De nuevo aqui(es que no puedo dormir) aqui les dejo una breve descripcion de los dioses y las ciudades que creo Lovecraft en sus historias con sus respectivos ¿decodificadores o visonarios de esas figuras de caracter deformen enigmatico?, quien sabe.....
No debemos creer que el hombre sea el más antiguo o el último de los dueños de la Tierra, ni que el grueso común de la vida y la sustancia se encuentra solo. Los Antiguos fueron, los Antiguos son, y los Antiguos serán. Dr. John Dee, 1585 Abhoth
Avistó una masa grisácea que casi obstruía el pozo de lado a lado. Parece que allí se encontraba la fuente definitiva de la destrucción y la abominación, Porque la masa gris se inflaba y se estremecía continuamente; y de ella en fisiones múltiples, habían sido engendrados los cuerpos que se deslizaban por la cueva en todas direcciones.
Las siete obligaciones
Clark Ashton Smith
Atlach-Nacha
Una forma oscura, tan grande como la de un hombre agachado, pero con largos miembros arácnidos [...] Pudo ver que había una especie de rostro entre las patas articuladas de aquel achaparrado cuerpo del color del ébano. Aquel rostro miraba con una extraña expresión de duda e interrogación; el terror invadió las venas del intrépido cazador cuando su mirada se cruzó con la de aquellos otros pequeños y astutos, que se encontraban rodeados de pelo.
Las siete obligaciones
Clark Ashton Smith
Azathoth
Aquella última y amorfa mancha, de la más profunda confusión, que blasfema y burbyjea en el centro del infinito: Azathoth, el ilimitado Sultán Demoníaco, cuyo nombre no se atreven a pronunciar en voz alta labios algunos, y que mora hambriento en inconcebibles y oscuras cámaras más allá del tiempo, en mitad del amortiguado sonido de viles tambores, y del suave y monótono zumbido de flautas malditas.
La onírica búsqueda de la desconocida Kadath
H. P. Lovecraft
Bast
Belleza, elegancia, altiveza, calma filosófica, autosuficiencia, maestría indómita. &# 191;Dónde más podemos encontrar estas cosas sin tan siquiera llegar a la mitad de perfección y plenitud propias de la encarnación del incomparable y silencioso gato?
Gatos y perros
H. P. Lovecraft
Bokrug
Adoraban a un ídolo, de color verde marino, cincelado a imagen y semejanza de Bokrug, el gran lagarto de agua, ante el cual danzaban, horriblemente siempre que la luna creciente superaba el primer cuarto.
La maldición que cayó sobre Sarnath
H. P. Lovecraft
Chaugnar Faugn
Sus extrañas orejas eran palmeadas y con tentátraseros, y la trompa terminaba en un gran disco abocinado de al menos 30 centímetros de diáametro [...] Sus extremidades anteriores estaban dobladas rígidamente por los codos, y sus manos -tenía manos humanas- descansaban sobre sus rodillas con las palmas hacia arriba. Sus hombres eran anchos y cuadrados, y sus pechos y su enorme estómago destacaban de manera que la troma descansaba sobre ellos.
El horror de las colinas
Frank Belknap Long
Cthugha
Aunque habíamos tapado nuestros ojos, resultó imposible evitar la visión de aquellas grandes figuras amorgas fluyendo hacia los cielos desde aquel maldito lugar, ni tampoco la de aquel enorme ser que flotaba sobre los árboles como una nube de fuego viviente.
El morador de la oscuridad
August Derleth
Cthulhu
Un monstruo de perfil vagamente, pero una cabeza de pulpo cuya cara era una masa de tentátraseros, un cuerpo cubierto de escamas y de aspecto gomoso, unas prodigiosas garras tanto en extremidades anteriores como en posteriores, y unas largas y estrechas alas en la espalda. Aquella cosa [...] tenía una corpulencia algo hinchada [...] Aquelló apareció, rezumante en medio del estrépito, y a tientas coló Su gelatinosa inmensidad verde por entre la negra puerta [...] ¡Una montaña caminaba y se tambaleaba!
La Llamada de Cthulhu
H. P. Lovecraft
Cyaegha
Vieron que había un gigantesco ojo observándoles desde lo alto. El cielo se partió alrededor del ojo, y se abrieron unas profundas grietas a través de las que comenzó a brotar la oscuridad, una oscuridad más negra que la noche, que se arrastraba hacia abajo como si fuera un conjunto de tentátraseros fungosos, tomando forma, adquiriendo una silueta más definida [...] Había algo inmóvil allí, recortado contra el cielo negro, algo que tenía tentátraseros hechos de oscuridad y un ojo que brillaba con un tono verdoso.
Tinieblas, me llamo
Eddy C. Bertin
Daoloth
No se trataba de algo informe, sino de algo tan complejo que el ojo era incapaz de reconocer ninguna forma descriptible. Allí había hemisferios y brillante metal, todo ello unido por medio de largas varas de plástico. Las varas eran de un color gris, de modo que le resultó imposible averiguar cuales estaban máas cerca. Estas se unían en una masa de la que sobresalían cilindros. Al tiempo que contemplaba aquello tuvo la curiosa sensación de que unos ojos brillaban entre aquellas varas, pero mirase al sitio que mirase la construcción, lo único que pdoía ver era los espacios que había entre estas.
El rasgador de los velos
Ramsey Campbell
Eihort
Pudo percibirse entonces un leve movimiento en el interior del pozo, y algo trepó desde la oscuridad, un óvalo hinchado y pálido que se sostenía entre montones de patas sin carne. Sobre la superficie de aquel óvalo se formaron varios ojos que al instante comenzaron a observarme.
Antes de la tempestad
Ramsey Campbell
Ghatanothoa
Nada de lo que dga puede servir siqueira para dar una idea del repugnante, impío, inhumano horror, y del dioso y absoluto mal, propios de aquella semilla del caos negro y la noche sin límites.
Reliquia de un mundo olvidado
H. P. Lovecraft y Hazel Heald
Glaaki
De aquel cuerpo oval sobresalían multitud de espinas estrechas y en punta, de metal multicolor. En el extremo más redondeado del óvalo, una boca circular de gruesos labios formaba la parte central de una esponjosa cara desde la que se alzaban tres ojos amarillos situados en el extremo de finos tallos. Alrededor de la parte inferior del cuerpo había muchas pirámides blancas, que presuntamente debían emplearse para facilitar la locomoción del mismo. El diámetro del cuerpo debía ser de unos 3 metros en la parte más estrecha [...] largos tallos [se] agitaban en lo alto [...][la] figura se elevó, pulsando y sacudiéndose con una ensordecedora vibración [...] con una espina apuntando rigidamente [hacia una nueva víctima].
El habitante del lago
Ramsey Campbell
Hastur, El Innombrable
Un paisaje completamente alienígena [...] con un gran lago en primer plano. ¿Hali? En cinco munitos comenzaron a formarse ondas en el agua en el lugar en donde algo emergió. Miraba hacia el interior. Un titánico ser acuático, con tentátraseros. Octópodo, pero mucho mayor -de diez a veinte veces mayor- que el gigantesco octópodo Apallyon de la costa oeste. Solamente lo que debía ser su cuello medía unos 15 metros de diámetro. No me podí arriesgar a contemplar su rostro.
La ventana en la buhardilla
H. P. Lovecraft y August Derleth
Hipnos
Joven, de una juventud ajena al tiempo y de rostro bello y con barba, labios curvados en una sonrisa, frente olímpica, y densos mechones ondulados coronados de amapolas.
Hipnos
H. P. Lovecraft
Ithaqua
Las estrellas habín desaparecido [...] la gran nube que había oscurecido el cielo se parecía curiosamente a la silueta de un hombre de grandes dimensiones. Y [...] donde tendría que haber estado la parte superior de la "nube", donde debería haber estado la cabeza de aquella figura, en ese preciso lugar, había dos brillantes estrellas, visibles a pesar de la oscuridad, dos brillantes estrellas ¡que relucían ardientes como si se tratase de ojos!
El ser que caminaba en el viento
August Derleth
Nodens
Y sobre el lomo de unos delfines se sostenía una mujer de mala vida almenada en la que iba montada la gris y terrible figura de Nodens, el señor del Gran Abismo [...] Entonces el viejo Nodens extendió una arrugada mano y ayudó a Olney y los suyos a subir a aquella enorme mujer de mala vida
La extraña casa de la niebla
H. P. Lovecraft
Nyarlathothep
Una alta y esbelta figura con el joven rostro de uno de los antiguos faraones, que vestía una túnica de vivos colores y estaba coronada por una diadema que parecía brillar con luz propia [...] la fascinación de un dios oscuro o un ángel caído, en cuyos ojos se escondía el lánguido destello de un humor caprichoso.
La onírica búsqueda de la desconocida Kadath
H. P. Lovecraft
Nyogtha
Un insidioso olor comenzó a penetrar en la habitación. Resultaba un tanto parecido al de los reptiles, almizcleño y nauseabundo. El disco se alzó inexorablemente, y un pequeño dedo de oscuridad se deslizó desde el borde [...] [llegó] una gran ola de negrura iridiscente que no era líquida ni sólida sino una horrible masa de gelatina.
El horror de Salem
Henry Kuttner
Otros Dioses Menores
Un detestable ritmo de tambores y flautas al son del cual danzaban lenta, torpe, y absurdamente los gigantescos dioses Definitivos, los ciegos, mudos y tenebrosos Dioses Exteriores cuya alma y mensajero es Nyarlathothep, el Caos Reptante.
La onírica búsqueda de la desconocida Kadath
H. P. Lovecraft
Quachil Uttaus
Era una figura no mayor que la de un niño. Su cabeza sin pelo, y su cara sin rasgos, sujetas por un cuello de esquelética delgadez, estaban cubiertas de miles de arrugas reticuladas. Su cuerpo era como una especie de monstruoso y marchito feto abortad, que nunca hubiera llegado a respirar. Sus extremidades tubulares, terminadas en garras óseas, estaban extendidas como anquilosadas en una eterna y horrible postura de brazos abiertos.
El que pisa sobre el polvo
Clark Ashton Smith
Rhan-Tegoth
Un torso casi globular, con seis largas y sinuosas extremidades en pinzas parecidas a la de los cangrejos. Desde el extremos superior se bombeaba hacia delante un globo secundario con aspecto de ampolla; el triángulo formado por aquellos tres fijos y sospechosos ojos, la evidentemente flexible probóscide de unos 30 centímetros de largo, y el hinchado sistema lateral análogo a las branquias, sugerían, sin duda que aquello era una cabeza.
Horror en el museo
H. P. Lovecraft
Shub-Niggurath
¡Ïa, ïa, Shub-Niggurath! ¡La cabra negra de los bosques con un millar de retoños!
El susurrador en la oscuridad
H. P. Lovecraft
Shudde M´ell
Un gran ser grisáceo de un kilñómetro y medio de largo, que emitía una especie de ántico y exudaba ácidos [...] cargando desde las profundidades de la tierra a una velocidad antástica con una furia espantosa [...] deshaciendo la roca basáltica como se deshace la mantequilla al uego.
Los que acechan en el abismo
Brian Lumley
Tsathoggua
Logró discernir en un oscuro escondrijo la amorfa presencia agazapada. Nada más llegar al lugar, quella masa se movió un poco y, con infinita pereza, asomó una cabeza parecida a la de un sapo. Aquella abeza negra y sin frente abrió sus ojos muy despacio, como si la acabasen de despertar de un profundo ueño, de modo que quedaron a la vista sobre ella dos finas ranuras de líquida fosforescencia.
Las siete obligaciones
Clark Ashton Smith
Tulzscha
Una eruptiva columna de fuego verde y enfermizo [...] surgiendo a modo de volcán desde inconcebibles profundidades, sin producir sombra alguna como haría una llama normal, y bañando la piedra nitrosa de un venenoso y feo verdín. En toda aquella hirviente combustión no había calor alguno, y sólo podía sentirse el frío de la muerte y la corrupción.
El ceremonial
H. P. Lovecraft
Ubbo-Sathla
Allá en el gris principio de la Tierra, la masa sin forma que era Ubbo-Sathla reposaba entre el cieno y los vapores. Acéfalo, sin organo o miembro alguno, de sus rezumantes costados se derramaban, en un lento, incesante fluir, las formas ameboideas que fueron los arquetipos de la vida terrestre. [A su alrededor] yacían las poderosas tablas de piedra venida de las estrellas que fueron inscritas con la inconcebible sabiduría de los dioses anteriores a la Tierra.
Ubbo-Sathla
Clark Ashton Smith
Y´Golonac
Pudo comprobar por qué no tenía cabeza la sombra que vio el día antes sobre el cristal deslustrado, y entonces gritó. A la vez que el escritorio era empujado a un lado por la imponente figura desnuda, de cuya superficie aun colgaban los harapos del traje de lana, el último pensamiento de Strutt fue una incrédula convicción de que aquello no estaba pasando porque había leído las Revelaciones [...] pero antes de que pudiera exclamar su protesta, su aliento quedó interrumpido, justo en el momento en que las manos descendían sobre su cara, y en las palmas se abrían aquellas bocas rojas y húmedas.
Huella fría
Ramsey Campbell
Yib-Tstll
Allí, sobre el cuerpo negro y pulsátil del Ser, se arracimaba una horda de criaturas reptiles sin rostro y de enormes alas, ¡agarrados a multitud de temblorosos y colgantes pechos negros! [Los ojos] se movieron rápidamente y por separado, deslizáandose con una asquerosa viscosidad sobre toda la putrefacta superficie de la brillante y pastosa cabeza de Yib-Tstll.
El horror de Oakdeene
Brian Lumley
Yig
El padre medio humano de todas las serpientes [...] el dios-serpiente de las tribus de las llanuras centrales -y que presuntamente dio origen también a los meridionales Quetzalcoatl o Kukulkan- era un extraño diablo antropomórfico.
La maldición de Yig
H. P. Lovecraft y Zealia Bishop
Yog-Sothoth
Grandes goblos de luz concentrándose en dirección a la abertura [...] la explosión de los globos más cercanos, y la carne protoplásmica que fluía oscuramente para volver a unirse y formar aquel horror arcano del espacio exterior [...] cuya máscara era un conjunto de globos iridiscentes [...] que eternamente espumajeaba, como un cieno primordial, en el caos nuclear más allá de los puntos más bajos del tiempo y el espacio.
El que acecha en el umbral
H. P. Lovecraft y August Derleth
Zhar
El ser que se agazapaba en aquel extraño y verdoso crepúsculo era una masa viviente de escalofriante horror, una horrible montaña de carnes sensibles y temblorosas, cuyos tentátraseros, situados en el oscuro extremo de la caberna subterránea, emitían un extraño sonido zumbante, mientras de las profundidades del cuerpo de la criatura surgía un extraño y horrible ulular.
El cubil de la retoño estelar
August Derleth y Marck Schorer
Zoth-Ommog
Un cuerpo con forma de cono truncado de amplia base. El cono estaba coronado por una cabeza roma y gacha, con forma acuñada y vagamente reptil, oculta casi por completo tras una especie de trenzas arremolinadas. Este pelo, barba o crin, estaba formado por una especie de sogas espirales, separadas en capas espesas, con aspecto de serpiente o gusano [...] A través de esta repulsiva melena de Medusa de viscosos zarcillos, dos fieros ojos serpentinos brillaban con una mezcla de frialdad, inhumana burla, y algo que sólo puedo describir como una amenaza fanfarrona.
Zoth-Ommog
Lin Carter
Lovecraft ubicó algunas de sus historias en lugares reales como Providence, pero también creo para sus cuentos, ciudades imaginarias ubicadas en Nueva Inglaterra:
ARKHAM
Ciudad ubicada a la orilla del rio Miskatonic, y basada en el pueblo de Salem (Massachusetts). Posee construcciones antiguas al estilo georgiano, con campanarios y techos picudos. Algunos lugares destacables son la Isla Sin Nombre, en donde se dice alguna vez danzaban las brujas, la Universidad de Miskatonic, famosa por liderar expediciones a parajes desconocidos del mundo, que cuenta con una biblioteca en donde posee una gran colección de libros de ocultismo, entre ellos una edición del Necronomicon. Arkham es la ciudad mas civilizada y la mas importante en las obras de Lovecraft.
DUNWICH
Pequeño pueblo ubicado al noroeste de Arkham, Massachusetts. El paisaje de la zona esta compuesto por colinas con boscosas laderas, cuyas cumbres estan coronadas por grandes círculos de columnas de piedra. Algunos dicen que fueron hechos por los indios Pocumtucks como lugar de ceremonia, otros dicen que son mucho mas antiguos. Algunas de las colinas mas conocidas son la "Sentinel Hill", en cuya cima se encontraron dépositos de cráneos y huesos dentro de un círculo de piedras, y también se destaca la "Devil's Hop Yard", una colina totalmente desierta en la que no crece ningun tipo de vegetación. La mayoría de los aldeanos, con rasgos de degeneración física y mental, viven en total decadencia y aislados, ya que muy poca gente visita el pueblo, y mas después del horror que se desató en 1928, cuando Wilbur Watheley invocó a Yog-Sothoth.
KINGSPORT
Pueblo de casas con antiguos tejados y campanarios, ubicado junto al océano y cerca del río Miskatonic. Tiene pocos habitantes y la mayoria se dedica a la pesca. Algunos sitios destacables son el antiguo cementerio junto al Hospital Congregacionista, debajo del cual se rumorea existían extrañas cuevas o madrigueras. En la costa del pueblo hay muchos riscos y acantilados, y uno en particular de una increíble altura en cuya cima, cubierta por la niebla, hay una antigua casa sobre la cual se cuentan extrañas leyendas.
INNSMOUTH
Está ubicado en Massachusetts, en la desembocadura del rio Manuxet. El pueblo se fundó en el año 1643 y hasta 1812 fue uno de los puertos mas importantes de la zona. Aproximadamente en 1838 la pesca comenzo a escasear, entonces las personas mas importantes del pueblo hicieron un macabro trato con los Profundos que habitan cerca de la costa, en una ciudad submarina debajo del Arrecife del Diablo. El arreglo consistía en entreguar jovenes para sacrificios a las criaturas a cambio de pescado y oro. Pero una noche de 1846, murió mas de la mitad de la población cuando una horda de Profundos subió al pueblo con la intención aparearse con humanos. Desde entonces sus habitantes se sumergieron gradualmente en una total decadencia, y quedaron aislados de los pueblos vecinos ya que nadie se anima a visitar el pueblo y sienten repulsión hacia sus habitantes. Estos poseen rasgos extraños, ojos saltones que no pestañean, labios grandes y abultados, frente y barbilla deprimidas, son calvos y poseen costras o rugosidades en la piel, pies muy grandes y manos con dedos muy cortos, y tienen un andar bamboleante. A los mas viejos los mantienen escondidos y encerrados en los áticos, mientras sufren una monstruosa transformación, ya que son híbridos de los Profundos y se reunen con ellos en el Arrecife del Diablo, que está próximo a la costa. Viven de la pesca, que es muy abundante, y la única industria que queda en el lugar es la refinería Marsh. Hay iglesias en donde celebran extraños cultos a dioses y a las criaturas del mar, la mas importante es la Orden Esotérica de Dagon.
Lovecraft también creó ciudades imaginarias cuyo origen es muy anterior a la aparición del hombre (algunas de estas fueron construidas por seres del espacio, y otras no tienen un origen o ubicación precisa):
R´LYEH
Es la inmensa ciudad sumergida en donde descansa Cthulhu y sus hordas esperando su regreso cuando las estrellas sean propicias. Está ubicada en el océano Pacífico, en 47°9' latitud Sur y 126° 43' longitud Oeste. Fue construida en eras antiquísimas antes de que surga la vida en el planeta por los Primigenios que llegaron del espacio exterior. Posee columnas de piedra verde, inmensos monolitos y estatuas tallados con bajorrelieves. Superficies demasiado grandes y ángulos imposibles, que determinan una geometría totalmente anormal y no-euclidiana.
DREAMLANDS
Es un lugar creado por Lovecraft pero basado en las obras de Lord Dunsany, quien a menudo ubicaba sus historias en un mundo de sueños que se encuentra mas alla de donde termina nuestro mundo. La Tierra de los Sueños esta llena de hermosas ciudades, gente de diferentes clases, monstruos grotescos, y algo de magia. Solo algunos soñadores muy especiales pueden visitar La Tierra de los Sueños. Esta tiene algunas intersecciones con nuestro mundo o dimension en ciertos lugares, pero el viaje hacia La Tierra de los Sueños puede ser peligroso.
YUGGOTH
Este es el nombre que se le dió en algunos textos antiguos al planeta Pluton. Está habitado por los seres crustáceos Mi-Go, los cuales construyeron hace millones de años una ciudad en el planeta.
IREM
La Ciudad de los Pilares, Lovecraft la menciona en algunos relatos, como en "La Ciudad sin nombre" y en "La Llamada de Cthulhu", en donde explica que el centro del culto a los Primordiales se halla en los desiertos sin caminos de Arabia donde Irem, la Ciudad de las Columnas, sueña oculta e intacta. Originariamente perteneció al folklore islámico, ya que se la nombra en el Coran como Iram, La Ciudad de las Torres, y probablemente haya existido.
MESETA DE LENG
No se sabe exactamente donde estaría ubicada, probablemente en la Antártida, en Asia Central o en La Tierra de los Sueños (Dreamlands). Algunos autores sugirieron que los tres lugares quizas esten relacionados por medio cierto tunel espacio-temporal. Fue habitada por seres medio humanos que se solían combatir contra las hinchadas arañas púrpura de los valles vecinos.
UNA FLOR PARA LOS MUERTOS
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