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el crédito del Fanart es de Destino (Gaby), saludos!
LA VOLUNTAD DE ODÍN. La Saga de Asgard, recargada.
Lugar: Una alejada aldea en los límites del país de Asgard.
*Los lobos corren a través de los campos de nieve, en las heladas estepas de Asgard. Son seguidos muy de cerca por otra especie de depredador, enfundado en una reluciente armadura azul que sobresale entre la blancura de la nieve: el legendario dios guerrero de la estrella de Epsilón, Fenrir de Arioth. Los lobos saltan en dirección de la aldea, pero lo que sorprende a Fenrir es la ausencia de personas en la aldea… sin embargo, al igual que los lobos, puede oler el rastro de sangre… mucha sangre.*
Fenrir.- Que ocurre, Jing? Que le habrá pasado a todas estas personas? *El lobo guía de Fenrir gime hacia una dirección, entonces un soldado del ejército de Asgard aparece arrastrándose sobre la nieve. Está severamente herido.*
Fenrir.- Soldado! Que te ocurrió?
Soldado.- *Retrocediendo, visiblemente asustado* Ahhh! Usted... es uno de esos guerreros malignos?
Fenrir.- Mi nombre es Fenrir de Arioth, dios guerrero de sagrado de Odín, ungido como la estrella protectora de Epsilón por la princesa Hilda hace unos cuantos días para proteger Asgard…no debes temer de mí, yo te ayudaré.
Soldado.- D-Dios guerrero de Odín? Ellos…ellos dijeron llamarse así… ellos dijeron ser los auténticos guerreros sagrados… y después masacraron a nuestras tropas!
Fenrir.- Cómo dices? No… solamente hay 7 dioses guerreros, ungidos por la princesa Hilda… ninguno de ellos atacaría a la guardia de la misma princesa, eso sería contradictorio!
Soldado.- Ellos… vienen tras de mí…ellos van a acabar con nosotros si no huimos! *Los lobos, nerviosos, empiezan a aullar desesperados al sentir el peligro que se aproxima. Fenrir siente poderosos cosmos aproximándose.*
Fenrir.- Date prisa, dirígete al Palacio Valhala y avísale al resto de los dioses guerreros. Yo me encargaré de ellos. *Mientras el soldado huye, Fenrir y los lobos se preparan para recibir a la desconocida amenaza...*
*Tiempo después, en los bosques que rodean el Palacio Valhala…*
- Alberich, qué es lo que has hecho?
*La escena ocurre en un tétrico lugar: Syd de Mizar, uno de los más prestigiados y poderosos dioses guerreros, encara a otro de ellos, el maligno cerebro de Asgard, Alberich de Megrez Delta. Ambos están rodeados de cadáveres encerrados en corazas amatista. Syd puede observar que , entre los muertos hay mujeres y niños, y Alberich recogía las joyas y objetos valiosos que había en sus carruajes en el momento en que lo sorprendió en el bosque*
Syd.- Hace apenas una semana desde que la princesa Hilda nos entregó los ropajes sagrados de los dioses guerreros, y tú ya estás dilapidando su poder en tu propio beneficio?
Alberich.- *Dándole la espalda al dios guerrero de Mizar, y sonriendo* No digas tonterías, Syd. Tú mismo escuchaste que Hilda nos urgió a vigilar las fronteras de Asgard y defenderla de cualquier extranjero, pues se rumora que los dioses que han castigado al mundo desde hace unos años pretenden hacer lo mismo con Asgard. Estos… cadáveres eran gitanos y noté una actitud muy sospechosa en ellos y…
Syd.- Estas personas eran familias pacíficas, Alberich, de ninguna manera eran guerreros! Te desprecio, y quisiera encargarme ahora mismo de ti.
Alberich.- Y que estás esperando? *Syd y Alberich encienden sus cosmos, pero antes de que el combate inicie una autoritaria voz de mando resuena en el valle. Se trata de Sigfried de Dubhe, acompañado de Haggen de Merak.*
Syd.- Sigfried!
Sigfried.. Porque están perdiendo el tiempo aquí? Debemos dirigirnos a las fronteras de inmediato, ya que Asgard está en grave peligro!
Alberich.- *Con una sonrisa irónica* Con todo respeto, valeroso líder de los dioses guerreros, es una pérdida de tiempo y un esfuerzo paranoico el vigilar estas desoladas fronteras, si alguien quisiera invadirnos nos daríamos cuenta de inme...
Estamos bajo ataque! *La desconocida voz rompe la tensa charla, entonces los dioses guerreros se dan cuenta de que un soldado de la guardia de Hilda se encuentra desfallecido de cansancio, y cae en los brazos de Haggen*
Haggen.- Tú…eres uno de la guardia personal de Hilda, no es verdad? Que te ocurrió?
Soldado.- Fuimos…fuimos atacados por los dioses guerreros! Masacrados!
Syd.- Los dioses guerreros? Debe haber un error… nosotros somos los dioses guerreros.
Soldado.- No… ellos son otros… tienen un cosmos mucho más maligno… además, uno de ustedes quiso ayudarme… pero no creo que el valiente lobo del norte pueda salir con vida.
Haggen.- Lobo del norte? Te refieres a Fenrir?
Sigfried.- Algo anda mal aquí… soldado, donde está Fenrir? Qué quieren esos impostores?
Soldado.- En la villa…de la frontera… quieren… la cabeza de la señorita… Hil…da… Ungh! *el soldado muere, victima del agotamiento y las heridas*.
Sigfried.- Murió…tengo un mal presentimiento de todo esto. triviaás estos enemigos pretendan… *El rostro de Sigfried denota gran preocupación* Haggen!
Haggen.- Sigfried?
Sigfried.- Haggen, ve a la villa fronteriza e intenta averiguar el paradero de Fenrir. El resto de nosotros pondremos a salvo a las sritas. Hilda y Flare!
Haggen.- Enseguida, Sigfried!
*Mientras tanto en el Palacio Valhala, el símbolo del poder del anteriormente invencible dios del norte, Odín, una reunión muy tensa se celebra en el salón del templo de Odín. Ahí, sentado en su trono, el supremo sacerdote de Odín, Dolbar, escucha con impaciencia a Hilda de Polaris, la representante terrenal de Odín en la Tierra. Desde su nacimiento, Hilda fue bendecida como guardiana de la voluntad de Odín, pero ha quedado bajo el tutelaje de Dolbar, el actual sacerdote que le enseña las artes de sacerdotisa hasta que cumpla la mayoría de edad. Los asgardianos muestran gran veneración y respeto por el siniestro sacerdote guerrero, pero Hilda, apoyada siempre por su hermana menor Flare, ha demostrado tener ideas más liberales y menos codiciosas que Dolbar, quien tiene la esperanza de aprovecharse de la situación del mundo en los últimos años para su propio beneficio. Sus discusiones con Hilda son cada vez más frecuentes, y la reunión de hoy no es la excepción.*
Dolbar.- Hilda! Porqué yo no tenía conocimiento de esto? Has despertado a los dioses guerreros de Odín, a los únicos que podrían poner a Asgard en verdadero peligro! Por qué has hecho eso?
Hilda.- *Con gesto de determinación, sin arredrarse ante el tono amenazador de Dolbar* Estás muy equivocado, gran sacerdote! Los dioses guerreros son parte de la bendición de Odín para proteger Asgard! Ellos son nuestra única esperanza!
Dolbar.- No te das cuenta, Hilda, que si algún enemigo logra derrotar a los 7, obtendrá los 7 zafiros de Odín y así obtendría la poderosa espada Balmung, junto con la armadura de Odín? Eso crearía a un enemigo indestructible!
Hilda.- No es así! Yo tengo confianza en mis 7 dioses guerreros, además… has incurrido en actitudes poco éticas, y no tengo confianza en tus procedimientos!
Dolbar.- *Levantándose violentamente del trono, haciendo imponer su estatura que es dos veces la de Hilda* A que te refieres, niña tonta?
Hilda.- A que se debe la desaparición repentina de Frey, uno de los más honrados y leales guerreros que tenemos? Y la decisión de mandar al extranjero a su dulce hermana Freya?
Dolbar.- Juju! Frey aparentemente enloqueció y se fue de Asgard o algo así… solo mantuve lejos a su hermana para que tuviera la oportunidad de buscarlo. Sabes bien princesa, que yo sólo busco tu bienestar…y ahora tengo los medios para hacerlo. *Al decir estas palabras, Hilda siente presencias a su alrededor. Nota que 4 poderosos guerreros de un cosmos agresivo la rodean.*
Hilda.- Q-Quienes son ustedes?
Dolbar.- Ellos son parte de los nuevos defensores de Asgard…a los cuales les entregué sus armaduras yo mismo, Jajaja! *Hilda nunca había visto a esos personajes: un enorme guerrero con grandes boomerangs, otro con una espada amenazadora, uno más ocultando su rostro que le parece muy familiar, y el último cubierto completamente con una capa blanca, al que no se le ve siquiera el casco de su armadura. Sin embargo, antes de que pueda decir algo, la puerta del salón del templo se abre violentamente, y entran corriendo la hermana menor de Hilda, la princesa Flare, seguida de otro de los nuevos 7 dioses guerreros: Tholl de Phecta Gamma.*
Flare.- Hilda! Ha ocurrido una tragedia!
Hilda.- Flare?
Flare.- Hilda, Tholl dice que Fenrir ha sido emboscado en el bosque, cerca de la frontera! Y dice que ha sido atacado por unos… eh? *Flare retrocede ante la presencia de los guerreros de Dolbar. Tholl por su parte saca sus enormes hachas ante su amenazante cosmos.*
Tholl.- Quienes son ustedes? Identifíquense! *Por toda respuesta, el guerrero de la espada y el enmascarado capturan a Hilda y Flare, mientras que el gigante encara a Tholl.*
Hilda.- Suéltennos! Dolbar! Que significa esto?
Dolbar.- *Sonriendo* Hilda, Hilda, no me dejas más opción. Al haber liberado a los 7 dioses guerreros, ahora los zafiros de Odín están dispersos, y los necesito para entregarle la espada Balmung a los dioses griegos…será la única manera que tendremos de sobrevivir.
Tholl.- Cómo?!
Dolbar.- Asgard es un país viejo y obsoleto, que no resistirá mucho tiempo un embate de pobreza y exterminio si los dioses deciden atacarnos… Odín no responderá nuestros ruegos, así que he decidido que esta es la mejor manera de salvarnos. Así que, dios guerrero de Phecta, te ruego que nos entregues tu zafiro de Odín. *Dolbar extiende su mano, y Tholl no sabe que hacer.*
Hilda.- Tholl! Huye y trae a Sigfried y los demás! Bajo ninguna circunstancia entreguen los zafiros de Odín! *Por toda respuesta, Tholl estrella una de sus hachas en el suelo, creando una enorme grieta en el suelo que cimbra todo el templo. Aprovechando la confusión, con una agilidad poco común para un hombre de su tamaño, destruye una de las paredes y logra escapar por la abertura. Sin embargo, el también enorme guerrero Runga lo persigue, y utiliza sus boomerangs apuntándole.*
Runga.- Ja! No llegará muy lejos! *Los ataques de Runga destruyen el frágil piso de hielo sobre el que Tholl estaba parado, y cae a uno de los precipicios que rodean al Valhalla.*
Flare.- Oh no! Tholl!
Dolbar.- Vayan tras él y exterminen a todos los dioses guerreros! *Dicho esto, los 4 guerreros salen saltando tras Tholl dejando a Hilda y Flare con Dolbar.*
Hilda.- Haré que te cuelguen por esto!
Dolbar.- No princesa, no lo harás. *Dolbar enciende su cosmos, paralizando a Hilda y Flare delante de él. Dolbar levanta sus brazos proyectando una sombra siniestra.*
Flare.- Hi-Hilda?
Hilda.- Flare! No te… *Antes de que puedan hacer algo, son atacadas por el ken de Dolbar, y son tragadas por las sombras que éste proyecta.*
Dolbar.- Han sido condenadas al olvido eterno! ESCUDO DE ODÍN! *Hilda y Flare son paralizadas como zombies, flotando ante la imponente estatua de Odín, sin que puedan hacer nada al respecto ya que han quedado atrapadas dentro del impresionante escudo de Odín, condenadas al olvido eterno. Mientras tanto, Sigfried, Syd y Alberich llegan a un claro del bosque.*
Alberich.- Que haces, Sigfried? El camino más corto hasta el palacio es por esta vereda.
Sigfried.- No hay tiempo para veredas, Alberich! Necesitamos atravesar los precipicios del castillo para llegar más rápido! *Sigfried sigue su camino, seguido del ágil Syd. Alberich sólo se les queda viendo, y decide continuar por sí solo por la vereda.*
Alberich.- Idiota! *Mientras tanto, Haggen llega al pueblo de la frontera a gran velocidad, y se encuentra con el mismo paisaje lúgubre y desolado que se había encontrado Fenrir antes.*
Haggen.- Puedo percibir el cosmos de Fenrir… pero está muy débil! *Haggen avanza hasta llegar hasta el centro del pueblo, donde queda muy sorprendido.*
Haggen.- No puede ser! *Encadenado a un poste, se encuentra un inconsciente y muy lastimado Fenrir. Sus lobos yacen muertos a su lado.*
- Jajaja! Sabía que uno más de ustedes caería en la trampa!
Haggen.- Quién…? *Repentinamente aparece uno de los guerreros de Dolbar, el que se había enfrentado a Fenrir: Loki. Su cosmos es terrible y su actitud amenazadora, piensa Haggen.*
Haggen.- Tú le has hecho esto a Fenrir?
Loki.- Jajaja, por supuesto! Ustedes, los 7 dioses guerreros que están en posesión de los zafiros de Odín son de una categoría inferior a la nuestra, los auténticos guerreros de dios! Mi nombre es Loki.
Haggen.- Yo soy Haggen de Merak Beta, Loki, y puedo asegurarte…que vengaré a Fenrir! Ahhh!! RAYO DE HIELO!
*Mientras tanto, Sigfried y Syd corren hacia el Palacio Valhalla hasta llegar a una de las paredes de sus torres, con un impresionante precipicio. Syd se prepara para saltar, cuando Sigfried repentinamente lo hace un lado.*
Sigfried.- Cuidado, Syd! *Repentinamente son atacados por unas descargas de luz, que se estrellan en la roca destruyéndola. Syd se queda muy pasmado: ésa es su técnica.*
Syd.- Pero que demonios..?
Sigfried.- Quién eres? Da la cara!
- Jajaja! Quién te crees que eres jovencito, para dar órdenes de esa manera?
*Sigfried y Syd voltean, encontrándose con un hombre en una armadura naranja y el rostro cubierto. Su cabellera marrón contrasta con la frialdad de sus ojos, mientras se recarga en un árbol, y desenfunda una enorme espada.*
- Yo soy Midgardo, y soy uno de los auténticos guerreros de dios.
Syd.- *Levantándose y poniéndose en guardia* Blasfemo! Nosotros somos los dioses guerreros de Odín, que tenemos en posesión sus 7 zafiros!
Midgardo.- Juju! Guerrero Syd de Mizar, déjame presentarte a alguien que ansía conocerte… *Desde las ramas del enorme árbol, un hombre enfundado en una capa y capucha blancas como la nieve aterriza delante de Syd, quien siente un cosmos terriblemente agresivo hacia él. Antes de que pueda decir nada, la capa sale volando, saliendo a relucir una armadura idéntica a la de Syd pero en color blanco, y el rostro de ese hombre es idéntico al de Syd, quién se queda boquiabierto al igual que Sigfried.*
Syd.- N-No puede ser…
Midgardo.- Te presento a tu hermano, Syd. Su nombre es Bud de Alcor… otro guerrero de dios de Dolbar!
Bud.- Mueran ahora! *Bud ataca con más ferocidad que la vez anterior, y Sigfried y Syd salen volando por el impacto… mientras tanto, en la espesura del bosque, el enorme Tholl corre tratando de ubicar el cosmos de Sigfried y los otros. Sin embargo, cuando el piso delante de él explota haciendo estallar la nieve, se detiene. Un enorme boomerang está clavado ante él, en un tronco.*
- Finalmente dejaste de escapar!
*Tholl voltea, y se da cuenta que el gigante con boomerangs como armas lo ha alcanzado, y que necesita derrotarlo para seguir avanzando.*
- Mi nombre es Rungu, auténtico guerrero de dios y voy a hacerte pedazos!
- Ja. Eres un ser verdaderamente ridíretaguardia.
*Tholl y Rungu voltean al escuchar una tercera voz. Parado sobre unas rocas, Alberich observa fijamente a Rungu y se burla.*
Tholl.- Alberich!
Alberich.- Vaya Tholl, parece que me toca a mí salvarte el pellejo en esta ocasión. *Pero apenas ha terminado Alberich la frase, el suelo se abre ante él, haciendo una enorme grieta que lo separa de Tholl y Rungu.*
Alberich.- Eh? Pero qué…?
- Yo seré tu oponente. *Alberich voltea, y se da cuenta que otro guerrero más lo amenaza con una espada flameante, con la cual abrió la grieta ante él.*
- Mi nombre es Uirl. *Se dispone a atacar a Alberich nuevamente, el cual sonríe con cinismo al enfrentar este nuevo reto. Mientras tanto en el pueblo fronterizo, el guerrero Loki ha quedado congelado ante el ataque de Haggen.*
Haggen.- Con esto tendrá! Ahora debo ayudar a Fenrir! *Haggen corre a cortar las cadenas de Fenrir. Éste cae pesadamente al piso en cuanto es liberado, y Haggen alcanza a ver que todavía tiene su zafiro incrustado en su armadura.*
Haggen.- Todavía está vivo... todavía hay esperanza. Lástima que los lobos... *En ese momento, una ráfaga golpea a Haggen en la hombrera, lastimándolo. Haggen voltea a ver, y Loki está libre del hielo.*
Loki.- Esta vez es mi turno, infeliz! GARRA DEL LOBO! *El ataque toma desprevenido a Haggen, y Loki lo toma del cuello, después lo estrella contra una de las casas del poblado, derrumbándola. Haggen se ahoga con la fuerza del líder de los guerreros de Dolbar.*
Haggen.- Nngh!
Loki.- Que pasa, amigo? No eres tan valiente ahora, o sí? *Sin embargo, Haggen logra enfocar su cosmos en sus manos, y dirigirlos hacia Loki* GRAN TORRENTE DE LAVA! *El ataque golpea a Loki directamente, y éste apenas tiene tiempo de hacerse a un lado. El ataque le golpea el costado, quemando sus costillas.*
Loki.- Yaaaagh! *Ya repuesto, Haggen se acerca velozmente a Loki, pero éste se levanta más rápido de lo que pensó.*
Haggen.- Qué?!
Loki.- TEMPESTAD DE ODÍN!! *Repentinamente, una poderosa fuerza eleva a Haggen al cielo, Loki salta detrás de él y lo golpea con ambas manos. Haggen se estrella con gran fuerza contra la nieve del suelo, haciendo un enorme cráter, y pedazos de su armadura sagrada salen volando.*
Haggen.- AAAAGHH!! *Loki sonríe y se dispone a rematar a su oponente, cuando siente un agresivo cosmos detrás de él. Al voltear, se da cuenta asombrado que Fenrir está en posición de combate.*
Loki.- Animal! No tuviste suficiente ya con la paliza que te dimos?
Fenrir.- Haggen… vino en mi ayuda… lo lastimaste… como lastimaste a Jing y mis otros lobos… mis compañeros… ahora vas a morir.
Loki.- Estúpido! GARRA DEL LOBO!
Fenrir.- PODER DEL LOBO MORTAL!! *el choque de ataques de ambos ken-lobo concluye con Loki escupiendo sangre, y cayendo a la nieve con los ojos abiertos. Debilitado, Fenrir cae también de rodillas, pero es detenido por Haggen, quien lo levanta.*
Haggen.- Vamos, Hilda nos necesita! *Mientras tanto en las afueras del castillo, Syd y Sigfried son embestidas por las ráfagas de Bud de Alcor, quien los ataca con un odio inusitado.*
Sigfried.- No… lo entiendo, Syd! Es idéntico a ti!
Syd.- Eso… sólo quiere decir una cosa. Bud… tú eres mi hermano gemelo.
Bud.- Pero tú fuiste el hermano beneficiado, Syd… a ti, nuestros padres te dieron cariño y protección…mientras yo fui abandonado a la fría muerte. Si no te hubiera encontrado esa tarde de invierno, y me hubiera dado cuenta de la verdad…*(Ver la Saga de Asgard)*. Pero el destino me recompensó cuando Dolbar me entregó esta armadura sagrada de Alcor.
Sigfried.- Dolbar? El supremo sacerdote? Hilda… Hilda debe estar en peligro!
Syd.- Y tú no eres un dios guerrero verdadero, Bud! No eres más que la sombra del Syd de Mizar, una sombra funesta y detestable!
Bud.- No hablemos más con palabras, sino con hechos, Syd!
Syd.- De acuerdo! Prueba la GARRA DEL TIGRE VIKINGO, Bud! *Syd salta, lanzando su poderoso ken contra su hermano gemelo… pero para sorpresa de Syd, su ataque es esquivado y no logra tocarlo.*
Syd.- Qué? Es imposible! *Sin embargo, Bud contraataca con un ken aún más poderoso*
Bud.- GARRA DE LA SOMBRA DEL TIGRE VIKINGO! *El ataque toma completamente desprevenido a Syd, quien pierde su casco y cae en la nieve, con gran dolor.*
Sigfried.- Syd!
Bud.- Tú no eres nada ante mí! Estudié tus técnicas minuciosamente, y ahora mi técnica es más poderosa. *Sigfried pretende avanzar hacia Bud, pero la espada de Midgardo se planta ante él. Sigfried observa fijamente en su oponente, y reconoce la empuñadura de la espada.*
Sigfried.- Esa espada… tú eres!
Midgardo.- MUEREEE! *La espada del guerrero ataca a Sigfried, pero éste la esquiva hábilmente. Sigfried contraataca con su técnica especial.*
Sigfried.- VENTISCA DEL DRAGÓN!! *El ataque golpea a Midgardo, quien cae al suelo perdiendo su máscara y su casco. Cuando se levanta, Sigfried lo reconoce.*
Sigfried.- Eres el capitán de las fuerzas del castillo Valhalla! Eres Frey! *Sigfried se da cuenta de que la apariencia de Frey ha cambiado, unos ojos rojos malignos denotan una nueva maldad latente en él, como si fuera otra persona.*
Sigfried.- Frey… tú le eras leal a Hilda, que ocurrió contigo?
Frey.- Fue… fue Dolbar, él… nghh! *Frey se lleva una mano a su cabeza mientras parece sentir dolor, pero inmediatamente se recobra* él me hizo ver la verdad! Muere y siente el filo de la espada de la muerte! AAAHHHH!!! *Frey lanza su ataque, y la espada hace terribles cortes en la roca. Sigfried no quiere dañar a Frey, pero no tiene otra alternativa que retroceder. Bud ya tiene acorralado a Syd, pero éste lo ataca. Sin embargo, Bud lo rechaza violentamente, clavándole las garras en la espalda.*
Syd.- YAAAGH!!!!
Bud.- Ahora, cuando nuestros padres encuentren tu cadáver, verán que ésta es la venganza proporcionada por su hijo fantasma!
Syd.- No… no será así! *Syd se impulsa hacia atrás, y logra liberarse, a la vez que corta profundamente uno de los brazos de Bud, quien retrocede por el dolor. Syd entonces comienza a acumular su cosmo.*
Bud.- Eso es…?
Syd.- Escucha, Bud! Tú eres mi hermano y no quiero matarte, pero si amenazas la vida de la srita. Hilda tendré que hacerlo! Qué decides?
Bud.- Bah, no digas tonterías! Tú me matarías a la menor oportunidad pues no soportas mi existencia! GARRA DE LA SOMBRA DEL TIGRE VIKINGO!
Syd.- Entonces, que así sea! IMPULSO AZUL!!!*EL impulso azul de Syd atrapa a Bud, quién es atrapado por la burbuja de cosmoenergía que Bud genera.*
Bud.- AAAggghh!!...M-Maldito!
Syd.- Te liberaré si prometes olvidar nuestra pelea familiar…y ayudas a la princesa Hilda!
Bud.- Arrrghhh! Nunca! Nunca te perdonaré! *Bud libera su propia cosmoenergía, haciendo estallar a su alrededor árboles, roca y nieve… sin embargo, un enorme árbol también es destruido desde su base, y amenaza con aplastar a Bud, quien aún lucha dentro de la burbuja.*
Syd.- Bud! Hermano! *Arriesgando su propia vida, Syd interrumpe el impulso azul y salta para evitar que su hermano sea aplastado por el inmenso árbol, pero éste los golpea parcialmente y ambos quedan inconscientes, sin sus cascos…mientras Sigfried aún combate con Frey.*
Frey.- Este es tu fin, Sigfried! AAAHHH!!!! *Usando su espada, Frey lanza un tajo que destruye piedra y nieve hasta llegar hasta Sigfried, quien decide vencer a Frey de un solo golpe, no mortal.*
Sigfried.- Ahora! Toma esto, Frey! *Usando su cosmos para impulsarse, Sigfried consigue darle un poderoso golpe a Frey que lo hace soltar su espada, la cual cae al vacío, pero queda a su merced. Frey sonríe, y hace explotar su ken en sus manos sobre el estómago de Sigfried, quien pierde el equilibrio y cae sobre el profundo barranco que separa el castillo Valhalla, sin embargo logra asirse a una frágil rama. Frey piensa rematarlo, pero su pie es detenido súbitamente.*
Frey.- Qué? Quién..?*El malherido Syd, logra asir el pie de Frey impidiendo que derribe a Sigfried.*
Frey.- Suéltame! Ahora! *Frey comienza a acribillar a Syd a golpes y patadas, cuando Bud despierta y observa la escena. Bud nota que la furia comienza a apoderarse de él, cuando Frey levanta a Syd para tirarlo del barranco. Maldiciendo, Bud se levanta y ágilmente se lanza contra Frey.*
Frey.- Ehh? Bud, que te sucede?
Bud.- Deja a mi hermano en paz, maldito! *Bud toma a Frey de la espalda, haciendo que libere a Syd. Sin embargo, Frey es quien cae al precipicio junto con Bud, ante la asombrada mirada de Sigfried.*
Bud.- Ahh!! Perdóname hermano! Libera a la princesa Hilda!! *Sigfried puede ver como Bud y Frey caen al río que corre muchos metros abajo, y la corriente se los lleva. Sigfried sube de nuevo a la orilla con ayuda de Syd, quien busca con la mirada desesperadamente a su hermano.*
Sigfried.- No te preocupes… ambos son fuertes, no morirán. Bud hizo lo necesario para que no perdiéramos tiempo para rescatar a Hilda…estoy seguro que ella será indulgente con él.
Syd.- T-Tienes razón, Sigfried…tenemos que entrar al Valhalla!
*Mientras tanto en el bosque, Alberich se enfrenta al guerrero de la espada sagrada, Uirl.*
Alberich.- Antes de que prosigamos esta pelea, deberías saber que yo soy el guerrero más peligroso de Hilda… soy Alberich de Megrez Delta, y soy conocido como el cerebro de Asgard.
Uirl.- Da igual. Pronto serás un cerebro muerto. ESPADA FLAMEANTE!!! *Uirl entierra la espada en el piso, y entonces la tierra se abre, dejando una enorme grieta tras de sí. Alberich tiene que saltar para que el impacto no lo alcance, pero entonces Uirl hace más cortes de espada, y Alberich queda atrapado en una “isla” de roca, en forma triangular, que amenaza con caer al barranco que se ha formado.*
Alberich.- Pero qué…?
Uirl.- La roca caerá y tú morirás. Si intentas huir, te partiré en pedazos con mi espada. Será mejor que te rindas y me entregues tu zafiro de Odín.
Alberich.- Jajaja! Eres un estúpido. La roca no va a derrotarme…pero a ti sí! LA UNIDAD DE LA NATURALEZA!! *Repentinamente, los árboles que están alrededor de Uirl comienzan a atacarlo, al mismo tiempo la columna de piedra sobre la que Alberich está parado comienza a levantarse y ataca a Uirl, mientras éste se defiende como puede con la espada, Alberich salta sobre él y lo ataca con una poderosa patada. El guerrero de Dolbar cae, pero vuelve a levantarse ya que se encuentran frente a frente.*
Uirl.- Voy a hacerte pedazos! *De pronto, Alberich saca de su espalda una espada… una espada flameante.*
Uirl.- Pero qué…?
Alberich.- Te voy a demostrar porqué eres una basura! ESPADA DE FUEGOOO! *Las espadas llameantes de Alberich y Uirl se cruzan... y el arma de Alberich termina incrustada en el estómago de su adversario, quien cae al suelo con los ojos y la boca muy abiertos. Alberich solamente escupe al cuerpo de su enemigo antes de prestar atención a la batalla de Tholl, quien tiene una terrible batalla cuerpo a cuerpo contra Rungu, y entre los dos están destruyendo muchos árboles.*
Rungu.- MJOLNIR´S HAMMER! *Los boomerangs de Rungu salen despedidos hacia Tholl, quien tiene que contraatacar con la única hacha que le resta.*
Tholl.- MARTILLO DE ODÍN! *Exitosamente, el hacha destruye uno de los boomerangs, pero el otro destruye el hacha y regresa a las manos de Rungu.*
Tholl.- Rayos! *Como un demonio poseído, Rungu corre hacia Tholl para matarlo con el otro boomerang, pero éste asume su posición de combate y ataca con todo su cosmos.*
Tholl.- HERCULES TITÁNICUM! *La poderosa ráfaga atraviesa a Rungu de lado a lado, destrozando su armadura, y finalmente el enorme guerrero cae al suelo, malherido pero aún vivo.*
Tholl.- Vete de Asgard… y nunca regreses, villano. *Rungu, asombrado de que Tholl no quiera rematarlo, se levanta con mucho dolor, pero descubre que sus pies están cubiertos por una coraza…una coraza amatista.*
Rungu.- Qué…uhh…no! *Antes de que pueda decir algo, el enorme Rungu es completamente cubierto por el escudo amatista de Alberich. Tholl se le queda viendo fijamente a su compañero.*
Tholl.- No tenías porque matarlo.
Alberich.- No tenías porque dejarlo vivir. *Ambos sostienen sus miradas un instante más mientras el frío viento hace ondear sus cabelleras, y después Tholl corre de regreso hacia el castillo.*
Tholl.- Vamos! La princesa Hilda nos necesita. *Alberich corre detrás de él*
Alberich.- “Oh Alberich, gracias por salvarme la vida!” Es tan difícil decir eso? *Tholl suspira mientras ambos dioses guerreros avanzan…mientras tanto, finalmente Syd y Sigfried han entrado al Palacio Valhalla y llegan hasta la gran estatua de Odín, llevándose una desagradable sorpresa: Hilda y Flare flotan, como si fueran estatuas frente al escudo de Odín. Además, son esperados en persona por el sacerdote supremo, Dolbar.*
Sigfried.- Que les has hecho? Responde!
Dolbar.- Han caído victimas de mi hechizo, el escudo de Odín. Ríndanse y entréguenme sus zafiros de Odín.
Syd.- Qué? Estás loco? Te acabaré ahora, hereje! *Syd se lanza velozmente contra Dolbar, quien solo sonríe.*
Sigfried.- No, Syd! Espera! *Sin embargo, los golpes de Syd son fácilmente bloqueados por Dolbar, quién lanza un poderoso ken hacia el estómago de Syd, y éste es arrastrado sobre el suelo unos 100 metros. Dolbar avanza entonces hacia Sigfried.*
Dolbar.- Hilda te tiene en gran estima, te considera su guardián y protector. Porque entonces no la obedeces, y me entregas tu zafiro?
Sigfried.- Ella jamás te obedecerá, sádico! Pero los dioses guerreros acabaremos contigo! Aaaahh! Prueba mi ESPADA ODÍN!! *Sigfried lanza una poderosa descarga alrededor de Dolbar, quien solo se le queda viendo. Después, una poderosa ráfaga sale disparada hacia el cielo junto con muchos fragmentos del piso, y Dolbar es elevado a los cielos. Sigfried sonríe, pero entonces se da cuenta que Dolbar aterriza de pie. Su capucha ha desaparecido, y Dolbar fue protegido por su propia armadura.*
Sigfried.- N-No puede ser! *Dolbar entonces se acerca a él velozmente, y ejecuta su ken sobre su cabeza.*
Dolbar.- ESCUDO ODÍN! *Sigfried es atrapado por una poderosa fuerza que lo deja inmovilizado. La presión del aire lo hace estrellarse contra el piso, pareciendo que va a morir aplastado. En eso…*
Dolbar.- Qué? *Dolbar observa asombrado como su ken ha sido detenido, al ser su brazo capturado por delgados hilos musicales.* Ah. Ya entiendo, eres otro de ellos.
- Así es! *El séptimo dios guerrero entra en escena, cuando Mime utiliza su lira para capturar el brazo de Dolbar.* Soy Mime de Benetnash Eta…y no he venido solo. *Dolbar voltea hacia la entrada al castillo, descubriendo a Haggen, quien trae apoyando a Fenrir, ambos lo observan amenazadoramente.*
Haggen.- Toda tu conspiración ha sido descubierta! Ríndete ahora!
- O te obligaremos! *Dolbar se da cuenta que también Alberich y Tholl, quien ayuda a levantarse a Syd han llegado a la escena. Los 7 dioses guerreros se han reunido finalmente para rescatar a Hilda y Flare.*
Dolbar.- Jaja! Son unos estúpidos! Si me dañan, las princesas morirán también.*Dolbar utiliza su espada para cortar las cuerdas de Mime, entonces le lanza un poderoso rayo con la espada. Tholl y Alberich lo atacan, pero un tajo de la espada los lanza hacia atrás con otro rayo. Haggen lo ataca por la espalda, pero Dolbar se mueve mucho más rápido y le conecta varios golpes. Finalmente utiliza su ken del escudo Odín sobre Syd y Fenrir.*
Dolbar.- Jajaja! Morirán junto a su princesa Hilda! *Sigfried observa todo, preguntándose como derrotar a su enemigo…hasta que se da cuenta, al observar a Hilda.*
Sigfried.- El escudo! Esa es la clave! *Sigfried corre hacia la estatua de Odín, ante el terror de Dolbar.*
Alberich.- Sigfried! Qué demonios haces?
Dolbar.- Detente! *Pero Sigfried corre hacia el escudo de Odín, y tomando impulso salta y le dispara su ken directamente.* VENTISCA DEL DRAGÓOON! *Con un gran estruendo, el gigantesco escudo de Odín se separa directamente de la estatua, y cae pesadamente al piso. Sigfried nota que tenía razón: En el escudo hay 7 muescas talladas.*
Sigfried.- Vengan, dioses guerreros! Eleven sus cosmos! *Extrañados, los demás se reunen alrededor del escudo, observando que coinciden el número de muescas con el número de zafiros de Odín, que comienzan a brillar al elevar sus cosmos desmesuradamente. Los zafiros de Odín comienzan a brillar al unísono.*
Dolbar.- Deténganse, insensatos!! *Dolbar se lanza al ataque, pero los dioses guerreros comprenden las intenciones de su líder.*
Sigfried.- Ahora! Con todo su cosmos! *Los 7 dioses guerreros golpean en las muescas del escudo, del cual empiezan a salir enormes e intensas luces de color azul y blanco. El suelo se parte haciendo caer a Dolbar, y de las profundidades surge algo increíble, algo legendario.*
Alberich.- Es… es la legendaria armadura de Odín! *El efecto de Dolbar ha desaparecido, y ahora Flare está en el suelo, siendo auxiliada por Haggen. Pero Hilda..*
Sigfried.- Princesa Hilda! *Hilda es elevada por un inmenso cosmos desconocido en el aire, como si estuviera en trance... entonces la armadura de Odín se separa, e increíblemente se le une a ella, finalmente coloca en su mano la legendaria espada Balmung.*
Dolbar.- No! Es imposible! La armadura de Odín debió pertenecerme a mí! A mí!!!*Dolbar corre hacia Hilda, quien despierta de su trance. Tomando con seguridad la espada Balmung, detiene el golpe de espada de Dolbar… y la espada de él se destroza enseguida.*
Dolbar.- N-No puede ser!
Hilda.- Esta es… la voluntad de Odín! *Con un solo tajo, Hilda parece atravesar el cuerpo de Dolbar...el cual, de manera increíble, se disuelve en el aire, volviéndose una nube de humo blanco, como si nunca hubiera existido. Los dioses guerreros sonríen satisfactoriamente, ya que la armadura de Odín ha llegado para protegerlos.*
Hilda.- Gracias, mis dioses guerreros…gracias a ustedes hemos logrado erradicar el mal de Asgard. Pero sospecho…que pronto, ni siquiera el gran amor que Odín siente por su pueblo será suficiente para protegernos. *Los dioses guerreros, junto con Hilda de Polaris observan el firmamento...una oscura nube de tormenta se acerca, Hilda siente que es el presagio del mayor de los males que pronto caerá sobre la Tierra…muy pronto, los dioses vendrán…y Asgard caerá.*
- FIN -
Editado por MundoSinAthena, 26 agosto 2005 - 23:59 .
