Aquí vamos… anochecer y llueve por sobre mojado
Frío de un invierno olvidado.
Centenas de días delirantes
En mi corazón de ocre negro.
Es mi pesar una escena de circo
Ante su sonrisa.
A mi ser con distancia encadena
Esa santa patrona envuelta de alas negras.
Un salmo en silencio recito
Bajo la luz de una extinguida estrella
¡Levantarse mis penas y encaminarse a ella!
Más no sentir corazón en mi pecho.
No importa cuan profundo hunda ese puñal
No importa ya
Pues en mi lecho de esperanzas rotas he de escribir
“Tuya es el alma, mío el dolor”
Espero les guste, dejen comentario porfavor
Editado por Tōshirō Hitsugaya, 29 noviembre 2010 - 23:39 .