Un diario abandonado
Día 7
Keska me ha traicionado. Pensé que la chica querría ese insensato culto destruido, pero resultó ser nada mas que un cebo. ¿Por qué no podré nunca resistirme a un bonito par de piernas?
Malditos tontos que siguen cantando y danzando alrededor del fuego reavivado. Catheros me contrató para destruir este culto, pero acabé convirtiéndome en otro sus desdichados peones, víctima de su tierno Dios del árbol oscuro. ¡Menudo cazador de recompensas he resultado ser!
Tienen a otros, personas y criaturas encerradas en jaulas como si fueran ganado, creo que estamos como alimento, pero... ¿para qué?
Tengo que salir de aquí.
Día 11
Una ceremonia la noche pasada, ¿o día? Ya no puedo decir.
Todo el mundo cantando, cogidos de la mano. Algo murió - no podría descifrar qué desde mi jaula. El grito sonaba humano, sobre todo.
Hubo un trueno, me parece, cada antorcha en el lugar quedó a oscuras. Muchos alaridos. Sonidos mojados, huele a sangre...
He estado en silencio por un momento. No estoy seguro de lo que está sucediendo. Se han olvidado de mi, seguro.
Día 13
Ella se acercó. Creo que fue ella, Keska.
Su pelo era blanco, sin embargo.
Piernas demasiado largas... Su voz, como dientes raspando sobre huesos, sus ojos eran tan luminosos.
Creo que ella es... se está transformando en... en otra cosa. Algo diferente, y creo que ella se comió a los otros.
¿Soy el siguiente?
Día 21
No hay señales. No hay comida. Bebo un líquido que gotea de la oscuridad por encima.
Su voz está en todas partes. Ella caza en la cueva, comiendo con pesar tragos mojados. Creo que me olvidó. Y a mi jaula.
Me alegro que oscurezca. No puedo ver. No quiero ver.
Pronto voy a ser lo suficientemente delgado como para caber entre estos barrotes, y entonces, podré escapar...