Siempre se puede decir que faltaba un pétalo no visible de la rosa blanca de teñirse de rojo. El punto es que ni Shun murió desangrado, ni Shiryu luego de caer desde el espacio e impactarse como un meteorito contra el suelo, ni Hyoga al estar frente a una onda expansiva cuya temperatura estaba al 0 absoluto y sin armadura, ni Ikki al recibir la Explosión de Galaxias.
¿Muy forzado? Pues sí, pero son los protagonistas.