Resumen del anterior cap.
¨Zoe y Ajax, los ¨hermanos¨ de Athena, entrenan en el coliseo con el fin de convertirse en santos que protegerán la humanidad. Durante esos entrenamientos Ajax casi mata a un santo de plata con un poder que ni el conoce, mientras que Lykos de Leo amenaza con asesinarlos si no revelan sus intenciones. Al final Gallard de Capricornio interviene y todo se calma, al día siguiente......¨
Cap 6. Aquel con un poder sin igual.
El sonido de la fuerte lluvia seguido de un fuerte rayo, hizo que Zoe abriera los ojos, había pasado un día, y las preguntas en la mente de la muchacha se llenaban ¿que fue lo que sucedió?, ¿por que Ajax ataco de esa manera?, ¿En verdad piensan que somos enemigos?, se preguntaba Zoe, recostada en la cama de su habitación, en alguna de las casas dentro de Rodorio.
Llena de vendas, tanto que parecia mas bien una momia la joven salio de su habitacion, encontrandose con Ajax sentado en el suelo frente, a la entrada de la pequeña casa. El joven tenia algo en su mano, algo que llamo la atencion de su hermana, quien se hacerco hasta el.
Observando el tiempo gris, esta se sentó a su lado en el pórtico preguntándole.
— ¿Recuerdas lo que sucedió en ese momento? —.
El joven suspiro, a la par que intentaba recordar que era lo que le paso en ese momento.
— Solo recuerdo una inmensa obscuridad, era como si me tragara... como si algo quisiera arrastrarme a ella. — le respondió con la cabeza baja.
Esas palabras la confundieron, ya que nunca había visto a su hermano tan deprimido, luego de eso se incorporo de un salto, diciendo.
— No te preocupes una vez que tengamos nuestras Armaduras, alejaremos a todo mal que se acerque —.
Eso parecio animar un poco a su hermano, mientras Zoe ingresaba de nuevo a la casa para cambiarse y volver a los entrenamientos.
El muchacho se quedo solo nuevamente, manoseando un pequeño medallon obscuro.
— Siempre tuyo — murmuro, a la par que otro rayo caía producto de la tormenta.
En el Templo de Leo, el Patriarca junto a Athena, Lykos, Cannes y Gallard de Capricornio, discutían los hechos que habían acontecido casi un día antes.
La Diosa miraba con cierto desden, a Lykos por sus actos, mientras que este arrodillado frente a la Deidad, se lamentaba por lo ocurrido.
— Le ruego me disculpe Diosa Athena, me deje llevar por la impresion generada por el cosmos de Ajax —.
El patriarca continuo entonces.
— Lykos es joven, y como dice yo también estoy impresionado por lo ocurrido, nunca nadie había alcanzado tal poder en tan poco tiempo de entrenamiento, le ruego y lo disculpe —.
Todo esto decía el Pontífice mientras la Diosa desviaba la mirada hacia el horizonte.
— Deberías de disculparte con ellos — dijo suavemente la joven Deidad suspirando.
— Hay cosas que yo también no comprendo, y también aun no me acostumbro mucho a que me llamen por el nombre de Athena, ni siquiera he demostrado que soy una Diosa —. añadió.
Y ante esas palabras Gallard fruncio el ceño, como diciendo acaso no lo recuerda, mientras ella continuaba.
— Si me me enfado contigo Lykos, es por el simple echo de que casi asesinas a mis hermanos —.
Esas palabras tranquilizaron al joven león, mientras que el Patriarca le pedía a Gallard que se retire junto con la Diosa, quedando solo este con Lykos, y Cannes.
La tormenta continuaba al igual que la charla entre los tres hombres.
— Dime Lykos, que fue lo que viste o sentiste en ese momento —, pregunto su ilustrisima.
Mientras el santo bajaba la cabeza respondia.
— Un aura enorme, casi tan grande como el de Athena pero... — se detuvo.
A la par que Cannes, su hermano continuaba.
— Era un aura maligna — Afirmo este.
El pontífice se saco el casco, mientras observaba la entrada del templo.
— Kauss también me comento..., que Athena sintió un fuerte dolor en el pecho, cuando ocurrió todo esto — indico este acomodándose el cabello.
— Seria muy apresurado de nuestra parte, sacar conclusiones — comento Cannes, mientras levantaba una roca del suelo.
— Lo mejor ahora es evitar luchas innecesarias — Añadió lanzando la piedra hacia un pilar roto.
Lykos bajo la mirada, y sin decir nada mas se retiro del lugar con dirección a Rodorio, en donde planeaba disculparse por lo ocurrido.
El dulce aroma de la lluvia acompañado del suave sonido de esta, tranquilizaba el corazón de Athena quien se encontraba, pasando el templo de Virgo junto a Gallard.
Esta se detuvo por un momento observando el lugar en donde había visto tan solo en una ocasión al Santo de esa constelación.
— ¿A donde fue? — pensaba la Diosa, mientras que Gallard observaba el templo casi con desdén.
— No debería de preocuparse por eso Señorita Athena — dijo la voz de Kauss, que parecía haber leído la mente de la Diosa.
Este bajaba de los templos superiores, y ahora vestia su cloth dorada la cual estaba adornada con un par de majestuosas alas en la espalda.
El hombre se hacerco hasta ella, y dio una pequeña reverencia, y tras eso, viendo tambien el templo vacio de la doncella dijo.
— Zavijah fue en busca de su destino... y es algo que siempre busco. — tras eso, Gallard se retiro sin mas dejando a los dos.
— Ga..— Intento decir la joven Diosa, pero el santo ya se había marchado.
Kauss se adelanto decir entonces.
— Mi Diosa, desde este momento, usted comenzara a comprender cuan grande es su responsabilidad, y no solo eso deberá entender las distintas personalidades de cada uno de sus soldados, en el caso de Gallard, ya debería saber que es un lobo solitario, y me atrevo a decir que desde que usted llego, se ha mostrado un poco mas sociable, tal vez se deba a su influencia, o por que fue usted quien lo salvo —.
Esas ultimas palabras, ¨usted lo salvo¨, confundieron aun mas a la Diosa, pues que ella recordase, esa noche en la que Gallard la protegió a ella y a sus hermanos, todo se nublo en el momento en el que esta se acerco al Santo.
Tal ves en ese momento hizo algún milagro, o algo por el estilo.., pero aun así por mas que lo intentaba no lo recordaba, y solo Gallard, y tal vez Altairf de Cancer vieron lo que hizo, pero el primero no mencionaba nada, y el segundo decía que no había visto nada raro.
Sea lo que sea que había ocurrido, sumándole a lo que paso con Ajax y el Santo de flecha, y la casi muerte de su hermana, la tenían un tanto alterada aunque disimulaba bien sus emociones.
— Deberia regresar a sus aposentos — Comento Kauss, pero Athena tenia otros planes, deseaba observar los entrenamientos de la tarde, deseaba ver a su hermano y esa misteriosa aura que poseia.
— En caso de que la tormenta amaine usted podrá presenciar los entrenamientos — le comento el Santo de Sagitario con delicadeza.
Ante esas palabras, ambos volvieron al templo de la Diosa, mientras que en la mente de esta, le venían los recuerdos de aquel extraño sueño, en donde ese ser con la espada de muerte, se erguía frente a ella con el sol eclipsado.
Ya para la tarde, el cielo seguía gris pero esta vez ya no caía ninguna gota y en el coliseo, Zoe y Ajax eran observados con cierto desagrado por parte de los otros aspirantes a caballeros, y aunque a el joven no le importaba mucho eso, la muchacha se sentía un tanto furiosa, pero a la vez triste por lo que había ocurrido.
— Hoy entrenaremos el cosmos, aunque tu no necesitas mucho de eso — Dijo la joven de forma cómica, mientras estiraba sus brazos.
Ajax por su parte se frotaba los ojos, pues parecían arderle, mientras su visión se volvía un tanto borrosa. — Si lo que digas — atino a responderle.
Dos soldados de gran físico se acercaron hasta ellos, indicando con la mirada que los acompañaran, haciendo caso estos le siguieron.
El resto de la jornada, fue un entrenamiento normal para todos, no hubo ningun altercado, Lykos entreno con Ajax, a quien no le quito el ojo de encima, y Zoe por su parte, entrenaba a la par con Cannes.
¨El tiempo vuela, y mas cuando haces algo productivo¨.
-Dos semanas después-.
Zoe dominaba a plena capacidad su cosmos, sorprendiendo una vez mas a algunos soldados y santos de bronce, mientras que Ajax había mermado sus capacidades, se había vuelto un poco mas tosco en sus movimientos, casi se atreverían a decir que tenia miedo de atacar.
Era de tarde, el sol estaba en su punto mas brillante antes de empezar a descender hacia el horizonte.
Era el dia crucial y definitivo para Zoe, quien se encontraba en el coliseo, ante la atenta mirada de muchos soldados y aspirantes a Santos.
Rabian adelantado el torneo por las armaduras, la razón principal: el gran progreso de todos los aspirantes.
Desde lo mas alto del predio el Patriarca se encontraba de pie, con la Cloth de Grulla a su derecha, y otra Cloth tapada con una sabana a su izquierda.
— ¡Por sus exelentes habilidades, llegaron hasta este punto! — exclamo el ponticife.
— Aqui se decide su destino, el ganador tendra la oportunidad de tomar la Armadura de Grulla, y pasar a formar oficialmente parte del ejercito de Athena — continuo, elevando su brazo derecho.
Y tras bajarlo dio inicio al combate por la cloth de plata con un soberano grito de — ¡COMIENCEN! —.
Frente a Zoe, se hallaba su oponente, una joven de tez clara y cabello ligeramente rubio casi blanco, sus ojos celestes y con una mirada determinante, la hacían un rival de temer.
Zoe Habia escuchado de ella, alumna del Santo de Escorpion, ¡Arkey la mas fuerte de los aspirantes a santos de plata!.
Sin pensarlo dos veces, la otra joven se lanzo hacia Zoe conectando un fuerte golpe con su puño derecho, que fue bloqueado por esta usando sus brazos, pero aun así fue lanzada hacia las gradas, y antes que el humo se disipara, tuvo que saltar hacia su derecha para esquivar una potente patada proveniente de Arkey quien se quedo atascada por los escombros, aunque se libero rápidamente.
— Es rápida — pensó Zoe.
Y casi sin dejarle respirar, la rubia concentro su cosmos en su puño izquierdo y corriendo en zig zag logro coonfundir a Zoe, quien recibio el puñetazo en el estomago, y seguido otro en el rostro, aunque este ultimo no la movio de su sitio.
Como si de un muñeco de box se tratase, Zoe le regreso el golpe con un potente derechazo en el rostro a Arkey, quien salio despedida hacia las gradas.
Entonces Zoe, sintió una fría corriente de aire en sus piernas, y al bajar la vista a estas, vio claramente los cristales de hielo moverse entre sus pies.
—¡Látigo de Aurora! —.
Grito Arkey desde el polvo que había levantado al caer entre las gradas.
A los pies de Zoe, los cristales se unieron formando una especie de látigo transparente, que ataron sus piernas, y seguidamente comenzaron a congelar la hasta la cintura.
Arkey salio de la polvadera, sosteniendo en sus manos el otro extremo del latigo, y con firmeza le dijo a su contrincante.
— Desiste, o me vere obligada a congelar todo tu cuerpo —.
Y después de eso, la rubia elevo su cosmos, cubriendo de hielo ya gran parte del cuerpo de Zoe, quien forcejeaba por liberarse de la técnica.
— No seré vencida otra vez — pensó esta molesta.
— Yo protegeré a mi hermana, y a mi hermano — murmuro elevando su cosmos.
— Es inútil, ya rinde te — exclamo Arkey, intentando congelar la totalmente.
Cuando, una fuerte ráfaga de aire cálido provino del cuerpo de Zoe. Todos los presentes se entusiasmaron al ver lo que ocurriría, inclusive algunos se sorprendían.
El hielo que cubría a la joven, estallo en pedazos ante la presión del cosmos de esta, quien a gran velocidad se lanzo hacia Arkey quien no pudo defenderse del tremendo puñetazo que recibió en el pecho.
— ¡No seré vencida nunca mas! — exclamo la joven de cabello castaño.
Tras el potente golpe, la rubia cayo inconsciente al suelo dejando como vencedora a Zoe, quien aunque estaba exhausta, sonreía igualmente.
— ¡Zoe es la vencedora! — exclamo el Pontífice, a la par que muchos aspirantes y soldados, incluido Ajax quien se mostraba feliz por la victoria de su hermana.
Y un poco mas alejado del coliseo, viendo el combate se encontraba Athena, acompañada de sus dos guardias, Anót de Géminis y Kauss de Sagitario, quienes sin portar su armadura se encontraba el primero con sus brazos cruzados y apoyado por un pilar, sonriendo ante lo ocurrido, y el otro de pie junto a su Diosa.
— Felicitaciones Zoe — Indico el Patriarca.
Mientras la muchacha se arrodillaba como reverencia.
— Eres la digna ganadora de la Cloth de Plata de Grulla — añadió el Patriarca y seguidamente continuo, — llámala con tu cosmos.
Zoe asintió con entusiasmo y felicidad, a la par que elevaba su cosmos extendiendo su mano derecha hacia la Pandora Box de Grulla, que brillo por unos instantes, pero luego se apago literalmente, y no sucedió nada.
Su euforia desaparecio despues de esto, pero aun asi volvio a extender su mano y elevo su cosmos, pero nuevamente no pasaba nada. El Pontifice sonrio levemente ante eso y le dijo
— Enfurece te —.
Y como si se tratase de un barril de polvora, esta estallo en ira elevando su cosmos llamando a la cloth de Grulla, pero neuvamente nada pasaba.
Habían pasado cinco minutos, y Zoe aun no lograba llamar a la cloth de Grulla, cayendo de rodillas frente a esta.
— ¿Por que demonios pasa esto? — se pregunto, maldiciendo su suerte.
Pero en ese instante, la caja de pandora de la otra armadura, que se encontraba a la izquierda del Patriarca brillo, y salio de su caja sorprendiendo a todos, menos al Pontífice quien sonreía de gracia.
Una cloth que no esperaba cubre a Zoe, el brillo que esta desprende con la armadura puesta sorprende a todos.
Continuara.
Editado por Dbicho, 27 noviembre 2017 - 13:57 .