27 respuestas a este tema

[Squall Leonart]

Hola amigos, tal como prometi, ya les traigo el primer capitulo de la segunda parte. Espero que os guste mas que la primera...

Resumen de capítulos anteriores:

Una nueva amenaza se cierne sobre la humanidad. Tras la batalla contra Hades, señor del inframundo, y su posterior derrota y desaparición de su reino, el Tártaro queda desprotegido, y es abierto. Los Titanes, comandados por Cronos, escapan de su prisión eterna y juran venganza contra los dioses olímpicos. Para darles una oportunidad de vivir, Cronos desafía a Atenea y sus santos. Seiya, Shiryu, Shun, Hyoga e Ikki tienen una titánica lucha contra los esbirros de Cronos, consiguiendo las derrotas de sus enemigos. Seiya es el último santo que queda en pie, y con la oportuna ayuda de Shakka y Kanon, consiguen derrotar a Cronos. Pero… no todo es lo que parece…

CAPITULO 1: LA SEMILLA DEL MAL SE APODERA DE ZEUS:

Tras el combate contra Cronos, Atenea y sus santos volvieron al Santuario para recuperarse de sus heridas. Los santos heridos por la batalla descansan en las Casas de Curación, cerca del Templo del patriarca, donde esta Atenea. Por otra parte, Shakka y Kanon se encuentran en sus respectivos templos zodiacales.

Mientras, Kiki, en un pequeño templo cercano a las Casas de Curación, intenta reparar el solo las armaduras dañadas, observando una pila de libros esparcidos por todo el habitáretaguardia.

Kiki: Uffff, que rollo, debi prestar mas atención a mi maestro Mu. Agh, ¡no tengo ni idea de cómo repararlas!

Kiki se levanta y recoge del suelo las viejas herramientas de su maestro, disponiéndose a actuar.

Kiki: Bueno, voy a intentarlo, total, no pierdo nada, puesto que las armaduras no pueden estar peor de lo que ya están.

Con sumo cuidado, Kiki apoya el cincel sobre el casco de la armadura de Pegaso, y se dispone a golpearlo con el pequeño martillo de acero. Sin querer, suena un golpe seco, seguido de un crujido. Kiki abre los ojos tras el martillazo, y observa que ha partido una de las pequeñas alas del casco de Pegaso.

Kiki: ¡Ahhhhhh, oh, no, que he hecho! ¡Seiya me va a matar!

En ese momento aparece Shaina, sin mascara, y se acerca a Kiki, que no para de correr de un lado a otro.

Shaina: Kiki, ¿qué estas haciendo? Tu deber es reparar las armaduras cuanto antes. Si no, estaremos indefensos ante un posible ataque enemigo.

Kiki se detiene, y mira a los ojos a Shaina. Nunca le había visto el rostro a la amazona, ese rostro tan bello que había mantenido guardado bajo la mascara. Kiki tras mirarla, baja la cabeza, y se pone a llorar.

Shaina: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? ¿He sido muy brusca al decírtelo?

Kiki: No, no es eso, (snif), es sobre las armaduras. No se como repararlas.

Shaina sonríe, y se acerca lentamente hacia el niño, acariciándole la mejilla, y levantándole el rostro para observarle.

Shaina: Kiki, todos confiamos en ti. No debes derrumbarte. Yo confió en que lo lograrás.

Kiki sonríe tras escuchar las suaves palabras de Shaina, y se limpia las lágrimas con el brazo.

Kiki: Si… tienes razón. ¡Lo hare! Hare todo lo que este en mis manos. Mu estará orgulloso de mí. Emm… a propósito, Shaina, ¿Por qué te has quitado la mascara? ¿No esta prohibido?

Shaina: Atenea nos dijo nada mas volver al Santuario, que ya no necesitaríamos estas mascaras. Las mujeres no deben de avergonzarse de ser mujeres.

Kiki: ¿Ah, si? Pues, que quieres que te diga, estas mas guapa sin mascara, je, je, je.

Shaina se sonroja al oír a Kiki, y se da media vuelta, en dirección a la salida del habitáretaguardia. Kiki sonríe, y se dispone a continuar con su trabajo. Al ver de nuevo el roto que ha ocasionado, traga saliva, y se prepara.

Kiki: Lo que digo, Seiya me mata como lo vea…

Mientras, en las Casas de Curación, Seiya, recostado en su cama, charla con su hermana, recordando viejos momentos, y riéndose. Shiryu habla con Sunrei, y Shun con June. Ikki se mantiene tumbado en su cama, observando a Shun como ríe y conversa con la amazona.

Ikki: <<Que feliz te encuentras, hermano, y eso que fuiste por unos momentos la reencarnación de Hades. Pero ya estas recuperado, ya no serás Hades nunca más>>.

De repente, Marin aparece, fatigada por haber corrido tanto, con noticias de Atenea.

Marin: Ah, ah, Atenea me ha ordenado que avise a todos los santos, ya sean de bronce, plata u oro, tanto a soldados, y que se presenten ante la estatua de la diosa. Atenea tiene algo que anunciar.

Seiya: ¿Nosotros también?

Marin: Si, en especial vosotros.

Todos se preparan y van lo mas rápido que pueden hacia el patio de la parte superior del Santuario, donde se encuentra la gran estatua de la diosa.

Seiya: ¿Dónde esta Atenea?

Miran alrededor, sin encontrar rastro de la diosa de la guerra. De repente, aparece enfrente de ellos, frente a la estatua. Todos los santos, y soldados rasos, se arrodillan y postran frente a ella.

Atenea: Me alegro de que estéis todos aquí reunidos. Tengo varias cosas que anunciarles, mis valerosos caballeros.

Jabu: ¿Qué será lo que va a decirnos?

Atenea: He pensado y recapacitado mucho, y he decidido buscar lo mas pronto posible un nuevo candidato a Sumo Sacerdote. He pensado en todos ustedes, en vuestra sabiduría, inteligencia y fuerza, y he encontrado al sucesor de Shion.

Atenea señala a Shiryu. Este sorprendido, se pone de pie.

Atenea: Tú, caballero del Dragón, serás el nuevo Patriarca del Santuario, además de ser el caballero de Libra, y por supuesto, seguir siendo el caballero del Dragón, si decides no ocupar la casa de Libra.

Shiryu: Gracias, mi señora. Hare honor a este rango.

Atenea vuelve a señalar, esta vez a Hyoga e Ikki, que se ponen en pie.

Atenea: Ustedes también serán ascendidos a santos dorados. Tú, Hyoga, último caballero de los hielos, serás el santo de Acuario; y tú, Ikki, serás el santo de Leo. Hyoga, también te encargaras de entrenar a nuevos santos que hagan renacer la estirpe de santos de los hielos.

A continuación, Atenea señala a Shun, que también se pone de pie.

Atenea: Tú, Shun, serás el futuro santo de Virgo, puesto que Shakka aun mantiene ese puesto. Pero mientras tanto, ascenderás a santo de plata, serás caballero de Cefeo, y deberás buscar una nueva isla donde renacerá la isla de Andrómeda y sus santos. Siento no poder ofrecerte un rango mas avanzado.

Shun: Bien, mi señora, no se preocupe por mí.

Por ultimo, señala a Seiya, y este, con dificultad por las heridas, se pone en pie.

Atenea: Y tu, mi mas valeroso caballero. Tú que tantas veces has luchado por tu diosa, tú serás el nuevo santo de Sagitario.

Seiya: Gracias, Saori… digo, Atenea.

Atenea: Una cosa más. La ley de las amazonas en la que deben llevar mascaras, será revocada, yo lo ordeno.

Todas las amazonas aspirantes a santos, y tanto Marin, como Shaina y June, se despojan de sus mascaras, tirándolas al suelo.

Atenea: Y una ultima cosa… los kameis divinos quedaran guardadas, y bajo ningún concepto deberán volver a ser usadas. Solo si es estrictamente necesario por causas divinas, lo permitiré. Esto es todo cuanto tengo que decir. Vuelvan a sus puestos.

Todos los santos y soldados hacen una reverencia, y cada uno se dirige a su lugar. Seiya y los demás heridos vuelven a las Casas de Curación. Atenea vuelve a su lugar de descanso, al Templo del Sumo Sacerdote, para sanar las heridas.

Llega la noche. Todos los caballeros duermen. Kiki, apoyado sobre una caja de armadura, duerme apaciblemente. Atenea pasea lentamente por los jardines, ubicados en la colina de las estrellas. Ahí contempla el firmamento, las estrellas fugaces van y vienen rápidamente. La diosa tras observar durante unos minutos, regresa a su alcoba, se recuesta en su cama, y se duerme. De repente, oye pequeños y débiles susurros. Atenea abre los ojos, y observa un ente espectral flotar frente a ella.

Atenea: ¿Quién eres? ¿Un nuevo enemigo?

Ente: No, Atenea, no soy tu enemigo. Soy alguien que conoces muy bien, alguien a quien veneras a pesar de todo, hija…

Atenea: ¿Padre? ¿Eres tú?

Ente: Si, hija mía, soy yo. Me presento ante ti bajo esta apariencia, pues no puedo abandonar mi trono en el Olimpo. Quería felicitarte por la gran hazaña que hiciste, derrotando a Cronos y sus Titanes.

Atenea: Gracias, padre. No pude hacerlo sin la inestimable ayuda de mis valerosos santos.

Ente: Hija mía, al haber logrado tal hazaña, eres mi digna representante en la Tierra. Tú la protegerás bien de todo mal. Eres una autentica divinidad olímpica.

Atenea: Gracias, padre por alabarme tanto.

Ente: Je, je, je, hija mía. Te quiero mucho. Estaré vigilándote desde mi trono en el Olimpo. Cuídate.

Diciendo estas palabras, el ente desaparece sin dejar rastro. Atenea sale de nuevo al exterior del templo, y ahí vuelve a contemplar las estrellas, donde muestra su delicada sonrisa al firmamento.

Mientras tanto, en el Olimpo:

Zeus, el rey y señor de los dioses olímpicos, se encuentra frente a un gran espejo ubicado cerca de su trono. Con el pudo conversar con su hija Atenea en forma espectral hace unos momentos. Al haber terminado, dio media vuelta en dirección a su trono, hecho de mármol blanco, con dibujos tallados artesanalmente. Apoyado sobre este, una gran vara dorada en forma de relámpago.

El señor de los dioses se muestra como un hombre alto, de mediana edad, con una gran barba y largos cabellos blancos. Lleva una larga túnica azul pálido, cubriendo todo su cuerpo. Una mujer alta, morena de ojos verdes, entra en el habitáretaguardia donde se encuentra Zeus, sentado en su trono.

Hera: Oh, Zeus, mi amado esposo, señor del Olimpo, me arrodillo ante ti.

Zeus: Hera, esposa mía, levanta. No hace falta que te postres ante mi. Tú eres la reina de los dioses, mi reina.

Hera levanta la mirada, se pone en pie y se acerca lentamente a Zeus. Justamente, al lado del trono del dios, se ubica otro, de menos envergadura, también hecho de mármol, donde se sienta la diosa.

Hera: Querido esposo, ya felicitaste a nuestra hija, ¿verdad?

Zeus: Si, querida. Pero hay algo que me inquieta. Las estrellas se nublan; Algo se inquieta en el norte, pero muy cerca de aquí; una insomne malicia. Me preocupa que Cronos no haya sido el único en escapar del Tártaro.

Hera cambia su gesto de felicidad por estar con su marido por uno mas serio. La diosa cierra los ojos y se levanta de su trono.

Hera: No creo que debas preocuparte de eso. Cronos ha sido vencido, es lo único que importa ahora.

Zeus: Ya lo se. Cronos era el único ser en este mundo que podría llegar a vencerme, a mi, al rey de los dioses y señor de todas las cosas. Pero tienes razón, no debo preocuparme más. El ha desaparecido, y tenemos que festejar la victoria de mi hija.

Hera: Así se habla, querido. Y para empezar a festejarlo te preparare un tónico.

Hera se aleja de su marido y se dirige a una pequeña mesa de cristal, en donde hay una variedad de bebidas, plantas medicinales y frascos. La diosa toma un pequeño frasco de cristal, y mezcla en el unos polvos hechos con una selección de plantas medicinales, molidas en finos fragmentos, con un poco de agua sagrada.

Hera: Con este revitalizante que te estoy preparando, recuperarás fuerzas para la gran fiesta que haremos en honor de tu hija Atenea.

Zeus sonríe al oír las palabras de su esposa, y los dos dioses se miran con picardía. Hera vuelve a fijar su mirada en lo que esta preparando, y, sin que su esposo le vea, saca de su túnica un pequeño frasco de cristal, conteniendo un liquido rojo. Con sumo cuidado, derrama un poco dentro del tónico que prepara, y, con un pequeño bastoncillo de cristal, lo mezcla todo. Habiendo terminado se guarda el frasco con el liquido rojo, y el revitalizante se lo acerca a Zeus, y tomándolo sin dudar.

Zeus: ¿Mmmm? Muy bueno ha salido este tónico. Te felicito, esposa mía.

De pronto, Zeus siente un profundo dolor en su pecho. Siente como una fuerza maligna se acerca a la sala donde se encuentran los dioses.

Zeus: Que es… lo que me ocurre… una fuerza sobrehumana viene hacia aquí, a una velocidad sorprendente, y a cada paso, aumenta su cosmos.

Sin decidirlo el, su brazo derecho empieza a moverse solo, y se agarra al cuello de su portador. Zeus intenta desembarazarse de el, pero es inútil. Zeus lanza un desgarrado grito de dolor, puesto que de nuevo vuelve a dolerle profundamente el pecho. Mira a su esposa, que lo mira con cara seria.

Zeus: Hera, esposa, estos dolores y sucesos extraños no me han ocurrido nunca. Has echado algo al tónico… ¿cómo has podido?

Hera: Te lo mereces. Siempre me has traicionado como esposa y has tonteado con varias mujeres humanas. Y ha llegado la hora… mi hora… mi venganza.

El rey de los dioses cambia su cara por una llena de ira. Las venas de su frente se hinchan poco a poco, y su cara se sonroja debido a la subida de su sangre a su cabeza. Intenta a pesar de todo acercarse a su esposa con intención de estrangularla.

Zeus: Me has… traicionado.

Zeus cae al suelo, donde se retuerce de dolor. Solo consigue pronunciar una frase.

Zeus: Atenea… hija… ten… cuidado…

Dicho esto, sus ojos se hunden en la oscuridad. Los dolores cesan, y el dios, consigue incorporarse. Ya en pie, observa todo su cuerpo, y empieza a reírse.

Zeus: ¡¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, por fin vuelvo a este mundo!!!! ¡Pensé que no volvería del mundo de los muertos para proseguir mi venganza! ¡Ja, ja, ja, ja…!

Zeus se gira detrás suya, donde observa a Hera, arrodillada.

Hera: ¡Oh, mi señor, por fin regresaste a este mundo, gracias a mi plan! ¡Ahora con Zeus fuera de combate, nos vengaremos de esos santos de Atenea, y de todos mis hijastros, fruto de las infidelidades de mi esposo!

Zeus: Si, es verdad. Me repugna ocupar este cuerpo, el cuerpo del hijo que me destronó, a mi, al gran… ¡Cronos!

FIN CAPITULO 1.

[Thong_Hu]

Asi que es Cronos el que vuelve!!!


Tengo algunas dudas!!!


Los mastos de Bronce del Dragon, Pegaso, Fenix, Andromeda y Cisne no podran ser usados, porque son Kemui!!(Atena lo pohibio!!)

Si Shiryu es el nuevo patriarca, no podra ser Santo de Libra y menos de Dragon!!!

Que pasa con eso???

Shun, Santo de Cefeo, pero en el futuro sera el Santo de Vigro, acaso el Ciego, para variar se muere de nuevo???

Ezo

[Squall Leonart]

Vamos a resolver dudas:

[samuel_077]

Y todo por esa mujer, que infeliz, Jejeje bueno.

¿Qúe quizo decir Zeus al preocuparse porque Cronos y sus titanes no hallan sido los unicos de liberarse del Tartaro? no se mucho de mitologia, la verdad se me borra rapidamente.

Me cae bien Seiya pero no puede vestir tal armadura sagrada    =  (no te creas el movimiento estuvo bien), por cierto es posible que los santos puedan ascender de esa forma yo que sepa no es posible, pero si ando mal háganmelo saber.

Así ya se me olvidaba tuvo bueno este fic, ...¿cuando sale el otro?

[Squall Leonart]

Bueno, siento la tardanza, pero aqui pongo el segundo capitulo, que lo disfruten.

CAPITULO 2: CONSPIRACIONES EN EL OLIMPO:

Atenea percibe una gran fuerza hostil mediante un estimulo, como si algo malo hubiese ocurrido, sintiendo que sus piernas se doblan ante un posible desmayo. Muchas ideas golpean su mente, imágenes de gente muriendo bajo las suelas de gigantes y de sus santos cayendo como moscas. Podría tratarse de una visión o alguna premonición pero debería prestarle más atención.

Atenea: Percibo un cosmos maligno, pero no consigo detectar el lugar de donde proviene. ¡Es como si no estuviera en este mundo!

No solo Atenea lo percibe, si no todos los santos que permanecen de guardia en el Santuario.

Mientras tanto en el Olimpo:

Hera entra al recinto con sumo cuidado al ver a su amo y señor meditar en el destino de los hombres. A medida que se acerca varias dudas atraviesan su mente. Quiso preguntárselas pero estaba segura que a medida que pasara el tiempo, las respuestas llegarían por si solas.

Zeus: Ahora destruiré a todos los dioses, uno por uno, y a sus guerreros. Esta vez no correré la misma suerte. – decía esto mientras lanzaba al suelo una copa de vino.

Zeus se levanta de su trono y se acerca a una gran mesa donde reposan gran cantidad de manjares, y se dispone a coger un trozo de ambrosía, la comida de los dioses.

Zeus: Enterrare bajo este mundo a todo ser que habita el planeta, ya sea mujeres, niños o ancianos. Sufrirán todo el peso del odio de un Titán. – dice esto mientras se lleva a la boca el trozo de ambrosía.

Hera: Espere, señor. Tengo un plan más infalible para acabar con todos sin que seamos detectados.

Hera se acerca a su señor, y al oído, le comenta el plan.

Zeus: Ja, ja, ja, ja. Así que pretendes que finja que sigo siendo Zeus, sin que ningún dios lo perciba, y poder manipularlos a mi antojo. No esta mal… Buen plan, Hera.

Hera se arrodilla ante su señor.

Hera: De todas maneras, no estamos solos, mi señor. Poco antes de la batalla de los titanes contra los santos atenienses, pude reunir a varios dioses que tienen los mismos pensamientos que yo… la venganza…

Hera se pone en pie y chasquea los dedos de una de sus manos. De repente, en el habitáretaguardia del trono aparecen un grupo de personas vestidas por unos mantos, cubriéndoles todo el cuerpo, sin que se les vea su rostro.

Hera: Aquí están. Estos dioses y sus guerreros, están a tu servicio, Oh, mi señor Cronos.

Zeus: Excelente. Veo que has pensado en todo, hija.

Hera: Y no solo eso. Aun quedan por llegar unos aliados muy importantes, llegados de un remoto lugar del planeta. Serán nuestras mejores bazas para conquistar el planeta.

Zeus: Ja, ja, ja, ja. Muy bien, eso espero. ¿Llegaran pronto?

Hera: Muy pronto.

Al día siguiente, de vuelta al Santuario.

Atenea sale de su alcoba para visitar a Seiya. Pegaso continúa en las Casas de Curación, al igual que Shun. El resto, aunque con dificultad, se encuentran en sus casas zodiacales. Ikki se encuentra en Leo y Hyoga en Acuario. Kanon y Shakka continúan en sus templos, Géminis y Virgo, respectivamente, y Shiryu ocupa su nuevo puesto de Patriarca en el Gran Templo.

Atenea esta a punto de entrar en la habitación donde descansa Seiya, cuando de pronto aparecen frente a ella Jabu, Ban, Ichi, Nachi y Geki. Todos se arrodillan nada mas llegar ante la diosa.

Jabu: Atenea, debemos pedirla algo.

Atenea: Claro, Jabu, ¿que es lo que deseáis?

Geki: Discúlpeme, Atenea, pero necesitamos volver a nuestros lugares de entrenamiento.

Nachi: Debido a todo lo ocurrido, nos sentimos inútiles frente a una posible nueva amenaza.

Ichi: Queremos volver para entrenarnos duro y mejorar nuestro poder.

Ban: Así podremos defender mucho mejor el Santuario.

Atenea: Claro que os dejo. A pesar de que hay ya pocos santos atenienses, podremos manejarnos solos si no estáis. Suerte.

Jabu: Gracias, Atenea.

Geki: Regresaremos en cuanto podamos.

Los cinco santos de bronce se ponen en pie y se marchan rápidamente. Tras llegar a la entrada del Santuario, cada uno se va por un lado diferente a los otros.

Jabu: <<Seiya, prometo que ya no tendréis que hacer todo el trabajo vosotros solos. Volveremos más fuertes, y defenderemos a Atenea tan bien como lo habéis hecho hasta ahora>>.

De vuelta al Olimpo. Templo de Zeus:

Zeus, Hera y el resto de dioses conspiradores, se encuentran reunidos alrededor de una mesa rectangular. Zeus se encuentra frente a todos ellos, y Hera en el otro extremo de la mesa. Encima de ella, una ninfa baila al son de la música de un grupo de jóvenes semidesnudos que tocan instrumentos como liras o arpas.

Zeus: Bien. Señoras, señores, estamos aquí reunidos, todos por una misma razón: la venganza. Debemos ser cautos y guardar las apariencias. El resto de dioses olímpicos no saben nada de esta reunión. Así que hasta entonces, no debéis hacer nada al respecto, hasta que yo lo ordene.

Hera: Señor, me ha informado un mensajero olimpíaco que envié al norte de Europa, que nuestros aliados más importantes vendrán en dos días.

Zeus: Excelente. Entonces así terminamos.

Zeus señala a una diosa que aun permanece ocultada bajo el manto, como el resto de dioses presentes.

Zeus: Tu, ya sabes lo que tienes que hacer. Atacaras el Santuario de Atenea a mi señal, permanece atenta.

Mujer: Si mi señor, esperare a tu señal y lo hare. Mi hermana pagara el insulto que te hizo derrotándole.

La mujer hace una reverencia, y se marcha, desapareciendo en un instante. Zeus vuelve a señalar, esta vez a un dios con apariencia robusta, bajo el manto que le cubre.

Zeus: Y tu, diles a mis guerreros del Tártaro, que se preparen para atacar. Que permanezcan como guardianes en cada entrada.

Hombre: Si, señor, como guste. Déjelo en mis manos.

Dicho esto, el dios desaparece. Hera se acerca a Zeus, para contarle algo.

Hera: Mi señor, si desea, puedo ayudar a atacar el Santuario enviando a una de mis más mortíferas guerreras.

Zeus: Como quieras. ¿Cumplirá su cometido?

Hera: Se lo aseguro. Es perfecta. Acabara con los santos dorados en un abrir y cerrar de ojos.

Zeus sonríe, gesto con el que acepta la proposición de Hera de mandar a su guerrera, y se marcha lentamente. El resto de dioses presentes se disuelve, marchándose todos.

Hera: <<Je, je, no irá solamente Némesis, enviare a algunos guerreros más para que la acompañen>>.

De vuelta al Santuario.

Atenea charla tranquilamente con Seiya, que permanece sentado en su cama, comiendo un poco de fruta que hay en una bandeja sobre sus piernas. Hablan y ríen recordando viejos momentos divertidos de cuando eran pequeños.

Seiya: En verdad eras muy mala con nosotros. Eras una niña malcriada. ¡Ja, ja, ja, ja!

Atenea: ¡Y tu! Te hacías el chulo y el duro delante de todos, como si no te importara nada, ni nadie.

Seiya continuaba comiendo más trozos de fruta, cortados en pequeños trozos. En eso que apareció Seika, con un pequeño paquete en sus brazos.

Seika: ¡Hola Seiya, ya volví! Perdón por la tardanza, pero bajamos al pueblo y nos entretuvimos mirando escaparates.

Kiki: ¡Más bien, se entretuvo ella! ¡Estuvimos casi media hora en una sola tienda, probándose ropa sin parar!

Seika se molesta ante las palabras del pequeño lemuriano, y corre hacia el para darle un capón, pero Kiki desaparece con su telequinesia sin dejar ni rastro.

Seika: Bueno, continúo… Al final no vi nada para mí, pero te compre una cosa. Espero que te guste.

Seika le da el pequeño paquete a Seiya. Este lo abre con ilusión, pero cuando ve lo que hay dentro, se sonroja como un tomate.

Seika: ¡Vamos, enséñalo! ¿No te gusta acaso?

Seiya cada vez se sonroja mas y mas, hasta que al fin Atenea y Seika se dan cuenta de que Seiya se esta asfixiando a causa de un trozo de fruta que se le ha atragantado. Seika y Atenea le golpean en la espalda dándole palmadas, hasta que expulsa el trozo.

Seiya: (Cof, cof) Seika… Pero… ¿¡Como puedes regalarme esto!?

Seiya, con las manos temblorosas, saca de la caja unos boxer (calzones largos) de color rojo. En cuanto Atenea ve el regalo, mira para otro lado, ruborizándose.

Seika: Seguro que te quedaran muy bien. Pruébatelos, anda. Y luego nos los enseñas.

Seiya: Pero… ¿¡Como quieres que me los pruebe ahora, delante de todos!? Ni en broma.

Todos quedan en silencio durante unos segundos, y poco después los tres rompen a carcajadas.

Seika: Ja, ja, ja, ja, venga, Seiya, era un broma, no te enfades.

Seika recoge su regalo y se lo coloca en un pequeño estante de mármol situado justo enfrente de la cama de Seiya.

Seika: Bueno, hermano, me voy, vengo dentro de un rato a verte.

Seika se marcha, y Atenea y Seiya se observan fijamente a los ojos.

Atenea: La verdad es que… me hubiera gustado verte con eso puesto.

Seiya se pone colorado y se ríe.

Seiya: Je, je, je, bueno, lo siento, Atenea, me daría mucha vergüenza que me viera usted con esas pintas.

Atenea: Seiya, ahora que estamos solos, quería hablar contigo sobre una cosa.

Seiya: ¿De que se trata?

Atenea: Durante la batalla contra mi abuelo, dijiste unas palabras que se me quedaron grabadas.

Hace unos días, durante el combate final contra Cronos:

[Thong_Hu]

Seiya y Saori solos en la habitación, Seiya acostado en una cama, sera acaso que estamos a punto de presenciar un fics XXX????, jejejejee!!!!

Recien comienza la historia!!, aunque si es como la anterior, eso significa que sera muy buena!!!


Ezo

[Darm]

Hola


Bien como te dije, lo lei y esta muy bueno Squall, lastima que este detenido

Sigue asi

[samuel_077]

Jejeje. que pesa con Seiya y Saori, yo digo que en lugar de regalarle unos boxer mejor le hubiera dado unos condones para la ocación....Jejejej!!!!

Siguele así...que ya empieze la taquiza para ver o imaginarme como son los caballeros al servicio de Cronos

[Squall Leonart]

Bueno, ya supongo que algunos (los que de verdad les ha importado) han leido unos mensajes que puse hace unos dias sobre mi fic. Pues bien, para los que no lo hayais leido, o hayais "pasado de tema", es una queja mia, por parte de la mayoria de ustedes. Yo no discrimino, puesto que no se quienes "supuestamente" han leido el fic y no han puesto, y cuales no.

Bueno, voy al grano... la noticia es que no pienso continuar este fic, hasta que los que de verdad lo han leido, les importe este fic, y quieran que siga con ello, que publiquen aca. Si no, ya saben lo que hay... o lo que no habra.

Ah, se me olvidaba, que este enfado es por el fic Saga de Zeus: Titan´s Chapter, no por este, asi que los que hayan leido Titan´s chapter y no hayan puesto, y quieran que la segunda parte siga adelante, que respondan.

Saludos, y hasta siempre.

[Squall Leonart]

Bueno, de nuevo una vez mas, he caido... vosotros teneis toda la razon, sere yo que me obsesionado tanto que me he hecho un lio, que le he dado la vuelta a las cosas sin darme cuenta...
                                                                                            
Asi que ya pido perdon a todos. Tengo que arreglar mis ideas, y para ello debo tomarme un tiempo. No se preocupen, vendre por aqui, como siempre, pero antes de continuar los fics, me pensare las cosas bien.
                                                                                            
Saludos.

[Camus de Acuario.]

Jeje no tenía nada que hacer en el foro así que decidi leer tu fic Squall en realidad me parecio muy bueno, espero con ansias la continuación, veo que el amor entre Seiya y Saori apenas se manifiesta, y otra cosa prometo leer tu otro fic de hecho si lo leía pero por falta de tiempo lo deje de hacer, pero prometo acabarlo de leer, continua así compa

[Dios_Shaka]

Me han gustado mucho estos dos primeros capitulos, estan siendo mas originales que los anteriores y con unos buenos toques de humor, ahora solo espero que no te vengas abajo y que sigas deleitandonos con este entretenido fanfic.

Un saludo.