TATSUMI
—¡Shun, hermano! —Ikki corre hacia Hades—, ¿dónde has estado? ¡Estaba muy preocupado!, ¡¿por qué llevas puesto un vestido?!
El obrero peliazul es detenido, amedrentado por la hoja de la lanza que empuña Pandora. El espectro acompañante salta para salvar la distancia que le separa de Ikki; a pesar de su reducido tamaño y penoso aspecto, derriba al chico de una patada. El soberbio adefesio pone su sucio pie sobre el cuerpo de su adolorida victima mientras pronuncia su nombre en arrogante presentación «Yo soy Zeros de Sapo, y tú eres simple escoria ¡ja, ja ,ja!»
—¡¿Quién te crees para hablarle así al gran señor Hades?! —vocifera Pandora—, ¡sucio mortal, debes agachar la cabeza y arrodillarte cuando estés en su presencia!
—¡Yo te conozco! —exclama Ikki desde el suelo—, ¡tú eres la niña que quiso llevarse a Shun hace años! ¡Creí que fue solo un sueño!
—¡Yo también te conozco! —exclama Shiryu—, eres la gata que ronda mis sueños, ¡mamacita! —Una gélida corriente atraviesa su espalda, se gira lentamente para comprobar la furiosa mirada de Shunrei.
—Y yo quiero conocer a tu ginecólogo, para irle a chupar los dedos, ¡sabrosa! —secunda Seiya.
Seiya y Shiryu sufren una descarga de energía emitida por Pandora a través de su arma. El castigo fue suficiente para que guardaran silencio y olieran a tostado.
—Te aclarare tus dudas como un favor antes de que mueras —declara la sierva de Hades—: no fue un sueño. Cuando nos encontramos, deposite el alma de Hades en el cuerpo de Shun, te borre la memoria para que solo pensaras que fue un sueño. ¿Recuerdas el medallón que porta tu hermano?; yo se lo di para poder encontrarlo en cualquier parte del mundo.
—«¿Antes de que mueras?», repite la enfadada June—. Lo siento querida, pero estos chicos están bajo nuestra protección; ¡tendrás que pasar sobre nosotras si quieres lastimarlos!
—Pero si ya nos lastimó, y feo —se queja Seiya—. Lo que me enfada, es que ese medallón del que no sabíamos nada, del que Shun nunca nos habló y que a mi parecer no existió hasta que lo mencionaste; bien pudimos venderlo para comprar comida —pone atención al adorno, este cuelga del cuello de Hades—. Me corrijo, pudimos comprar una casa con esa cosa; de haberlo hecho viviríamos tranquilamente y el trió tenebroso no nos hubiera encontrado.
Zeros deja en paz a Ikki, salta para caer encima del desprevenido Seiya. Una vez que lo derriba, Zeros se dedica a patearlo con fuerza.
—¡¿Cómo te atreves a cuestionar la lógica de estos acontecimientos?! —ladra el espectro—, ¡te dejare invalido para ver si así te quito el espíritu inquisitivo, chico listo!
Shiryu camina donde Zeros, este esta tan ocupado lastimando a Seiya que no le da importancia. El pelilargo sujeta al deforme por atrás, le aplica una llave al nervio vago para dejarlo inconsciente; después de arrojarlo como a un muñeco, extiende la mano para ayudar a su amigo a levantarse. Ni Pandora ni Hades se molestan por lo acontecido.
—¡¡Muere Hades!! —Sin más preámbulos, ambos santos dorados se unen para ejecutar imprudentemente sus ataques. Hades solo necesitó descargar el cosmos a través de su puño para acabar con los cuatro caballeros. Ahora nadie podrá proteger a los obreros.
—¡Shun!, ¡¿qué rayos esta pasado?! —grita Ikki—, ¡déjate de estupideces y vuelve conmigo!
—¡No vuelvas a gritarle al señor Hades, gusano insolente! —Pandora castiga al peliazul con un ataque de cosmos.
—Pronto la Tierra será envuelta en tinieblas —sentencia Hades con parquedad—, jamás ningún ser humano verá la luz del Sol nuevamente.
—¡Eso es terrible, debemos hacer algo! —exclama Shiryu mientras abraza el cuerpo inconsciente de Shunrei—, ¡tal vez tu podrías impedirlo con tus nuevos poderes!
—¡No entiendes, estúpido! —contesta Pandora—. Es el señor Hades quien provocará el eclipse.
—No lo entiendo —cuestiona Hyoga—, ¿porque harías algo tan terrible?
—La humanidad se ha corrompido y no merece el regalo que les dieron los dioses —declara el oscuro—. Se la pasan con guerras, crímenes y asesinatos; ustedes deben desaparecer como castigo.
—¿Entonces piensas acabar con los asesinatos asesinando a todos? —objeta Geki—. Shun, eso es hipócrita, ¿no lo crees?
—¡Basta de cuestionamientos! —Hades trata de desviar el tema—. Si viniste con la intención de morir Ikki, que así sea.
—¡¿Pero si fuiste tú quien se apareció?! —espeta Hyoga—. Además, cual es el objetivo de revelarnos tu plan; bien pudiste matarnos sin decirnos nada, o aparecerte en la ONU y crear pánico a nivel mundial si es lo que querías.
Seiya esquiva fácilmente la defensa de Pandora, se apresura a llegar donde Hades, lo toma de la túnica y comienza a abofetearlo.
—¡Despierta Shun, este no eres tú! —exclama el obrero entre cada bofetada—, ¡tú eres un chico amable y sensible, un joven que se preocupa por todos y ama a su hermano por encima de todo!
—Pierdes el tiempo, golpeándome solo lastimas el cuerpo de mi receptáculo —Se mofa Hades mientras recibe la paliza.
—¡Igual no se me ocurre nada mejor! — Seiya continua abofeteándolo, pero con más fuerza.
—¡Basta Seiya! —ruge Ikki—, ¡es mi hermano a quien lastimas!
—¡Él ya no es el Shun que conocemos! —aclara Shiryu—. ¡Tu hermano ha cambiado de ideas, se ha convertido en un aliado de Satán!
Todos callan ante el ridículo comentario del pelilargo, le miran con infinito desprecio y tratan de alejársele. Hades se harta del maltrato y con un destello de sus ojos, arroja violentamente a Seiya contra la playa.
«¡Seiya!» Geki, Shiryu e Ikki exclaman el nombre de su amigo caído, piensan lo peor. Pronto sienten alivio cuando lo ven pararse con dificultad.
—¿Cómo es posible que simples mortales sobrevivan a mi poder? —exclama el sorprendido Hades— Más increíble aun, que consigan ponerse de nuevo en pie.
—Somos albañiles —contesta Seiya entre dolores—, no existe en el mundo hombres con el cuerpo más curtido que el nuestro. Ahora tú responde mi pregunta: ¿qué te trajo aquí?
—Nostalgia… quise traer a mi presencia al hermano de mi receptor; despedirme de él antes de destruirlo junto con el resto de la humanidad.
—Entonces es verdad —exclama Shiryu—, Shun todavía recuerda a Ikki; todavía se encuentra dentro de ti y seguro lucha por salir.
—Eso pronto dejara de ser —contesta Hades—. Pronto asumiré este cuerpo en su totalidad y su amigo desaparecerá para siempre.
—Eso jamás lo permitiré —Ikki avanza a paso firme donde su hermano, Pandora trata de detenerlo atacándole con su lanza, pero es desarmada con facilidad por el chico, quien la aparta con una bofetada— ¡Aparta furcia!
Hades se inquieta con la presencia de Ikki, ni siquiera es capaz de oponer resistencia cuando el chico le arranca el collar. Hades por primera vez siente algo parecido al miedo y responde la agresión con una potente descarga de cosmos. Ikki cae a los pies de Shun, a diferencia de Seiya, este termina sin moverse; el hermano mayor se encuentra sin vida.
Los segundos pasan, se convierten en minutos, minutos silenciosos donde nadie se atreve a moverse siquiera. Una lágrima comienza a correr por su mejilla, inmediatamente se convierte en sollozos y un torrente emana de sus muertos ojos; Shun/Hades llora desconsoladamente sobre el cadáver de su hermano.
—¡No entiendo que me está pasando! —se dirige a Pandora quien corre rápido a abrazarlo—, ¿qué es esto que siento?,snif… ¡me lastima el pecho y no me deja respirar!
Seiya golpea con fuerza el rostro del arrodillado dios, Hades no puede lidiar con la sorpresa de aquel acto, no puede con el dolor en su pecho y no puede con el dolor en su quijada; Hades tiene dos dolores.
—Esto que sientes es el dolor de Shun —declara Seiya—, es un dolor humano… ¿lo desconocías, cierto? No importa si nos destruyes, estarás condenado al sufrimiento de un chico que perdió lo que más ama.
Pandora se dispone a castigar a Seiya, Shun se apresura a detenerla. El oscuro se limpia las lágrimas y trata de buscar respuestas con voz suplicante.
—¿Cómo hago que pare? Dímelo Seiya, ¿cómo hago que se detenga?
—No lo sabrás si acabas con los únicos seres que han vivido esas emociones.
Hades está rebasado, sus emociones le sobrepasan, jamás ningún dios ha experimentado la pérdida de un ser amado. Levanta el cuerpo inerte de su hermano en brazos y da la orden de regresar al inframundo; no se despide, no amenaza, simplemente regresa al agujero de donde salió.
El ruido de un furioso motor se aproxima, es Tatsumi quien llega en el convertible de Milo, milagrosamente logró dar con los chicos y llegó a la playa justo cuando Hades estaba a punto de irse.
—¡Tu, maldito hombre malo! —Shun reconoce al calvo—. ¡Sufrimos por tu culpa!, por hombres como tu es que acabare con la vida en este mundo. ¡Mi deber es erradicarte a ti y a todos los malignos de la faz de la Tierra!
Tatsumi se detiene a unos metros de los muchachos, contempla los cuerpos inconscientes de los santos en la arena, traga saliva y encara a los chicos.
¡Hace años que quise hacer esto, no encontraré paz hasta decirles estas palabras! —se arrodilla en posición sumisa—¡¡Perdónenme…!! —Las lágrimas recorren sus mejillas, al caer se pierden en la arena—. ¡Seguía órdenes!, hice las cosas pensando en el honor, en servir a mi señor sin importar las consecuencias. Ahora veo que fue un error; por muy nobles o enfermas, por muy poderoso o débil que sea a quien sirva… el sufrimiento de los inocentes no puede ser justificado. Estoy aquí, me humillo ante ustedes, dispongan de mi vida como quieran. Solo espero que algún día me puedan perdonar y espero poder compensar el sufrimiento que les cause.
—Muere —Hades emite una descarga de energía que pulveriza al calvo, todo queda en silencio.