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Zodiac Verse


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4 respuestas a este tema

#1 Blake TAC

Blake TAC

    Miembro de honor

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Pais:
Mexico
Sexo:
Masculino
Signo:
Acuario
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Publicado 24 agosto 2021 - 15:13

Hola gente, aquí Blake TAC, con el universo (posible Multiverso) de mi interpretación de Saint Seiya/Los Caballeros del Zodiaco. Este es un reboot tomando de base las Sagas Clásicas pero en vez del siglo XX es el siglo XXI. Habrán personajes y eventos de spin offs aquí en esta fanfic. En fin espero que les guste

#2 Blake TAC

Blake TAC

    Miembro de honor

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Masculino
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Acuario
Energia:
Cosmos:
Ataque:
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Publicado 24 agosto 2021 - 15:50


Declaro que:

Saint Seiya y sus spin offs, son propiedad de Toei Animation, TMS Entertainment, Netflix, Sueshia, RED Champion, Kenji Okito, Chimaki Kuori, Shiori Teshirogi, Megumu Okada y Masami. Kurumada. Por favor, apoyen el lanzamiento oficial

Capítulo 1: Iniciación

Fecha: 10 de Octubre de 2016, 23:00 horas
Lugar: El Santuario, Grecia.

Era una noche fría en el Santuario, la base de operaciones de los Santos de Athena, todo parecía estar tranquilo, se oía el sonido de los grillos, el aire soplaba mientras que las hojas de otoño caían más y las estrellas brillaban en la noche, hasta una estrella fugaz apareció.

Sin embargo, no era una estrella fugaz, ya que el objeto, o más bien, el individuo cayó del cielo y se estrelló en el suelo, creando un cráter en el proceso.

"Ugh…dios, ouch…" Esas eran las palabras de la persona dentro del cráter mientras gemía un poco del dolor.
Una vez que el humo desapareció, la persona abrió lentamente sus ojos y trató de ponerse de pie.

La apariencia de esta persona era de un joven japonés de 14 años de edad, con una complexión atlética, midiendo 168 cm, piel de color durazno, cabello corto y erizado de color café oscuro y finalmente unos ojos azules, eran muy puros ya que reflejaban el cielo y su inocencia.

Su vestimenta era una camisa amarilla sin mangas, unos pantalones amarillos semi ajustados, unas rodilleras cafés y botas griegas del mismo color. Unos vendajes en sus manos, una hombrera verde, un cinturón del mismo color, una protección en su muñeca y finalmente una bandana blanca en su frente.

"Uf, uf, ¿Dónde está ella...? Sí que se exageró un poco esta vez, casi me iba hacia orbita." Dijo el joven quejándose, mientras trataba de mantenerse en pie, ya que seguía un poco aturdido por el impacto.

Pero sintió una poderosa presencia acercándose al lugar, el joven dio la vuelta y vio una figura femenina caminando hacia él.

Era una mujer con un gran cuerpo atractivo, curvado y bien proporcionado, ella media 167 cm de altura, su cabello era anaranjado, de un largo intermedio, su rostro estaba cubierto por una máscara de porcelana, de una expresión neutral.

Vestía de un leotardo negro, con hombrera plateada izquierda, sus muslos tenían una prenda de color rojo, unas rodilleras de color plateado, unos calentadores de color blanco y botas de tacón de color negro, finalmente un guante negro sin dedos en su mano derecha.

“Ah! Marin!" Exclamó el joven al ver a su maestra, no se le podía ver su expresión, pero ella se veía un poco molesta.

"Hmph, veo que aterrizaste lejos esta vez, Seiya" Respondió la Santo de Plata ante su discípulo. "Venga, regresemos al Santuario, harás más simulaciones."

“Q- ¡¿Qué?! No, ¡no! ¡Ya practicamos 100 veces, y son las 11 de la noche! ¡¿Podemos descansar, por favor?!"

Exclamó Seiya, ya cansado de tantas horas de entrenamiento desde la madrugada.


“Entonces ¿Quieres morir ante Casios, mañana?" Pregunto calmadamente Marin.


"¡Claro que no! Pero…pero…"
Seiya trataba de explicar sus motivos, pero luego sus sentidos mejorados le hicieron ver que su maestra, estaba preparándose para atacarlo, una vez más.

Pero en menos de un segundo él fue enviado hacia el cielo, solo para caer, estrellándose en el suelo una vez más, esto ya se estaba poniendo cansado.

"Ugh… ¿Por qué siempre caigo de cabeza? No soy un erizo hipersónico, ugh…" Comento Seiya un poco adolorido por el impacto.


“¿Quieres descansar con esta demostración mediocre? Seiya, Cassios puede matarte, tú sabes que esto es para que tú puedas defenderte y ganarle, sin recurrir a tu hermana." Marin explicó a Seiya, ya que habían pasado meses de que Seika se había convertido en una Santo de Plata como ella.

Pero ahora quería que su pupilo más joven pudiera defenderse contra su oponente para mañana. Ya que ella vio como Casios les cortaba la cabeza a sus enemigos, y no quería que eso le pasara a su pupilo.

“¡N-No me asustes con eso, ¿quieres?!" Exclamo Seiya un poco asustado al imaginarse perder contra Casios mañana. "¡No perderé contra Casios, pero por Athena, déjame descansar, por fa!"

Marin se quedó mirando a su pupilo, teniendo una idea que puede hacer él para que lo deje en paz.

"Entonces dame una prueba"

“¿Una prueba?" Pregunto Seiya, algo confundido ante la petición de su maestra.

"Si, una prueba de los frutos de tu entrenamiento desde inicios del 2011, en esa forma podré estar en paz y dejarte de "molestar”…" Afirmó Marin a su propuesta.

El aprendiz japonés, se quedó mirándola, hasta que suspiró y luego adoptó una mirada de determinación. Era ahora o nunca, el no perderá contra Casios mañana y finalmente obtendría la armadura de Pegaso.

“¡Muy Bien!" Exclamó Seiya, mientras el levantaba su puño, mientras una especie de energía azul lo rodeaba, poniendo su espíritu de lucha y mente en su puño, listo para golpear el suelo.

"¡Este es mi poder! ¡Mi Cosmos! ¡Observa!"

Entonces el golpeo el suelo, haciendo una explosión, la cual Marin puso su mano derecha para cubrirse de la luz, cuando esta se desvaneció, ella miro que el humo se desprecia.

La Santo de Águila vio que Seiya hizo un gigantesco cráter en el suelo, parecía que un meteoro hubiese chocado contra la tierra, sorprendiéndola, también noto algo detrás de Seiya.

“¡¿Ese es un…Pegaso?!" Pensó en shock al ver lo que hizo su discípulo.

Después de varios años, Seiya volvió a canalizar su cosmos, ya que cuando era niño este ya había hecho algo similar.

Pero este cráter ya era más grande, ya que vio unas rocas desintegrarse por el impacto ya que sus átomos habían sido destruidos. Seiya se paró y vio que su maestra se quedó sorprendida, este suspiro de alivio hasta que el hablo.

"Entonces… ¿Ya puedo irme a descansar?"

Fecha: 11 de octubre de 2016, 12:00 horas
Lugar: Santuario, Grecia.

En medio de un gran coliseo romano a plena luz del día, se ve a montones de personas con vestimenta de antiguos centuriones griegos como cascos metálicos y petos de cuero con un par de hombreras.

En la cima del Coliseo, había un hombre de suma importancia.

El hombre aparentaba de tener físicamente en sus 20s, aunque él estaba a finales de sus 30s, con una altura de 188 cm, piel clara, ojos azules cielo y curiosamente un cabello erizado largo de color azul violáceo.

Su vestimenta consistía de una sotana blanca con un casco dorado que parece una corona y que tiene una estatuilla de lo que parece ser un dragón mostrando sus alas.

Él era Saga, el Gran Papá del Santuario y anterior Santo de Géminis.

Saga bajo la mirada en vista al centro del coliseo donde se encontraban los candidatos para ser el Santo de Pegaso, Seiya entrenado por la Amazona de Plata, Marín de Águila y Casios, un joven de unos años mayor al de Seiya, entrenado por su hermano mayor, Docrates.

Casios era diferente a Seiya, a pesar de su edad de 17 años, media 187 cm, una complexión musculosa, piel morena, cabello blanco alborotado, ojos de color negro.

Su vestimenta consistía de dos hombreras gruesas unidas a dos correas en su pecho, unos pantalones blancos, dos guantes que le protegían las manos y botas amplias. Tenía la apariencia de una persona atractiva, pero su actitud dejaba mucho que desear.

“Ustedes dos han llegado hasta aquí tras derrotar a más de nueve oponentes. El que quede de pie al final será honrado como un legítimo Santo de Athena" Dijo Saga, listo para dar inicio al combate.

“¡Espere Sumo Sacerdote!" Todos miraron al origen de la voz, al ver que se trataba de Docrates, quien estaba arrodillado para pedir respeto a su santidad.

Su apariencia era algo similar a la de su hermano menor, su piel era morena, pero su cabello era alborotado, de color violeta oscuro y ojos del mismo color.

Su vestimenta era la de un entrenador para aprendices de Santos, no se podía saber su altura al estar arrodillado.

“¿Sucede algo, Docrates?" Preguntó el pontífice a uno de sus guardaespaldas, ya que lo había interrumpido para iniciar el combate entre Casios y Seiya.

“Siento interrumpirlo de esta forma, pero se oye el rumor de que Seiya trataba de huir del Santuario anoche." Explicó Docrates, su razón de esta interrupción, todos se quedaron sorprendidos ante ello.

“¿Qué trato de escapar?" Preguntó un soldado sorprendido.

"¿Eso es verdad?" Preguntó otro soldado


“¿Qué significa esto, entrenadora Marin?" Un soldado cuestionó a Marin ante este rumor.

En las gradas, dos amazonas miraron como los soldados hablaban de ese supuesto rumor, no les gustaba como esto hacía ver quedar mal a Seiya.

Una amazona tenía el cabello café y un poco alborotado, pero poseía una cola francesa para su cabello largo, su máscara era plateada y tenía ojos rojos.

Su amiga tenía su cabello de forma aún más alborotada, le llegaba a su espalda, era de un color verde, su máscara era de color morada y tenía una especie de antifaz alrededor de sus ojos de color morado fuerte.

"¡Oigan dejen hablar así de mi hermano y mi maestra!" Exclamó la Santo de Grulla.

“¡Si! ¡¿Acaso son idiotas por dejarse llevar por un estúpido rumor?!" La Santo de Ofiuco les gritó a los soldados que cuestionaban a su amigo Seiya.

“Seika, Shaina…" Dijo Seiya revelando el nombre de las dos amazonas, ya que una era su hermana mayor y la otra era su amiga.

“¡Basta, ya! ¡Era obvio que tenías miedo al poder de mi hermano, después de todo que se podía esperar de un debilucho como tu!” Docrates se puso en pie y con su dedo índice señaló a Seiya. A Seika y Shaina no les gustó ese comentario pero una voz dio su opinión.

“No estoy seguro de eso…”

Todos miraron al recién llegado, se trataba nada más y nada menos que de…

“¡Aioria!” Exclamó Seiya felizmente al ver a uno de sus amigos.

Aioria era un joven griego de complexión altetica, un cabello corto y alborotado de color rubio sucio, media 185 cm de altura, sus ojos eran verdes claros, de tez bronceada, su vestimenta era similar a la de un aspirante a Santo pero modificado a su estilo. Físicamente aparentaba tener 20 años, pero similar a Saga, su verdadera edad era un misterio.

Lo que destacaba más de Aioria era que no solo era un Santo Ordinario, sino uno de los 12 Santos de Oro, el Santo de Leo siendo específicos.

“No creo que Seiya, se haya acobardado anoche, después de todo, he visto su desempeño en el entrenamiento y parece ser que está listo. Claro eso se demostrará en el combate” Explicó el Santo de Oro, defendiendo a su amigo.

“Aioria tiene razón, solo cobardes no están a favor de la victoria y este joven no es uno de ellos…” Afirmó el Sumo Sacerdote, algo que Docrates no le gustó ya que veía que consentía mucho a este japonés, lo bueno es que hoy eso cambiará.

“Muy bien ¡Que la contienda inicie! ¡Y el ganador obtendrá esto!” Grito Saga, mientras él mostró una caja metálica de un metro de altura, en el centro había un símbolo de un Pegaso, esta era la Cloth de Bronce de Pegaso.

“¡Es la Cloth de Pegaso!”

“¡Una de las 52 Cloths de Bronce!”

“¡La verdadera prueba de la santidad de un Santo!”

Seiya estaba emocionado después de años de arduo entrenamiento, el finalmente ya obtendría la Cloth de Pegaso, sería un Santo de Athena como su hermana mayor y su amiga. Sin embargo, fue impactado haciendo que reaccionara y dejara de pensar, se puso de pie y miró a Casios.

Entonces Casios salto para tratar de pisar a Seiya, pero el japonés logró esquivarlo a tiempo, luego Seiya vio que Casios corrió directamente hacia él para teclearlo, sin embargo, el joven gigante solo chocó contra un pilar.

Tanto Casios y los espectadores del coliseo están sorprendidos que Seiya simplemente desapareció.
Luego oyeron un tozo y todos vieron que Seiya estaba sentado de forma casual en la parte de arriba del pilar que Casios se estrelló.

“¡¿Qué haces ahí arriba?!” Grito Casios de coraje hacia su oponente, Seiya simplemente le sonrió sarcásticamente.

“Me mantengo fuera de tu alcance” Respondió Seiya de un tono despreocupado, mientras aun le sonreía a Casios. “Me gusta tu trajecito. ¿Qué? ¿Acaso lo diseñó tu novio?”

Casios se enfadó aún más por esa burla, que trató de saltar donde estaba Seiya, sin embargo, el discípulo de Marin saltó a tiempo mientras regresó al suelo, parándose y haciendo una posición de combate.

Casios trató de teclearlo otra vez, pero, Seiya hizo una imagen residual la cual engañó a Casios y Seiya salto impulsándose de él.

“Vaya es muy rápido.” Comentó un guardia.

“Creo que Casios esta vez no lograra ganarle a Seiya” Dijo otro guardia, viendo el combate.

“¡Silencio! Casios en el pasado ya había derrotado y humillado a este debilucho, este combate será el último ya que una vez que mi hermano gane, obtendrá una nueva cabeza para su colección.” Dijo Docrates confiado de la fuerza de su hermano menor.

“¿Cuál es el problema de este tipo?” Susurró un soldado, preguntándose este odio.

“Se dice que el y su hermano perdieron a sus padres, y vieron como fueron decapitados” Respondió otro soldado.

“Oh, eso es duro, hermano. Eso explica unas cosas…” dijo un poco apenado por el pasado trágico de Casios y su hermano.

“¡¿Saben que puedo oírlos, verdad?!” Grito Docrates a los dos soldados, quienes estaban nerviosos debido a su mirada asesina.

No dijeron nada más, y el grandote volvió a poner su mirada en el combate.

De regreso en el combate, Casios agarro una roca y se la estrelló a Seiya en la cabeza, haciendo que el japonés tuviera una herida en su cara, debido al impacto, Seiya estaba en el suelo, donde Casios le siguió atacando con la roca múltiples veces, estrellándose en la espalda del discípulo de Marin.

“¡Así es Casios! ¡Acaba con el!” Grito Docrates a su hermano.

Luego Casios agarró a Seiya de su camisa donde lo estrelló tanto en los pilares y en el suelo, entonces el griego agarró a Seiya del cuello mientras ponía su mano izquierda en una posición de corte, listo para cortarle la cabeza a Seiya.

“Fue divertido jugar contigo. Pero ahora ¡Muere Seiya!” Exclamó el bravucón mientras hacía su ataque hacia el japonés.

Tras eso se oyó un gran crujido, significando que alguien se rompió los huesos, pero para la sorpresa del público no era a quien esperaba. Casios gritó de dolor mientras sostenía su mano derecha, ya que él no la podía mover y estaba sangrando.

“¡Ha! ¡Bien hecho hermanito!” Seika exclamó a su hermano, en el pasado no le gustaba lastimar a nadie pero este bully había atormentado a su hermano menor por mucho tiempo.

Ahora era hora de pagar la cuenta.

“¡Mi mano! ¡Maldito, me hiciste que me rompiera la mano!” Casios gritó hacia Seiya, pero el discípulo de la Amazona de Águila simplemente sonrió.

“¿Qué pasa, Goliat? ¿Que acaso este problema se te salió de las manos?” Seiya preguntó en forma de burla, pero Casios se estaba hartando de los chistes de Seiya.

“¡Cállate de una maldita vez!” El griego grito, mientras puso su mano debajo de su axila izquierda para tratar de hacerle un golpe a Seiya, pero el seguía esquivando sus golpes, dejando imágenes residuales.

“¿Q-Que? ¡¿Cómo?!” Exclamó el joven en shock ante este evento.

“Lo siento Casios, pero no voy a perder y voy a ganar la Cloth” Dijo Seiya de forma sincera, pero Casios se enfadó aún más.

“¡T-Tu! ¡Tú no mereces esa Cloth, solo eres un invasor!” Exclamó Casi enojado ante el atrevimiento de Seiya. El trato de golpear a Seiya, pero este último detuvo su ataque.

“¡I-Imposible!”

“¿No lo entiendes Casios? El único que no tiene derecho a vestirlo eres tú. Únicamente te has enfocado a tener una fuerza superficial, nada más.” Recalca el japonés con una mirada seria, que cambiando por una de ironía le pregunta.

“¿Has elevado el universo de tu interior? ¿Has sentido tu Cosmos?”

“¿Mi Cosmos?” Dijo Casios ligeramente confundido…
Marin y Seika habían notado que Seiya finalmente iría a la ofensiva, donde empezó a hacer su preparación para su ataque.

“Bien Seiya, arde tu cosmos hasta sus límites” Dijo Marin hacia Seiya, mientras el inclinó la cabeza entendiendo lo que se tenía que hacer ahora.

“Acaba con el hermanito, para que podamos ir a casa a celebrar” Pensó Seika, mientras sentía el cosmos de su hermano.

Shaina, apoyaba a su amigo, ya que ella asistió la cabeza, para terminar con esto de una vez por todas, pero ella notó algo mientras Seiya ardía su cosmos.

“Espera… ¿Ese es un Pegaso?” Pregunto Shaina sorprendida al ver la forma que Seiya estaba ardiendo su cosmos, mientras sus manos estaban haciendo las formas de las estrellas de la constelación del animal mitológico.

“¡Eso no te servirá, Seiya! ¡Prepárate!” Grito Casios finalmente harto de esto y corrió hacia Seiya listo para terminar con esto de una vez por todas, Docrates estaba preocupado por su hermano menor, que grito para que se detuviera.

“¡Casios espera! ¡Él va a…!” Exclamo el guardaespaldas, pero ya era demasiado tarde.

“Muy Bien, está listo ¡Meteoros de Pegaso!” Seiya exclamó listo para ejecutar su ataque, luego Casios vio muchos puños cósmicos dirigiéndose hacia él.

Eran como haz de luces azules, que parece ser una cercana lluvia de estrellas fugaces. Que pulverizan sin piedad a Casios. Hasta su ropa de entrenamiento fue destrozada, rompiéndole varios huesos y con serias quemaduras en su cuerpo.

Casios inmediatamente cayó al suelo finalmente derrotado, mientras hubo un gran silencio antes de que aplaudieron y celebraron a Seiya, el japonés no lo podía creer tras muchos años de burlas y acoso finalmente derrotó a Casios, el solo sonrió y levantó sus manos al aire en forma de triunfo.

“¡El Ganador es Seiya!” Exclamo Saga mientras levantaba su cetro.

Marin estaba orgullosa, finalmente después de mucho tiempo su entrenamiento si rindió frutos, ahora ya había entrenado a 2 Santos, uno de Plata y otro de Bronce.

“¡Ese es mi hermanito!” Seika estaba muy contenta ante el triunfo de su hermano menor, una vez que terminara esto, le daría un gran abrazo y prepararía algo especial para celebrar su ascenso a Santidad.

Shaina estaba sonriendo detrás de su máscara pero estaba igual de feliz con Seiya, finalmente después de todo lo que pasó este joven, finalmente ya la gente no lo subestimaría otra vez no dudaría de su fuerza.

“¡Ese es mi Seiya!” Ella dijo sin pensar, mientras Seika la miró de forma rara.

“¿Qué?”

“Digo… ¡Bien hecho, Seiya!” Ella estaba agradecida que no vieran su rostro detrás de su máscara, Shaina se había puesto algo roja por decir eso en voz alta. Seika solo se rió de eso, ya que era muy obvio el crush de la Amazona ante su hermano.

Por supuesto había alguien que no les gustó el resultado de la pelea, Docrates estaba furioso, se suponía que Casios iba a obtener la Cloth y Seiya, él apretó sus puños de coraje, generando chispas de cosmos por unos momentos.
Tiempo después, el joven japonés mira la caja metálica con el grabado de Pegaso que entre dos soldados lo cargan para dejarlo en frente del chico. Seiya tenía estrellas en sus ojos azules, era como si un niño hubiera abierto su regalo de navidad.

“Lo logre…finalmente lo logre después de 5 años…”Comento Seiya de la alegría ante su triunfo.

“Uf, si logre llegar a tiempo…”

Dijo una nueva voz llegando al lugar, lo cual sorprendió a la mayoría en el coliseo se sorprendió. La joven entro al coliseo, donde muchas personas se arrodillaron ante ella. Era una joven de 15 años de edad, midiendo 165 cm aproximadamente, su cabello era largo, llegando a sus rodillas, era de color morado, sus ojos de un verde cálido y su tez clara. Vestía de una toga griega de color blanco sin mangas que cubría su cuerpo bien definido, un cinturón dorado, un collar y brazaletes del mismo color. Ella era nada más, ni menos que la misma…

“¡Athena!”

“¡Diosa Athena!”

“¿Qué estará haciendo fuera de su recamara?”

“Para dar sus bendiciones al ganador, tonto”

“Oh…”

Athena camino a donde estaba el sumo sacerdote, que como la mayoría, estaba de rodillas, Saga estaba un poco sorprendido de ver a su hija adoptiva lejos de sus recamaras.

“¿Qué está haciendo aquí, Athena?” Pregunto Saga formalmente a su diosa, ella le sonrió.

“Vine a dar mis bendiciones al nuevo Santo, pa-digo, Sumo Sacerdote” Ella le dijo a Saga, por poco llamando a su padre informalmente, ella volteo y vio que Seiya estaba de rodillas. El Santo de Pegaso la volteo a ver, Athena estaba feliz.

No pudo estar ahí cuando le dio sus bendiciones a Tenma, pero ella sabía que Seiya era su amigo solo que había reencarnado. Había un dato que ella sabía, desde la era del mito y tras que Belerofonte quedara paralitico, su sucesor Rodorio rencarnaba en la mayoría de ocasiones para pelear en su nombre. A pesar de eso, ella mantuvo ese dato para sí misma, no quería que Seiya tuviera que cargar con el pesar de sus recuerdos de sus vidas pasadas.

“Santo” Ella dijo de un tono calmado, pero cálido. “Has pasado por muchas pruebas para llegar hasta aquí, debes sentirte orgulloso por tu éxito y agradecido por ser guiado por este camino. Desde ahora, yo te nombro en un Santo de Athena”

Saga le dio un cetro de ceremonia y ella lo uso para dar su bendición a Seiya, era de una forma similar a como un caballero era aceptado en la caballería. Marin estaba muy orgullosa por su pupilo, puede que sea un Santo de Bronce, pero sería un nuevo compañero en armas. Seiya estaba muy feliz por esto, pero aun así Saga se paró y miro al nuevo Santo de Pegaso.

“Seiya.” Saga dijo de forma seria, haciendo que el nuevo Santo de Pegaso lo mirara. “Desde tiempos inmemoriales, los Santos han protegido a Athena y han jurado luchar por la justicia. Debes usar la Cloth solo para una buena causa, nunca para propósitos ruines y egoístas. ¿Sabes qué les pasa a los Santos que rompen las leyes y manchan el uso de la Cloth?”

Seiya asisto la cabeza por curiosidad ante la respuesta.

“Serán tomados como herejes y todos los Santos alrededor del mundo estarán en el deber de castigarlo con la peor muerte posible… Recuerda eso Seiya” Dijo Saga de una forma sería, haciendo que el santo de Pegaso tuviera escalofríos ante ese pensamiento. “Bien, ten cuidado en tu vida como el nuevo Santo de Pegaso”

“Está bien, señor. ¡No lo defraudaré!” Dijo Seiya alegre tratando de ocultar sus nervios, Athena le sonrió, haciendo que todo estaría bien. A veces Saga exageraba las cosas.

Sin embargo, había alguien quien no estaba feliz por la victoria de Seiya, Docrates vio la figura de su hermano derrotado, mientras que el apretó el puño de coraje.

Primero él fue vencido por la Santa de la Grulla en su combate donde ella gano su Cloth de Plata. Entreno a su hermano menor para que el pudriera ganarle al hermano menor de Seika, pero en eso también fallo.

Pero se aseguraría que su hermano obtuviera la Cloth de Pegaso, cueste lo que cueste mientras miraba de forma asesina a Seiya.

Fecha: 11 de octubre de 2016, 20:05 horas
Lugar: Cabaña de Seiya y Seika.

Había pasado más de 8 horas después de que Seiya fue ascendido a la santidad, el nuevo Santo de Pegaso estaba aún feliz con todo esto, no lo podía creer después de 5
años ya por fin se volvió en un Santo de Athena. A pesar de eso, estaba viendo a la Caja Metálica en donde estaba su armadura, él vio una cadena y su curiosidad le ganó.

“¿Qué estás haciendo, hermanito?”

“Ahh!” Seiya gritó y se puso de enfrente de su Caja de Pandora para protegerla, pero se calmó al ver que se trataba nada más de su hermana. “Uff, no me asustes de esa forma Seika…”

“Hehehe, Marin estaría un poco decepcionada por cómo te asustaste así de fácil” Comentó Seika, ahora sin su máscara puesta. Se podía ver su rostro, era una joven muy hermosa, su piel era clara y sus ojos de color café.

“¿Bueno, y qué quieres?” Pregunto Seiya. Ella dejó de sonreír y obtuvo una mirada seria.

“Seiya, recuerda lo que te dijo el Pontífice sobre la armadura, solo puedes usarla en momentos críticos, de lo contrario le estarías dando un mal uso…” Explicó Seika.
“Eso incluye tratar de ponérsela sin motivo alguno”

“En mi defensa…quería saber cómo se veía, es decir no es nada malo ¿Verdad?” Dijo Seiya tratando de defender su motivo, Seika solo suspiró hasta que miró a la Caja de Pandora de Pegaso.

“¿Sabes por qué se llaman Cajas de Pandora, Seiya?” Ella le preguntó a su hermano.

“¿Referenciando a la mujer que abrió la caja que desató todos los males sobre la Tierra?” Respondió Seiya algo confundido ante la pregunta de su hermana.

“Así es, ya que la mismísima Caja de Pandora que estaba prohibido abrirse. Pero que, cuando fue abierta todos tipos de males surgieron y se esparcieron por el mundo…”
Reafirmó Seika, pero ella puso su mano en el hombro de su hermano para calmar sus nervios. “Pese al error, lo que quedó al final dentro de la caja fue. La esperanza…”

“¿La esperanza?” Pregunto Seiya.

“Exacto. Marin me explico cuando me volví en la Santa de la Grulla, que cuando esté en peligro que habrá la Caja y me ponga la Cloth, con ese factor beneficiará al Santo, o lo perjudicará…”

“Ya veo…” comentó Seiya mientras veía la caja metálica donde estaba resguardada su Cloth de Bronce. Al notar lo tenso que estaba el ambiente por su explicación, Seika supo que hacer para animar a su hermano.

“Bueno para ya no arruinar el ambiente, voy a hacer la cena, haré tu favorito en celebración de tu victoria, hermanito” Dijo Seika mientras sonría a su hermano, ella le puso la mano en la cabeza para alborotarle el pelo, como una forma de cariño, Seiya rió un poco y le sonrió a su hermana mayor.

“Gracias, Seika eres la mejor”

“De nada” Respondió Seika, mientras ella se fue a la cocina para preparar la cena. Seiya estaba feliz de tener a alguien como Seika como su hermana mayor.

Después de la cena, habían pasado unas horas, ella estaba sentada en el sillón, satisfecha por la comida que le preparó a su hermano. Seiya estaba en una silla mirando a la caja de Pandora, mientras volvía a ver a su hermana.

“Oye, Seika…” Dijo el joven Santo de Pegaso.

“¿Si?” Respondió ella a su hermano menor.

“¿Acaso volveremos a Japón ya que terminamos nuestro entrenamiento?” Pregunto Seiya, haciendo que ella lo mirara. “Es decir recuerda que nos dijeron que cuando hayamos terminado el entrenamiento, que regresamos a Japón por nuestra cuenta…

“Si, me acuerdo de eso…¿Pero quieres seguir las órdenes de la Fundación Graad?” Ella preguntó serenamente a su hermano menor.

“Si te soy honesto…No, no quiero seguir las órdenes de los cretinos que nos maltrataron a los demás huérfanos, a ti y a mi. Mucho menos quiero volver a donde está ella y su mayordomo calvo golpea-niños…” Respondió Seiya con algo de odio en su tono de voz, referenciado a las dos personas que él no quería volver a ver.

“Concuerdo, ella no era más que una niña mimada que maltrataba a los demás, y ese monstruo los castigaba injustamente, solo por decir un “No”. Me sorprende que la policía no haya hecho algo al respecto y hubiera encarcelado a ese hombre, no a ese monstruo, ya que no tiene nada de hombre…” Seika afirmó su punto en no volver a Japón, ya que ambos hermanos no le gustaban a una persona que vivía ahí.

Saori Kido, la hija adoptiva de Mitsumasa Kido y heredera de la Fundación Graad. Para ellos era nomás una bravucona que abusaba de los demás y hacía berrinches si las cosas no salían como ella quería. Lo peor es que ellos o alguien de los demás huérfanos pagaban el precio por ello. Ninguno de los dos perdonaría a Saori por lo que ella les hizo y a los demás.

“Si…además no entiendo ¿por qué querían que lleváramos las Cloths hasta allá?” Dijo Seiya, aún serio.

“Quien sabe, pero no lo vamos a hacer. Somos Santos de Athena, esta es nuestra vida ahora en adelante…” Respondió Seika, además ¿para qué querían volver a su lugar natal si tan solo generó desgracias para ellos?

Y no solo por lo que Saori les hizo, sino por otro motivo más personal y doloroso. Ninguno de los dos dijo algo más al respecto, el Santuario era su hogar y su propósito en la vida era servir a su diosa para combatir contra el mal, que venía en diferentes formas.

Seiya se dio cuenta de lo tenso del área por sus preguntas, se maldijo a sí mismo por su insensibilidad. El se paró de su silla y camino a la puerta de la cabaña.

“¿A dónde vas?” Pregunto Seika confundida a la acción de su hermano.

“Voy por un paseo nocturno, no me tardo” Respondió el hermano menor.

“¿Pero a estas horas de la noche?” Pregunto otra vez Seika. “¿Es por lo qué preguntaste hermanito? Mira, no estoy enojada porque trajiste ese tema, pero acaso ¿quieres hablar más de eso?”

“La verdad…no, lo siento. Pero descuida solo estaré afuera por unos minutos nada más, orita regreso.” Respondió Seiya caminando hacia afuera lejos de la cabaña.

“¡Seiya espera!” Exclamó Seika pero su hermano ya se había ido. “Rayos…solo espero que no le pase algo”

Ella suspiró ante la testarudez de su hermano, cada vez que había un momento incómodo, él cambiaba de tema o se iba para no continuarlo. Eso a veces le preocupaba como las veces que su hermano se ponía melancólico en sus cumpleaños porque en ese día, fue un evento trágico para los dos, sin embargo él se echaba la culpa de lo qué pasó.

Seiya estaba caminando lejos en una área rocosa, mientras suspiraba, se maldecía a sí mismo por su insensibilidad. Sabía que su hermana tenía traumas psicológicos por lo que ella vivió en Japón pero se sintió como idiota por recordarle eso.

Este era un día para celebrar su ascenso, sin embargo pensó que lo arruinó todo por recordarles sus vidas en Japón. El volteo hacia arriba en el cielo mirando las estrellas, estando en sus pensamientos, principalmente involucrados con una mujer que era especial en su vida.

No era su amiga Shaina, ni siquiera su maestra Marín o incluso su propia hermana mayor, Seika. Sino a su madre Yuri Shinsei, había pasado años desde su fallecimiento y Seiya aún podía recordar ese evento ya que él y Seika estuvieron ahí, apretó sus puños al recordar el olor a sangre y gasolina.

Como los paramédicos se lo llevaron a él y su hermana lejos del cuerpo de su madre. También de la noticia de su estado por el choque, ella no lo logró. Dejando a los hermanos como huérfanos, y fueron eso hasta que la Fundación Graad los adoptara a los dos. Y desde ahí las cosas cambiaron para siempre…

Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar.

“Vaya, vaya, ¿pero que tenemos aquí?” Pregunto la voz. Seiya se sorprendió al oír esto y se dio la vuelta y vio la gran figura de Docrates.

“¡¿Que haces aquí a estas horas, Docrates?!” Pregunto Seiya algo confundido ya que pensó que estaría con su hermano en la enfermería para cuidarlo.

“Vine a reclamar lo que le pertenece a mi hermano, eso es todo” Respondió ante Seiya seriamente.

“¿De qué estás hablando?” Preguntó el Santo de Pegaso ante el guardaespaldas, pero se dio cuenta momentos después. “¿Hablas de la Cloth de Pegaso?”

“No, habló de la Cloth de Burro” Dijo Sarcásticamente Docrates. “¡Pues claro que si, idiota! ¡Casios debió haber sido en el Santo de Pegaso, no tú!”

“¡Oye le gane a tu hermano justamente, el hecho de que seas un mal perdedor, no es culpa mía!” Exclamó Seiya quejándose ante el.

“¡Tienes razón, también esa perra de tu hermana es culpable!” Grito Docrates hacia Seiya, haciendo que el Santo de Pegaso lo mirara. “Primero ella me venció quitándome mi título del “Imbatible Docrates”, perdí la mayoría de mi respeto y ahora tú derrotaste a mi hermano para ponerle sal a la herida!”

¡¿Qué tiene que ver conmigo?!” Seiya se estaba casando de la actitud de este sujeto.

“¡Todo! ¡Tu y tu hermana tienen la culpa!” Rugió Docrates de coraje. “Pero me preguntaba esto…si algo te llegara a pasar ¿acaso Casios tendría la Cloth por derecho?”

Esa pregunta no hizo sentir bien a Seiya, ya que puede que no entendiera lo que quería Docrates, pero pensó que no sería nada bueno.

“Sabes que no está permitido el combate entre Santos ¿Verdad?” Dijo Seiya algo nervioso ante las intenciones que quería hacerle Docrates.

“Bueno, ojos que no ven, corazón que no siente” Dijo Docrates mientras se ponía en posición de Combate. Aun así, Seiya no quería pelear con el.

“No quiero pelear contigo…” Respondió Seiya ya que no quería hacer un combate innecesario.

“Pues yo tampoco quería…” Dijo Docrates aún en posición de combate. “Prepárate a morir ¡Hya!”

Entonces usando su cosmos, empezó a atacar a Seiya, por poco el Santo de Bronce esquiva el ataque, al ver que las negociaciones se fueron al caño, Seiya adoptó una pose de pelea listo para contraatacar, entonces uso la misma técnica que usó para derrotar a Casios.

“¡Meteoros de Pegaso!” Gritó usando su técnica de puños cósmicos contra Docrates, haciendo esos haces de luces de color azul.

Sin embargo, el hombre grandote pudo contraatacar y esquivar los golpes que iban a velocidades masivamente hipersónicas con suma facilidad, este río arrogantemente.

“¡Jajaja! ¡¿Acaso llamas eso meteoro?! ¡Son tan solo 85 golpes a velocidades masivamente hipersónicas! ¡Eso es Nada, comparado con!” Entonces gracias a que su percepción podía ver lentamente su área, más los golpes de Seiya, este le dio múltiples golpes al Santo de Pegaso, haciendo que chocara contra un pilar destruido. “¡90 golpes a grandes velocidades!

“Ugh…” Gimió Seiya de dolor, de forma sorprendida, pensó que al igual que Casios, Docrates solo se enfocaría en la fuerza bruta pero al parecer no fue así.

El mastodonte en cuestión, tenía Cosmos, lo cual haría las cosas complicadas ante Seiya, quien logró ponerse de pie y corrió hacia donde estaba Docrates.

El combate siguió, sin embargo ya que Docrates tenía un cosmos similar al de un Santo de Plata, las cosas no le estaban yendo bien a Seiya. Quien trato de usar su agilidad y acrobacias en contra del sujeto, sin embargo Docrates lo agarro de la pierna de su brazo derecho, entonces empezó a girar sujetando a Seiya y lo lanzó lejos, haciendo que el Santo de Pegaso rodará en el suelo.

“Muy bien, ahora ¡toma esto, maldito extranjero! ¡Puño Furioso de Hércules!” El gritó el nombre de su ataque.
Consiste en concentrar su cosmos en los brazos. Después de haber reunido bastante energía, Docrates los orientó hacia su objetivo, Seiya, y envió dos golpes de puño desde cada brazo que se transforman en tornados que arrasan todo a su paso y dejan un cráter en el suelo.

Seiya no tuvo tiempo de reaccionar a tiempo y una vez que el tornado haya desaparecido este cayó hacia el suelo de cabeza.

Su cuerpo le dolía, y había sangre en su frente y en su boca, parece ser que subestimó el poder de Docrates, pero aún así el no podía perder, le dijo a su hermana que no tardaría en volver y no dejaría que el hermano mayor de Casios lo matara, entonces se puso de pie otra vez.

“Con que sigues vivo ¿Eh? No importa ¡Me aseguraré de que no te vuelvas a levantar, jamás!” Exclamó Docrates, mientras que Seiya empezó a arder su cosmos.

En la cabaña, Seika estaba sorprendida ante sentir la energía de Seiya incrementándose, también por la energía del rival en cuestión ya que le resultaba familiar a la Santa de la Grulla.

“¡¿Pero que está pasando allá fuera?! ¡Seiya!” Ella estaba preocupada por su hermano menor ¿En que lió se metió ahora?

Sin embargo, antes de que fuera por su máscara, la Caja de Pandora de Pegaso sintió el cosmos de su portador ¡estaba en peligro! Necesitaba su ayuda, entonces la Caja por voluntad propia empezó a levitar e inmediatamente fue a donde estaba Seiya, saliendo por una ventana.

En el combate entre Seiya y Docrates, el Santo de Pegaso estaba esquivando los ataques del guardaespaldas, mientras trataba de encontrar una forma de derrotarlo. Sin embargo, Docrates vio una abertura en su defensa y le dio un gran golpe en el estómago a Seiya, haciendo que tosiera sangre y saltara lejos de él. El joven se limpió la boca mientras veía su sangre en su mano y devuelta a Docrates.

“Demonios, es un sujeto muy poderoso ¿Cómo es que alguien como Casios haya tenido un hermano tan fuerte como él?” Pensó Seiya mientras sintió un dolor en su estómago por el golpe. “Creo que se confío mucho en la fuerza física de su hermano, de lo contrario si Casios hubiera tenido su Cosmos activado, no le hubiera ganado”

“¿Qué pasa? ¿Acaso no tienes un chiste de comedia barata que decir?” Pregunto cruelmente Docrates a su contrincante. “Ya has vivido lo suficiente, ahora ¡Muere Seiya!”

Sin embargo justo cuando iba a atacar en frente de los dos apareció algo para detener temporalmente el combate, era la Caja de Pegaso, está roto levemente hacia que su lado principal estaba enfrente de Seiya.

“¿Qué? ¡¿Qué es esto?!”

“¿La Cloth de Pegaso? ¿Pero cómo llegó hasta aquí?”

Los dos estaban confundidos ante esto, pero la Caja se acercó a donde estaba Seiya, el Santo de Pegaso no sabía porque pero recordó las palabras de su hermana sobre el uso de la armadura.

“Que cuando esté en peligro que habrá la Caja y me ponga la Cloth, con ese factor beneficiará al Santo, o lo perjudicará…”

“Beneficiará o perjudicará ¿Eh?” Preguntó Seiya ante esto, sin embargo alguien más tenía algo que decir.

“¡No se como la Cloth llegó hasta aquí, pero no voy a dejar que abras esa caja metálica!” Gritó el guardaespaldas, mientras corrió a donde estaba Seiya, tratando de evitar que abriera la caja.

Pero ya era demasiado tarde…

Cuando Seiya jalo la cadena, inmediatamente la Caja hizo un gran brillo que cejo temporalmente a Docrates, haciendo que se detuviera, cerrara los ojos y los cubriera con sus manos por la intensa luz.

“¡Mis ojos! ¡Argh!” Exclamó de dolor ante esto, poco a poco el dolor fue desapareciendo, entonces lentamente bajó sus manos y abrió sus ojos, volteando hacia Seiya. “¡Miserable! ¡Me las vas a…pagar…!

Docrates estaba en shock por lo qué veía ante sus ojos, Seiya estaba vistiendo la Cloth de Pegaso.

Ahora su apariencia había cambiado; su ropa de entrenamiento había sido remplazada por un traje sin mangas de color rojo debajo de la armadura. La armadura en question era de color blanco, con unos detalles rojos en el contorno de las hombreras y la sección de muñecas de los guanteletes sin dedos del mismo color.

El cinturón tenía una hebilla grande de color amarillo con una gema roja en su centro, las botas tenían unas alas doradas debajo de las pantorrillas, cubrían las piernas pero se detienian en las articulaciones de la rodilla, el peto de la armadura cubría completamente la parte superior del pecho y sus hombreras eran ovaladas. Los guanteletes se veían diferentes también, el protector del brazo derecho tenía un extremo afilado mientras que el protector del brazo izquierdo tenía dos bordes afilados.

Finalmente, en su cabeza había una especie de “tiara” que al frente tiene un emblema asemejando la cabeza del Pegaso con sus alas amarillas, las partes laterales que cubrían las orejas, tenían la forma de alas.

Seiya estaba en shock ante esto, sintió su Cosmos incrementar de una gran forma, ¿Acaso la armadura le daba poder? O ¿Este era su verdadero poder y la armadura lo ayudaba a canalizar de mejor forma?

“Increíble…ahora soy más poderoso que Docrates. Esta batalla ya está ganada” Pensó confiadamente Seiya, mientras los efectos de la Luz cegadora se fueron completamente, haciendo que Docrates lo mirara bien.

“¿Te pusiste la armadura?” Pregunto Docrates aún en shock.

“Nada mal ¿eh? Cómo estás viendo, yo soy el Santo de Pegaso. Ahora ¿Me vas a dejar en paz, Doc?” Pregunto Seiya ante su oponente, pero no recibió la respuesta que él quería.

“Tch, como sea, jure que me llevaría la Cloth de Pegaso, cueste lo que cueste. Inclusive si tenga que arrancármela de tu cadáver” Respondió Docrates aún determinado con su objetivo.

“Bueno te lo advertí ¡Ahora toma esto, Goliath numero 1!” Exclamó Seiya mientras saltó por los aires, y hizo una patada voladora en picada.

Docrates saltó también para hacer un uppercut a Seiya, hubo una onda de choques por los poderes de los dos, la onda se expandió que llegó al coliseo donde Aioria sintió esto.

“¿Huh?” Dijo confundido el Santo de Leo, mientras volteaba hacia donde se originó el choque. “¿Qué fue eso? Espera ¿Ese es el cosmos de Seiya? ¡¿Qué estará pasando ahí?!”

El Santo de Leo, estaba observando a unos aprendices durante su entrenamiento, sin embargo este evento llamó su atención.

De regreso al combate, Docrates aterrizó suavemente al suelo, mientras que Seiya se estrelló en él piso, estaba adolorido, no pudiendo creer que incluso con la armadura puesta, el combate aún no había cambiado.

“¡¿Qué es esto?! ¡¿Por qué mi cuerpo siente que estuviera cargando como una armadura hecha de plomo?!” Exclamó mentalmente Seiya ya que no podía moverse debido al peso de la armadura de bronce.

¡Jajaja! ¡Eres un completo idiota! ¡¿Pensabas que ponerte la Cloth te serviría de algo?! ¡Pero no sabes ni cómo usarla! ¡No mereces esta armadura!” Grito Docrates mientras pisoteaba a Seiya sin misericordia.

El Santo de Pegaso solo gemía del dolor, tanto por el ataque del guardaespaldas como el peso de la armadura. Estaba en clara desventaja ahora no pudiendo entender qué pasó. En unos momentos se sentía como el hombre más poderoso del mundo pero ahora ni se podía mover. ¿Acaso este era su fin? ¿No volvería a ver a su hermana mayor una última vez?

“Creo que ya has sufrido suficiente, ahora por fin me desharé de ti.” Dijo Docrates de forma triunfal ante su victoria, entonces empezó a cargar su Cosmos, listo para rematar a Seiya. “¡Muere! ¡Puño Furioso de-!

Pero justo cuando iba a hacer su ataque, alguien lo pateo en la cara que lo envió lejos, haciendo que el chocara contra una roca, el volteo a ver quién lo atacó.

“¡Tu!” Gritó el guardaespaldas furioso al ver ni más, ni menos que…

“¡Seiya!” Exclamó Seika en shock al ver a su hermano menor en el suelo, con su armadura puesta. Ella tenía su máscara puesta. “¡¿Qué te pasó?!”

“¿Hermana…? ¿Eres tú?” Seiya preguntó para ver si no estaba delirando y viendo cosas. Ella se arrodilló para estar con él.

“Si soy yo, hermanito. Sentí tu cosmos y fui corriendo a ver lo qué pasó…” Ella estaba preocupada por su hermano menor. Luego volteó a ver a Docrates, empezó a ver a Seika. “¡¿Por qué?! ¡¿Por que atacaste a mi hermano?!”

“¡Para reclamar la Cloth de Pegaso, porque debió ser de Casios, no de este mocoso!” Grito Docrates señalando a Seiya, eso hizo que Seika se enfadara con el hombre grandote.

“¡No te perdonaré esto, Docrates!” Ella gritó de coraje ante el atacante de su hermano, mientras ella se hacía su cinturón rojo.

“¿Y qué planeas hacer con ese cinturón rojo?” Pregunto Docrates arrogantemente. Ella no le respondió mientras empezó a arder su cosmos.

Esto hizo que la cinta roja reaccionara y fuera directamente hacia Docrates, envolviendo su cuerpo y restringiendo sus movimientos, Seika iba a usar una de sus técnicas en contra del hombre grandote.

“¡Danza de las Patadas Brillantes!”

Ella exclamó y jaló a Docrates cerca hacia ella para darle un rodillazo en el estómago con su pierna derecha, haciendo de Docrates escupiera saliva se le fuera el aire, luego con la pierna izquierda ella lo pateó lejos mientras que su cinta roja dejó de envolverse y volvió a su longitud normal. Seika pensó que con esto ya era suficiente, mientras ató la cinta de nuevo en su cintura.

Después fue a revisar a su hermano, sin embargo ella fue atacada por la espalda haciendo que ella rodara en el suelo. Docrates se había parado y había extendido su mano, revelando que usó su ataque contra ella.

“Ugh…miserable mujer… ¿Pensabas que aún tenía la misma fuerza que antes? Pues te equivocaste…ahora no solo le entregaré la Cloth de Pegaso a mi hermano… ¡Sino que también me vengaré de ti!” Grito Docrates hacia Seika, mientras ella se paraba adolorida por el ataque cobarde de Docrates.

Seiya aún en el suelo sintió que su hermana mayor había sido atacada, y se enojó porque no podía moverse y hacer algo al respecto. No le perdonaría a Docrates por atacar a su hermana cobardemente, esto sin embargo fue el impulso necesario haciendo que se pusiera de pie.

“¿Seiya?” Seika dijo al ver a su hermano de pie, sin embargo ella notó que algo cambió dentro de él.

“¿Con que aún te queda más de lucha, eh? Bueno, supongo que tendré que encargarme de ti primero”
Docrates se acercó para poner sus manos en los hombros de Seiya.

Sin embargo, al tocarlo sintió una gran temperatura que le quemó las manos. Haciendo que él retrocediera de Seiya, quien estaba siendo rodeado por una aura azul.

“¡Argh! ¡¿Pero qué demonios?! ¡¿De dónde salió este poder?!” Exclamó el hombre grandote, mientras Seiya se acercaba hacia él lentamente.

“Docrates, puedes atacarme y búrlate de mi débil fuerza, pero si hay algo que nunca toleraré es que lastimen a mi hermana, en especial de una manera cobarde… ¡Toma esto, desgraciado! ¡Meteoros de Pegaso!” Seiya gritó el nombre de su ataque una vez más, haciendo muchos puños cargados de su Cosmos, haciéndolos parecer como haces de luces celestes.

“¡¿Esa patética técnica otra vez?! ¡Idiota, la misma técnica no funciona dos veces con-!” Docrates sin embargo fue interrumpido, mientras estaba siendo golpeado en su estómago varias decenas de veces.

Seika podía ver que los meteoros de su hermano incrementaron en velocidad, haciéndolos más potentes por la fuerza cinética. Ella empezó a contarlos.

“¡85…90…95…100! ¡Son más de 100 golpes por segundo a velocidades masivamente hipersónicas!” Ella exclamó en shock, Seika estaba sorprendida por el poder que disponía su hermano en estos momentos, al parecer ardió su cosmos a un punto similar al de ella por unos momentos.

Luego Docrates fue lanzado a los aires hasta caer en el suelo con unos huesos rotos y parte de su ropa rasgada y ensangrentada. Seiya estaba jadeando por sus heridas y usando más poder de lo habitual, luego él fue hacia su hermana con una expresión de preocupación al ver que su máscara tenía unas cuantas grietas.

“¿Estás bien?” Preguntó él preocupado hacia su hermana.

“Si. Eso fue increíble hermanito, tu Cosmos logró igualar el mío por unos momentos” Ella recalcó impresionada por el poder de Seiya, este se ruborizó y puso su mano detrás de su nuca.

“Je je je, gracias Seika, vámonos de aquí…” dijo Seiya listo para regresar a su cabaña.

A pesar de sus heridas, Docrates forzó a su cuerpo a levantarse mientras tosía algo de sangre, no dejaría que su oportunidad de venganza se le fuera lejos. Entonces se puso de pie y se abalanzó hacia los hermanos, quienes rápidamente voltearon a verlo.

Pero antes de que ellos pudieran hacer algo, Docrates sintió un gran dolor en su estómago ya que algo o alguien lo había impactado. En efecto alguien le había hecho un codazo en su estómago, haciendo que finalmente cayera al suelo inconscientemente por el gran dolor de su cuerpo, la persona que lo atacó era ni más ni menos que…

“¡Aioria!” Seiya exclamó en shock al ver al Santo de Oro, tanto por la gran velocidad y fuerza que Aioria mostró en estos momentos.

“¿Están bien los dos?” El Santo de Leo, se volteó a ver a los hermanos y estaba preocupado por sus estados físicos.

“Si lo estamos, gracias…” Seika le afirmó sobre su estado a pesar de las heridas de los dos.

“¿Qué pasó aquí? ¿Por qué Docrates los atacó?” Aioria les preguntó a los dos.

Tiempo después, Seiya le explicaría porque Docrates lo atacó a él y luego a su hermana. El Santo de Oro, estaba molesto y enfadado por estas acciones.

“Ya veo ¿Entonces todo esto fue por venganza por su derrota anterior y tu victoria, Seiya? ¡Eso no es excusa por este tipo de comportamiento!” Exclamó Aioria enojado, aún así no podía dejar que esto continuara. Entonces agarró el cuerpo de Docrates y lo puso en su hombro.

“¿A donde te lo llevas?” Pregunto Seiya confundido.
“Me lo voy a llevar con Saga. Él sabrá qué hacer con él por sus acciones esta noche.” Respondió Aioria a su amigo.
“¿Puedo ir contigo?” Pregunto Seika hacia el Santo de Oro. “Para también explicar desde mi punto de vista”
Aioria estuvo en silencio por unos momentos pero inclinó la cabeza.

“Si quieres venir.” Respondió el Santo de Leo. “Ven”

“Bien. Seiya, ya puedes ir a descansar en la cabaña, orita regreso, tengo que explicarle al Sumo Sacerdote lo que él nos hizo.” Seika le explicó a su hermano menor.

“Ok, nos vemos más al rato, hermana” Seiya luego vio que la armadura dejó de estar en su cuerpo, y las piezas se ensamblan por sí solas para formar una especie de estatuilla de Pegaso.

Luego la Cloth es guardada en la Caja de Pandora, mientras que el traje rojo de Seiya se revirtió a sus ropas de entrenamiento.

Entonces el Santo de Pegaso recogió la Caja y se la puso en la espalda como si fuera una mochila. Este día fue muy agotador y tan solo quería descansar finalmente.

“Seiya” Aioria dijo haciendo que Seiya lo volteara a ver. “No dejes que las cosas que digan los demás, te afecte tu eres un Santo de Athena que se esforzó para triunfar”

“Oh, bueno, gracias Aioria” Seiya le sonrió a su amigo, el le sonrió de vuelta. Luego los tres se fueron a sus respectivos lugares de destino. Hoy fue un día agotador.

Fecha: 14 de octubre de 2016, 13:00 horas
Lugar: El Santuario, Grecia.

“Espera ¿Me estás diciendo que expulsaron a Docrates del Santuario?” Seiya preguntó sorprendido ante la revelación que su hermana le estaba dando.

“Así es, cuando él despertó, ya estábamos en la cámara del sumo sacerdote. Ahí di mi historia de cómo el té atacó y te hizo forzar usar tu Cloth en defensa personal contra él.” Explicó Seika su relato hacia su hermano.

Después de que se llevarán a Docrates frente a Saga, Aioria y Seika dieron su explicación hacia el Sumo Sacerdote.

Docrates despertó de sus heridas y al ver que estaba enfrente de Saga sabía que estaba en serios problemas, el trato de justificar sus actos, diciendo que Seiya no era digno de poseer la armadura de Pegaso.

Pero al final, Saga se enojó diciendo que Seiya ganó su derecho a ser Santo y su armadura justamente, el que Casios perdiera no fue culpa de él, si no de Docrates por no entrenar biena su hermano y tratar de usarlo para vengarse en contra de Seika.

Entonces una vez que Docrates se recuperara que tomara sus cosas y se fuera del Santuario.

Despojándolo de su cargo como guardaespaldas y que si tratará de volver que sería asesinado. Luego Aioria tomó a Docrates hacia la enfermería del Santuario para que se recuperara de sus heridas.

Hoy fue dado de alta y finalmente salió de la enfermería.

“Vaya, eso no me lo esperaba” Comentó Seiya ante la historia de su hermana.

“Sip, que lastima la verdad” Dijo Seika, al ver que perdieron a un valioso aliado por culpa de su envidia y orgullo.

Ella pensó que era su culpa que su hermano menor haya sido lastimado y que Docrates les haya tenido resentimiento hacia ellos. Seiya notó esto, no quería ver a su hermana mayor triste, entonces la abrazó para calmarla. Seika se sorprendió ante esto pero sonrió y abrazó de vuelta a su hermano.

“Heh, gracias hermanito” dijo Seika, mientras dejaron de abrazarse.

“De nada” respondió Seiya, pero tenía una duda. “¿Pero y Casios? ¿Que va a pasarle a el?”

“Eso si no lo sé…” dijo la Santa de Plata ante eso, ya que su hermano tenía un punto.

Mientras tanto…

Docrates tenía vendas en sus brazos y frente, ya que estaba caminando en una área rocosa cargando una bolsa con sus pertenencias. Decir que estaba furioso sería simplificar las cosas, el simplemente en cuestión de días lo perdió todo.

Desde el respeto que tenía con los demás Santos, su cargo como guardaespaldas de Saga, y lo peor de todo, ya no podría volver a ver a su hermano menor Casios, se maldijo a si mismo por confiarse demasiado y no entrenar bien a su hermano. También había odio hacia dos personas en específico.

“Ese maldito mocoso y su hermana, perra de plata…me las pagarán por lo que me hicieron. No se cómo pero me las pagarán.” Docrates volteó hacia atrás al ver que estaba lejos del Santuario.

Estaba pensando que hacer, siempre pensó que viviría de su vida como guardaespaldas pero ahora no tenía ni empleo, ni ningún hogar, ni su hermano.

“¡¡MISERABLES BASTARDOS ASIÁTICOS!!”

El grito de frustración, luego el golpeó una roca gigante que hizo que se vaporizara ante el golpe del hombre gigante. Este siguió destruyendo rocas al golpearles en sus átomos y continuó hasta que estaba rodeado de un gran cráter.
Docrates estaba jadeando del cansancio, hasta que oyó el aplauso de alguien, sus sentidos mejorados oyeron el ruido, entonces caminó hacia donde se origina ese aplauso. Para su sorpresa vio a un hombre alto, cubierto de una especie de manto negro con capucha.

“Maravilloso, simplemente maravilloso…” comentó la figura.

“¡¿Quién demonios eres tú?! ¡¿Qué quieres?!” Exclamó Docrates enojado hacia la figura, está solo río haciéndolo enojar más.

“Oye tranquilo, amigo…” La figura levantó sus manos para calmar la situación. “No vengo aquí para pelear”

“¡Entonces lárgate! ¡No tengo tiempo para hablar con tipos de sectas!” Grito Docrates mientras agarraba su bolsa listo para irse. El sujeto misterioso solo se rio ante el insulto.

“Créeme amigo, hay una razón porque visto estas prendas.” Comentó la figura misteriosa. “Veo que eres un usuario del Cosmos, nada mal la verdad, nada mal.”

Docrates volteó a la figura al ver que esta agarró una roca y para su sorpresa, la atomizo con sus propias manos.

“¿Cosmos? ¡¿Tu también tienes cosmos?!” Exclamó Docrates ahora poniendo atención al extraño. “¿Q-Quién eres tú?”

“Soy como tú. Exiliado del Santuario por tratar de usar mis poderes por razones “egoístas”…” explicó el hombre encapuchado. “Créeme que me enfureció eso, lo bueno es que descubrí que no estoy solo, ya que tengo una propuesta para ti, mi amigo”

“¿De que estás hablando?” Pregunto confundido Docrates. “¿Qué tipo de propuesta?”

“A esa pregunta te la responderé, solo si me respondes mi pregunta primeramente…” la figura encapuchada camino hacia el, mientras que una especie de ojo brillo de color rojo y hizo una sonrisa malvada.

“¿Que tanto sabes sobre los Santos Negros?”

Fin del Capítulo.
¿Y que opinan del primer capítulo? Si se que tan solo es un retelling de los primeros capítulos del manga y el primer episodio del anime. Pero más adelante diré mis versiones de los hechos con unos nuevos elementos basados en conceptos de iteraciones anteriores.

PD: La armadura que viste Seiya es la V2, pero tiene unos detalles de la V1 del anime como sus colores.

Bueno este fue Blake TAC despidiéndose, nos vemos y hasta la próxima…
Chao.

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Publicado 25 agosto 2021 - 09:47

Bienvenido al grupo; he leído tu fic y bueno; veo que has cambiado cosas, hasta spoileado, como Saga Patriarca, Atenea en el Santuario, ya nos manifestaste que Aiolia es el Santo dorado de Leo; supongo que Saori será una millonaria normal ¿Quiénes serán los traidores del Santuario ateniense? ¿Qué será del Patriarca Sion? Quitaste mucho misterio a la trama.

 

Lo que no me convence es que Cassios perdiera ante Seiya teniendo a Dócrates, su hermano mayor; como maestro, ese Santo posee un excelente manejo del cosmos y es una máquina de matar.

 

No le veo razón que Seika, bajita e híper flaquita, le ganara a alguien fuerte como Dócrates, siendo más poderoso que un Santo de Plata y solamente fue vencido por los ataques desesperados y a quema ropa de los niños de bronce, añadiendo que estaba paralizado de las piernas porque Hyoga se las congeló a costa de su vida; antes de que me digas que el cosmo y más monserga, todos sabemos que el poder del guion era el factor para que unos muchachos derrotaran y mataran a luchadores mucho más fuertes; que sacaran fuerzas de las orejas, sin justificaciones, no olvides que en Caballeros del Zodiaco, al menos, en combates que vimos, el factor físico también fue importante para derrotar adversarios, como Saga e Siegfried vs Ikki, Saga vs Seiya e Ikki, Shura y Milo vs Seiya, Shun e Ikki:

 

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Igual tenemos varios mano a mano de Seiya vs Shyna, Crustal vs Hyoga y otros.

 

En combate físico/cosmos; Seika (u otra víctima) no tendría oportunidad ante un experto y mucho más fuerte como Dócrates, que es superior.

 

Veo nuevamente las edades demasiado jóvenes de los personajes, así como sus estaturas bajísimas, algo que Kurumada erró en su manga y es reproducido en muchos fanfictions.

 

Otra cosa, esa personalidad no le va a Dócrates, el es un asesino, arrogante, disciplinado, cuando se enfurece; lo hace como un guerrero, no como un mocoso, le cambiaste totalmente la personalidad de Shaina y te soy sincero, no me está gustando como estás llevando a cabo tu fic, pero en fin, seguiré leyendo para ver que novedades.


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Publicado 28 agosto 2021 - 05:59

Hola respondiendo a tu pregunta…si este reboot (bueno uno de ellos) mientras que quita el misterio de la Serie Clásica. Es para algo más de otros contenidos. Sobre Seika ganándole a Docrates, bueno considerando que ella era una Santo de Plata, ella pudo ganarle debido al exceso de confianza del gigante. Y sobre las Edades, bueno solo he revelado la de Seiya. Como dije sus verdaderas edades la de los demás es un misterio. Igual sobre Saori siendo una millonaria normal y quien será los traidores…pues luego lo veras, Mu ahahaha

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Publicado 28 agosto 2021 - 11:51

Exceso de confianza del gigante mmmmmmmmmmmm; no suena tan convincente ya que en la serie, Dócrates, aún confiado, no dejaba de darles una paliza a los protagonistas y repito, que tuvieron que paralizarlo para ganarle con ataques a quema ropa, nada más, y Dócrates es más fuerte que los caballeros de Plata ya que fue el único que les costó verdadero trabajo, sangre, dolor, sudor y golpes.

 

Seiya e Ikki le tenían miedo porque saben que su fuerza es absoluta

 

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Respecto a Seika, por más que sea una caballero de Plata, no iba a ganarle, su fuerza es notoriamente inferior a la de Dócrates, pero bueno, ya lo escribiste así.

 

Otra cosa, que tengan edades coherentes y que crezcan físicamente, igual sería bueno ver su desarrollo como guerreros, sus entrenamientos, victorias justificadas; nada del poder del guion, le quitaste el misterio a una gran parte de Caballeros del Zodiaco, pero bueno, a ver como van los siguientes caps.


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