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[Patriarca 8]

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Editado por T-800, 05 enero 2019 - 21:06 .

[Patriarca 8]

 

 

Editado por T-800, 05 enero 2019 - 21:06 .

[Seph_girl]

FANFIC:

EL LEGADO DE ATENA

 

CROSSOVER DE:

SAINT SEIYA & SHAMAN KING

 

 

Capítulo 61. (FRAGMENTOS)

Auxilio celestial.

 

Egipto.

 

Tanto Assiut de Horus como el espíritu de Kenai de Cáncer permanecieron inmóviles y a la expectativa, mostrando una extraña solemnidad sólo hasta que se convencieran de que en verdad Sennefer había sido destruido.

Fue el Shaman King quien caminó hacia el punto donde instantes antes el llamado Príncipe olvidado del desierto encontró su final. — Les garantizo que lo han borrado de la faz la Tierra. Ya pueden relajarse —les pidió con una sonrisa amistosa.

Kenai fingió un suspiro de alivio, mientras que Assiut lo miró con hostilidad—. ¿Cómo puede decir eso? El peligro aún no ha terminado. La muerte de Sennefer no cerró este portal infernal —bramó el Apóstol, mirando el inestable vórtice que poco a poco planeaba engullir el mundo.

— Sí, hay que arreglar eso —Asakura miró hacia el foso con tranquilidad.

— ¿Por qué hasta ahora? —Assiut no se pudo contener— ¡¿Dónde estaba el “gran” Shaman King cuando más lo necesitábamos?!

Yoh no respondió, en vez de eso caminó hacia donde el gigante y la pelirroja se encontraban para socorrerlos.

— Oye amigo, si lo piensas bien, apareció cuando en verdad más lo necesitábamos aquí — dijo el espíritu de Kenai.

— ¡No quieras disculparlo…! —el Apóstol le pidió— ¡Si hubiera llegado antes quizá  tú y Kaia no hubieran muerto!

— La muerte es parte de la vida, no puedes esperar a que los dioses intervengan en eso. Los seres humanos seríamos más felices si dejáramos de intentar comprender los designios que ellos tienen para nosotros o tomarlo de manera personal —añadió Kenai mirando al Rey de los shamanes, quien estaba ayudando a Freya a ponerse de pie—. Sé que estás molesto, entiendo la razón, pero ey, ni yo que soy uno de los fallecidos me siento tan enojado, ¿y sabes por qué? Porque realmente hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance como mortales y él apareció para permitirnos cumplir con nuestra misión. Si Yoh Asakura no hubiera retirado la maldición que protegía a Sennefer cuando lo hizo, ese demonio habría vencido.

— Aún está la posibilidad de que ese monstruo se salga con la suya —insistió Assiut, preocupado por el portal, último legado de Sennefer.

 

Freya no entendió cómo es que pudo darle la mano con tal facilidad al extraño hombre que de pronto apareció a ayudarla. Ella no entendía bien la jerarquía del mundo de los shamanes, pero aun cuando supiera ante quien estaba no habría actuado diferente. En cuanto se puso de pie toda su atención pasó a ser para Aifor, cuyo cuerpo se encontraba tendido e inmóvil en el suelo, totalmente carbonizado por el ataque que recibió de Sennefer.

La pelirroja intentó mecerlo por el hombro, buscando una reacción.

— ¿Aifor? ¡¿Aifor, me escuchas?! ¡Dime algo! —gritó, angustiada por el que pudiera perder a otro compañero.

Yoh Asakura dio toda una vuelta alrededor del  gigantesco ser, examinándolo con la vista, como si buscara algo en particular. Se detuvo ante la cabeza del monstruo, de la que resaltaba el mango de una espada reluciente.

Freya vio al shaman de reojo e intentó advertirle que no se atreviera a tocarla, pero la advertencia fue en vano cuando vio que el hombre sujetó la espada y la retiró con suma facilidad.

— Esto ya no es necesario —dijo él, sosteniendo con respeto el arma que hasta hace poco empuñó el finado Clyde de Megrez.

— ¿Cómo es que tú…? —la asgardiana se acercó con curiosidad, justo a tiempo para que Asakura le  pidiera tomar la espada de su compatriota.

— No temas, tu amigo sigue con vida —le aseguró con amabilidad—. Sólo necesito que me des un poco de espacio, ¿puedes? —con sutileza la hizo retroceder, justo a tiempo para que no sea atrapada por la zarpa del monstruo junto con él.

— ¡Gracias por quitarme tal peso de encima, imbécil! —bramó Ehrimanes, quien aprovechándose de la inconciencia de Aifor logró retomar el control de su cuerpo, uno que poco a poco comenzaba a regenerarse ante la ausencia del maleficio de Clyde.

Sólo el shaman era capaz de escuchar su voz, por lo que Freya no entendió lo que estaba pasando.

— ¡Aifor detente, él no es nuestro enemigo!

— Tranquila, no te preocupes, sólo está un poco confundido —le pidió el hombre sonriente pese a que lo estrujaban con tremenda fuerza—. Conocí brevemente a Clyde de Megrez Delta, pero tengo una deuda pendiente con él, la cual pienso saldar ahora mismo.

Freya vio con horror cómo es que el monstruo intentó devorar al amistoso hombre, mas en cuanto sus colmillos quisieron cerrarse sobre él estos se astillaron al golpear un muro invisible que parecía proteger al shaman.

Ehrimanes chilló de dolor, desorientado al ver que el hombre desapareció de entre su zarpa, reapareciendo frente a su pecho, el cual tocó con la palma de la mano.

— ¡No, tú no debes intervenir! ¡No puedes hacerlo! —Ehrimanes presintió su fin.

— No estoy faltando a las reglas del juego —murmuró el Rey de los Shamanes sin mirarlo a la cara —. Avanish asesinó a un santo de Athena, yo ayudé a la destrucción de uno de los Patronos —explicó con paciencia, refiriéndose a lo acontecido con Sennefer—. Avanish le quitó a Atena a uno de sus campeones, lo justo es que yo le devuelva a Odín un guerrero que le fue arrebatado, eso es todo.

Ehrimanes ni siquiera pudo gritar cuando su colosal cuerpo explotó en cenizas, dejando al Shaman King flotando junto a un inconsciente y desnudo Aifor.

Asakura no tocó al chico que estaba rodeado por una espesa bruma oscura, esencia del demonio unido a él. En su mano acumuló la oscuridad de Ehrimanes, formando un orbe flameante.

El shaman ignoró las maldiciones y demás pestes que escuchó provenir de la llamarada negra, sólo la aplastó entre sus dedos, extinguiéndola sin mayor dificultad.

Freya se apresuró a atrapar el cuerpo de Aifor cuando descendió junto al shaman. Con alegría se percató de que en verdad estaba vivo y agradeció a los dioses por ello, aunque se lamentó que sus brazos no hubieran sido restaurados.

— Está vivo y es lo que cuenta —la guerrera murmuró, abrazando con hermandad a Aifor, en cuyo cuello colgaba su amuleto de la buena suerte. — Gracias —le dijo al hombre que de un movimiento se quitó la maltratada capa para cubrir al chico inconsciente.

— Dáselas a Clyde, él insistió demasiado en que lo ayudara —aclaró, consiente de todo el peregrinaje que el dios guerrero realizó con tal de encontrarlo y pedirle ayuda—. Pero es pronto para festejar, aún tenemos cosas que hacer.

Bajo su túnica, el Shaman King vestía pantalones holgados cafés y una playera blanca de mangas cortas, prendas demasiado comunes para alguien de la realeza, mas su humildad siempre ha sido una de sus mayores virtudes. A lo largo de ambos brazos tenía tatuajes tribales negros que combinaban con los adornos de plumas y huesos que colgaban de su cuello.

— ¿Qué quieres decir? ¿Acaso eres capaz de cerrar ese maldito agujero? —cuestionó Freya al verlo avanzar hacia donde el foso se encontraba.

— Eso espero —confesó, rascándose un poco la sien.

Aunque se veía algo atolondrado, la asgardiana, el Apóstol y el espíritu quedaron absortos cuando vieron que en cuanto Yoh Asakura puso el pie sobre la línea circunferencial del portal, éste dejo de expandirse.

— Hmmm, podría cerrarlo desde aquí pero —dudó, contando con los dedos como si elaborara una complicada cuenta mental—… supongo que lo más conveniente será cerrarlo desde el interior —se dijo, mirando hacia los guerreros— ¿Te gustaría acompañarme? —preguntó.

— ¡¿Qué?! ¿Te refieres a mí? —la pelirroja se señaló, confundida.

Yoh Asakura asintió — Claro, ¿o es que acaso no quieres salvar a tu novio? —le sonrió con complicidad.

 

- / - / - / - /

 

— ¿Estás seguro de esto? —preguntó la diosa guerrera, parada al filo de la fosa infernal, justo a la diestra del Shaman King.

— No —respondió con un gesto travieso que sólo asustó a la guerrera de Odín—. Vaya expresión la tuya, deberías relajarte un poco, por supuesto que sé lo que hago. ¿Confías en mí? —le tendió la mano para que la sujetara.

Freya asintió, después de lo que ese hombre había hecho por Aifor sería mentira si negara que no, por lo que le dio la mano con firmeza.

— Escucha, debemos hacer esto rápido por lo que sólo tendrás una oportunidad, si no lo logras en el tiempo que me tome cerrar la puerta quedarás atrapada junto con el hijo de Hiragizawa y morirán. ¿Entiendes el riesgo?

La pelirroja asintió — ¿Pero cómo podré encontrarlo? —preguntó algo dudosa.

— Por ahora eres la única en éste mundo que tiene un vínculo tan fuerte con él, utiliza eso a tu favor —respondió de manera enigmática.

Pero antes de que la asgardiana pudiera exigir una mejor explicación, varias siluetas arribaron presurosos al lugar.

— ¡Yoh!

— ¡Señor Asakura!

El Shaman King miró sobre su hombro y vio varios rostros conocidos, viejos amigos, shamanes a su servicio, el santo del Fénix y un par de Apóstoles que corrieron con urgencia hacia Assiut de Horus.

— ¡Con que aquí se encontraba, majestad! —reclamó uno de los tres oficiales enmascarados, quienes lo reverenciaron con propiedad—. Nos tenía muy preocupados.

— Ah, hola muchachos, cuánto tiempo —Asakura saludó apenado con la mano—… Cielos, creo que tendrás que adelantarte, muchacha, pero no tardaré, prometido —y tras decir eso sólo le bastó una pequeña palmada para lanzar a la joven al vacío ante la mirada atónita de todos.

— Veo que han controlado la situación, buen trabajo —felicitó a sus sirvientes—. Y gracias por atender mi llamado, amigos —Yoh miró a Ren Tao, Horokeu Usui y Syaoran Li, todos ellos prácticamente ilesos salvo por pequeños rasguños en sus ropas.

— Tienes mucho qué explicar —dijo el líder de los Tao, manteniendo los brazos cruzados.

— Lo sé, pero aunque me gustaría quedarme a charlar el deber llama, lo siento —sonrió de manera cínica—. Les prometo que hablaremos después… Ah,  y Deneb, por favor, que los hombres ayuden a los heridos… Y aléjense de la zona, ya que esto podría tornarse peligroso —ordenó a uno de los oficiales antes de lanzarse de espaldas al Abismo.

 

/ - / - / - /

 

Cuando descendió por el vacío, hubo un instante en que Freya creyó que moriría, pues fue como sumergirse en un estanque repleto de afiladas agujas que se encajaron en cada centímetro de su cuerpo, una sensación mil veces peor que la que vivió al perseguir a Ehrimanes por el portal oscuro que utilizó para escapar del Santuario. Por fortuna el fulminante dolor sólo duró un segundo que le pareció una eternidad

La diosa guerrera se sobresaltó por el cambio tan brusco en sus sentidos, abriendo los ojos para encontrarse flotando en la más profunda oscuridad.

Se miró las manos y descubrió que su apariencia se había reducido a una silueta blanca  dentro de aquel infinito lienzo negro. Buscó indicios del shaman quien inesperadamente la lanzó allí, y también del chico por el que había decidido zambullirse en lo desconocido, pero no veía nada, no percibía nada y no escuchaba nada a excepción del eco de sus propios pensamientos.

La ausencia de todo — ¿Será esto la muerte? —pensó un instante, entrando en un pánico por el que se repudió a sí misma, por lo que combatió sus demonios internos para encontrar la calma que necesitaba.

Intentó recodar el consejo que el shaman le dio para cumplir con su misión allí, usar el vínculo que tenía con el santo de Capricornio, ¿pero cómo? ¿A qué se refería exactamente? Es cierto que tenía grandes sentimientos por Sugita pero, ¿sería suficiente, era recíproco?

Tenía que hallarlo, pero no percibía su cosmos, ni su cuerpo, ¿entonces cómo lo encontraría en esa inmensidad? ¿Cómo...?  ¡¿Cómo?!

Freya cerró los ojos e intentó pensar en Sugita, alarmándole el que se le dificultó recordar su apariencia, como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio... ¡Pero no había pasado más que unas horas! ¡¿Porque no podía acordarse de él?! ¿Qué es lo que ese lugar le estaba haciendo a su mente? ¿Acaso era la forma que tenía el Abismo para defenderse, para conservar lo que Sennefer le ofreció?

Confundida por esa pérdida de memoria se esforzó por recordar los momentos que compartieron juntos, y aunque no pudo recordar su imagen, sí logró recordar algo de él: la carta… esa torpe carta que le escribió cuando regresó a Asgard. El insignificante papel que leyó por compromiso y que arrugó en su mano antes de arrojarlo a la basura, sólo para que horas más tardes terminara rescatándola del pequeño cesto al ser invadida por un extraño remordimiento, incluso la releyó y guardó en su sobre original. Cada día le dio una leída, como si en cada ocasión encontrara algo nuevo que la hacía sonreír...

Freya había memorizado cada palabra de esa letra campesina, y guiada por un sexto sentido es que comenzó a recitarla justo en ese momento, sin percatarse que tras cada silaba un copo luminoso emergía de la oscuridad y se amontonaba frente a ella, comenzando a formar una silueta humana.

Sin abrir los ojos aún, Freya sintió que estaba lista para enfrentar el poder del Abismo y recuperar a Sugita… el chico del que no se dio cuenta que se había enamorado hasta que volvió a verlo en tan terribles circunstancias, y con el que deseaba compartir momentos más amenos, fabricar recuerdos más felices. La asgardiana juró por lo más sagrado que iba a salvarlo.

 

 

Al abrir los ojos Freya se sorprendió al ver la imagen blanca de Sugita flotando delante de ella. Le tomó un gran esfuerzo el ser precavida, pues podría ser alguna clase de treta, pero la esperanza la invadió cuando vio a la altura del cuello del santo (justo donde Sennefer lo hirió antes de arrojarlo al vacío), como los copos blancos no podían llenar ese espacio vacío.

Freya estiró la mano hacia la incurable herida, sin animarse a tocarla. Siendo entonces cuando la silueta frente a ella abrió los ojos y le dedicó una confundida mirada.

— ¿Freya? —escuchó claramente, siendo entonces en que la pelirroja lo abrazó con efusividad.

— ¡Te tengo! — dijo ella sin dejar de estrecharlo, posando la barbilla sobre el hombro del santo de Capricornio—. Esta vez te tengo y no te soltaré… Me tenías muy preocupada —confesó, atragantada por el llanto de felicidad que estaba reprimiendo.

Capricornio movió lentamente las manos y correspondió el abrazo para decir — Te dije que no iba a morir… —murmuró con voz débil, provocando que la diosa guerrera lo abrazara todavía más, besándolo apasionadamente en medio de la oscuridad.

 

/ - / - / - / - /

 

A lo lejos, en el desierto, algunos shamanes y guerreros permanecieron a la expectativa  de lo que iba a suceder; en el cielo, el sol había dejado de esparcir la maldición de Sennefer; en las comunidades, los entes usurpadores de cuerpos se mostraban confundidos al no sentir más la fuerza que los liberó respaldando sus actos; en el interior de la fosa infernal, la oscuridad se volvió un líquido manipulable que comenzó a girar cual remolino, siendo tanta su fuerza de atracción que comenzó a arrastrar de regreso a todas aquellas entidades que soltó por el mundo.

Cada poseído sufrió por breves segundos, pero una vez que los demonios fueran arrancados de sus cuerpos caían dormidos y en completa paz. Tal exorcismo sucedió a nivel global, sin haber lugar en la Tierra que las huestes de Nyx pudieran encontrar refugio.

Los testigos en el desierto miraron absortos cómo uno de los grandes colosos amarillos, extensiones del magnánimo espíritu de la Tierra, emergió de entre las dunas y metió los largos brazos en la fosa de oscuridad, arrancándola del suelo como una masa pútrida que comprimió entre sus manos hasta darle una forma redonda que pudo sostener con facilidad. Después, en el rostro liso del espíritu de la Tierra aparecieron unas temibles fauces con las que devoró aquel tumor maligno que extrajo del mundo.

Empequeñecidos a su sombra, los humanos se atragantaron al ver tal espectáculo.

El titán, satisfecho con su labor, avanzó hacia el gran y profundo hueco que quedó en el desierto, convirtiendo su inmenso cuerpo en roca para rellenar y sanar esa herida en el planeta.

Cuando los estruendos cesaron, una voz amigable rompió el silencio sepulcral de los presentes.

— ¿Eso salió bien, no lo creen?

Siendo Yoh Asakura quien de repente estaba detrás de todos ellos, acompañado por Freya Dubhe de Alfa y un desmayado Sugita de Capricornio.

— Y ahora, ¿qué es lo que sigue? —preguntó el Shaman King, despreocupado.

[Ivan de Virgo]

FANFIC: Saint Seiya: Caballeros y Espíritus

 

Croosover : Saint Seiya y Date A Live

 

 

 

Espíritus vs Athena

 

- Templo de Athena -

        

Tohka y las demás aparecieron tras abrirse una brecha negra en el suelo, Saori estaba realmente sorprendida ya que no era parte del plan.

 

Athena (sorprendida): ¿Cómo es que ustedes están ilesas?

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Hemos derrotado a tus caballeritos de oro.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Athena por favor, hablemos y no peleemos; nosotras no tenemos la culpa de todas las matanzas que  ha habido en el planeta.

 

Athena: Esa es una farsa, Miku y Kurumi asesinaron a países enteros con sus propias manos.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Eso es cierto, pero Miku fue engañada por Kendall para que hiciera todo ese desastre, tiene que creernos.

 

Athena: ¿Primero mientes y ahora intentas echar la culpa a un caballero dorado? En serio ustedes no tienen reparo.

        

Saori elevó su cosmos de diosa arrastrando a Tohka y las demás unos pocos metros, la líder de los Espíritus suspiró y levantó el rostro hacia Athena.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: No quería hacerlo pero no nos dejas otra opción que pelear contigo, te demostraremos que no merecemos la muerte.

    

     Kaguya y Yuzuru volaron por los aires a una velocidad increíble dirigiéndose hacia Athena, sin embargo la diosa se cubrió con su báculo, luego el arma de Athena lanzó varios rayos de luz dañando a las gemelas Yamai y alejándolas.

 

Athena: No puedo dejar que unos seres malignos como ustedes sigan viviendo cómodamente en este mundo.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Me dan ganas de despedazarla.

      

   Varios tubos aparecieron alrededor de Athena, en ese momento Miku iba a lanzar ondas sonoras pero Saori levantó su báculo y destruyó cada tubería que la amenazaba.

 

Athena: No traten de resistirse, su destino es morir aquí.

 

Kotori Itsuka “Efreet”: Este es el momento, aparece mi ángel guardián “Camael”

      

   El hacha de Kotori se materializó  en la mano derecha del Espíritu, luego Efreet corrió hacia Athena pero la diosa era más rápida logrando golpearla y desarmarla.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Kurumi ¿Viste lo mismo que yo no es así?

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Se mueve bien pero no tiene resistencia física además sus golpes son demasiado débiles.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Exacto, pero tendré que comprobarlo yo misma; “Sandalphon”

  

       La espada legendaria de Tohka apareció en su mano derecha mientras que Athena intentó cortarla con su báculo, el Espíritu se defendió produciéndose un choque de armas, al poco tiempo Tohka fue enviada lejos.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: ¿Lo comprobaste?

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Es tal como tú y yo lo dijimos, sus golpes son demasiado leves para nosotras que hemos peleado contra nuestros padres.

 

Athena: “Rayos de Nike”

      

   Todos los Espíritus fueron envueltos en rayos de cosmos mientras caían al suelo, cuando se levantaron la princesa guerrera le contó la naturaleza de Athena a las demás.

 

Miku Izayoi “Diva”: Entonces si la atacamos con una técnica muy potente podemos derrotarla.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Kurumi, seguiremos tu plan pero es mejor que funcione.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare” (sonriendo maliciosamente): Solo hazme caso, después de todo yo soy la estratega del grupo, todo lo que hago resulta a la perfección.

        

De pronto el pensamiento de todos se interrumpió cuando aparecieron los 6 caballeros dorados que aún seguían vivos, entre ellos estaban Ivan de Virgo y Madison de Acuario.

 

Kaguya Yamai (chistando): ¿Por qué aparecen en un momento como este?

 

Yuzuru Yamai: Tohka, estamos rodeadas.

 

Kendall de Cáncer: Espíritus que manchan este hermoso mundo, ustedes morirán ahora mismo.

 

David de Aries: Han causado mucho daño a las personas.

 

Ciara de Sagitario: No dejaremos que sigan con vida después de todo lo que pasó.

 

Miranda de Escorpio (alzando los brazos): No tengo ninguna línea genial que decir así que solo las mataré.

        

Kendall, David, Ciara y Miranda elevaron sus cosmos pero cuando estaban a punto de atacar no pudieron moverse ya que sus pies y brazos estaban congelados, luego el lugar se distorsionó apareciendo la mano de buda.

 

Kendall de Cáncer (sorprendido): Estos cosmos son…

 

David de Aries: Han…

 

Ciara de Sagitario: ¿Por qué lo han hecho?

 

Miranda de Escorpio: Madison, Ivan ¿Por qué traicionan a Athena?

    

     Las personas que habían sometido a los caballeros dorados eran Ivan de Virgo y Madison de Acuario quienes estaban chocando espaldas en una pose y con una sonrisa genial.

 

Madison de Acuario: ¿Ustedes sí que son idiotas verdad? El día en que me convertí en un santo

femenino prometí proteger el mundo pero nunca juré lealtad a Athena.

 

Ivan de Virgo: Además que les quede claro una cosa.

 

Madison de Acuario: SI SE ATREVEN A TOCAR A NUESTRAS HIJAS…

 

Ivan de Virgo: LOS ASESINAREMOS DE LA PEOR MANERA POSIBLE

 

Madison de Acuario: “EJECUCIÓN DE AURORA”

 

Ivan de Virgo: “Bendición de las Tinieblas”

      

   Ambas técnicas dieron de lleno a los caballeros dorados quienes cayeron muy malheridos y moribundos.

 

Athena (pensando): ¿Por qué me traicionaron? Bueno, de Madison puedo esperarlo pero de Ivan ¿Por qué Ivan me traicionó? ¿Acaso ambos tienen grandes razones para hacerlo?

        

Confundida por sus pensamientos Athena atacó a Tohka y las demás con rayos destructores, sin embargo las gemelas Yamai repelieron algunos rayos con sus lanzas y sus cadenas, Kotori defendió con su hacha y Miku se protegió con sus ondas sonoras dejando el camino libre a Tohka y Kurumi.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: VAMOS KURUMI, “Sandalphon”

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: CLARO QUE SI TOHKA, “Zaphkiel”

        

Tohka materializó su espada mientras que Kurumi materializó su escopeta, mientras que Athena elevó el poco cosmos que le quedaba para atacar a ambas.

 

Athena: “Nike´s Destruction”

     

    Un gran rayo grande se dirigió hacia las hermanas sin embargo tanto Tohka como Kurumi dieron un grito de guerra y unieron sus ángeles para atravesar el rayo de Athena sin problemas. Tohka trastabilló y se quedó indefensa, Athena la iba a cortar en dos pero la víctima fue Kurumi quien fue cortada en dos y posteriormente desapareció, los caballeros dorados que apoyaban a Athena estaban riendo por la muerte de Kurumi.

 

Athena: Perdón, pero tenía que hacerlo.

      

   Athena derramaba lagrimas hipócritamente, como si estuviera fingiendo, acto seguido colocó el báculo de Nike en el cuello de Tohka.

 

Athena: Ivan de Virgo, Madison de Acuario tal parece que su traición fue en vano. Tus últimas palabras Tohka ¿Cuáles son?

 

Tohka de la Destrucción “Princess” (sonriendo): Que raro, yo te iba a preguntar lo mismo.

        

Tohka sonrió rudamente ante Athena pero ella no sabía lo que estaba pasando.

 

Athena: ¿A qué te…?

        

Saori sintió que algo caliente entraba en su cuerpo, cuando la diosa bajó la mirada vio que una escopeta había atravesado su barriga y por detrás estaba Kurumi sonriendo malvadamente.

 

Athena: ¿Cómo es que tú estás viva? Yo te maté.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Perdóname diosa inútil, me olvidé de decirte que soy INMORTAL, aunque me corten la cabeza y me vuelvan cenizas yo reviviré una y otra y otra y otra vez.

       

  Kendall, Ciara, Miranda y David estaban realmente sorprendidos, tanto que no podían moverse del shock.

   

      Kurumi retiró la escopeta de la barriga de Athena, Saori Kido estaba desangrándose rápidamente mientras tenía una cara de sorprendida. Finalmente Athena cayó sobre su propio charco de sangre, o mejor dicho sobre su propia laguna de sangre, Saori Kido estaba totalmente desangrada y Tohka se preparaba para asesinarla.

 

La vista de Athena se iba nublando paulatinamente, ella estaba siendo rodeada por Tohka y las demás chicas Espíritus mientras que los caballeros dorados estaban en shock por lo sucedido, Saori Kido elevó la mirada hacia Tohka.

 

Athena: ¿Por qué no me asesinas de una buena vez?

       

  Tohka miraba a la diosa con una mirada rígida, ella se tomó su tiempo para hablar.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Kotori, curar sus heridas y detén su hemorragia.

 

Kotori Itsuka “Efreet”: Como digas.

        

Kotori sentó a Saori en el suelo, Efreet concentró cosmos en sus manos y fue curando a Athena tal como su líder le ordenó, mientras tanto Athena se seguía preguntando varias cosas que no entendía pero rápidamente ordenó su cerebro y habló.

 

Athena: ¿Por qué me salvan? ¿Acaso no querían asesinarme?

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Nosotras nunca tuvimos la intención de asesinarte, nunca dijimos que haríamos tal cosa aunque mi a mi hermana se le pasó la mano cuando te perforó la barriga.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Ustedes querían asesinarnos así que por lo tanto nos defendimos y luego atacamos cuando se nos dio la oportunidad.

 

Kotori Itsuka “Efreet”: Listo, he restaurado el cosmos de Athena, detuve su hemorragia y curé sus heridas.

 

Athena: Gra…gracias.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Athena escúchanos, no puedes mandarnos a matar eso no es digno de usted; sé qué piensas que Miku mató a millones de personas pero en realidad no es así.

Kaguya Yamai “Berseker”: Así es, fue la bestia infernal que cuida la casa de Cáncer.

 

Athena: ¿Y cómo estás tan segura de que fue Kendall?

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Tengo el poder de robar los pensamientos de otras personas, en mi batalla robé los pensamientos de Kendall y ahora se los transferiré a usted, “Zafkiel: Yod”

        

Kurumi apuntó con su escopeta a Athena provocando un gran susto en la Diosa y en los demás caballeros dorados.

 

Athena: ¿Qué harás?

 

David de Aries: Oye detente.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Tranquilos todos, solamente transferiré los recuerdos de Kendall a Saori, es todo.

    

     Kurumi disparó a la cabeza de Athena pero como lo había dicho antes, los recuerdos de Kendall fueron transferidos por completo a la mente de Saori, hubo un momento de silencio pero después Athena se levantó y miró a Kendall de Cáncer.

 

Athena: Kendall de Cáncer, hiciste todo esto solo por temor a los Espíritus; metiste ideas falsas a Miku para que ella pueda gobernar el mundo y tener una excusa para asesinarlas en verdad me decepcionas bastante.

 

Kendall de Cáncer: Pero Athena, yo solamente quería ser un héroe además los Espíritus estaban obteniendo un poder inigualable desde pequeñas que en verdad me asustó. Sin embargo eso no borra las matanzas que Kurumi hizo.

 

Miranda de Escorpio: Desviarlas del camino a propósito es algo muy bajo para un caballero dorado, Kendall.

 

Kendall de Cáncer: ¿Y qué hay de las matanzas de Kurumi?

 

Athena: Nos revelaron que Kurumi asesinó a ladrones, terroristas, grandes mafiosos realmente buscados es decir, todos los que fueron asesinados por Kurumi estaban realmente perdidos en el camino del mal así que por lo tanto no ha asesinado a gente inocente.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare” (sonriendo): En tu cara cangrejito.

 

Ciara de Sagitario: De todos modos yo creo que tanto Kendall como los Espíritus tienen la culpa, ambos bandos deberían tener un castigo o algo por el estilo.

 

Ivan de Virgo: Señorita Athena, haga lo que haga con los Espíritus nos tienen sin cuidado después de todo ellas eligieron este camino.

 

Madison de Acuario: Así es, lo que ellas hagan ahora serán bajo su propia responsabilidad.

 

Athena: Desde ahora en adelante Kendall de Cáncer trabajará gratis y por obligación para mí, es decir será un caballero dorado sin sueldo y si decide dejar el puesto como caballero dorado será encarcelado para siempre por el FBI y la CIA.

 

Kendall de Cáncer (renegando): Diablos, no me queda otra opción ya que Industrias Kido gobierna el mundo y eso incluye a entes de seguridad como la CIA y el FBI.

 

Athena: Por otro lado los Espíritus deberán vivir como humanas normales y no podrán acercarse al santuario, de lo contrario les costará la vida.

 

Tohka de la Destrucción “Princess”: Creo que es un castigo justo ¿No lo creen?

 

Miku Izayoi “Diva”: Eso creo.

 

Yuzuru Yamai: Pudo haber sido peor.

 

Kurumi Tokisaki “Nightmare”: Bien, ya que no nos quieren aquí será mejor irnos y curar nuestras heridas.

 

Kotori Itsuka “Efreet”: Me da tanto alivio poder volver a nuestro verdadero hogar, necesito darme un baño de burbujas de inmediato.

 

Miku Izayoi “Diva”: Te robaste mi línea, Kotori.

        

Tohka y los demás Espíritus desaparecieron del lugar gracias al poder de teletransportación de Kurumi.

 

Athena: No castigaré a nadie más.

 

 

 

FIN

[Patriarca 8]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editado por T-800, 05 enero 2019 - 21:06 .

[Patriarca 8]

Editado por T-800, 05 enero 2019 - 21:07 .