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Juicio Divino: La Conquista del Cielo *


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253 respuestas a este tema

#21 Thong_Hu

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    Titan Dorado

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Publicado 08 marzo 2006 - 09:38

QUOTE

Y así, Atenea y sus cuatro caballeros divinos encendieron sus cosmos, la mirada de la diosa guardaba la misma decisión que tuvo en Asgard, el valor de los santos les hizo posible que sus auras quebraran el oscuro campo, abriéndose la puerta a otra realidad.


Donde se esncuantra Ikki??? y si van en modo de Santos Divinos, no deberian tener problemas para vencer a Caronte, ya que este tendria el nivel de un Dios como Hypnos o Thanatos y los Santos Divinos los derrotaron de forma muy facil!

ezo
Ki ki : Vas a usar la armadura de libra seiya?
Seiya: No lo hare, solo hay una persona en este mundo que merece llevar la armadura de libra, el es el principal personaje de los 88 caballeros y esa persona es el maestro, esa armadura puede dividirse en 6 diferentes pares de armas, 12 armas en total. Atena nunca ha aprobado que usemos armas desde la mitologia, pero hay una excepción, que es cuando el caballero libra, el maestro, piensa que es necesario, entonces si nos permite usar armas, solo por la justicia!!!

#22 Rexomega

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Publicado 08 marzo 2006 - 11:43

A ver, mataron a los Gemelos con las kamei y no la tienen, deberán elevar su cosmos a grandes niveles para que vuelvan a transformarse en divinas, a parte q las albas son más resisentes q las kamei.

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#23 Thong_Hu

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Publicado 08 marzo 2006 - 12:18

QUOTE (Rexomega @ 8 de Mar 2006, 10:43 am)
A ver, mataron a los Gemelos con las kamei y no la tienen, deberán elevar su cosmos a grandes niveles para que vuelvan a transformarse en divinas, a parte q las albas son más resisentes q las kamei.

Es que como colocaste Santos Divinos, por eso las preguntas!

Sobre las Kamei y  las Albas qu estas últimas son más resistentes??

Mmmm, se supone que las Kamei son iguales a las utilizadas por los 12 Olímpicos y que existan otras que los superen, no me cuadra.

salu2

#24 Rexomega

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Publicado 08 marzo 2006 - 15:48

Es muy pronnto para hablar de esto, sólo te diré q incluso entre las kamei hay rangos, por ejemplo, lod dioses q son heraldos tiene kameis de plata, luego están las 12 pretorianas y las de los dioses Olímpicos. Ya lo verán

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#25 Rexomega

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Publicado 11 marzo 2006 - 15:54

Espero los coments de eeste chapter, en cuanto a Thong Hu, pues me quivoqué, las alba tienen el nivel de una kamei.

Kanon: No ha duda alguna de que esta esfera es el portal a alguna dimensión desconocida, pero es muy poderosa, seguramente fue creado por algún dios muy poderoso.

Sorrento: ¿Un dios? ¿Qué dios controla las distintas dimensiones del Universo? - preguntó extrañado -

Julián: Sólo existe un dios capaz de controlar el espacio de tal manera en que pueda crear ese portal. Indudablemente se trata del padre de los dioses, el titán Cronos.

Krishna: ¿Cronos? ¿El Señor del Tiempo? ¿El Rey de los titanes?

Kanon: Concuerdo con lo que ha dicho Poseidón, sólo Cronos podría haber creado esto, sus poderes son infinitamente superiores a los de mi hermano y yo.

Julián: Si es el poder de Cronos está de por medio, no podremos abrir la esfera, Atenea está perdida. - aseguró apesadumbrado -

Geki: ¿¡Qué!? ¡Sabía que no podríamos confiar en un antiguo enemigo de nuestra diosa! ¡La piensas dejar abandonada! ¡Pagarás tu traición!

El Santo del Oso estuvo a punto de golpear a Poseidón pero Shaina lo detuvo con mucha dificultad, por suerte el caballero se calmó, dándose cuenta de que había actuado impulsivamente.

Shaina: ¡Alto Geki! No olvides que es un dios.

Touma: Pero si no podemos sacar a Atenea, tampoco podremos hacer nada por los caballeros divinos. - añadió deprimido -

Orestes: Hay una forma. - los marinos y los santos miraron esperanzados al Corona, incluso Poseidón sintió emoción, aunque trató de ocultarlo - De entre los caballeros astrales hay uno que es el más poderoso y temido, el caballero astral de Venus, que representa la luz eterna, es poseedor de la Mano de Dios, un arma capaz de destruir toda barrera, pero es más eficaz contra el mal, estoy seguro que con esa arma sagrada podrá liberar a Atenea.

Shaina: ¿Y Seiya? ¿Y los demás santos de bronce?

Orestes: No os preocupéis, si son tan poderosos como lo mencionó Febo Abel, sólo con vencer a el caballero de Plutón podrán escapar.

Touma: Pero el caballero de Plutón es...

Geki: ¡Caronte! ¡Ese bastardo! - exclamó con furia -

Touma: Es muy poderoso, pero estoy seguro que Seiya y sus amigos conseguirán vencerle.

Orestes: Pero de todos modos sus cosmos y el de Kiki los podemos sentir, sin embargo, el aura de la diosa Atenea es prácticamente indetectable, no hay duda de que esta en las entrañas de Nyx, y si es así, sólo tenemos Doce Horas.

Julián: Con doce horas tenemos más que suficiente.

Kanon: Aún quedamos los generales marinos, dos santos, un ángel del Olimpo, un Corona y contamos con la ayuda del dios Poseidón, podremos hacerlo.

Touma: Shaina, según sé tu conoces el Santuario perfectamente.¿Podrías guiarnos?

Shaina: Conocí el Santuario cuando era controlado por Arles, y también por Atenea, pero creo que los cambios que ha hecho Apolo harán imposible que yo encuentre a ese caballero de Venus. 

Kanon: Eso dificulta las cosas.

Krishna: Debemos ir inmediatamente, si ese caballero es tan poderoso necesitaremos de todo el tiempo que podamos.

Sorrento: ¡Debemos hacer algo!

Tetis: Emperador Poseidón, estamos a tus órdenes.

Julián: Sospecho que si el poder de la Mano de Dios es tan grande, debe estar muy cerca de Apolo ese Caballero Astral de Venus.

Geki: El corazón del santuario...

Shaina: Las Doce Casas del Zodiaco.

Kanon: Me pregunto como la habrá cambiado Apolo, esa zona debe estar muy distinta.

Touma: Sí, si Artemisa hizo tantos cambios estoy seguro de que un dios tan soberbio como Apolo no habrá vacilado en remodelar este Santuario a su antojo.

Orestes: Hay nueve caballeros astrales, es posible que los más poderosos, los del Interior, se encuentran en la parte del Santuario donde antes se situaban las Doce Casas.

Krishna: Pero si hay nueve templos con sus nueve protectores. ¿No nos impedirán que cojamos la Mano de Dios?

Isaac: Lo mismo pienso, es muy probable que tengamos que acabar con todos los caballeros astrales antes de coger la Mano de Dios.

Baian: Es mejor que dejemos esta tertulia porque... ¡Nos atacan!

Todos miraron como un ejército a infinito cubría por completo el Coliseo, eran cientos de miles de soldados divinos armados con sus lanzas, los allí presentes se quedaron paralizados ante tal ejército.

Geki: Ni siquiera un dios podría con tantos soldados.

Shaina. Tendremos que probar.

Julián: Yo jamás me echaré para atrás. ¡Sentid la ira de los mares!

Cientos de esferas de cosmos divino cayeron sobre los centauros, pero algo era diferente en aquellos soldados, tenían la mirada perdida y caían ante el ken divino sin parar su marcha fúnebre, los guerreros elevaron sus cosmos hasta el infinito y se abalanzaron a la batalla.

Shaina: ¡Por el Pájaro Llameante!

Geki: ¡Golpe del Rey de las Bestias!

Touma: ¡Puño Libertino!

Orestes: ¡Golpe de Luz!

Krishna: ¡Lanza Dorada!

Eo: ¡Furia del Lobo!

Baian: ¡Vientos Huracanados!

Kayssa: ¡Salamandra Satánica!

Sorrento: ¡Grito Mortal!

Kanon: ¡Explosión de Galaxias!

Isaac: ¡Aurora Boreal!

Julián: ¡Temblad ante la Ira de Poseidón!

Todos los kens acabaron con el frente, los caballeros golpearon con furia asesina a los soldados, al tiempo que el cosmos destructivo del dios destruía a muchos de los enemigos pero volvían más y más. La lanza de Krysaor, las seis bestias de Escila, y los demás golpes de los guerrero mantuvieron en su sitio a los centauro.

Isaac hizo un gesto para que todos salieran, incluso el dios hizo caso, estaba claro que por mucho poder que tuvieran sus kens, nunca acabarían con ese ejército infinito. Con todo el uso de su cosmos, sintiendo atisbos del 7º Sentido, el general marino preparó la mejor técnica de hielo, recordando su derrota a manos de Hyoga y el ken con el que le venció, Isaac adoptó la posición de una mujer con un ánfora, para luego lanzar su ataque.

Isaac ¡Ejecución Aurora!

Sin parar un segundo hizo un giro de media luna para congelar a todos los soldados, pero su cosmos se agotaba, su cuerpo se tensaba y cada vez llegaban más soldados, los guerreros ya preparaban de nuevo sus kens para encararlos, y fue en ese momento en el que el general de Kraken cayó de rodillas sonriente.

Isaac: Je, je. Al menos, pude alcanzar el 7º Sentido y llegar al 0 absoluto...

Baian y Eo no dudaron en sostener al inconsciente Isaac mientras Krishna, Touma y Orestes trataban de contener el avance de los infinitos guerreros que recorrían el coliseo helado con el invierno del 0 absoluto, Poseidón hizo n gesto para que sus generales huyeran, los caballeros de Atenea los siguieron sin dudar mientras Poseidón descargaba una explosión de cosmos que mantuvo contenidos a los soldados.

Y así, Julián siguió a sus guerreros, no muy convencido de huir de los centauros, pero realmente eran infinitos, sospechaba que algo pasaba y eso le llevó a tomar la inmediata decisión de escapar.

Shaina era la que iba algo más lento aunque no mucho, realmente los generales eran veloces y Orestes y Touma alcanzaban la velocidad de la luz, habilidad que sospechaba, Geki también había conseguido.

Se dirigieron al noreste, bordeando el Coliseo, si hubieran mirado a sus espaldas hubieran visto como los soldados divinos atravesaban la esfera de Plutón como espectros, ante la mirada de una guerrera con máscara.

- ¿Así que han caído en tan simple trampa? Si así son, me parece que no soportarán su visita al Bosque Ilusión. Y Shaina sabe muy bien a donde se están dirigiendo.

Un guerrero con escama con forma de ballena, era incluso más alto que Víctor, y su rostro era todavía más diabólica.

- ¿Quieres que los destruya?

- Desde luego, esas son las órdenes del Señor del Océano.

- Bien, entonces temo que no volverá a ver a su amiga, señora.

- Ella se lo buscó al unirse a una diosa tan débil. - dijo con frialdad -

El misterioso guerrero siguió sigilosamente a los caballeros, que ya huían de un ejército invisible, inexistente. La amazona enmascarada fue a un sitio a algo más alejado del lugar donde se dirigían los generales y los caballeros de la diosa.


                         Esfera Plutón, Santuario del Sol y la Luna


Los caballeros estaban algo magullados pero seguían encarando valientemente al caballero astral de la oscuridad, Kiki aún no se pudo reponer de la desaparición de Atenea y estaba concentrando todos sus poderes mentales para localizarla pero ciertas fuerzas se lo impedían.

El caballero del Cisne lanzó un ken de hielo que heló los brazos de caronte, al tiempo que Shun ataba su cuerpo con las legendarias cadenas de Andrómeda, y Seiya y Shiryu preparaban sus técnicas.

Shiryu: ¡Dragón Naciente del Monte Rozan!

Seiya: ¡Por los meteoros de Pegaso!

Pero el caballero astral sonrió, sus brazos se libraron de inmediato del hielo y pudo lanzar dos kens de oscuridad que estamparon a Shiryu y Seiya contra la pared.

Caronte: ¡Ahora van ustedes caballeros! ¡Garra del Demonio de las Sombras! _ gritó mientras colocaba ambas manos sobre su pecho para luego extenderlas a los lados, de sus dedos salieron diez medias lunas de oscuridad que destrozaron a Hyoga y Shun, quien tuvo que soltar al caballero astral -

Nuevamente los santos se levantaron pero esta vez, Caronte tomó la iniciativa, se abalanzó sobre Seiya dándole una patada alta que destrozó su peto, luego golpeó a Shiryu en el rostro con su ken oscuro, para acabar sacando las garras contra Shun a Hyoga.

Caronte: ¡Por los Colmillos de Cancerbero! - gritó lanzándose sobre los recién recuperados caballeros -

Shun: ¡Por la Onda del Trueno!

Hyoga: ¡Trueno del Alba!

La velocidad de caronte le permitió esquivar los kens de sus enemigos pero éstos no se quedaron parados y encararon al guerrero, la cadena punzante golpeó el peto del caballero astral causándole una parálisis momentánea al tiempo que Hyoga lanzaba su técnica congelante.

Hyoga: ¡Por el polvo de diamantes!

Una ligera capa de hielo cubrió de inmediato a Caronte mientras Hyoga y Shun salían a recoger a los maltratados santos, Kiki se uniío a ellos algo apesadumbrado.

Kiki: Lo siento chicos, pero no encuentro a Atenea. Si al menos mi maestro estuviera aquí. - comentaba con tristeza -

Seiya: Sí, estoy seguro que si Mu de Aries estuviera aquí podríamos sacar a la princesa sin problemas, pero...

Shun: Pero las almas de los caballeros de Oro están encerradas en estatuas de piedra, fueron condenados por los mismo dioses del Olimpo.

Hyoga: Los mismos dioses que ahora quieren purgar a la Humanidad, su juicio fue injusto.

Shiryu: Puede que si encontremos la Mano de Dios podamos liberar a los caballeros de Oro.

Seiya: ¡Sí! ¡Claro! Es posible que si esa arma es tan poderosa pueda deshacer el castigo de un dios. ¡Debemos recuperarla!

Caronte: Idiotas. - murmuró mientras su cosmos ardiente y maligno destruía el hielo de Hyoga -  Para conseguir ese arma tendréis que vencerme primero. ¡Por las Entrañas de Nyx!

Todo el suelo se convirtió en una masa uniforme de aquel líquido que tragó Atenea, el pequeño Kiki pudo salvar a los caballeros pero lamentablemente él fue tragado, ante la impotencia de los caballeros.

Seiya: ¡NOOOOOOOOOOO! ¡KIKI! - gritó al mismo tiempo que golpeaba con furia y desesperación el suelo donde había caído el pequeño lemuriano - 

Al tiempo que los puños de Seiya atravesaban el suelo sin resultado, los santos contemplaban con rabia la sonrisa de satisfacción de Caronte.

Caronte: Bueno, quería que vuestra muerte fuera rápida pero temo que no es eso los que deseáis. ¡Bola Sombra!

De la mano de caronte surgieron tres kens esféricos que destrozaron a  los santos, agrietando sus armaduras, el caballero astral se lanzó a por Seiya con las garras ya sacadas.

Caronte: ¡Por los Colmillos de Cancerbero!

Seiya: ¡Cometa de Pegaso! - con una ira divina, el Pegaso golpeó con fuerza el rostro de Caronte, arrastrándolo poco a poco mientras su armadura era bañada por su dorado cosmos que iluminaba todo el oscuro templo, dándoles a los demás santos una vista espectral de pinturas y estatuas demoníacas -

Al final, el caballero astral fue empujado por la fuerza de Seiya hasta ser abrazado por la densa oscuridad. Los santos se juntaron con Seiya, también elevando sus cosmos hasta que sus armaduras fueran de oro.

Caronte: ¡Malditos! - se oyó entre la oscuridad - ¡La Garra del Demonio de las Sombras!

El ken de nuevo empujó a los santos pero sólo un poco, pese a su dolor, los caballeros de Atenea se mantuvieron firmes.

Shun: Ese guerrero es imparable, jamás podremos dañar su armadura sin las kamei.

Shiryu: Si nuestras armaduras volvieran a su estado divino estaríamos más igualados.

Seiya: Pero si no podemos destruir su armadura. ¿Cómo le venceremos?

Hyoga: ¡Sólo hay una manera de acabar con este monstruo! - exclamó mientras adoptaba la posición de una mujer agarrando un ánfora - ¡Ejecución de la Aurora!

Caronte: ¡No me atraparás a esa velocidad! - exclamó mientras esquivaba el ken, el cual sólo congeló la pared -

Hyoga: Demonios. - murmuró entre dientes -

Seiya: ¿¡Dónde estás bastardo!?

Un puño surgió de la oscuridad y atacó a Seiya , derribándolo, en lo que un ken oscuro golpeaba a Shiryu, llevándolo por los aires para luego caer al suelo. Los santos sabían lo que pasaba, el cobarde del caballero astral estaba ocultándose de ellos en la oscuridad que se volvía cada vez más densa, ocultando sus cosmo-energías.

Diez brillantes medias lunas de color púrpura desgarraron las armaduras de Andrómeda y Cisne, desangrando a sus portadores.

Caronte: ¿Lo ven? Ja, ja, ja. ¡Jamás me venceréis en mi propio terreno! Mientras yo puedo moverme perfectamente en la oscuridad, vosotros no porque vuestras cosmo-energías son demasiado débiles para soportar las fuerzas de la Noche y no podéis encontrarme.

Pero el arrogante discurso del caballero de la Oscuridad fue interrumpido por cientos de meteoros de luz que la asediaron de forma súbita, al mismo tiempo que un dragón de energía ascendente golpeaba su mentón y una cadena punzante cortaba su mejilla, pronto supo que el hablar había sido un caso error porque el Cisne no dudó en atraparlo con su círculo de hielo.

Seiya: Pese a que tu estrategia era buena cometiste un grave error, tu voz delató tu posición.

Hyoga: ¿Tus últimas palabras...? - preguntó preparando su ken -

Caronte: Púdranse...

Hyoga: ¡Ejecución de la Aurora!

El ken congeló en una especie de ataúd de hielo a un Caronte demasiado tranquilo para haber sabido su destino, justo en el momento en que la “Ejecución Aurora” golpeó al caballero astral una fuerza oscura echó a los cuatro santos fuera de la esfera.

Seiya: ¡Agh! ¿Qué ha sido eso? - preguntó adolorido Seiya mientras veía la esfera de Plutón aún latente -

Hyoga: No lo sé, tal vez sea lo que pasa al vencer a un caballero astral.

Shun: Si no me equivoco aún nos quedan cuatro más para poder atravesar el Palacio del Dios del Viento, y así poder enfrentarnos al Caballero de Venus y conseguir la Mano de Dios.

Shiryu: ¿Adónde vamos ahora Seiya?

Seiya: Pese a que tengamos que ir a todos los lugares que nos dijo ese asesino, creo que lo mejor es que vayamos al Templo de Saturno en los riscos de la Locura.

Shun: Los riscos de la Locura.. - repitió lacónicamente -

Shiryu: Su sola mención aterrorizaría al más valiente guerrero.

Hyoga: ¿Qué es ese lugar Seiya?

Seiya: No lo sé amigos, sólo lo he oído nombrar, la gran mayoría de los caballeros de bronce que entrenan en el Santuario lo hacen en el Coliseo bajo la tutela de un caballero de plata, mi entrenamiento fue en el Manto del Cosmos Infinito un lugar cercano al Monte Estrellado donde se pueden contemplar las 88 constelaciones. - decías sonriente recordando su entrenamiento con Marin - Y ahí mi maestra me contó que en la parte más al norte del Santuario están los Riscos de la Locura, donde moran las almas de muchos guerreros que no pudieron ser caballeros, allí entrenan aquellos caballeros que quieren profundizar en el entrenamiento de la mente y el espíritu.

Shun: Entonces nuestro objetivo es el Noroeste del Santuario. - dijo mientras sus cadenas apuntaban en esa dirección -

Shiryu: Debemos marchar ahora.

Hyoga: Sí, no sé si lo habréis notado pero el reloj de las Doce Casas ha sido encendido, desconozco quien lo habrá hecho pero el fuego de Aries está casi extinto.

Seiya: Desde luego es muy extraño que haya sido encendido el Reloj de las Doce Casas, pero por lo menos así sabremos cuanto tiempo nos queda para conseguir la Mano de Dios y salvar a la diosa Atenea.

Y así, los cuatros santos de Bronce salieron a la velocidad de la luz, bordeando el Coliseo, que aún mantenía sus mazmorras y brutales centros de entrenamiento que fueron construidos en tiempos de Arles, pero los caballeros no podían imaginar, que la Esfera Plutón se estaba moviendo, lenta pero inexorablemente, a un sentido contrarios al de los caballeros y al de los generales marinos, al corazón del Santuario.


                 Bosque Ilusión, Noreste del Coliseo de los Caballeros


Los generales marinos observan hacia atrás, que el inmenso ejército que los perseguía había desaparecido, por las mentes de los marinos cruzaba la idea de que todo fue una ilusión, Touma y Orestes reposaban alejados del grupo mientras Shaina miraba a todos lados bastante nerviosa, Tetis, preocupada, fue a su lado.

Tetis: ¿Ocurre algo Shaina? - preguntó en voz baja -

Shaina: Nos hemos adentrado en el Bosque Ilusión, sin duda alguna, el que creó a aquellos soldados fantasmas quería llevarnos hasta aquí.

Tetis: ¿Y para qué?

Shaina: En este lugar nos enfrentaremos a nuestros peores miedos, pueden parecer ilusiones pera son muy capaces de hacer daño, el patriarca siempre prohibió que grandes grupos se adentraran en este paraje, pues podrían morir.

Tetis: Pero Poseidón podrá...

Shaina: No es tan fácil, antes este bosque estaba protegido por el Patriarca Arles, luego por Atenea y está claro que ahora Apolo protege este lugar con su cosmos.

Tetis: ¿Qué haremos entonces? - preguntó con algo de temor -

Shaina: Sólo nos queda alcanzar la salida cuanto antes.

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Notas del Autor:

Se empiezan a desvelar misterios, y a surgir otros, pero todo se desvelará tarde o temprano, en este capítulo y en los siguientes quise dar una visión general del Santuario aunque no se confundan, el 90 % de lo que he dicho es todo inventado (menos la zona del Coliseo, el poblado, y las Doce Casas) pero he oído por hay que a la gente le gustaría saber mejor el funcionamiento del Santuario. Cómo habrán visto nos encontramos en un cliché de SS que es la “Saori en Apuros”, tranquilos que esto no será un ya típico Saori duerme, los caballeros pelean sudan y casi mueren para salvar a Atenea que da un discurso, Seiya saca la flecha y... No, eso no pasará. Veremos si en el próximo capítulo “El Señor de la Destrucción”, se desvela alguna de vuestras dudas, Insultos y comentarios a: lordomega345wanadoo.es o a rexomega314345_saga89345yahoo.com

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Editado por Jeczman, 17 abril 2007 - 12:02 .

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#26 Thong_Hu

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Publicado 13 marzo 2006 - 12:44

Que bien , una nueva entrega!!!

Comentarios

Los niveles de los Poderes no me convencen mucho, recuerda que Seiya una ve que Saori elimino la maldición de Hades le dio una Paliza a Touma  y ahora entre Seiya, Shiryu, Shun e Hyoga apenas le pudieron ganar a Caronte.

QUOTE

El ken congeló en una especie de ataúd de hielo a un Caronte demasiado tranquilo para haber sabido su destino, justo en el momento en que la “Ejecución Aurora” golpeó al caballero astral una fuerza oscura echó a los cuatro santos fuera de la esfera.


Si el alba es tan recistente como una Kamei o superior, recuerda lo que le dijo Thanatos a Hyoga sobre el Cero Absoluto.


Por lo demas todo bien.

ezo


Ki ki : Vas a usar la armadura de libra seiya?
Seiya: No lo hare, solo hay una persona en este mundo que merece llevar la armadura de libra, el es el principal personaje de los 88 caballeros y esa persona es el maestro, esa armadura puede dividirse en 6 diferentes pares de armas, 12 armas en total. Atena nunca ha aprobado que usemos armas desde la mitologia, pero hay una excepción, que es cuando el caballero libra, el maestro, piensa que es necesario, entonces si nos permite usar armas, solo por la justicia!!!

#27 Rexomega

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Publicado 13 marzo 2006 - 14:09

cuentame eso de Thánatos.

Caronte es muy fuerte incluso para su rango,. con kamis las cosas estarían igualadas

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#28 Thong_Hu

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QUOTE (Rexomega @ 13 de Mar 2006, 01:09 pm)
cuentame eso de Thánatos.

Caronte es muy fuerte incluso para su rango,. con kamis las cosas estarían igualadas

En los campos Eliseos, Hyoga ataca a Thanatos con el polvo de diamantes y lo congela, este se libera y le dice que como pretendía derrotarlo con una congelación tan ridícula, que para eso necesitaría un aire congelado infinitamente más bajo que el cero absoluto.

A todo esto los Mantos de Hypnos y Thanatos no están al nivel de las Kamei que visten Seiya y compañía

ezo

#29 Rexomega

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Publicado 13 marzo 2006 - 15:58

Quieres decir  los kamei de Thánatos e Hypnos están por debajo de los de Seiya y Comp?

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#30 Thong_Hu

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QUOTE (Rexomega @ 13 de Mar 2006, 02:58 pm)
Quieres decir  los kamei de Thánatos e Hypnos están por debajo de los de Seiya y Comp?

Según lo que entiendo yo, por supuesto que si, ya que el mismo Hypnos  compara los Mantos Kamei que utilizan los Santos de Bronce con los Mantos utilizados por los 12 Olímpicos comandados por el mismo Zeus.

Esto es lo que dice en el Manga

HYPNOS : Las Armaduras divinas sólo pueden vestirlas los dioses escogidos.
Los doce dioses del olimpo comandados por el mismo Zeus.

ezo

PD: Así que aun no lees la Saga de Hades en Manga?


#31 Rexomega

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Publicado 14 marzo 2006 - 05:22

Me veo obligado a hacer un cambio ligero en eso q dijiste jejeje, recuerda q Eduardo también hizo la diferencia entre el Manto de los Santos y el de los dioses (todo eso del Tenkai-Kamei y eso) así q mejor ollvidemos este asunto q ya ha cogido muchos mensaje, además, para El Olimpo faltan hartos capitulos, miren las sagas:

"La Batalla de Delfos"
"La Saga de Aioros"
"La Guerra Santa"
"La Gigantomaquia"
"El Olimpo"
"El Juicio de los Dioses"

Así q queda mucho jejeje, aprovecho para avisar q pronto tendrán entre sus ordenadores una nueva entrega en la q dejé una sorpresa.

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#32 Rexomega

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Publicado 14 marzo 2006 - 13:36

                                                          Capítulo 7


                                               “El Señor de la Destrucción”


                                 El Fuego de la Casa de Aries está casi extinto
                                Quedan 11:30 horas para la muerte de Atenea
                                    Gran Salón,  Santuario del Sol  la Luna
                                                   

Las suaves notas de la lira del Dios Sol seguían deleitando a las nueve hijas de Zeus que bailaban al son del divino ritmo, Seika seguía fuera de la realidad, simplemente escuchando.

La diosa Artemisa observaba al misterioso aliado de su hermano, sus caballeros lo hacían llamar “El Señor Absoluto de los Océanos”, lo poco que le había dicho de él el Gran Febo era que era casi tan antiguo como el Tiempo y que era independiente del Olimpo, por lo que era más un aliado que un subordinado, su poder podría ser tan enorme como el de Apolo.

De pronto, Apolo paró su dulce melodía, se levantó de su trono y se dirigió a la gran ventana en forma de telaraña que coronaba la entrada a la majestuosa habitación,  desde ahí podía observar todo el Santuario, las nueve esferas, situadas cada uno entre nidos de fieles guerreros, era una verdadera fortaleza que cualquiera tacharía de inexpugnable, pero aún así Apolo temía el poder y la voluntad de los santos de Atenea, no debía sobre valorarlos ya que él sabía perfectamente que la arrogancia hizo decaer a sus antiguos enemigos, desde caballeros infinitamente superiores a aquel quinteto de santos, hasta dioses que formaban parte del mismo Consejo del Olimpo, y era por eso que decidió tomar partido.

Una siniestra sonrisa se formó en el rostro del oscuro dios al observar los caminos que eligieron sus enemigos. Los generales marinos y Poseidón estaban encerrados en el Bosque Ilusión, la más terrible de las prisiones en las que un dios puede castigar a un mortal, aunque también los dioses deben temer ese infernal lugar. En cambio los santos de bronce habían escogido el camino del cementerio de caballeros, seguramente su objetivo eran los Riscos de la Locura, nuevamente el dios sonrió, pensando que aquellos necios se las verían con uno de los caballeros astrales más poderosos y temidos.

Sin más Apolo hizo aparecer entre sus manos el Báretaguardia del Astro Rey, una de las armas más majestuosas que Hefesto llegó a crear en la antigüedad, el cosmos del Dios Sol se concentró en la punta del cetro, siendo lanzado hacia el mismo Sol.

Apolo: Dentro de poco este mundo dejará de existir. - murmuró sonriendo -


                   Cementerio de los Caballeros, Santuario del Sol y la Luna


Los caballeros de bronce caminaban entre el más oscuro paraje de todo el Santuario, el cementerio que guardaba en sus entrañas, los cadáveres de cientos de caballeros, ahora quemados en un mar de ceniza negra, pero los santos no eran de esos que se atemorizaban al cruzar por un cementerio, así que continuaron la marcha muy tranquilos.

Sin embargo, entre todas aquellas lápidas ahora cubiertas por el negruzco color que el fuego les había entregado, una sombra contemplaba sonriente a los seguros santos, mientras otra más achatada y monstruosa lo acompañaba.

De repente, de entre las sombras surgió un ser que dejó anonados a los santos de bronce; un caballero, enfundado con la armadura de oro de Tauro los observaba con frialdad, su aspecto era tan imponente como el de Aldebarán, aunque su rostro era más duro y oscuro, oculto tras una abundante cabellera amarillenta.

Hyoga: ¿Quién eres tú? ¿Qué haces en esta sagrada tierra y con esa armadura?

Shiryu: ¿Acaso eres uno de los esbirros de Apolo, que recibió la armadura del honorable Aldebarán a cambio de tu lealtad?

Seiya: ¡Responde o te sacaremos las respuestas por la fuerza!

Shun: Cálmense amigos, nunca es bueno ser los primeros en atacar. Podría ser  un aliado.

- Ja, así que ustedes son los que levantaron la mano contra los dioses. No son tan temibles como había imaginado. - aseguró con arrogancia -

Seiya: “Tiene una cosmo-energía terrible, incluso para alguien que porta la armadura de oro” - pensó adoptando una posición de defensa -

Shiryu:  ¿Cómo te atreves a poner en duda el poder de los caballeros que luchan por la justicia de la Tierra?

- No, no. Ustedes no luchan por la justicia, pelean por sus propios intereses, quieren derrocar a los dioses y eso no lo pienso permitir.

Hyoga: ¿Quién eres tú que no quiere que salvemos a Atenea?

- ¡No necesitáis saberlo, Red de Tarántula! - gritó aquel que acompañaba al misterioso guerrero dorado -

Inmediatamente los caballeros se vieron atrapados por la trampa del oscuro recién llegado, los santos pudieron contemplar al monstruoso guerrero con armadura de plata, sólo Seiya reconoció el repugnante rostro de aquel asesino.

Seiya: ¡Arachne de Tarántula! ¿Así que tú también te has unido a Apolo y traicionado a la diosa Atenea?

Arachne: ¿Traicionar? ¡Ja! Seiya no seas necio. Los mortales le debemos lealtad al Olimpo, a los dioses que pusieron a Atenea como representante de sus decisiones, ahora que los todopoderosos dioses han decidido que Atenea es una traidora, sólo nos queda inclinaron antes nuestros verdaderos amos y obedecer su órdenes sin vacilar.

Hyoga: ¡No digas tonterías! Ese discurso es solo una cortina de humo para ocultar tu actitud cobarde y rastrera para con la princesa Atenea.

Seiya: Nunca has sido más que un asesino a las órdenes del mal.

Arachne: Digan lo que quieran, pero Seiya ha de recordar que mi técnica ya los ha condenado, sus cosmos se verán mermados por mi Red de Tarántula hasta que no sean más que vegetales.

Shun: Eso es lo que crees, pero el verdadero cosmos no será vencido por las fuerzas del mal.

Shiryu: Prepárate Arachne, porque vas a sentir la verdadera fuerza de la justicia.

Los cosmos de los cuatro santos se elevaron más allá del Séptimo Sentido ante un complacido caballero dorado que no había interferido en el combate, la Red de Tarántula fue inmediatamente destruida y al caballero plateado de la Tarántula sólo le quedaba contar sus segundos de vida.

El “Dragón Ascendente” de Shiryu destrozó su rostro al tiempo que la cadena punzante de Andrómeda atravesaba fugazmente el hombro de Arachne, la mitad de su cuerpo estaba helado tras recibir el “Polvo de Diamantes” de Hyoga y cientos de meteoros fueron la gota que derramó el vaso, el caballero estaba ya agonizando.

Arachne: Ah... Agh... De modo que... me equivoqué... Yo era el que estaba equivocado... ¿Acaso el poder de la voluntad humana será capaz de vencer la cólera de los dioses?... Realmente... Lo dudo...

Los santos pudieron ver como, tras decir sus últimas palabras, el cuerpo del esbirro de Apolo estallaba, sin esperar un segundo el aún misterioso caballero de Oro los encaró, su semblante era bastante atemorizante y aún así parecía estar complacido.

- ¡Vaya! ¿De modo que no sois tan débiles como pensaba, eh? Me esperaba eso de uno de los discípulos de Dohko.

Shiryu: ¿Conoces a mi maestro? - preguntó sorprendido -

- Sí, pasamos muchas aventuras, después de todo, ambos éramos caballeros de Oro.

Hyoga: ¿Qué está diciendo? ¿Acaso este caballero está insinuando ser tan antiguo como el Viejo Maestro de los Cinco Picos y el Antiguo Patriarca?

- Así es, joven Cisne, también conocía a Shion, y también a su Maestra.

Shun: ¿Pero cómo...? ¿Cómo es que ha vuelto de entre los muertos cuando en la Antigua Guerra Santa perecieron 86 caballeros? - preguntó tan sorprendido como sus tres compañeros - ¿No será que Hades...?

- No Andrómeda, yo jamás me aliaría con un dios tan maligno como Hades, sin embargo han de saber que pienso igual que Arachne, le debemos lealtad a los dioses y vosotros habéis blasfemado en su contra, os haré pagar por vuestra deshonra para con la Humanidad. ¡Yo soy Absalom, antiguo caballero de Tauro que vuelve a portar la sagrada armadura para ser el brazo ejecutor de la voluntad de los dioses!

Los santos no esperaron a que Absalom tomara la iniciativa, Shun lanzó sus cadenas con fiereza pero el caballero de Tauro la agarró y pudo chocarlo contra el suelo tras dar varias vueltas sobre sí mismo, los demás se abalanzaron de inmediato sobre él.

Shiryu: ¡Dragon Ascendente del Monte Rozan!

Hyoga: ¡Polvo de diamantes!

Seiya: ¡Meteoros de Pegaso!

Absalom: ¡Gran Cuerno Divino de Oro! - gritó lanzando un demoledor ken parecido al de Aldebarán pero más destructivo que fulminó a los caballeros -

Todos los santos yacían en el suelo bastante magullados pero el caballero no parecía conformarse, a la velocidad de la luz se acercó al Dragón y lo agarró por la cabeza para después estampar su rostro contra el suelo.

Seiya: Mal... dito...  ¡Meteoros de Pegaso!

Ante la atónita mirada de Absalom, los puños de Seiya resquebrajaron su coraza, pero el gigantesco guerrero no permaneció quieto y esquivó sus golpes, concentrando todo su cosmos en su fuerte puño, golpeó el estómago de Pegaso enviándolo contra Hyoga, nuevamente Shun trató de golpearle con sus cadenas pero fue inútil ya que una explosión de cosmos fue suficiente para rechazarlas y poder atacar a Shun en el rostro.

Seiya: ¡Bastardo! ¡Solo yo seré tu oponente! ¡Deja que mis amigos pasen!

Shun: Pero Seiya...

Seiya: ¡Iros! - gritó con furia encendiendo su cosmos hasta el infinito, volviéndose su armadura dorada -

Shiryu: Shun debemos irnos.

Shun: ¡Shiryu! No podemos dejarle aquí, debemos...

Hyoga: Dejémosle, sabrá apañárselas sólo. ¿No ves que Seiya quiere mantener un combate singular contra este caballero?

Shun asintió, y así los tres santos atravesaron a la velocidad de la luz el cementerio, Seiya y Absalom se miraron a los ojos, intercambiando miradas llenas de voluntad por su propia causa.

Absalom: ¡Por muy poderoso que sea tu cosmos no podrás resistir mis puños!

Pese a su tamaño, Absalom era terriblemente veloz y no dejaba a Seiya siquiera un segundo para poder atacar, debía esquivar cada golpe pero poco a poco el caballero de oro  iba ganando ventaja, el Pegaso sabía bien que si quería vencer a aquel poderoso y antiguo santo necesitaría usar todo el poder de su cosmos, su aura dorada se incrementaba a medida de que Seiya iba tomando el control de la batalla, Absalom lo sabía y por eso dejó su asedio de puñetazos para tomar medidas más eficaces.

Absalom: ¡Gran Cuerno Divino de Oro!

El ken desintegró todo lo que estaba frente al caballero, dejando una gran muesca en el medio del cementerio, pero el santo dorado sabía que Seiya no había sido golpeado, sin más miró al cielo y observó un pegaso que se abalanzaba contra él cual cometa.

Seiya: ¡Prepárate! ¡Me llamarán la Cometa Pegaso!

Absalom: ¡Ni siquiera me tocarás! ¡Gran Cuerno Divino de Oro!

Absalom suponía que la fuerza destructora de su ken fulminaría a Seiya, ya que su caída sobre él hacía imposible que cambiara de trayectoria, pero por imposible que pareciera, el Pegaso entró de lleno en el Flash destructor y salió de él sin ningún rasguño, cubierto por un aura dorada, casi divina, por un solo momento pudo contemplar una Kamei protegiendo al valiente santo, pero luego, cuando su poderoso puño que cargaba la fuerza de una cometa ya había travesado el “indestructible” peto de su sagrada armadura, volvió a ver la armadura de Pegaso, bañada en oro pero sin rasgo de divinidad alguno, el gigantesco guerrero cayó inerte al suelo.

Absalom: Ah... Ah... Ah…. Me has… vencido… Lo reconozco… Muchacho… Ojalá nos hubieran acompañado santos como tú en la Antigua Guerra... - decía agonizante pero sonriente -He visto... La Kamei... Y sé que gozas de la protección de una deidad... Je, je... Es una lástima que no pueda descubrir que dios tiene la razón en esta guerra... Bueno, lo veré en desde el Hades... ¡Te estaré vigilando Seiya de Pegaso!

El santo de bronce estaba algo agotado, pero al menos todavía podía luchar más, tenía que seguir su travesía, al menos hasta que pudiera salvar a la diosa a quien había jurado proteger, sin más Seiya siguió el camino trazado por sus compañeros.


                             Bosque Ilusión, Santuario del Sol y la Luna
             


             El Fuego de la Casa de Aries se ha extinguido, Quedan 11 horas


El heterogéneo grupo ya se sentía hastiado de seguir caminando, habían hecho caso a Shaina y no habían parado de ir en dirección noroeste, pero ya llevaban mucho tiempo caminando sin encontrar la salida.

Tetis: Shaina. ¿Estás segura de que debemos ir en esta dirección?

Shaina: ¡No debemos parar!

Julián: es cierto, siento un cosmos muy poderoso que nos persigue.

Los generales marinos miraron el camino que habían recorrido y pudieron ver a un séquito de demonios multiformes que estaban listos para atacar.

Geki: ¡Shaina! ¿Esos demonios estaban antes ahí? ¿Nos han estado siguiendo? - preguntó adoptando la posición de un oso antes de atacar a su presa -

Shaina: No estoy segura, pero no deben atacarles...

Todos parecían dispuestos a obedecer a Shaina, pero los demonios seguían su paso y sus cosmo-energías se volvían más y más poderosas,  una vez estuvieron a punto de atacarles, fue Poseidón el primero en defender a sus guerreros.

Julián: Digas lo que digas amazona, estos demonios se volverán muy peligrosos si les dejamos vivir. ¡Por el Furor de los Océanos!

Cientos de bolas de cosmos destrozaron a la monstruosa sombra infernal, los generales y santos de Atenea miraron como entre todo aquel espeso bosque surgían más y más demonios.

Orestes: Creo que es hora de actuar. ¡Mil Resplandores!

Geki: ¡Golpe del Rey de las Bestias!

Krishna: ¡Lanza Dorada!

Baian: ¡Vientos Huracanados!

Kayssa: ¡Salamandra Satánica!

Touma: ¡Puño Libertador!

Isaac. ¡Aurora Boreal!

Sorrento: ¡Grito de Sirena!

Tetis: ¡Garras de Coral!

Kanon: ¡Explosión de Galaxias!

Eo: ¡Furia del Lobo!

Con habilidad sorprendente, los caballeros enfrentaron a la legión de demonios, el ken galáctico de Kanon y los miles de resplandores de Orestes pudieron diezmar a la mitad de sus adversarios, mientras que la “Aurora Boreal” de Isaac congeló toda la zona provocando que las sombras se congelaran y se volvieran más lentas, los ataques físicos y directos del resto de caballeros terminaron la batalla, nuevamente el golpe más efectivo era la lanza de Krisaor con la que Krishna cortaba a sus víctimas cual papel, indudablemente la ayuda divina de Poseidón también fue muy importante en aquella contienda.

Julián: Son demasiados enemigos, primero los centauros que no nos siguieron y ahora estos demonios sin forma definida, algo extraño pasa en este Santuario.

Krishna: Será mejor que nos apresuremos o podríamos caer en otra trampa. - apuntó sabiamente -

Orestes: Creo que no vamos a poder continuar...

Kanon: ¿Qué has dicho Corona? - preguntó molesto, igual que todos los allí presentes menos Shaina y Touma, que parecían concordar con la afirmación del caballero de la Corona Boreal -

Julián: Si sabes algo Orestes, dilo.

Orestes: Temo que vamos a” morir”en este Bosque.

Los generales marinos y el Santo del Oso no tuvieron tiempo de contradecir las palabras de Orestes pues un ken en forma de gigantesco meteoro de fuego desintegró medio bosque en segundos, la explosión pudo verse en todas las direcciones, Apolo contempló la destrucción con una malévola sonrisa en los labios.


                         Riscos de la Locura, Santuario del Sol y la Luna


Los santos de bronce pudieron ver la explosión del Este del Santuario y temieron lo peor, tal vez sus compañeros estuviera ahí, pero no era el momento de ser pesimistas, debían continuar pasara lo que pasara. 

Pero era fácil decirlo, ante ellos se erguía una gran montaña, la temperatura era tan baja que incluso Hyoga pudo sentir cierto resquemor, alrededor del gigantesco monte, cuya cima estaba escondida por el cielo, sobrevolaban espectros sin forma que cataban una melodía triste y melancólica que hizo estremecer los oídos de los santos, como si se tratara del canto de una sirena pero al revés, que los obligaba a marcharse de ahí.

Una estela con forma de Pegaso llegó enseguida junto a sus compañeros, quienes estaban muy contentos de que aún continuara en pie, pero dentro de sus corazones ya sabían que aquel caballero no era lo suficientemente poderoso como para acabar con su amigo.

Seiya: ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué aún no estáis escalando la montaña? - preguntó intrigado -

Shun: Mis cadenas indican un fuerte mal en la cima de la montaña.

Seiya: Posiblemente se trate de el Caballero Astral de Saturno.

Hyoga: Saturno. - repitió lacónicamente - Los romanos lo comparaban con el Titán Cronos, padre de Zeus, seguramente nuestro enemigo tendrá un poder incalculable.

Shiryu: Aún así lo enfrentaremos, todo sea por salvar esta Tierra y a la diosa Atenea.

Seiya: ¡Adelante caballeros! ¡Nuestra voluntad puede con cualquier montaña por inmensa que sea!

Los caballeros asintieron y se dispusieron a escalar, usando todo el poder de sus cosmos, cada movimiento era terriblemente doloroso, y por si fuera poco los espíritus les susurraban cosas que perturbaban sus mentes.

- Shun, Shun, no sigas, sólo conseguirás hacer más daño. ¿Por qué no desistes y te dejas caer? Déjate caer en el regazo de la Muerte, sólo eso te dará la felicidad.

- Cisne, piensa lo que haces, la vida te ha hecho acabar con todos tus seres queridos; Cristal, Camus a Isaac, los tuviste que matar en el nombre de una diosa que te ha abandonado en varias ocasiones. ¿Qué sentido tiene seguir?

- Tú Shiryu. ¿Por qué luchas? ¿Por qué lo haces cuando incluso tu maestro te pidió que te quedaras con tu amada y no lucharas más? Déjalo, déjate caer.

- Seiya, el santo de Pegaso, el más fiel de los caballeros de Atenea, y aún así... ¿Qué has conseguido? Ella te traiciona, rechaza tu ayuda siempre que puede, no te ama, y tu si la quieres, la deseas con todas tus fuerzas y jamás la tendrás, porque tú eres un mortal y ella una diosa. ¿De qué sirve sufrir? Déjate caer....

Sin duda alguna las palabras de aquellos fantasmas que parecían sus subconscientes hicieron vacilar a cada uno de los santos, quienes ya sólo podían oír aquella frase: “Déjate caer...” y posiblemente estuvieron a punto de elegir ese camino, fácil pero incorrecto, pero entonces sintieron el cálido cosmos de Atenea, un aura que jamás los ha abandonado, llena de paz y de buenos sentimientos que les protegía de todos los males, y entonces fue Seiya el primero en seguir, siendo imitado por sus tres valientes compañeros.

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#33 JoseLeo

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    El Santo de Oro protegido por el Sol

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Publicado 15 marzo 2006 - 14:32

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esta bueno
muy bueno
espero con ansias el siguiente cap


Por cierto, haber y si nos hacemos promocion uno al otro en nuestros fics
54.gif  54.gif  54.gif  claro si quieres
xD
XD

Capitulo 21: La Traición - Final de Temporada -

#34 Rexomega

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Publicado 15 marzo 2006 - 15:08

Claro q acepto JoseLeo jejeje, aunque aún no ntengo firma q promocione mi fic O.o, mándame un mp y lo hablamos... ^Pronto la Sig parte del Chapter 7

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#35 Rexomega

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Publicado 17 marzo 2006 - 10:33

Con este co mpleto el chapter 7, a Thong Hu, he investigado y me han dicho q para congelar una kamei de Dioses se requieren bajar hasta -540000 Cº, quisiera saber si es cierto esto o es solo un rumor más. Espero q les guste el chapter.

Sin duda alguna las palabras de aquellos fantasmas que parecían sus subconscientes hicieron vacilar a cada uno de los santos, quienes ya sólo podían oír aquella frase: “Déjate caer...” y posiblemente estuvieron a punto de elegir ese camino, fácil pero incorrecto, pero entonces sintieron el cálido cosmos de Atenea, un aura que jamás los ha abandonado, llena de paz y de buenos sentimientos que les protegía de todos los males, y entonces fue Seiya el primero en seguir, siendo imitado por sus tres valientes compañeros.

- ¡No! ¡Déjate caer Seiya! No vale la pena seguir viviendo... Shun... Shiryu... Hyoga... Sus vidas no valen la pena... ¡Déjense caer!

Shun: ¡Cállense! Es posible que siga teniendo que luchar si sigo viviendo en este mundo, pero a veces es necesario pelear por lo que es justo. ¡Cadena Nebular! - haciendo uso de su cadena, el caballero Andrómeda se dejó elevar por la punzante que se había clavado en la cima del monte -

Hyoga: Todos aquellos a los que he matado, pudieron encontrar la paz después de que les mostrara lo equivocado de sus actos.  ¡Polvo de Diamantes! - el Cisne disparó su ken de hielo hacia abajo para que la presión lo impulsara a los cielos -

Shiryu: No podría vivir en paz, sabiendo que el mundo sufre un injusto castigo y yo podría hacer algo. ¡Dragón Naciente del Monte Rozan! - el puño de cosmos le hizo volar destrozando la montaña a su paso -

Seiya: Al igual que mis amigos... ¡Yo tampoco me rendiré, lucharé hasta contra el tiempo por salvar a la princesa Atenea! ¡Por la Cometa de Pegaso!

Cuatro cosmo energías en forma de dragón, cisne, pegaso y mujer encadenada eran lo único que podía verse, escalando los Riscos de la Locura a tal velocidad, que los espíritus no pudieron seguirles, tras unos pocos segundos los santos de bronce ya pisaban la cima, lo primero que observaron fue una gran esfera de energía incandescente, protegida por un anillo inmenso protegido por un cosmos divino, los caballeros de la diosa miraron a sus espaldas el inmenso Santuario.

Seiya: ¡Observen! Desde aquí se ve todo el Santuario. El poblado, el Coliseo, el Palacio del Gran Patriarca, el Cementerio, y hasta el Monte Estrellado.

Hyoga: Es increíble lo bien estructurado que está el Santuario de Atenea, siempre pensé que sólo eran importantes las Doce Casas.

Shiryu: Eso es porque este sagrado lugar se vio debilitado durante el patriarcado de Arles, pero estoy seguro que en tiempos mitológicos, todos esos hermosos lugares que vemos estuvieron repletos de valientes guerreros, deseosos de ser caballeros.

Los tres jóvenes voltearon y vieron a Shun, observando quieto la gran Esfera Saturno, mucho más grande que la de Plutón, lo que más les intrigaba era aquel anillo energético que lo rodeaba.

Hyoga: ¿Qué miras Shun?

Shun: La esfera, sospecho que esta vez no nos será tan fácil atravesarla, recuerden que ni los generales marinos, ni Poseidón ni nuestros compañeros pudieron entrar en la Esfera plutón.

Shiryu: Es posible que Caronte no deseaba tener más rivales.

Seiya: Es posible, pero no estoy dispuesto a esperar a que el Caballero Astral de Saturno nos deje pasar, abriré una puerta a este Templo aunque sea a la fuerza... ¡Meteoros de Pegaso!

Cientos de golpes a la velocidad de la luz se adentraron en el anillo de energía, siendo absorbidos por este ante la atónita mirada de los santos.

Seiya: ¿Qué...?

Hyoga: Increíble, es como si ese anillo emanara una especie de atracción gravitatoria parecida a la de los agujeros negros.

Shiryu: Eso no es posible Hyoga, si fuera así también tragaría todo su alrededor.

Shun: Pero si ese anillo absorbe todo el cosmos que lancemos contra la esfera. ¿Cómo pasaremos?

El imprudente Pegaso, aún sin salir de su asombro, se abalanzó sobre la masa de energía a la velocidad de la luz, pero una vez su cuerpo tuvo contacto con el anillos fue rajado, provocando una hemorragia en el estómago del joven santo, y empujándolo hasta casi caer de la montaña, dejando un surco en el frío suelo.

Shiryu: ¡Seiya!

Shun: ¿¡Estás bien!?

Seiya: Sí, no se preocupen.. ¡Agh! - gritó dolorido tapándose la herida del estómago mientras Hyoga congelaba el corte con un ligero soplido de hielo -

Hyoga: No te preocupes, el hielo cerrará la herida. Pero procura no volver a cometer semejante imprudencia. - exigió con seriedad, a lo que Seiya asintió algo apenado -

Shun: Así que no sólo ese anillo absorbe todos nuestros kens sino que además  es terriblemente dañino.

Shiryu: Sólo nos queda entrar en ese lugar desde el aire.

Seiya: ¡Sí! ¡Claro! ¿Por qué no nos habíamos dado cuenta?

Shiryu: Fuiste muy imprudente Seiya, estoy seguro que de no ser por tu armadura, el poder de esa masa energética te habría matado.

Shun: Sería mejor que pensaras antes de lanzarte a por algo que desconocemos.

Seiya: Es cierto amigos, la imprudencia nunca ha sido la manera de actuar más correcta.

Hyoga: De todos modos estamos bien, es la hora de que enfrentemos a nuestro enemigo.

Los cuatro asintieron y saltaron, elevándose por encima de la gigantesca esfera, cuya fuerza gravitatoria los atrajo de inmediato, casi fueron arrastrados hasta la Esfera Saturno, en la superficie sus cuerpos desaparecieron de la realidad.


                              Esfera Saturno, Santuario del Sol y la Luna


Los caballeros se levantaron viendo apenas el lugar en el que ahora se encontraban, poco a poco abrieron los ojos y pudieron diferenciar las siluetas de estatuas que adornaban el espacioso templo, que era formado por una gigantesca sala circular, cuyas paredes eran resguardadas por estatuas de un hombre cubierto con capucha, con una hoz en una mano, y un reloj de arena en la otra, y toda esa cadena de representaciones acababa en un gigantesco ser, de al menos 6 metros de altura, cubierto por completo por una armadura de color oro con detalles escarlata, sus ojos eran la única parte del cuerpo de aquel ser que no eran cubiertas por la impresionante coraza, unos ojos inquisidores que harían temblar al más valeroso caballero.

Seiya: Es increíble, siento una cosmo-energía inmensa. - comentó atónito ante el monstruoso caballero astral, que ya se acercaba hacia los santos -

Shun: Me pregunto a qué representarán estas estatuas que decoran la Esfera Saturno, siento que debe ser algo divino, majestuoso...

Shiryu: Según siento la cosmo-energía que rodea este templo, podrían ser representaciones del dios romano Saturno, que en realidad provenía del titán Cronos...

Hyoga: ¿El titán Cronos? ¿Quieres decir acaso que vamos a toparnos con el caballero astral más poderoso?

La sombra del caballero de Saturno ya cubría a los santos, en algo que no se habían fijado era que en ambas manos sostenía a Orestes de la Corona Boreal y a Touma de Íkaro, ambos muy malheridos.

- Bienvenidos sean a mi casa, caballeros del zodiaco. - saludó con voz de ultratumba, al tiempo que tiraba a los dos guerreros contra el suelo -

Seiya: ¡Oh no! ¡Touma!... ¡Orestes!... ¿Se encuentran bien?

Orestes: ¡Agh! ¿A ti que te parece? - preguntó con rabia en lo que se levantaba -

Touma: Este monstruo es tan poderoso, que no necesitó esforzarse para vencernos. - aseguró poniéndose en guardia -

Shun: Mis cadenas están muy nerviosas, es como si este caballero estuviera lleno de maldad, igual que Caronte. - apuntó con mirada seria -

Hyoga: Tenemos que calmarnos, recuerden que el tamaño no es lo más importante en una batalla, recuerden a Aldebarán o Dócrates.

- Esos dos iban con Poseidón y sus generales marinos, y mi buen amigo sólo quería enfrentar a los marinos, de modo que usé mis poder sobre las portales dimensionales para alejar a los demás de sus dominios - 

Seiya: ¿Qué? ¿Eso quiere decir que desapareciste a Geki y a Shaina? ¡Responde maldito! - exclamó furioso -

- No te gustaría saber a donde los envié, te lo puedo asegurar Pegaso.

Hyoga: Bastardo, eres un cínico y un monstruo. ¡Pero te derrotaremos! Y entonces lamentarás todo el daño que has hecho.

Shun: No importa que seas un gigante, que todo tu cuerpo sea cubierto por la coraza más resistente que haya sido creada, te venceremos.

Shiryu: Así es amigos, lo que más importa es el poder del cosmos interior. ¡Elevémoslo hasta el infinito! ¡Dragón Naciente del Monte Rozan!

Orestes: Idiota. - murmuró viendo como el gigante recibía de lleno el golpe en su tremenda mano, sin sufrir daño alguno -

- Ah, pobre diablo.¿Acaso crees que puedes dañar mi alba con un golpe tan débil? - preguntó con voz aguda, lanzando una descarga de cosmos a través de su mano  que estampó al Dragón contra el suelo - Esta bien de tonterías. Soy Titán de Saturno, caballero astral del Tiempo- Espacio, prepárense porque van a morir.

Seiya: “Tiene un poder inmenso” - pensó Seiya haciendo los movimientos permitentes a su constelaciones - ¡Por los Meteoros de Pegaso!

Ninguno de los golpes parecía afectar al monstruoso ser, Hyoga empezó a apoyar a Seiya con kens de hielo, pero el “Polvo de Diamantes” era derretido por el cosmos ardiente de Titán, quien empezaba a elevar su aura, a niveles divinos.

Shun: ¡Es imposible, Titán es invencible! - gritó mientras lanzaba sus cadenas contra el ser sin afectarle en lo más mínimo -

Shiryu: ¡No! ¡Eso es lo que quiere que pensemos! - exclamó con decisión, saltando sobre el gigantesco ser - ¡Existe una espada que lo corta todo! ¡Excalibur! - el mortal haz de energía resquebrajó el peto de la indestructible alba, dejando un gran corte que atravesaba la armadura diagonalmente -

Titán: ¿Eh? ¿Eso es todo lo que puedes hacerme? ¡Contempla el verdadero poder! ¡Filos de Materia Oscura! - la cosmo-energía del caballero astral se volvió negra y se transformó en cientos de medias lunas que resquebrajaron las armaduras de los santos y los alejó del gigante -

Shun: ¡Agh! Cuanto poder... Tiene ese monstruo.

Hyoga: No debemos dar a paso atrás, venceremos a este y a todos los guerreros de Apolo antes de que Atenea muera. ¡Ejecución de la Aurora!

Seiya: ¡Funciona! ¡Se está congelando! - dijo emocionado al ver como una gruesa capa de hielo cubría a Titán sin que éste hiciera nada para remediarlo -

Shun: ¿Lo hemos... conseguido? - preguntó -

Shiryu: No... ¡Aún vive!

Una explosión fulgente cosmos flameante hizo desaparecer la capa de hielo, nuevamente haces de luz oscura se dispersaron por todo el templo destruyendo las paredes ilusorias, dejando ver un infinito espacio oscuro, la nada absoluta.

Titán: No me vencerás de esa forma, Cisne. Para congelar un alba, tendrás que alcanzar miles de 0 absolutos, debes bajar la temperatura a - 6000 C º , sólo así me convertirás en un cubito de hielo, je, je. 

Hyoga: ¿Qué? ¡Eso es... Imposible! ¿No es lo qué nos dijo Thánatos?

Titán: Reconozco que las albas no son tan inmunes al frío como las sagradas armaduras de los Doce Dioses del Olimpo, pero un humano como tú jamás podrá congelar las llamas del Sol.

Hyoga:  Exageras, te demostraré que mientes. ¡Ejecución de la Aurora!

Esta vez el ken de hielo fue rechazado de inmediato por Titán, que empezó a formar entre sus manos una gigantesca esfera negra, en cuyo núcleo se detectaba una gran concentración de energía.

Seiya: ¿¡Qué es eso!? -  gritó atemorizado, pues todas las paredes del templo estaban agrietadas, dando paso el espacio infinito -

Shun: No lo sé, pero debemos impedir que lo lance contra nosotros.

Hyoga: ¡Su poder es incomparable! ¡Domina el tiempo y el espacio! ¡No hay límites para él!

Touma: ¡Orestes! No sé tu pero estoy harto de quedarme aquí parado. ¡Ahora tú, caballero astral! ¡Sufrirás el poder de Íkaro! ¡Relámpago Divino!

Orestes: Bah, te haces el héroe. Je, está bien chico, te imitaré. ¡Mil Resplandores!

Cientos de haces de luz se juntaron con el ken eléctrico de Touma, al mismo tiempo que Titán se disponía a lanzar su demoledor ken cósmico, toda la realidad parecía distorsionarse .

Titán: ¡Bomba Gravitatoria!

Por momentos Orestes y Touma parecían cobrar ventaja, pero la fuerza de Titán era tal, que dos caballeros no eran suficientes para contrarrestarla.

Seiya: ¡No podemos quedarnos aquí quietos! ¡Ayudemos a Touma y a Orestes! ¡Por los Meteoros de Pegaso! - dijo poniéndose del lado de los valientes caballeros -

Hyoga: ¡Seiya tiene razón! ¡Por la Ejecución de la Aurora!

Shiryu: ¡Cien Dragones de Rozan!

Shun: ¡Tormenta Nebular!

Los kens de los santos se unieron a la divina coalición de técnicas que empezó a hacer retroceder la Bomba Gravitacional del caballero Titán, todos hacían su mejor esfuerzo pero sabían bien que sólo alcanzando el nivel al que llegaron en los Campos Elíseos podrían derrotar a tal monstruo.

Todo aquel universo de bolsillo parecía tambalearse ante el choque de fuerzas que se producían en ese momento, Un chorro de energía luminosa de dorado brillo trataba de empujar la bomba oscura contra el temible Titán, hasta que al fin, la esfera estalló.

Por un solo segundo, tan rápido que fue imperceptible para todos los allí presentes, todas las dimensiones abrieron sus portales en aquel universo de bolsillo que Cronos creó en la Era Mitológica, cientos de realidades cubrieron el espacio infinito, llevándose a Seiya, Shun y Shiryu, dejando a Hyoga y a un demolido Titán solos, dentro de la esfera Saturno.

Pronto Hyoga pudo ver la alba del caballero astral, estaba totalmente destruida, dejando ver su rostro achatado, de pelo corto y grisáceo, lleno de pelusilla y una nariz aguileña , pero además su furia era al fin reflejada, a gran velocidad el caballero astral buceó por el espacio para darle una patada a Hyoga seguida por una serie de puñetazos y otra patada alta que lo elevó hacia arriba, donde fue alcanzado por miles de medias lunas oscuras, su armadura estaba prácticamente destruida.

Titán: ¡Pagarás lo que has hecho con mi templo y mi armadura, caballero de pacotilla! - gritó lanzándose a por el Cisne - ¡Infierno Estelar! - millones de pequeñas estelas de brillo plateado persiguieron a Hyoga quien tuvo que hacer uso de todas sus fuerzas para esquivarlos -

Hyoga: “Maldita sea, ahora ni mis amigos, ni Orestes, ni Touma están. ¿Qué habrá pasado con ellos?” - pensó desesperado -

Titán: Ese es el precio que hay que pagar por hacer explotar la Bomba Gravitatoria, vuestros ataques sólo consiguieron distorsionar los portales dimensionales, y ahora tus amigos vagarán eternamente entre las barreras que protegen los mundos alternos, hasta que sean convertidos en polvo espacial.

Hyoga: ¡Mientes! ¡Aún están vivos! - gritó convencido y con rabia, encendiendo su cosmos - ¡Elevaré mi cosmos más allá del 0 absoluto y te destruiré!

Titán: Ja, ja, ja. Aunque no creo para nada que tengas el poder suficiente para congelar mi armadura, sé bien que vuestra voluntad lo ha podido todo en sus batallas anteriores. ¡No dejaré que lo intentes! ¡Bomba Gravitatoria!

Con fuerza imparable el caballero de Saturno lanzó de nuevo su ken cósmico, que rozó al Cisne, y pese a que el santo lo evadió, la bola oscura hizo que una fuerza invisible lo arrastrara al fondo de aquel espacio infinito, pronto Titán se lanzó a por él pero Hyoga lo pudo agarrarlo y hacerle una llave de judo que pese a no tener mucho efecto lo alejó.

El furioso caballero astral lanzó bombas gravitatorias una y otra vez, aunque se veía que estaba cansado por la lentitud de sus golpes, estaba claro que su tamaño y sus músculos lo cansaban más de lo normal, y mientras Hyoga esquivaba las cadenas de kens, sentía que todo aquel espacio  estaba en armonía con su cosmos, como si solo en aquel lugar pudiera explotar su cosmos hasta el infinito.

El tiempo pareció relentizarse sólo por aquel momento, el santo del Cisne explotó su cosmos, llenando el oscuro universo que los rodeaba, por unos segundos la armadura de bronce se volvió divina al igual que su luminosa aura.

Hyoga: ¡Tormenta Polar! - gritó mientras lanzaba un impresionante ken en forma de cañón de hielo que chocó de inmediato contra el caballero de Saturno, congelándolo poco a poco -

Titán: ¡NOOOOOOOOOOOO! ¡Tú te irás conmigo maldito! ¡Distorsión de Realidades!

El poderoso ken de Titán se traba de una gran distorsión en el espacio, todo aquel universo alternativo empezó a derrumbarse entres supernovas y agujeros negros, sin embargo la figura congelada del caballero de Saturno no parecía destruirse, siendo tragada por uno de los portales abiertos, Hyoga ceró los ojos, rezando en voz baja por su alma.


                                      Dimensión Desconocida


Los generales marinos se despertaron bastante adoloridos, y lo que observaron les heló la sangre y oscureció sus espíritus, Poseidón y Tetis ya se habían despertado antes que ellos y aún no salían de la impresión.

Tetis: Esto es...

Krishna: Yomutsu. - murmuró terminando la frase que Tetis traba de decir -

Julián: ¿Acaso eso quiere decir que hemos muerto?

Kayssa: ¿Qué? ¡No puede ser! ¿¡Ora ves en el Hades!? - gritaba con desesperación -
Isaac:¡Cállate Kayssa! Tu actitud no es propia de un general marino. - regañó con seriedad -
Baian: Pero... Estamos en el Hades, hemos muerto... ¡Fracasamos!

Julián: ¡Callad! Estoy seguro de que ese ataque no nos mató, esto debe ser una ilusión.
Kanon: Para ser una ilusión es bastante real, sólo el caballero de Virgo podría hacer algo así. - aseguró -
Sorrento: Creo que tendremos más cosas de que preocuparnos a parte de nuestra estancia en el Yomutsu.
Los muertos que normalmente atravesaban el Yomutsu con toda calma se volvieron violentos, sus ojos se inyectaron en sangre y sus débiles cuerpos fueron cambiados por musculosos troncos y extremidades parecidas a las de las bestias, el último cambio que tuvieron fueron un par de alas de murciélago que les permitió asaltar a los marinos como si fuera una manada de abejas asesinas.
Krishna: No se preocupen compañeros... ¡Yo acabaré con esos monstruos!
Eo: ¡Yo te ayudo!
Kayssa: ¡Y yo!
Más generales quisieron unirse a la causa pero Poseidón los detuvo, sabedor de que sus guerreros querían demostrar su valía, sin embargo la enorme cantidad de demonios le hacía dudar si sería suficiente.
Eo sacó al oso, una de las bestias de Escila para pelear en aquella cruenta batalla, siendo respaldado por Kayssa cuya “Salamandra Satánica” parecía efectiva, aunque tenían que saltar para alcanzar a los halados seres.
Un demonio trató de asestarle a Eo en la espalda mientras el general mantenía a raya a tres fieras, por suerte la lanza de Krisaor pudo despedazar de inmediato a la traidora y cobarde criatura, el resto de la “colmena” de demonios caía ante la sagrada arma como el trigo ante la guadaña, prácticamente Eo y Kayssa sólo eran un apoyo, hasta que el general de Escila pudo devolverle el favor a Krishna golpeando con su “Aguijón de la Abeja Reina” a dos demonios que trataron de atacarle.
Kayssa se sentía desesperado, seis demonios lo asediaban, golpeando con rabia su resistente escama que representaba al demonio de Leumnades, una de las criaturas lo agarraba de las hombreras para que no pudiera moverse, sin embargo una siniestra sonrisa se formó en el rostro del marino camaleónico. 
Kayssa: Patéticas criaturas del Submundo, ahora conoceréis el verdadero poder de los demonios. ¡Infierno Marino! -  como si de mil garras demoníacas se tratara, cientos de haces de luz dorada salieron del cuerpo de Kayssa atravesando a la mayoría de los demonios -
Eo: Ya es hora de que acabemos con esta mugre. ¡Tornado Violento! - el ken  despedazó literalmente a los demonios, convirtiéndoles en ceniza -
Krishna: ¡Lanza Sagrada de Krisaor! - gritó lanzando su lanza a tal velocidad que parecían miles de lanzas las que golpeaban a los demonios -
Y así los tres generales cayeron al suelo, exhaustos y a la vez triunfantes, Julián y el resto de sus hombres se acercaron a los valientes generales del Mar.
Julián: Mis felicitaciones, estoy muy orgulloso de ustedes, generales marinos.
Desde luego el agradecimiento de su Señor les levantó el ánimo a los tres marinos, pero pronto toda esa alegría se convirtió en temor al ver como el dios Sol los encaraba desde lejos, con su divina vestimenta y sus cabellos rojos como el fuego, los miraba con total frialdad.
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Notas del Autor:
Como siempre les traigo un nuevo capítulo lleno de acción y aventura, espero que esta versión de la Saga de Zeus les parezca buena o/y original (ya que hay muchos fics de esta esperada Saga del Cielo), no olviden que esta es solo es la primera saga de este fic, osea, sólo es 1/6 parte de Juicio Divino. En el próximo capítulo. “La Espada que Imparte Justicia”, estará lleno de intrigas y triviaás se desvele el misterio de porque hay santos de Atenea de esta época y la de Dohko trabajando para Apolo. ¡Ah! Y ojalá que este capítulo (algo raro), les haya parecido bueno o al menos aceptable. Ya saben, dudas, comentarios o quejas a: lordomega345wanadoo.es  o rexomega314345_saga89345yahoo.com   
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Editado por Jeczman, 17 abril 2007 - 12:03 .

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#36 Masterfenix

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Publicado 22 marzo 2006 - 21:06

Bueno primero que nada disculparme por no poner comentarios cuando vengo, pero esperava leer todo antes de hacerlo, por desgracia soy leto hacindolo, y no me queda tanto tiempo como quisiera,

tu historia me ha gustado mucho, y me agrada la forama en que la espresas, por lo demas Original definitivamnte lo es ( jamas vi que alguin le suviera tanto el nivel ha el Oso aprte de su situria con argeti ), ademas veo que tu fan  Thong_Hu hayuda mucho para los detalles con su comentarios, tratare de hacer lo mismo cuando pueda, pero ten seguro que la histira la seguire nos vemos


#37 Squall Leonart

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Publicado 29 marzo 2006 - 17:33

Hola rexomega. Como prometi me he metido a leer algo, no he podido leer mucho porque no he tenido hoy tiempo, pero por lo poco que lei esta muy bien. Veo que hay algunas faltas de ortografia, bien por que se te fue el dedo o no te diste cuenta, jejejeje. Cuando empece a leerlo no entendia muy bien, pero despues entendi que era una ilusion.

Bueno, sin mas comentarios, cuando pueda seguire leyendo y te digo.

Saludos.

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No hay triunfo sin renuncia. No hay victoria sin sufrimiento. No hay libertad sin sacrificio
Saga de Zeus 1ª Parte: Titan´s Chapter, con mas de 4000 visitas.


#38 Thong_Hu

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Publicado 30 marzo 2006 - 08:30

QUOTE (Rexomega @ 17 de Mar 2006, 09:33 am)
Con este co mpleto el chapter 7, a Thong Hu, he investigado y me han dicho q para congelar una kamei de Dioses se requieren bajar hasta -540000 Cº, quisiera saber si es cierto esto o es solo un rumor más.

Por lo que he leido sobre el universo SS, esa información no es verdadera, a no ser que aparezca en el Tazizen.

La única info que conozco sobre los Mantos Sagrados de Bronce, Plata y Oro es lo que dice Camus y  luego lo que dice Thanatos-Hypnos sobre los Kameis de los Protagonistas.

salu2


#39 Rexomega

Rexomega

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Publicado 02 abril 2006 - 12:19

Gracias Thong, de todos modos esa info me será muy útil, de paso les dejó una nueva entrega, no es tan larga como las anteriores pq np hayo inspiración (mañana la consigo pq al fin veré el tenkai XD) y no quiero dejarlos sedientos mucho tiempo, allá va, espero y les guste:

                                                                 Capítulo 8


                                               “La Espada que Imparte Justicia”


                                 El Fuego de la Casa de Tauro está casi extinto
                                Quedan 10:30 horas para la muerte de Atenea
                                           Cima de los Riscos de la Locura
                                                   
La explosión de la Esfera Saturno fue tremenda, todo el espacio se vio distorsionado por semejante poder, lo único que quedó de aquel universo de bolsillo fue una gigantesca grieta dimensional que mostraba un profundo vacío y que cubría toda la “entrada” a la cima.
Los caballeros del Dragón y de Pegaso eran los únicos que se habían quedado en aquel lugar, ambos estaban muy preocupado por si Hyoga habría sobrevivido a la pelea, lo que sí sabían era que no podían volver por donde llegaron, tendrían que seguir adelante.
Tras atravesar media superficie, cubierta por una espesa “niebla” o lo que fuera, los santos vieron a Orestes junto a unas largas escaleras, como si fuera la entrada a un Templo.
Orestes: De modo que ustedes también están aquí.
Shiryu: ¿A qué te refieres?
Orestes. Íkaro,  Andrómeda y Cisne no están aquí, tampoco siento sus cosmos.
Seiya: ¿Insinúas que... ¿ - preguntó inquisidor frunciendo el ceño -
Orestes. No insinúo nada, sólo sé que el único camino que nos queda son estas escaleras, y no creo que los demás ya las hayan cruzado.
Seiya: Nunca se ha de perder la esperanza, debemos subir estas escaleras, da igual a que recóndito lugar nos lleven.
Shiryu: ¿Acaso no sabes que hay más allá?
Seiya: No Shiryu. Marin sólo me contaba leyendas, propias de cada lugar del Santuario, recuerdo que me decía que en la cima de los Riscos de la Locura se hallaba la “Justicia de la Diosa” . ¿Te habló tu maestro de eso?
Shiryu: No. Aunque esas palabras me hacen recordar una vieja historia que me contó hace años, cuando apenas empezaba a entrenarme. Pero no creo que tenga que ver...
Orestes: Dejen de parlotear y suban, no tenemos todo el día. - gruñó subiendo la escaleras -
Los santos asintieron y se dispusieron a seguir al Corona, cada paso que daban les hacía sentir una misteriosa fuerza que oprimía sus espíritus, pero aún así el trío de guerreros no iba a retroceder, sino que elevaban sus cosmos hasta el infinito, subiendo la pendiente a la velocidad de la luz, al fin, se encontraron en una plataforma.
Los ojos de los caballeros se abrieron de par en par, ante ellos, más allá de la plataforma circular en la que se encontraban, se alzaba un majestuoso palacio, muy parecido al Gran Salón, de aquella majestuosa edificación surgía un cosmos inmenso, divino.
- Veo que os ha impresionado el Palacio del Gran Patriarca. - dijo una voz aguda, que hizo estremecer el alma de los guerreros -
Seiya: ¿Quién eres? ¿Acaso te escondes de nosotros?
- ¿Esconderme? ¿No será acaso que vuestra arrogancia os ha vuelto ciegos?
Shiryu: “¿Quién será? Es mucho más poderoso que Absalom de Tauro, pero no tanto como el que aguarda en ese palacio, debo encontrarle, sólo he de concentrarme y... ” - pensaba -
Los pensamientos del Dragón fueron cortados por un ken en forma de aguja escarlata que a una velocidad superior a la luz atravesó su armadura como el papel, Shiryu cayó de rodillas, teniendo que usar las manos para no estamparse contra el suelo, instintivamente posó su mano sobre la herida, respirando agitadamente.
Pero lo peor no era ese ataque, tanto Orestes como Seiya habían sido golpeados por el ken y estaban en la misma posición que Shiryu, detrás de ellos una silueta atravesó la niebla hasta dejarse ver, se trataba de una mujer caballero, cubierta por una máscara de oro al igual que su coraza: la armadura de Escorpio, su larga cabellera amarilla y espesa la hacían parecer inocente pero aquella imagen se contradecía con sus diez uñas tan largas que podrían ser cuchillas. Mientras se recuperaban del impacto los caballeros pudieron ver que la guerrera aún los apuntaba con tres de sus garras.
Seiya: Llevas la armadura de Milo, eso quiere decir que eres la antigua caballero  de oro de Escorpio, que luchó junto al Maestro de los Cinco Picos y el Patriarca luchó en la Antigua Guerra. - reflexionó adoptando su postura de pela -
- Así es Pegaso, soy una amazona de oro, la Antigua Caballero de Escorpio que ha venido a castigar a aquellos que condenaron a la Humanidad.
Shiryu. Estás equivocada, nosotros siempre luchamos por lo que es justo, son los dioses los que actúan de mala manera para con este bello mundo  y nuestro deber es protegerlo de cualquier mal. - corrigió con sabias palabras -
- No tratéis de engañarme, no son más que unas santos corrompidos por su propio poder, y que ahora quieren derrocar a los dioses.
Orestes: Siempre lo mismo. ¿Acaso todos los caballeros que luchan en el nombre de Apolo tienen los mismos ideales? ¡Deja de parlotear y lucha!
.- Insensato. ¡Fulgor Escarlata!
De la palma abierta orientada hacia delante surgió un meteoro de fugo cósmico que derribó a Orestes, el santos de Pegaso trató de vengar a su compañero pero la velocidad de la mujer le hizo tomar ventaja y poder clavarle tres “Aguja Escarlata” que lo debilitaron lo suficiente como para que la amazona pudiera hacerle una llave y chocarlo contra su compañero Shiryu.
- No sigan levantándose, no vale la pena, jamás me venceréis. - aseguró la mujer  caballero -
Shiryu: No asegures la muerte de tus enemigos antes de tiempo, te podrá pesar. ¡Por los Meteoros de Pegaso!
Orestes: ¡A ver si esquivas esto! ¡Mil Resplandores!
Shiryu: ¡Cien Dragones del Monte Rozan!
De forma increíble la guerrera esquivó todos los Kens, una patada certera en el pecho bastó para noquear a Seiya, luego lanzó diez “Agujas Escarlata” que derribaron a Orestes y Shiryu quienes recibieron un fuerte combo de puñetazos y patadas que los dejó destrozados.
De pronto el puño ascendente de Shiryu se hizo notar y golpeó con fuerza la armadura de oro, resquebrajándola, sin perder tiempo Orestes descargó el “Puño de Luz” y ambos golpes pudieron empujar lejos a la amazona de Escorpio.
Aprovechando el tiempo en que la guerrera se recuperaba, los dos caballeros ayudaron a Seiya a levantarse, pese a los constantes ataques, el Pegaso seguía estando en forma así que hizo ademán de querer atacar a la guerrera, pero Orestes lo detuvo.
Seiya: ¿Qué haces? ¡Quiero enfrentarla! ¡Si no nos damos prisa Atenea podría... ¡
Orestes. Es en Atenea en la que no piensas Pegaso, recuerda que tenemos apenas doce horas y no podemos tardarnos tanto tiempo en un solo combate. Me basto yo solo para enfrentar a esta arpía.
El santo de bronce comprendió lo que decía el Corona y, tras desearle suerte ante su propio desconcierto, entró en el palacio, seguido de Shiryu, Orestes encaró a la amazona dorada quien lo observaba a través de la fría mirada de su mascara.
- ¿En serio piensas que tú sólo vencerás a una de las mujeres caballero, más poderosas que han existido? La arrogancia de los hombres me sorprende cada día más.
Orestes: Je, que seas una amazona dorada no me impresiona. Yo soy un caballero de la Corona del Sol, al servicio del Gran Febo Abel, y mi Ropaje ha sido bendecido por su sagrado cosmos.
- Ja, ja, ja. Nuestras armaduras también han sido bendecidas por el poder del Sol. - dijo en voz alta para luego pasar a murmullos - antaño, mis compañeros dorados y algunos santos muertos de esta era hubiéramos hecho cualquier cosa por Atenea, por aquella diosa que juraba luchar por lo que es justo, pero el hecho de que proteja a guerreros que levantan la mano contra sus creadores y se alían con dioses malignos como Abel, nos ha hecho ver lo equivocados que estábamos con respecto a esa deidad.
Orestes: Que sepas que vuestros discursitos no me impresionan. - afirmó sonriente viendo como la mujer emitía gruñidos de ira a través de su máscara dorada - Son simples excusas para tapar tu traición a la diosa a la que alguna vez serviste.
- Maldito, tú no sabes nada de lo que sufre un caballero cuando después de tantas batallas es olvidado con el paso del tiempo.
Orestes: No me interesa saberlo, no lucho por ser reconocido en el futuro sino por el bien del dios al que sirvo, ese es el destino de un caballero, da igual si su Señor se enfrenta a los todopoderosos dioses del Olimpo, o a los guerreros de Asgard, todo guerrero ha de servirle por encima de las circunstancias. ¿Cual es el nombre de la mujer que hoy mataré en el nombre del Gran febo Abel?
- Je, je, je. No tengo nombre, no lo necesito, el nombre sólo indica tu pasado, un pasado débil, desde que porto esta armadura mis víctimas sólo se sirven de un nombre como último aliento, Escorpio.
Orestes: Lo que tú digas, pero temo que el único nombre que oirás será el mío.
Ambos combatientes chocaron en un destello, el Corona elevó su cosmos lanzando golpes de luz que la amazona esquivaba con relativa facilidad mientras trataba de contraatacar con sus garras escarlata,  pero ninguno llegaba a golpear a su oponente, Orestes lanzó su “Resplandor de Luz” que pese a chocar de lleno contra la armadura, que aún mostraba dos agujeros correspondientes a anteriores embistes. El ken no hizo efecto y la mujer caballero tuvo tiempo para lanzar su “Fulgor Escarlata” que mandó a volar a Orestes, quien en su caída de nuevo al suelo recibió cuatro “Agujas Escarlata” que lo dejaron destrozado.
El Corona no podía moverse, resentía las patadas de la amazona aguantando el dolor, debía olvidarse de todo lo físico y concentrarse en su universo interior, debía elevar su cosmos más allá del 7º Sentido si quería vencer a aquella asesina, pero las 10 Agujas Escarlata lo habían inmovilizado.
Escorpio: ¡Ahora irás al Hades teniendo como mayor vergüenza haber sido derrotado por una mujer! - exclamó mientras saltaba a los cielos - ¡Siente el Aguijón del Escorpión! - un ken en forma de aguja fue lanzado desde su dedo más largo, chocando justo contra el Corona, y provocando una fuerte explosión que agrietó la plataforma, dividiéndola en cuatro partes iguales -
Escorpio:¿Qué haces? Vamos sal, sé que mi ken no ha podido acabar con tu maldita presencia Corona.- dijo nada más pisar el suelo, observando como Orestes trataba de levantarse entre el humo que ya se estaba disipando - Sabía que aún no te habías rendido, eres demasiado testarudo y soberbio como para admitir tu inferioridad. ¡Aguja Escarlata!
Cuatro agujas de brillo rojizo atravesaron en un destello el peto de la armadura de Orestes. Pero el Corona se mantenía firme, la mujer, furiosa, se abalanzó en línea recta contra él, atravesando su cuerpo con su letal brazo, sin embargo Orestes aprovechó la situación para contraatacar con su “Puño de Luz” , y así empezaron a golpearse mutuamente.
                                                                                                                                       Una vez separados, ambos estaban demolidos, Orestes encendió su cosmos y la herida empezó a cerrarse a la par que su aura aumentaba su intensidad, la amazona de Escorpio adoptó la posición de Antares mientras el Corona preparaba de nueva cuenta su “Puño de Luz”.
Escorpio.14 Agujas Escarlata han atravesado tu cuerpo, Corona, tus cinco sentidos han sido anulados y tu cuerpo ya no podrá resistir este ritmo. Ahora sufrirás la técnica más letal jamás inventada, un ken piadoso que evitará que sigas sufriendo. ¡Antares, la quinceava aguja!
En lugar de escapar, Orestes embistió a Escorpio, no se podía observar bien si el “Antares” había dado de lleno en el cuerpo del valeroso caballero, aún así éste no paró su avance y golpeó con fuerza a la guerrera de oro, el “Puño de Luz” destrozó el peto de su armadura al tiempo que su máscara se resquebrajaba en mil pedazos ante el destructor cosmos del Corona, un hermoso rostro de frágil mujer era maquillado por un baño de sangre que emanaba de sus carnosos labios, finalmente Orestes lanzó su ken “Resplandor de Luz”, el cual atravesó por completo a la joven, que ni siquiera pudo decir sus últimas palabras.
Orestes: “Perro ladrador, poco mordedor” - citó con frialdad - Eras demasiado débil como para vivir en este mundo.
Tras decir aquellas palabras, el arrogante Corona dio la espalda a su moribunda contrincante, cuyo orgullo y dignidad le permitió lanzar una última aguja que atravesó limpiamente el pecho del caballero, que no se había dado cuenta y seguía su paso al majestuoso templo. 


                              Frente al Palacio del Dios del Viento        


Más allá del Coliseo, se hallaba un majestuoso palacio flotante que tapaba toda imagen del paisaje más allá de él, era tan impresionante aquella edificación, que de ningún modo pudo haber sido construida por un mortal, el resto del interior del Santuario del Sol y la Luna que no era cubierto por aquel castillo, era rodeado por una fuerte corriente de viento circular.

Estaba claro que semejante lugar debía estar fuertemente protegido, un ejército de centauros resguardaba todo el frente del palacio, estaban tan firmes que pareciera que ni todo el poder del viento los movería de su puesto.

Pero algo distorsionó tal tranquilidad, a través de los desiertos parajes que cubrían el castillo, un confundido Touma hacía acto de pre3sencia, de entre los guerreros del  Sol surgió un centauro no muy alto, pero tan grueso como un armario, su cabello era corto y negro, recogido en una pequeña trenza.

- ¿Quién eres tú que osas atravesar este sagrado lugar? - preguntó el centauro, haciendo ademán de que ningún compañero se metiera, aunque todos ya habían rodeado en un gran círculo a ambos guerreros, el ángel no parecía asustarse -

Touma: Mi nombre no te le interesa a un “carne de cañón” como tú. - respondió con seriedad mientras encendía su cosmos -

- ¿Cómo te atreves a dirigirte a mí de esa forma? ¿¡A mí que soy Wang, III cardenal del Ejército Sanctorum? - preguntaba con rabia asesina mientras un aura rojiza empezaba a rodearle, símbolo de su furia incalculable -

Como una bestia salvaje, el centauro se lanzó a por el ángel, pero este simplemente lo esperó y esquivó su embiste justo en el momento oportuno, Wang no podía hacer nada y Touma pudo darle un codazo en pleno estómago que destrozó su armadura a hizo que el cardenal escupiera sangre junto a varios dientes, tras el golpe el guerrero no paró su marcha y Touma lanzó sus lanzas contra él, el ken lo atravesó por completo pero el tipo seguía en pie.

Pese a estar lleno de heridas por todo el cuerpo de ellas no brotaba sangre gracias al poder de su temible cosmos, aunque para Touma no era nada, Wang trató de asestarle un puñetazo a el ángel pero éste lo curio con la palma desnuda y lo estampo contra el suelo mediante una llave para luego alejarse con una brillante voltereta.

Nuevamente, el centauro se levantó, y volvió a tratar de golpear a Touma con sus puños, cientos de golpes a velocidad supersónica que Ícaro paraba como si fueran tortugas, en un momento dado observó que Wang había dejado bajas sus defensas y, a una velocidad que asombraría incluso a los caballeros de oro, atravesó su costado con un “Puño Libertador”, coronando la derrota de Wang con un fuerte ataque de kárate en el cuello.

Los centauros, ante la derrota de su líder, se lanzaron a la vez contra Touma quien desplegó su cosmos para apartarlos, los más cercanos cayeron derribados, el ángel lanzo su lanzas contra un grupo de guerreros al tiempo que pateaba en el aire las cabezas de todo aquel que intentara acercársele, el polvo que cubría la superficie del lugar se había levantado cegando a todos, por lo que en varias ocasiones los centauros se mataban los unos a los otros, mientras que el ángel se privaba de la vista para poder hallar las cosmo-energías de sus contrincantes y... “apagarlas”. 

Ante el peligro de que un fornido centauro de color lo destrozara, Touma decidió lanzar su más poderoso ken contra el mastodonte, la “Gran Altura” le hizo volar por el cielo para luego caer contra la superficie, muerto.

Gracias a el “Relámpago Divino”, el ángel mantenía a ralla a todos los centauros, pero eran tantos que ya empezaba a cansarse, decidió no gastar tantas energías y se dispuso a luchar cuerpo a cuerpo, sus puños destrozaban a los centauros a gran velocidad, todo aquel paraje era un verdadero cementerio en el que cualquier enterrador se volvería rico.

Eran tantas las bajas que el resto de los centauros decidió alejarse por precaución, Touma y tenía un aspecto deplorable, sucio a causa del polvo y la tierra levantada y con varis heridas leves por todo el cuerpo, pero la determinación de su mirar no había mermado en l más mínimo.

De repente los centauros volvieron a dejar espacio, del palacio surgió un ser, enfundado en una gloriosa armadura divina, de un brillo plateado que cegaba a los allí presente, su piel era negra y contrastaba con su coraza, era calvo y su aura emanaba un aire de seguridad terrorífico.

- ¿Qué está ocurriendo aquí? - preguntó con seriedad elevando su dorado cosmos, esta vez Touma si parecía preocupado -

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#40 JoseLeo

JoseLeo

    El Santo de Oro protegido por el Sol

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Publicado 19 julio 2006 - 13:32

Muy bueno




Pero la continuacion  angry-fire.gif  angry-fire.gif  angry-fire.gif  angry-fire.gif
para cuando?

Capitulo 21: La Traición - Final de Temporada -




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