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10.Dinamica de Fics-2016:Mejor personaje divino


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9 respuestas a este tema

#1 Patriarca 8

Patriarca 8

    Miembro de honor

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Editado por T-800, 29 diciembre 2018 - 12:06 .

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#2 Patriarca 8

Patriarca 8

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Publicado 14 abril 2016 - 15:18

 
 
 
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Editado por T-800, 29 diciembre 2018 - 12:06 .

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#3 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

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Publicado 23 abril 2016 - 10:09

Bueno, en mi historia solo tengo dos dioses por ahora, así que vamos a usarlos xD

 

1. Nombre del personaje: Poseidón.

 

2. Link: http://saintseiyafor...24#entry2147977

 

3. Resumen: Mito del Santuario funciona como remake y reboot del manga original de SS. Esto porque contiene partes de la historia contadas de manera distinta, y otras muchas cosas totalmente nuevas. Así, este fic relata partes tal cual del manga, modifica otras ligeramente, agrega detalles en otras, le quita fragmentos en otras, y en muchos casos, narra una historia totalmente diferente, tomando otros rumbos. También se han agregado personajes, se han eliminado otros, y se han modificado unos cuantos. Uno de los objetivos de MdS es corregir los errores de Kurumada y el animé original.

 

En este capítulo, Seiya ha dañado a Julian con la flecha de Sagitario, pero por las acciones de Ikki y Kanon, el verdadero dios comienza a despertar al fin para contemplar el mundo y rememorar su vida pasada, además de entender quiénes son las personas que enfrenta.

 

4.Capítulo:

CAPÍTULO 51

JULIAN III

POSEIDÓN

 

23:32 p.m. del 23 de marzo de 2014.

«¿Quién soy yo?», se preguntó al despertar. ¿Cuánto tiempo había dormido? ¿Dónde? ¿Por qué? Las preguntas martilleaban en su cabeza… Ésta le dolía mucho. Parecía tener algo enterrado en la frente que no podía alcanzar, había dormido tanto que era incapaz de mover los brazos.

«¿Quién soy yo?», se preguntó otra vez. Se había limitado a despertar, pero según recordaba, si abría los ojos podía ver qué pasaba a su alrededor. ¿Cómo se hacía eso? ¿Qué eran exactamente los ojos? Con ellos cerrados era capaz de ver todo sobre el plano azul. Si lo deseaba, el mundo se abría ante él, donde fuera que hubiera mar. «Mar», repitió en su mente. Él era el Mar, eso lo sabía; lo que había olvidado era su nombre, y también su objetivo. Así que abrió los ojos, pues tal vez eso le daría una respuesta.

Sin embargo, le costó muchísimo. Sus párpados eran pesados, y algo caliente y oloroso resbalaba desde su frente sobre ellos. En el piso las manchas eran de color rojo… ¿Por qué rojo? El icor era dorado, siempre había sido así, ¿por qué cambiaría eso de repente, al despertar?

«¿Quién soy yo?». Tal vez alguna de las criaturas delante sabría la respuesta a ello. Uno de ellos era una fuente de brillo azul, con alas rebosantes de eterna luz, como las olas siempre alimentadas por el sol o la luna. Pero Sol y luna, por lo que recordaba, eran hijos de su hermano… ¿Quién era su hermano?

—Esa presencia todopoderosa de antes se fue, y dejó solo al hombre que controlaba —dijo el ser alado.

¿Un hombre? ¿Se refería a él? ¿Eso era él? La criatura alada sostenía un arco, y aunque no lo veía detalladamente, lo odiaba. ¿Por qué le enfadaba tanto ese ser luminoso? ¿Qué era comparado con él?

—No sé cuánto penetró la saeta, pero para un ser humano sería fatal. Creo que solo el hecho de recibirla como dios lo mantiene agonizando.

En conjunto con otros seres se alejaron de él, corriendo y pasando por su lado. ¿Dios? ¿Eso es lo que era? Pero… ¿qué era exactamente un dios?

 

«¿Quién diablos soy yo?», inquirió esta vez. Sentía haber dormido mucho tiempo, desde una época muy remota, casi olvidada. ¿Quién era él? Conocía la respuesta a ello, de seguro, pero no podía recordarla.

Tal vez el plano azul podría decírselo. Contempló sus brazos, los que los humanos llamaban ríos, y los siguió a través de bellos parajes, junto a hermosos árboles frutales bajo cielos que lloraban. Ojalá hubiera sido solo eso. Los ríos eran capaces de recordar otras cosas antes de que aumentaran su caudal, cosas muy feas que no deseaba ver… Tantos humanos lanzando basura sobre sus brazos, sin una pizca de respeto; tantos peleando con otros solo por estar separados por él; gente flotando sobre uno de sus dedos, todos esqueléticos y sin deseos de vivir. ¿Para qué diablos los habían puesto en el mundo, entonces, si preferían morir a soportar la carga de la vida?

Miró más allá, aquello que los primeros hombres llamaron lagos. En ellos arrojaron cuerpos durante décadas… siglos. Se asesinaban unos a otros, y en vez de darse sepulturas dignas, convertían en basura aquello que las almas recibieron para usar y los tiraban a animales o al fondo de las aguas. ¿Por qué hacían eso? Eso lo enfurecía bastante, y se lo hizo notar a aquellos que habían pasado a su lado sin presentarse siquiera. ¿Quiénes eran?

«Humanos», se respondió. Enemigos, quizás. Habían cometido atrocidades innombrables a través de los siglos, mientras él dormía. A través de sus lágrimas, las conocidas como gotas de lluvia, pudo ver tanto horror que no entendía por qué no lo habían detenido. Muerte, crueldad horrenda, desigualdad… ¿Veía algo que pudiera considerarse “bueno”? Había algunos detalles, pero no les prestó atención. Las criaturas que vivían en su cuerpo eran preciosas e inocentes, vivían bajo las reglas del ciclo de la vida que les habían impuesto, pero muchas de ellas aparecían flotando boca arriba en aguas negras… ¿Quién les había impuesto todo eso a los mortales, en todo caso? ¿Esos dioses?

 

Dioses. Ese término llevaba sus recuerdos a un mundo sobre los cielos, un lugar de tiempo eterno y espacio infinito donde las reglas se construyeron. Había hombres y mujeres allí… No. Esos eran dioses, brillaban más que los que no lo eran, usaban preciosas vestimentas, hablaban en un idioma que solo ellos conocían, sin espacio que los contuviera ni tiempo que los detuviera. La ropa humana que vestía tenía sus propios recuerdos de ellos, imágenes en óleo o esculturas de mármol; uno de sus hermanos, el menor, vestía una toga y usaba larga barba, como un débil anciano. Nada más lejos de la realidad, pues era atlético, alto y dotado de una cabellera plateada, tan brillante como el rayo en su mano o las alas en su espalda. Vestía de blanco, era el opuesto del otro, el de ojos bellos y cabellos, ropas y alas negras que odiaba el mundo, razón de tantas y tantas discusiones. El mundo no tenía nada de malo, sino quienes lo poblaban, creados eones atrás. Lo ensuciaban.

¿Quién podría gobernar y controlar algo así? Aquel de negro deseaba una destrucción completa, sumirlo en la oscuridad para que la violencia que detestaba terminara de una vez. Para él, la muerte a la que estaban sujetos los humanos era la única alternativa viable, y por eso debía infundirles el miedo correspondiente.

Por eso discutían tanto, tenía dudas, no todos podían ser tan desalmados, y el bello mundo azul no tenía la culpa de nada. Pero que lo ensuciaran le enfurecía mucho, todavía sentía esa ira, y sobre todos sus recuerdos, pudo ver como las almas que antes lo habían atacado sufrían las consecuencias. Eran pequeños, pero también muy molestos… ¿Por qué lo habían atacado antes? ¿Conocían la respuesta?

«¿Quién soy? ¿Quién diablos soy?». Quizás era una pregunta sin respuesta. Un ave de hielo, un dragón verde y una estrella fugaz lo atacaron cuando intentó forzarlos a explicárselo. No entendía qué les llevaba a hacer eso, parecía absurdo golpear algo tan superior… Porque era superior, eso lo comprendió en ese mismo instante. Y estaba enfadado, no podía dejar de sentirlo.

 

Siempre lo habían considerado iracundo, a diferencia de su hermano de alas negras, tan pacífico. Sin embargo el otro, el menor que estaba por sobre todos ellos, tenía una idea diferente. No estaba tan enfadado, pero tampoco deseaba acabar con todo. Tenía dudas, y quería dar una oportunidad a esos animales conscientes que tanto trabajo les costó crear. ¿Qué sería eso? ¿Neutralidad?

Había escogido los Cielos, desde donde observaba todo, aunque sin interferir con nada. Su otro hermano quiso un lugar tranquilo, silencioso, donde llegaran los animales para darles los castigos que merecían por las leyes naturales de la misma existencia, lo que llamaban karma. Él, en cambio, se quedó con el bello mar del planeta azul…

¿Eso significaba que era un dios? Lo que sí recordaba era que su hermano de cabello de plata no le permitió adueñarse de toda la Tierra, sino solo de dos tercios de ella. Si uno quería destruirlo todo, y el de alas brillantes tenía tantas dudas, ¿por qué no simplemente le dieron el control?

 

En ese momento, tal vez antes, o quizás después, rememoró a tres niños jugando en la hierba. Pronto crecerían y se harían cargo de sus propios dominios. Uno era Sol, otra era Luna… Mientras que la otra… la otra…

¡Oh, claro que recordaba! Cabello castaño como su madre, ojos verdes tan… tan llenos de misericordia, labios inocentes y alas invisibles. Esa chiquilla no veía lo malo en esos animales… ¡Ella los amaba! Y su padre estaba de acuerdo con eso, por lo cual le dio el control del planeta azul. Era la niñita de sus ojos, la que jugando vencía fácilmente al sol y la luna en todo lo que ellos inventasen.

¿Por qué amaba a esas criaturas? ¿Cómo diablos se llamaba ella?

 

Volvió a mirar el mundo. Las tragedias nunca habían disminuido, sino que eran cada vez más horrendas, crueles y desalmadas. Pero esa chica, la hija de su hermano menor, se hacía la ciega y aducía que había más bondad que maldad. ¿Qué tan tonta era? ¿En qué estaba pensando el estúpido de su hermano? La primera vez que mandó un diluvio, ella protegió a esas criaturas arriesgando su vida. ¿Lo había hecho otra vez?

¿Dónde estaba?

La buscó por todos lados. Cuando la muchacha se cortó las alas y decidió vivir como un animal y bajar a la Tierra, le prometió que siempre que intentara hacer daño a los humanos, aparecería para protegerlos, así que debía estar en alguna parte. Se topó con otros cadáveres flotando en sus mares, con cielos grises y una atmósfera rota, pero no con ella. Vio muerte y pecaminosas creaciones, como un hongo muy extraño que mató a millones en un breve segundo, pero no a ella. También vio maravillas verdes reemplazadas por edificios de piedra, oleaje negro y contaminado, y una cruel matanza en nombre de algún… dios… Pero no a ella.

Tampoco podía concentrarse demasiado. Además de su ira creciente, había un grupo de necios atacándolo a la vez que se defendían de su aliento. ¿Cómo era posible que intentaran enfrentarlo? Estaba más allá de sus capacidades, la chica no podía obviarlo más. Había un nombre que repetían mucho… Mientras rugía, oyó ese nombre y le hizo sentido después de unas cuantas veces.

 

—La humanidad tiene oportunidad, yo creo en ello, también mi padre —le dijo la chica una vez, en algún lugar alto y rocoso frente a las olas y el sol. Había muchos cadáveres flotando en su cuerpo, lo que llamaron mares mientras vivieron, y ella lloraba. A su lado había un joven muy peculiar, con alas azules—. ¿Por qué no le crees? ¿Qué te hace pensar que tienes más razón que Padre?

—Esto es tu culpa, Atenea —respondió con una voz que no era exactamente la suya, ni tampoco la de la ropa que vestía actualmente—. Todas estas muertes son frutos de tu terquedad.

—Ella ha hecho todo lo posible, por eso te ha ganado —intervino el guardia de su sobrina. Sus ojos eran vivos, llenos de valor y mucho orgullo; ¡era aquel que los dioses no habían previsto!—. Mientras haya esperanza, el mundo será digno y seguirá creciendo para mejor.

—Has perdido, Poseidón, y cada vez que regreses a este mundo será igual. Te detendré tantas veces como sea necesario, a la vez que protejo este mundo que tanto amamos ambos —mintió la chica, con la Égida en su mano y un ánfora en la otra—. Te lo prometo.

Entonces recordó. Ella era Atenea. Y él… él era…

 

«¿Quién soy yo?». Era obvio. Era el Mar. Era el amo y señor del océano, el Emperador de ríos y mares, el único capaz de gobernar el mundo. Cuando uno de los animales lo agarró por la espalda, al fin logró responder en voz alta.

—Soy el dios Poseidón.

—Pero nada, Seiya, ¡haz tu maldito trabajo! —exclamó el indigno que ardía como la llama de una vela. Con sus dedos la apagó, y los demás gritaron su nombre.

—¡Ikkiiii!

¿Cuánto tiempo había dormido? ¿Por qué le habían hecho tanto daño al mundo? ¿Dónde estuvo Atenea durante esas guerras, las muertes, la polución, la crueldad y la destrucción?

Ya había muerto. Su alma inmortal debía estar de camino al Tártaro, para ser juzgada por su hermano, el de ojos bellos. El cuerpo sin alas que había usado para mezclarse entre ellos estaba al interior de su tótem, aquello que había construido un tiempo atrás, en la era de los mitos, como le decían los humanos, para quienes el paso de las épocas era más lento. Se había ahogado creyendo poder salvar a esos seres que amaba, sin siquiera considerar que en principio no merecían salvación.

El Sustento Principal, base de sus dominios, era indestructible, aunque tres humanos creían poder hacerle una muesca. No podían concebir la posibilidad de algo que no pudiera dañarse… Pero incluso así… algo le molestaba.

Miró en las profundidades de su propio mundo cuando descubrió que las aguas estaban más bajas de lo que debían, y que no había ordenado la llovizna que mojaba sus cabellos. En la antigüedad erigió siete Pilares para sostener su imperio y mantener la invulnerabilidad del tótem, pero por alguna razón, y para su gran sorpresa, los siete Pilares ya no existían. En sus bases yacían los cuerpos de cinco de sus Generales, los hombres más fuertes de tres cuartas partes del universo de importancia, y de los otros dos no había rastro. ¿Acaso el ejército de Atenea, los llamados Santos, habían vencido a sus Marina?

Lo hubiera impedido si lo hubieran despertado a tiempo. A cargo estaba Dragón Marino, y un tal Jano. No los encontraba por ninguna parte, y por culpa de ellos, ahora despierto ni siquiera podía hablar bien, no tenía control sobre el Cosmos de su avatar, y no era capaz de liberar su Dunamis. ¿Qué diablos le había sucedido al mundo submarino? ¿Qué clase de Santos vencieron a sus hombres?

 

Vestían de Oro, igual que aquellos encerrados en el Santuario de Atenas. Debían ser esos tres, los que lo golpearon y ahora trataban de destruir el Sustento Principal. Se enorgullecían mucho de llevar esos Mantos de Oro hechos con polvo de estrellas, pero no entendían la diferencia entre ellos.

Según recordaba, había Santos de Bronce, Plata y Oro. La diferencia entre los primeros y los terceros era supuestamente como la del cielo con la tierra. Pero no comprendían que incluso los Santos de Oro eran como un grano de arena, una gota de rocío frente al más grande de los desiertos u océanos que eran los dioses. Por eso, para demostrarles que no eran nada más que basura contaminando el mundo, destruyó esas armaduras de Oro.

Falló las primeras veces, eran demasiado pequeños y no podía manipular bien el vaivén de los ríos en sus brazos, ni el remezón de tierra bajo sus pies… ni siquiera podía ver bien, pero fuera como fuese, ya había escapado de la prisión de Atenea, y acabó con esas protecciones doradas justo cuando dos de los humanos arrojaron al tercero de cabeza al Sustento Principal. Le hizo un poco de gracia contemplar la estupidez humana en su máxima expresión, el suicidio seguro ante la inminente muerte y la incontrolable desesperación.

 

“Los humanos son capaces de milagros maravillosos que los dioses no son capaces de entender”, dijo Atenea en el Olimpo, una vez. Tal vez cien veces. No le hizo caso jamás, era ridículo que los dioses no pudieran entender algo que crearon ellos mismos.

—¡Vamos, Seiya!

—¡Vuela, Pegaso!

—Pero qué necios son… —Levantó el tridente para acabar con ese mocoso alado que deseaba ensuciar el Sustento Principal con su inmunda sangre y… —«Un momento, ¿cómo lo llamaron?».

El primero debía ser su nombre humano, no tenía importancia ni algún significado, pero el segundo… No lo recordaba, lo olvidó tan pronto lo escuchó de los labios del cisne blanco, pero el término le produjo una indescriptible angustia.

 

Y era extrañísimo, pero con su tridente no fue capaz de alcanzarlo. Había sido creado por otro de los hijos de su hermano, Hefestos, y contenía y canalizaba su Dunamis, o el Cosmos del avatar que utilizara, pero no atizaba. El joven alado seguía volando en dirección al Sustento Principal, atravesando las olas, la lluvia y las tormentas que convocó. Su armadura resistía mejor que las demás también.

«¿Por qué no le afecta?», se preguntó Poseidón. Con una pizca de esfuerzo que no debió imprimir ni en el peor de sus sueños, finalmente consiguió destruirle las alas y gran parte de esa armadura, pero el joven seguía volando como si nada. En cualquier momento tocaría el Sustento Principal y lo mancharía con su sangre si tenía suerte. Pero si era solo eso lo peor que podía pasar, ¿por qué ese agobio en su corazón? ¿Por qué no podía quitarse de la mente la imagen de la hija de su hermano, sonriendo con confianza mientras era acompañada por su…?

—¡No puede ser! —exclamó con la voz de Julian Solo.

El hombre se tornó de pronto en una estrella fugaz, una flecha luminosa arrojada contra el Sustento Principal. ¿Acaso de verdad intentaba derribarlo? Era una locura, pero su Cosmos a pesar de ser humano, era tan intenso que…

 

No. Los dioses le concedieron, sin desearlo, una fuerza extraordinaria a los humanos que sus creadores no pueden alcanzar. Se le llamaría una falla en la misma creación, pero los dioses no podían fallar. Sin embargo no ignoraría la existencia de esa fuerza, la había visto en el pasado, en ese guardián de Atenea por tantas batallas.

Ese hombre… el joven era idéntico, no podría olvidarlo nunca más. Aquel que surcaba el cielo a la velocidad de la luz, con la fuerza que le permitía superar sus propios límites… ¿Quería conseguir lo que bautizaron como milagro? Pero eso significa que obraba un milagro humano… ¡frente a sus ojos! ¿Cómo podía permitir tal insulto?

Aunque por más que lo deseara, en ese tiempo que para los humanos era una milésima de segundo, intentó cientos de veces detenerlo. Finalmente desapareció en un chispazo que no pudo entender, y se llevó la mano al rostro mientras un mar cambiaba de curso bajo las lluvias.

 

¿Desde cuándo los seres humanos eran capaces de desaparecer ante la vista de un dios? Que supiera, ninguno de ellos tenía esa habilidad, aparte de ilusiones que para la divinidad era solo entretención. ¿Cómo lo había hecho? ¿Era un truco nuevo desarrollado mientras dormía para hacerle creer que había roto el Sustento Principal y así convencerlo de que era posible?

Pero… aunque hubiera una notoria grieta en una zona alta del tótem que había creado, eso no era concebible. Él, un dios, lo había construido, por lo que esa muesca —que se agrandaba más y más, y de la que salían escombros— debía ser falsa. Un nuevo tipo de ilusión.

No fue capaz de cerrar la boca. Primero fueron algunas piedras pequeñas, luego otras más grandes junto a un montón de agua transformada en cataratas. El ruido era insoportable para los oídos de Julian Solo, y hasta le costó mantener el equilibrio con ese cuerpo prestado. Las rocas fueron más grandes, la creación más grande del imperio se empezó a derrumbar como si fuera plausible, y lucía muy real. Pero era imposible para un ser humano, especialmente estando él ahí. El guardia de Atenea seguía siendo de carne y hueso, mientras que él era un dios…

«En cambio ella…», meditó con terror. Ella. Esa chiquilla insolente que desafió a los grandes dioses, a los hermanos de su padre apenas tuvo uso de razón, que se entrenó desde pequeña en las armas y estrategias mientras vigilaba a los seres humanos desde su balcón en el Olimpo. ¿Acaso esa mocosa seguía…?

—¡Es imposible! ¡¡NO PUEDE PASAR!! —gritó, y tuvo que retroceder al sentir sus botas mojándose por el agua que caía desde las miles de grietas de su Sustento Principal. El coloso se partió a la mitad, cayó de un lado y luego del otro, y las rocas fueron tantas y tan pesadas que atravesaron la tierra y crearon sismos que no eran provocados por él. ¿Cómo era eso posible? ¿Por qué su tridente no había funcionado? ¿Por qué necesitó esforzarse para romper sus alas? ¿Por qué ese joven había sido capaz de atravesar el tótem?

No tuvo que mirar atrás para saber que su Templo, otra de sus más grandes creaciones, también se estaba cayendo a pedazos, producto de una ola más fuerte de lo que debía ser por naturaleza. Oyó los crujidos y vio algunos peñascos entre sus pies, uno se pulverizó a un metro de su tridente, que al fin se decidió a actuar. Pero no podía culparlo, eso era obvio. ¿Por qué había nacido alguien capaz de hacer algo así? ¿Por qué los humanos pudieron desarrollar esos milagros?

Y más angustiante todavía…

¿Por qué seguía siendo él? De entre los escombros, la tierra, el barro y el agua a raudales, a través de una cascada que no evitó que siguiera caminando, y delante de la más grande de las olas, surgió un joven de revoltoso cabello castaño, no muy alto ni robusto, con camisa roja bajo algunas placas quebradas de metal dorado. Él otra vez, no fue capaz de reconocerlo antes. Podía parecer un simple chiquillo humano, pero obviamente era algo más. ¿Cómo fue que a Dragón Marino no se le pasó por la mente matarlo antes de que fuera tarde? ¿Por qué diablos no lo despertó para que lo evitara? ¡Siempre era él, la peor y más grande de las fallas en la creación, la venganza de los primordiales, la salvaguardia de los humanos!

Lo miró con asco. Avanzaba con la chiquilla recostada en sus brazos. De su espalda todavía colgaban parte de las alas doradas, creyéndose un dios, pero… era un humano, solo un humano. ¡El más horrible de ellos!

—Pegaso… —escupió, odiando y maldiciendo cada letra a medida que la pronunciaba. ¿Cuántas veces había dicho esa asquerosa palabra desde que Atenea lo tomó como guardián?

 

El Santo cayó de rodillas apenas se vio libre del alcance de los escombros que seguían cayendo como proyectiles, sobre el piso tembloroso y empapado por la lluvia y primeros oleajes. Poseidón intentó destruirlo con el movimiento de su mano y tridente, pero por alguna razón se quedó inmóvil, petrificado ante lo que sus ojos no podían concebir.

Pegaso yacía en el piso, de su Cosmos solo quedaban cenizas que no podría encender ni con todas sus fuerzas en ese estado físico. Y ella… Atenea no emitía más aura que una silla, era un cuerpo frío. Debía tener los pulmones llenos de agua, y esta vez, probablemente nunca podría volver a renacer. Solo un dios era capaz de matar a otro. Había acabado al fin con la hija predilecta de su hermano.

—S-Saori… —musitó Pegaso, demasiado cerca de ella otra vez.

—¿Hasta qué punto llegará su obstinación? —preguntó, sintiéndose más en control, más libre de la vasija. ¿Dónde estaba, por cierto? Lo había olvidado—. Lo que has hecho, lo que todos ustedes han hecho es indigno de considerarse como perdón. Acabo de ver todo lo que le han hecho a este bello mundo, confirmé que debía ser limpiado de su lacra. —Por primera vez puso atención en lo demás, había otros Santos bajo las aguas, apenas despiertos y vivos, pero mirándolo con desdén, como si él fuera el que ensució el mundo—. ¡Si no hiciera nada, ustedes llenarían el resto del universo con esa suciedad!

—¿Crees que se puede… arrebatar la vida a… p-personas por… e-el nombre de dios…? —balbuceó Pegaso, con el rostro hacia Athena, mirándolo de reojo. De su boca caía cada vez más sangre, debía tener los huesos hechos polvo, con milagro o sin éste—. No solo humanos… m-muchos seres desean seguir vivos en esta… T-Tierra, t-tal como está… ¡T-todos tenemos el derecho de vivir igual!

—¿Quién te dijo semejante basura? —No fue necesario que le respondiera. Pegaso era de agua, y Poseidón sabía lo que el agua pensaba—. ¿Fue tu hermana? ¿Otro ser humano? ¿Cómo pretenden darme un sermón ustedes, siendo humanos y yo un dios? ¡Nunca han tenido derechos! Estuve allí cuando vagaron como monos sobre la Tierra, y tuve confianza en que cuidarían de este planeta bajo las órdenes de mi sobrina, ¡pero todo lo que tienen es obra de los dioses, y se vanaglorian por ello! Las capacidades de ver, oír, pensar, e incluso amar, son obras de nosotros, las que impusimos en ustedes para que pudieran interactuar de mejor manera.

—¿Y t-también nos pro-programaron para destruir…? —preguntó Pegaso, sonriente, antes de vomitar sangre lejos del cuerpo de Atenea, en cuyo seno creyó ver un breve pálpito. Debió ser la imaginación del cuerpo débil de Julian Solo.

—¿Ahora te burlas de un dios? —Alzó el tridente y concentró su Cosmos en él. Pronto sería capaz de liberar completamente su Dunamis, y ya no le importaba llevar a cabo los planes de su hermano, el de pelo negro. Era la mejor opción, y aunque no estuviera totalmente en control de lo que hacía, sabía que era la elección correcta—. Lo que sigues haciendo se llama blasfemia, Pegaso, y es un acto que no tiene perdón. Como castigo, partiré tu cuerpo en miles de millones de partículas que vagarán esparcidas por todos los rincones del universo, y ahogaré tu alma para que nunca sea capaz de regresar. ¡Para que nunca vuelva a darnos problemas!

 

La ola pasó a sus lados, y como esperó, no le tocó la espalda. El tridente ni siquiera se humedeció, eso le correspondía solo a los sucios humanos.

—M-porqueria… —Pegaso trató de levantar a Atenea, pero sus brazos cayeron justo después de levantarlos—. Saori… yo…

—Humano, recibe la ira de los dioses.

Otros Santos se arrastraron hasta el medio, tratando de servir como escudos, pero los apartó rápidamente con sus dedos. Pegaso temblaba de pies a cabeza, las rocas y la lluvia lo sumergían por igual en su inmundicia.

—No me queda ni una pizca de fuerza… No puedo encender mi Cosmos… No me resta nada… Ja, ja —rio Pegaso. El último acto de estupidez.

Poseidón emitió su Cosmos, y finalmente pudo liberar una breve porción de su Dunamis, suficiente como para destruir incluso los restos del Sustento Principal, así como todo ser vivo en su camino…

 

Pero…

—¿Qué está pasando? ¿Mi tridente vuelve a fallar? —Había un aura a su alrededor, pero se negaba a salir, como si temiera liberarse—. ¿Acaso es culpa del cuerpo de Julian Solo?

—Ja, ja, ja, deberías verte la cara, ja, ja… —rio Pegaso, con la mano sobre el pecho de Atenea; se movía en un vaivén acompasado de arriba hacia abajo—. Está r-respirando, cacharro de dios.

—¿Qué?

De pronto una luz incandescente e infinitamente pura salió del cuerpo de la mocosa. Más hermosa que la de Anfitrite, o la de Rea, aunque debía ser la luz de la suciedad humana… ¿por qué le parecía tan bonita?

—Que deberías lavarte las orejas, imbécil.

 

Athena tosió agua a borbotones y abrió los ojos lentamente. Con ayuda del último esfuerzo de Pegaso, y desprendiendo un Cosmos que solo se explicaba por ser la hija de Zeus, la diosa de la guerra se puso de pie.


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#4 ATONIC

ATONIC

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Publicado 23 abril 2016 - 20:50

¡Hola! Aquí esta mi botón de participación :D Mañana posteo el los otros dos temas, disculpen mis horrores ortográficos, XD mi no tener tiempo de ojear aún, por que me voy de viaje y dejare mis bulteadas a paso flash. 

 

:sonaro: Imagenes sersys :sonaro:

 

1. Nombre del personaje: Poseidon :D

 

2. Fic: Saint Seiya: El despertar de los caídos.

 

3. Link del cap: http://saintseiyafor...-caídos/page-14

 

Resumen: El despertar de los Caídos es un fic de Acción/Drama/Aventuras. Desde el comienzo se basa en un antiguo relato de seres a los que los Dioses temían, seres que ni siquiera ellos querían nombrar por temor, ''Los Caídos'' Los Dioses de diferentes culturas, se unieron junto a los Titanes para derrotar a estos seres, los cuales no pudieron derrotar, si no sellar, muchos años después una organización secreta aparece desde las sombras, ''La Orden de los Caídos'' Solo para resucitar a estas entidades, los dioses guardaban el secreto de estos seres a los humanos, pero salio a relucir, ahora todo depende de la alianza de Dioses para evitar dicha catástrofe y evitar la destrucción total de los multiversos, el antiguo patriarca le encomienda la misión de convencer a Athena y sacarle la verdad a la diosa, por medio de un antiguo guerrero del Santuario, ''Mengs'' Un caballero de armadura desconocida. Quien le da comienzo a una infinidad de batallas, alianzas, pasiones y tragedias.

 

Personajes que aparecen en el cap:

 

Skyler de Escorpio.  :hello_my_brotha:

 

Fish de Piscis.

 

Fausto de Cáncer.

 

Aquiles de Géminis.

 

Benzina de Virgo.

 

Athena. XD

 

Horus, dios egipcio.

 

Vincen de Kraken.

 

Agron de Dragón marino.

 

Tremu de Crisaor.

 

Nerval de Sirena.

 

Dimizar, guerrero perteneciente a la orden de los caídos que obtiene un power up.

 

- La trama de la historia en base al capitulo, se sitúa luego de que el santuario de Athena fuera atacado  y dominado en secreto por la organización de guerreros renegados conocidos como ''La orden de los caídos'', luego de que Athena lograra defender su reino, obtiene una confesión de que existen 3 sellos que mantienen presos a estos seres que tienen poderes superiores a los dioses e incluso al de los titanes, uno de esos sellos, se encuentra resguardado en el reino de Poseidon. La misión de la orden es abrirlo, la de la unión de Athena y Poseidon, mantenerlo cerrado, este capítulo es el desenlace de todas estas batallas, dando a mostrar el potencial de la orden y el potencial de el rey de los mares.

 

 

 

 

Capítulo 43: El Rey del Mar

 

En el capítulo anterior el caballero de Géminis Aquiles, es emboscado por Dimizar el cual comienza haciéndole caer en una de sus técnicas, sin embargo, Frost, Vincen y Agron, llegan haciendo un triple ataque con el cual casi matan a Dimizar, pero este les da una sorpresa haciendo crecer su cosmos a niveles desconocidos.

 

(Un gran brillo de luz rojizo, cubre toda el área dando por mostrado a un nuevo Dimizar)

 

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(Dimizar se encuentra envuelto en llamas y el amuleto se fusiono con su cuerpo creando un ser con poderes más allá de la imaginación humana)

 

Aquiles: ¡Bahh! Este cosmos es inmenso.

 

(Mientras vienen llegando Nerval de Sirena, Tremu de Crisaor y Fish de Piscis)

 

Fish: ¿Que significa este gran cosmos?, eso parece era el amuleto que adrakar me dijo... Si es así, tenemos que unirn...

 

Dimizar: Sucumbe humano ante la... ¡ESTRELLA DE NEUTRON!

 

(Dimizar crea una gran bola de energía gigante, la cual dirige hacia a Fish)

 

 

 

Aquiles: ¡FISHHH!

 

 

Tremu: Agron, Nerval, Vincen quiero que salven el reino y a todos los que queremos, no dejen que estos malditos dominen todo (Mientras de su rostro una lagrima caía)

 

(Tremu empieza a correr y a encender su cosmos)

 

Vincen: ¡¿Tremu que harás?!

 

Agron: ¡No hagas una locura!
 

(Tremu de Crisaor se lanza en contra de la gran esfera y con sus últimas sumas de cosmos en contra del ataque, lo levita hacia los cielos, haciendo que este se mueva lejos de todo y el ataque explote antes de tocar tierra. Salvándole la vida a todos sus compañeros, ya que el ataque fue tan grande que se pudo ver una explosión de dimensiones descomunales mas allá del cielo que cubría el reino, logrando incluso, agrietar la tierra.

 

Frost: Ese guerrero se sacrifico para salvarnos, aunque el ataque iba en contra de Fish, si este igual hubiese explotado cerca estuviéramos muertos en estos instantes, por eso... ¡Debemos pelear! ¡ARRRHG! EJECUCIÓN AURORA

 

 

 

Vincen: AURORA BOREAL

 

 

 

Agron: ¡DRAGÓN MARINO RELÁMPAGO!

 

 

 

Aquiles: ¡EXPLOSIÓN DE PLANETAS GEMELOS!

 

 

 

Fish: ¡ROSA DE LA MUERTE!

  

(Todos los ataques son dirigidos a Dimizar directamente, pero este los retiene alzando su cosmos y desintegrando a estos en el acto)

 

Aquiles: Fueron inútiles, ahí iban todas nuestras esperanzas.

 

Fish: Tiene un nivel fuera de lo común.

 

Agron: Con  ese nivel, lograra abrir el sello.

 

Dimizar: ¡Que patéticos! Ahora...

 

***

 

Poseidon: Ahora yo seré tu rival.

 

Dimizar: ¿Ehh?

 

(El Dios de los mares, se presenta ante Dimizar)

 

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Poseidon: Caballero de Géminis, quiero que con tu técnica de teletransportación, te transportes a la tierra junto a los demás guerreros, la barrera que impedía el uso de estas técnicas a sido quebrantada.

 

Vincen: Pero nosotros debemos pelear por el Reino...

 

Agron: No lo dejaremos señor Poseidon.

 

Poseidon: Ya ustedes pelearon por el Reino lo suficiente, ahora es hora de que le sirvan a Athena, es mi turno de defender el Reino.

 

Nerval: Pero señor... 

 

Aquiles: Es inútil que nos quedemos, ya no le servimos mas que para estorbar, si hay alguien que puede vencer a Dimizar es el mismo Rey de los mares.

 

Poseidon: ¡Vete ahora Caballero!

 

Dimizar: ¡Jajaja! No irán a ningún lado.

 

(Dimizar se lanza a toda velocidad en contra de los malheridos caballeros)

 

Dimizar: Mori... Puahhh

 

(Dimizar es atravesado por la lanza de Poseidon, haciendo que este caiga en los mares que rodeaban el destruido reino del emperador marino)

 

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Poseidon: Terminen de irse, que mi lanza solo lo retendrá un poco, fueron los guerreros mas valientes que e tenido por el paso de todos estos años. Guerreros de Athena defiendan bien los sellos restantes y no dejen por ningún motivo que se abra ni uno. Díganle a el humano manipulador que ahí están los 3 guerreros que le prometí al finalizar la guerra, si alguno quedaba vivo.

 

Aquiles: ¿Queeee...? Bueno no importa después nos enteramos, ¡OTRA DIMENSIÓN!

 

(Aquiles se teletransporta con la ayuda del cosmos de Poseidon, hacia la tierra)

 

(Una onda de poder impacta al Dios del Mar, haciendo que este caiga en suelo que se encontraba bajo él, mientras levitaba)

 

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Poseidon: (De rodillas), debo felicitarte a ti y a tu orden, primero por brindarme una de las guerras más potenciales que este reino haya tenido y segundo por que pudiste obtener una suma de poder de uno de los Caídos, lo cual te hace más impresionable.

 

Dimizar: ¡Ja! Tu no eres mas que un dios mediocre

 

(Dimizar se lanza a toda velocidad en contra de Poseidon, dándole un golpe que lo manda directo a los aires)

 

***

 

(Poseidon estando en el aire, apunta su lanza a Dimizar, disparandole consecutivamente una serie de Relámpagos, los cuales Dimizar comienza a esquivar)

 

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Dimizar: Parece que esta suma de poder sera suficiente para acabar contigo ¡Jajaja! Maldito dios.

 

(Repentinamente una Gran ola del tamaño de 3 montañas apiladas cae encima de Dimizar)

 

Poseidon: Con esto acabare contigo ser imperfecto LLUVIA DE RELÁMPAGOS

 

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(Poseidon lanza una descarga de relámpagos inmensa sobre el agua haciendo que toda sea cubierta de relámpagos)

 

Poseidon: ¡Parece que ya termino!

 

(En el reino de Athena Horus se encuentra en la sala del patriarca)

 

Horus: Vez Athena, sientes esto, Poseidon esta en un reñido combate con un cosmos que no sentía desde hace milenios

 

Athena: Cálmate un poco Poseidon es el rey de los mares su cosmos es inigualable.

 

Horus: Pero tu y yo muy bien sabemos que somos impotentes ante estos seres caídos.

 

(En el templo se presentan dos caballeros dorados, el caballero de Virgo Benzina y el caballero de Escorpio)

 

Benzina: Athena sentimos este gran cosmos acercarse así y decidimos venir.

 

Skyler: (Viendo a Fausto y a Zephyrus parándose del piso) ¡Huuh! Eso pasa por desobedecer ordenes directas, par de inútiles.

 

Fausto: Que no vez, que este supuesto Dios...

 

Horus: No hay tiempo para perderle hablando ¿Athena que crees que pasase si Poseidon muere?

 

Athena: Pues... (Athena sucumbe en un silencio profundo)

 

Benzina: Pasaría que todos los dioses, entrarían en acción a poner las manos en la mesa y cazar de una vez por todas a esta orden, una nueva legión que amenaza a los dioses y no los sella, los asesina.

 

Skyler: No podría ser Benzina.

 

Horus: Exactamente, ya que si los dioses actúan todos gracias a la incompatibilidad. Pelearían entre si y la orden aprovecharía el momento para abrir aunque sea un sello.

 

Skyler: ¿Athena y donde están tus 3 guardaespaldas?

 

Athena: Vienen de la casa de Aries en un momento.

 

Benzina: ¿Si bien, que pasaría si se abre un sello?

 

Horus: Si un sello es abierto, lograría salir un caído el cual tendría el poder suficiente de hacerle frente a cualquier dios y abrir el segundo sello, si este es abierto saldrían mas caídos y si el ultimo es abierto...

 

Fausto: ¿Nos morimos todos?

 

Skyler: ¡Je! No antes sin pelear...

 

Horus: Esperemos respuesta de Poseidon.

 

...

 

(En la batalla de Poseidon)

 

(El agua se calma y los relámpagos cesan)

 

Poseidon: Parece que...

 

(Del agua comienza a salir cráteres y el agua hierve y deshace, mientras todo cae envuelto en llamas, lava y humo)

 

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Dimizar: (Saliendo del mar de lava) Un poco de tiempo mas ahí y seguramente hubiese muerto, me lograste herir demasiado, ahora es mi turno de hacerte sufrir...

 

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(Dimizar lanza una gran carga de fuego y lava al Dios de los mares y este sin poder retener el gran ataque es enviado contra un muro de fuego que había cerca)

 

Poseidon: (Estancado en el muro herido, observaba como la lava consumía el Reino, destruyéndolo todo) Su poder no tiene limites... Es mi turno de atacar... ¡ARHHHG!

 

(Poseidon pone en alza su cosmos y hace brillar su cuerpo con un intenso resplandor divino)

 

Dimizar: ¿Pero que significa esto?

 

(Poseidon aparece con una nueva armadura frente a Dimizar)

 

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Poseidon: Eres la viva imagen de uno de esos seres malditos, esos seres que eliminaron a cantidades de dioses en tiempos mitológicos, borrando su recuerdo y su existencia en el universo.

 

Dimizar: Termina de morir y déjame abrir ese maldito sello.

 

(Dimizar crea una gran cantidad de lava suficiente para destruir todo el lugar)

 

Poseidon: ¡Esta vez no! 

 

(Poseidon hace crecer a su tridente de una forma enorme, lanzandoló contra Dimizar, pasando por encima de la gran llamarada. Pero esta se estabiliza y logra pasar sucumbiendo al dios y Dimizar siendo atravesado)

 

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Dimizar: ¡Maldición ARHHHHG!

 

Poseidon: Sigue teniendo un vástago poder después de mis ataques. Ojala ese ataque lo haya acabado, por que yo ya no puedo más.

 

(Dimizar vuelve a aparecer, pero esta vez aparece frente a Poseidon metido dentro del cuerpo de una bestia de fuego, atacándolo con una ráfaga de fuego)

 

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Dimizar: ¿Ahora como me mataras? (Mientras el Dios se veía sometido por el ataque, reduciendo su cosmos cada vez más)

 

Poseidon: Si sigue así, me matara... No queda opción.

 

(Poseidon con una mano retiene la gran ebullición de una lava que tenía la misma potencia que el sol, con la otra carga todo su cosmos, haciendo que el tridente vibre de poder obteniendo todo su cosmos y la lanza justo al lugar donde se encontraba Dimizar)

 

Poseidon: Aquí acabaremos ambos, ¡ARHHHG!, (Poseidon se alza mas allá de los cielos junto con Dimizar llegando al espacio)

 

Dimizar: Que así sea... ¡ARRRRHGGGG! (Dimizar explota su cosmos)

 

(Ambos ataques chocan, sin embargo la lanza de Poseidon logra atravesar la onda de choque de Dimizar, logrando darle el golpe de gracia, pero Poseidon recibe la colisión de los 2 ataques)

 

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Poseidon: Mi armadura se agrieta, mientras mas este ataque se acerca, creo que a llegado la hora de que caiga...

 

(El Cosmos de Poseidon parece ir desapareciendo en la gran explosión)

 

 

CONTINUARA...

 

***

 

* Explicación de técnicas desconocidas ''No'', explicadas.

 

+ Explosión de planetas gemelos. Técnica del caballero de Geminis, que simula una colisión de planetas de niveles superiores a galaxias, chocando entre si.

 

+ Rosa de la muerte. Técnica del caballero de Piscis, en la cual emplea una rosa de color azul, que al chocar con su objetivo explota. Creando una gran explosión.

 

+ Dragón marino relámpago. Técnica del general marino Agron, en la cual emplea su cosmos para crear un dragón hecho a base de rayos y agua.


Editado por ♏ A✞ÖNIC ♏, 23 abril 2016 - 21:00 .

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#5 Ivan de Virgo

Ivan de Virgo

    El Caballlero Dorado Legendario de Virgo

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Publicado 30 abril 2016 - 14:23

Nombre del Personaje: Ares

 

Fanfic: Saint Seiya Ultimate Generation

 

Link: http://saintseiyafor...ate-generation/

 

Resumen: Se dice que cuando Dioses malignos quieran destruir la tierra seguramente aparecerán los guerreros de Athena, caballeros que pelean arduamente para proteger la Tierra y también a la Diosas Athena, antiguamente existieron 12 caballeros en la era del mito que se solía decir que ellos eran los guerreros más fuertes de todo el universo; los caballeros dorados; los llamaban así porque su armadura echa de oro brillaba como el sol, de este modo, los 12 caballeros dorados tenían estrellas guardianes, sus estrellas guardianes de estos 12 eran: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis respectivamente y de este modo sus armaduras  fueron pasando de generación a generación hasta llegar a la cuarta generación; sin embargo de estas doce armaduras ; Virgo era la armadura que había sido testigo de los caballeros más fuertes de cada generación que nacían bajo esta estrella, ahora la quinta generación de caballeros dorados ha comenzado.

 

                   Después de la batalla contra Saturno, ganada por Seiya y un grupo de caballeros de bronce, Athena les concedió el Mysophetamenos a los caballeros sobrevivientes para que puedan gozar de una larga juventud la cual no habían podido tener a  consecuencia de las batallas; ésta técnica hacia que su corazón del quien lo porte palpite 100 000 veces por año , para un simple humano eso es lo que palpita el corazón en un día; gracias a esto los caballeros sobrevivientes a la batalla contra Saturno pudieron hacer una vida normal como seres humanos ordinarios y dar paso a la nueva generación de caballeros dorados que protegerían a Athena de nuevos peligros y nuevos dioses malignos  de este modo surgirá un caballero dorado que será el rival de varios Dioses.

 

 

 

 

 

 

 

 

La Batalla Contra Ares

 

 

-En el templo de Ares-

       

 

  Bella y Nathan llegaron al templo de Ares y lo primero que vieron fue la letrina donde Athena se debilitaba.

 

Nathan de Leo: Hay que destruir la letrina y salvar a Athena.

 

Bella de Géminis: Si.

 

Nathan de Leo: “Rugido del León”.

 

Bella de Géminis: “Devastación de Estrellas”.

        

La letrina absorbió ambos ataques y quedó intacto.

 

Nathan de Leo (sorprendido): ¡No puede ser!

 

Bella de Géminis: Siento el cosmos de Ares acercándose.

      

   Bella y Nathan voltearon y vieron a Ares con su armadura puesta.

 

Ares: Nunca podrán salvar a Athena, ella está apunto de morir.

 

Nathan de Leo: ¿Quién hizo esa letrina?

 

Ares: Lo único que deben de saber es que esa letrina fue echa por alguien más fuerte que ustedes.

 

Bella de Géminis: ¿Esa persona trabaja para ti?

 

Ares: No, solo me hizo un favor

 

Nathan de Leo: Hay que restarle importancia a eso ahora.

 

Bella de Géminis: Si.

 

Ares: No podrán vencerme, hay mucha diferencia entre el poder de los caballeros dorados contra el de un Dios.

 

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Nathan intentó golpear a Ares pero éste hizo unos movimientos tan veloces que los esquivó todos y luego lo golpeó en la cara.

 

Ares: Géminis, tú mataste a mi mejor guerrero Fobos.

 

Bella de Géminis: Derrotaré a cualquier enemigo que quiera destruir o apoderarse de la Tierra.

 

Ares: Ya no más.

       

  Ares quizo agarrar a golpes a Bella pero ella se alejó mucho más antes.

 

Ares: Estás cansada por la batalla conta Fobos, no escaparás por mucho tiempo.

 

Bella de Géminis: “Ultimación Galactica”.

       

  La esfera oscura salió, Ares estiró sus dos manos para que no salga lastimado, él retrocedió un poco y a la fuerza se liberó de esa técnica.

 

Ares: No funcionó.

       

  Nathan se acercó por detrás y golpeó de sorpresa a Ares; el se quedó aturdido y él junto con Bella aprovecharon la oportunidad.

 

Nathan de Leo: “Plasma Relámpago”.

 

Bella de Géminis: “Explosión de Galaxias”.

       

  Y para rematar apareció Miranda que también atacó.

 

Miranda de Escorpio: “Agujas Escarlata”.

        

Las quince agujas atravesaron a Ares.

 

Miranda de Escorpio: Hay que seguir rematándolo, “Agujas Carmesí”.

 

Bella de Géminis: “Planetoide Gigantico”.

 

Nathan de Leo: “Rugido del León”.

       

  Ares se hundió más en el piso, alrededor de él no se veía nada más que el polvo de las técnicas.

 

Bella de Géminis: Miranda, trata de salvar a Athena mientras que Nathan y yo nos encargamos de Ares.

 

Miranda de Escorpio (asintiendo): Correcto.

      

   Miranda se dirigió donde estaba la letrina de Athena, Ares se levantó y alzó su cosmos.

 

Ares: Los mataré a ustedes tontos dorados, “Enredadera Plasmatica”.

 

Nathan de Leo (sorprendido): ¡El ataque de Eris!

      

   El ataque envolvió a Bella y Nathan en enredaderas diferentes, una vez que las enredaderas aplastarona a ambos, apareció un gran rayo cayendo del cielo y ambos cayeron adoloridos.

 

Miranda de Escorpio: ¡Bella! ¡Nathan! No se preocupen, yo rescataré a Athena.

      

   Miranda lanzó un ken de energía pero desapareció ante la letrina.

 

Miranda de Escorpio (sorprendida): ¿Pero qué? No funcionó mi ken de energía.

 

Ares (malvadamente): Dentro de unos minutos, Athena morirá.

     

    Bella y Nathan se pusieron de pie lentamente.

 

Bella de Géminis: Esa…letrina...es muy dura.

 

Miranda de Escorpio: No se rompe con nada.

 

Nathan de Leo: ¿Y ahora que haremos?

 

Bella de Géminis: Si tan solo tuviéramos algo para destruirlo.

       

  En eso aparecieron Ivan y Dove.

 

Nathan de Leo: Ivan, al fin llegaste.

 

Bella de Géminis (sonriendo): Te demoraste, Ivan.

 

Miranda de Escorpio: Ivan, viejo amigo, me da gusto que hayas llegado a salvo, ¿Ella es la caballera dorada de Piscis?

        

Ivan asintió.

 

Dove de Piscis: Mi nombre es Dove y soy la caballera dorada de Piscis original.

 

Bella de Géminis: Que hermosa es.

        

Ares volteó a ver a Dove y se asustó muchísimo.

 

Ares (asustado): No puede ser que tú estés aquí.

 

Ivan de Virgo: Lo conoces, Dove.

 

Dove de Piscis: Se que se llama Ares pero jamás lo había visto en mi vida.

 

Ares (pensando): Espera, tendrá la misma cara pero no es ella; casi me muero del susto.

 

Ares: Me equivoqué con otra persona, la cosa es que yo los derrotaré a todos.

 

Bella de Géminis: Alguien tiene que liberar a Athena de ahí.

 

Dove de Piscis: Yo lo haré.

 

Miranda de Escorpio: Debes tener cuidado, esa letrina es muy dura.

 

Dove de Piscis (sonriendo): Eso no es problema para mí, ustedes peleen contra Ares mientras que yo sacaré a Athena de esa letrina.

        

Los demás asintieron y Dove se pusó en dirección directa a la letrina, sacó una rosa negra y se la puso en la boca.

 

Nathan de Leo: ¿Qué hará?

 

Ivan de Virgo (sonriendo): Ya lo verás.

 

Dove de Piscis: La piraña desgarra todo lo que toca, “Rosas Pirañas”.

      

   Infinidades de rosas negras salieron disparadas, las rosas con mucho esfuerzo lograron romper la letrina y Athena cayó moribunda.

 

Bella de Géminis (feliz): Lo logró.

 

Miranda de Escorpio (sonriendo): Bien hecho, Dove.

 

Ares (sorprendido): No puede ser que lo haya logrado.

        

Una vez que Athena cayó, Dove fue a ayudarla.

 

Dove de Piscis (levantando a Athena): Señorita Saori, ¿Esta bien?

 

Athena: Estoy feliz de que un alma tan hermosa, gentil, noble y honesta haya nacido bajo la estrella de Piscis.

 

Dove de Piscis: Yo siempre la protegeré.

        

Una esfera de luz salió de la mano de Athena y entró al cuerpo de Dove.

 

Athena: Desde este momento tienes el mysophetamenos, esta técnica hará que tu coraon palpite a 100 000 veces por año.

 

Dove de Piscis (sorprendida): Eso es lo que el corazón late en un dia.

 

Athena: Habrá pasado un año, pero para tu corazón habrá pasado un dia, eso hará que vivas una larga juventud.

 

Dove de Piscis: Gracias, mi diosa.

        

Ivan estaba golpeando a Miranda pero Ivan lo ayudó.

 

Dove de Piscis: Athena, manténgase a salvo porfavor.

        

Athena asintió y Dove se dirigió a Ares.

 

Dove de Piscis: “Espinas Carmesí”.

        

Varias espinas de rojo intenso se dirgieron a la velocidad de la luz hacia Ares pero el dios lo esquivó.

 

Ivan de Virgo: Miranda, debemos atacarlo.

 

Miranda de Escorpio (sonriendo): Como tú digas.

 

Ivan de Virgo: “Bendicion de las Tinieblas”.

 

Miranda de Escorpio: “Rayos Escorpionicos”.

 

Ares: Eso no funcionará, “Pulverización Caotica”.

       

  Las técnicas de Ivan y Miranda se anularon y un gran rayo los atacó a ambos.

 

Nathan de Leo: “Relampago de Voltaje”.

 

Bella de Géminis: “Devastación de Estrellas”.

 

Ares: Eso no funcionará, “Enredadera Plasmatica”.

        

Nathan y Bella cayeron moribundos de cabeza y Ares volteó a mirar a Dove.

 

Ares: ¿Y tú?

 

Dove de Piscis: Yo te derrotaré, “Vals Sangriento”.

        

Dos cintas negras se dirigieron a Ares pero él no se dejó.

 

Ares: “Pulverización Caotica”.

        

Dove cayó.

 

Ares: No me importa si ustedes son caballeros de bronce, plata y oro; yo los aniquilaré y luego a Athena.

     

    Dove vaciló.

 

Ares (molesto): Vamos a ver si te sigues riendo con esto, “Enredadera Plasmatica”.

 

Dove de Piscis: ¡Embellezete, cosmos!

        

Su cosmos se elevó y apareció un aura dorada a su alrededor.

Dove de Piscis: “Ballet Sangriento”.

         Un rayo se elevó al cielo y ese mismo rayo se dividió en cinco partes, todos esos inco rayos pulverizron el ataque de Dove y golpeó a Ares que cayó al piso muy adolorido.

 

Dove de Piscis: ¡Ahora!

 

Ares: No tan rápido.

 

Bella de Géminis (sorprendida): ¿Qué?

 

Ares: “Tortura Cosmica”.

       

Ninguno de los cinco se pudo mover, luego les cayeron truenos directamente al cuerpo y los dorados cayeron muy adoloridos.

 

Nathan de Leo: ¿Qué…rayos…fue…esa…técnica?

 

Ivan de Virgo: Es muy parecida a su enredadera plasmática.

 

Miranda de Escorpio: Al menos Athena está a salvo.

 

Dove de Piscis: Eso es lo importante.

      

   Athena no se había movido del lugar donde la letrina había sido destruida. La armadura de Ares estaba en condiciones asombrosas.

 

Ares: Los mataré.

       

  Ares se movió rápidamente y golpeó a Iván, luego a Dove en la barriga siguió con una patada en la cara a Bella después copn un rodillazo mandó lejos a Nathan y finalizó ahorcando y golpeando a Miranda. Los cinco se levantaron lentamente.

 

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Ares: Pensandolo bien mejor mato primero a Athena.

       

  Ares se estaba acercando a Athena pero Ivan y sus amigos lo quisieron impedir sin resultado, cuando Ares estaba a punto de matar a Athena una luz brillante impidió que Ares matará a Athena.

 

Ares (sorprendido): ¿Qué es esto?

 

Ivan de Virgo: Es el cosmos de los otros caballeros doradosque están en la superficie.

 

Miranda de Escorpio (sorprendida): Su cosmos impide que Ares dé un paso adelante.

 

Dove de Piscis: Es nuestra oportunidad para derrotar a Ares.

 

 

 

 

 

-En la mansión de Athena-

       

  Los caballeros dorados estaban dando su cosmos a Athena para evitar que la asesinaran.

 

Ciara de Sagitario: Esto es por Athena.

 

Kendall de Cáncer: Y también por nuestros amigos que luchan contra Ares.

 

Estrella de Libra: Les daremos nuestro cosmos para poder vencer al mal.

 

Elar de Capricornio: Para terminar con la ambicion de Ares.

 

Logan de Tauro: Para traer la paz momentánea al mundo.

 

David de Aries: Y para demostrarle a la gente y a Athena que siempre seremos sus guardianes.

 

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-En el templo de Ares-

     

   Ares no se podía mover por el cosmos de los otros caballeros dorados que estaban en la mansión de Athena, además ellos estaban brindando su cosmos a Ivan y sus amigos.

 

Ivan de Virgo: Nos están ayudando desde lo lejos.

 

Miranda de Escorpio: Siento sus cosmos llegar hacia mí.

 

Dove de Piscis: Tenemos la fuerza suficiente para derrotar a Ares.

 

Bella de Géminis: ¿Qué esperamos entonces?

 

Nathan de Leo: Vamos a derrotar a Ares.

        

Los cinco caballeros dorados empezaron a elevar sus cosmos todo lo que pudieron.

 

Ares (sorprendido): De un momento a otro sus cosmos se elevaron al máximo, eso es porque los otros dorados dieron parte de su cosmos a los otros.

        

Miranda corrió rápidamente hacia Ares.

 

Miranda de Escorpio: Es tiempo para que empieces a asustarte, Ares.

      

   Ares quizo golpear a Mranda pero ella lo esquivó y le dio un golpe en la barriga.

 

Ivan de Virgo: Tu fin está cerca.

        

Ivan lanzó un ken de energía haciendo que Ares caiga de cabeza.

 

Dove de Piscis: Es hora de que mueras y nos dejes a nosotros y a la Tierra en paz.

        

Dove alzó a Ares y lo botó al suelo.

 

Ares (molesto): Malditos caballeros dorados.

 

Bella de Géminis: Nosotros peleearemos hasta el final.

       

  Bella agarró la mano del dios olímpico y lo dobló.

 

Nathan de Leo: Tuus planes siempre se arruinarán.

      

   Nathan golpeó varias veces a Ares dejándolo malherido y en el suelo, sin embago éste se levantó.

 

Ares (molesto): A mí nadie me derrotará, yo soy un dios del olimpo que no será humillado,

 

“Pulverizacion Caotica”.

      

  Los caballeros dorados estaban a pnto de recibir la técnica de Ares pero Athena hiso un escudo que los protegió.

 

Ares (molesto): Athena, maldita.

 

Athena: No me quedaré solo viendo pelear a mis caballeros dorados por mí, yo también tengo que protegerlos.

 

Ares (molesto): Athena, no te metas en esto.

        

Los caballeros dorados siguieron elevando sus cosmos.

 

Ivan, Dove, Miranda, Bella y Nathan: Llegó la hora de acabar con Ares y terminar con esto.

        

Los cinco caballeros se dispersaron en varios lugares dentro del templo de Ares.

 

Ares (molesto): A mí nadie me derrotará.

 

Athena: Nunca lograrás ganar.

 

Ares: Los mataré a todos.

 

Athena: Quisiera ver eso, Ares.

 

Ares: Lo verás ahora.

 

-En la mansión de Athena-

       

  Seiya, Kiki, Integra y los otros caballeros dorados seguían esperando a que la batalla terminara.

 

Ciara de Sagitario: Es toda la energía que le podemos dar a nuestros amigos por el momento.

 

Elar de Capricornio: Tienes razón, ellos podrán derrotar a Ares.

 

Kendall de Cancer: Aun no derrotan a Ares, esto se está poniendo raro, demoran tanto.

 

Estrella de Libra: Tranquilizate Kendall, ahora los que tienen la ventaja son nuestros amigos.

 

Logan de Tauro: Ya casi va a terminar la batalla.

 

David de Aries: Eso espero.

 

Seiya: Lo importante es que hasta ahora van haciendo un buen trabajo.

 

Kiki: Más allá de las bajas que han tenido lo están haciendo a la perfección.

 

Integra: Lo importante es que Athena salga con vida de ese lugar junto con los cinco caballeros dorados que la están acompañando.

 

Estrella de Libra: Todo saldrá bien, ya lo verán, nosotros los dorados nunca nos damospor vencidos.

 

David de Aries: Cuanta fe tienes, Estrella aunque es cierto lo que dices.

 

Elar de Capricornio: Parece que nuestra labor ha terminado porque no podemos hacer nada más.

 

Integra: Lo que podemos hacer es rezar para que todo salga bien.

 

 

 

 

 

 

-En el Templo de Ares-

       

  Los cinco caballeros dorados habían rodeado a Ares.

 

Bella de Géminis: Llegó la hora, “Explosión de Galaxias”.

       

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Nathan de Leo: “Plasma Relampago”

 

 

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Miranda de Escorpio: “Agujas Escarlata”

 

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Dove de Piscis: “Rosas Pirañas”

         

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Ivan de Virgo: “Bendicion de las Tinieblas”

 

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   Los cinco ataques se unieron y se dirigieron a Ares.

 

 

Ares: No puede ser.

 

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Las cinco técnicas atravesaron a Ares, la armadura de Ares se destrozó por completo y el dios cayó malherido.

 

Ares: Malditos caballeros, algún dia mi padre los matará a todos.

           

Ares desapareció  y murió.

 

Athena: Bien hecho caballeros, lo lograron.

 

Ivan de Virgo: No lo hubiésemos logrado sin los otros caballeros dorados que están en la superficie.

 

Bella de Géminis: Lamentablemente Ares mató a Claudia y a Ofiuco.

 

Nathan de Leo: Aparte de eso, perdimos a dos camaradas.

 

Athena: Es hora de regresar a casa.

         

   Athjena y sus caballeros se fueron pero Ivan se quedó atrás para ver que estaba hecho la letrina, él cogió un pedazo y sospecho algo.

 

Ivan de Virgo: Esta no es una letrina, sino más bien es un ataúd de hielo.

        

    Dove regresó al lugar donde estaba Ivan.

 

Dove de Piscis: ¿Pasa algo?

 

Ivan de Virgo: No pasa nada.

 

Dove de Piscis (sonriendo): Entonces vámonos.

         

   Ivan asintió y todos regresaron a la mansión de Athena.

 

 

FIN


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#6 Patriarca 8

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Publicado 09 mayo 2016 - 16:51

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Editado por T-800, 29 diciembre 2018 - 12:07 .

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Publicado 11 mayo 2016 - 21:07

bueno a ver le dare mi voto a felipe ya que le dio un buen desarrollo a su personaje explicando como recuperaba su memoria sus sentimientos y motivacion que sin duda sobresale entre los demas en los que el personaje divino solo aparece para pelear y nada mas 



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Publicado 15 mayo 2016 - 08:42

Voy a dar mi votvoto a atonic, porque fue una historia q me entretuvo a pesar de no tener mucho desarrollo

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#9 ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

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Publicado 15 mayo 2016 - 10:53

Bien, teniendo en cuenta que pensáis que me he ido de la Zona (no, amigos, no. Sigo escribiendo fanfics en Versus JAJAJAJAJ) vengo a dar mi voto. Tras haber leído las participaciones tanto de mi compa Felipe, así como del guasón Atonic y de Iván, me he decantado por la versión escrita de Poseidón del compa Felipe. Si bien las otras dos deidades también han sido correctamente interpretadas y plasmadas en su papel (ya sabéis, ser arrogantes y esas cosas) la de Felipe me ha parecido la mejor representada sobre el papel. Es por eso que mi voto va para él.


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#10 Patriarca 8

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Publicado 15 mayo 2016 - 17:20

El ganador de esta dinámica es:   Felipe


Editado por T-800, 29 diciembre 2018 - 12:08 .

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