El cielo despejado se dejaba ver con una belleza sin igual ese dia en el Santuario de Athena, después de mucho tiempo la tranquilidad y la armonia reinaban en el refugio. La tension de la ultima batalla en contra de Poseidon ya habia quedado atrás y los Santos Dorados permanecian tranquilos en sus respectivas casas, incluso Mu de Aries tambien habia decidido quedarse en su templo…y todo esto se sumaba a la permanencia ya estable de Saori Kido en el Santuario, cumpliendo ya por completo con su destino como la diosa Athena. Nada hacia presagiar lo que estaba a punto de suceder…una nueva sangrienta batalla estaba a punto de librarse…se desencadenaria un poder tan grande que hasta los propios dioses podrian ser desafiados por su dueño.
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El santo dorado Milo de Escorpio se encontraba a las orillas de Cabo Sunion, acababa de regresar junto a los demas Santos Dorados de un pueblo cercano al que habian ido a prestar ayuda…él habia decidido separarse del grupo e ir a meditar un rato a orillas del mar. El Dorado se habia quedado pensativo viendo las olas del mar golpear las rocas por largo rato y ya habia anochecido…cuando de pronto sintio dos cosmoenergias desconocidas que iban en direccion hacia la zona interna del Santuario y ambas iban a una velocidad tremenda….eran intrusos. Rapidamente, Milo se apresuro a tratar de interceptarlos, no podia permitir que alguien irrumpiera en territorio santo… ademas, las cosmoenergias que percibio indicaban que eran guerreros los que estaban atravesando los limites.
— Tengo que detener a estos invasores…son cosmos nada normales para ser simples intrusos. — pero cuando Milo ya se estaba acercando a darles alcance, algo sucedió que lo dejo atonito.
Un manto inmenso de energia negra emergio del oscuro cielo nocturno, el cual descendio rapidamente sobre el santo dorado como tratando de engullirlo…pero por suerte, reacciono rapidamente y pudo esquivar tal fenómeno.
— Maldición… ¿Qué fue eso?...parecia como si parte del cielo se desprendiece y tratara de tragarme.
— Y eso fue lo que sucedió, caballerito impertinente. — una gruesa voz respondio de manera burlona a la duda de Milo.
— Asi que fuiste tu…por fin he podido alcanzarlos. Estan invadiendo territorio prohibido para los forasteros y ademas se han atrevido a atacar a un Santo Dorado…es obvio que sus intenciones no son nada buenas.
— ¿Piensas que podras detenernos tu solo?...No tienes idea el poder que estas desafiando. — El guerrero que hablaba y trató de sorprender a Milo con su ataque, llevaba una extraña armadura plateada e iba cubierto con una capa que lo enlvolvia casi por completo.
— Señor Lucifago, deje que yo me encargue de esta basura dorada…— el otro intruso se mostraba lanzando a un lado la capa negra que lo cubria.
— ¿Basura?...— el rostro de Milo se tornaba furioso ante los aires de superioridad de los intrusos...— yo, el Santo Dorado de Escorpio, Milo, no permitire que sigan avanzando…pagaran su osadia por tratar de ingresar en el Santuario de la diosa Athena.
— Jajajaja…un caballero Dorado no es rival para un Demonio Legionario como yo, el Leon Infernal Marbás.
— ¿Qué?... ¿un demonio?— Milo no daba credito a las palabras de Marbas, quien llevaba una armadura similar a la del tal Lucifago, solo que era negra y en partes era cubierta con pieles semejantes a las de un leon.
— Asi es, caballero dorado…somos demonios al servicio del principe de principes, el grandioso Lucifer…y nada ni nadie impedira que obtengamos lo que buscamos.
— ¿Piensan acaso atreverse a matar a Athena?... ¡nosotros los Santos de Oro no permitiremos que eso ocurra!
— Ninguno de ustedes podria contra mi, un Demonio Lider de Legiones, el gran Lucifago…pero nuestra mision no es acabar con los caballeros Dorados. No falta mucho para que sea nuestro gran Señor el que acabe con la vida de su diosa y haga pedazos al que se interponga…nosotros haremos posible que Lucifer pueda terminar el pacto que hizo con aquel quien es el que rige la prision a la que fue enviado…el dios que gobierna en el mundo de los muertos…
—¿El dios que gobierna el mundo de los muerto? ¿Hades?...esto no puede ser cierto… ¿Lucifer acabar con Athena?
— Asi es, insecto…y no hay nada que puedas hacer para impedirlo…muere de una vez ¡¡INFERNAL ROAR!!— Marbas se abalanzó rapidamente en contra de Milo y lo ataco con su tecnica, la cual produjo una gran ráfaga de viento que levanto y quebro el suelo hasta conseguir impacatar en Milo, quien a pesar de tratar de evadir el ataque, fue alcanzado por el ken y arrastrado con violencia hacia atrás. El dorado termino estrellandose contra unas rocas.
— Parece que no era tan debil después de todo, Marbas.
— Tienes razon, aun esta con vida.
De entre las rocas que quedaron destruidas con el impacto, emergio Milo…cuya capa habia quedado hecho trizas. Aunque el ataque parecio impactarle de lleno, él pudo resistir gran parte del impacto al neutralizar los vientos con su cosmos.
—Necesitaras algo más que eso para derrotar al Escorpion Milo…sentiras el poder de un santo Dorado...
—¡¡Vamos…pelea!!
Ambos guerreros corrieron uno hacia otro…Milo salto y conecto una patada descendente contra Marbas, pero el Demonio fue mas rapido y pudo sujetar la pierna del dorado antes que lo impacte...para despues con fuerza brutal lanzarlo por los aires a una gran altura. Ahora parecia que esta vez Milo no tendría escapatoria y Marbas se dispuso a atacarlo…pero de pronto escucho como en pleno aire, el caballero de Athena tambien se preparaba para atacar…
— ¡¡Scarlet Needle!!— y justo en el momento en que Marbas lanzo su Infernal Roar, pudo observar como la poderosa ráfaga de viento era atravesada por cuatro ases de luz carmesí…los cuales lo atravesaron sin que el Demonio pudiera siquiera moverse.
— ¿Que diablos fue eso?... ¿acaso los ases que vi atravesaron mi cuerpo?
— Asi es, maldito…mirate ahora y compruebalo por ti mismo. — Milo sorprendia al Demonio hablandole a sus espaldas…el caballero dorado habia resistido una vez mas su ataque y esta vez habia sido capaz de contraatacarlo con eficiencia.
— ¿Quee?...No puede ser… ¡aaarggg!...estos pequeños orificios…el dolor es como si hubiera sido atravesado por filosos proyectiles… ¿Pero como pudiste hacerlo?
— Una misma tecnica no funciona dos veces para un santo dorado…esa fue la razon por la que tu ataque fue muy facil de esquivar para mi.
— ¿Crees que estas pequeñas heridas puedan darte la victoria?...No tienes idea de mi fuerza.
— La Aguja Escarlata ya te ha impactado cuatro veces, los efectos de su poder ya podras empezar a sentirlos…demonio o no, tu cuerpo ira perdiendo los sentidos poco a poco conforme te aplique mas agujas. Normalmente soy piadoso y dejo elegir a mis victimas si desean rendirse o seguir sufriendo el poder de las Agujas…pero tratandose de intrusos como ustedes no pienso tener piedad alguna…¡¡vamos que esperas, Marbas!!...¡¡sigue luchando y se victima de la Aguja Escarlata!!
— Estas garras del gran Leon Infernal acabaran contigo antes que puedas lanzar mas de esas ridiculas agujas…¡¡moriras, Escorpio!!— incrementando su cosmoenergia, las manos de Marbas se vieron envueltas por una energia oscura, transformando de forma monstruosa sus manos en unas letales y bestiales garras. A una velocidad endemoniada, Marbas salto sobre Milo, quien trato de evitar el embate del intruso…pero fue alcanzado por su segundo ataque, recibiendo un golpe tremendo en el rostro, el cual le volo el casco y le hizo botar algo de sangre…
— ¡¡Estas acabado, santo Dorado!!— incesante en su ataque, el demonio aprovecho el desconcierto de Milo y le propino una gran cantidad de golpes con sus monstruosas garras…pero en el momento en que iba a propinarle un letal golpe en el cuello, algo detuvo el furibundo ataque del invasor…
— ¿Qué diablos es esto?...No es posible que haya conseguido atacarme…si yo…si yo estaba…¡¡waaahhhh!!— quedando paralizado por el agudo dolor, Marbas pudo percatarse de que Milo habia conseguido encajarle su ataque mientras era masacrado a golpes…ahora el demonio era impulsado hacia atrás con fuerza mientras cuatro lineas carmesí lo atravesaban nuevamente.
— Tu fuerza fisica es impresionante y no dudo que cualquiera de esos golpes hubiesen sido letal para mi…pero ya te lo dije, las Agujas Escarlatas ya estan haciendo efecto en ti, por lo que tu poder y cosmos ya se ha reducido…estas acabado…—a pesar de estar lleno de golpes y heridas, Milo se incorporaba confiado y amenazante ante un atonito Marbas…quien era presa del dolor infringido por las agujas de Milo…
— Lo matara…debo intervenir…— Lucifago pudo ver que su guerrero estaba en peligro de ser derrotado y trato de intervenir…sin embargo Milo se percato de ello a tiempo y elevo el poder de su siguiente ataque para afectar a ambos invasores…
—¡¡LA RESTRICCION!!
— Es inaudito…ha paralizado mis movimientos por completo…el inepto de Marbas sera derrotado…
— ¡¡Rayos!!...no… ¡no puedo moverme!...malnacido santo de Athena… ¿Cómo es posible?
— Ya no podras prolongar mas tu infame existencia. Ocho agujas ya has recibido…bastaran seis mas para acabar contigo…¡¡regresa al infierno de donde viniste, miserable!!...¡¡SCARLET NEEDLE!! — sin poder moverse, Marbas fue atravesado velozmente por Milo y fulminado por las seis Agujas Escarlatas que recibio. Una gran cantidad de sangre se esparció por el suelo…y el demonio cayó pesadamente con su armadura seriamente dañada por los impactos recibidos. Sin embargo, el momento distaba mucho de ser el apropiado para tomarse un respiro ya que Milo se dio cuenta que Lucifago habia podido escapar de su Restricción y desaparecer de su vista en el momento en que victimo a Marbas…ahora no sabia por donde apareceria el otro invasor.
—No consigo percibir su presencia… ¿Dónde esta?
Desde el suelo, un casi moribundo Marbas se reia de la incertidumbre del Dorado…
— Estas perdido, caballero...aunque hayas conseguido abatirme no podras contra Lucifago…jujuju… ¡seras hecho pedazos!—…en ese instante, el demonio caido se levanto rapidamente y sujeto a Milo por la espada…Milo incendio su cosmos y lanzo a Marbas por los aires…y cuando se aprestaba a rematarlo, pudo percibir como por detrás de él se materializaba un cosmos muy poderoso y sombrio…era Lucifago quien aparecia listo para atacar al santo dorado...aunque en el acto tambien arrasaria con su propio guerrero…
— ¡¡BLACK TREASURE!!— con ambas manos extendidas, el Demonio creo una enceguecedora luz dorada que acompañaba un grandioso rayo de luz que parecia estar rodeado de brillantes monedas de oro…
— Lucifago…¡¡espera….noooo!!— Marbas gritaba aterrorizado ante el ataque de su señor, que sin piedad envolvio a ambos guerreros y los elevo por los aires envueltos en esa luz dorada…ninguno pudo hacer nada para escapar ante tal poder.
Ambos guerreros se desplomaban en el suelo después de recibir de lleno el ataque de Lucifago. Al caer Marbas al suelo, su cuerpo se desvanecio en energia pura y se extinguio por completo…Milo pudo resistir en parte el ataque y se incorporaba lentamente pero muy lastimado y con su armadura quebrada en secciones.
— Admirable, Escorpio…pero hubiese sido mejor para ti no levantarte…solo prolongaras tu sufrimiento.
— No pienso dejar que me venzas…serás tu el que sufrirá con el poder Escarlata.
— Tus ataques no son nada para mi…— diciendo esto, Lucifago se abalanzo a toda velocidad en contra de Milo…quien se preparaba para detenerlo usando sus agujas…
—¡¡SCARLET NEEDLE!!— Milo disparo cinco agujas, las cuales impactaron eficazmente a Lucifago…pero por desgracia no fueron capaces de frenar su ataque, por lo que el demonio pudo alcanzar al dorado y fulminarlo con una poderosa descarga de energia oscura que mando a volar lejos a Milo.
— Tu lucha es inútil, caballero…tu ataque no ha conseguido detenerme como has podido ver. Seria interesante ver que podrias hacer si lanzas mas de esas agujas…pero ya no quiero perder el tiempo, asi es que de una vez acabare contigo…
— Es muy fuerte…ha recibido cinco agujas y no le han hecho nada…tengo que hacer algo o sino este ser me terminara matando. Solo cuento con una oportunidad, con nueve agujas debo conseguir vencerlo…— elevando su cosmoenergia, Milo se preparaba a atacar al mismo tiempo en que Lucifago tenía pensado liquidarlo…si lograba encajar las nueve Escarlatas tendria posibilidades de vencer al demonio, que si no caia ante el poder en conjunto de las agujas, quedara listo para el golpe final: Antares.
— Lograste escapar de este ataque por muy poco…pero ahora no podras hacerlo…¡¡THE NOCTURNAL CURSE!! — por sobre Lucifago se formo una gran mancha negra que irradiaba una gran cantidad de energia oscura…era el mismo manto que Milo esquivo con dificultad cuando intercepto a los demonios…sin embargo, ahora el dorado no tenia pensado evadirlo, sino contrarrestarlo y superarlo con el ataque de sus nueve agujas…Milo las lanzaria con el mayor cosmos posible para de una vez lograr vencer a aquel demonio.
— ¡Te vencere en el nombre de Athena!….¡¡¡ SCARLET NEEDLE!!!— de forma majestuosa, las nueve Escarlatas fueron lanzadas por un desesperado Milo. A una velocidad impresionante, los nueve ases de luz carmesí se dirigian en contra de aquel siniestro manto negro que fue lanzado por Lucifago…el cual ahora avanzaba a una velocidad semejante a los disparon de Milo. Y cuando ambos ataques chocaron sucedió algo que nivelo la balanza del combate a favor del demonio: las nueve agujas fueron engullidas por el manto negro y de esta forma, Milo no pudo hacer nada para frenar el ken de su rival…el cual lo atrapo y envolvio por completo. Ahora Milo estaba completamente paralizado y rodeado por esa mancha negra que lo iba consumiendo poco a poco hasta quedar completamente fusionado a ella y cuando esto sucedió, el caballero dorado parecio mimetizarse con la oscuridad de la noche, desapareciendo por completo… y solo el as de luz purpura generado por la reaccion del ataque pudo dejar ver como Milo caia inmovil desde lo alto del cielo oscuro y se estrellaba brutalmente contra el suelo.
*** ***
En el Templo de Aries, Mu pudo percibir como el cosmos de su camarada iba haciendose cada vez mas y mas pequeño…el santo dorado de Escorpio corria un grave peligro y se enfrentaba a alguien de un poder inmenso, superior al nivel normal de cualquier santo de oro.
— Tu tambien lo has podido sentir, Aldebaran. — Mu se daba cuenta que el caballero dorado de Tauro se disponia a abandonar su templo para auxiliar a su compañero.
— Asi es Mu, no puedo permitir que Milo sea asesinado…si no interviene alguien, ese ser acabara con uno de los nuestros. — telepáticamente, Aldebaran respondia a la preocupación de Mu…
— No lo hagas, amigo…sere yo quien vaya y auxilie a Milo. —diciendo esto, Mu no dejo tiempo a reaccion alguna de Aldebaran y abandono su templo teletransportandose… tenia que actuar rapido si queria llegar a tiempo.
— Mu…ten mucho cuidado.
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Lucifago se acercaba lentamente al cuerpo inerte de Milo tendido en el suelo y aunque sabia que todavía estaba con vida, tenia una expresión muy confiada…solo bastaba un golpe mas y acabaria con el caballero.
— Debo admitir que me sorprende tu resistencia, Escorpio…a pesar de que tu armadura esta seriamente dañada, pudiste sobrevivir al manto nocturno, pero aun asi no desespero ya que se que te encuentras en un estado muy cercano al de un muerto…— Milo escuchaba con furia las palabras del demonio, sin embargo y por más que lo intentaba, no conseguia ponerse en pie … con mucha dificultad a las justas pudo levantarse un poco y quedar de rodillas frente a Lucifago. —…esta vez mi gran tesoro demoniaco te enviara directo al Infierno…muere…¡¡¡BLACK TREASURE!!!
El rayo de luz rodeado de energia dorada parecia que arrasaria con Milo por completo…sin embargo, algo sucedió que evito la muerte del caballero de oro: una voz y una cosmoenergia aparecieron de la nada y se interpusieron entre el demonio y Milo…
—¡¡¡CRYSTAL WALL!!!— Mu de Aries aparecio justo a tiempo enfrente de Milo y logro levantar su Muro de Cristal con el cual pudo detener el ataque de Lucifago…y aunque la fuerza del ken pudo destruir el muro, este tuvo el poder suficiente para reflejar el ataque y devolverselo al propio demonio…quien atonito por lo sucedido no pudo hacer nada para evitar que su propio poder lo impactara de lleno.
—¡¡¿Qué?!!...¡¡el Tesoro Negro ha sido reflejado contra mi….waaaahhh!!
Con su armadura extremadamente dañada, Lucifago se estrellaba en el suelo…habia recibido el impacto entero de su propio ken y eso lo habia dejado a merced de sus enemigos. Sin perder tiempo y al ver que aun seguia con vida, Mu no dudo en atrapar al invasor y le aplico su Crystal Net, aprisionando aparentemente a Lucifago.
— He decidido no matarte por que quiero saber el porque de tu presencia aquí en el Santuario... ¿Quien te ha enviado?— Mu interrogaba furioso al demonio quien aun no tenia pensado rendirse…
— Jajaja…todos ustedes estan condenados. Yo solo soy un siervo de aquel quien se encargara de matar a tu diosa. Todas las muertes y batallas que han sucedido han logrado hacer despertar el cosmos del gran Lucifer, dandole el poder necesario para confrontar al dios que se encargo de mantenerlo en su prision…Hades.
Todo estaba quedando claro para Mu y para Milo, quien se incorporaba poco a poco del suelo: Hades habia accedido a pactar con Lucifer si este se encargaba de Athena y sus caballeros… ¿pero que estaban buscando estos dos individuos que pudiera darle algun poder a Lucifer por sobre Hades?...la mente de Mu comenzo a descifrar la causa de esta incursión…
— ¡La Daga Sagrada!
— Asi es, caballero de oro… ¡pero ya es muy tarde para ti!...¡¡¡ahora moriras!!! — Lucifago habia conseguido distraer a Mu y por detrás del dorado logro formar uno de sus mantos oscuros…Milo logro darse cuenta a tiempo y quemando rapidamente toda su cosmoenegia, ataco con toda su fuerza lanzando nueve Escarlatas y concentrando inmendiantamente el golpe final para acabar con Lucifago…
—¡¡¡Muuu…hazte a un lado!!!
— ¡¡Detente Milo!!...¿pero que?...¿¿que es eso??— Mu fue alertado y se pudo dar cuenta del peligro en que estaba…pero no pudo hacer nada para detener el furibundo ataque de Milo…
—¡¡¡SCARLET NEEDLE!!!— los nueve disparos atravesaron con violencia a un desconcertado Lucifago, quien fue impulsado hacia atrás por el poder de los impactos, destruyendo la red de Mu y dejandolo a merced para el golpe de Milo. Mu se teletransporto para escapar de la Nocturnal Curse…y aparecio en el cielo por encima de Lucifago y Milo…
—¡¡Toma esto, engendro del mal!!...¡¡SCARLET NEEDLE ANTARES!!!— ni bien las las nueve agujas fueron lanzadas, Milo disparo su mas poderosa Aguja…la cual impacato a Lucifago y lo atraveso violentamente de lado a lado generando un desgarrador baño de sangre…y mientras el demonio caia de rodillas…desde el cielo descendia Mu para terminar el exterminio del intruso…
— ¡¡STARDUST REVOLUTION!!—…el demonio fue desintegrado por completo.
Completamente agotado y al poder ver como su rival era vencido, Milo se dejo caer en el suelo…estaba muy herido y su armadura habia sido bastante dañada. Al instante, Mu aparecio a lado suyo para auxiliarlo…
— Lo siento Mu…puse tu vida en peligro…
— No te preocupes, amigo…soy yo el que tiene que disculparse contigo...en mi desesperación por buscar respuestas, fui yo quien puso en peligro nuestras vidas. Pero ahora ya sabemos quienes son nuestros verdaderos enemigos...una batalla mas se aproxima.
— Sin embargo y aunque no sepamos cuando sucedera, nosotros los Santos de Oro estaremos aquí para proteger al Santuario y a nuestra diosa Athena.
— Tienes razon, Milo. Vamos, levantate…te llevare al refugio a que te curen esas heridas y me encargare de tu armadura lo antes posible.
—Gracias, amigo.
Y desapareciendo en una luz brillante, Mu se teletransporto con Milo en direccion a los doce Templos. Esto solo habia sido el inicio de algo mucho mas grande que estaba por suceder…y aunque ahora los caballeros de oro estaban preparados, ni siquiera ellos sabian si serian capaces de salir con vida de las luchas que se avecinaban.
****En las tinieblas del Hades****
—Mi señor, Lucifago ha fallado en su mision.
— Ya lo he podido percibir, Belcebú. Su idea era interesante, pero al parecer subestimo demasiado a esos tontos caballeros Dorados. Espero que ustedes no hagan lo mismo…
— Jamas. Ni Samael ni yo permitiremos que nadie quede en pie en el Santuario. En cuanto Astaroth y los otros despierten por completo, arrasaremos con todos sin piedad.
— Me parece bien. De todas formas la caida de Lucifago no afecta en nada mis planes, solo los ha retrasado un poco. Cuando la vida de Athena sea mia, su energia divina permitira que todo mi grandioso poder sea liberado por completo…
— Gran Lucifer…de esa forma Hades ya no sera un obstáretaguardia para usted.
— Jajajaja…ni él ni nadie…¡¡Todo quedara bajo mi poder y nada escapara a mi ira…el cielo y la tierra arderan por siempre!!
Una carcajada siniestra se escuchó desde el fondo del Noveno Circulo del Infierno. Muy pronto Hades sabria si hizo bien en confiar en el Angel de Angeles…tratar de dominar un poder tan grande podria ser peligroso para el Rey de los Muertos.
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SAINT SEIYA: LUCIFER Y LOS GUERREROS DEL ARMAGEDON
**Version libre... by GRIPHUS**
Editado por Griphus, 19 febrero 2006 - 02:05 .