Luego editaré este post dando una descripción de lo que comenzaré a publicar en este tema, por mientras disfruten de esta historia que es canónica xD a Saint Seiya Alcaesto :D
Crónicas de ALCAESTO
Roxy I
Patriarca: (A Roxy) Tengo una misión sumamente importante para ti, hemos logrado localizar una armadura muy lejos, si es la que creo… será un gran refuerzo para nosotros. Necesito a Casian para el orden de los nuevos y te otorgaría refuerzos, pero al lugar que te enviaré… ¡Sólo tú te atreverías a entrar!
Roxy: (Sonriendo) No se preocupe señor, todo estará bien.
Patriarca: Me alegra mucho esa energía que siempre pones a disposición de Campo Ónfalos. El lugar en el que se encuentra una de las armaduras de mayor poder, es una especie de mansión ubicada en Filadelfia, según mis informantes. (Pasándole un mapa) Aquí podrás ver más o menos donde fue detectada la vestidura por última vez, lamento no poder darte más detalles al respecto debido a que yo nunca he visitado esos lugares.
Roxy: No se preocupe señor ¡Traeré esa armadura sin problemas!
La chica salió de la carpa y en las afueras la esperaba Kentha, un joven de quince años con una cicatriz en su ojo, quien fue atendido por Roxy cuando llegó muy mal herido desde un pequeño pueblo. El aspirante a caballero se mostró desde un principio muy apático pero siempre buscando la forma de llamar la atención de la joven.
Conversaron un momento en el que Kentha se mostró muy preocupado por el destino de la chica y después con un tierno abrazo se despidieron.
Al siguiente día Roxy emprendió su viaje portando la armadura de bronce de serpiente la cual daba indicios de su personalidad, estuvo de viaje alrededor de tres semanas hasta que llegó a Filadelfia en el estado de Pensilvania y estando de noche comenzó con su búsqueda.
Adentrándose cada vez más en el lugar fue descubriendo como esta ciudad parecía no tener vida durante la noche, las calles estaban vacías y una densa niebla cubría el paisaje.
Roxy: (A sí misma) ¡Que porquería! Ni siquiera puedo sentir la armadura, le pediría ayuda a alguien pero no veo a nadie cerca…
De pronto vio una joven adolescente que corría desesperada, detrás de ella un niño gordo y moreno parecía estarla persiguiendo. Roxy sin dudarlo comenzó a seguirlos a gran velocidad intentando alcanzarlos, luego de algunos minutos pudo ponerse delante de ambos.
Roxy: ¿Ese hombre de atrás la está molestando señorita?
¿¿??: (Agitada) Hola no no sé quizás pero ahora no.
Roxy: (Sonriendo) ¿Cómo dices?
Al estar ambas detenidas el joven llegó junto a ellas.
¿¿??: (Muy cansado) Por fin te detuviste Perseri, ya sentía que me desmayaba.
Perseri: Eso Chorino, sucede porque estás gordo como un cerdo, ni siquiera puedes moverte ahora nunca encontraremos a Anubis.
Roxy: (Riendo) O sea, no te estaba persiguiendo. Un momento ¿A quién buscan?
Chorino: A Anubis nuestro gato.
Roxy: ¿Un gato llamado Anubis? Eso sí que es raro.
Perseri: Me presento él es Chorino mi novio.
Chorino: Entonces yo también me presentaré ella es Perseri mi novia.
Roxy: (Riendo) Qué extraños son ustedes, mi nombre es Roxy y si quieren puedo ayudarlos a buscar a su gatito.
Perseri: Muchas gracias, aunque tu atuendo es raro tu corazón es noble.
Roxy: (Mirándose) ¿Esto? Es una armadura constelar, la usamos para defender nuestro refugio.
Sin prestarle mayor atención la pareja siguió caminando –¿Dónde vamos?– Preguntó algo dubitativa la joven de Serpiente –Siento a Anubis, él debe estar por aquí– Respondió Perseri.
Caminaron durante al menos unas tres horas, hasta que llegaron a una gigantesca mansión. La pareja insistió en que el gato llamado Anubis estaba ahí dentro, Roxy sin cuestionar sus corazonadas, se dispuso a entrar con ellos. Pero no sería tan sencillo, ya que la enorme puerta tenía enormes cadenas desde un extremo a otro y estas a su vez cubrían un cartel que decía “CLAUSURADO” al ver esto Roxy tomó posición de combate.
Roxy: ¡SOUL’S AGONY!
Desde el suelo brotaron decenas de manos oscuras y horripilantes que atacaron fuertemente la puerta derribándola en el acto.
Roxy: ¡Vaya esta vez salieron muchas más que de costumbre!
Chorino: ¡Qué hiciste! ¿¡Por qué salieron esas manos de muertos por ahí!?
Roxy: (Riendo) No son muertos, son elementarios.
Chorino: ¿Qué cosa en el universo es eso?
Roxy: Desde pequeña siempre he tenido cierta capacidad de conectarme con los elementarios, que son como los cadáveres físicos de un muerto, pero a nivel emocional, los cuales pueden hospedarse en tu cuerpo si detectan algún tipo de fragilidad en tus sentimientos.
Perseri: ¡O sea que son cadáveres de las emociones de la gente! ¡Qué aterradora eres!
Roxy: (Afable) No se preocupen, son cosas inofensivas.
Los jóvenes entraron a la mansión, la cual estaba abandonada y en muy mal estado, las murallas estaban agrietadas y como era de noche no se podía ver con claridad el paisaje por completo. El camino era cada vez más tétrico, habían muchas camas por todos lados y de vez en cuando podía ver como algunas sombras pasaban por las murallas, pero en el fondo Roxy no les prestaba mayor atención debido a que sus pensamientos los ocupaba el joven Kentha quien a pesar de ser muy orgulloso y burlesco le causaba mucha simpatía.
Roxy: ¡Kentha! ¡Campo Ónfalos! ¡El patriarca! (Riendo) Es cierto, yo venía en busca de un armadura. (Sacando el mapa) Chicos, después de encontrar su gato necesito ir a este lugar, ¿Ustedes saben dónde queda?
Perseri: ¡Vaya suerte la tuya! Justo estamos en el destino que buscas, el hotel Byberry, aquí se hospedan los más elegantes personajes.
Roxy: Pero parece estar abandonado, ¿Qué habrá pasado?
De pronto una extraña melodía comenzó a sonar, parecía una música muy antigua y la calidad del audio no era muy buena.
Roxy: (Sorprendida) ¿Alguien ha encendido alguna radio?
Chorino: No lo sé, pero tengo que ir al baño.
Perseri: Espérate hasta que encontremos la armadura de Roxy, cerdo asqueroso.
Roxy: Oye… te estás pasando un poco, anda sigamos.
La melodía seguía sonando, de pronto unas risas empezaron a escucharse –¿Quién? ¿Quién está allí?– Dijo Roxy ya algo asustada. Al terminar la frase una extraña voz se escuchó desde algún lugar.
¿¿??: ¡No! ¡Yo no soy quien buscas! ¿Por qué me tienes aquí? ¡¡¡Déjenme salir por favor!!!
Roxy: (Aterrada) ¡Porquería! ¿Quién dijo eso? (Mirando hacia atrás) Un momento… el camino, no recuerdo haber pasado por allí, (Tratando de calmarse a ella misma) chicos estén tranquilos nada malo va a suceder.
Chorino: ¡Por favor! ¡Necesito ir al baño!
Perser: ¡Si sigues con eso, las vas pagar!
De pronto una sombra como la de un demonio alado apareció en el techo, –¿Quién eres? ¡Sal de ahí! ¡Pelea cobarde!– Exclamó desafiante la joven de Serpiente, en ese instante la silueta se ubicó en una muralla de al frente.
Roxy: ¡VENOM ASTRAL!
Desde su ombligo, una extraña y enorme anaconda fantasmal salió disparada en contra de la pared destruyéndola por completo. Unos quejidos se pudieron oír.
Roxy: ¡Sabía que alguien estaba detrás de esto!
Pero antes de ir a ver de quien se trataba miró hacia el lado y se dio cuenta de que Chorino estaba defecando. Haciendo caso omiso a eso, aunque asqueada decidió descubrir de quien provenía este quejido, al levantar algunos escombros, notó en el suelo a un anciano, con sus vestiduras muy harapientas.
Roxy: ¿Quién eres tú?
¿¿??: Sólo soy un vagabundo, no me mates por favor.
Roxy: Pero qué estás haciendo aquí en este lugar tan tenebroso.
Vagabundo: (Mirando hacia el lado) ¿Qué demonios está haciendo tu amigo?
Roxy se dispuso a ver y enorme fue el impacto que sintió al ver que Chorino ¡Se estaba comiendo sus propias fecas!
Perseri: ¿¡Qué haces cerdo de porquería!?
Chorino: ¡Lo siento! ¡Tenía mucha hambre!
Perseri: ¡Te dije que lo pagarías mugroso insecto!
La joven sacó una especie de daga de su bota y apuñaló a su novio, directo en el corazón.
Roxy: ¡¡¡Perseri!!! (Con sus ojos llorosos) ¿Qué está sucediendo aquí? Que alguien me diga… ¿No venías a buscar a Anubis tu gato?
Perseri: ¿Gato? Yo no tengo ningún gato, además ¿Por qué lo llamaría Anubis?
Roxy: (Llorando) ¡¡¡Qué es toda esta basura!!!
Vagabundo: Chica, no seas exagerada, sólo sigue en línea recta no mires atrás y llegarás al patio de recreo, allí hay un pozo, en el fondo está la armadura de Ballena.
Perseri: ¿Por qué hablas con ese vagabundo? ¿No veníamos a jugar solas tú y yo?
Con un grito desesperado Roxy se puso a correr tal como le había indicado el vagabundo, quien se puso de pie y se quedó mirando a la joven muy extrañamente, son una sonrisa diabólica.
La guerrera portadora de la armadura de Serpiente llegó hasta una gran puerta, la cruzó sin pensarlo y efectivamente vio un pozo, se acercó lo más posible, miró hacia abajo viendo el símbolo del monstruo marino en una caja de pandora llena de gruesas cadenas.
Roxy: (Muy rápido) Estoy aquí ya no hay vuelta atrás una vez consiga la armadura me iré (Llorando desesperada) no sé como pero me iré muy lejos.
Con un pequeño salto se introdujo al pozo… pero mientras bajaba, una mano tomó su pie derecho ¡Era Perseri! Quien con una enloquecida mirada no permitía avanzar a Roxy.
Perseri: ¿Por qué me obligas a estar en este lugar? (Llorando) Yo no te he hecho nada, déjame irme ¡Me quiero morir!
Roxy: (Pensando) Si no hago algo pronto, voy a morir… pero el patriarca de seguro necesita esa armadura. Todos los momentos en los que hemos pasado hambre, angustias y penas por estar entrenando no pueden ser en vano ¡Hay muchos caballeros luchando firmemente en estos momentos! Si quiero algún día ser feliz con mi futura familia viviendo juntos y en paz ¡No puedo darme por vencida!
El cosmos de Roxy empezó a incrementar generando haces de luz por todo el lugar, logrando liberar su pie, y aun aguantando la respiración, la joven consiguió llegar hasta el fondo, a un punto donde extendió su mano y tocó la caja de pandora. En ese instante un fuerte terremoto azotó el lugar haciendo que Roxy se fuera en contra de las paredes del pozo golpeándose en la cabeza, quedando totalmente inconsciente.
El tiempo que permaneció inconsciente es un misterio, cuando abrió los ojos estaba afuera del estanque y a su lado la armadura de Ballena. Con mucho esfuerzo miró por todos lados, pero no había rastros de alguien en los alrededores y mucho más sorprendente era que no había rastros de aquella mansión… antes de irse observó una inscripción en la base del pozo que decía “Pozo de tortura de la institución mental, el asilo Byberry”