Uri Geller relata que desde los seis años era capaz de leer la mente de su madre, así como hacer funcionar relojes y doblar o romper objetos de metal. A los 13 años comenzó a sentir que podía hacerlo a voluntad, que podía controlar esta capacidad, aún cuando no supiese de qué se trataba ni de dónde provenía.
En 1969 se dedicó a presentar un show en Israel, su lugar de nacimiento, en el cual la principal atracción era mostrar su aparente capacidad para influir sobre los objetos, principalmente metálicos. En su acto solía mostrar cómo podía doblar cucharas o tenedores, poner en marcha relojes averiados, romper anillos sin tocarlos y conocer lo que pensaba el público.
Luego de escuchar hablar de Uri Geller en Nueva York, el investigador Andrija Puharich viaja a Israel, para invitarlo a los Estados Unidos y someterlo a diversas pruebas que intentarían probar que no era un mago, sino que su capacidad mental le permitía llevar a cabo este tipo de efectos sobre la materia.
Durante el show presenciado por Puharich, Geller se vendó los ojos para pedirle luego a la audiencia que escribiera palabras en un tablero, las cuales nombraba correctamente, sin poder ver nada. Otro de los actos que más le llamó la atención, fue cuando anunció que rompería un aro sin acercar sus manos a él. Una de las presentes ofreció utilizar un aro de su vestido, así que el israelí le pidió que los sostuviera en su mano, para luego poner encima la de él durante algunos segundos. Al abrir la mano, el aro estaba partido en dos.
Puharich pudo presenciar posteriormente en su departamento como Uri logró aumentar la temperatura de un termómetro con solo mirarlo, al igual que mover la aguja de una brújula al acercarse a ella o desviar el curso de un chorro de agua con sólo acercar su dedo a él.
En 1972, Geller viaja a Munich, tras ser organizada una gira por Alemania, con la idea de darse a conocer y presentar su espectátrasero.
Al llegar al aeropuerto, uno de los reporteros le preguntó qué sería capaz de hacer, a lo que Uri respondió que sugiriera él mismo algo. El reportero lo instó a detener un vagón de un funicular en el aire. Luego de varios intentos fallidos, cuando tanto Uri como los presentes pensaban que no ocurriría nada, uno de los vagones se detuvo efectivamente en el aire. El centro de control de los vagones, indicó que uno de los interruptores había saltado inesperadamente.
Finalmente, ese mismo año, Geller viaja a Nueva York con la intención de someterse a las pruebas solicitadas por Puharich en su visita a Israel. Junto a científicos como Edgar Mitchell, Wernher Von Braun y el físico Gerald Feinberg, Geller demostró en variadas oportunidades sus capacidad de influir sobre la materia. Entre otros, logró aplanar una sortija que Von Braun sostenía en sus manos y hacer funcionar un calculadora cuyas baterías estaban agotadas.
Quizás uno de los hechos que contribuyó a empañar la imagen del psíquico, fue su testimonio y el de Puharich de que sus poderes o facultades provenían de seres extraterrestres que lo habían escogido desde su niñez. En entrevistas bajo hipnosis, Geller relató cómo había visto un objeto brillante sobre su cabeza cuando tenía tres años. En la misma sesión se manifestó una voz metálica que se identificó como los seres que le habían otorgado la capacidad para manifestar esos fenómenos. En su libro "Uri: A journal of the Mystery of Uri Geller", Puharich describe estos hechos y otros que ocurrirían a raíz de la primera sesión hipnótica, así como diversos fenómenos inexplicables que rodearían la vida de Geller desde ese momento. Sin embargo, además de ponerse en entredicho la palabra de Puharich, también se puso en duda que el psíquico lo fuese realmente y no más que un mago que realizaba trucos y creía en extraterrestres que le habían escogido para dotarle de poderes casi increíbles.
Bajo la supervisión de científicos como Rusell Targ y Hal Puthoff, se realizaron varias pruebas en el Instituto Stanford de California. Geller no tuvo problemas de utilizar sus capacidades en condiciones de laboratorio, por el contrario, tuvo éxito en la mayoría de las pruebas, como doblar un objeto metálico, conocer letras y números ocultos a su vista o duplicar dibujos que se hallaban en sobre cerrados.
Toda la capacidad de Geller fue puesta en duda por "pseudo investigadores" de nombre James Randi y Charles Reynolds quienes concertaron una entrevista en las oficinas de la revista Time. Tanto Puharich como Geller sabían que intentarían, por todos los medios, perjudicar la imagen de éste. Luego de realizar dos demostraciones, una en la que dobló una llave que le entregara Reynolds, y otra duplicando un dibujo que se hallaba en un sobre cerrado, el artítrasero de la revista Time no señaló nada de esto. Muy por el contrario, llamaba a Geller farsante y manifestaba que los llamados a sí mismos "investigadores" Randi y Reynolds, afirmaban poder hacer lo mismo por medio de trucos de magia. Posteriormente, en su ensañamiento hacia Geller, ambos señalaron que lo habían visto hacer trampa, aún cuando esto no fue publicado por la revista que estaba empeñada en desmentir a Geller, lo cual no pasa de ser otro invento de ambos.
A pesar de los infructuosos intentos de falsos investigadores, Uri Geller continúa demostrando sin lugar a dudas sus capacidades para influir sobre la materia. Independientemente de que él mismo crea, o no, estar en contacto con seres de otros planetas, (recordemos que importantes científicos son católicos y creen en ángeles), sus facultades han sido demostradas suficientes veces como para ser reconocidas como reales, por mucho que le pese a los detractores de los fenómenos paranormales y de la Parapsicología.
Un saludo.
Editado por Dios_Shaka, 29 noviembre 2003 - 15:58 .