun no recuperaba las fuerzas perdidas en su batalla...sin embargo, de la nada, el poderoso ken se detuvo casi en frente de sus narices. Anfit habia sido sorprendido y su ataque tuvo que ser detenido.
— Miserable…asi que todavía quieres luchar…debiste haberme matado, ahora lo lamentaras…— el Rebelde le hablaba a Sorrento, que lo sorprendio mientras el atacaba a Krishna y le habia atravesado su ken cortante por la espalda, pero este no habia dañado ningun organo vital…por lo que Anfit pudo seguir con vida y safarse del ataque.
—No pienso derrotarte de esa forma, Anfit…lamentaras haberme subestimado— y al mismo tiempo que Sorrento decia estas palabras, Anfit se pudo percatar que su oponente ya tenia nuevamente en sus manos la flauta de la Sirena: la melodía de la muerte iba a ser ejecutada.
—La Sinfonia de Muerte Final—Sorrento comenzo a tocar y a la vez, su cosmoenergia se iba elevando mas, no debia fallar esta vez. Anfit intento adelantarse tocando su caracola consagrada, pero ya estaba empezando a sentir los efectos de la melodía.
—¡¡Demonios!!...no puedo resistirla. Tengo…tengo…tengo que tocar…— Anfit hizo un esfuerzo sobrehumano para poder llevarse la caracola a la boca, pero al mismo tiempo que intentaba hacer esto, las partes de las escamas que protegian sus brazos comenzaron a resquebrajarse…el poder de la Sinfonia se dejaba sentir con fuerza.
—¡¡¡Marcha Asesina!!!—el estruendo que acompaño al sonido de la caracola fue tremendo e hizo que el suelo se estremeciera de modo tal, que las rocas comenzaron a elevarse y a partirse…Sorrento pudo sentir el enorme embate de las ondas producidas por la Marcha y se percato que, como en la ocasión anterior, el suelo alrededor suyo empezaba a elevarse y a destrozarse. Pero esta vez, no pensaba volver a ser presa del la Marcha de Anfit, por lo que incremento la velocidad y la intensidad de su musica, a costa de sufrir los impactos generados por el poder de la caracola consagrada: tenia que superar el cosmos de Anfit aunque sea por un solo instante, solo en ese momento, la fatal melodia de Sorrento seria superior.
—No podra vencer la Marcha Asesina, Sorrento…¡¡Rindete!!— soportando el dolor, Anfit trataba de hacer lo mismo que su oponente, no tardaria mucho en saber cual de los dos caeria derrotado. Dos figuras enormes se formaron detrás de los guerreros: una Sirena y un Triton, las cosmoenergias estaban enfrentandose. De pronto, el imponente Triton se vio rodeado de un sinnumero de hadas que emergian de la musica de la Sirena... al mismo tiempo, a un desconcertado y aterrorizado Anfit le ocurria lo mismo: Sorrento se habia impuesto.
—¡¡No es posible…la caracola…!!— el rostro de Anfit se lleno de terror, la caracola consagrada de Triton empezo a quebrarse, al igual que sus escamas...era la melodia de Muerte en su maxima expresión…
— ¡Climax de Muerte Final!— al instante la caracola de Anfit se hizo pedazos y un grito de dolor horrible fue lo unico que se pudo escuchar a parte de la musica de Sorrento. El dolor que sentia Anfit era indescriptible, su rostro lleno de desesperación lo decia todo, parecia que su cabeza se hacia pedazos al igual que sus escamas, sus ojos pasaron de llorosos a rojos llenos de sangre, parecia que todo su cuerpo iba a estallar…
—Señor…¡¡señor Oriooooooon!!— fue lo ultimo que pudo exclamar Anfit, antes de que diera un ultimo grito y sus ojos y oidos estallaran en sangre, para después desplomarse inerte sobre el suelo…un Rebelde mas habia sucumbido.
—Bah…merecia morir. Veo que los subestime, Generales Marinos…pues bien, ahora se enfrentaran a mi y les aseguro que no saldran con vida— el mismo Orion ahora seria el rival de Sorrento y Krishna, probarian el terrible poder de un semidios.
— Sorrento, este no es un enemigo cualquiera…nuestros ataques mas fuertes tienen que ser ejecutados al unisono para poder vencerlo…preparate.
Un enorme y poderoso cosmos comenzo a surgir de Orion, su poder era tremendo, toda la isla comenzo a retumbar, las rocas alrdedor de el comenzaron a destruirse y el mar empezo a embravecerse.
— ¡Atacalo ahora, Krishna!...no debemos permitir que incendie mas su cosmos, yo te cubrire…¡¡Sinfonia de Muerte Final!!— Sorrento ataco al heroe mitologico con su mortal melodía, al mismo tiempo que Krishna se abalanzaba a toda velocidad para atacar con su Lanza Dorada…
—Piensas que ese truco resultara conmigo, Sorrento…no conocen el poder que estan enfrentando!!
—¡¡Maldición, la melodía de Sorrento no lo afecta!!— Krishna pudo ver que su ataque no seria nada efectivo…al instante y antes que el Marino pudiera impactarlo, Orión libero en forma de una onda expansiva su cosmos, el cual arraso con Krishna y consiguió impactar de igual forma a Sorrento, haciéndolos volar por los aires de forma violenta.
Como las elevadas rocas donde se encontraba fueron destruidos por el impacto, Orión había descendido hasta el suelo y se iba acercando lentamente hacia los cuerpos tendidos de los Generales…
— Solo hay una forma de que puedan seguir con vida…arrodíllense ante mi y juren dejar de lado su lealtad hacia mi padre…asi los aceptare como mis guerreros.
—Nunca…no traicionaremos la voluntad de nuestro señor Poseidon, jamas— Sorrento se iba poniendo de pie al igual que Krishna, ambos se notaban seriamente lastimados, sin cascos los dos, sus rostros dejaban ver las heridas y la fatiga producida por el combate…era acaso que sucumbirian frente a este adversario?
—Parece que no hay mas que decir, moriran— al decir esto, Orion se desvanecio. Los Marinos se miraron sorprendidos, podian percibir el enorme cosmos del semidios, pero era inútil tratar de distinguirlo. De pronto, ambos Generales fueron sujetados por sus cuellos…frente a ellos se materializo la corpulenta figura de Orion, su rapidez era terrible y los habia sorprendido. Sorrento fue elevado con furia, su cuello fue soltado y al instante y con la misma mano, Orion lo impacto en el pecho con un ken en forma de esfera, que rasgo sus escamas y mando a volar al General alado. Krishna fue sujetado con mas fuerza aun por el cuello, sus ojos parecieron querer salirse, nuevamente Orion formo una esfera similar con su mano libre y lentamente la acerco al pecho de Krishna, que se retorció con el fuerte impacto, quedando medio muerto en manos del semidios y con sus escamas muy dañadas…luego fue arrojado con violencia junto a Sorrento.
— Se que todavía siguen con vida, les doy una oportunidad mas de unirse a mi…vamos, es su unica opcion— Orion creia poder intimidar a ambos Marinos, pero se equivoco. De pronto, con un gran estallido de cosmos, Krishna se elevo desde el suelo e intento sorprender a Orion con el ataque de su lanza, pero este ni se movio y freno facilmente el ataque sujetando el arma con rapidez.
— Me decepcionas, Krishna…pense que lo pensarias mejor.
—Eso es lo que he hecho, Orion— acto seguido, Krishna fue impulsado hacia atrás por el cosmos del semidios, pero fue sujetado por Sorrento antes que caiga al suelo.
— Veo que no hay forma de evitar esto…seran ejecutados en este instante, Marinos— el cosmos de Orion comenzo a elevarse de manera sorprendente, el poder que desprendia era terrible… sus ojos se tornaron blancos—, sentiran mi poder devastador…¡¡Gran Estallido Estelar!!— elevando ambas manos al frente, poderosas e inmensas ráfagas de energia fueron disparadas contra los Marinos, los cuales fueron impactados con brutalidad por el temible ken de Orion…elevados por los aires, se deplomaban con fuerza sobre el suelo, ensangrentados y con sus escamas hechas pedazos.
Orion contemplo los cuerpos inertes de los Generales, se dio media vuelta y comenzo a alejarse del lugar.
**Templo de Poseidon**—¿Qué diablos sucede?...es…es imposible, el cosmos de Poseidon se esta incrementando…pero si Julian esta profundamente dormido…no entiendo que sucede— Kanon no podia entender lo que sucedia, el cosmos de Poseidon parecia estar despertando y eso lo hacia temeroso.
**Isla desconocida**Una bella melodía de flauta empezo a escucharse y una cosmoenergia parecio elevarse de la nada, formando una aura inmensa que empezo a expandirse. El semidios que pensaba que todo ya estaba resuelto fue amargamente sorprendido, aquellos guerreros que parecio vencer estaban contraatacando con todo su poder…
— No puedo creer que hayan soportado mi poder…es acaso que ustedes son mas que simples mortales?...
— Nosotros tampoco podemos explicar esto, de pronto todo nuestro ser parecio ser iluminado por una energia infinitamente superior ala nuestra, eso nos ha devuelto nuestro cosmos…
— Asi es, este poder nos ha devuelto la fuerza que perdimos, nos ha dado un aliento de vida mas…ahora sabemos que podremos vencerte con nuestro poder, Orion…la union espiritual ¡¡Maha Ro Shi Ni!!
— ¡¡Climax de Muerte Final!!
Orion intento contrarrestar los ataques con su cosmos, pero no pudo hacerlo…algo parecia contener su energia y una cosmoenergia superior a la suya freno sus movimientos: el cosmos de Poseidon estaba interviniendo.
— ¡¡No puede ser!!...mi poder es detenido…acaso mi padre ha despertado por fin??..¡¡aaahhhhh!!— Orion gritaba de dolor, la melodía de Sorrento lo estaba enloqueciendo y el ataque de Krishna lo habia envuelto por completo…el semidios estaba sucumbiendo.
— ¡¡No puedes hacerme esto!!...¡¡sabes que estas equivocado!!— Orion reprochaba a Poseidon con vehemencia, esperando una respuesta del dios de los mares.
— Eres tu el que ha cometido un error, Orion— una voz comenzo a oirse, el dios de los mares se pronuncio—,desde el tiempo del mito has tratado de atentar contra la voluntad de los dioses…y ese afan tuyo de querer proteger la tierra…bah…esta vez no pienso dejar que continues, hijo mio…seras eliminado ¡¡Ahora mismo!!
El cuerpo de Orion comenzo a elevarse, el poder del Climax y el Maha Ro Shi Ni habian causado grandes estragos al semidios, pero este aun se encontraba muy lejos de ser derrotado…solo quedaba una cosa por hacer.
—¡Krishna!
—Señor Poseidon…
— Las escamas de Crysaor son tuyas, sera el poder de uno de mis hijos el que acabe con otro…que sea la Lanza Sagrada la que se encargue de Orion, tu poder sera puesto a prueba…
Acto seguido, la lanza dorada aparecio en frente de Krishna, la cogio y sintio como su cosmoenergia se elevaba de repente, sabia que en ese momento su arma podria destruir cualquier cosa.
—¡¡¡Aun no vencen…uno casi tan fuerte como yo se dirige a su templo…padre, no venceras…no!!!
— ¡¡¡Calla, insolente!!!...pagaras muy caro…¡¡¡que el poder de la Lanza dorada de Crysaor acabe contigo!!!—Krishna quemo su cosmos al maximo y lanzo la poderosa arma contra Orion, sin que este pudiera hacer nada para evitarla…
—¡¡¡Nooooo!!!— la lanza se incrusto en el pecho del semidios, atravesandolo por completo…una poderosa energia parecio liberarse desde dentro de él, su cuerpo comenzo a irradiar energia en todas las direcciones, al mismo tiempo que parecia fusionarse con esta…un gran estallidose produjo y todo quedo en silencio.
Sorrento y Krishna se desplomaron de rodillas, cuando dirigieron su mirada hacia donde debia estar Orion solo pudieron ver su armadura, que se desplmaba vacia sobre las rocas…habian vencido al semidios.
—De pie, Krishna…ya nada tenemos que hacer aquí.
— Tienes razon, regresemos al Templo…espero que los demas puedan resistir la batalla.
—Confia en ellos…
Krishna y Sorrento se pusieron en pie, pero apenas pudieron avanzar algunos pasos y cayeron vencidos por la fatiga…era un hecho que ellos no podrian ayudar a sus camaradas en la lucha que estaban a punto de librar.
Finhe aqui el capitulo final del Relato sobre Krishna de Crysaor, espero ke esta vez pueda recibir algunos comentarios
...no importa que sean afavor o encontra del fic, siempre y cuando sean constructivos...se que estos personajes no cuentan con mucha fanaticada, pero a mi particularmente si me parecen interesantes...seguire con la obra
Hasta pronto
Editado por Griphus, 27 julio 2005 - 01:43 .