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La guerra del Olimpo


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14 respuestas a este tema

#1 Kirtash

Kirtash

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Publicado 24 noviembre 2016 - 18:31

 

Era una noche normal de otoño como cualquier otra, salvo por la excepción de que aquella misma noche era la noche en la que todo había comenzado. Ninguna persona se daría cuenta hasta un tiempo más tarde, pero las manijas del destino de la tierra misma habían comenzado a girar lentamente, pero sin freno, el futuro del planeta estaba en juego.

 


PROLOGO



North Marston, Estación de Tren - 10:27 p.m

Una densa capa de niebla cubría la oscura noche de Londres, cerca de allí, en una estación de tren a las afueras de Londres un tren se dispone a partir. Suena la bocina del mismo, pero entonces aparece en la estación un hombre cargando con un maletín corriendo para no perder el tren.





Spoiler


El tren espera por aquel hombre y una vez que éste accede al mismo se cierran las puertas y el tren comienza su marcha desapareciendo bajo la niebla. El clima estaba frío, quizás más de lo normal recién comenzado el otoño, el hombre resopla un profundo vaho al entrar en el tren, unas cuantas gotas de sudor frío recorren su frente mientras abre la puerta de uno de los vagones para buscar un sitio donde sentarse sin despegarse ni un solo instante de su maletín, parecía algo inquieto e intranquilo por alguna razón. El hombre comienza a mirar los asientos dentro del vagón, pero a pesar de que hay varios sitios disponibles ninguno parece ser de su gusto, por lo que avanza hasta el siguiente vagón. Este vagón se encontraba prácticamente vacío, el hombre se sienta al principio del mismo, apenas habría otras dos o tres personas en el resto del vagón, y la mayoría se encontraba en la otra punta de este.

Finalmente tras sentarse en su asiento, el más pegado al pasillo del vagón, el hombre apoya el maletín en el asiento de al lado, próximo a la ventana, echa un ojo por los alrededores del vagón con una leve mirada, es entonces cuando parece tranquilizarse levemente.

Aquel hombre se quita el sombrero y desabrocha la gabardina, descubriendo a un hombre mayor, de más de 50 años seguramente. El tipo saca del interior de su gabardina varios papeles y comienza a mirarlos de arriba a abajo, eran muy similares a mapas, pero contenían símbolos extraños y parecían cambiar sobre la marcha, modificándose en el momento.



 

Spoiler


Su nombre de pila era Hughes, pero en el trabajo todos le llamaban Mr H, dado que siempre llevaba un maletín con una H bordada en el mismo. Lleva trabajando en una oficina de venta ordenadores 15 años, los mismos que lleva casado con su mujer Claire, con la cual tiene dos hijos Tom y Sophie. Es un tipo normal querido y respetado por todos, pero de repente hace una semana desapareció de su casa y de su trabajo sin decir nada a nadie, solo acompañado por su maletín, ese maletín con la H bordada que le acompañaba a todas partes. Desde entonces había estado moviéndose continuamente guiándose por aquel extraño mapa, que le había llegado una semana atrás por correo junto con una pequeña carta que había quemado nada más leer, justo antes de marcharse sin dejar rastro.

El viaje en el tren transcurría tranquilo Hughes iba observando el mapa constantemente salvo rara vez que miraba hacia la ventana observando el paisaje bajo la oscuridad de la noche con cierto aire de nostalgia. Instantes antes había pasado por su sitio un empleado del tren ofreciéndole café, pero este había declinado la oferta y siguió mirando su mapa, parecía no entender algo de lo que le indicaba.



 


La noche cerrada ocultaba ya el paisaje por el que viajaban, y las luces del tren se volvían cada vez más tenues, Hughes se mantenía con la luz sobre su asiento y con el mapa entre las piernas, pero sus ojos poco a poco iban cediendo al cansancio acumulado después de apenas dormir un par de horas en toda una semana. Se puso los cascos que venían en cada asiento, y comenzó a escuchar la música intentando relajarse, conocía la canción que estaba sonando en ese momento, le recordaba al momento en que conoció a su mujer, ya hacían casi 20 años de aquello, Hugues estaba caminando por la calle, y se paró a observar a un joven que se encontraba tocando a pie de calle a cambio de unas monedas, entonces una joven lanzó una moneda al sombrero, Hugues alzó su mirada hacia ella y quedó prendado a primera vista de la belleza de aquella joven preciosa, cuanto más sonaba aquella música más se relajaba Hugues recordando momentos felices. Finalmente consiguió cerrar los ojos durante un instante y el silencio se adueñó del tren, que parecía moverse sigiloso entre la noche. Pero entonces una especie de bache hizo que el tren pegara un ligero bote antes de continuar, Hughes abrió rápidamente sus ojos alertado, la luz sobre su asiento comenzó a parpadear hasta terminar apagándose sumiendo al vagón en la oscuridad. Rápidamente comenzó a rebuscar palpando con su mano entre los bolsillos de su gabardina, hasta que finalmente dio con lo que buscaba, sacó rápidamente del bolsillo una pequeña linterna, y al encenderla vio como una sombra pasaba por fuera del tren, al lado de su asiento.

Hugues rápidamente cogió su maletín y se levantó del asiento, las luces comenzaron a parpadear de nuevo hasta terminar encendiéndose, la gente del tren se había despertado en su mayoría debido al bache por el que habían pasado anteriormente, Hugues comenzó a avanzar hacia el fondo del vagón, en dirección opuesta hacia donde había pasado la sombra, pero entonces el tren volvió a pegar otro bote, este mucho más brusco que el anterior, y el hombre se trastabilló y cayó al suelo, su maletín salió volando por los aires y terminó chocando fuertemente contra el suelo abriéndose en el golpe y haciendo que lo que había en su interior saliera rodando por el suelo del vagón hasta terminar posándose junto a un asiento donde se encontraba un joven.

Spoiler



Hughes se alarmó rápidamente y se disponía a levantarse, pero entonces vio como aquel objeto empezaba a brillar e iluminarse,

Spoiler


entonces sus ojos se encendieron como si un rayo de esperanza acabase de brotar de aquella luz, y comenzó a reír - Jajajajaja, finalmente parece que la suerte me sonríe, tengo que darme prisa - Hugues se levantó del suelo, se sacudió el polvo, cogió su maletín, el colgante que había caído al suelo y se dirigió al joven que se encontraba sentado al lado de donde había caído - Chico, sé que esto te resultara un poco extraño, pero debes coger este colgante y marcharte de este tren lo antes posible, toma llévate estos mapas, te ayudaran a encontrar ayuda... - un golpe del brazo del joven al despertarse hizo que todos los mapas, junto con el colgante cayeran al suelo - señor, no me moleste con sus problemas, veya a molestar a otro, yo estoy cansado y quiero dorm..... En ese momento sus palabras se interrumpieron por un terrible golpe que se escuchó proveniente de la puerta del anterior vagón - que narices esta pasando.... - dice el joven a la vez que otro terrible golpe se escucha - rápido, coge esto y sal de aquí - dice Hughes dándole el colgante al joven que se encuentra un tanto desconcertado. Entonces un tercer golpe se escucha, y ambos pueden ver como la puerta del entrada al tren sale volando de su sitio, en ese momento se nota como la presión del ambiente comienza a subir, y por la puerta aparece un extraño animal.

Spoiler



Tenía una forma similar a la de un lobo, pero era mucho más grande, fuerte y además estaba envuelto en una oscura sombra que parecían llamas negras, ya que todo aquello que tocaban acababa carbonizándose.

- ¿Que cojones es eso? - pregunta el joven exaltado - es una abominación enviada por ella, debes huir, aun no estas preparado para enfrentarte con ellos, y debes vivir, eres nuestra mayor esperanza.- El joven no entendía nada de lo que allí estaba sucediendo, la situación se volvía cada vez más extraña, pero en algo tenía razón aquel hombre, si se quedaba allí seguramente no sobreviviría frente a aquella extraña bestia, durante un momento dudo al ver al hombre que se queda allí de pie frente a aquel monstruo, pero decide marcharse corriendo, ahora lo que mas le importaba era su vida, no la de aquel tipo al que no conocía de nada. Comienza a correr hacia la puerta, pero entonces el extraño animal con un movimiento increíblemente ágil pega un salto apoyándose en uno de los cristales de la ventana del vagón, el cual acaba prácticamente hecho añicos, y se abalanza sobre el joven, aunque en el último instante cuando ya estaba a punto de caer sobre el Hughes se interpone en su camino, sin embargo la garra del feroz animal acaba atravesando su pecho a la altura del omoplato - Tcht, es más rápido de lo que pensaba, CORRE ESTUPIDO, CORREEEE - le grita al joven, entonces el lobo suelta un zarpazo y lanza a Hughes hacia un lado, aquel joven ya podía sentir el aliento de aquella bestia en su cogote, por lo que se gira y mira a la bestia a los ojos directamente, en sus ojos extrañamente no parecía haber miedo, el haber visto aquel brutal ataque frente a sus ojos había despertado una sensación de de valentia en el muchacho- Hace mucho tiempo me enseñaron que no se debe huir ante los problemas, sino que hay que afrontarlos, no pienso morir corriendo, si tengo que morir que sea cara a cara.- El joven se coloca frente a aquel animal con los brazos abiertos, esperando el golpe final, pero entonces el collar que le había dado Hughes comienza a brillar de nuevo, esta vez con mucha mas fuerza, hasta producir un fuerte destello que ciega a la bestia durante un instante. Tras el destello algo aparece en la mano de aquel joven.

Spoiler


- Mírala chico, mírala y concéntrate - le dice Hughes desde su posición. El joven observa aquel objeto, era una especie de piedra de cristal, y en su interior parecían poder verse las estrellas, entonces cuando se fijo, varias de aquellas estrellas que se encontraban dentro de aquella gota parecían iluminarse mas que el resto, al observarlas noto como algo se encendía en su interior, cerro los ojos durante un instante, y cuando los abrió su cuerpo estaba recubierto por una extraña armadura.

Spoiler


La terrible bestia lanzó su ataque, pero sus uñas rebotaron en la armadura sin hacerle un solo rasguño, entonces el joven cogio su maza, la cual habia surgido al igual que la armadura, la balanceo ligeramente y le atizó a el animal en medio del rostro, lanzándolo por los aires hasta estamparse contra la puerta del siguiente vagón. El joven se miro las manos extrañado ante la terrible fuerza que podía sentir en su cuerpo, esgrimio una ligera sonrisa en su rostro y comienza a correr a toda velocidad hacia la bestia, esta se estaba recomponiendo del tremendo golpe anterior, cuando el joven la agarra por el cuello y la estampa contra el suelo, las llamas que envolvían a la bestia no parecían afectarle, comienza a golpear a la bestia ferozmente sin que esta pueda hacer nada por defenderse, pero entonces nota un terrible calor, las manos le estaban quemando, se da cuenta de que aquella armadura ya no esta, había desaparecido. El joven suelta al animal y se aleja antes de quemarse las manos, pero el animal, a pesar de sus heridas aún es capaz de levantarse, y ahora los papeles se tornan, era el animal el que tenía a su enemigo a placer. Comienza a gruñir mientras una ligera baba le cae por el hocico dispuesto a lanzarse al ataque, el joven busca algo con lo que defenderse, pero allí no había nada que pudiera utilizar, justo cuando el animal se disponía a abalanzarse, recibe un terrible golpe en el costado que lo lanza fuera del tren allí por donde había entrado unos minutos atrás.

- No deberías ser tan despreocupado chico, ya te dije que aun no estas preparado para pelear contra ellos, pero al menos hemos ganado algo de tiempo - dice Hughes tratando de recomponerse en el suelo con obvios gestos de dolor. Su camisa estaba totalmente manchada de sangre, y en su pecho se podía ver un agujero del tamaño de una pelota, era increíble que alguien así siguiera vivo, y mucho mas extraño que fuera capaz de moverse o hablar.

- ¿Esta usted bien?, tengo que llevarlo a un hospital lo antes posible - dice el joven acercándose a Hughes - no te preocupes por mi chico, esa cosa no tardará en volver, y cuando vuelva no quiero que te encuentre aquí.

- Entonces le llevare conmigo, no pienso dejarle aquí - el joven se acerca, se rasga la camisa y utiliza la tela para presionar la herida de Hughes.

- ¿Como te llamas chico? - pregunta Hughes - Mi nombre es Eneas - responde el joven - Muy bien Eneas, escúchame atentamente, no te preocupes por mi, esta herida no acabará conmigo, además alguien tiene que detener a los que vengan tras de ti, estate tranquilo, no tengo pensado morir aquí, ahora vete, coge esos mapas y lárgate de este tren, tienes que aprender a usar tu armadura, debes dirigirte a Macedonia, el mapa te guiará, allí encontraras a alguien que te enseñara como usar tu armadura, debes tener cuidado durante tu viaje, ya que este estará lleno de peligros, vamos vete de una vez.- Eneas se dirigió al vagón anterior y recogió los mapas que había tirado anteriormente, mientras tanto Hughes trata de incorporarse y comienza a tirar de la palanca de emergencia para que el tren comience a frenar. Eneas vuelve con los mapas hasta la posición en la que se encuentre Hughes - vamos, ven conmigo, yo te llevare, no pienso irme de este tren sin ti - dice el joven - está bien dice Hughes, dame la mano para ayudarme a levantarme - Eneas se acerca para tenderle la mano, pero entonces Hughes le da una patada y lo tira del tren, allá por donde había tirado antes a aquel animal.

- Ten cuidado chico - se le ve decir a Hughes mientras se ve como aquella extraña bestia vuelve a aparecer en el tren....



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Publicado 25 noviembre 2016 - 14:28

mucha suerte en tu fic

 

 

http://saintseiyafor...ejos-para-fics/

 

 

http://saintseiyafor...-fics-que-lees/


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#3 The King of Style Strong

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Publicado 01 diciembre 2016 - 22:47

Típico quieres leer algo de Saint Seiya y Olimpo a las 12:14 de la noche y el primer texto no se ve XD

67bf776cd315ab659c0f1864f481fe591aaa0fa6


#4 Patriarca 8

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Publicado 04 diciembre 2016 - 15:48

el prologo fue un poco largo y la letra

 

esta demasiado junta


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#5 Kirtash

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Publicado 07 diciembre 2016 - 21:38

Gracias por las opiniones, la verdad es que tuve varios problemas para adaptar el prologo despues de copiarlo de un fichero word, ya que los colores son opuestos (letra negra sobre fondo blanco), y tuve que tratar de adaptarlo como pude, no se si me podéis comentar algún truquillo que tengáis o alguna manera de solucionarlo de manera mas simple, ya que seguro que no soy el primero al que le pasa.

The King of Style Strong, te importaría indicarme que es exactamente lo que no se ve, ¿es solo la cita, o no puedes ver algo mas?, a ver si puedo tratar de solucionarlo, aunque yo puedo verlo todo por lo que no se muy bien a que se puede deber que tu no puedas verlo.

T-800, el espaciado de la letra es el estándar del word, aunque si que es cierto que con este contraste de colores cansa mas la vista al leerlo con esta separación, por lo que tratare de solucionarlo para el primer capítulo.

#6 Ivan de Virgo

Ivan de Virgo

    El Caballlero Dorado Legendario de Virgo

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Publicado 07 diciembre 2016 - 22:00

Estuvo bien aunque las letras deben ser un poquito mas grandes pero animo y sigue publicando que la historia esta interesante


WaoYB6M.png

 


#7 The King of Style Strong

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Publicado 10 diciembre 2016 - 16:52

La letra es muy blanca y tengo que seleccionarlo para leer

67bf776cd315ab659c0f1864f481fe591aaa0fa6


#8 unikron

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    el iluminado

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Publicado 10 diciembre 2016 - 23:02

la historia se ve interesante suerte



#9 Kirtash

Kirtash

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Publicado 18 diciembre 2016 - 20:00

Se escuchan pasos en un oscuro pasillo, los pasos van acompasados y cada uno va acompañado de un peculiar sonido, con un tono metálico. La tenue luz de las antorchas crea un juego de sombras dentro de aquella oscura galería, creando figuras en la tenue luz de lo más aterradoras. Entre las luces de las antorchas se consigue ver una figura, la sombra que produce su silueta resulta intimidante, haciéndose mas grande y tenebrosa con cada paso que da, las llamas de las antorchas se reflejaban en lo que parecía ser una armadura, tan oscura como la noche. Sus pasos se iban volviendo cada vez más acelerados, pero siempre manteniendo un mismo compás, que retumbaba una y otra vez en cada rincón de aquella inmensa y oscura galería. Finalmente llego al final de la galería, encontrándose con una inmensa pared de piedra negra al final de la misma, cuando se encontraba ante esta, se agacho hincando una rodilla en el suelo y agachando la cabeza.

 

- Mi señora, ya han partido tal y como ordenasteis, aunque sigo sin entender porque no me permitió a mí mismo ir, de ese modo no habría posibilidad de error.

 

En ese momento se ve lo que hay al otro lado de aquella inmensa pared, una sala totalmente blanca, iluminada por una luz de una pureza jamás vista, el otro lado de la pared era totalmente blanco, y de espaldas a dicha pared se encontraba un asiento, tras el cual se escuchó una voz cálida y suave como la brisa del viento - A ti te tengo guardados objetivos más importantes, ten paciencia, ellos harán su trabajo, si fracasan tienes mi permiso para acabar con ellos.

 

- Así se hará mi señora - dijo el hombre que se encontraba en la galería justo antes de levantarse y marcharse de nuevo por donde había venido.

 

 

CAPITULO 1: EL VACIO DE LA SOLEDAD

 

Ciudad de Wels, norte de Austria - 08:21 PM

 

Habían pasado ya casi dos meses desde aquella extraña noche en el tren que partió de North Marston, desde aquel día la vida de Alexander había cambiado radicalmente, continuamente en movimiento, sin pasar dos noches en el mismo lugar, apenas podía conciliar el sueño desde aquel día, siempre tenía que dormir con un ojo abierto si quería despertarse vivo al día siguiente. Había emprendido su viaje a Macedonia tal y como le había dicho aquel tipo en el tren, pero el viaje estaba resultando más duro de lo que pensaba, no podía viajar en los servicios primarios, ya que entonces parecían poder localizarle fácilmente, por lo que tenía que moverse en medios de transporte más austeros, lo cual le llevaba a tener que dar muchos rodeos en lugar de poder viajar directamente. Además no podía viajar nunca por las carreteras principales, siempre debía moverse por carreteras secundarias, o pequeños caminos de tierra. No había pasado un solo día en que no sintiera tras él a bestias como la que se había encontrado aquel día en el tren. En más de una ocasión se había cruzado con una de estas frente a frente, y con mucha suerte había conseguido escapar airoso de ellas, sabedor de que no les podía hacer frente, ya que pese a lo mucho que lo había intentado desde aquella noche nunca más había sido capaz de activar aquella armadura de nuevo.

 

Alexander caminaba entre las calles del barrio viejo de la ciudad mientras comía un par de piezas de fruta que había comprado instantes antes en un mercadillo de la ciudad, ya apenas le quedaba dinero encima, por lo que no podía mas que comer poca cosa, y siempre que descansaba lo hacía durmiendo en el suelo, en algún lugar apartado, nunca en un hotel o un hostal, es debido a esto que su aspecto se veía un tanto demacrado, había perdido peso, y en su rostro se podían ver unas profundas ojeras. El sol ya se ocultaba entre las montañas, y comenzaba a oscurecer, así que Alexander decidió ir a buscar un lugar seguro donde descansar, ya que era mucho más peligroso moverse durante la noche, donde esas criaturas se movían mucho más libremente. El joven encontró una vieja capilla abandonada “ este parece un buen lugar ” pensó mientras daba un leve golpe a la vieja puerta de madera para abrirla, ya que tenía una astilla que la bloqueaba. La capilla era bastante más grande de lo que parecía desde el exterior, tenía dos pisos, aunque el piso superior estaba en muy mal estado, algo mejor estaba el piso de abajo, aunque los bancos y el suelo estaba hecho un desastre, y la tierra y las plantas se habían apoderado por completo de aquel lugar. En el techo había un gran agujero que hacía que la luz entrara por el mismo, pero solo iluminaba un pequeño círculo en el suelo, por lo que al joven no le molestaba, aquel sitio parecía perfecto.

 

Alexander arrastro uno de los bancos hacia una de las esquinas, apoyo la pequeña mochila que llevaba a cuestas en el suelo junto al mismo, y luego se recostó en este. Antes de intentar comenzar a dormir, saco un colgante que llevaba oculto bajo la camisa y lo estrecho entre su puño, y en esa misma posición cerró los ojos y comenzó a dormir. Mientras dormía Alexander soñó recordando su juventud, su niñez en el orfanato....

 

Retrocedamos en el tiempo 10 años atrás, donde nos encontramos con un joven Alexander, con tan solo 7 años...

 

Parsioes Park - Dagenham, Londres

 

Varios niños juegan en el parque con un balón de fútbol pasándoselo entre ellos, entonces aparece Alexander, se mueve rápidamente entre ellos, atrapa el balón y se aleja unos metros de ellos.

 

- He vamos danos el balón, es nuestro, me lo regaló ayer mi padre, sino nos lo das te lo quitaremos por la fuerza, nos da igual que seas un niño pequeño. - Ciertamente Alexander era más joven que ellos, ya que se trataba de chicos de 8 y 9 años, pero pese a ser más joven, Alexander ya era más alto que todos ellos, más fuerte y más rápido. - Ven a quitármelo si te atreves, vosotros no lo necesitáis para nada, vuestro padre mañana os comprará otro, yo no tengo con que comprarme uno. - Alexander se colocó el balón bajo el brazo derecho, ya que el resto de niños no parecían dispuestos a dejar que se marchara con el balón tan fácilmente, - Maldito criajo, voy a decir a mi padre que se encargue de que no te vuelvan a dejar salir de ese maldito orfanato - gritaba uno de los niños mientras el junto con otros tres niños comienzan a correr hacia Alexander, de todos modos el joven parecía bastante convencido de poder con todos ellos usando solo su mano derecha, pero entonces de repente alguien cogió el balón que sujetaba bajo su brazo - Uno no se debe aprovechar de su fuerza para aprovecharse de los más débiles - Alexander se giró para ver quien le había quitado el balón y descubrió a un joven de aspecto afable tras de sí.

 

Spoiler

 

- Devuélveme ese balón, ellos no lo necesitan - dice Alexander cabreado - Ohhh, ¿y quién te ha dado a ti la potestad de decidir qué es lo que los demás necesitan y lo que no pequeño? - responde el joven a la vez que lanza el balón al resto de niños a quienes pertenecían - ¿Porque se lo has dado?, ellos pueden tener otro balón mañana si quieren, yo no puedo comprarme ninguno, es injusto, pienso volver a quitárselo - refunfuña Alexander a la vez que se gira dispuesto a ir otra vez a por el balón, pero entonces aquel tipo lo agarra por el cuello de su chaqueta como si fuera un mosquito y comienza a arrastrarlo mientras Alexander trata de zafarse sin éxito - La vida no siempre es justa pequeño, pero el hecho de que les robes el balón a esos niños no va a hacer que la vida sea más justa, a fin de cuentas lo único que puede hacer uno es vivir su vida de manera honrada y digna, de esa manera cuando llegue el final de tus días no tendrás nada de qué arrepentirte, y podrás decir que tu existencia pudo haber ayudado a establecer esa justicia de la que tanto hablas. - Por alguna extraña razón aquellas palabras llamaron la atención de Alexander, que finalmente cedió y dejó de intentar zafarse, entonces el hombre lo soltó y se giró hacia él - Estoy buscando un sitio por aquí cerca, quizás tú puedas ayudarme a encontrarlo - el pequeño se queda mirando al hombre fijamente, aquel hombre le llamaba la atención, a la vez que le intrigaba, no parecía como el resto de la gente aburrida que vivía por aquella zona - mmm, no sé, puede - entonces el hombre se agacho para quedar a la altura de Alexander, y sacó algo de su bolsillo, se trataba de una reluciente moneda dorada - Estoy dispuesto a darle esto a aquel que me ayude a encontrar el lugar que busco, sin duda con esta moneda daría para comprar un balón de fútbol - Al joven se le encienden los ojos al ver la moneda - Muy bien, te ayudare, ¿a dónde quieres ir? - pregunta mientras coge la moneda y se queda observándola alzándola a la luz para verla bien - estoy buscando el Orfanato Jones, me han dicho que esta por aquí cerca - el joven observa a aquel hombre extrañado, entonces responde - Yo vivo en ese orfanato, ¿para qué quieres ir allí? - tras cederle la moneda el hombre coge el fardo donde guardaba sus cosas y lo carga al hombro - Parece que te gusta estar bien informado eh, ¿qué te parece esto?, si me dices cómo te llamas te diré para que estoy buscando el orfanato. - Ambos comenzaron a caminar lentamente en dirección al orfanato - Mi nombre es Alexander Blake señor - dice finalmente el pequeño - Uhm, ya veo, un nombre lleno de fuerza, supongo que te pega bien, yo soy Thanos y me dirijo al orfanato porque soy uno de los nuevos cuidadores del mismo, así que supongo que de aquí en adelante nos veremos mucho las caras Alexander - dice Thanos con una sonrisa, el joven no dicen nada, pero en el fondo estaba contento, aquella persona le llamaba la atención y le parecía interesante, pero mientras caminaba allí por medio de la calle, Alexander nunca llegaría a imaginar lo mucho que aquella persona cambiaría su vida.....

 

 

 

Entonces el breve sonido de la madera al crujir despertó a Alexander, que había aprendido a dormir con “un ojo abierto”, se había despertado sobresaltado, como aquel que despierta de una pesadilla. Miro a todos lados agitado, a la vez que se cercioraba de que bajo su puño se siguiera encontrando el colgante. Miró varias veces, pero no parecía ver nada allí, seguramente aquel ruido fuera producido por el viento que entraba por aquel agujero en el techo y la vieja madera, aquella parecía la opción más fiable, pero aun así Alexander tenía el extraño presentimiento de que algo no iba bien. El joven se levantó del banco, el corazón le iba a mil por hora, aunque no entendía muy bien porque, avanzó varios pasos entre la oscura capilla, guiado por la luz de la luna que entraba por aquel boquete en el tejado, pero era una luz muy tenue, por lo que apenas se veía nada, debido a lo cual buscó entre su maleta y sacó una linterna, dio al botón, pero esta no se encendió, por lo que le dio varios golpes contra la palma de su mano y volvió a probar suerte pulsando de nuevo el botón, esta vez la luz se enciende, alumbrando justo a un grupo de murciélagos que al contacto con la luz comienzan a volar aleteando por encima de Alexander que tiene que echarse al suelo. - ¿Que cojones, de donde han salido todos estos bichos? .- dice el joven mientras se reincorpora una vez los murciélagos se dispersan un poco. Entonces se vuelve a escuchar la madera crujir, pero esta vez de manera más continuada, sonaba en el segundo piso, esta vez lo había podido escuchar bien, había alguien caminando allí arriba. - ¿Quien anda ahí? - preguntó el joven intrigado dudoso de si debería seguir en aquella capilla o salir corriendo - Ki ki ki ki ki, es gracioso que tu llames bichos a mis pequeños, ya que ellos piensan lo mismo de ti... - en ese momento la persona que se encontraba en el piso de arriba se acercó al borde lo suficiente para que Alexander pudiera verlo bajo la luz de la luna.

 

Spoiler

 

- Acabad con el mis pequeños - dice aquel hombre mirando con cara de asco a Alexander antes de darse la vuelta. Al escuchar las palabras de aquel tipo, todos los murciélagos que allí se encontraban se congregaron, y se abalanzaron todos juntos como una avalancha sobre él. Al verlos Alexander se lanzó al suelo para cubrirse tras un banco, pero los murciélagos pasaron arrasándolo todo a su paso dejando todos los bancos hechos trizas. - Ki ki ki ki, no ha quedado de el ni los restos, patético humano, si nos hubieran encargado a mí y a mis pequeños esta tarea hace tiempo todo habría sido mucho más sencillo, pero bueno, ahora recibiré su gratitud ki ki ki ki ki.- El tipo baja al suelo para salir por la puerta, pero entonces algo se mueve bajo los escombros, Alexander se levanta quitándose los escombros de encima liberado. - Vaya vaya, así que aun sigues vivo, has tenido suerte de sobrevivir a mi primer ataque, pero lo más inteligente es que te hubieras quedado bajo esos escombros.- el joven se sacude el polvo de su chaqueta a la vez que mira a aquel tipo - tienes razón, seguramente lo más inteligente habría sido quedarme ahí abajo, pero hace tiempo me enseñaron que los problemas hay que afrontarlos, no huir de ellos, y puede que con esos animales endemoniados no pueda, pero frente a un humano aún no he perdido en mi vida - el otro tipo esboza una sonrisa tenebrosa en su rostro - ki ki ki ki, ¿quién te ha dicho que yo sea humano?, mi hobbie es justamente acabar con humanos como tu, ki ki ki ki - Alexander aprieta sus puños - te voy a quitar esa cain sonrisa horrible del rostro - el joven comienza a correr hacia aquel tipo, que permanece inmóvil con los brazos cruzados sin moverse, como si no le preocupara que Alexander se estuviera abalanzando sobre él. Entonces de repente Alexander se comienza a detener lentamente como si algo estuviera ralentizando sus movimientos, hasta que finalmente se para por completo. “¿Qué narices está pasando?, no me puedo mover, mi cuerpo no me responde”. El otro tipo comienza a caminar lentamente hacia Alexander - Ki ki ki ki, parece que finalmente ha hecho efecto, te preguntaras porque no te puedes mover, tú no te has dado cuenta, pero desde que he entrado aquí, mis pequeños han estado enviando una sonda, que hace que todos tus músculos se adormilen, he incluso tú mismo caigas en un profundo sueño, si haces un esfuerzo estoy seguro de que lo podrás escuchar - Alexander cerró los ojos durante un instante intentando centrarse en sus oídos, y fue entonces cuando escucho un leve zumbido que parecía retumbar por todas las paredes de aquella capilla - finalmente lo has escuchado he, pero ya es demasiado tarde, una vez que te afecta no podrás volver a moverte en dos días, la verdad es sorprendente que alguien como tu haya aguantado tanto sin caer bajo su efecto, y que no hayas caído dormido profundamente, es algo increíble, quizás en el futuro podrías ser un problema, así que acabare contigo aquí y ahora - el hombre alza la mano y todos los murciélagos se mueven en una dirección como cogiendo carrerilla para lanzar el ataque - Muere bastardo de los dioses - el tipo se dispone a bajar la mano para lanzar su ataque, pero en ese momento la puerta de la capilla se abre de golpe saliendo las puertas volando por los aires con una gran ráfaga de aire que manda volando a aquel tipo. Una vez el aire cesa, comienzan a caer pétalos lentamente del aire, Alexander sigue con la vista la caída de un pétalo, y cuando el pétalo desciende hasta la altura de sus ojos la ve, una joven postrada en la puerta bajo la luz de la luna.

 

Spoiler

 

La joven se acerca lentamente a Alexander, la luz de la luna aún realzaba más su esbelta figura reflejándola la luz en aquella armadura, su rostro era cálido y amable, su presencia en si desprendía un aura de tranquilidad y calma, finalmente llegó a la posición de Alexander, el joven se encontraba totalmente cautivado por aquella escena y la tranquilidad que aquella joven desprendía, entonces la chica le pega un tremendo coscorrón en la cabeza a Alexander que hace que su cabeza rebote como un muelle y vuelva a su posición - ¿Se puede saber dónde narices estabas?, llevo casi un mes buscándote, menos mal que te encuentro a tiempo, un instante más tarde y estarías muerto - El joven no puede sino mostrar en su rostro la extraña situación que estaba viviendo, no entendía nada, no conocía a aquella joven de nada, en su vida la había visto. Interrumpiendo aquella escena levantándose de entre los escombros vuelve a aparecer aquel tipo que había salido volando por los aires instantes antes - Malditos santos, ya me extrañaba que no hubiera ninguno por aquí cerca, sois como un grano en el culo, nunca os acabáis, aunque pensándolo bien casi mejor así, ya que sino que iba a hacer yo sin mi mayor diversión.... Matar Santos!!! - el tipo se quita un inmenso tablón de madera de encima con asombrosa facilidad -  ¿Cuál es tu nombre mujer?, me gusta saber el nombre de los santos que mató, podría decirte los nombres de todos con los que he acabado hasta ahora, pero seguramente nos llevaría demasiado tiempo y no me gustaría malgastar el tiempo, por lo que yo Grejos de la constelación del murciélago iré directo al grano, primero acabare con el chico y luego me encargare de ti santo - La chica da un paso y se pone frente a Alexander interponiéndose en el camino entre aquel tipo y el joven, el cual aún permanecía inmóvil - Como si te fuera a dejar estúpido Phantom, ¿quieres saber mi nombre?, te lo diré, soy Artemis, el santo de la Cabellera de Berenice, y pienso acabar contigo en este mismo lugar - Ambos se colocaron en una posición defensiva preparándose para lanzar un ataque, mientras tanto Alexander no podía sino observar, su cuerpo no respondía, y por más que lo intentaba no era capaz de moverse un ápice.

 

Artemis fue la primera en moverse lanzando un feroz ataque con su mano derecha intentando atravesar a su adversario, pero este esquivo su ataque ágilmente, rápidamente comenzaron una sucesión de ataques a gran velocidad que Alexander apenas podía seguir con su vista mientras continuaba tratando de moverse para ayudar a Artemis. Finalmente la sucesión de golpes terminó y ambos contendientes salieron despedidos en direcciones opuestas, ambos trataban de recuperar el aliento durante un instante, el Phantom lucia ligeramente más cansado, aunque sus fuerzas parecían bastante igualadas, pero ninguno parecía haber enseñado aún sus ases bajo la manga. Finalmente tras el ligero descanso, el Phantom es el primero en lanzar un nuevo ataque, comienza a mover sus manos dirigiendo a sus murciélagos que seguían los movimientos que indicaban sus manos como si se tratara de un director de orquesta con su batuta. Los animales se dividieron en dos grupos y viraron a la espalda del Phantom, para lanzarse hacia Artemis atacando por ambos flancos. La joven se sitúa en una posición defensiva preparada para frenar el ataque, parece bastante confiada de sus posibilidades, instantes antes de recibir el ataque cierra los ojos y se concentra, hasta que finalmente antes de recibir el mismo los vuelve a abrir a la vez que dice - Escudo espiral - momento en el cual se forma frente a sí misma un escudo elíptico formado por los pétalos que la rodeaban, los cuales se juntaron para formar lo que parecía ser el cabello de una persona, este escudo consigue frenar el ataque por ambos flancos del Phantom que rechina los dientes al ver como su ataque acababa de fallar - No me derrotaras con esos trucos baratos, como pensaba los Phantom no sois más que palabrería, terminare esto con mi siguiente ataque - dijo la joven con tono serio y una mirada convincente en su rostro.  Mientras el escudo permanecía aun protegiéndola, el resto de pétalos comenzaron a bailar flotando en el aire, algo que no era sino la antesala del ataque que iba a lanzar Artemis, el Phantom lo sabía y en su cara Alexander podía ver el miedo reflejado, pero también podía ver algo que no le gustaba, no sabía decir con seguridad que era, desde pequeño el joven Alexander siempre había sabido leer muy bien los rostros de la gente como si de un experto psicólogo se tratara, en aquella ocasión no sabía exactamente lo que el rostro de aquel tipo quería decir, pero se había dado cuenta de que algo iba mal. - Adiós estúpido Phantom, espero que recuerdes mi nombre una vez estés en el mas allá - de repente todos los pétalos se juntaron rápidamente como para formar una afilada flecha mientras Artemis extendía su brazo, los pétalos sueltos no eran suficientes, por lo que el escudo se deshizo uniéndose dichos pétalos al resto, fue entonces cuando Alexander pudo percatarse de una mueca de sonrisa en la cara del Phantom - Cuidado!!!! - grito nada más darse cuenta, pero ya era demasiado tarde, un grupo de murciélagos salió del suelo de justo debajo de un banco que se encontraba junto a Artemis, seguramente caídos tras el anterior ataque fallido, y atacaron a la joven de frente ahí donde antes tenía el escudo protegiéndola. Artemis fue golpeada fuertemente haciendo que cayera de culo contra uno de los bancos de madera partiendo este por la mitad - Ahh..., estos jóvenes, siempre ansiosos por terminarlo todo rápido, he de admitir que eres mejor de lo que pensaba, pero sabía que ibas a bajar la guardia en algún momento, no podrías ganarme ni en 100 años estúpido santo, ya te lo he dicho, estoy cansado de acabar con santos como tú, todos os creéis muy fuertes, pero no valoráis la experiencia - dijo el Phantom hablando con superioridad - estúpido Phantom, acaso te crees que ya has ganado, pienso aplastarte ahora mismo - dijo Artemis al tiempo que trataba de levantarse, pero entonces se dio cuenta de que al igual que pasaba con Alexander, sus músculos no se movían, era como si para moverse ligeramente tuviera que arrastrar dos toneladas. - Ki ki ki ki, no sé cómo hiciste para que no te afectara el sonido de mis murciélagos, pero esa no es la única manera que tienen de surtir efecto, al golpearte uno de mis murciélagos te mordió infectándote con un paralizador, ahora te encuentras igual que ese chico al que tratabas de proteger, vuestros músculos están paralizados, o bueno eso no es del todo cierto, lo que está paralizado es vuestro cuerpo, sólo un dios tendría fuerza suficiente para librarse de dicha parálisis, pero bueno he de felicitarte, algo sí que has conseguido, en lugar de encargarme del chico primero, me encargare de ti antes, espero que estés contenta, has conseguido alargar la vida del joven durante 5 minutos. Artemis se ve indefensa en el suelo, su mirada esconde una fuerte rabia y furia que no puede ser liberada debido a la parálisis. El Phantom comenzó a caminar lentamente hacia ella, disfrutando de la situación con una perversa sonrisa en el rostro. Finalmente se paró frente a ella - como bien dijiste tu antes, espero que recuerdes mi nombre una vez estés en el mas allá santo - el tipo alzó su mano derecha juntando sus dedos en forma de pica para perforar el corazón de la joven con su mano, su brazo descendió con celeridad, pero entonces cuando estaba a punto de acabar con ella algo se lo llevó por delante como si se tratara del choque contra un tren, el tipo atravesó la pared de la capilla a toda velocidad junto con otras dos o tres casas más.

 

 

Artemis miró asombrada, frente a ella se encontraba Alexander en posición de acabar de realizar una carga con el hombro, el suelo donde había pisado estaba astillado debido a la fuerte frenada y salía un ligero humo del mismo. La mirada de Alexander se encontraba mirando hacia el horizonte, allí donde había mandado volando al Phantom, Artemis no podía salir de su asombro tras lo que acababa de ver, aquel joven había lanzado por los aires al Phantom que estaba a punto de derrotarla, y eso que el joven ni siquiera portaba una armadura, pero Artemis reaccionó rápido - Vamos, lárgate de aquí ahora que puedes, has tenido suerte con ese golpe y lo has pillado por sorpresa, pero no es un rival al que puedas vencer, aprovecha esta oportunidad y lárgate de aquí, no te preocupes por mí, mi misión era ayudarte, si consigues escapar mi misión estará cumplida - dijo la joven desde el suelo sin poder moverse un milímetro, además sus palabras eran cada vez más lentas y menos entendibles seguramente su cara también fuera a paralizarse en cualquier momento. Alexander no se giró ni un instante, y su mirada seguía fija en el hueco de la pared por donde había salido disparado el Phantom - No pienso dejarte aquí, no volverá a suceder lo mismo que con Hughes, estoy cansado de huir, pienso derrotar a ese tipo, sé que puedo derrotarlo - Increíblemente y a pesar de todo lo que había visto el joven parecía tener mucha confianza en sí mismo, su mirada y increíble confianza por alguna extraña razón producía una sensación de seguridad y de que todo iba a salir bien en Artemis, pese a que la joven sabía que era imposible que Alexander saliera victorioso de aquella pelea.

 

Se escuchó un sonido a lo lejos, ambos sabían que se trataba del Phantom, aquello no era suficiente para acabar con él, Alexander se encontraba en guardia, con sus puños preparados para tratar de vencer a aquel duro rival - Idiota, usa tu armadura, ¿acaso no tienes una? - dijo Artemis con mucha dificultad rompiendo el silencio y la tensión del ambiente. El joven se giró hacia ella, la miró fijamente a los ojos y dijo - Es que no sé cómo usarla - mientras sonreía y se rascaba la cabeza con un gesto tímido. Artemis ya se encontraba en el suelo, dado que si hubiera estado de pie habría caído al suelo del bajón que le acababa de dar tras escuchar esas palabras, lamentablemente parecía que su capacidad para hablar finalmente había sucumbido y su cara ya se encontraba paralizada. En ese momento Grejos entra por el boquete de la pared que se había creado al salir disparado, aunque para demostrar su cabreo destruye parte de la pared a su paso, su armadura se encontraba bastante dañada a la altura del pecho, ahí donde Alexander le había golpeado, estaba muy agrietada, además su casco también había sido destrozado debido al golpe seguramente, por su frente goteaban gotas de sangre, y en su boca había un hilillo de sangre que le llegaba hasta la mejilla - Te he subestimado mocoso, no sé cómo narices has hecho para librarte de mí bloqueo, pero no pienso volver a cometer el mismo error - los murciélagos que durante todo ese tiempo habían permanecido quietos comienzan a revolotear alrededor de Grejos - Para no ser un humano sangras igual que ellos, ahora ya se la debilidad de tu técnica de parálisis, no volverá a tener ningún efecto en mí, vamos ven a por mí si te atreves - Alexander se colocó en una posición extraña que Artemis no había visto nunca, tenía su pierna derecha completamente estirada hacia delante, mientras que su pierna izquierda estaba flexionada, y su brazo derecho estaba extendido hacia delante apretando sus puño con fuerza, mientras que el brazo izquierdo estaba horizontal a su cuerpo, subiendo desde la altura del estómago hasta la cabeza, durante un instante el que dudo fue el Phantom, increíblemente parecía tener miedo frente a la situación, pese a que en teoría toda la ventaja del combate estaba de su lado, por su parte Alexander parecía muy confiado y en su mirada no se percibía ningún atisbo de duda, además quedaba aquella extraña posición que no parecía tener aperturas. Grejos se mostraba nervioso y dubitativo a la hora de reaccionar, pero finalmente decidió lanzar su ataque - Prepárate estúpido niñato, acaso crees que puedes derrotarme, te voy a aplastar como un mosquito - todos los murciélagos comenzaron a agolparse frente a Grejos como si de una bala de cañón se tratara - ahí va mi ataque final, veremos si ahora eres tan valiente BAT CANYONNNNN!!!! - todos los murciélagos salieron disparados de manera uniforme y a toda velocidad directos hacia el joven, Artemis permanecía en el suelo inmóvil, pero en una posición privilegiada para ver lo que iba a suceder, de repente todos los murciélagos cayeron al suelo ,como un grupo de moscas rociadas con insecticida, cuando estaban a punto de golpear a Alexander, el Phantom no salía de su asombro, no entendía que acababa de suceder, sin embargo Artemis lo había podido ver todo desde su posición, aunque debido a su parálisis facial no podía hacer muestra de su cara de incredulidad ante lo que acababa de contemplar. Grejos trato de mover de nuevo a sus murciélagos nervioso, pero estos no consiguieron levantarse del suelo - Maldito, ¿qué les has hecho a mis pequeños?, pienso hacerte pedazos - el Phantom se lanzó a por Alexander totalmente desquiciado, mientras que el joven permanecía anormalmente tranquilo, Grejos comenzó a lanzar ataques, pero Alexander los esquivaba todos con aparente facilidad a medida que el Phantom se iba enfureciendo más y más viendo como no era capaz de alcanzar al joven. Artemis permanecía en el suelo inmóvil, pero su posición le permitía ver el combate como un espectador en primera fila. Cada vez brotaba más sangre de la frente del Phantom, a medida que aumentaba su cabreo, Alexander seguía esquivando sus ataques uno tras otro sin esfuerzo aparente, finalmente decidió dejar de esquivar, se agacho esquivando un ataque de Grejos, giro su tobillo derecho sobre el que tenía todo su peso, provocando que el suelo se hundiera levemente y golpeó al Phantom con las palmas de ambas manos en el estómago. Grejos quedó durante un instante inerte en el aire, apenas a medio palmo del suelo, no se había movido del sitio al recibir el impacto, pero todo lo que se encontraba tras él había salido despedido como si alguien acabara de disparar con un cañón. Tras un par de segundos en el aire, el Phantom se desplomó sobre el suelo totalmente inconsciente, con los ojos en blanco, cuando cayó al suelo Artemis pudo ver que tenía la parte trasera de su armadura completamente destrozada.

 

Una vez el Phantom estaba derrotado, Alexander se acercó a Artemis, fue entonces cuando esta pudo ver que el rostro intimidante y tenaz de hace unos instantes había desaparecido, el joven estaba sudando como si acabara de correr una maratón y parecía muy cansado, a punto de desplomarse, sin embargo la que terminó por caer inconsciente fue Artemis, seguramente debido a que el veneno aún estaba invadiendo su cuerpo.



#10 The King of Style Strong

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Publicado 18 diciembre 2016 - 21:14

Al menos puedo descansar tranquilo después de leer esta historia

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Aquí ya es tarde así que nos vemos en otro capítulo

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#11 zeus god king

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Publicado 12 enero 2017 - 20:55

buenisimo yo tambien uso videos de youtube y pongo canciones para motivar el momento que viene o que paso buenisimo ajajajaja

 

espero que sigas 


Editado por zeus god king, 12 enero 2017 - 20:55 .


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Publicado 12 enero 2017 - 22:05

¿Para cuando sigues? Te agarró el síndrome Kurumada

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Fanfic parodia: "Saint Effect"

Parte 1: La Misión Suicida Parte 2: El Regreso de Zeus


Parte 3: El Capítulo Final (Aún no escrito)


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Publicado 17 enero 2017 - 19:31

CAPITULO 2: EL CABALLERO DEL DRAGON

 

Tras la intensa batalla que acababa de acontecer el joven se encontraba agotado, pero visto que Artemis se encontraba inconsciente reunió todas las fuerzas que le quedaban, cogió a la joven entre sus brazos, y cargó con ella saliendo de la capilla con dificultad dejando el cuerpo inmóvil del phantom allí tirado, cada paso que daba se le hacía más pesado que el anterior, tambaleándose tratando de no caer al suelo mientras su vista se volvía nublada. A duras penas consiguió llegar a un pequeño hostal, allí con el poco dinero que le quedaba trató de alquilar una habitación con dos camas, pero no le quedaba suficiente dinero, por lo que solo pudo coger una habitación con una única cama simple. El joven llevó a cuestas a Artemis subiendo las escaleras hasta el primer piso donde se encontraba la habitación, estuvo a punto de caerse en dos ocasiones, pero consiguió mantener el equilibrio. Abrió la puerta de la habitación y recostó a Artemis con sumo cuidado sobre la cama, tras apoyarla sobre la misma, le quitó la armadura con sumo cuidado, volviendo esta a un colgante con una perla similar a la suya, para que no se le clavara mientras descansaba, cuando trato de quitarle la diadema de la frente su mano meció su pelo y Alexander vio el rostro angelical de la chica y durante un instante se sonrojo. Finalmente cogió una manta y tapo a la joven, mientras que él se sentó junto a la puerta apoyado en la pared y allí comenzó a dormir. Sabía que era muy peligroso quedarse allí, pero con la chica en ese estado no podía hacer otra cosa, además el también necesitaba descansar.

 

De nuevo al dormirse Alexander recordó en sueños su pasado, retrocedemos en el tiempo a un par de días después de que Thanos llegara al Orfanato.

 

Orfanato Jones - Dagenham, Londres

 

Hacía un par de días que Alexander se había comprado un balón de fútbol con el dinero que le había dado Thanos por llevarle hasta el Orfanato, ahora el joven se encontraba jugando en el patio del orfanato con el mismo golpeando el balón contra una pared una y otra vez. Desde una de las ventanas del orfanato Thanos le observa junto con otro de los tutores - ¿porque juega solo?, ¿acaso no tiene amigos aquí en el orfanato? - pregunto Thanos al otro tutor que se encontraba junto a él - Alexander es un buen chico, es algo problemático a veces pero tiene un buen fondo, pero por alguna razón no suele ser demasiado sociable con el resto de chicos de su edad, rara vez se le ve jugando con ellos - Thanos observó un rato más desde la ventana al tiempo que decía en respuesta al otro tutor - Uhm, ya veo.

 

Varios días después Alexander se encontraba de nuevo jugando con su balón en el patio, siempre jugaba en el mismo lugar, y siempre solo, aquella vez Thanos se le acercó y se sentó allí cerca observandole - Debes pegarle al balón más con la parte del empeine si quieres que el balón coja más fuerza y vaya más recto - el joven miró a Thanos tras escuchar sus palabras, pero luego siguió jugando sin hacerle caso, como si ya supiera lo suficiente para que nadie le diera consejos. Thanos se levantó y se acercó al joven - Alexander era tu nombre ¿cierto?, ¿me dejas jugar contigo?, si consigues robarme el balón te invitare a comer en un sitio que conozco - el joven dudó durante un instante, se encogió de hombros y cedió el balón a Thanos, rápidamente se lanzó a por él para quitárselo, los movimientos del pequeño Alexander eran muy veloces y ágiles, superiores a los de cualquier niño de su edad, aun así era incapaz de acercarse siquiera a rozar el balón en posesión de Thanos, que parecía moverse con torpeza, como si nunca hubiese tocado un balón de fútbol, aun así siempre reaccionaba antes de que Alexander consiguiera llegar al balón. Tras unos minutos y con Alexander agotado de correr para intentar conseguir el balón finalmente se detienen - Me rindo, he perdido, eres la primera persona que me gana, eres muy rápido - dice Alexander con la respiración entrecortada mientras recupera el aliento, a pesar de haber perdido en su rostro había una sonrisa, parecía entusiasmado - Respóndeme a una pregunta Alexander, ¿porque siempre juegas solo al fútbol, acaso no hay más niños de tu edad que también jueguen? - tras la pregunta de Thanos el joven agachó la cabeza mirando al suelo antes de responder - Antes jugaba con ellos, pero era mucho mejor que ellos, más rápido, más fuerte, siempre les ganaba, así que dejaron de jugar conmigo - Thanos asintió, parecía ser la respuesta que estaba esperando - Ahora bien, dime, ¿cómo te has sentido cuando has jugado contra mí? - el joven miró extrañado a Thanos antes de responder - pues me he sentido frustrado, por más que lo intentaba no era capaz de quitarte el balón, aun así ha sido emocionante, me gustaría volver a intentarlo más veces - dice Alexander con una sonrisa de oreja a oreja - Jajajaja, veo que no te rindes fácilmente, verás Alexander, al igual que tú te has sentido frustrado jugando contra mí, esos chicos se sienten frustrados cuando juegan contra ti, tu y yo somos dos personas especiales, por eso se nos dan mucho mejor algunos aspectos respecto al resto de la gente, pero no por ello debes aislarte, todo el mundo es especial a su manera, es por eso que debes tratar de convivir con todos ellos, solo así los podrás conocer realmente y disfrutaras de la vida, no hay nada de malo en que de vez en cuando reduzcas tus condiciones para poder jugar con el resto de chicos en igualdad de condiciones, de este modo ellos se divertirán más y tú también, ya que harás amigos y jugaras con ellos, además de este modo ellos también te enseñarán cosas en las que tú no serás tan bueno, igual que tu podrás enseñarles a ellos, tú tienes un gran don que nadie tiene, pero solo a través de conocer a la gente y el mundo en el que vives, aprenderás adecuadamente a cómo y cuándo usarlo, dime, ¿lo has entendido? - ambos se encontraban sentados en el bordillo mientras hablaban y Alexander había estado atento a cada palabra que había dicho Thanos, por lo normal no solía prestar atención a nadie, pero con él era diferente, tenía un algo que hacía que le picase la curiosidad - si he entendido - dijo Alexander que tras comprender lo que su tutor le quería decir - muy bien, pues entonces vamos, te invito a comer.

 

Volvemos de nuevo a la habitación del hostal, Artemis se está despertando de su sueño, abre los ojos ligeramente mareada, aunque parece que ya puede mover todo su cuerpo, mira extrañada al ver que se encuentra en una cama, y observa a un lado y a otro de la habitación, viendo a Alexander tumbado durmiendo junto a la puerta apoyado en la pared. La joven no sabía que había pasado, pero se lo podía imaginar. Se levantó de la cama, tenía los músculos algo entumecidos, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí echada durmiendo. Cogió su colgante y se puso rápidamente su armadura, no le gustaba mucho ir con ropa de calle en medio de una misión, pensaba que de ese modo la gente no la valoraría como un buen santo. Al escuchar el sonido de la armadura Alexander se despertó de su sueño - Vaya al fin te levantas, ya pensaba que te habías quedado dormida como la bella durmiente y tendría que despertarte con un beso - dice Alexander con un tono picarón que hace que Artemis se sonroje - pero bueno lo importante es que parece que ya se te ha pasado el efecto del veneno y puedes moverte - Artemis que ya había terminado de ponerse su armadura se acercó a Alexander - ¿Qué me dices de ti?, tienes un aspecto deplorable, ¿podrás moverte en ese estado?, tenemos que darnos prisa en llegar a nuestro destino, quien sabe cuánto tiempo hemos perdido ya - ciertamente el aspecto del joven dejaba mucho que desear, su rostro estaba pálido, como si estuviera enfermo, y parecía más delgado y débil que normalmente - No te preocupes por mí, estoy bien, pero no se cual crees tú que es nuestro destino pero yo voy a ir a Macedonia es lo único que se - dice el joven mientras se levanta del suelo con dificultad - así es, debemos ir a macedonia allí te encontrarás con el que será tu maestro así que si dices que estás listo partamos - Alexander no tenía ni idea de que aquella joven venía para ayudarle a llegar a Macedonia, donde le había mandado Hughes, aun así no se muestra sorprendido y sale del edificio junto a Artemis - Puede que de allá de donde vengas sea normal llevar esa armadura a todas horas, pero por aquí si no quieres llamar mucho la atención será mejor que te tapes, toma ponte esto - dice lanzándole una especie de manta que llevaba en su mochila, la joven la acepta y se la echa por encima ocultando su armadura mientras abandonan el pueblo donde se encontraban.

 

- Espero que tu tengas dinero para llegar hasta allí, yo he gastado lo último que me quedaba en ese hostal - comenta Alexander sacando los bolsillos hacia fuera para demostrar que los tenía vacíos - no te preocupes, yo me ocuparé de todo - dijo Artemis que no parecía tener muchas ganas de hablar.

 

La joven consiguió alquilar un transporte para ambos para salir del país, los dos iban en la parte de atrás de un camión de reparto de fruta que se dirigía a recargar la caja del mismo. Alexander se recostó en la caja del camión dispuesto a aprovechar el viaje para seguir descansando, pero la chica no parecía con la misma idea, y algo estaba carcomiéndola por dentro desde que habían salido - Hay algo que aún me estoy preguntando, ¿cómo fuiste capaz de liberarte de la parálisis de aquel Phantom?, y ¿que fue esa extraña técnica que utilizaste para derrotarlo?. Si eras capaz de hacer algo así ¿porque no lo usaste desde el principio? - Alexander sonrió al escuchar las preguntas de la joven - sabía que tarde o temprano terminarías preguntándomelo, en respuesta a la primera de tus preguntas, hubo algo que dijo aquel tipo que me hizo darme cuenta de que podría liberarme de aquello, hasta aquel entonces pensaba que todos mis músculos estaban paralizados, pero como el mismo dijo, no eran mis músculos los que estaban paralizados, para que lo entiendas te pondré un símil, su técnica a efectos prácticos es como si cubriera tu cuerpo de piedra, la piedra sólida te impide moverte, pero si tienes fuerza suficiente para romper esa capa de piedra quedarás liberado, en cuanto a el golpe que use para derrotarlo es algo que me enseñó mi maestro, pero que solo puedo usar en casos muy extremos, ya que aún no lo domino y podría morir usándolo - respondió con increíble tranquilidad - eso me recuerda, me he jugado la vida por ti, así que espero que me lo compenses...... - el camión pega un tremendo bote como si acabara de tropezar con un bache, el conductor se gira para ver si se encontraban bien y ve a Alexander con un increíble chinchón en la cabeza y a Artemis en posición de acabar de zurrarle. El chico se había dado cuenta de que Artemis se encontraba algo dolida por haber sido derrotada y porque el la tuviera que salvar, por eso trataba de quitar hierro al asunto a su manera, pero la joven caballera era muy testaruda y era difícil quitarle las cosas de la cabeza. El viaje en camión continuó hasta que llegaron a Tapolca, ya en Hungría, donde la joven dijo que se tenían que bajar y sacó a rastras a Alexander del camión, ya que este no parecía estar dispuesto a dejarlo, tras pagarle al camionero y despedirse de el comenzaron a caminar.

 

Ciudad de Tapolca, Hungría - 07:43 AM

 

- ¿Porque narices nos hemos bajado del camión?, el conductor iba a seguir más al sur, si paramos aquí tardaremos mucho más - replica Alexander cabreado por bajarse del camión. Durante los dos días que había durado el viaje, el joven había recuperado su tono de piel, y parecía casi recuperado, aunque lo cierto es que no había perdido su energía en ningún momento, cuando no estaba durmiendo estaba tratando de charlar de algo con Artemis, pero dado que la joven no era muy habladora, Alexander se había hecho amigo del conductor. - Cállate, hay alguien con quien nos tenemos que encontrar aquí antes de dirigirnos a Macedonia, él es el único que sabe dónde podemos encontrar a tu maestro, sino estaríamos vagando por Macedonia eternamente. - la joven comienza a mirar a un lado y a otro, parecía buscar algo, mientras tanto Alexander permanecía sentado en el suelo junto a la carretera, algo desganado - porque hemos tenido que bajarnos, Hersel me había dicho que nos iba a llevar a un sitio donde ponían unas hamburguesas increíbles, además, !!¿Se puede saber qué narices estás buscando?!! - la joven no sabía siquiera que el conductor se llamaba Hersel, y no estaba interesada en las hamburguesas, por lo que le daba igual el cabreo de Alexander, ella tenía una misión que cumplir, y quería hacerlo lo antes posible, ya que sabía muy bien que el tiempo apremiaba - estoy buscando a algún ciudadano que nos pueda indicar donde se encuentra el lago, debemos ir al lago, así que levanta tu culo del suelo y pregúntale a alguien como se llega al lago - Alexander se levanta refunfuñando y va en busca de alguna persona que les pudiera ayudar a llegar al lago - estas mujeres no hay quien las entienda, tan rápido no dice ni mu como se pone a dar órdenes como una loca - el joven se acercó a una señora mayor, y sacó todo su encanto para tratar de que la señora le dijera donde se encontraba el lago, en los días que habían estado viajando con Hersel, este les había explicado que la gente de esta zona era muy cerrada y siempre desconfiaban de los desconocidos, por suerte Alexander era un especialista en amabilidad, cosa que había aprendido de Thanos tiempo atrás - si jovencito, debéis salir de la ciudad en dirección al sur, y como dos kilómetros mas allá encontrareis el lago - Alexander dio las gracias a la señora y fue a buscar a Artemis antes de dirigirse al lago.

 

Cuando encontró a la joven ambos emprendieron el camino, a lo largo del cual se repitió la misma tónica habitual, Alexander muy hablador, y haciendo preguntas respecto a quién buscaban, y quien iba a ser su maestro, que tal era, etc..., pero la joven no respondía a sus preguntas, solo iba concentrada en llegar al lago, siempre atenta y preparada ante un posible ataque. Finalmente llegaron al lago, el cual era inmensamente grande. - Tch, parece que será difícil encontrarle, será mejor que nos separemos, seguramente se encuentre en una casa solitaria, nos encontraremos aquí de nuevo al mediodía.

 

Ambos se separaron, dirigiéndose Artemis hacia la parte superior del lago y Alexander hacia la inferior. Tras caminar un poco Alexander lo vio, no estaba en una casa solitaria ni apartada, estaba al pie del lago, acumulando una gran cantidad de energía, sin duda era la persona a la que estaba buscando.

 

Spoiler

 

Horas más tarde, Artemis se dirigió al punto de encuentro al no encontrarlo, pero cuando llego al mismo allí no encontró a nadie, se paró a esperar a Alexander a ver si este aparecía, pero entonces comenzó a escuchar voces cerca de allí, y se acercó para ver de qué se trataba. Cuando llegó los vio, tanto a Alexander como al otro tipo, pescando en el lago, aunque de una manera un tanto peculiar, el otro chico utilizaba su cosmos para hacer que los peces saltaran del agua, y entonces Alexander se abalanzaba rápidamente a por ellos, ya tenían una cesta llena de ellos - Mira Artemis, con esto podremos pegarnos una buena comilona - dijo Alexander al ver a la joven, aunque esta no parecía muy complacida con la idea - Nagi se puede saber que estáis haciendo, no es tiempo para jugar - al parecer ese era el nombre del otro joven de cabello negro, se trataba de Nagi, el caballero del dragón - vamos Artemis, no se puede ser tan serio y estricto, a veces hay que disfrutar un poco de la vida - respondió el joven caballero - eso eso Artemis, a ver si aprendes a disfrutar un poco - dijo Alexander uniéndose a la opinión de su compañero. Instantes después y con un terrible chinchón en la cabeza cada uno, se encuentran al pie del rio comiendo - ¿cómo es que tú eres el único que sabe dónde se encuentra el tipo al que estoy buscando? - preguntó Alexander al joven, del cual ya parecía haberse hecho amigo pese a que apenas lo conocía de unas horas - pues verás, resulta que el... es mi maestro, yo fui el último que lo vio antes de marcharse del santuario, y soy el único que lo conoce lo suficiente para saber su paradero, ya que cuando se marchó su idea es que nadie lo encontrara.

 

Pasaron allí la mañana comiendo, charlando, riendo, incluso Artemis parecía haberse olvidado durante un instante de “la misión”, que no paraba de repetir a todas horas y parecía estar disfrutando de la tranquilidad de aquel lugar, entonces mientras Nagi les estaba contando una de sus historias, con la cual sus dos compañeros se estaban muriendo de la risa un hombre pasó al otro lado del río, aquello hizo que Artemis se pusiera alerta, y se perdió toda la esencia del momento. - Será mejor que partamos ya, se está haciendo tarde, debemos buscar un transporte para viajar por la noche - la joven se levantó y comenzó a recoger las cosas - venga, ¿no nos podemos quedar un poco más?, llevo semanas sin parar más de dos minutos en el mismo sitio, no me vendría mal un descanso, y este sitio parece tranquilo y está alejado, ¿porque no nos quedamos hasta mañana? - Nagi se levantó y se le acercó tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse - será mejor que no la contradigas, una vez le entra una idea en la cabeza ya no conseguirás hacer que cambie de opinión, a veces es un tanto estricta, pero es buena chica, no se lo tengas en cuenta, además tiene razón, debemos partir - En el poco tiempo que llevaban ahí sentados, Alexander se había dado cuenta de que Nagi y Artemis eran tan distintos como la noche y el día, ambos se conocían de antes y a Alexander le sorprendía lo bien que se llevaban teniendo dos personalidades tan distintas.

 

Nagi recogió sus cosas y los tres emprendieron de nuevo el viaje, en la ciudad cogieron un transporte que los llevaría hasta la frontera con Serbia, Nagi fue el encargado de sacar los billetes, dado que era el único que sabía hablar Húngaro, hasta ahora Artemis habían tenido que buscarse la vida para hacerse entender con cualquiera que hablaban, ya que ninguno de los dos dominaban los idiomas de los países por los que habían pasado. A partir de ahora todo parecía que iba a ser más fácil, el joven dragón les había contado que era capaz de hablar una docena de lenguas, y que era capaz de hacerse entender en unas cuantas más.

 

Viajaron a lo largo de dos días y dos noches, teniendo que cambiar repetidamente de medio de transporte, haciendo tramos a pie, un viaje realmente cansado, aun así, a Alexander se le había hecho muy corto. En comparación con lo aburrido que estaba antes con Artemis, con Nagi todo eran risas e historias alucinantes, el joven dragón le había contado muchas de sus hazañas como caballero, aquello había despertado en Alexander las ganas de convertirse en un caballero, hasta ese momento se estaba dirigiendo hacia Macedonia casi por obligación, pero en ningún momento se había interesado por lo que hacían los caballeros ni él quería convertirse en uno, pero las historias de Nagi habían cambiado aquello, quizás aquello era para lo que había nacido, Thanos le había dicho en una ocasión que llegaría el momento en el que encontraría una manera con la cual usar su fuerza para ayudar a los demás, quizás aquella fuera su oportunidad. Por otro lado, lo cierto es que Nagi aún no había entablado ningún combate real contra un enemigo como para demostrar si todo aquello que decía no era más que palabrería, o realmente el caballero del dragón era tan poderoso como contaba. La verdad es que el joven tenía un talento especial para hablar, y sabía adornar la peor de las historias de manera que pareciera una historia épica digna de un héroe, nada de lo que le había contado a Alexander era mentira respecto a sus aventuras, pero todas ellas estaban adornadas en abundancia para cubrir las carencias de enemigos realmente dignos. El tiempo diría cuan valeroso era realmente el caballero del dragón, aunque el tiempo a veces era caprichoso y quizás no hubiera que esperar tanto para comprobarlo. Estaban montados en la parte de carga de un camión cuando Nagi de repente dejo de contar sus historias y se puso alerta a la vez que una sonrisa se vislumbraba en su rostro, mandó parar al conductor del camión ante la mirada incrédula de sus compañeros que no sabían que estaba sucediendo, aunque justo en ese instante Artemis también parece percatarse de algo y se levanta quitándose la manta que cubría su armadura, pero Nagi pone su brazo delante de ella obstruyendole el paso - Por favor dejamelo ami yo me encargare, necesito comprobar los resultados de mi entrenamiento.

 

 

El joven se bajó del camión de un salto y comenzó a caminar alejándose del mismo. Alexander seguía sin saber que estaba sucediendo hasta que entonces lo vio, alrededor de Nagi comenzaron a concentrarse extrañas criaturas como la que había visto en el tren cuando todo había comenzado, sin embargo aquella vez aquella vez era solo uno, pero a Nagi lo estaban rodeando decenas de aquellas criaturas y continuaban apareciendo más - Hay que ayudarle - gritó Alexander preocupado levantándose de un salto y dispuesto a saltar del camión, pero antes de que pudiera saltar del mismo Artemis le detuvo - déjale, sabe lo que hace - pero aquellas palabras no calmaron al joven - tú no has visto esas bestias, me tuve que enfrentar a una de ellas hace tiempo y son increíblemente fuertes, es imposible que pueda con todas esas - de nuevo la mano de Artemis le detuvo - Nagi ha dicho que se ocupara, confía en el - Alexander se dio cuenta de que Artemis estaba apretando los dientes, seguramente ella también quería saltar pero al parecer la valentía y el honor era algo muy importante para los caballeros y si fuera a ayudarle seguramente Nagi no se lo perdonaría asi que decidió quedarse observando.

 

Nagi continuaba caminando alejándose del camión mientras más y más bestias continuaban rodeándolo estrechando cada vez más el cerco, Alexander pudo ver como Nagi agarraba el colgante donde tenía su gema justo antes de que todas aquellas bestias se abalanzaron sobre el hasta que quedó oculto bajo las sombras. Ambos caballeros estuvieron a punto de saltar del camión al ver aquello pero en ese instante una potente luz salió despedida hacia el cielo, durante un segundo Alexander tuvo la impresión de ver un inmenso dragón elevándose majestuosamente, tras la luz vino un tremendo estruendo que mandó volando a todas aquellas bestias y a punto estuvo de volcar el camión. En el centro de aquella escena se encontraba Nagi con su resplandeciente armadura del dragón mientras una especie de aura verde rodeaba su cuerpo, algún tiempo después Alexander descubriría que eso era aquello a lo que los caballeros llamaban cosmos.

 

Las bestias comenzaron a levantarse lentamente, aquella explosión de cosmo solo las había aturdido un tanto pero ya parecían dispuestas a atacar de nuevo. Entonces Nagi se agacho levemente para impulsarse y dar un salto elevándose varios metros del suelo, giró su cabeza para mirar al camión - Alexander mira esto, te voy a enseñar en primicia mi nueva técnica, aprovecha porque quizás no vuelvas a ver algo como esto, acabare con todos de una vez - el caballero del dragón alzó su puño hacia el cielo y el mismo pareció abrirse hasta que del mismo descendió un dragón como el que había salido despedido hacia el cielo instantes antes - ATAQUE DEL DRAGON DESCENDENTEEEEE!!!!!!! - el dragón descendió bajo las órdenes de Nagi a toda velocidad hasta impactar contra el suelo. Una inmensa ola de polvo lo envolvió todo haciendo imposible ver nada, cuando el polvo comenzó a disiparse los dos caballeros que se encontraban en el camión finalmente pudieron ver lo que había sucedido, frente a ellos había un cráter de más de 10 metros de diámetro y todas aquellas bestias habían desaparecido, Nagi caminaba hacia ellos al tiempo que su armadura volvía a guardarse en su gema, subió al camión de un salto y le mandó al conductor del mismo que siguiera su camino.

 

Pagarusha, Macedonia - 06:21 PM

 

Cuando se bajaron del viejo autobús en el que habían hecho el último tramo del recorrido les dolían las piernas, los asientos eran muy incómodos y apenas había espacio entre un asiento y el anterior, el problema era más grave incluso para Alexander, que era el más alto de los tres y no había podido descansar un solo segundo durante el viaje.

 

Al bajar del autobús se encontraban en un pequeño pueblo al borde de una inmensa montaña - Mi maestro se encuentra en la cima del Monte Jakupica - dice Nagi señalando a la cima de la montaña - será un viaje largo y duro, así que lo mejor será que descansemos aquí esta noche, mañana partiremos con los primeros rayos del sol. Alquilaron una pequeña habitación en un viejo hostal, la adhesión de Nagi al grupo no había supuesto una diferencia económica muy grande ya que apenas llevaba dinero encima, por lo que no podían permitirse ningún lujo. Aquella fue una noche un tanto extraña, durante casi toda la noche reinó el silencio en la habitación. Alexander estaba algo nervioso por saber que iba a ser de el una vez conociera al que sería su maestro. Por su parte Artemis como ya era sabido por todos no era muy habladora, lo más extraño era el silencio de Nagi, el joven caballero del dragón había sido todo alegría y risas hasta el momento, pero aquella noche fue el que permaneció más callado de los tres. A la mañana siguiente Nagi los levantó antes de que se comenzaran a mostrar los primeros rayos del alba en el horizonte. Artemis ya se encontraba despierta, con Alexander no fue tan fácil, no había conciliado el sueño hasta demasiado tarde, y ahora estaba durmiendo como un tronco. Después de un par de chichones propinados por Artemis, los tres emprendieron su marcha. El viento y el frío se hacía mucho más notable al pie de la inmensa montaña que tenían delante, hasta aquel momento Alexander no se había dado cuenta de la veracidad de las palabras de Nagi el día anterior, cuando les dijo que iba a ser un viaje duro.

 

Caminaron montaña arriba durante toda la mañana, por senderos de tierra, trepando a través de paredes con piedras afiladas como cuchillos, hasta que finalmente Nagi decidió que era un bueno momento para descansar. Habían llegado a un pequeño descansillo en medio de la montaña, y todos estaban cansados y les dolían las manos y las piernas. Nagi sacó de su maleta algo de pescado en salazón que aun guardaba del día que lo encontraron, preparó una hoguera y los tres comieron lo suficiente para recuperar fuerzas.

 

- Oye Nagi, ¿cómo es tu maestro?, ya que al parecer va a ser mi maestro también a partir de ahora, no me vendría mal saber algo más de él. - Pregunta Alexander, que estaba deseando conocer al hombre que le enseñaría como poder hacer uso de su fuerza. - Pues es un gran maestro, es la persona más fuerte que conozco, sin duda con el cómo tu maestro te volverás muy fuerte, aunque también he de decir que es muy duro, y al principio algo difícil de tratar, pronto lo descubriréis. Por cierto Alexander, nunca he visto la armadura de Hércules, no conocía al anterior caballero, ¿podrías enseñarmela? - Alexander agacho la cabeza tras la pregunta de Nagi - Lo cierto es que aún no soy capaz de ponerme la armadura cuando quiero, solo he sido capaz de ponérmela una vez - durante un instante se hizo el silencio, y luego Nagi comenzó a reírse a carcajada limpia, debido al eco de la montaña sus carcajadas parecían escucharse a kilómetros de allí - un caballero que no sabe ponerse la armadura, jajá, menuda sorpresa, será mejor que aprendas rápido como usarla, créeme cuando entrenes con mi maestro la necesitarás. - Artemis ni se había inmutado, no se había reído ni había intervenido en ninguna conversación durante la comida, se mostraba pensativa, parecía que aún no había olvidado su derrota contra aquel Panthom, o al menos eso es lo que pensaba Alexander cuando la veía de aquella manera. Durante un momento pensó en ir a hablar con ella para tratar de consolarla y subirle el ánimo, pero luego se dio cuenta de que lo único que conseguiría era empeorarlo, Nagi parecía conocerla mejor y ya se había dado cuenta de esto desde el primer momento.

 

Tras el parón de la comida emprendieron la marcha de nuevo, a cada paso que daban el camino se volvía cada vez más recóndito y tortuoso, el frío era cada vez más intenso, y el fuerte aire obligaba a agarrarse con fuerza al suelo para no caer rodando colina abajo. A medida que iban ascendiendo el cielo se volvía cada vez más oscuro y las nubes eran cada vez más densas y negras, como si quisieran anunciar un mal preludio. Cuando las fuerzas ya les comenzaban a flaquear, llegaron a un nuevo descansillo.

 

- Bueno, yo aquí me separo de vosotros, que tengáis mucha suerte - dijo Nagi, lo que provocó el asombro de sus dos acompañantes - ¿cómo?, no vienes con nosotros, ¿porque? - preguntó Alexander sorprendido ante la noticia - no pienso estar ahí cuando encontréis a mi maestro, no quiere que le encuentren y si se entera de que yo os he traído hasta aquí..., en fin prefiero no pensar en esa idea - Nagi se dio media vuelta dispuesto a marcharse por donde había venido - espera - gritó Artemis deteniéndolo - si te vas ¿cómo sabremos cómo llegar?, solo tú sabes donde esta - Nagi se volvió a girar y señaló con el dedo, entonces ambos lo vieron, un enorme edificio de piedra situado en el alto de la montaña - La prisión de Val Thaum, mi maestro se encuentra ahí dentro os deseo mucha suerte y espero que consigais que mi maestro vuelva al santuario, si queremos ganar esta guerra necesitamos su fuerza, aunque después de lo que sucedió no estoy seguro de que vaya a volver - dijo con gesto triste - en fin, confió en que vosotros lo consigais, necesita de alguien como tu Alexander para demostrarle que aún hay esperanza. Yo me voy adelantando en ir al santuario, espero que nos volvamos a encontrar.

 

Alexander y Artemis comenzaron a caminar por las escaleras de piedra que conducían a aquel enorme edificio desconocedores de lo que se iban a encontrar una vez dentro.

 

Spoiler

 

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P.D: Gracias a todos por vuestros comentarios, lamento la tardanza en sacar los episodios, pero llevo y seguiré algún tiempo un tanto liado, aparte de que como podeis ver son capítulos relativamente largos respecto a la media de otros fics que he leído en el foro. Por esta razón os pido paciencia, tratare de sacar el siguiente capitulo lo antes que pueda, espero que esto no os desanime a seguir leyendo la historia y a seguir comentando, ya que el saber que alguien lee tu historia es lo que te da la inspiración para seguir escribiendo.



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Publicado 17 enero 2017 - 21:01

Te sugiero que cambies el color de letra de algunos de tus capitulos

 

 

Suerte en tu fic


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Publicado 18 enero 2017 - 13:08

la historia esta interesante pero recomendaria no poner letra negra porque por el fondo hace algo dificil leerla 

 

saludos






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