228 respuestas a este tema

[Kael'Thas]

Mega buenismo el capitulo 

[Shiryu]

Excelente me encanta me has enganchado

[Ivan de Virgo]

Interesante los villanos, sobretodo Deimos quien parecer el mas fuerte después de los dioses

[Dbicho]

Mega buenismo el capitulo 

Gracias... :D

 

Excelente me encanta me has enganchado

Que bueno que te este gustando... :D

 

 

Interesante los villanos, sobretodo Deimos quien parecer el mas fuerte después de los dioses

Deimos es alguien especial... y si es mas fuerte que los Dioses

[Dbicho]

Cap 37. Un paso por Delante.

 

Ajeno a lo que sucedía a sus espaldas, Ashoka de Virgo elevo su cosmos para hacerle frente a Alecto, que con una sonrisa confiada creaba una pequeña esfera en su mano derecha.

 

— Eres muy descuidado, dejaste pasar a Megera — comento.

 

— Eso no importa, después de todo ella sola no podrá nunca romper el segundo sello. — le respondió el santo seriamente. — Aunque me preocupa que no pueda sentir su cosmos — pensó.

 

La furia sonrió amplia mente y con un tono sarcástico indico.

 

— Tienes razón, ella ¨sola¨ nunca podrá hacerlo.

 

Ashoka frunció el ceño, pero no le dio tiempo a decir algo pues una potente descarga de cosmos proveniente de la mujer impacto por su Khan.

 

Seguido, Alecto golpeo directamente la barrera de cosmos del santo resquebrajan dolo.

 

— ¡OM! — exclamo el caballero dorado.

 

Un potente destello seguido de una fuerte explosión de energía, empujo a la erinia hasta casi la entrada del sitio.

 

El cosmos de esta comenzó a elevarse cubriendo todo lo que quedaba de la habitación con un aura morada casi negra, y con su sonrisa retorcida exclamo.

 

— ¡Ya va siendo tiempo que ustedes mortales, dejen de entrometerse en los asuntos de los Dioses, recibe la FURIA DE LOS HECATONQUIROS!.

 

La figura de un inmenso ser con cientos de brazos, apareció en las espaldas de Alecto, y acto seguido este comenzó a atacar con cientos de puños gigantes a gran velocidad arrasando todo lo que se encontraba en su camino.

 

Ashoka elevo su cosmos al máximo, y colocando sus mano en posición de meditación se cubrió con su Khan, al tiempo en el cual este era impactado con suma violencia, por la técnica de la Furia.

 

— ¡TENMA KOFUKU! — grito, y un gran destello surgió de donde se encontraba este, pulverizando los puños que lo atacaban, igualando el cosmos de Alecto por unos instantes, pero la erinia se movió a gran velocidad, colocándose frente a el, justo en medio de su técnica y la del Santo.

 

Esta logro golpear directamente con sus puños a Ashoka, recibiendo casi de lleno su ataque y el de ella, creando una gran explosión de cosmos en el lugar en donde se encontraban.

 

Cuando Alecto logro incorporarse, lleno de heridas y con el rostro sangrante, tenia el lado derecho de su armadura totalmente destruida, exclamo.

 

— ¡Como es posible que un humano sea tan fuerte!

 

Ashoka se puso de pie, mientras que se limpiaba la sangre del rostro, noto que la armadura de virgo había resultado dañada. Esta tenia varias fisuras en el vientre y en las hombreras.

 

— No es que tenga fuerza, solo estoy un paso mas adelante que ustedes — comento sonriendo.

 

Este extendio el brazo derecho hacia Alecto y con seguridad indico.

 

— Ahora veré, como un Dios muere..., Tesor...— su voz se corto abruptamente, mientras que escupía sangre.

 

Alecto puso un rostro de felicidad, mientras que el santo notaba horrorizado, lo que parecía ser la punta de un arma atravesándolo en el estomago.

 

Giro la cabeza con dificultad y pudo ver a Megera sosteniendo una gran guadaña en sus manos.

 

— I...Imposible — dijo mientras, la erinia retiraba de su cuerpo el arma con la que le apuñalo.

 

Ashoka cayo al suelo en un charco de sangre, mientras que Megera se preparaba para poner fin a su vida.

 

— Tienes algo que decir antes que desaparezcas de la existencia humano — comento entre risas.

 

— U... un paso... por... delante... — indico el santo mientras su cuerpo se convertía en polvo y múltiples imágenes de Buda aparecían por todos lados.

 

— ¡Que demonios sucede! — exclamo Alecto, mientras que el arma que Megera sostenía comenzaba a caer en pedazos. — ¡Ve junto a Ares ahora! — grito furiosa la furia de la ira.

 

Una aun sorprendida Megera, salio corriendo hacia la entrada del templo, pero justo antes de llegar todo se convirtió imágenes de buda, y del hinduismo ademas de que el arma que sostenía desapareció totalmente.

 

— Pensaron que bajaría la guardia de esa manera — dijo la voz de Ashoka que ahora resonaba por todo el lugar.

 

Ambas Furias, elevaron con gran ira su cosmos intentando escapar de la técnica de Ashoka.

 

— Es inútil, una vez que están dentro del Tesoro del Cielo, es imposible escapar, ahora permitan me despojar les de sus sentidos falsas deidades. — comento el santo, — Que es esta sensación....., es el cosmos de Athena, se expande por todo el santuario — pensó, — y no solo es eso, esta desplegando un cosmos agresivo, como si intentara acabar con todos. — añadió preocupado.

 

Y luego sin decir mas, ataco a las Furias con el Tesoro del Cielo

 

Una fuerte descarga impacto en Alecto, y acto seguido otra golpeo a Megera. La primera dejo de escuchar y la segunda dejo de percibir los olores.

 

Ambas elevaron sus cosmos intentando escapar de la técnica, cuando recibieron otra descarga que les privo a ambas de poder hablar.

 

Y cuando el tercer ataque las iba a golpear, un inmenso cosmos irrumpió en el lugar, destruyendo totalmente la técnica de Ashoka, liberando así a las dos Furias de sus destinos.

 

El Santo de Virgo, se encontraba en la posición de loto justo frente a la entrada del templo sellado. Pero el estaba sudando, respirando con dificultad, y muy agotado pues había utilizado casi todo su cosmos en atrapar a las dos erinias.

 

Abrió los ojos y observo a un hombre detrás de las dos mujeres, con una túnica negra, y dos hombreras plateadas, sostenía una espada de color plata y con una mirada fría, observo el panorama

 

— Esa túnica, y esa mirada...., ¡HADES! — exclamo el santo.

 

— Así que aquí es donde se encontraban — comento, — ademas que hacían con... ¡EL MEGAS DEPRANON! — exclamo con furia, observando la gran guadaña tirada en el suelo.

 

 

Continuara....

 

[Shiryu]

Excelente valla evolución

[Dbicho]

Cap 38. La Diosa de la Guerra.

 

Mientras que Ashoka le hacia frente a Alecto y a Megera, en los aposentos del patriarca, Athena junto a Elene de Pegaso, Alhena de Géminis y Arlet , oponían resistencia al Dios de la Guerra, Ares y a Hades, Dios del Inframundo.

 

— Me preguntaba cuando llegarías Pegaso — indico Hades, — Un momento su alma..., no es la del pegaso de la anterior guerra santa — pensó curioso, y con una sonrisa añadió — Aunque no sera lo mismo luchar contra ti.

 

Aunque la joven, no entendió lo que el Dios decía, se apresuro a ponerse frente a Athena para detener cualquier ataque que los otros dos intentasen.

 

— Con que Alhena..., creí haberla matado hace nueve años, pero no importa — pensó Ares.

 

— Gracias Elene..., y a ti también Alhena — Dijo la Diosa mientras se incorporaba.

 

La Saintia de Géminis observaba con fiereza al Dios de la Guerra, mientras que este le sonreía apuntándole con la lanza.

 

— Alhena, no sabes cuanto me alegra que hayas decidido regresar, y por favor, por una vez en tu vida hazme caso y no te dejes llevar por tus emociones — comento el Patriarca Arlet, que con dificultad se acerco hasta ellas.

 

Y como si un volcán hiciera erupción, y con gran velocidad, esta se lanzo hacia Ares, logrando conectar un potente puñetazo derecho, en el rostro del Dios, haciéndolo retroceder, y acto seguido la chica exclamo.

 

— ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS! — atacándolo con toda su fuerza.

 

Hades ni se inmuto, mientras que el otro desapareció entre el humo provocado por la explosión y cuando este se disipo ambos, tanto Alhena y Ares se encontraban cara a cara, uno con una expresión seria y la otra con una mirada de odio.

 

El Dios del Inframundo, intento atacar a Athena con una esfera de cosmos, Elene entonces se lanzo hacia el intentando golpearlo con los meteoros de Pegaso, pero fue detenido con facilidad por Hades.

 

Alhena, dio un paso hacia atrás, e intento darle una patada al Ares, pero el Dios se cubrió con su escudo creando un gran destello rojizo que lanzo violentamente a la Saintia hacia los pilares.

 

— Eso es patético — comento este, mientras que Athena se cubría con su escudo, de un potente ataque de cosmos de Hades.

 

El patriarca, arrojo la espada, y acercándose al Dios del Inframundo, extendio el brazo derecho en dirección a este.

 

— ¡Explosión de gala....!— fue lo que alcanzo a decir puesto que Ares se había teletransportado frente a el, incrustando le su espada en el pecho, casi a la altura del corazón.

 

Hades, aprovechando el momento ataco violentamente a Elene, con una potente ráfaga de cosmos, que destruyo las hombreras de su armadura junto la protección de los brazos.

 

— ¡ARLET! — exclamo Athena, mientras que su hermano retiraba la espada del cuerpo de este, con una sonrisa digna de aun asesino.

 

La Diosa, con un movimiento del escudo, genero un inmenso destello dorado que cubrió todo el lugar, cegando a ambos Dioses.

 

Repentinamente, Ares recibió un fuerte golpe en el estomago seguido de una gran explosión de cosmos que lo lanzo varios metros hacia atrás.

 

La responsable de eso fue Alhena, que con gran ira se lanzo rápidamente hacia el, mientras que Elene se incorporaba con dificultad, pudo observar que frente a ella el Dios del Inframundo se erguía imponente.

 

— ¿Quien eres niña? — pregunto el Dios, — ¿y por que utilizas la armadura del pegaso legendario? — añadió.

 

— Otra vez con eso — pensó, — ¡yo soy Elene de Pegaso, y utilizo esta armadura por que me eligió! — exclamo, con furia.

 

Hades se limito simplemente a sonreír con soberbia, y creando una esfera de cosmos en la palma de su mano, le dijo.

 

— Es una lastima que el verdadero pegaso no haya renacido en esta época, y ademas que le haya cedido su armadura a una humana tan débil como tu — y sonriendo amplia mente, añadió — Ahora muere.

 

La saintia incapaz de esquivarlo, solo se cubrió con los brazos, mientras que el ataque del Dios se dirigía hacia ella dispuesto a asesinarla.

 

Una gran explosión ocurrió en donde ella se encontraba, desapareciendo esta entre el polvo y los escombros. Hades por su parte hizo una mueca de desagrado y volteo la mirada hacia Athena que se encontraba sosteniendo al Patriarca en sus brazos, mientras que Alhena de Géminis, luchaba en contra de Ares.

 

Y cuando el Dios del inframundo se dirigió hacia ellos, un potente destello dorado surgió de entre los escombros, este observo fijamente y con cierto grado de sorpresa vio, como Elene lograba salir de entre el humo.

 

Gravemente herida, y con gran parte de la armadura de Pegaso dañaba, la joven salio cubierta de un cosmos dorado, similar al de Athena.

 

Sus ojos agarraron una tonalidad dorada y con furia se lanzo hacia el dios.

 

— ¡Cometa de Pegaso! — exclamo, mientras que Hades se cubría con su espada.

 

Tan fuerte fue el golpe, que logro crear un pequeño rasguño en la espada, y generar un inmenso destello dorado que daño en parte al Dios.

 

La saintia luego de eso cayo al suelo casi a rodillas de Hades, que aun sorprendido, observo con fiereza a Elene.

 

— Imposible, no me digas que tu eres....— indico el Dios.

 

Una gran explosión ocurrió, en el lugar en donde Alhena y Ares se encontraban, y ahora la saintia se encontraba con varios rasguños en el rostro, y con varias fisuras en la armadura, en cambio Ares no había recibido ningún daño y revoloteaba sonriente su espada.

 

Athena en cambio con lagrimas en los ojos, recostaba en el suelo al patriarca que descansaba ya con una ligera sonrisa en el rostro.

 

— Te ruego que me disculpes Arlet, tu sufriste mucho en los últimos doscientos cuarenta años — comento — ahora descansa en paz, que nosotros terminaremos esto — Añadió furiosa.

 

La Diosa se incorporo, y con su inmenso cosmos, creo una gigantesca esfera de luz sobre ella, tan brillante que el Dios del Inframundo que se encontraba de espaldas a ella necesito cubrirse.

 

— ¡ARES! — exclamo, — ¡NO ME IMPORTA LO QUE PIENSEN DE MI EN EL OLIMPO, PERO TE ASEGURO QUE VOY A ARROJAR TU ALMA A LO MAS PROFUNDO DEL TÁRTARO! — grito con furia mientras que su cuerpo era cubierto por su radiante armadura.

 

Mas abajo en el templo de Libra, el santo de esa constelación Kun Lin, se encontraba casi exhausto por haber mantenido una lucha casi pareja en contra de Aiacos de Garuda, mientras que a su espalda los cuerpos de Keo de Basilisco, y Dante de Alraune yacían en el piso, con sus surplices destrozadas.

 

En ese momento, ambos notaron el gigantesco cosmos de Athena, que cubrió por completo el santuario, y acto seguido, el juez del inframundo cayo convulsionando en el suelo tomándose del pecho.

 

Y mas abajo, en las escaleras antes del templo de Libra, tanto Itzal de Quimera y Milner de Grifo, les sucedía lo mismo.

 

— Athena..., planea asesinar...., a todos los intrusos dentro del Santuario — comento Itzal, mientras caía al suelo escupiendo sangre.

 

— Eso..., es..., bastante malo..., — indico Milner sonriendo.

 

Kun Lin de Libra, observo como Aiacos de Garuda se retorcía de Dolor en el suelo, mientras que el santo se preparaba para ponerle fin a su vida.

 

— ¡Dragón Ascendente! — exclamo, mientras que su cosmos creo la forma de un gran dragón verdoso, que impacto directamente en el cuerpo del Juez, que con la onda expansiva de la explosión, salio despedido del templo, cayendo en las escaleras, destrozándose totalmente su surplice.

 

Casi todos los soldados de Ares, y algunos de Hades, que se encontraban en el Santuario, y en los alrededores a este, fueron muriendo de apoco, mientras que el cosmos de la Diosa se extendía por todo el lugar.

 

Justo cuando, Itzal y Milner estaban por ser asesinados, un destello Dorado los cubrió, creando una especie de barrera, que los protegió.

 

El Juez alzo la mirada, y comenzó a reír a carcajadas, mientras observaba a la Armadura de Capricornio sobre ellos.

 

— ¡Oye mira, tu antigua armadura nos salvo la vida! — le grito a Itzal que estaba casi inconsciente.

 

Ambos se quedaron en el suelo, intentando recuperarse, mientras que el cosmos de Athena volvía a decrecer hasta regresar a la normalidad.

 

Con una gran sonrisa Aleksander de Cancer, comento mientras recostaba en el piso, uno a lado de otro, a Aelius de Orion, y Ann de Cisne junto a Lykos de Leo.

 

— Veo que al fin muestras, algo de tu crueldad como Diosa..., Athena.

 

En los aposentos del patriarca, incluso Hades había caído semi arrodillado en el piso, observo a su sobrina que ahora portaba ya su armadura.

 

— Por lo que veo, Alecto y Megera no lograron destruir su Armadura — Penso, — ¡Ahora que lo pienso, solo siento el cosmos de Alecto, y junto a ella el cosmos de un caballero Dorado —

 

Un cansado Ares, sonrió amplia mente mientras que la Diosa con una mirada de furia extendía su espada, que se convirtió en una lanza, hacia Hades, y su escudo en dirección a Ares.

 

— Cuanto tiempo, ha pasado desde la ultima vez que vi esa mirada en tus ojos hermana — comento el Dios.

 

Elene se incorporo lentamente, y pudo notar a Hades de rodillas dándole la espalda a ella, elevo su cosmos y concentrándolo todo en su puño se lanzo sobre el.

 

— ¡Cometa de Pegaso! — exclamo, pero el Dios se hizo a un lado esquivándola con facilidad, y justo en el momento en el que Hades la tenia a tiro con su espada, la joven giro rápidamente sobre si misma, y con un potente puñetazo izquierdo, que estaba cubierto por su cosmos, logro golpearlo en el pecho.

 

— ¡¿Que?! — fue lo que este alcanzo a decir puesto que por el golpe fue lanzado varios metros hacia atrás.

 

Ares, entonces se lanzo hacia Athena, chocando ambos escudos, esta vez con una fuerza aun mayor que en anteriores ocasiones.

 

— Terminemos esto Athena — dijo el Dios, y elevando su cosmos se abrió a espaldas de el un gigantesco portal, que tomo por sorpresa a todos y casi sin poder reaccionar la Diosa, junto a Alhena y Ares fueron absorbidos, dejando solo a Elene frente a un furioso Hades.

 

 

 El Dios, la observo con intenciones de acabar con su vida, pero en ese momento sintió un fuerte cosmos, que provino del mismo lugar en donde las Furias, se encontraban.

 

— ¡Imposible, no me digas que ellas fueron en verdad tras esa arma! — pensó iracundo, mientras se dirigía hacia ese sitio. 

 

 

 

Continuara.........

Editado por Dbicho, 09 junio 2017 - 08:01 .

[Kael'Thas]

Buenos capitulos 

[girlandlittlebuda]

Fue genial ese enfrentamiento de Athena y Ares. Me encantó que la diosa sacará la casta de guerrera.

Qué misterio esconde Elene?

Qué pasó con el Megas Depranon, la furia y Hades? Pregunto porque eso no me quedo muy claro, ya que en este último episodio el Dios del Inframundo no menciona dicha arma.

Todos estos capítulos han estado espectaculares con respecto a los combates y la trama.

Muy bien Dbicho!

Saludos

[Dbicho]

Fue genial ese enfrentamiento de Athena y Ares. Me encantó que la diosa sacará la casta de guerrera.

Qué misterio esconde Elene?

Qué pasó con el Megas Depranon, la furia y Hades? Pregunto porque eso no me quedo muy claro, ya que en este último episodio el Dios del Inframundo no menciona dicha arma.

Todos estos capítulos han estado espectaculares con respecto a los combates y la trama.

Muy bien Dbicho!

Saludos

Que bueno que te gusto..., y trato de hacer una Athena mas apegada a la mitología, que a la clásica Saori.

 

Elene esconde varios misterios, que se revelaran mas adelante..

 

Sobre Hades, la Furia y el Megas Depranon, ahora me doy cuenta que se me paso.. XD. Falto un párrafo en el final del capitulo ahora lo corrijo.

 

Y gracias por leer el Fic ;D

 

Gracias

Editado por Dbicho, 09 junio 2017 - 08:03 .

[Ivan de Virgo]

buena btlla y buen capitulo

[Patriarca 8]

Estan buenos los combates y Athena actua como una diosa guerrera

 

buen fic

[Dbicho]

Cap 39. El Juicio de Athenas.

 

Cuando el espacio-tiempo volvió a la normalidad, después de que Ares abriera un gran portal que absorbió tanto a Athena y Alhena de Géminis, ambas notaron que se encontraban en uno de los lugares mas famosos del mundo, y que en ese momento se encontraba lleno de turistas.

 

— ¡El coliseo de Roma! — exclamo la saintia, mientras buscaba con la mirada a Ares, quien había desaparecido su cosmos totalmente.

 

En ese momento las personas que se encontraban en el lugar, curiosas y a la vez temerosas, pues nunca habían visto o escuchado siquiera del santuario. Y les parecía algo totalmente extraño ver a dos mujeres con unas armaduras de oro.

 

— ¿Sera un circo? — preguntaban algunos — no seguro debe de ser alguna obra de teatro — le respondía el otro, mientras sacaban fotos.

 

Un fuerte temblor se sintió, en todo el lugar, mientras que el violento cosmos de Ares se manifestaba, en las gradas en medio de la muchedumbre.

 

La Diosa poco y nada pudo hacer, pues ni bien extendio el brazo y un ahogado no, salio de su boca cuando una gran explosión, se llevo por delante toda la gradería.

 

Los gritos de ayuda y de dolor llenaron enseguida todo el coliseo, a la par que Ares descendía de entre los escombros con una leve sonrisa.

 

Apuntando su lanza hacia Athena y Alhena las incito a atacar. Y la Saintia se lanzo hacia el, pero fue detenida por la Diosa, pues esta había observado que a los pies de Ares, aun se encontraban personas heridas.

 

— Utiliza a las personas como escudo — comento Alhena — eso es lo mas cobarde que existe, incluso para un Dios— añadió con rabia.

 

— Vamos Athena, solo son un montón de cadáveres — Dijo Ares sadicamente, mientras golpeaba con su lanza a uno de los heridos.

 

El cosmos de la Diosa comenzó a elevarse, mientras que apoyaba su mano en el hombro de la saintia. Y de inmediato esta recibió la energía de Athena.

 

— ¿Que es esto? — pregunto.

 

— Para que puedas seguir sus movimientos, y tus ataques puedan dañar su Kamuis — le respondió.

 

La joven comenzó a sentir como el cosmos de un Dios se propagaba por su cuerpo, y de inmediato su visión empezó a ponerse borrosa y sus extremidades comenzaron a temblar.

 

— ¡OH!, veo que intentaste pasarle algo de tu poder Athena, pero por lo que veo no sabes que ella también posee parte de mi cosmos, y ahora con el tuyo su cuerpo no aguantara y morirá — Comento este riendo a carcajadas.

 

Alhena cayo al suelo de rodillas escupiendo sangre, y tomándose del cuello. Athena se acerco a ella intentando sacar de su cuerpo el exceso de energía.

 

— ¡¿Como es posible que ella, posea también tu Cosmoenergia?! — pregunto sorprendida.

 

— Acaso..., Athena...., tu no recuerdas de quien es este cuerpo que utilizo — le respondió el Dios acercándose hasta ellas.

 

En ese momento Alhena abrió los ojos de par en par, y las lagrimas cayeron por su mejilla.

 

— ¡Es imposible, tu no puedes estar reutilizando el cuerpo de ese hombre..., ademas ni siquiera se parece a el! — exclamo Athena.

 

En ese momento Ares coloco la palma de su mano en su rostro, y sonriendo siniestramente su cabello rubio comenzó a teñirse de negro, mientras que sus ojos perdían el brillo dorado que poseían, para a pasar a tener el izquierdo negro, y el derecho celeste.

 

Los ojos de la Saintia se cristalizaron y con dolor esta comenzó a balbucear el nombre de alguien, mientras que una sorprendida Athena, apretaba los puños llenos de Ira.

 

• Si..., Si..., ¡Sirius! — exclamo la joven mientras se incorporaba con dificultad.

 

El rostro del Dios de la guerra, se había convertido en la viva imagen del difunto mellizo de Alhena, el antiguo Santo de Géminis, Sirius

 

— Aquí esta la respuesta a tu pregunta Athena, ambos hermanos eran aptos para que pudieran recibir mi alma, y por eso nacieron con un poco de mi poder, pero como escogí al muchacho, por que tenia un mayor potencial, ella se quedo con una pequeña reserva de mi cosmos que sellaba el suyo. — Indico Ares mientras que su rostro volvía a ser el de antes.

 

— Sellaba su cosmos... — pensó Athena, — por eso ella no podía manipular su propio cosmos cuando entrenaban— añadió.

 

La Saintia se incorporo totalmente, y ahora tenia los ojos rojos, y una mirada llena de dolor y de odio.

 

— ¿Ahora si piensan atacarme? — pregunto el Dios.

 

Athena golpeo a Alhena con su báculo, e inmediatamente la armadura dorada de Géminis se desacoplo de su cuerpo, quedándose esta en su forma tótem.

 

— ¡¿Pero que haces?! — exclamo la joven.

 

— No quiero que tus emociones interfieran en esta lucha, me encargare de Ares yo sola, en cambio tu... — dijo observándola — regresa al santuario — añadió, mientras que con su cosmos rodeaba a la joven, junto a la armadura de Géminis en una especie de esfera transparente, que estallo súbitamente, desapareciendo del lugar, ante la sorpresa de Ares.

 

— En verdad quería luchar en contra de ella, pero sera después de que te asesine hermana — indico el Dios, mientras revoloteaba su lanza en dirección a la otra.

 

Las sirenas de los policías, bomberos y de las ambulancias resonaban por todo el lugar, mientras que los uniformados ingresaban a la arena del coliseo en donde los dos Dioses se encontraban cara a cara.

 

Antes de que uno de estos desenfundaran siquiera sus armas, Ares elevo su cosmos, y con una explosión de su poder, desintegro casi todo lo que se encontraba alrededor de el.

 

Con una sonrisa observo como todo era reducido a cenizas, mientras que los policías que habían ingresado se encontraban todos y cada uno dentro de unas especies de barreras brillantes. Todos y cada uno de ellos se encontraban aterrados, mientras que algunos estaban incluso ya desvanecidos.

 

— Muy bien, pero no podrás salvarlos mientras peleas — dijo Ares, que se lanzo hacia athena golpeando el escudo de Athena, quien lo había levantado para cubrirse.

 

Esta lo empujo con su escudo, y acto seguido procedió crear una pequeña esfera de cosmos brillante con la cual golpeo a su hermano en el rostro. Este reacciono rápido y logro golpearla con una patada.

 

Ambos salieron despedidos hacia dos direcciones opuestas, mientras que los policías que ya no se encontraban dentro de la barrera, salían presurosos del coliseo que ahora estaba en llamas.

 

Ares se incorporo y con furia concentro su cosmos en sus brazos, y con una voz gruesa, exclamo.

 

— ¡Furia de Esparta! —

 

Y cruzando los brazos, a su alrededor aparecieron cientos de esferas llameantes que al transformarse en flechas ardientes, cayeron como una gran lluvia sobre Athena, que apenas logro cubrirse con su escudo.

 

— ¡Destello de Athenas! — grito la Diosa.

 

Creando un brillo inmenso a partir de su escudo, que desintegro por completo las flechas ardientes de Ares, e inclusive logro dañarlo a el.

 

Y aprovechando el momento, esta se lanzo hacia su hermano y con sus dos manos extendidas exclamo.

 

— ¡Juicio de Athenas! —

 

Varias cadenas de cosmos, ataron a Ares de pies a cabeza mientras que el espacio-tiempo comenzaban a distorsionarse. Un inmenso búho con las alas extendidas apareció a espaldas de Athena, y de sus alas salieron cientos de plumas llenas de filo que apuntaron directamente a el Dios.

 

Una cansada Athena, comenzó a jadear mientras que comentaba.

 

— Muy bien, Ares ahora no tienes salida..., sabes muy bien que no se puede escapar de esta técnica.

 

— Ya veo..., por eso te veía tan distraída..., en verdad solo estabas concentrando tu cosmos para ejecutar esto, ¿verdad?. — Indico Ares.

 

— Dime..., ¿por que las furias te ayudaban a conseguir el Megas Depranon? — pregunto la Diosa.

 

— Por que crees, que te lo diré — le respondió el otro con una sonrisa burlona, e inmediatamente una de las plumas del búho se incrusto en su muslo con gran fuerza atravezandolo prácticamente.

 

El Dios lanzo un grito de dolor, mientras que otra pluma se incrustaba en su brazo derecho.

 

— Si mientes o no respondes a mis preguntas, las plumas terminaran por perforar tu alma — dijo la Diosa con una mirada de odio.

 

— Las furias... me ayudaban a conseguir el megas depranon, para poder destruir el olimpo, y destruir a nuestro padre — explico Ares.

 

Una gran pluma esta vez atravezo su estomago, mientras que otra mas pequeña se detuvo a centímetros de su ojo derecho.

 

Entre gritos de dolor y de rabia, volvió a decir.

 

— También, para revivir a los Titanes y comandarlos con el arma definitiva.

 

Entonces el búho, desapareció al igual que las plumas y las cadenas que lo tenían prisionero, y Ares entonces cayo al piso exhausto, retorciéndose de dolor.

 

— No recibiste ningún ataque físico, así que levántate y terminemos esto Ares— comento Athena.

 

En ese momento, un extraño portal se abrió justo a lado de ambos, saliendo de este una potente técnica, que impacto en el Dios lanzandolo hacia las gradas del coliseo.

 

— Creí haberte dicho, que te quedaras en el Santuario..., Alhena — Dijo la Diosa con un tono molesto.

 

— Ni siquiera llegue..., — le respondió la saintia — a medio camino pude regresar.

 

Ares se incorporo con dificultad, puesto que había recibido la explosión de galaxias, después de estar prisionero en una de las técnicas mas poderosas entre los Dioses, una técnica que según, hasta uno de los Titanes no pudo resistir en la era del mito.

 

Cuando se disponían a luchar nuevamente, los tres se quedaron casi sorprendidos pues sintieron, como el inmenso cosmos de Hades comenzaba a disminuir rápidamente.

 

 

 

 

 

 

Continuara......

 

 

[Patriarca 8]

Athena y Alhena de Géminis hicieron cosplay---XD

 

los geminis siempre causan problemas

 

Ares es mas valiente que Docrates

 

Juicio de Athenas es una tecnica fumada

 

 

[Dbicho]

Athena y Alhena de Géminis hicieron cosplay---XD

 

los geminis siempre causan problemas

 

Ares es mas valiente que Docrates

 

Juicio de Athenas es una tecnica fumada

Jajaja un son las mejores cosplayers

 

Geminis es una constelacion problematica lo digo por experiencia jajaja

 

Simplemente fue un F*** the police jaja

 

La tecnica maxima de Athena algo fumado pero con algo de mitologia 

[girlandlittlebuda]

Wow! La batalla entre Ares y Athena sigue y que enfrentamiento! Me tuviste con el alma en un hilo. Sólo espero que Alhena no la riegue y su intervención eche todo a perder.

Me pregunto si esta guerra trascenderá mas allá. Lo mencionó porque personas "comunes" presenciaron todo.

En espera de saber qué sucedió con Hades.

Te leo hasta la próxima no tan próxima.

[Dbicho]

Wow! La batalla entre Ares y Athena sigue y que enfrentamiento! Me tuviste con el alma en un hilo. Sólo espero que Alhena no la riegue y su intervención eche todo a perder.

Me pregunto si esta guerra trascenderá mas allá. Lo mencionó porque personas "comunes" presenciaron todo.

En espera de saber qué sucedió con Hades.

Te leo hasta la próxima no tan próxima.

Como dijo Athena, sus emociones podrian intervenir en la lucha

 

Y creeme que las personas ¨comunes¨ seran mas afectadas despues de esto

 

Y esperaras un rato mas jaja

[Kael'Thas]

Wow, con el capitulo...wow...esto lo puedo decir 

[Dbicho]

Wow, con el capitulo...wow...esto lo puedo decir 

Que bueno que te guste.. en dos dias a lo maximo subo un nuevo cap

[Dbicho]

Cap 40. El Rey.

 

Justo después de que Athena, Alhena de Géminis y Ares, fueran tragados por el portal dimensional que abrió este ultimo, Hades el Dios del Inframundo se alzaba triunfal en el mismísimo Santuario de Athena.

 

Tanto los caballeros dorados, como los de demás rangos se percataron del maligno cosmos del Dios, aumentar desde la cima del Santuario, preguntándose todos...¿Que había pasado?.

 

En el templo de Aries, solo quedaba la armadura dorada del carnero, en medio de la devastada primera casa. En el templo de Tauro, la cloth del santo de esa constelación se encontraba esparcida por el lugar.

 

La casa de géminis se encontraba aun congelado, producto de la ejecución de Aurora de Ann de Cisne, y a los pies de la entrada al sitio, Radamanthys de Wyvren se encontraba tirado en el suelo, casi sin vida.

 

Aleksander de Cancer, se encontraba dentro del templo del cangrejo, con una ligera sonrisa en dirección a la cima del Santuario, ademas de cuidar de la joven saintia de Cisne y el Santo de Orion, quienes comenzaban a recuperar la conciencia.

 

El santo de Leo, Lykos, quien ya se había recuperado, apenas podía ponerse de pie, pero de igual forma montaba guardia a la entrada del templo del león dorado, sentado junto a su Armadura.

 

— ¿Perdimos?, ¿como fue posible?— se pregunto con tristeza.

 

La casa de Virgo, se encontraba en silencio, debido a que Ashoka se encontraba en la recamara bajo la estatua de Athena, en donde defendía la entrada al sitio, en contra de las dos Furias.

 

Entre Libra y Virgo, Itzal de Quimera, y Milner de Grifo comenzaban a recuperarse, mientras que la cloth de capricornio se encontraba sobre ellos, y varios metros mas arriba, el moribundo Juez del inframundo Aiacos de Garuda, yacía en el suelo, con su surplice destrozada.

 

Tanto Kun Lin de Libra, Black de Escorpio, Stelian de Sagitario y Alen de Piscis, comenzaron a notar como los cosmos de los espectros se multiplicaban en los alrededores del santuario, mientras que frente al Santo de Libra, el espectro de Arpía, junto al de Lycaon se manifestaban de entre las sombras.

 

Lo mismo sucedió con Black, el espectro de Barlog, Lune apareció con una sonrisa amplia en el rostro, listo para la acabar con la vida del Santo.

 

—¡¿Que esta sucediendo?!, ¡¿por que salen de las sombras de esa manera, se supone que deberían de haber muerto cuando Athena levanto la barrera?! — exclamo estupefacto Stelian de Sagitario, mientras que varios Espectros y Bersekers menores salían de las zonas obscuras del templo.

 

— ¡ROSAS DEMONÍACAS REALES! — gritaba Alen de Piscis, clavando varias de las rosas en los cuerpos de los espectros que de alguna forma lograron llegar hasta la doceava casa del santuario.

 

— Maldición, no debí haberte dormido Fryst, — pensó Alen, mientras esquivaba algunos ataques, y lanzaba varias rosas doradas hacia los espectros.

 

— ¡ROSA EXPLOSIVA! — clamo el santo, mientras tras varias explosiones seguidas de las distintas rosas doradas, algunos de los espectros cayeron casi desmembrados, pero de igual manera Alen, se quedo exhausto después de usar su técnica.

 

Elene de Pegaso, se encontraba a punto de ser asesinada por Hades, quien con su espada amenazaba con cortar le la cabeza a la saintia que apenas logro ponerse de rodillas.

 

—¡Maldición!.., ¿en verdad voy a morir aquí? — pensó, entre lagrimas, mientras que comenzaba a recordar, a su hermano Elias, el santo de Lobo. Que se encontraba en el templo del oráculo, luego pensó en Itzal de Capricornio, Fryst de Acuario, Ann de Cisne y de como seria su vida si nada de esto hubiera pasado.

 

Y entonces Hades hizo descender su espada, y con un sonido sordo la punta de esta choco por el piso. Un asombrado Dios, noto a la que hace unos segundos estaba casi sin energías, esquivar con agilidad el corte de su hoja.

La saintia, había dado un salto hacia atrás, mientras caía de pie, y su cosmos cubría su cuerpo con un brillo azulado, que por momentos se volvía dorado.  

 

Adoptando una pose de pelea esta pensó nuevamente.

 

— ¿Por que lo esquive si ya no tenia fuerzas?..., ¿por que lucho contra el si se que va a vencerme?.

 

— Por que tu eres parte de mi — Dijo una voz en su mente, dejándola sorprendida.

 

— ¡Esa voz! — exclamo, pero antes de completar la frase, ya se encontraba esquivando una esfera de cosmos de Hades.

 

— Ahora lo entiendo todo — indico Hades seriamente, — la razón por la cual tu cosmos es idéntico al de un Dios, y el por que el pegaso legendario no renació en esta época — añadió, apuntándole con la espada.

 

— ¡TU ERAS LA MEJOR GUERRERA  Y AMIGA DE ATHENA EN LA ERA DEL MITO, PERO ELLA Y PEGASO TE ASESINARON POR ERROR! — Bramo Hades — Y entonces como una forma de disculparse, el te cedió su Armadura al igual que su cosmos, y la Athena del mito, te cedió una pequeña parte de su Divinidad — añadió.

 

Todo eso, la dejo totalmente tiesa, casi sin reaccionar, mientras que el Dios se le acercaba amenazante, pero se detuvo casi en el acto, al sentir un inmenso cosmos proveniente de debajo de la estatua de Athena.

 

— ¡ESA SENSACIÓN!..., ¡ESE COSMOS INMENSO! — comento, — imposible, no puede ser, que lo que en verdad buscaban las furias sea..., ¡EL MEGAS DEPRANON! — añadió con furia, mientras le daba la espalda a Elene de Pegaso, quien cayo de rodillas casi temblando.

 

Rápidamente Hades, se acerco hasta el lugar de donde provenía ese cosmos, y cuando estuvo frente a la entrada a la antesala, en donde Ashoka de Virgo, luchaba en contra de Alecto, y Megera, este comento.

 

— Pagaran caro, haber liberado esa arma —.

 

Y con una gran ráfaga de su cosmos, toda la puerta que conducía a la antesala salio despedida, irrumpiendo así el con su presencia el Tesoro del Cielo de Ashoka, con el cual se encontraba a punto de asesinar a las Furias.

 

El Santo de Virgo a Hades, quien poseía una mirada de odio, y furia indescriptibles, este entonces creo una pequeña orbe morada en su mano, y observando a Alecto, quien se encontraba recuperándose, le dijo.

 

— Ustedes las Furias han sobrepasado la amabilidad de los Dioses, y ahora que han liberado el Megas Depranon, merecen algo peor que la muerte — y sin decir mas, el orbe de cosmos impacto en el cuerpo de esta, comenzando a destruir su cuerpo y su armadura, en un destello cegador.

 

Alecto, quien producto del tesoro del cielo, no podía hablar, comenzó a retorcerse de dolor, mientras que una aterrorizada Megera observaba, intentando acercarse al megas depranon, pero el Dios la detuvo con la mirada.

 

Ashoka de Virgo se encontraba tan sorprendido, que había olvidado concentrarse para volver a elevar su cosmos.

 

— Si..., si ese es el poder de Hades..., no aunque ese sea su poder nosotros aun podemos vencerlo — pensó.

 

El Cuerpo de Alecto se había convertido en una pila incandescente, que comenzó a apagarse lentamente, hasta consumirse totalmente y dejar solo un rastro obscurecido en el suelo.

 

— ¿Donde esta?..., ¡¿Donde esta Alecto?! — con gran rabia, Megera exclamo directamente en la mente de Hades.

 

— En el mismo lugar al que tu, y todos los santos de Athena irán a partir de ahora — respondió este con ira — A lo mas profundo del Tártaro, incluso mas abajo que la prisión de los Titanes — añadió creando dos orbes de cosmos idénticas.

 

— ¿No crees que el Tártaro ya esta lleno, con los Titanes adentro? — dijo una voz a las espaldas del Dios.

 

Este se volteo, y observo a un hombre con una ligera sonrisa, y una mirada fría y penetrante con ojos rojos, al igual que su largo cabello rojizo.

 

— ¡No interfieras humano! — exclamo Hades, mientras que la aterrorizada Furia observaba al hombre, con una mirada que pedía ayuda a gritos.

 

— ¡Ese es, el general de la Guerra Deimos! — pensó Ashoka, quien comenzaba recién a elevar su cosmos.

 

— ¡¿Humano?!..., ¿acabas de llamarme humano?...,Hades — dijo con un tono un tanto psicópata — ¡ME LLAMASTE HUMANO! — grito con una gruesa voz, elevando su cosmos mucho mas allá que el de el Dios del Inframundo, dejando pasmados a todos, pero inmediatamente se tranquilizo, y sonriendo amablemente comento.

 

— Discúlpenme, esa no fue mi intención —.

 

— I....imposible...., quien demonios es este hombre — pensó el santo de virgo.

 

— Ese cosmos, no puede ser — dijo Hades, echándole un vistazo al megas depranon, que se encontraba tirado en el suelo.

 

Inmediatamente, el Dios lanzo un tajo con su espada que corto prácticamente el aire impactando en el pecho de Deimos, quien ni siquiera se inmuto, pero la armadura que poseía se agrieto, de tal manera que dejo ver lo que se encontraba debajo de ella.

 

Tan grande fue la sorpresa no solo de Hades, sino también de Megera, y Ashoka, pues observaban claramente que bajo la armadura de guerra, Deimos poseía otra, que brillaba como el cristal. Este sonrió, y se preparo para hacer algo.

 

Pero antes siquiera, de moverse, el megas depranon comenzó a vibrar, mientras que un aura morada la rodeaba y del cuerpo de Deimos, salio una gran masa de obscuridad que absorbió a toda la habitación, y toda la armadura de guerra que cubría su cuerpo, comenzó a resquebrajarse, hasta estallar en pedazos, dejando a la vista lo que poseía abajo de esta.

 

— Maldito, como escapaste del Tártaro — indico Hades elevando su cosmos — ¡COMO PUDISTE SALIR DE ESA PRISIÓN..., ¡¡EREBO EL TITAN PRIMIGENIO DE LA OBSCURIDAD!!.

 

Erebo sonreía, mientras su cuerpo relucía ahora, una armadura de un color cristalino y plateado.

 

— Ya llego la hora de que el verdadero ¨Rey¨ regrese — comento mientras el megas depranon volaba hacia sus manos.

 

 

 

 

 

Continuara.....