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7.Dinamica de Fics-2017:Caballero negro

Fics

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10 respuestas a este tema

#1 Patriarca 8

Patriarca 8

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Editado por T-800, 05 enero 2019 - 15:47 .

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#2 Patriarca 8

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Editado por T-800, 05 enero 2019 - 15:47 .

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#3 Patriarca 8

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Editado por T-800, 31 enero 2017 - 22:09 .

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#4 ALFREDO

ALFREDO

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Publicado 30 enero 2017 - 16:42

Ya que el plazo se extendió, aquí voy. No es mas q un fragmento de un personaje terciario juju.

 

Nombre del Fic: La condenación de los caballeros de Athena.

 

Personaje: Gilgamesh de Heracles.

 

 

3.-Las creencias del futuro

 

 

La niebla en el sur de la jungla era más densa que en el norte,  pues era el sector que Dante de Cáncer estaba inspeccionando, sin haber podido encontrar el camino hacia el centro del lugar, pues realmente era un laberinto deambular en esa jungla encantada.  Es por eso que se había propuesto subir la montaña más alta para tener una visión más completa, la cual estaba lo más al sur, aunque lo había alejado bastante lejos de su discípulo.

 

—El cosmos de Gabriel desapareció en el centro, pero Miguel, viniste para salvar a tu hermano y en vez de eso solo te perdiste tú —decía Dante esbozando una pequeña mueca—. Aunque la niebla aquí es una molestia. Siento un olor familiar.

 

Una persona normal de seguro no reconocería el fuego quemando carne humana, pero para Dante su olfato era indiscutible, contempló una pila de cuerpos calcinándose, cadáveres que ya no se podía reconocer con exactitud, aunque vio que aún no se consumía fragmentos metálicos, por lo que entendió que eran caballeros. ¿Quiénes serían y quién los había incinerado en las alturas?

 

—Percibo un olor a muerte como el mío, debes ser alguien que siempre ha estado cerca de ella como yo… ¿Por qué no sales y te muestras?

—Estaba tomando unos minutos de luto por mis compañeros, antes de atacarte. Pero si realmente lo deseas, entonces me presentare. Soy un caballero negro, Gilgamesh de Heracles.

 

Un voz se escuchó desde del otro lado de la pila de fuego, la cual se divisó la figura de un corpulento y alto sujeto de melena gris y ojos negros, aquel hombre era un caballero muy similar en cuerpo a Dante, ambos tenían el cuerpo de cicatrices y algunas marcas y tatuajes oscuros alrededor de sus brazos, signos misteriosos que solo ellos conocían.

 

—Que considerado de tu parte, ¿Qué fue lo que sucedió?

—Se volvieron una carga mientras subíamos la montaña, una misteriosa barrera nos hizo disminuir nuestras fuerzas y se dejaron caer, por tal error terminaron con sus cuerpos atravesados por unas agudas rocas, no tuve más opción que darles una muerte rápida —explicaba el santo oscuro.

—Baya, que inútiles. Debo felicitarte, tu resistencia es asombrosa para soportar una barrera que afecta incluso a un caballero de Oro —respondió con honestidad.

—Que sorpresa, ni siquiera una armadura dorada es capaz de proteger a un humano de esta barrera —sonrió Gilgamesh sutilmente—. Reconozco la armadura, pues había escuchado que el más valeroso discípulo del santo de Tauro se hacía llamar el guerrero más fuerte del santuario.

—Y lo soy, yo Dante de Cáncer me considero el más fuerte de entre todos los caballeros, ya que nadie ha entrenado más que yo —respondió enérgicamente, encendiendo su aura—. Debo suponer que estamos buscando lo mismo para diferentes propósitos. Así que supongo que tendré que derrotarte.

—Sabía que me encontraría con algún caballero después de todo hemos recibido reportes de que los santos de Athena ya se han enterado de nuestro escape, debes saber que no me intimido con nadie, no importa quién sea. Si vienes a intentar detener que cumpla mi trabajo de llevarme el tesoro, estás muy equivocado en poder conseguirlo —le hizo saber el temerario Gilgamesh, dando un pisotón que ocasiono grietas en el suelo.

—Lo que te han ordenado hurtar a mí me han encomendado retenerlo en su lugar, pero más allá de eso. Creo que sería interesante pelear contigo.

 

—¡Heracles Mōshū Ken!

“Puño Furioso de Heracles”

 

Gilgamesh realizó una coreografía mediante la que concentra su cosmos en los brazos. Después de haber reunido bastante fuerza, los orienta hacia su objetivo, y envía dos golpes de puño desde cada brazo que se transforman en tornados que arrasan todo a su paso.

Aunque su rival recibe el ken, deteniéndolo con sus manos, todavía en ejecución. El santo de oro contiene el puño del caballero negro que se había acumulado en una esfera de energía, que el mismo empieza a retroceder por la terrible fuerza de presión que ejerce el caballero negro, el santo de cáncer termina siendo arrastrado lentamente hacia atrás, marcando sus huellas en el suelo mientras contiene la esfera, la cual desvía después de haber caído más debajo de lo que había subido.

Entonces Gilgamesh pega un salto para alcanzarlo y toma una posición de defensa, a lo que el dorado lo mira extrañado, cuando lo observa arriba de él.

 

—Ya veo, eres un caballero negro muy raro. No imaginaba que me habías apartado para no destruir la tumba de tus compañeros.

—Debes pensar que soy un afeminado, se supone que los santos negros somos guerreros mercenarios y traicioneros que solo pelean por sí mismo. Pero para mí existe algo que respeto mucho, y es la fuerza. Ellos eran fuertes de eso estoy seguro, solo una fuerza sobrenatural pudo haberles causado una muerte por accidente, esto no fue más que una humillación, por eso los mate para darles una muerte digna —explicaba Gilgamesh.

—¿Por qué aferrase a los cadáveres? —Recriminó su humanidad—. Ya no tienen valor. Ahora son solo comida para los gusanos —Dante esbozó sonrisa, mofándose.

—No lo entiendes, no eres más que un idiota. Es por eso que traicione el santuario, vosotros la elite solo quieren mantener su fuerza para los de su estirpe dorada —dijo frunciendo el ceño—. ¡No creen que podemos superarnos o incluso volvernos inmortales!

—Que ingenuos, te mostraré el destino de todos los humanos. Ningún hombre jamás lograra tal hazaña que dices, ellos siempre terminarán en un solo lugar, un oscuro y sombrío camino que solo te guía hacia el castigo eterno —explicaba con resignación, cuando levantó su brazo hacia el cielo, empuñando todos los dedos menos el índice, del cual acumuló un brillante resplandor—. Observa a donde todos vamos a terminar…

 

¡Seikishiki Meikai Ha!

“Ondas Infernales”

 

Originando un rayo espiral purpura desde su dedo, atrapó a Heracles en ese torbellino fantasmal que lo empezó a succionar hacia el cielo donde se visualizó una entrada hacia otra dimensión en la constelación de cáncer.

En cuerpo y alma, Gilgamesh se estrelló en medio de un camino donde estaban subiendo una colina, un centenar de cadáveres sombríos sin voluntad, ocasionando un terrible impacto que desordenó las filas y terminó en una pila de rocas y cadáveres.

No obstante de la nada un tornado de enormes proporciones creció de los alrededores de la pila recién formada, hasta elevar todas las rocas y muertos en segundos por los aires.

 

Kornephoros

“Por la Fuerza del Mazo”

 

Despejando totalmente los escombros que lo habían sepultado. Observó por encime de él, el cuerpo de su rival apareció levitando.

 

 

—Parece ser que tienes fuerzas todavía. Supongo que tendré que arrojarte directamente al agujero del Yomotsu —chistó su sentencia.

—Que aburrido, pensé que alguien como tú le gustaba primero pelear mano a mano.

—En verdad quieres ver mi fuerza —le preguntó Dante—. Muy bien, pues entonces ahí voy.

 

El cangrejo dorado aterrizó en el suelo, empezando a correr en círculos a la velocidad de la luz, alrededor de su oponente, y a medida que aumentaba su velocidad su imagen se multiplicaba, disparando con su puño cientos de discos dorados.

Pero para sorpresa del caballero de oro, Heracles respondió todos los ataques con sus puños, y de un súper salto, se alejó de su alcance.

Gilgamesh intentó atacarlo, reuniendo una gran cantidad de energía en su puño izquierdo para disparar el meteoro de Heracles, pero Dante lo detuvo con una mano, provocando una onda destructora hacia él. Sin entender como recibió el impacto de su propio ataque, terminó con su brazo desangrado y su protector descuartizado en pedazos, pues su oponente le había invertido el daño para él mismo.

 

—Te daré una muerte indigna al igual que tu constelación, te calcinaré hasta que tú mismo decidas morir —vociferó reuniendo unas flamas oscuras en sus manos—.

 

                                                          ¡Sekishiki Kisōen!                      

                                 “Llamas azules Demoniacas”  

 

Dante le arrojó la llamarada azul la cual se avivó en todo el corpulento cuerpo del gigante oscuro. Gilgamesh sintió una terrible quemadura por dentro, aunque no veía que su cuerpo ardiera.

 

—El fuego de los tontos, son llamas azules que incendian el alma hasta destruirla. Serás capaz de resistir esa tortura o preferirás acabar con tu agonía arrojándote al agujero del Yomotsu, tú eliges —le explicaba sus opciones.

—Heracles en la mitología no aguanto que su cuerpo ardiera cuando fue envenenado y le pidió a su amigo Yolaos que lo matara. Yo no sucumbiré, yo lo superare. Mi alma no es tan fácil de domar —le reafirmaba su voluntad, empuñando sus manos y reuniendo sus fuerzas.

 

En un alarido de agonía, expulsó todo su cosmos en un torbellino con el que dispersó las flamas, cayendo de cuclillas por el esfuerzo.

 

—¡Imposible, este hombre tiene una resistencia sobrehumana! —exclamó sorprendido—.

 

Sin embargo, solo has alcanzando la fuerza superficial de un caballero de dorado, pues has pulido tu resistencia pero tu fuerza de ataque carece de una determinación.

 

—¿Qué dices?

—Digo que has despertado el séptimo sentido solo en momentos fugaces para sobrevivir, pero no eres capaz de usarlo cuando hay que asesinar, acaso algo te impide matar a tu adversario —nuevamente le intentaba cuestionar su forma de pelear—. Creo que no me queda más que destruirte con vuestra propia fuerza. Debe ser la única manera de acabar con tu gran resistencia.

—Ese ha sido siempre mi objetivo, fortalecer tanto mi espíritu como mi cuerpo para alcanzar la inmortalidad y nuestro líder de los caballeros negros, nos reveló que con el tesoro imperial de estas tierras es posible alcanzarla, así que ahora que estoy tan cerca no puedo darme por vencido —Gilgamesh empezó a reunir electricidad en sus puños, los cuales se iluminaron como dos esferas fosforescentes—. ¡No dejaré que nadie se interponga en mi camino!

 

El gigante iracundo en un acto de euforia, ataco a Dante con sus puños eléctricos. Una y otra vez, intentó golpearlo, pero fallaba y su rival solo se limitaba a evadirlo solamente.

 

—Insensato, los dioses han decretado que el destino de los humanos sea envejecer. La inmortalidad es algo que solo Hades puede conceder, como guardián del Yomotsu no puedo dejar que ningún humano burlé la muerte, eso provocaría la ira del dios del inframundo y tomaría represalias contra la tierra —le reprochó su ilusión, saltando hacia él para propinarle un puñetazo, con el que parecía robarle el aliento.

—¿Qué es esto, mi fuerzas me abandonan?

 

—¡Sekishiki Konso Ha!

“Sepultura de almas”

 

Dante reúne los rastros de fuego fatuo del cuerpo de su víctima en su puño, con el contacto con su oponente, lo hace inflamarse como un cuerpo en combustión, en una colosal explosión de fuego luminoso.

 

—¿Por qué mi propio cuerpo se destruye desde el interior? —decía Gigamesh en sus últimas palabras. Cuando fue totalmente consumido en la explosión.

—Use tu propia alma como fuente de energía para destruirte. Gilgamesh, muere y reencarna otra vez para volver a morir, ese es el ciclo que debemos seguir los humanos para siempre. Tu sueño de una vida longeva es una blasfemia para leyes de los dioses —le dedicó una reflexión al darle la espalda a las cenizas que se consumían en un pila de fuego.

 

Fin


Editado por ALFREDO, 30 enero 2017 - 16:44 .

fics2017_escena_sadica_by_bytalaris-dazo

FANFIC: La condenación de los caballeros de Athena

Capitulo final N°66.- Publicado!

Fichas de personajes


#5 Macairo de Cancer

Macairo de Cancer

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Publicado 30 enero 2017 - 16:51

Dado que se extendió el plazo voy a poner a un Caballero Negro yo también

 

Fanfic: "Saint Effect": El regreso de Zeus

 

Personaje: Jango: Líder de los Caballeros Negros que porta la Armadura de Odín debido a que este lo usa como un "medio" para comunicarse y trasladarse.

 

Capítulo 10: Titanomaquia

 

El dios del Relámpago, Zeus, se encontraba sentado en su trono mientras meditaba. A su vez, Hermes y Démeter disctuían a lo lejos, Zeus no les prestaba atención si no que se limitaba a reflexionar. Tan solo levantó la vista cuando vio como una figura a lo lejos tomaba forma hasta manifestarse en un ser humanoide: El Ángel Reiyel. Como siempre, Reiyel le dedicó una reverencia y después se dirigió a su dios.

 

-El Santuario de Atenea ya no existe.-le dijo Reiyel.-Apolo y Artemisa hicieron un buen trabajo aunque perdieron a unos cuantos hombres en el proceso.

 

-Dudo que los Caballeros hayan sido derrotados tan fácilmente.-respondió Zeus sin darle importancia al asunto.

 

-No quedó rastro del Santuario, mi señor.-respondió Reiyel rápidamente y desconcertado.

 

-¿Acaso viste sus cadáveres?-preguntó Zeus.

 

Ante la falta de respuesta de Reiyel quién se incomodó, Zeus adoptó una expresión en su rostro que solo quería decir "elemental, mi querido Reiyel".

 

-¿Qué sugiere, mi señor?-preguntó Reiyel.

 

-Una cosa es segura, no tengo ni idea como lograron escapar.-afirmó Zeus mientras se levantaba de su trono y comenzaba a pasear por aquella "dimensión celestial".-Dada mi premisa, lo más probable es que estén escondidos aunque eso no importa por ahora, lo único que deberemos hacer será no bajar la guardia. Ahora tenemos mayores preocupaciones...

 

Luego de decir eso hizo un ademán a Démeter y Hermes para que se acercaran, orden que ambos obedecieron rápidamente lo cual dejó su "discusión" en un punto muerto. Ambos se colocaron en frente de Zeus (manteniendo una distancia razonable entre ellos mismos) y lo miraron fijamente.

 

-Quiero que trabajen juntos.-les dijo Zeus, y ante las reacciones de sus compatriotas agregó.-Y no quiero oírlos chistar.

 

-¡Protesto!-gritó Hermes.

 

Zeus abrió sus ojos de par en par y una gran ráfaga de aire le dio de lleno a Hermes a quién se le "sobresalió" su boca y los párpados, su cabeza se inclinó hacia atrás y tuvo que usar su influencia divina para no salir disparado. Luego Zeus paró y Hermes se incorporó con brusquedad.

 

-¿Alguna objeción?-preguntó Zeus sin molestarse.

 

-No, ninguna.-respondió Hermes llorando mientras frotaba sus dedos índices.

 

-Perfecto.-dijo Zeus con satisfacción y luego se dirigió tanto a Démeter como a Hermes.-Una vez que Atenea salió de la ecuación, solo quedarían Poseidón y Hades. Ante las fallas de Apolo por eliminar tanto a Poseidón como a Odín me veo obligado a ordenarles destruir a mi hermano mayor, Hades.

 

-Pues claro...-pensaba Hermes mientras veía de reojos a Démeter quién escuchaba las indicaciones.-Me quiere a mi por que soy el único dios que puede entrar sin problemas al Inframundo. Y a ella la quiere por que la esposa de Hades es nada más ni nada menos que mi prima Perséfone. Esto se pone interesante...

 

-Lo escuché todo.-dijo la voz de Zeus la cual resonó en la mente de Hermes.

 

-¿Puedes oír todo lo que pienso?-preguntó Hermes sin cambiar de expresión aunque su "voz" sonaba aterrada y sorprendida.

 

-¿De dónde crees que saco las películas pornográficas?-preguntó Zeus.

 

-Padre, eres un maldito.-dijo Hermes molesto.

 

-Quiero que te encargues de que Démeter mate a Perséfone ¿Entendiste?-preguntó Zeus.

 

Hermes miró de reojo a Démeter y se dijo a sí mismo "lo sabía".

 

-Lo haré, padre.-afirmó Hermes con firmeza.

 

Y mientras Zeus y Hermes mantenían esta" conversación por MP", Démeter escuchaba las indicaciones que Zeus les daba. Una vez Zeus hubo terminado, les ordenó a ambos dioses que se marcharan a preparar el plan de la caída de Hades.

 

-Puedes retirarte.-le avisó Zeus a Reiyel.

 

Más que un aviso parecía ser una orden. Zeus se marchó primero, luego Reiyel, el cual Ángel del Olimpo de alto rango, se teletransportó a otra locación del Olimpo. Como siempre, durante unos segundos solo vio miles de estrellas aproximándose a gran velocidad, posteriormente llegó a un extenso "jardín verde" cuya geografía se asemejaría mucho a lo que son los Campos de Elíseos. Claro que en lugar de ver tan solo lagos cristalinos, árboles y flores (los cuales abundaban incluso aquí) también habían miles de casas.

 

Caminó por un camino de piedras cuidadosamente colocadas y se cruzó con cientos de Ángeles quienes le saludaban o le hacían una reverencia al pasar, muchos eran militares, otros simplemente civiles. Reiyel se limitó a saludarlos asintiendo con la cabeza al pasar ya que después de todo era bastante tímido y de pocas palabras. Luego de un rato caminando llegó a una bonita vivienda, una estructura con aire griego parecida a una Casa del Zodiaco, una bella puerta de madera lo esperaba. Cruzó su bello jardín y entró finalmente a su hogar.

 

-¡Padre!-exclamó una joven al verlo.

 

Una bella mujer de no más de veinte años le abrazó apenas Reiyel había entrado, este le acarició su cabello dorado y luego la soltó. Se sentó en un pequeño sofá y descansó.

 

-Una semana de mird@-comentó Reiyel.

 

-¿Estás bien, padre?-preguntó su hija preocupada.

 

-Estaría mejor si tuviera la cabeza de ese desgraciado de Cefeo.-se quejó Reiyel sin levantar la voz.-¿Y tú? ¿Cómo has estado?

 

-Estuve entrenando.-respondió su hija.-Entraré a servicio activo en unos días, la señorita Artemisa dice que soy perfecta.

 

-Estoy orgulloso de ti, hija.-afirmó Reiyel mirándola con cariño.-Quizás puedas ocupar el lugar de tu tía. Sigue trabajando así.

 

Su hija se retiró y Reiyel había decidido dormir en aquel lugar quizás por nueve horas. Tuvo un sueño extraño: Esta él junto a su hija (la cual era una niña) y su fallecida esposa, esta no paraba de reírse mientras su pequeña niña daba sus primeros pasos sobre la hierba.

 

-Amor ¿Así que te alistarás en el ejército?-preguntó su mujer mirándolo a los ojos.

 

-Solo tareas administrativas.-afirmó Reiyel con orgullo.

 

-Menos mal.-respondió aliviada la mujer.-Temía que algún día mataras a un Caballero Dorado o a un General Marina.

 

-Na... ¿De dónde sacas eso?-preguntó Reiyel feliz mientras miraba a su hija.

 

-Por nada... Solo quería saber si me daría lástima matarte...-respondió la voz de su esposa la cual se alteró.

 

Reiyel giró hacia ella, desconcertado. Pero no vio a su mujer si no que al mismo Albiore de Cefeo quién se reía como desquiciado. Posteriormente su hija lo agarró de atrás y no le permitió moverse, estaba inmovilizado y a merced de su gran enemigo, este tomó la misma daga con la que asesinó a Sorrento y se la clavó en el estómago. Todo se volvía negro para Reiyel quién miraba a Albiore el cual pronto se transformó en Bugs Bunny con cabello rubio.

 

-Y eso es todo amigos...-declaró maliciosamente.

 

Reiyel se despertó sobresaltado, estaba sudando y ya era de noche. Su fiebre era alta y tenía constante mareos. Alguien tocaba la puerta de su hogar de manera incansable.

 

-Adelante.-dijo Reiyel.

 

Un ángel que solo vestía una túnica y llevaba un bolso consigo entró. Primero hizo un saludo de visera y luego se dirigió a su superior.

 

-Traigo nuevas del gran Zeus.-declaró el Ángel mensajero.-Se te ordena tomarte un permiso de una semana, puedes hacer lo que quieras durante tal período. Luego regresarás a servicio activo normalmente.

 

Luego de decir eso, le dedicó una reverencia y se marchó. Reiyel se quedó inmóvil durante unos minutos, luego desenfundó la daga y la miró fijamente.

 

-Por fin buenas noticias ¡Maldita sea!-exclamó Reiyel.

 

...

 

-Ah no...-decía Albiore.-Esto se fue a la re mird@.

 

El Caballero de Cefeo y los demás miraban el desastre que era Europa. La Aryan Knight sobrevolaba tanto las zonas urbanas como las rurales y ambas tenían algo en común: Llamaradas por todos lados, gente gritando y huyendo despavorida, cimientos de edificios derrumbados y por su puesto vehículos tomando "atajos" (en los cuales arroyaban a decenas de personas). El ejército del Olimpo atacaba a todo ser humano (curiosamente dejaban en paz a los animales y a los insectos, las plantas también parecían no entrar en la ecuación).

 

El ejército de cada país estaba armado hasta los dientes y vigilaban celosamente sus fronteras. Tenían radares de calor y cientos de misiles esperando a ser lanzados. Habían muchas armas de destrucción masiva, sobre todo trabucos en Suecia (si entienden a lo que me refiero), tanques por todos lados, aviones cazas.

 

-¡Caballeros!-gritó uno de los tres pilotos.-¡Vengan rápido!

 

A excepción de Bud y Jango, todos llegaron al instante. Los pilotos hablaban por radio y se encontraban tensos.

 

-¿Qué sucede?-preguntó Cristal.

 

Otro piloto activó el altavoz y todos en la cabina pudieron oír la conversación.

 

-Les habla el caza "Ala Roja", por favor indetifíquese, cambio.-dijo la voz de un piloto.

 

-Pasame el micrófono.-le ordenó Albiore al piloto y este se lo entregó.-Mirá flaco, mi nombre es Albiore de Cefeo y te hablo desde mi nave la Aryan Knight, no rompas las bolas hermano, acá estamos tranquilos, nos vamos a Alemania así que no j@d@as... Cambio

 

-Última advertencia.-dijo el piloto.-Identifíquese o nos veremos obligados a derribarlo. Somos cinco cazas armados con doce misiles y dos ametralladoras Gatling cada uno.

 

-Mirá vos.-respondió Albiore.-Somos setenta personas, una nave espacial equipada con cañones, propulsores y una coraza que resiste explosiones. Así que si nos sigue rompiendo las bolas, los hacemos mird@ a los cinco, cambio.

 

Una vez que Albiore terminó de hablar, el piloto del caza "Ala Roja" se quedó mudo por unos segundos para después volver a hablar.

 

-Sigan su curso normal...-dijo finalmente y la radio se apagó.

 

Todos en la cabina pudieron ver como los aviones de caza se alejaban. Cuando ya se encontraban a una buena distancia de diferencia, los cinco fueron derribados por misiles terrestres. Los cazas cayeron lentamente y se estrellaron en alguna ciudad de abajo. Posteriormente intentaron derribar la Aryan Knight sin embargo no lograron darle, para entonces los pilotos estaban bajo una presión "nivel Dios".

 

Pasaron un par de horas, para entonces el mundo ya era un completo caos (a excepción de América Latina, África y algunos países asiáticos). Tal parecía que Alemania era el único país Europeo en descubrir la naturaleza de los atacantes, aún así tenía serios problemas internos y su gobierno ya se había fragmentado entre los que apoyaban la guerra y proponía enfrentarse a estos enemigos desconocidos usando todo su armamento militar y los que afirmaban que podían llegar a un "acuerdo de paz". Obviamente era muy difícil que se pongan de acuerdo ya que la capital, Berlín, ya había sido bombardeada por Estados Unidos y por lo tanto el país pasaría a ser dirigido por los gobernadores regionales (algo así como las Polis Griegas: Ciudad estado autotoma e independiente).

 

Dado el nivel de estupidez que demostró tener el mundo entero no fue sorpresa que los Länder (estados federales de Alemania) se declararan la guerra entre ellos lo cual sumó más caos. Las fronteras se habían cerrado y los militares tenían ordenes de acribillar a todo lo que se moviera fuera de sus fronteras, razón por la que no fue nada extraño que la Aryan Knight fuera recibida a balazos cuando llegó al país. Siendo realistas, los tiros no hacían más que rebotar aunque los soldados seguían atacando sin cesar.

 

-¿Estos son blds o se entrenan?-preguntó Albiore mientras los veía por una ventanilla.

 

-Un poco de los dos...-respondió Bud tapándose el rostro.

 

La Aryan Knight sobrevoló Alemania y se dirigió exactamente hacia el Castillo de Hades. Luego de un tiempo, la nave se adentró en zona rural y por lo tanto el ambiente era un poco más tranquilo, y digo un poco por que nunca faltaba el "panqueque" que disparaba con un rifle a la nave. Poco a poco se acercaron al castillo: Una gran estructura en la cima de una montaña.

 

-Escuchen.-dijo Rafaelo al resto del grupo.-Desde el principio sabía que lo más probable es que tuvieran problemas como en Asgard pero ¡Esto sí que no me lo esperaba!-exclamó.

 

Y Rafaelo de Junini no habló sin saber debido a que el Castillo de Hades estaba rodeado de dos gigantescas barreras: Una dorada y la otra de plata, lo más probable es que los dioses Thanatos e Hypnos fueran los creadores de esta. A su alrededor no habían cientas si no que miles de Arpías intentando ingresar al castillo mediante el vuelo. En el suelo había toda una legión de Ángeles esperando órdenes o de Satélites centinelas vigilando la zona con sus arcos ya cargados con flechas y esperando la orden de disparar. Pero para el grupo esto ya era normal, lo que les llamó la atención en verdad eran grandes figuras humanoides que se encontraban alrededor del Castillo en intentaban traspasar la barrera a golpes.

 

-Titanes...-comentó Crishna seriamente.

 

-¿No fueron encerrados en el Tártaro?-preguntó Cristal sorprendido.

 

-El Tártaro también es considerado un dios.-explicó Crishna.-Si están aquí es por que "ese dios" los ha liberado y se ha puesto del lado de Zeus. Y obviamente vienen a rendir cuentas con Hades.

 

-Estos dioses antiguos son increíbles.-dijo Jango.-Pero no pensaba que serían tan altos...-comentó. La altura de los Titanes era aproximadamente la misma que el Castillo.

 

-Su altura varía en las diferentes versiones.-contestó Crishna.-Pero ahora sabemos su auténtico tamaño.

 

-Me dan lo mismo grandes o pequeños.-dijo Cristal crujiendo los puños.-Caerán como todo el Olimpo.

 

-¡A romperles el ort@!-dijo Albiore.

 

Alrededor de la montaña del Castillo de Hades había un extenso bosque, una ventaja táctica para los ejércitos de Hades quienes lo aprovecharon para flanquear a su enemigo y sorprenderlos. La oscuridad de la noche era también su aliada, las 108 Estrellas Malignas en conjunto a los Esqueletos se "camuflaban" debido al oscuro mineral del que estaban hechas sus armaduras Sapuris (y ni hablemos de que los Ángeles vestían Armaduras Brillantes las cuales les daban la apariencia de "antorchas humanas"). Otra ventaja fue el empleo de Mariposas del Mundo de los Muertos para descubrir las posiciones y ubicaciones del enemigo.

 

-Dudo que podamos atravesar la Barrera.-dijo Rafaelo preocupado.

 

-¡Fuego a los Titanes!-ordenó Albiore a los artilleros.-Eso les hará saber a los Espectros que estamos de su lado.

 

La nave lanzó proyectiles a las grandes figuras las cuales se tambalearon y algunas cayeron. Un par comenzaron a pelearse entre ellos.

 

-¡¿Porqué me pegas?!-preguntó uno a su compañero. Su voz era profunda y parecía un balbuceo.

 

-¡No te pegué!-le respondió el otro.-Aún así das demasiada lástima como para que alguien te golpee.

 

La nave siguió atacando, pronto le dio directo en el trasero a otro de los Titanes y sus compañeros se alejaron rápidamente.

 

-¡Ya comienzas a gasearte!-se quejó uno.-¡Deja de comer, gordo estúpido!

 

Pronto en el castillo se fijaron de la presencia de la nave y se percataron de que eran "amigos". Tal vez un espectro de alto rango se lo comunicó vía Cosmos a todos sus compatriotas ya que allá por tierra algunos Espectros aclamaron mientras luchaban contra sus enemigos.

 

-¡Pilotos! ¡Déjenos en el campo de batalla!-ordenó Albiore.-¡Y quédense en la zona para proporcionarnos apoyo aéreo!

 

-¡Entendido!-gritaron los tres al unísono y se pusieron a trabajar.

 

Mientras Albiore y los demás se acercaba a la salida de la nave, los pilotos trabajaron duramente para esquivar las flechas de las Satélites quienes ya les habían avistado. A su vez esta distracción fue aprovechada por los Espectros quienes cargaron contra el enemigo para defender sus tierras. La Aryan Knight se acercó a una llanura, no tocó suelo pero se quedó a una distancia razonable (un metro) de este para que los guerreros pudieran bajar. Una vez que todos estuvieron en la superficie, la nave se alejó rápidamente y se quedó sobrevolando la zona. El Caballero de Cefeo evaluó la situación: vio como los Espectros y los Esqueletos corrían por todos lados mientras eran coordinados por los tres Jueces del Infierno u otros Espectros de alto rango.

 

-¡Eh! ¡Vos! ¡Vení!-llamó Albiore a un espectro cercano.

 

Era Queen de Mandrágora, un espectro de alto rango. Este se acercó desconcertado debido a la presencia de soldados de diferentes ejércitos.

 

-Queen de Mandrágora para servirle.-se presentó el espectro.

 

-Informe de situación.-ordenó Albiore

 

-Ataque de reconocimiento por parte del enemigo.-afirmó Queen.-Rodearon el bosque e intentaron un ataque combinado por todos los flancos, no se contaban con que conociéramos mejor el campo de batalla que ellos. Tuvimos algunas bajas de Esqueletos pero el ejército resiste, para las once de la noche ya habremos doblegado al enemigo.

 

-Retírese, soldado.-le ordenó Albiore y Queen se retiró.

 

-Órdenes.-exigió Jango.

 

-Debemos encargarnos de los Titanes.-dijo finalmente Albiore.-Yo, Crishna y Jango nos encargaremos del ataque frontal. Cristal, Bud y Rafaelo nos cubrirán con fuego de apoyo.

 

-¿Cual fuego de apoyo?-preguntó Bud.

 

Y antes de que se de cuenta, Albiore tomó su AK-47 de Plata y se la entregó.

 

-Cuídala bien.-le pidió Cefeo.

 

-Sí...-dijo Bud con los ojos bien abiertos por la sorpresa.

 

Los seis fueron directamente hacia el bosque y se internaron completamente en el campo de batalla. Ataques ken, golpes frontales, gritos, sangre, sonidos de Armaduras resquebrajándose, lo natural por así decirlo. Quizás los espectros los habrían atacado desde el primer momento que los vieron, sin embargo Cristal, Bud y Rafaelo acribillaban con las armas a todos los Ángeles que veían, de esa forma los espectros se percataron de que eran amigos y no enemigos.

 

No fue difícil encontrar al primer titan, estas criaturas medían más de 30 metros de altos y aplastaba los árboles que se cruzaban en su camino. Todos eran de cabello castaño oscuro y largas barbas, vestían como atenienses con sus largas túnicas blancas que les llegaban hasta las rodillas. Una vez que Albiore dio la orden de atacar al gigantesco ser, él, Crishna y Jango lo escalaron corriendo por sus pies así como alguien camina por las paredes. Se subieron a su hombro, elevaron su Cosmos y le ejecutaron de tres tiros en la cabeza con ataques combinados. El titan cayó al suelo y aplastó todo lo que estuviera por debajo suyo: Árboles y quizás un par de Ángeles. Los otros tres se dedicaban a acribillar a todos los Ángeles que se acercaran para asistir al titan.

 

Al siguiente titan lo encontraron dándole problemas a un grupo de esqueletos liderados por un par de espectros. El titan aplastó a algunos soldados de bajo rango y estaba por asesinar a los demás cuando Bud y Cristal le dispararon en el rostro, esto provoco que el titan se tapara la cara y tuviera que posponer su ataque a los soldados de Hades.

 

-¡Ahora!-gritó Albiore a los espectros mientras se acercaba al titan.

 

Rápidamente uno de ellos se llevó a los demás esqueletos para salvarles la vida, el otro se unió a Albiore: Cube de Dullahan. Juntos escalaron al titan tal y como lo habían hecho con el anterior (Albiore por la pierna izquierda, Cube por la derecha). Se subiero a cada hombro y le atacaron directamente a la cabeza. Asesinaron a su rival y este se desplomó en el suelo.

 

-¡Muchas gracias!-le agradeció Cube mientras se marchaba corriendo.

 

Al tercer titan lo vieron derribando árboles con la mano para que los espectros perdieran la cobertura que tanto les estaba proporcionando la victoria. Albiore lanzó sus cadenas al brazo del gigantesco ser, se elevó con la ayuda de estas y acabó en el hombro derecho de su enemigo. Sin embargo el titan lo vio a tiempo e intentó aplastarlo con su mano izquierda. Albiore fue obligado a lanzar otra de sus cadenas la cual acabó en la nariz del titan, se lanzó al vacío y logró llegar al hombro izquierdo con la ayuda de la cadena.

 

-¡Mirá!-le gritó Albiore a su enemigo.-¡Te puse un piercing!

 

El titan intentó aplastarlo nuevamente colocando su mano derecha en su hombro izquierdo. Albiore esta vez saltó y terminó en el brazo derecho de su oponente, este lo movió para todos lados para así librarse del Caballero de Plata quién terminó siendo despedido hacia el cielo. Durante la caída le lanzó su cadena a la cabeza del titan, tomó a Crishna quién estaba en el suelo y ambos fueron directamente hacia el rostro de su enemigo.

 

-¡Cómete esto!-le gritó Crishna blandiendo.

 

Chocaron contra el titan y Crishna enterró su lanza en la cabeza de su oponente, este cayó al suelo y no se movió más. Albiore y Crishna cayeron suavemente al suelo y fueron asistidos por sus compañeros. De pronto su atención se centró en aquellos titanes que intentaban traspasar la barrera del Castillo de Hades.

 

-¡Debemos acabar con ellos también!-ordenó Albiore.

 

El grupo se dirigió directamente hacia el Castillo de Hades. Alrededor de la barrera estaban los gigantes quienes seguían intentando derivarla a golpes, la Aryan Knight por su parte se encargaba de mantenerlos a rayas. Algunos intentaban alcanzarla así como un hombre intenta matar a un molesto mosquito. Era un grupo de siete titanes.

 

Crishna fue el primero en atacar a uno. Dio un gran salto, se aferró al brazo izquierdo del titan y se subió. Cuando ya estuvo a la altura de los hombros comenzó a correr en dirección al cuello de su enemigo, tambaleándose debido a que el titan golpeaba con furia la barrera. Cuando llegó a su objetivo, blandió con fuerza su lanza y se lo clavó en el cuello. El titan gritó de dolor y se retorció para todos lados, Crishna estuvo a punto de caerse hasta que fue salvado por la cadena de Albiore quién también había subido.

 

-¡Guarda flaco, agarrate!-le gritó Albiore.

 

Cefeo se sostenía debido a que había enrollado su otra cadena alrededor del brazo del titan. Mientras tanto Jango subía a duras penas por la cabeza del titan, su trabajo se había complicado desde que se comenzó a retorcer. El antiguo dios desterrado se percató de Albiore y Crishna y por lo tanto intentó darles un tincazo con el dedo índice de la mano derecha.

 

-¡Necesitamos cobertura!-ordenó Albiore al grupo de apoyo.

 

-¡A la orden!-gritó Bud.

 

Los tres ya habían subido las faldas de la montaña y se encontraban sobre una gran roca la cual parecía a punto de caerse. Blandiendo sus armas, acribillaron al titan en todo su rostro y no le dieron cuartel. El ser hizo movimientos bruscos e intentó librarse de sus enemigos, quizás solo habían empeorado la situación. Posteriormente Jango logró subirse completamente al gran ser, blandió la hoja de la Espada de Odín y se la enterró completamente en la cabeza.

 

El titan lanzó un pequeño gemido de dolor pero luego comenzó a caerse al suelo. Antes de que esto suceda, Jango, Crishna y Albiore saltaron directamente hacia la roca en donde se encontraban sus compañeros y lograron ponerse a salvo. El titan cayó de costado y chocó con uno de sus compañeros a quién derribó también, el peso de ambos provocó un gran temblor. Los seis guerreros festejaron durante un breve lapso de tiempo hasta que el Titan se incorporó y se dirigió directamente hacia ellos.

 

Alzó su gran mano e intentó golpearlos, en consecuencia dio directamente a la montaña ya que sus objetivos dieron un gran salto y todos cayeron encima de él... A excepción de Jango quién fue a parar a la altura del pie del gigante. Este le dio una gran patada y en consecuencia se elevó hasta el rostro de su enemigo, la cara y por último las fosas nasales, allí se atoró y no pudo salir por su cuenta.

 

-¡Necesita ayuda!-gritó Bud.

 

-¡Yo iré a por él!-dijo Albiore.-¡Ustedes encárguense del titan!

 

Y una vez dicho eso, se lanzó al vacío pero a través de sus cadenas fue tomando impulso para agarrarse del titan y no caer.

 

-¡Ahora es Spiderman!-dijo sarcásticamente Rafaelo.

 

-¡Yo también puedo hacer eso!-dijo Bud molesto.

 

-¿Porqué?-preguntó Crishna incrédulo.

 

Bud hizo un sonido con la AK-47 y lo miró a los ojos.

 

-¡Porqué soy Batman!-gritó Bud y se arrojó al vacío también.

 

En plena caída se dio cuenta de la estupidez que cometió y no pudo evitar chocar contra el suelo directamente. Luego se levantó mientras una cuantas estrellas le giraban por la cabeza (su casco se partió en dos) y luego se desmayó. Rafaelo miró a Cristal fijamente.

 

-No me mires a mi ¡Albiore insistió en traerlo!-se defendió Cristal.

 

Y hablando de Albiore, este enganchó sus cadenas en los pies de Jango e hizo fuerza para sacarlo de la nariz del titan. Mientras eso sucedía, Crishna perforó el cráneo del titan tal y como Jango lo habían hecho con el anterior. Antes de morir, el titan estornudó y arrojó a Jango quién se impactó en el suelo junto a Albiore.

 

-¿Estás bien, Jango?-preguntó Albiore.

 

-Por así decirlo...-respondió su compañero.

 

Estaba de pies hasta la cabeza cubierto de mucosidad verde, apenas se le distinguían sus ojos cuya expresión solo podía ser traducida como "C@raj@ ¿Porqué a mi?". Pronto llegaron Cristal, Rafaelo y Crishna (quién cargaba a Bud el cual seguía inconsciente). Antes de que pudieran decir algo, un tercer titan se aproximó lentamente hacia ellos. Albiore ya estaba por dar una orden cuando Rafaelo dio un paso adelante.

 

-Yo me encargo de este.-dijo con confianza.

 

-¡No puedes solo!-le reprochó Crishna.

 

Pero Rafaelo parecía no escucharlo. Extendió sus brazos hacia cada costado, pronto una gran energía cósmica se concentró en ambos. Una intensa luz brilló, iluminó incluso a su Armadura Amarilla. Pronto junto ambas manos y preparó su técnica la cual se hacía cada vez más poderosa. Luego la apuntó hacia el titan quién se acercaba más y más.

 

-¡Ah!-gritó Rafaelo.-¡EXPLOSIÓN DE JALASHKIAN!

 

De sus manos salió una gran esfera cósmica la cual desprendía una luz brillante. Esta chocó directamente contra el titan y lo destruyó completamente sin dejar rastro de él.

 

-Ya está.-dijo Rafaelo esbozando una sonrisa mientras se dirigía al grupo.

 

Pero al voltearse solo se encontró con un grupo de guerreros con los ojos como platos y la paletilla caída.

 

-¿Dónde aprendiste a hacer eso?-preguntó Cristal atónito

 

-Es la técnica especial del Caballero de Junini.-explicó Rafaelo orgulloso.-Generalmente no la uso por que consume mucho poder pero en casos de emergencias no está tan mal ¿No?

 

-Me parece que vamos a necesitar más que eso...-dijo Crishna en tono lastimoso señalando al frente.

 

Ahora se acercaban dos titanes, uno parecía ser el más alto del grupo y el otro el más gordo. Comenzaron a correr y cargaron directamente hacia los Caballeros. Ya se estaban reagrupando cuando Jango los detuvo haciendo señas con la mano.

 

-Me encargaré de esto.-afirmó.

 

-¿Acaso tienes una técnica tan poderosa como la "Explosión de Jalashkian?-preguntó Rafaelo incrédulo.

 

-Na.-respondió Jango sin tomarle importancia.

 

Sacó la pistolita de bronce que le habían dado anterior mente, apuntó al ojo del titan más alto y disparo. El tiro le dio directamente en el párpado y cayó al suelo, su compañero también tropezó y se impactó duramente con su compatriota. Al estar el más alto inmovilizado, esto les daba una fuerte ventaja.

 

Cristal tomó la delantera, corrió directamente hasta su oponente y comenzó a congelarle con todo su poder, mientras tanto los demás solo se quedaron mirando a lo lejos. Para cuando ya había pasado un rato y el titan gordo intentó levantarse, Cristal volteó la cabeza y los miró a todos con una mirada digna de un desquiciado.

 

-¡¿Qué mirda esperan?! ¡¿Eh?!-preguntó gritando como un loco.

 

A la orden, Albiore y los otros saltaron encima del titan quién estaba semi-congelado pero aún podía moverse a medias. Comenzaron a agrietarle su cuerpo y a despedazarlo mediante golpes. Cuando menos se dieron cuenta, el ser se agrietó completamente y estalló en miles de pedazos. Un mar de sangre los inundó a todos y tiñió de un color escarlata al titan alto quién se encontraba todavía tumbado y siendo congelado por Cristal.

 

-¡Moco y sangre!-se quejó Jango.-¡¿Qué falta ahora?!

 

En un acto de furia descontrolada, el titan se incorporó con fuerza y pateó a Cristal quién chocó con la montaña. Luego se dirigió a Crishna e intentó aplastarlo en el suelo con su gran puño. Este chocó con el Marina y tal parecía que lo había hundido en el suelo.

 

-¡Crishna!-gritaron sus compañeros.

 

Sin embargo el puño del titan se agrietó, tal grieta pronto se expandió por todo el cuerpo del gigantesco ser. Cuando menos se dio cuenta de esto, el titan estalló en miles de pedazos. Abajo, en donde su puño se encontraba, estaba Crishna blandiendo su lanza en dirección al cielo, había salido completamente ileso de tal ataque final.

 

El grupo volvió a reagruparse, ahora Cristal estaba tanto herido como cansado, Bud seguía desmayado, Rafaelo había usado casi todo su poder, Jango se encontraba en un estado patético al estar cubierto tanto de mucosidad como de sangre, y Crishna parecía agotado. Quizás el único que parecía en buen estado era Albiore aunque también no la había sacado barata y estaba exausto. Para entonces, los últimos dos titanes se acercaban rápidamente hacia ellos.

 

-¡J@dr!-se quejó Jango.-¡Esto tiene que ser una broma!

 

-¡Nos van a aplastar como cucarachas!-se asustó Rafaelo

 

Ya todos estaban preparados para lo peor mientras sus enemigos se acercaban. Cuando ya estaban a menos de unos cinco metros de diferencia, nueve figuras se deslizaron por el aire: Cuatro cayeron encima de un titan, cuatro en el otro, el noveno aterrizó no muy lejos de donde estaba el grupo de Albiore. Aunque no había suficiente luminosidad, su armadura Sapuri era indistinguible: Un juez del infierno.

 

-¡Llegó la caballería!-gritó Minos emocionado mientras alzaba sus manos en dirección a los titanes.

 

Estos seres gigantescos comenzaron a ser atacados por los espectros quienes le dieron con todo su poder. Los gigantes se debilitaron en el proceso e intentaron librarse de los espectros quienes permanecían firmes sobre estos y seguían atacándolos. Cuando los titanes ya estaban a una distancia razonable de Minos, este elevó su Cosmos.

 

-¡Marioneta Cósmica!-gritó el juez del infierno.

 

De sus manos salieron una docena de hilos invisibles los cuales se aferraron a ambos titanes y estos se quedaron inmovilizados. Aún así eran seres de gran poder y se retorcían, haciendo que el trabajo de Minos por controlarlos sea mucho más difícil.

 

-¡Es inútil!-les gritó Minos a sus nuevas marionetas.-¡Ahora les romperé todos sus huesos!-sentenció.

 

Acto seguido comenzó a mover y cerrar sus puños, los huesos de ambos titanes se escucharon romperse mientras estos movían sus articulaciones torpemente. Luego de medio minuto, Minos los soltó y estos cayeron rendidos al suelo. Minos ya estaba volteando para presentarse ante Albiore y compañía cuando uno de los titanes se incorporó con su último aliento para acabar con el juez del infierno.

 

-¡Ilusión Galáctica!-gritó otra voz a lo lejos.

 

Miles de ojos cerrados y de color morado detuvieron el paso del titan, luego todos se abrieron al mismo tiempo. Una vez sucedido esto, el titan fue rodeado por una cosmoenergía morada y estalló de repente. El ejecutor de la técnica se acercó lentamente a Minos quién lo miraba con una sonrisa, se trataba de otro juez del infierno: Aiacos de Garuda.

 

-Te faltó uno.-le dijo Aiacos en tono reprochante a su compañero mientras se acercaba.

 

-Lo dejé por que sabía que estarías aquí.-respondió Minos quién aparentó no darle importancia al asunto.

 

-¿Para?-preguntó Aiacos.

 

-Para encargarte de las sobras.-le contestó Minos.-Recuerda que yo hice todo el trabajo. Pero tu necesitabas un segundo de gloria.

 

-Yo barrí todo el bosque con el rostro del Olimpo.-afirmó Aiacos cambiaba de rumbo y se alejaba.

 

-Perdedor...-comentó Minos en voz baja. Luego de eso se dirigió finalmente al grupo de Caballeros.-¿Qué los trae por aquí?-preguntó.

 

-La guerra.-respondió Albiore rápidamente.

 

-Últimamente todo tiene que ver con la guerra.-afirmó Minos.-¿Algo más específico?

 

-Necesito hablar con Hades.-dijo Albiore.

 

-No te iras a ponerte a gritar como la otra vez ¿Oh sí?-preguntó Minos.

 

-Na, estoy más educado que antes.-respondió Albiore.-Me metieron preso en el Santuario y durante mi instancia estuve leyendo un par de libros para cultivar el intelecto.

 

-¿De cuantas páginas?-preguntó Minos incrédulo.

 

-Quince entre los dos.-afirmó Albiore orgulloso.

 

...

 

Desactivaron la barrera de Hades para que los espectros y los Caballeros pudieran pasar. El castillo tenía un aire siniestro, obviamente había tenido días mejores antaño a la ocupación de Hades sobre este. Quizás antes, incluso durante el dominio de Hades, no hubiera tenido un aspecto tan bélico y en consecuencia uno más formal: En todos los pasillos habían astas colgadas en caso de emergencia, los muros eran patrullados por esqueletos, los espectros traían informes de un lado a otro y había una atmósfera "caliente" debido a tanto movimiento.

 

El grupo de guerreros (quienes eran conducidos por Minos) dieron mucho de que hablar entre los espectros, después de todo no se les puede culpar debido a que nunca antes se había visto una banda tan extraña: Un Caballero de Plata, dos Caballeros Sonotas, un Caballero Negro vistiendo la Armadura de Odín, un dios Guerrero y un General Marina. Los murmullos llegaron a los oídos de "nuestros héroes" (por así decirlo), frases como "Menudo grupo", "¿Qué c@raj@s es esto?" o "Esta tiene que ser una broma".

 

Atravezaron salones, pasillos (en uno había puerta abierta en la se podía ver a Radamanthys emborrachándose como es costumbre)y llegaron por fin a una habitación acogedora: Cuadrada y mediana con una chimenea encendida, una pequeña mesa en medio con los planos de los alrededores, cuadros colgados en las paredes y unos cuantos adornos curiosos. Básicamente se asemejaba a la sala de mando del palacio de Valhalla solo que un poco más tétrico y con una atmósfera oscura.

 

Hades estaba con Pandora de un lado, del otro había una mujer. Fue allí cuando Albiore la vio por primera vez: Una mujer de carácter y terrible, al mismo tiempo transmitía una sensación de seguridad pero también de incomodidad. Su cabello era oscuro y le llegaba hasta la cintura la cual estaba protegida por una armadura Sapuri así como el resto de su cuerpo. Su diseño no era como el de la Cloth de Atenea la cual terminaba en una gran falda, esta armadura más que nada se distinguía por que parecía ser hecha para un hombre de la cintura para abajo (botas, rodilleras, muslo, etc). Su apariencia no era natural pues había sido moldeada por el mismo inframundo, quizás antes era rubia y viva.

 

-Albiore de Cefeo...-comentó Hades inexpresivo.-¿Porqué no me sorprende?

 

-Para mi también es un gusto.-respondió Albiore haciendo una pequeña reverencia fingida.

 

-¿Vienes por otro encargo de mi hermano?-preguntó Hades molesto por sin levantar la voz, algo tenía en común con Zeus.

 

-Algo así, fiera, algo así.-dijo Albiore incorporándose.-Tu hermano me mandó hasta aquí y pide ser destruido por una poderosa alianza.

 

-Pues vete y dile que su deseo pronto se cumplirá.-respondió Hades.-Pero será su hermano mayor quién acabará individualmente con él.

 

-¿Y porqué mejor no te unes a mi bando?-insistió Albiore quién no se iba a marchar luego de llegar tan lejos.

 

-Ya aclaré en Star Hill que no tengo intensiones de unirme a Atenea.-respondió Hades mirándolo a los ojos.-¡Jamás lo haré!

 

Su grito provocó un fuerte eco por todo el Castillo, su fuerza e imponencia eran testigos de su rango como dios Olímpico, un dios lleno de odio y condenado al inframundo, su prisión, el cual más que un reino es su cautiverio. Odiaba a todos los demás dioses y con toda su fuerza y en especial a Zeus por que lo convenció para levantarle la mano a su padre y posteriormente se quedó con todo el cielo. Y también a la hija de Zeus, Atenea, quién fue la que lo condenó al maldito infierno.

 

-Hades...-comenzó a decir la voz de Odín desde la Armadura que portaba Jango.-No puedes derrotar al ejército del Olimpo tú solo y lo sabes bien. Ahora es cuando nosotros, los dioses de la tierra, debemos unirnos y luchar hombro a hombro.

 

-¿A sí?-dijo Hades sarcásticamente.-Muy interesante, tal parece que no entiendes que los "dioses de la tierra" tenemos nuestras diferencias ¿Acaso le pediste ayuda a Loki antes de marcharte de Asgard?

 

-Así es.-respondió Odín para sorpresa de todos.-Loki ahora vela por Asgard, incluso él sabe que el trasero de todos está en juego hoy en día ¿Vas a dejar que los relámpagos del Olimpo atraviesen tu sucio, asqueroso y pálido trasero sin circuncidad?-preguntó.

 

-Yo soy testiga de ello...-comentó Perséfone disimuladamente.

 

Las presencias de Hades y Odín chocaron y provocaron una fuerte química alrededor, la atmósfera se volvió intensa. Jango se preocupó de que Odín intentara "convencer" al dios del inframundo a través de la fuerza tal y como lo hizo con Poseidón. Pero Odín no ocupó el cuerpo de Jango en ningún momento, tan solo se limitó a hacerle frente a Hades.

 

-Hoy lo viste con tus propios ojos ¡Siete titanes!-exclamó Odín.-El tártaro se ha puesto del lado del Olímpo y tú sabes bien quién estuvo encerrado allí. Oh sí... Me contaron como llamaba tu nombre cientos de veces durante su cautiverio, te maldecía y exigía tu cabeza. Yo lo llamaría titan de setenta metros... Tú lo llamarías "papá".

 

-A él también lo recibiré en mi hogar.-afirmó Hades.-¡En el infierno!

 

-Y hablando de infiernos...-continuó Odín.-¿Sabes quién planea hacerse con tus tierras? Un demonio antiguo regresó de las tinieblas y planea extender su territorio hasta el inframundo. Un demonio que tú te encargaste de mantener en cautiverio desde la Era Mitológica cuando fue derrotado en el Pandémonium.-Hades esta vez lo miró sorprendido, Odín prosiguió.-También una buena fuente me comunicó que Zeus está a punto de firmar una alianza con Anubis y Osiris, obviamente Amon Ra también firmará el tratado ¿Crees poder hacer frente tanto a Lucifer como a Amon Ra?-preguntó Odín finalmente.

 

Hades y Odín cruzaron miradas penetrantes.

 

...

 

-Vaya que ese Hades es testarudo.-se quejó Rafaelo.-Negarse ante la alianza de Poseidón, Odín y el Santuario...

 

Hades no los había echado a fin de cuestas, inclusive les dio una habitación a los seis para que tuvieran techo. Cuando el dios del inframundo se negó a la propuesta de Odín, Albiore le afirmó que no se moverían del Castillo por ningún motivo hasta tener una alianza con Hades. En consecuencia las permitió quedarse en él como si quisiera decir "Está bien quédense a esperar, inclusive les doy un lugar donde vivir el resto de sus miserables vidas mortales".

 

No era una mala habitación en comparación con el lugar donde durmieron Albiore y Cristal en la isla de la Reina Muerte. Aquí por lo menos eran seis camas cómodas, almohadas suaves y frazadas calientes, inclusive había una chimenea y una pequeña ventanilla que daba hacia ese extenso bosque de Alemania dónde se celebró la batalla hace un par de horas.

 

-A propósito, señor Odín.-dijo Bud dirigiéndose a su dios (o más bien a la armadura de este).-¿Cómo sabía usted sobre lo de Amon Ra y Lucifer?

 

-Loki me lo dijo.-respondió Odín.

 

-Loki es el dios del engaño.-le contradijo Cristal.-¿No cree que podría tratarse de un engaño más?

 

-Obvio que es un engaño.-afirmó Odín.-Engañó a Amon Ra para que se lo contara.

 

...

 

El rojizo suelo del planeta Marte hace juego con su atmósfera anaranjada. A lo lejos no se ve más que óxido de hierro, tormentas de arena y fósiles en estado de descomposición. Al este del planeta, cerca de un gran cráter hay un montón de escombros y trozos de metal apilados. Debajo de ellos sale un hombre (o lo que parece ser un hombre) el cual arroja los metales a un lado, se incorpora y sale del cráter con un gran salto. A continuación ejercita los músculos y se acomoda los huesos.

 

Dios de la guerra es pero ahora tiene otro propósito: Venganza. Mira hacia el planeta Tierra el cual está a millones de kilómetros pero con su gran divinidad logra verlo a la perfección. Aprieta con fuerza su puño y un gran sentimiento de odio lo invade, se prometió a si mismo matar a Zeus, el maldito dios del Relámpago que mandó a un grupo de idiotas quienes hicieron estallar su base en frente de sus narices. 

 

Fin


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Publicado 30 enero 2017 - 17:48

Bien... Tengo quejas para los dos. Primero, a Alfredo. El problema que le veo a Gilgamesh de Heracles es que carece de una personalidad definida, es solo un enemigo más. Es avaricioso y quiere ser muy poderoso e inmortal, algo que no puedo decir que me impresione, por desgracia. Sin embargo, tuvo un pequeño gesto de honradez que luego se fue cuando reconoció haber alcanzado y asesinado a sus colegas él solo.

Macairo, todo muy bizarro, pero... ¿Y Jango? Quiero decir, con todo lo que aparece Albiore, que si lo presentases en Plata muy probablemente le diese mi voto con este capítulo, me agradó su comicidad y su alterada personalidad. ¿Pero Jango? Literalmente es el que menos destaca del capítulo junto con Bud.

Es por eso que mi voto va para Alfredo.

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Publicado 30 enero 2017 - 18:03

Macairo, todo muy bizarro, pero... ¿Y Jango? Quiero decir, con todo lo que aparece Albiore, que si lo presentases en Plata muy probablemente le diese mi voto con este capítulo, me agradó su comicidad y su alterada personalidad. ¿Pero Jango? Literalmente es el que menos destaca del capítulo junto con Bud.

Acá solo van Caballeros Negros así que no había otra  :unsure: Igual, creo que las votaciones empiezan el 14 


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Publicado 31 enero 2017 - 15:24

 

 

:lol:


Editado por T-800, 31 enero 2017 - 22:07 .

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Publicado 31 enero 2017 - 15:27

-El plazo de inscripción es del  18 - 01 - 17   hasta el  14 - 02 - 17

 

-Todavía no se puede votar pero si se pueden inscribir

Ups. Pensaba que acababan todos el 30.


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Publicado 31 enero 2017 - 21:43

Mi voto es para Alfredo y su personaje Gilgmesh de Heracles.

Enhorabuena a ambos fickers por animarse a participar.

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"Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer un nuevo final"


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El ganador es ALFREDO

Editado por T-800, 05 enero 2019 - 15:48 .

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