La experiencia del Ahorcado.
Si estuvieran un segundo en el bajo astral, preferirian una pesadilla eterna y no un segundo en el bajo astral.
Hace algún tiempo Un hombre, ya cansado de vivir, cansado de la vida atormentada llena de vacío, soledad, y oscuridad en su memoria, de huesos que solían dolerle por la tristeza de su ser. Alguien tan infeliz que se estaba desintegrando a sí mismo, tomó una decisión.
La decisión de quitarse la vida en ese momento. En esa noche que precisamete era la noche de hallowen (cosa que el habia ignorado) esa noche en que pensó que sería la ultima oscuridad terrenal que vería antes de llegar a la oscuridad del bajo astral.
Él sabía que el suicidio era imperdonable. pero ya no le importaba.
Bebió mucho aquella noche. Y recordó sus momentos de vida, sabía que estaba a punto de expirar. Tomó una soga, salió al patio de su casa, una casa rústica de tejas, muy antigua.
subió por las escaleras hasta el techo.
Miró desde arriba los árboles, y todo lo que su visión alcanzaba.
Estaba sólo, aquella casa estaba muy alejada de cualquier otra.
un viento extraño, se apareció, como si Lucifer se presentara en forma de aire en un remolino incógnito. los árboles se mecían suavemente, con sombras nítidas que se dibujaban en el suelo, unas sombras muy oscuras, como si estuviesen cargadas de seres oscuros.
Miró una rama. Esta era lo suficientemente resistente para soportar su peso.
Ató la soga, y miró hacía arriba renegando a Dios.
Puso la soga con un nudo corrediso en su cuello, y se dejó ir, al mismo tiempo que el viento sopló.
Quejidos, esperando el fin, por un momento empezo a senrir tranquilidad, sentia se estaba llendo a algun lugar, y luego...
Allí. Allí estaba, sintió algo en sus pies. Miró hacía abajo encontrándose con la imagen aterradora de un demonio.
Le estaba alando los pies, mientras mostraba su rostro indescifrable, era como un Ángel del mal, un Ángel de Lucifer, o lucifer mismo, lo miraba fijamente, mientras violentamente lo alaba hacía abajo intentando llevarse su espíritu y su existencia,
Con aquellas manos fuertes sobrehumanamemte, de apariencia de alguna clase de animal, con uñas largas y dedos torcidos.
¿Cómo gritar con una soga al cuello?,
¿Cómo defenderse sin los pies en la tierra? ¿cómo salvarse de algo tan poderoso? Que no solo venia desde las sombras, sino que era la oscuridad misma. oscuridad profunda.
Rezó, oró, pedía perdon a Dios,
¡Perdón! ¡Me ha quedado claro Dios mío¡ Sálvame de esto! No me abandones padre!
Aquel se burlaba, con una voz rasposa susurrante en palabras muy veloces hablando en idiomas indescifrables, inéditos para los humanos. pero era seguro que sus palabras debían ser malignas.
su corazón iba a explotar de tanta aceleración...
El demonio entonces era real, Lucifer existía de verdad, no eran cuentos, era real, y el temor que producía iba más allá de cualquiera.
¡Padre, en tus manos encomiendo mis pies!
Llorando, asustado, impresionado por todo,
Estaba a punto de rendirse, sintiendo cómo su alma sería guiada al bajo astral, para sufrir temor para siempre.
Pero...
Tranquilidad... Sintió mucha paz, sintió más que ello, era protección,
el miedo se fue, sus pies parecían liberarse de aquellas manos de ese ser maligno, miró abajo, aquel ser de oscuridad lo soltó, y se cubrió la cara con sus manos, cómo protegiéndose de una luz penetrante y cegadora hasta su ser y existencia,
Pero, no era que aquel ser estuviera descendiendo de vuelta a la oscuridad, más bien...
Algo lo estaba elevando.
Miró de reojo a sus costados, y vio un aura celestial,
¡ALAS! ¡ALAS DE UN ÁNGEL!
Miró arriba encontrándose con el rostro de un ser divino, soberano y Bello. Inspiraba miedo pero a la maldad, inspiraba paz, confianza, y verdad, y sobretodo esperanza.
Cerró los ojos pues alguna clase de somnolencia lo derrumbo. Cayendo en un sueño profundo.
La próxima vez que abrió los ojos, estaba en su alcoba, entre sus sábana,
-Un sueño... Se dijo.
No! Eso debió ser real.
Miró su imagen en el espejo. Allí estaba la evidencia.
La marca de la soga aún se distinguía levemente. Pero sabía que el mal se encontraba asechando desde las dimensiones que nosotros los mortales no podemos ver, sólo hasta que nuestro espíritu las Habré.
Fin.
Edited by Sir Lactious, 26 October 2016 - 18:59 pm.