¡Saludos, magos, hechiceros, conjuradores, ilusionistas, encantadores y tantos otros que mi vieja y cansada mente por seguro tendría dificultad en recordarlos todos!
Me presento ante ustedes con el nombre de poder de mi día: Mezotlán. En mis tiempos mozos fui destinado a aprender las costumbres y doctrinas para convertirme en lo que ustedes nombrarían por sacerdote. Originalmente, los sabios habían interpretado que la voluntad de los dioses era que yo siguiese el sendero de los adoradores de Huitzilopochtli, pero mi espíritu inquieto desvió mi atención varias veces hacia los misterios de dioses muy distintos, como pudiera serlo Tláloc, por nombrar uno. Llegado determinado momento, mi señor Tonatiuh, El Sol, inspiró una visión profética a uno de los más respetados ancianos en los templos de mi ciudad natal, Tenochtitlán. A partir de entonces, viajé hacia el Este y fue así que llegué al sitio donde la Magia resistió por último en el mundo terrenal. Allí conocí verdaderos gigantes de la Magia e incluso llegué a formar parte de su selecto círculo... ¡aaahhhh, cómo extraño esas épocas! Pero la historia de mis viajes y su destino es demasiado larga y supongo que sus espíritus jóvenes no se sentirán atraídos por las fábulas que un viejo nostálgico como yo pudiera contarles. En fin.
Si se les ofreciera algo que los poderes del Sol pudieran otorgárselos, o incluso algunos de los del fuego, sepan que esa es mi esfera dentro del Arte.
Ahora los dejo, y que el luminoso rostro del Sol los bañe en bendiciones.
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Habilidades:
Magia:-Encender: capacidad de enfocar su poder para que el objetivo, que debe ser combustible, se prenda fuego.
-Luz: con esta habilidad, el ejecutante logra conformar las corrientes mágicas para crear un foco de aspecto ígneo, como un extraño fuego fatuo. En particular, puede crear la Luz Solar, una variación de este conjuro, con el cual crea una réplica diminuta del sol que alumbrará poderosamente y tendrá las mismas propiedades de la luz normal con la que alumbra el sol.
-Calentar: el pensamiento del mago inflinge un incremento de temperatura en una zona, el que puede llegar a ser lo suficientemente alto como para dañar seres que no soporten tal calor.
-Pared de fuego: en este caso, la voluntad del artista arcano hace surgir una barrera de fuego de la altura de una persona. La altísima temperatura de sus llamas mantiene a raya a todo aquel que intente traspasarla. Tiene propiedades de bloqueo contra ataques mágicos y, en su versión solar, suele tener otro color de llamas asemejándose más al sol e iluminando más intensamente.
Orbe Solar: este conjuro consta de una esfera de aspecto bastante similar al del sol, la cual es proyectada hacia el objetivo que se quiere dañar. Recorre rápidamente y, de impactar, inflinge un pequeño daño, en comparación con otros conjuros de ataque. Requiere poco esfuerzo de parte del mago, ya que no consume mucho de su poder y por lo tanto suele ser muy popular para usarse en combate.
Coraza del Sol: al utilizar esta habilidad, el mago se reviste con una protección destellante formada de la sustancia del sol. Cubre el cuerpo en casi toda su extensión y se sirve de su alta temperatura y de su luminosidad para la defensa, principalmente. Cuenta también con la capacidad de bloquear daño físico en cierta medida algo acotada, aunque resulta más eficiente contra el daño mágico. Si no encegueciera, se notarían en ella detalles, formados de alguna manera por el mismo material de la coraza, típicos de las protecciones con las que se ataviaban los guerreros méxica.
Editado por The Flame Bearer, 11 junio 2011 - 23:11 .