Análisis: La guerra vista con ojos árabes

Análisis: La guerra vista con ojos árabes

Un experto explica que la inmensa mayoría ve este conflicto como el inicio de un proyecto colonial con dimensiones regionales.

Mientras que en Estados Unidos las cadenas de televisión hacen énfasis en la guerra aséptica y tecnológica, en el mundo árabe lo que se ve es civiles muertos y destrucción.

Mientras E.U. insiste en que es una campaña para liberar a Irak de un dictador, para los árabes esta es una guerra colonialista y una nueva humillación.

Mientras que unos vibran con su superioridad tecnológica e imparable avance, los otros lo hacen con la 'heroica resistencia' de sus 'hermanos'. Los más de 200 millones de árabes están viviendo esta guerra de una forma muy distinta a la 'occidental'; y si hubiera que resumir su sentimiento en una palabra, la más adecuada sería 'indignación'.

Los expertos coinciden en que un factor fundamental es que a diferencia de la primera Guerra del Golfo (1991), los árabes ya no se informan por CNN, ni por medio de sus controladas cadenas estatales, sino a través de tres canales satelitales árabes que le han puesto fin al monopolio estadounidense de la información en directo.

Las cadenas Al Yazira, Al Arabia y Abu Dhabi TV tienen una nutrida red de enviados especiales a Irak que 'juegan de locales' y que no van de la mano de las tropas anglosajonas, sino que están al otro lado: donde caen la bombas.

Su énfasis por tanto, no está en los modernos equipos de combate nocturno; ni en los sistemas de bombas inteligentes, sino en el sufrimiento del pueblo iraquí y en la resistencia de sus fuerzas al ejército más poderoso del mundo.

El efecto ha sido una potencialización del amplio sentimiento de rechazo a esta guerra, mezclado con un fuerte sentimiento de orgullo por la forma en que sus hermanos de Irak resisten, contra todo pronóstico.

El fenómeno político que se está viviendo en las calles del mundo árabe es de tal fuerza que el diario sirio Al Baath archivó décadas de recelos con el régimen de Saddam Hussein y el Baaz iraquí (Partido Socialista del Renacimiento Árabe, que también gobierna en Siria), para escribir: "La combatividad iraquí es noble y valiente".

Pero más fuerte aún: en Jordania, donde se esperaban miles de refugiados iraquíes, lo que se está dando es el fenómeno inverso. Cientos de iraquíes y de árabes de otras nacionalidades cruzan la frontera con rumbo a Irak para sumarse a las fuerzas de ese país.

"Esta es una guerra contra los colonialistas y contra los infieles(...) Voy a morir como un mártir y me basta con matar a un judío o a un americano(...) Vamos a demostrarles como mueren los verdaderos árabes a esos jeques que vendieron su alma por un dólar y que sólo saben traer bailarinas a sus palacios", le dijo en Ammán a un enviado del diario El Mundo (de Madrid) Mohamad Hashlamón, un hombre de 53 años nacido en la ciudad palestina de Hebrón y padre de 11 hijos.

No es un caso aislado. El diario argelino Le Matin reportó que el consulado iraquí en Argel recibe cientos de demandas de visa de personas que quieren ir a combatir. Y según el diario saudí Al Sharq al Awsat lo mismo ocurre en Líbano, Siria y la propia Arabia Saudí. El ministerio de Asuntos Exteriores de Irak aseguró esta semana que 4.330 iraquíes y 1.200 árabes de otras nacionalidades han llegado a su territorio con este fin.

La indignación de la calle árabe tiene en 'pánico' a los gobiernos proestadounidenses de esta parte del mundo. Las protestas se multiplican de Marruecos a Bahrein y el temor a una desestabilización crece con cada día que se prolonga la guerra.

Uno de los más preocupados es el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que ya telefoneó al primer ministro británico, Tony Blair, para pedirle que por favor comprenda "la tremenda tensión" que se vive en las calles de Oriente Medio.

Egipto y otros países temen que la ola 'anti-estadounidense' haga explotar el sentimiento de rechazo hacia sus regímenes que, a pesar de condenar la guerra en la Liga Árabe -calificándola de "ilegal"-, de labios para adentro están con Estados Unidos.

Abdula Schleifer, director del Centro Adham de Periodismo Televisivo en la Universidad Americana de El Cairo, acusa ¿en declaraciones a Reuters¿ a las cadenas árabes de atizar el fuego con imágenes espeluznantes, porque saben que "satisfacen a la audiencia". Y porque: "Es popularidad fácil y barata".

Pero Najib Abu-Warda, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid y experto en el mundo árabe, opinó en diálogo con EL TIEMPO que atribuir todo lo que está pasando a los medios de comunicación es desconocer años y años de historia.

Tras recordar que el malestar hacia Estados Unidos ha crecido enormemente por su apoyo a Israel en la "demolición" de la Autonomía Palestina, Abu-Warda anota: "La opinión pública árabe ¿salvo el particular caso de Kuwait¿ está totalmente en contra de esta guerra, porque la ven no sólo como una agresión militar, sino como una guerra de ocupación, como el inicio de un proyecto colonial con dimensiones regionales".

Alí Daré, un ingeniero iraquí de 25 años, lo confirma poco antes de cruzar la frontera de Jordania para unirse a las filas de su país: "Los árabes han entendido que esta no es una guerra sólo contra Irak, que los estadounidenses quieren ocupar todo el mundo árabe a favor de los judíos y de sus intereses petroleros".

¿Significa esto un respaldo a Saddam Hussein? Abu-Warda responde tajante: "No, en absoluto. La mayoría quisiera verlo fuera del escenario cuanto antes. Lo que pasa es que en el mundo árabe se vive hace muchos años una sensación de humillación: tanto por los regímenes títeres, como por las invasiones. Por eso el pueblo árabe se enorgullece cuando ve a los iraquíes teniendo éxito en la resistencia contra las poderosas fuerzas británicas y estadounidenses: eso eleva su moral como pueblo, le devuelve parte de su dignidad".

VÍCTOR MANUEL VARGAS
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid