202 respuestas a este tema

[ƊƦąğoɳ_ǤįƦȴ]

El capítulo me pareció algo lento, de no ser por el final que le diste un poco de drama, hubiera estado muy lineal.
Me imagino lo duró que ha de ser escuchar esas palabras del Senescal a esa edad, tomando en cuenta que le dice que olvide todo para volverse fria....típico de lo caballeros de hielo.
Quiero resaltar el grandioso final, ya que solamente en situaciones de vida o muerte, se puede aprender a ser frios.
Espero el próximo capítulo...

[Misanthrope]

Al fin y al cabo era una niña solamente... no siempre las situaciones de un personaje, por muy alto rango que tenga, van a ser perfectas y probablemente sea un hecho que traume el resto de la existencia de Aisha.

Si Marcus, ya había empezado a leer el fic hace un tiempo y no me había dado el chance de ponerme al día o comentar, hasta ahora!

Yo no tengo mucha experiencia leyendo fics debo acotar, la historia percibo que tiene sus altos y bajos. Encuentro bueno que se le de una historia a cada Caballero Dorado, que se vea que no son super poderosos solo porque si, sino que han tenido y sufrido "situaciones mundanas" y que por su manejo se habrán de convertir en lo que serán (supongo yo) en un futuro.

Hay algunos pasajes que se vuelven algo lentos, de repente sea por la descripción abundante que das a los mismos, sin embargo eso ya es estilo de cada quien.

Me pregunto si en algún momento desarrollarás historias en paralelo? un "mientras tanto en X parte" o algo así. A todas estas, los seres invasores aun no llegan mientras los jovenes Caballeros son formados, como van los otros Santos de rangos menores?

Igual va bien y seguiré pendiente el 3 de cada mes.

[Rexomega]

Saludos

Antes de que actualices, me permito dejar mi característico doble review:

Capítulo X: Átomos

La mítica (o al menos, clásica) explicación que Marin le dio a Seiya sobre el Cosmos en el inicio del Manga/Anime hará ya más de 25 años quedó bastante bien impresa en este capítulo. Quizá me sacó un poco de la lectura leer "crear átomos", algo que recuerdo más del Dunamis de los Titanes del Episodio G que del Cosmos como tal, pero de resto fue una agradable introducción a la energía que es la base de Saint Seiya y toda obra derivada.

Una parte que me gustó especialmente es aquella en la que relacionas los sentidos con el Cosmos. Yo había intuido algo similar -¿cuantas veces he hecho el chiste de que cuanto más me tardo en escribir más ideas que pensé son utilizadas por otros?-: dado que el Cosmos esté en el ser, lo que hace falta para utilizarlo es saber percibirlo, y qué otro medio para ello puede haber que los sentidos, especialmente el Séptimo. Admito que es un pensamiento que cualquiera pudo haber tenido -porque me parece que en Saint Seiya se dejó más bien implícito-, pero lo sencillo no quita lo bueno. Por cierto: ¿la mención al caos es más bien metafórica... o realmente existe como poder opuesto al cosmos?

Ya sabes que es mi sagrada obligación mencionar aunque sea algo negativo en cada review, y aunque esto es más bien subjetivo lo mencionaré: hay un éste puntuado sin razón si te digo que me gustó ver nuevamente la explicación del Cosmos, la destrucción de los átomos y los sentidos, no fue el mismo caso cuando el Senescal le explica a Uhura cómo dominar el Séptimo Sentido. Kurumada no fue precisamente explícito en ello, al menos yo tengo todavía presente todo eso de que "el Séptimo Sentido no se puede enseñar". Claro, al final eso quedó en que cada uno de los protagonistas pudiera alcanzarlo como quisiera, sea perdiendo uno o varios de sus sentidos, sea pegándose un cabreo tremendo porque lanzaron a su no-novia por la cascada; pero a pesar de todo, siempre me ha gustado ese tono misterioso y personal. La explicación del Senescal es coherente con el resto de su discurso, pero se me antojó al típico consejo de cualquier otro entrenamiento.

La personalidad de Uhura creo que es coherente con su edad; si acaso choca con lo que vimos con los protagonistas de la serie clásica, pero sobra decir que Kurumada nunca fue del todo coherente con este tema. Al leer la prueba para obtener la armadura de Sagitario recordé el final de la película Ulises (que no sé por qué se titula Ulises y no Odiseo, pero bueno), donde éste tensa su arco y dispara una flecha a través de 12 aros para demostrar que es el legítimo esposo de Penélope y rey de Ítaca; ¿te inspiraste en eso de casualidad?

Termino reiterando que me gustó que el capítulo girara en torno a explicar las bases el poder de los Santos de Atenea, a pesar de mi quisquillosidad con lo del Séptimo Sentido. Es parte del encanto de tus Gold Chapters, que por no desarrollarse todos de la misma manera pierden gran parte de lo lineal que pudieron haber tenido.

Capítulo XI: Nevada

Creo que ya he mencionado que en mi mente, el entrenamiento al que son sometidos los Santos de Atenea es duro, aun con un maestro "bueno" como pueden ser Marin o Dohko. No hay que olvidar que los Santos de Atenea, a pesar de ser los héroes, fueron entrenados para ser soldados que en el futuro lucharían una sangrienta Guerra Santa (que luego eso se quedara en una docena aniquilando a 108 enemigos de RPG, es aparte). Bueno, no puedo decir que no fuera acertado que el precisamente el Senescal a cargo de la armadura de Acuario fuera el más severo del grupo, cuando menos hasta ahora.

Este capítulo se complementa bastante bien con el anterior, si en aquel leemos la explicación sobre el poder de los Santos de Atenea, aquí recordamos lo que diferencia a los Santos de Hielo del resto. No puedo, sin embargo, evitar sentirme mal por Camus al leer que el objetivo es alcanzar el cero absoluto, porque a pesar de que él no lo había obtenido (por guión más que otra cosa), pareciera que sí o sí el resto de Santos de Acuario deben tenerlo. ¿O quizás me estoy adelantando con Alisha?

La enseñanza que recibió Alisha de su maestro, y que luego tuvo que aplicar en el final del capítulo, fue cruel pero apropiada (no pasó desapercibido el guiño a Hyoga, con la mención de la madre de Alisha). Estoy acostumbrado a ver personajes enfrentando lecciones similares con una posición idealista que regularmente luego no le pasa factura, y no siempre tiene ni puede ser así; doy por hecho que este evento marcará a la chica para cuando la volvamos a ver en un futuro, y si me lo permites, diré que fue mejor verlo ahora y de esta manera, que con un flashback puesto a calzador y mal contado.

Eso sí, me extrañaron sobremanera dos cosas:
- Dices que no podían reducir la marcha ni para buscar un compañero muerto, pero cuando todavía no llegaban al polo mencionas que se pusieron a entrenar. ¿Qué sentido tiene hacerlo cuando aún no llegan a su destino, y saben que bajo las misma situación en la que están ya ha muerto un compañero?
- Si Alisha ha sido elegida por la armadura de Acuario, ¿no debería tener ya el poder como para zafarse de la situación en la que estuvo?, ¿o acaso el que la armadura la escogiera no significa que pudiera portarla aún?

Termino diciendo que el auténtico logro del capítulo no es que Alisha tuviera que dejar morir a un compañero para vivir ella (¿tanto le costaba al tipo soltarse, o me salté yo algo?) sino que la tormenta amainara justo cuando lo hace. Da una sensación de que la tormenta era la constelación de Acuario probando a su portadora tremenda; no fue si sé intencional, pero puedo decir que el resultado fue bueno.

***

Aprovecho para desearte un próspero 2013. Traté de localizar gente en el Chat en Nochebuena, Navidad y Nochevieja, pero siempre que entraba no había nadie o casi puros desconocidos >=(

Adeus

Editado por Rexomega, 02 enero 2013 - 11:19 .

[♋ Marcus ♋]

Año nuevo, capítulo nuevo. También les deseo a todos un feliz 2013. Ya se va a cumplir un año desde que comencé a publicar esta historia, y debo decir que me ha gustado hacerlo. Lo más difícil es esperar los comentarios, sobre todo algunos que se hacen rogar. Pero gracias a la historia y a ustedes, hasta un premio tuve. Ha sido hasta ahora una buena experiencia. Agradezco a todos los que han leído y/o comentado hasta ahora.
Genmu, por favor explicame mejor a qué te referís con narrativa débil, ya que eso es un concepto del cine (y que no es negativo para la obra). Y lo de las historias... honestamente mi intención era que todas quedaran en suspenso. El desarrollo vendrá después.
Sí, Misan, no es mi intención crear superhéroes que pueden con todo y todos. Son poderosos, pero llegaron a ese lugar gracias a esfuerzo y sacrificio. En cuento a historias paralelas, no todavía. Y las historias de los otros caballeros, se las voy a deber. Ya adelanté algo en el capítulo 6, pero el resto, será con el desarrollo de la acción.
Rexo, busqué lo de "crear átomos" para ver en qué contexto lo puse. Me parece que si se pueden destruir, deberían poder crearse (recordemos que los átomos se "crean" en las estrellas), va un poco de la mano con el antagonismo cosmos-caos que preguntabas. Si hablamos de física, una de las leyes de la termodinámica dice que todos los sistemas tienden hacia el desorden (caos) y que para conservar ese orden (cosmos) se necesita gastar energía (aunque siempre habrá una parte de la energía que no pueda usarse para el orden y retroalimente el desorden, de manera irreversible). Visto de esa forma, bien podría pensarse que es un poder opuesto al cosmos. La culpa la tienen los griegos, para ellos, nada podía ser perfecto, si existía el cosmos, necesariamente debía haber caos para compensar, jaja.
Por otro lado, Kurumada dice que el "séptimo sentido es el último cosmos", cosa que no tiene mucho sentido (valga la redundancia); a mí me parece que un sentido es más bien una "interfaz" con lo que nos rodea y de esa manera debía ser interpretado el séptimo.
La explicación del Senescal de cómo alcanzar el séptimo sentido que no te gustó, es más bien como una pista, no todo el libro de soluciones (y por otro lado, algo tenía que escribir, jaja). Lo de éste con tilde... todavía me da por acentuar algunos demostrativos a pesar de la RAE (cómo los odio). Y la inspiración de la prueba con el arco era medio cantada, aunque no fue por la película (que no vi) sino por el Odiseo mitológico, que es uno de mis héroes favoritos.
Rage, ya hay fichas de personajes, las daré a conocer apenas terminada la 1ra parte. Y los Senescales... qué problema!!
Comentarios al capítulo XI: La vida de Ā'isha (o Ayesha más castellanizado, pero no Alisha como pone Rexo, jaja), no le pertenece. Ella es caballero de Atenea y su vida es de la diosa y del planeta que defiende. Por eso no me parece que ella se haya salvado a costa de otro; era su obligación vivir (al menos en ese momento). Además, ayudó para explicar el precio que a veces hay que pagar para lograr semejantes poderes. Los sacrificios son moneda corriente entre estos soldados y no cabe duda de que dejarán su marca. Es interesante sí, que el final del capítulo haya disgustado a uno y gustado a otra, está bueno ver la disparidad de lecturas y lectores.
Rexo, el entrenamiento se hizo exclusivamente en el polo, nunca en el camino. Y el compañero, desapareció en la tormenta; aunque ellos estén en las mismas condiciones, es el grupo el que de alguna manera asegura la supervivencia, es por eso que no pueden buscarlo tampoco sin arriesgarse. En cuanto a que Ā'isha pudiera zafar sola de la situación... pues imagino que podría haber construido un puente de hielo para ella y sus compañeros, pero de nuevo, me quedo sin historia para escribir. Los personajes siempre tienen más dificultades de las que deberían, y los lectores siempre sabemos qué deberían haber hecho (como por ejemplo, que un tipo que está colgado boca abajo sin poder alzar las manos y despeñar a sus compañeras, se suelte solo y no traume para siempre a una niña).
Aclaraciones de este capítulo: Los autores generalmente escriben para ellos mismos y para el público (en ese orden). Este capítulo es sólo para mí, no los incluí, disculpen. No podía imaginar un Virgo que no fuera budista, todas las técnicas y la bibliografía saint-seiyera de Virgo lo registra así. Y aunque no es un dogma, así debía ser el mío. Pero el problema fue no tener idea de lo que es el budismo. Así que lo aprendí escribiendo el capítulo. Costó bastante hilvanar la información y que quedara algo "aceptable" (lo que parezca sacado de Wikipedia, es porque de allí salió). Este capítulo llevó muchos meses para salir a la luz y fue uno de los últimos que terminé en 2011 antes de comenzar a publicar. El nombre del caballero ya lo había usado antes de ver que también es protagonista en otro fic del foro (Así como un par de características que parecen sacadas de ND, pero no. Ya se darán cuenta). Siddhārtha en sánscrito significa "la meta perfecta".
Gracias a mi lectora beta, Alina. No sé si lo van a disfrutar, pero que al menos les sirva para aprender budismo, jajaja.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. Atenea ha vuelto y ha comenzado la reconstrucción de la Orden de Caballería. Comienzan a surgir los primeros caballeros de plata y bronce, luego los caballeros dorados. Ā'isha descubre el precio a pagar para volverse más fría y alcanzar el cero absoluto.

Capítulo XII - Contemplación

Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto.

Blaise Pascal

La Unión Nirvana era muy diferente a las otras once congregaciones fieles a la diosa.
En el centro de sus instalaciones, como venida de un pasado muy remoto, se alzaba una stūpa de piedra blanca. Las paredes de este pequeño templete budista se incendiaban todas las tardes cuando el sol caía, iluminando los relieves tallados en ellas con escenas de la vida del Buddha Gautamá.
Los miembros de la Unión respetaban ese espacio como un lugar de recogimiento y meditación. Un raro ejemplo de un enclave de otra cultura dentro de las tradiciones griegas de la Orden Ateniense. No por ello eran menos leales.
Un joven de unos doce años se encontraba allí, justo cuando la luz del ocaso teñía el interior de rojo. Estaba frente a la imagen del Buddha, sentado en padmāsana, replicando la posición de la estatua. Tenía los ojos cerrados, lo que no le impedía dibujar y colorear con trazo firme una serie de máṇḍalas que había frente a él. Los círculos y los cuadrados se repetían una y otra vez, contenidos unos dentro de los otros. La concentración del muchacho era intensa, y se podía oír muy levemente, el sonido del mantra que repetía para liberar su mente, aunque sus labios no se movieran.
–Oṃ maṇi padme hūṃ... –eran las palabras con las que inundaba el ambiente al dibujar.
El joven, vestido con una sencilla túnica, trabajaba mientras hacía arder su cosmos brillante, y su cobrizo cabello flotaba debido a esa energía, descubriendo el tilaki rojo en su frente. La luz que rodeaba su cuerpo parecía abrirse por momentos, como los pétalos de una flor de loto.
–Maestro –dijo el joven interrumpiéndose.
Las palabras se escucharon, pero ningún sonido había salido de su boca. Simplemente se reprodujo su pensamiento en la mente de la persona a quien iba dirigido.
–Námaste, Siddhārtha ¿desde cuándo sabes que estoy aquí? –dijo el Senescal de la Unión Nirvana, sonriéndose.
Ninguno abría la boca, pero la comunicación estaba establecida mediante otros sentidos.
–He notado tu cosmos aunque intentaras ocultarlo. Tu presencia repentina ha interrumpido mi concentración.
–Sólo pensé que era mi deber observarte. Ya sabes que recitar un mantra tiene mayor efecto si es supervisado por un gurú del linaje del Buddha –se disculpó el Senescal–. El nirvāṇa se alcanza a través de las imágenes y las palabras correctas, no basta con pintar los máṇḍalas o recitar los mantras de manera automática. Además, hace ya varios días que estás aquí solo. ¿Has comido?
–No lo recuerdo –sonrió el joven, contestando esta vez con su propia voz–. El budismo enseña que el sufrimiento es causado por el deseo, por lo tanto, hay que liberarse de él.
–Pero también enseña que todas las cosas son transitorias y están libres de una existencia inherente –replicó el Senescal también con su voz y una sonrisa–. Y para que esa transición no sea corta, debes alimentarte –le había causado gracia la respuesta a su pregunta.
–Todavía hay cosas más allá de esta vida. En mis tres años como caballero de Virgo he aprendido mucho sobre ello –dijo Siddhārtha, y agregó–: Pero todavía falta. Vine para despejar mi alma de las dudas que la acosan.
–La duda y la indecisión son rasgos comunes de los seres humanos, pero no toda duda es mala, la de los seres ordinarios causa inestabilidad, pero la de los sabios es una llave para las puertas de la verdad. Tú no tienes nada de ordinario.
–¿Por qué estamos aquí, maestro?
–¿Aquí, dónde? ¿En esta vida? ¿En este tiempo? ¿En este espacio?
–Demasiadas preguntas, es complicado encontrar una respuesta. Entender.
–Ya conoces la misión que nos encargó la diosa –respondió el Senescal.
–Sí, pero ¿no estaríamos interviniendo en algo que no podemos manejar? ¿No es mejor dejar que las cosas sigan su curso? –Siddhārtha abrió los ojos y continuó interrogando a su maestro con la mirada.
–A veces, la gente no tiene confianza en la política, o en la educación, o en la religión. Incluso hasta en la misma raza humana –replicó el Senescal sin responder directamente la pregunta que le habían hecho–. La lista es enorme y sigue creciendo sin límites. Sin embargo, lo peor de dicha lista, es la desconfianza en uno mismo. No entres en este ciclo vicioso: La desconfianza en uno mismo provoca la peor de las dudas, afecta desfavorablemente nuestro ego y autoestima y puede evitarnos lograr el bienestar. Alguna vez vivimos en una época de escepticismo, era muy fácil desconfiar de todo, comenzando por uno mismo, lo cual finalmente degradaba la sociedad aún más.
–Es difícil confiar cuando la amenaza es desconocida, maestro. No sé cuanta será mi fuerza llegado el momento decisivo.
–Una gran meta budista es ayudar a cada hombre a establecer una verdadera confianza en sí mismo, eliminando la duda de sí mismo de la faz de la Tierra. Sabes que el primer paso a dar para trascender la duda es incitar tu espíritu de búsqueda, que es lo que determina todo. Y no olvides que siempre pueden surgir nuevas dudas, pero nuestra naturaleza iluminada puede ganar sobre ellas hasta el punto en que podemos establecer una convicción absoluta: la verdad última.
–Pero para llegar a esta verdad, el camino es complicado. No está definido ni se puede ver con claridad.
–Eso es porque el camino a la verdad lo hace cada uno. Y hay que recorrerlo todo completo, no se pueden saltar etapas. Debemos desarrollar una fe inquebrantable en el dhárma y confiar en nuestro gurú que nos transmite la enseñanza. Tienes su mismo nombre –agregó, señalando la estatua de Gautamá–, aprende de él. Al lograrlo, todas las dudas se disiparán y podrás llegar a grandes realizaciones y hazañas.
–Pero tenemos muchas distracciones, maestro, piedras en el camino.
–Para terminar con nuestro sufrimiento hay que embarcarse en un estudio para hallar sus causas, comprobarlas por uno mismo, y por último, eliminarlas. Hay que suprimir los cinco venenos de la mente: el apego, reconociendo que el placer es el origen del sufrimiento; la ira, con amor y compasión; la ignorancia, con el conocimiento; el orgullo, considerando a los demás como superiores; y la envidia, alegrándose por la felicidad de los otros. El desapego por lo material surgirá como resultado de la práctica. Realizar acciones virtuosas, es crear karma bueno. Los seres humanos ordinarios ven con dudas la ley del karma y el dhárma, pero no se dan cuenta que nos rigen. Las acciones positivas conducen a la felicidad y viceversa. Lo importante, es la búsqueda del conocimiento y sólo los sabios van más allá de las dudas para penetrar al fondo de las cosas y, eventualmente, alcanzan la iluminación.
–¿Cómo se llega a esta iluminación?
–Mediante la contemplación. Usa las preguntas para encontrar la verdad. Y erradica las dudas por medio de las experiencias espirituales. Cuando nuestros cuerpos se llenan de cosmos, nuestros canales internos de energía se abren y podemos experimentar la luz. Una vez que pruebes este sabor del dhárma, nunca más perderás la fe y la confianza. Por otro lado, los que continuamente alimentan las dudas, jamás podrán disfrutar logro espiritual alguno.
–Entonces sé las preguntas que debo hacer. Ya no serán preguntas surgidas de la duda, sino etapas de mi camino hacia la verdad –dijo decidido–. Gracias, maestro.
–Se trata de que seas consciente de las realidades sobrenaturales, centrando la mente más allá de lo tangible –agregó el Senescal–. Los primeros grados para alcanzar la contemplación se basan en la ascesis, en que se domina el cuerpo para iluminar el alma, haciéndola más sensible a la presencia de lo divino. El último grado de contemplación es la experiencia mística, y puede ir acompañado por la experimentación de fenómenos de éxtasis o levitación –terminó de definir.
–Eso significa hacerse de un poder increíble. Tal vez más allá del séptimo sentido. ¿Hay humanos capaces de ello?
–Claro que los hay. Alcanza la iluminación y tendrás acceso a los sentidos más allá del séptimo. Y entonces podrás ser conocido como el hombre más cercano a un dios. Para eso tienes que seguir un camino contemplativo y de introspección. Pero una vez logrado, tu poder podrá ser infinito –y levantándose, se encaminó a la salida de la stūpa y agregó–: Busca en ti mismo.
–Námaste, maestro –dijo Siddhārtha juntando las palmas, para despedir al Senescal de la Unión.

***

Algunos días más tarde, el maestro y el discípulo volvieron a encontrarse en el mismo escenario. Algo había cambiado en el cosmos de Siddhārtha. Se lo notaba determinado.
El Senescal estaba curioso sobre el cambio operado en el muchacho, pero aguardaba a que él mismo le contara, sin interrogarlo.
Siddhārtha se encontraba nuevamente sentado frente a la estatua de Buddha y sus manos, con las palmas hacia arriba y los dedos enfrentados, copiaban el dhyāna mudrā, en señal de meditación. Su cosmos explotaba dentro de la habitación, e increíblemente su cuerpo parecía elevarse de su asiento. De pronto, y con voz muy solemne, se escuchó a Siddhārtha hablar:
–Que alcance la iluminación para el beneficio de todos los seres sensibles.
El Senescal lo miró algo sorprendido. Lo que el joven caballero de oro había pronunciado, era el voto de los bodhisattva, expresión de su compromiso.
–Veo con alegría que has encontrado espontáneamente el camino hacia la última iluminación. Querer favorecer a todos los seres sensibles, los que nos acompañan en este paso por el planeta, es algo digno. Encontraste la bodhicitta al dedicarte al bienestar pleno de otros seres y, motivado por esta gran compasión, te has convertido en bodhisattva.
–Buscando las respuestas que hablábamos el otro día, he llegado a conseguir silencio en mi mente, liberarla de pensamientos y sensaciones, maestro. La meditación y la oración me han ayudado.
–Parece que finalmente has logrado alcanzar el estado espiritual de la contemplación.
–He decidido hacer un sacrificio. Para lograr el estado contemplativo y acallar todas mis dudas, haré un voto de silencio. Mi voz será a partir de ahora la ofrenda que haré para poder alcanzar la iluminación. Será el canalizador del cosmos dentro de mi cuerpo. ¡Ay, de aquél que tenga que escucharla cuando la vuelva a desatar!

[Genbu de Libra]

grandioso el final de verdad grandioso...
lo que yo quise decir en su momento marcus es que al inicio de este fic, tus historias y tu manera de escribir no tenian la calidad, la pasion el ingenio que tienen ahora, usabas terminos demasiado simples en algun punto de me hacian burdos, pero creo que llego el punto en que tu historia te gusto mas, empezaste a usar mas palabras a buscar mas significados a adentrarte en cada historia y eso hizo que tu fic cobrara mas fuerza... por favor esto tomalo solo de alguien que le gusta leer cuanto libro se le cruza en el camino sin importar que sea

de este capitulo a mi en lo personal me hubiera gustado que pusieras al caballero de virgo con menos dudas o que hubieras hecho que el nivel de sabiduria de este personaje estuviera al mismo que el senescal, puesto que en teoria el que es la reencarnacion de buda conoce el camino de la iluminacion a una temprana edad

repito el capitulo fue muy bueno y en lo personal creo que ha sido el mejor hasta ahora

[Rage Magnus]

En general un buen capítulo

Rage, ya hay fichas de personajes, las daré a conocer apenas terminada la 1ra parte. Y los Senescales... qué problema!!

Excelente lo de las fichas , jejeje creo que a largo plazo los Senescales te van a causar muchos dolores de cabeza , al parecer han sido aceptados por los que leemos el fic de una forma que nunca imaginaste que se llegaría a dar jeje , creo que si los Senescales siguen siendo tan populares algo se te tendrá que ocurrir para darles más peso en el fic o de plano hacer un pequeño fic sobre estos personajes


Pasando al capítulo me ha parecido bueno , el final del capítulo simplemente fue excelente ( que bueno que este nuevo virgo ha hecho voto de silencio y no mantiene los ojos cerrados como Shaka , es un giro interesante sin duda) , creo que también exageraste un poco al usar tantos terminos budistas , ( en lo personal yo conozco un poco del budismo ya que desde hace muchos años y a pesar de no practicar ninguna religión me he interesado por conocer un poco de cuanta religión se me cruza por el camino ) no esta mal que buscaras información sobre el budismo para mejorar el fic eso es muy bueno sin embargo creo hay cosas que muchos de los lectores posiblemente no entiendan ( si son lo suficientemene curiosos tal vez busquen algo de info para entender mejor ) , también por lo que dice el nuevo virgo tiene tres años que obtuvo la armadura , pero la pregunta es ¿ como la obtuvo ?? , bueno como ando algo corto de tiempo hasta aquí dejo mi comentario

Editado por Yusuf Tazim, 03 enero 2013 - 21:06 .

[ƊƦąğoɳ_ǤįƦȴ]

En lo personal me ha gustado mucho este capítulo, porque manejaste muy bien los dialogos para intruducir el budismo en tu historia. Escribiste un texto lleno de sabiduría, lo cual es admirable, ya que para se requiere de conocimientos previos para poder transmitir conceptos complejos.
A pesar de que son términos que muchos no conocemos (concuerdo que son demasiados términos, a lo mejor hubieras puesto un glosario al final o una nota aclaratoria) se puede comprender el sentido que lleva la historia, sin que el lector se pierda.
De igual manera, el final fue lo que más me gustó, el voto de silencio me parece muy adecuado para alcanzar la iluminación, considerando que es algo distinto a lo que hace Shaka manteniendo los ojos cerrados.
Sólo me resta decirte: Felicidades!

[Lunatic BoltSpectrum]

excelente capitulo como siempre

una historia muy apropiada para este caballero

saludos

[° ®edh John °]

muy bien

[♋ Marcus ♋]

Con un poquito de demora, aunque mínima, traigo el capítulo de este mes. Nuevamente agradezco a los que han leído y/o comentado el capítulo anterior.
Genbu, en cuanto a mi manera de escribir, creo que pensamos distinto. Estoy mucho más conforme con el resultado de los 1ros capítulos que hice, que con los que fueron saliendo después (el de Virgo especialmente). Incluso en la actualidad, estoy medio frenado porque la calidad de escritura de la 2da parte no me convence.
Comentarios al capítulo XII: Me resulta extraño que les haya gustado, ya que para mí es lo peorcito que escribí, y un candidato a revisión (si algún día la hago). Pero, fue mi forma de llegar a este particular caballero, explicarme (Wikipedia mediante), cómo funcionaba esta cosa que lo hace tan distinto. Lo que me lleva a aclarar la razón por la que hay tanto términos hinduistas y budistas en sánscrito, aunque era obvio para mí que estaban quedando pesados dentro de la lectura. Son todas palabras que estaban definiendo y describiendo al personaje. Poner por ejemplo, que el niño se convierte en un bodhisattva, me pareció mucho más acertado que describir en castellano qué estaba sucediendo. Sobre todo porque la conversación la llevan dos personas que saben de lo que están hablando. Yo cuando hablo con alguien de mi profesión y me dice Mus musculus, sé que se refiere a un ratón común y no hace falta que me lo describan. Esto es más o menos así para todos los que hablan con un interlocutor que los entiende.
Ahora bien, también podría decirse que mis interlocutores (en lo que al escrito se refiere) son ustedes, y que no todos se pusieron a leer sobre budismo antes de leer el capítulo, por lo que hubiera sido "cortés" dejar algún glosario... lo pensé varias veces. Pero decidí no hacerlo para que el lector se tomara el trabajo de informarse, de buscar y aprender junto conmigo (alimentar su espíritu de búsqueda, jaja). Igualmente, asumo que hay un cierto exceso en la cantidad de términos.
En cuanto a las dudas del personaje, recuerden que es un niño de 12 años, no puedo ponerlo al mismo nivel de sabiduría de un Senescal. Y por cierto, el caballero de Virgo no es reencarnación de un Buda ni de nadie (y si no recuerdo mal, un Buda, al alcanzar el Nirvana, ya no reencarna).
Y por último, el voto de silencio: ya lo de los ojos cerrados de Shaka estaba superado por la ceguera de Asmita... así que pensé, cómo ir un paso más allá? Entonces se me ocurrió lo del silencio (y luego leyendo ND, me entero que a Shijima le dicen el silencioso... maldita casualidad). Pero veo que les ha gustado, así que estoy conforme de haber elegido eso (sobre todo porque un personaje sordo o que no pueda oler, no vende, jajaja!!!)
Aclaraciones de este capítulo: Este capítulo también es viejo, no recuerdo bien, pero creo que lo escribí (junto al que le sigue) mientras buscaba la historia para el capítulo de Acuario. Los que me conozcan, sabrán que mi personaje histórico preferido es Alejandro. Tenía que meterlo en mi historia de alguna manera, es mi homenaje a él. Aléxandros en griego es "protector del hombre" y Hephaistión, también en griego, significa "brillante".
Gracias a mi lectora beta, Alina. Ojalá lo disfruten.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. Atenea ha vuelto y ha comenzado la reconstrucción de la Orden de Caballería. Comienzan a surgir los primeros caballeros de plata y bronce, luego los caballeros dorados. Siddhārtha se convierte en bodhisattva y hace un voto de silencio.

Capítulo XIII - Espejo

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Julio Florencio Cortázar Descotte

El Senescal del Círculo de los Gemelos observaba al joven guerrero que entrenaba. Era realmente admirable. Había en sus movimientos y en sus técnicas, una calidad que pocos alcanzaban a su edad. Tenía catorce años y hacía más de ocho que la armadura dorada de Géminis lo había reconocido como su legítimo portador, y todavía entrenaba con el resto de los caballeros y soldados del Círculo.
–No uses todo tu poder contra tus compañeros de entrenamiento, sabes que sería peligroso para ellos –amonestó en un momento el Senescal al muchacho.
–Perdón, maestro. A veces me olvido. Lo que pasa es que hay algo dentro de mí que siempre pide más. Siento que algo me falta desde hace mucho tiempo y ese espacio lo tengo que llenar con otras cosas, por ejemplo, entrenando.
–¿Otra vez esa sensación de que estás incompleto? ¿de dónde crees que proviene?
–No lo sé, es un sentimiento que me acompaña desde siempre. Antes no podía definirlo, ahora sé que es un vacío, algo que debería tener y no tengo. Pero los motivos, los desconozco. Por eso es que a veces sin darme cuenta, me esfuerzo de más... es una forma de completar lo que me falta.
–Ven conmigo Aléxandros –dijo el Senescal, y guió al joven por las instalaciones del Círculo de los Gemelos hasta llegar a una sala con un gran espejo.
Hacía un tiempo ya, que había notado que el muchacho había alcanzado la madurez necesaria para oír lo que le estaba por contar. Sólo buscaba el momento oportuno para poder conversar con él, y había llegado.
–Te contaré una historia –dijo el Senescal interponiéndose entre Aléxandros y el espejo.
–Escucho, maestro.
–Hace muchos siglos, existió un joven rey griego de Macedonia, llamado igual que tú. Este rey, desde su infancia, tuvo un amigo muy querido del que era inseparable. Era difícil ver al uno sin el otro: iban juntos a todos lados, se educaron con los mismos maestros, e hicieron las campañas militares juntos. El rey hablaba de su amigo como de su alter ego, su otro yo. Uno completaba al otro y viceversa. A los veinte años, éste rey decidió luchar contra la tiranía que el Imperio Persa ejercía sobre las naciones griegas. Logró invadir el territorio persa y después de una gran batalla, pudo capturar a la madre de su enemigo. Para honrar a la reina cautiva, quiso ir a presentarle sus respetos junto a su amigo. Se hizo anunciar, y cuando la reina vio entrar en su tienda a los hombres, se postró a los pies del que vio más alto y más bello; para ella, ese debía ser el rey vencedor. En ese momento, hubo algo de confusión, y los sirvientes le hicieron notar a la reina que estaba a los pies de un vasallo de su captor. Avergonzada, comenzó a disculparse, pero el rey, amable, tendió la mano a la mujer y le dijo: –No te preocupes, madre, no has cometido ningún error. Este hombre, Hefestión, también es Alejandro–. Aquellos dos hombres en verdad eran uno solo. No importaba que hubieran nacido de diferentes madres, o que fueran distintos físicamente, ambos eran una sola persona en dos cuerpos separados.
El Senescal ubicó frente al espejo al joven y se apartó:
–¿Qué ves? –preguntó.
–Mi reflejo –fue la rápida respuesta.
–Con los sentidos que poseen los hombres comunes, sí, un espejo sólo nos devuelve un reflejo, pero ahora concentra tu cosmos y vuelve a mirar. Más allá de lo que la vista te muestra... –la voz del Senescal se hacía cada vez más profunda, hipnótica. –Dime nuevamente qué ves en el espejo.
Aléxandros se dejó llevar por esa voz. Se fue metiendo en las profundidades del espejo más y más. Sin darse cuenta, su cuerpo irradiaba un cálido cosmos, estaba verdaderamente concentrado en la figura que veía detrás del brillante cristal.
¿Quién era ese joven?
Había una sombra alrededor de esa imagen. Un rostro del pasado, de su pasado, que lo miraba fijamente, con un mudo reclamo pintado en el semblante. Pero ese rostro, pertenecía también al presente, era también su rostro. Era una imagen a la vez familiar pero desconocida. La sintió cercana, con sus mismos deseos y con sus mismas necesidades. También la sintió extraña, lejana, desdibujada.
Por momentos pensó que podría ser él mismo en el espejo, pero no, a pesar de que la imagen era la suya, la persona era distinta.
Y de pronto lo supo: el reflejo también estaba incompleto. El alma del ser tenía una parte vacía. Como la suya.
–Es... mi otro yo –pudo responder finalmente.
El Senescal sonrió pensativo. El joven caballero estaba preparado para conocer uno de los más profundos secretos de su pasado.
–Lo que ves, es el complemento que buscas. La otra mitad que tu alma está reclamando –dijo el Senescal. Y luego preguntó–: El casco de la armadura de Géminis tiene dos caras, una bondadosa y otra malvada ¿sabes qué representan?
–La dualidad interna de los hombres.
–Exacto. Pero hay otra razón, mucho más cercana al caballero.
–¿Cuál?
–Los caballeros de Géminis son especiales dentro de la Orden Ateniense. Nunca en la historia, han estado solos. Así como los gemelos griegos Cástor y Polideuco se acompañaron uno al otro hasta más allá de la muerte y dieron origen a su constelación guardiana, siempre, los portadores de la armadura, han tenido un hermano gemelo a su lado. Y muchas veces, lamentablemente, ocultos tras su sombra.
–Pero yo no... –dijo el muchacho confundido.
–Déjame terminar, Aléxandros –cortó el Senescal–. La responsabilidad de ser caballero de Atenea, generalmente recaía sobre el mayor de los hermanos, que inevitablemente terminaba separado de su gemelo. Éste último quedaba desprotegido, sometido, obligado a esconderse, su existencia era únicamente conocida por unos pocos. De manera que, quien era prácticamente igual y a la vez complemento del caballero de Géminis, acababa acumulando oscuridad en su alma.
–Es terrible esto que me cuentas, maestro.
–Inevitable, en todo caso –replicó el Senescal, y siguió hablando–. Es el sacrificio que exige la armadura de Géminis a sus caballeros. No existiría la bondad sin la maldad que la destaque. Las máscaras en el casco de Géminis son la prueba: el caballero de Géminis podía ser tan íntegro, debido a la corrupción que sufría el alma de su gemelo. Ambas personalidades estaban balanceadas, y sus sentimientos eran complementarios. Creo que es posible que en una sola persona, tales pasiones alcanzasen un punto de equilibrio y ninguna sobresaliera, pero al estar divididas en dos seres, se magnificaban. La naturaleza humana no permite a un hombre ser totalmente bueno o totalmente malo, siempre hay un resto del sentimiento opuesto mezclado en su corazón. Por el contrario los gemelos, aunque pudieran tener los mismos sentimientos que cualquier persona si estaban juntos, separados eran totalmente opuestos.
–Temo el desenlace de esta conversación –dijo Aléxandros sintiendo cómo le corría una gota fría por la frente. Todo su cuerpo estaba en tensión, esperando las palabras que inevitablemente sabía que vendrían a continuación.
–Cuando dejaste tu hogar, hace muchos años, eras apenas un bebé y hacía poco que caminabas, por eso no recuerdas nada. Tu madre, que había sido avisada de lo que decían las estrellas de ti, te entregó al cuidado del Círculo de los Gemelos para que se cumpliera tu destino. Pero no partiste solo de ese hogar. Al mismo tiempo me fue entregado otro infante. La otra parte de tu persona, el complemento de tu alma. El único que puede llenar esos vacíos que sientes. Pero, para lograr que fueras el caballero que necesita la Orden Ateniense para luchar contra el mal que se avecina, debí separarlos. Era mi obligación y me fue imposible renunciar a ello.
Estaba dicho, Aléxandros no estaba solo. ¡Tenía un hermano! Escuchaba el relato del Senescal cada vez con más perplejidad. Si tenía un hermano, era muy posible que éste hubiera sufrido el destino de los demás.
–Llévame con él. Llévame con mi hermano –dijo en voz apenas audible al Senescal.
–Entiendes que se sacrificó por ti, ¿no? Para que pudieras ser el caballero que Atenea necesita –explicó el Senescal–. Durante todos estos años se ha endurecido, no es como tú. Mientras tú te convertías en caballero y hacías crecer un cosmos brillante en ti, él alimentó negras nubes de tormenta en su corazón.
–Llévame con mi hermano –repitió el joven.
Si tenía un hermano que era igual que él, era su deber conocerlo. No importaba lo que dijeran sobre el carácter que pudiera tener. Además, pensaba, ese frío sentimiento de vacío, se iría para siempre. Por fin sería un ser acabado, absoluto, cuando estuviera con su gemelo.
Salieron de la sala del espejo y el Senescal lo guió a un lugar apartado, lejos de los edificios principales. Aléxandros caminaba sin darse cuenta por donde iba. Muchas cosas daban vueltas en su cabeza. De pronto, detuvo su marcha:
–¿Cuál es su nombre?
–Hephaistión.
–Hephaistión –repitió–. El destino nos ha elegido muy bien los nombres.
Siguieron caminando y siguió el joven con sus cavilaciones. No podía creer lo que decía el Senescal sobre la oscuridad del alma de su hermano. Ellos no podían ser por un lado dos mitades de una misma cosa y por otro ser dos extremos opuestos. Era una paradoja, y como tal, estaba seguro de que no se cumpliría.
–Si es mi alter ego, mi otro yo, estoy seguro de que habrá bondad en él. Y será mi deber hacer que él sepa que su vida no es oscura; que yo soy la otra parte que le falta y él la que me falta a mí –dijo finalmente el caballero de Géminis.
Habían llegado a un pequeño patio, donde tres personas estaban entrenando. El Senescal llamó, y un joven se apartó del grupo y fue a su encuentro.
Eran idénticos. Los dos, en medio de su asombro y sin darse cuenta, se movían uno alrededor del otro copiando exactamente sus movimientos. Era casi una danza la que realizaban los muchachos mientras se reconocían entre ellos. Sólo una diferencia había, y la notaba el Senescal: el rostro de uno era radiante, el del otro, sombrío.
Cuando por fin, después de este encuentro, el joven caballero reaccionó, le dijo al Senescal:
–Así como dijo el antiguo rey, yo te digo a ti: Este hombre, Hephaistión, también es Aléxandros.

[Lunatic BoltSpectrum]

Excelente capitulo como siempre

estuvo genial la historia de los gemelos

saludos

[Rage Magnus]

Buen capitulo

Aunque no es nada malo si me ha parecido comparado con otros un tanto flojo , creo que no tengo mucho más que agragar ni tampoco dudas ya que creo que lo que me interesa será revelado en un futuro

Saludos

[Genbu de Libra]

buen capitulo, un poco predescible, pudiste hacerlo mejor a mi manera de ver (no te ofendas) y no tengo mayor comentario que el pedirte que los hagas mas largos, este fue demasiado corto

[Lein_Geminis]

No me quejo marcus,pero te falto quizás profundizar un poco .... aunque es muy prematuro emitir juicio de mi parte espero más de los gemelos mientras tanto leere capitulos anteriores para poder valorar mas la historia de fondo ^^ ..... saludos

[JulioAT]

Ahun no lo leí por que estoy esperando mi nuevo E-reader que el anterior se me rompio, lo voy a leer cuando lo tenga, pero te comento que arme un Epub siguiendo los estándares y maquetandolo correctamente para la lectura en dispositivos electrónicos, me gustaría saber si queres que cuelgue el archivo, por que son cada vez mas las personas que a los libros o escritos largos lo leen en Ereaders o tablets y un epub bien maquetado es lo ideal para estos aparatejos.

[Rexomega]

Saludos

¿Se me echaba en falta? Si sí o si no, allá voy >=)

Capítulo XII: Contemplación.

Recuerdo que me dijiste que no importaba si dejaba o no review de este capítulo, e igual no me siento preparado para dar uno objetivo: me pierdo en el budismo, y aunque ayuda buscar "investigar" los términos que utilizas según se lee la historia (benditos San Google y Santa Wikipedia; pueden mermar la voluntad de búsqueda más allá de los primeros intentos, pero vaya que son de utilidad), no es suficiente para mí. Sin embargo, por cortesía dejaré una humilde (?) opinión al menos.

Aunque es obvio hasta ahora cada capítulo dedicado a un santo de oro tiene un punto clave sobre el que gira la historia, ya sea el sacrificio que debió hacer Acuario, la lealtad en Capricornio, o incluso curioso detalle de que Cáncer naciera sin nombre, si bien ese último creo que es el que más difiere del resto. Los que comento a hoy no son distintos, pero me ayudan a darme cuenta de que, si bien hay una cierta repetición en la fórmula -Saint Seiya no sería Saint Seiya sin repetirse, no hace falta que me lo digan-, cada uno es de utilidad no sólo para presentarte cómo va a ser uno de los santos de oro -sin que tengan todos pasados de lágrima fácil, añado-, sino también cómo es el universo que los rodea, que a su modo sigue siendo el de Saint Seiya de Masami Kurumada.

El punto clave aquí es que Virgo tiene dudas, creo. No me queda claro la enseñanza que le quiere dar el Senescal, porque primero le asegura que no es malo que un sabio tenga dudas (inevitablemente pienso en Shaka, que en la Batalla de las Doce Casas sólo fue de utilidad porque dudó XD), pero por otro que el objetivo es alcanzar la verdad absoluta, el punto donde no se tienen dudas; pero igual, doy por sentado que se debe a mi ignorancia sobre el budismo más que otra cosa.

Mi problema con este capítulo no son los términos -entiendo la razón por la que decidiste usarlos, que explicas más adelante-, sino que a partir de la mitad de la "primera escena" del capítulo el Senescal explica muchas cosas distintas en un sólo diálogo, y al menos yo no veo siempre relación entre una oración y la que sigue. Entiendo que en ese tipo de conversación es difícil -si no es que imposible- evitar ser denso, y no me quejo de que se hable mucho, sino de que me da la sensación de que a veces falta correlación entre ideas, como una lección ultra-compacta del budismo...

... Que es lo que ya avisabas que sería, y quizás lo que limita la capítulo al punto de que no sea de tus favoritos. Yo no diré que es de mis favoritos, pero ya que lo que escribo ahora me ayuda a empatizar con la labor de "explicar" algo al lector mediante diálogos algo que desconocen (aunque lo mío es más bien invento con leve base mitológica y gozo de más libertades), puedo afirmar que es un reto lo suficientemente duro como para no bloquearse porque no salieran páginas que te convenzan del todo.

Pero bueno, estoy divagando, uno no puede meterse en la mente de otros escritores para imaginar lo que les gustó y lo que no de lo que escriben.

Para terminar, un par de cosas:
- Un santo de oro que decide no oír o no oler quizá no venda, ¿pero y uno que suprima su sentido del tacto, que me parece recordar que en SS incluye no poder moverse? XD
- ¿A qué se refiere Virgo con seres sensibles?, ¿los indefensos o los pensantes? Porque la primera pregunta que me hice es si entre ellos no estarían los invasores. Ahora que escribo la pregunta pienso que la respuesta es obvia, pero no me apetece borrarla >=)

Capítulo XIII: Espejo.

Tengo un dilema con Alejandro Magno: por un lado está la película Alexander, que no me termina de gustar; por otro está Iskandar en Fate/Zero, uno de los personajes más carismáticos que me ha tocado ver en los últimos años. Por encima de ambos, desde luego, el personaje histórico, que sobra decir que es uno de los personajes más relevantes de Occidente. Es de esas personas de las que a veces pienso que debo saber más -no sólo de mitos vive la cultura griega, descontando que se pueda atribuir un trocito de los mitos al propio Alejandro-, pero no me he puesto.

Te salió bastante bien la jugada de darle un homenaje a Alejandro Magno y que quedara bien. Al principio sentí algo de decepción con la palabra gemelo, pues toda la explicación sobre Hefestión me hacía pensar que el "gemelo" sería esta vez simbólico, un hombre con el que no comparte lazos de sangre pero sí de otro tipo de hermandad. Ya luego reflexioné -sí, a mí me da por reflexionar mientras leo, mi mente se niega a quedarse quieta x.x- de que era lo correcto, apegado a la línea de Saint Seiya que, como ya te he reiterado como pesado que soy, estás siguiendo de buena manera.

El tema de "un gemelo bueno y otro malo" me suena exagerado (no sólo por la redención de Kanon; en general, que una persona sea naturalmente buena o malvada no es una idea que me pueda creer), pero lo complementa a la perfección la escena -o historia- de Alejandro y Hefestión que sirve como trasfondo para Géminis. Gemelos que se odian sobran en la ficción (podría decirse que es un "cliché", ¿pero qué no es cliché hoy en día?) y que se quieren tampoco es que sea raro; ¿en qué acabará esta relación, de dos hermanos que saben que están vacíos por separado, pero donde uno es "sombrío" (¿malvado?) en beneficio del otro?

Realmente quiero saber sobre el futuro de Alejandro, y rezo porque hayas superado tus bloqueos y puedas seguir escribiendo. ¡No nos puedes dejar a medias!

Creo que ya sobra decir que me gustó el capítulo, tanto por sus bases como por su desarrollo, realmente no esperaba un santo de Géminis basado en Alejandro Magno -aunque no descarto que la relación se quede simplemente en lo que se ha dicho en este capítulo-, y a la vez estoy seguro de que fue correcto que lo sea, casi tan lógico como que Virgo deba ser Buda aunque eso haga que me plantee no hacer un santo de Virgo.

Para no quedarme sin decir nada malo, te digo que hay un "exceso" de comas en este capítulo. No lo digo en base a las reglas -soy malo en ellas, muchas veces debo revisar para recordarlas-, sino a la lectura: varias veces veo una coma en un punto donde no había necesidad de ella.

Adeus

Editado por Rexomega, 03 marzo 2013 - 17:25 .

[♋ Marcus ♋]

Bueno, me van a disculpar la demora, es que anduve con una serie de problemas que no vienen al caso. Pero aquí les traigo un nuevo capítulo. No sin dejar de agradecer primero a los que leyeron y/o comentaron el capítulo del mes pasado.
En primer lugar, JulioAT, no tengo la menor idea de lo que es una maqueta para un e-pub. Si querés comentarme más, escribime a mi MP. Todo lo que sea para facilitar y atraer lectores, bienvenido sea.
En segundo, Rexo... pues ya viste por qué no me gustaba el capítulo de Virgo: sí fue una lección comprimida de budismo. Algún día, cuando sea grande (?), tal vez lo reescriba. Y contestando tus preguntas: Un caballero que no se mueva... se nos adelantó Fudo de Virgo de Omega!!! Y por otro lado, los seres sensibles son los seres vivos (los sintientes). Si a los aliens les cabe esta denominación... pues sí, pero vamos a ser un poco egoístas y por ahora el juramento es sólo para los de acá, el resto veremos con el tiempo.
Comentarios al capítulo XIII: Otra vez me reclaman por el largo de los capítulos. Pues no sólo que no los puedo hacer más largos (ya están escritos hace casi 2 años), sino que me parece que agregarles cosas es meterles relleno forzado. En cada historia me di a la tarea de relatar una partecita de la vida de los caballeros. Son escenas autoconclusivas (creo yo), donde está sólo lo que corresponde a esa escena y nada más. El resto de la vida del personaje (para atrás y para adelante) les queda a los lectores para que jueguen y se imaginen qué podría haber sucedido (cómo obtuvo la armadura? dónde nació? cómo aprendió sus técnicas? de qué color es su cabello?) Para mí, el lector está autorizado a completar y responder todo lo que un autor no indica específicamente en el texto.
Otra cosa distinta es si les parece flojo o predecible. Son los altibajos propios de cualquiera que esté escribiendo. Siempre se puede mejorar (o no).
Sobre Alejandro (por favor no me nombren la película, que me da urticaria), simplemente uno de los grandes de la historia; fue muy natural para mí usar aunque sea su nombre. Incluso creo que fue el 1er caballero que nombré (aunque hubo un momento en que el caballero de Cáncer se llamaba Marcus, antes de perder su nombre). Y para un Alejandro, nada mejor que un Hefestión. Aunque tal vez, en los personajes históricos, Alejandro era el oscuro (no es para menos, con una madre como Olimpia) y Hefestión su complemento más "light". Pero estos dos hombres, no importa si eran amantes, amigos, hermanos de distinta madre: eran una sola persona (hasta en la muerte, casi), tal era su grado de unión. Podría haber hecho a mis Géminis también amantes, amigos, o hermanos de distinta madre, pero una vez establecida la idea de la complementariedad, del alter ego; que fueran gemelos era mucho más fácil (y apegado a la biblia saint-seiyera). Por otro lado, el asunto del "complemento", no quiero que se entienda como un gemelo bueno y otro malo; yo tampoco creo en personas totalmente buenas y otras totalmente malas. En este caso, por lo que les tocó vivir al crecer, uno es más sombrío (quiere decir eso que sea malo? no sé por qué, pero se me vino el profesor Snape a la mente). Tampoco quiero hacer que se amen incondicionalmente a partir de ahora, o que el olvidado odie a su hermano para siempre... no sé, habrá que explotar el tema de que no están completos si no se tienen uno al otro. A veces estar con alguien es una ventaja, a veces no, se abren varias puertas ahí, espero saber aprovecharlas.
En cuanto a las comas: Como escribo a 2 columnas (donde se leen frases), a veces cuando lo leo a una sola columna (donde se leen oraciones completas), noto cosas que no notaba antes y cada vez que vuelvo a leer un capítulo cambio un montón de comas de lugar... es probable que todavía le faltara pulir, jaja (Y SIENDO SINCERO, TAMPOCO ME SÉ LA REGLA)
Aclaraciones de este capítulo: Este (y luego el de Acuario) fueron los últimos capítulos que escribí "de un tirón" (que duró varios meses, aclaro) en 2010. Elegir el tema no fue fácil, hasta que me encontré con el personaje (que luego de dos años me copió Kurumada) de Shêtân. Teniendo ese personaje, imaginé que debía hablar sobre la Tierra; basta de amor, paz, justicia; son cosas lindas, pero nuestro planeta es nuestra casa antes que nada. Siguiendo con los homenajes, nombré a Ryōga por el personaje de Ranma 1/2 (manga que me divirtió durante 2010) y ya que estaba, le puse una de sus características más representativas. Shêtân es arameo, significa "demonio" y Ryōga es japonés para "buen colmillo".
Gracias a mi beta-reader, Alina. Espero que les guste este capítulo.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. Atenea ha vuelto y ha comenzado la reconstrucción de la Orden de Caballería. Comienzan a surgir los primeros caballeros de plata y bronce, luego los caballeros dorados. Aléxandros conoce a su gemelo Hephaistión, su complemento.

Capítulo XIV - Rugidos

 

Si ves los dientes del león, no creas que te está sonriendo.
Proverbio árabe

En el horizonte de la sofocante sabana, sólo se veían los dibujos que el aire caliente hacía al reverberar. A lo lejos, cielo y tierra se confundían en un espejismo.
Hacía varios días que la Senescala de la Comunidad del Colmillo Dorado aguardaba el regreso. Ya era demasiada la tardanza, pero estaba tranquila, no percibía nada extraño con su cosmos.
Por fin, en la lejanía, se recortaron dos figuras. Diminutas al principio, por efecto del brillante sol parecían no tocar el suelo. A veces, se superponían y se mezclaban en una sola. Al acercarse, se fueron definiendo mejor y se pudo apreciar que una era más alta que su compañera, y que las dos figuras avanzaban a la par.
La Senescala sonrió, reconociendo a los que esperaba. Estaba segura de que el muchacho habría equivocado el camino más de una vez. Pero confiaba en el amigo inseparable que caminaba junto a él. Siguió observando su avance hasta que las dos figuras desaparecieron en la sombra de un bosquecillo de acacias.
Algunos minutos después, Ryōga, caballero dorado de Leo, salió de la espesura y aceleró el paso bajo el sol, internándose en el calor que se elevaba del suelo de la sabana en una oleada rielante, mientras la luz se reflejaba con destellos de fuego en la superficie metálica de su armadura.
Al notar la cercanía del hogar, Shêtân, el león, se lanzó hacia delante a la carrera, pero cada tanto se detenía a esperar a su compañero, jadeando con ansiedad, mirando para un lado y otro. Había crecido en este tiempo, una tupida melena negra rodeaba su gran cabeza y caía por sus poderosos hombros y espalda. Como creyó que su amigo se demoraba, lanzó un gran rugido para apurarlo. La sabana entera se estremeció con la voz del león.
Finalmente los dos llegaron donde estaba la Senescala. Estaban cansados, el camino había sido extenuante, pero habían aprovechado cada momento de la travesía.
–Bienvenidos a casa, los dos. Pasen, recuperen el aliento. Hay agua fresca dentro para Shêtân, y algún bocadillo –dijo la Senescala haciéndolos entrar en los edificios de la Comunidad, y agregó–: Te esperaba hace varios días, no habíamos quedado en que durara tanto este viaje.
–Lo siento maestra, llegamos gracias a la habilidad de Shêtân, prácticamente él fue mi guía.
–Lo que es una suerte, sabiendo cómo es tu sentido de la orientación –respondió la Senescala con una carcajada, al tiempo que rascaba tras la oreja del león–. Es bueno tener un amigo que te guíe y te proteja. –Y, dirigiéndose al león–: Estás enorme, gran gato, ya eres completamente adulto.
El león se dejaba rascar. A pesar de su tamaño y su apariencia de fiera salvaje, le encantaban estos pequeños mimos. Había quedado huérfano siendo cachorro y la Comunidad del Colmillo Dorado lo había adoptado. Pronto se hizo amigo de Ryōga y lo seguía a todas partes. Aunque muchas veces, era el caballero dorado quien lo seguía a él.
El muchacho tenía dieciséis años y había recibido su armadura siete años atrás. Un día, cuatro años después de convertirse en caballero, había salido a entrenar por los alrededores y se había alejado bastante. Cuando quiso volver no supo cómo, así que se resignó a deambular hasta encontrar el camino. No era la primera vez que le pasaba, era muy malo para orientarse, pero jamás se preocupaba por estos percances.
Así, andando por la zona, fue que descubrió a la leona muerta y a un cachorrito todavía prendido a una de sus mamas. Le sorprendió la fragilidad del pequeño y que, a pesar de todo, todavía pugnaba por sobrevivir, aferrándose a lo poco que quedaba del alimento materno. Miró alrededor y no descubrió rastros de manada alguna. Si lo dejaba era indudable que perecería en la sabana, así que decidió traer al leoncito consigo. La Comunidad entera se encargó de cuidarlo, pero el cachorro eligió a Ryōga y se hicieron inseparables.
Fue así también como comenzaron sus viajes.
Les gustaba a ambos salir de la rutina de entrenamientos en la Comunidad, y partían, sin rumbo fijo, a la aventura. La Senescala lo permitía, con la condición de que Ryōga usara estos viajes como parte de su aprendizaje.
–Cuéntame, ¿cómo les ha ido? –preguntó la Senescala, dispuesta a escuchar el relato.
–Maestra, fue increíble, deberías haber venido con nosotros. Hemos estado en regiones que nunca antes habíamos explorado, anduvimos por lugares maravillosos –el joven hablaba con grandes gestos y mucho entusiasmo–. Por todos lados a donde mirara florecía la vida.
–Partiste en este viaje con el objetivo de aprender de la riqueza y pluralidad que nos ofrece el mundo en que vivimos, ¿lo lograste?
–Es fascinante, todo. Desde la más umbría nuboselva rebosante de vida, pasando por los poblados, las estepas, los espejos de agua, hasta el más tórrido desierto de arena, donde se podía adivinar lo que estaba escondido. Ya antes había observado la gran diversidad de seres vivos que pueblan el planeta, pero esta vez fue distinto, especial.
–¿Por qué?
–El mismo objetivo del viaje me hizo ver todo con otros ojos. Estamos acostumbrados a ver las maravillas de nuestro mundo y corremos el riesgo de volvernos indiferentes a ellas. No debemos ser pasivos frente al fenómeno de la vida en este planeta. Y no hablo sólo de cosas grandiosas como puede ser el estallido de colores de la selva; también en una gota de agua, algo tan elemental, se encuentra belleza y gracia en la simpleza de los seres que viven en ella.
–Ciertamente, acostumbrarse a algo, nos vuelve pasivos sobre su destino –reflexionó la Senescala–. Creemos que las cosas son eternas, que duran para siempre. Pero lo cierto es que todo forma parte de un equilibrio, que se debe conservar.
–Cuando encontré a Shêtân, él luchaba por sobrevivir. Creí que era un caso especial, que me necesitaba, que era mi deber protegerlo. Y ahora, cuando salimos en nuestros viajes, si me desvío, Shêtân con su rugido me señala el buen camino. Es como si el círculo se hubiera cerrado y él tuviera la necesidad de cuidarme –acarició la melena del animal y continuó–: Me puse a pensar en el resto de las criaturas, que continuamente están luchando por sobrevivir; la misma ley para todos. La naturaleza es un ciclo eterno de vida y muerte, esto es una verdad absoluta. Pero ¿qué pasa cuando hay un evento inesperado?
–Se produce un desbalance en ese ciclo –dijo la Senescala, contenta con el rumbo que tomaba el pensamiento de Ryōga.
El muchacho asintió, era una verdad muy simple, pero difícil de comprender si no se entendía que todos los seres del planeta estaban conectados. Que incluso los elementos inanimados participaban en este ciclo. Que las acciones que afectaran a unos, repercutirían en otros a corto o largo plazo. Y que, si ese delicado equilibrio se rompía, sería difícil o imposible restablecerlo.
–Ahora me doy cuenta que todos estamos en la misma lucha. No somos eternos, y durante el tiempo que nos toca vivir somos responsables por como dejaremos este mundo para las próximas generaciones. Es nuestra obligación conservarlo para el futuro.
Shêtân azotó la cola contra el suelo, como reafirmando las últimas palabras.
–Para eso te has convertido en caballero de la diosa. Precisamente la obligación de conservar nuestro mundo para los que vienen, forma parte de nuestra misión. –La voz de la Senescala se escuchó afligida cuando agregó–: Miles de millones de criaturas dependen de que tengamos éxito al final.
Ryōga se irguió en toda su estatura para afirmar:
–Todos los seres vivos se merecen la oportunidad de tener a alguien que los proteja. Yo estoy dispuesto, maestra.
La firmeza de la declaración era categórica. El león rugió en apoyo, haciendo temblar el edificio y a los desprevenidos miembros de la Comunidad que lo escucharon.

 

***

 

Tiempo después, cuando ya habían descansado de su viaje, Ryōga y el león se enfrentaban en la arena de entrenamientos de la Comunidad. El caballero luchaba afanosamente para tumbar al león, que oponía su fuerza y no se dejaba vencer. Erguido sobre sus patas traseras, hacía sentir todo el peso de su cuerpo al muchacho, que debía aplicar toda su fortaleza para resistirlo.
–Ya no es tan fácil vencerlo como cuando era cachorro, ¿verdad? –se rió la Senescala al verlos enredados, con la lucha empatada.
–No, Shêtân ha crecido –dijo Ryōga jadeando y riendo, saliendo debajo del cuerpo de su compañero–. Lo he visto de cacería, es asombroso.
–La naturaleza es una excelente diseñadora, le da a sus creaciones la forma y las capacidades más ajustadas a la forma de vida que llevarán.
–Lo sé. Gracias a que pude observarlo dando muerte a sus presas, fue que comprendí algunas cosas. En este equilibrio que hablábamos el otro día, la cacería de Shêtân no es perversa, es necesaria. Por eso es tan perfecta. Hay mucha diferencia entre la caza para la subsistencia y la depredación. El uso indiscriminado del recurso no tiene razón de ser dentro del ciclo.
–Me alegra que tengas este tema bien en claro. ¿Sabes cuál es la mejor forma de proteger el ciclo de la vida?
–¿Luchar contra los que atenten contra él?
–Luchar es una solución pasajera. La lucha se gana, se pierde, pero es sólo un momento. La mejor forma de proteger a todos, a los seres sensibles e insensibles de la Tierra, es educando. La educación siempre es el primer paso en la creación de la conciencia de que todos somos importantes y que cada uno cumple su función. Es por eso que permití que salieras en tus viajes. Han sido viajes de descubrimiento, y los has aprovechado muy bien. Lo que sigue, no es solamente prepararte para luchar y proteger lo que ahora conoces, sino también, hacer lo posible por transmitir este conocimiento que has adquirido.
–En este último viaje pude conectar mi cosmos con los seres vivos y descubrí la necesidad de protegerlos... –hizo una breve pausa y prosiguió–. Maestra, tienes razón, mi misión no es sólo luchar por ellos, también debo transmitir mi experiencia y lograr que todos estemos preparados para proteger el ciclo de la vida en nuestro planeta.
–Ryōga –dijo la Senescala finalmente–, el futuro estará más que agradecido si tu ejemplo consigue ser escuchado y seguido.
Shêtân aprovechó la distracción del joven para voltearlo de un zarpazo. Ryōga cayó, y acostado de espaldas, comenzó a reír. El león acompañó, con felicidad, con uno de sus poderosos rugidos.

 :ss6:

[Rage Magnus]

El capitulo ha sido bueno

Aunque siendo muy sincero al iguan que en el ND no me ha gustado nada esto de que el Santo de Leo tenga una mascota , fuera de eso e lcap fue muy bueno

Saludos

[° ®edh John °]

Muy buen capitulo Marcus! Excelente trabajo el que realizas!

Saludos!

[Lunatic BoltSpectrum]

Como siempre excelente capitulo

me gusto mucho la historia para el caballero de leo

saludos