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Saint Seiya: Santuario sin escudo


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38 respuestas a este tema

#1 Αλάλα

Αλάλα

    Raissa Ozsari

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Publicado 02 marzo 2016 - 18:11

Título: Saint Seiya: Santuario sin escudo.

Escrito por: Raissa Ozsari [Alalá].

 

Género: Shonen/Seinen.

Advertencias: Escenas de violencia.

 

Personajes: Asker de Lira, Tigern de Libra, Sonechka de Piscis, Tâleb de Flecha, entre otros.

Resumen: Athena ha reencarnado una vez más después de casi setenta años al haber vencido a Hades en los años ochenta. Llenos de intriga, los caballeros del Santuario creen que se avecina una guerra, pero no logran saber mucho por parte de la deidad. Investigando, la sorpresa es más que solo una simple guerra, llevándolos a tomar una triste decisión.

 

Agradecimientos: A mi esposo por ayudarme a desarrollar la idea. 

Créditos: A Masami Kurumada por la creación de Saint Seiya.

Capítulos: 1/??

 

Información extra: Hacía mucho que no escribía. Tengo un par de fics abandonados a pesar de tenerles la idea. Sin embargo, esta idea me parece aún mejor y quiero desarrollarla aprovechando que tengo tiempo libre.

Mi intención es dejar de lado lo que tenemos por común en Saint Seiya y cambiar el esquema que tenemos en la cabeza. No sé si hayan más fics así, pero espero tener al final un escrito agradable y que les guste a muchos más adelante.

 

۩۞۩

 

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Capítulo I: El regreso de nuestra deidad.

 

La tarde caía en el Santuario de Athena. El día se daba por terminado y los caballeros de la deidad terminaban sus entrenamientos para obtener su merecido descanso.

Algunas estrellas se podían visualizar ya en el firmamento. El verano pronto iba a terminar y los árboles se notaban ya marchitos.

 

Para Asker, un joven turco, era relajante aquel ambiente. Se preguntaba cuántas veces habría disfrutado de tal paisaje su antecesor Orfeo junto a su amada Eurídice.

Tocaba la lira acompañándose del sonido que ocasionaba el andar del río y el cantar de los pájaros. Mantenía sus ojos cerrados.

Mas algo calló el silbido de las aves. Alzando su vista ámbar, el caballero de visualizó un resplandor que fue acompañado de un fuerte ruido, acercándose a toda prisa hacia el espeso bosque donde él  se encontraba. Un estallido ocasionó una gran nube de polvo, llevándose al mismo tiempo la atención del joven mediterráneo que buscó a toda prisa saber qué ocurría.

 

Allí encontró un cráter. Mas no es eso lo que ocasionó su sorpresa, sino un cuerpo envuelto en finas telas y decorado con las mejores joyas.

No había duda, tenía que ser ella.

 

—¡Caballero de plata!—Exclamó la joven de quizá doce o trece años, alargando su mano algo mareada.

 

Dudando un poco, el hombre desciende para ofrecer su ayuda a la dama. El característico color de su cabello era inconfundible. No lo pensó dos veces antes de llamar a la chiquilla por aquel nombre singular.

 

—Señorita Athena, ¿de verdad es usted?—Indagó formal, con la voz un tanto temblorosa y cierta timidez por estar ante la presencia de la diosa que juró proteger.

—Por supuesto—corroboró con cierta molestia, quitándose el polvo del vestido y acomodándose su largo cabello—, si no, ¿quién más sería?

—Discúlpeme, mi diosa. Su llegada me toma por sorpresa, como seguramente a más de uno en el Santuario. Permítame dirigirla hasta sus aposentos. Su presencia reconfortará a los guerreros afligidos por la reciente partida de nuestro patriarca.

 

Sin hacer gesto alguno, la chica fue guiada hasta la parte superior del Santuario. Escoltada por Asker de Lira, llegó a la recámara una vez el cielo ha oscurecido.

Allí se encontraban dos de los doce caballeros de oro, quienes intentaban averiguar sobre el ruido ocurrido poco antes.

Los dos hombres de más alto rango, observaron aquella mirada azul y sin pensarlo bajaron sus cabezas, saludando a la nueva reencarnación de Athena.

 

—Estamos preparados para cualquier evento que se presente. Siempre listos para protegerla, mi diosa.

 

Athena ofreció una sonrisa, agradeciendo a sus caballeros su lealtad.

Siendo ya tan tarde, la deidad ofreció realizar una reunión al día siguiente, para mostrarse ante todo su ejército.

Ella descansó en su lecho mientras los dos caballeros resguardaron la entrada principal.

 

—Ey, tú. Caballero de plata—indicó el caballero de Libra—, ¿qué sucedió?

 

Pidió explicaciones el sueco. Algo le parecía extraño pero quizá era solo su actitud sigilosa. Asker contó tal y como sucedió, pero no ofreció demasiados detalles.

El otro caballero, Piscis, recordaba que las reencarnaciones llegaban como un bebé y eran cuidadas por el patriarca, o de ser el caso, por caballeros o alguna dama del pueblo que estaba cerca, Rodorio.

 

A Tigern también se le hizo curioso, pero siendo el caballero que mejor intuía, creyó que con la ausencia del patriarca, Athena optó por volver en una forma más adulta en comparación con sus anteriores llegadas.

 

—Por supuesto, según el mito, Athena nació como adulta la primera vez—indicó Sonechka, el caballero de Piscis quien más sabio era.

—Sin embargo, lo que más me preocupa es que su pronta llegada sea por causa de alguna vecina guerra. Hades fue vencido ya hace cerca de setenta años y no es posible que logre liberarse tan pronto—habló de nuevo Asker, acomodándose su cabello rojo.

—No hay que temer. Aunque no estemos todos los caballeros de oro, contamos con caballeros de plata y bronce que sin duda se están convirtiendo en grandes luchadores—posando su mano diestra sobre el hombro de Asker, indicó Libra.

 

 

3 años después.

Santuario de Athena.

 

La deidad se posaba en su trono, esta vez en la recámara del patriarca. Había decidido ser ella quien guiara a los caballeros, pues indicaba que no hacía falta alguien más para hacerlo, ni que tampoco había alguien digno de tal puesto, ni siquiera el caballero de Virgo, quien era el mayor de todos si es que la experiencia era lo que justificaba la decisión de la diosa.

 

Aquel día, ya casi después de tres años de la llegada de Athena, un caballero de plata recibiría su armadura. Por supuesto, si primero lograba vencer a su contrincante.

La cloth a tomar era Flecha. Los dos guerreros verían por primera vez el ropaje y también a la deidad.

 

El espectáculo comenzaría dentro de poco. Se rindieron honores al ente mayor y todos exclamaban a su peleador favorito.

Desde lo alto se posaba Athena con su cetro y el coliseo sentía un ambiente tenso. Mas antes de siquiera tomar sus poses de batalla, el guerrero de cabello violeta se le quedó mirando a la deidad de una forma extraña.

 

—¡Vamos, comiencen!—Pidió la diosa, extasiada.

 

Con furia, el peleador alumno de Piscis se abalanzó sobre el distraído de cabello violeta. Estaba dispuesto a luchar solo con sus golpes y sin utilizar una técnica especial, pues estaba confiado de sus habilidades, considerando al mismo tiempo inútil a su por ahora enemigo.

Asestó un fuerte golpe en el corazón de Tâleb, el cual sangró de inmediato por la boca. Pero estando tan cerca de su rival, sujetó el brazo del alumno de Sonechka, y aprovechó para lanzarlo hacia el otro lado del coliseo. Leko terminó en el suelo con la cabeza golpeada, impresionándose de la fuerza que poseía Tâleb. Se molestó y sin pensarlo, una vez se levantó corrió a toda velocidad para derribar al de ojos amarillos.

Una onda provocada por el choque llenó algo de emoción a Athena que se encontraba aburrida hasta ese momento. Los dos rivales se sujetaban de los antebrazos empujándose mutuamente para demostrarse su fuerza entre sí.

 

—¿Qué crees? A esta batalla le queda menos de un minuto para terminar—con sonrisa maliciosa, indicó Leko, quien aumentaba su cosmos solo para dar de nuevo un golpe en el pecho del árabe.

 

Sintiendo su mala intención, la de quererlo matar, Tâleb intentó alejarse de Leko, quien parecía ser el más veloz de todos los alumnos. Con toda la fuerza que poseía en sus brazos, el árabe quiso alzar hacia el cielo al italiano quien buscaba el momento exacto para atacar el desprotegido pecho de su rival.

El de ojos amarillos se notaba nervioso, sentía que se encontraba en terrible peligro, así que intentó alejarse y evitar ser golpeado. Pero Leko, entendiendo que no podía utilizar sus brazos, dio un salto y golpeó con ambas piernas el tórax de Tâleb. Para hacer el golpe aún peor, evitó soltar los brazos para aumentar el impacto.

El árabe volvió a toser, llenando su camisa con sangre y saliva.

 

Leko no perdía tiempo. Le devolvió el golpe contra el suelo a Tâleb, agitándolo desde los brazos y estrellándolo contra la tierra, alzando así grandes trozos de rocas. Lo repitió un par de veces más, lastimando el rostro del saudí, causándole contusiones notorias.

Athena aplaudía, contenta del espectáculo que le ofrecían. El coliseo se llenaba de gritos, tanto de ánimo como de horror. Asker, el caballero de Lira, estaba curioso sobre la forma en que reaccionaba la deidad. Para el de ojos ámbar, la cabeza se le llenaba de dudas y no podía evitar fruncir el ceño. Esperaba que tal gesto fuera solo una manera de animar a sus caballeros por obtener la preciada armadura.

 

Continuando con la batalla, Leko parecía el ganador. Sonechka estaba observando, un poco molesto por la manera en que su alumno trataba al otro joven, incluso pensaba en querer detener la pelea, pero ver a Athena tan contenta le evitó hacerlo.

 

—¡Ten cuidado, Leko, ya has demostrado ser fuerte!—indicó el de cabello verde, demostrando en su rostro que le era más que suficiente.

 

El italiano se detuvo, dejando a Tâleb enterrado en la tierra. El árabe tosía mientras el líquido rojo terminaba de manchar su rostro. La deidad se mostraba satisfecha, y pensando que la batalla había terminado, dio por ganador a Leko.

Sin embargo, antes de mencionarlo a su público, Athena observó que Tâleb se levantó.

El herido árabe logró ponerse en sus pies, agarrando en sus manos un puñado de tierra, el cual, gracias a su cosmos, formó una especie de afilada flecha y la lanzó en medio de la espalda de Leko.

El árabe se había enojado al ser humillado de tal manera, y disfrutó ver la fuerte caída de Leko. Pero estaba cegado, sin saber qué era lo que hacía.

Reaccionó sin darse cuenta de que había matado a Leko, pero Athena le aplaudía llena de júbilo. Sonechka fue en auxilio de su alumno, pero era tarde.

 

—Llévenselo—indicó la deidad señalando al italiano, al mismo tiempo que con la mano le pedía a Piscis alejarse—. Este es nuestro ganador, y es la única persona que nos importa en este momento. De ahora en adelante serás conocido como Tâleb, caballero de plata de Flecha—sonrió mientras se acercaba hacia el árabe, quien estaba de pie confundido.

—Pero, ¿Leko?—murmuró, observando cómo se lo llevaban.

—En las guerras no habrá oportunidad de pensar si es correcto dejar vivir al enemigo. Muchos de los caballeros mueren en el entrenamiento, o en esta fase tan importante. Solo quien llega más de este encuentro es digno de ser mi servidor. No tienes que preocuparte por nada más, solo por seguir. Ahora viste la armadura, desde ahora ya no eres solo un hombre—señaló, mostrándole la caja de la cloth al árabe, la cual se posaba en una columna bajo el trono donde se sentaba Athena hacía poco.

 

El silencio se hizo presente unos momentos, mientras Sonechka estaba igual de confundido que el contrariado árabe. Athena hizo un gesto y se marchó, al igual que otros de los espectadores.

 

—Mañana te veo en la recámara del patriarca. Tienes cosas que hacer—indicó la de cabello lila justo antes de desaparecer.

—Esto no me gusta nada—habló el caballero de Libra apareciendo desde atrás de su compañero de oro—, Athena parece diferente de costumbre. No sé cómo haya llegado aquí, ni quién la tuvo bajo su cuidado, pero parece que olvida sus responsabilidades como diosa. Han pasado tres años y solo se ha causado un caos. Parece una adolescente que solo quiere hacer lo que quiere.

—Tigern, no te preocupes por eso—le instó Sonechka, intercambiando su vista entre Libra y el recién caballero de Flecha—. Necesitamos guiarla, solo eso. Es algo tosca cuando le intentamos hablar, pero ya cederá, ya verás.

—Espero que sea antes de que ocurra algún evento bélico, muchos son inexpertos.

 

Una hora después de terminada la batalla por la armadura de Flecha, Athena pidió estar a solas, pero una sombra cruzó la puerta. Se mantiene de pie con aire arrogante, pero la deidad le sonrió como si le conociera de toda la vida.

 

۩۞۩

 

Espero les sea de su agrado. Un saludo.


Editado por Raissa, 09 agosto 2016 - 18:53 .

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#2 Patriarca 8

Patriarca 8

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Publicado 03 marzo 2016 - 15:08

Mucha suerte en tu fic


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#3 Killcrom

Killcrom

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Publicado 05 marzo 2016 - 02:18

Ya leí el primer capítulo. Está bastante bien. Quizá algo confusa la lluvia de nombres y la ausencia de descripciones, pero lo que es el capítulo cumple. Presentas a una Atenea que parece no ser tan buena. ¿Será que habrá guerra civil? ¿Acaso será una usurpadora? Bueno, las cosas están por ver todavía. 

 

Si me permites alguna recomendación, cuida las palabras. En ocasiones repites demasiadas muy seguido (como el caso de "indicó"). Luego, el "mas" sin tilde, equivalente a "pero", es el que deberías haber utilizado en dos ocasiones en los primeros párrafos. Por lo demás, (casi) todo impecable. Pero son las 8 de la mañana, estoy resfriado y tengo insomnio, así que me vas a perdonar que ya no te diga más...  -_-

 

Saludos y bienvenida. 


Editado por Killcrom, 05 marzo 2016 - 02:20 .

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(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#4 Αλάλα

Αλάλα

    Raissa Ozsari

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Publicado 14 marzo 2016 - 19:34

T-800:

Gracias por tu comentario, espero que sea bien recibido este escrito :D

 

Killcrom:

Gracias por pasarte. Y gracias por las observaciones. Ya llevo como un año sin escribir pero al menos no estoy tan mal como pensaba >_< Espero que ya este capítulo esté mejor. Justo desde aquí comenzaremos a saber sobre Athena. No soy mucho de escribir sobre estos temas, soy más de cosas cotidianas, pero creo que esta vez, por poquito que sea, va a estar interesante el desarrollo. Si adivinan lo que pasará antes de publicar el clímax hago un dibujo gratis con lo que quieran xD Un saludo :D

 

*Esto sí ya se me pasó del post anterior, y es que la historia espero no alargarla mucho, por lo que quizá algunas cosas pueden sentirse muy a prisa, en especial esta parte que solo es un gancho para lo que viene.*

Tampoco encuentro el botón de editar, no sé si es por el rango o algo xD pero lo dejo aquí: Escribí dos de los dos caballeros... Y bueno, ya sabemos que son 12 en los de oro, porque aún aparecerán más. También escribí Rodhas en vez de Rodorio, y es porque ando distraída con nombres a veces.

 

 

۩۞۩

 

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Capítulo II: Ataque inesperado.

 

Athena se encontraba en la sala del patriarca, bebiéndose una copa de vino con total gusto. En la entrada del reciento, estaba Tigern de Libra. El joven caballero siempre se le notaba con un rostro serio, pero era por las facciones de su rostro alargado y de ojos no tan pequeños, además de sus acentuadas cejas. Sin embargo, él era un hombre bastante agradable y que de vez en cuando solía bromear.

Su turno estaba por terminar y estaba deseoso de ir a comer pronto.

 

Tenía la cabeza agachada y los brazos cruzados, apoyando su pie derecho contra la puerta del lugar que custodiaba. Tuvo que alzar la vista apresurado al escuchar su nombre desde las escaleras.

Tâleb se le acercó agitado y con notoria preocupación.

 

—Hay soldados rasos atacando la aldea de Rodorio, están saqueando la comida y destruyendo las pertenencias de los aldeanos—apenas respirando, le logró comentar a su superior.

 

Como era de esperar, Tigern se sorprendió al escuchar tal noticia. Supuso que Sonechka estaría encargándose del asunto, así que decidió entrar para dar aviso a la deidad. Antes de adentrarse, le pidió al caballero de Flecha que fuera a dar su apoyo, aunque para el caballero de Piscis su ayuda no sería necesaria.

 

El caballero de Libra exclamó el nombre de su diosa, pero al centrar su vista en el llamativo asiento, ella no se encontraba. Siguió su paso rápido hacia el interior de la habitación, continuando con su llamado, pero no le respondían. No podía ir más allá de las cortinas rojas que colgaban tras el pequeño trono, así que solo le quedó volver y tratar de resolver el problema.

 

Llegó en pocos segundos, y Sonechka ya tenía una pila de cuerpos amontonados a su zurda. Tâleb se mostraba aún alterado, pero comenzaba a acostumbrarse.

 

—¿Algún indicio?—preguntó el joven de cabello azul oscuro corto, incomodando un poco a Tâleb con su expresión seria.

—Quince soldados atacando tiendas y golpeando a los habitantes. Parece ser orden de alguien, pero no logré saber de quién—le respondió su compañero de Piscis, quien estaba tranquilo, fijando su mirada vino tinto en los ya muertos hombres de bajo rango.

—Curioso. En lo general siempre se van atacándose entre sí, incluso a los alumnos, pero, ¿qué motivo los lleva a causar estragos aquí?—se cuestionaba el de cabello corto, Tigern siempre se hacía preguntas, hasta que algo lo llevara a saber lo que busca.

—¿Pudiera ser…?—murmuró el caballero de Flecha. Sus ojos amarillos como ámbar estaban centrados en la pila de cadáveres.

 

Sonechka y Tigern se miraron un par de segundos. Animaron al caballero de plata, recordándole que debía mostrar valentía.

Tâleb alzó su mirada y la clavó en el caballero de Piscis, pues recordó que él le miraba con cierta duda durante la batalla por la armadura que ahora portaba.

 

—¿Acaso tienes alguna idea de lo que ocurrió, Tâleb?—preguntó Sonechka, llevándose su trenzado cabello verde hacia atrás, fijando su mirada en el inexperto guerrero.

—No confío en Athena—advirtió lleno de temor—. Estos soldados parecían tener total libertad en realizar estos actos atroces, sin miedo a morir y esperando algo grande a cambio. ¿De qué les serviría atacar a los aldeanos que nos ofrecen la comida? Si llegaran a salir sin permiso, de todos modos tendrían que enfrentarse contra la muerte—quiso hablar lleno de seguridad, pero poco a poco bajó su voz, esperando que eso asegurara su vida de algún espía.

 

Tigern sonrió y luego se soltó una risa de burla.

 

—Es imposible que Athena cause esto a los seres que tutela. Los ha protegido desde la era del mito y no realizará un cambio en su personalidad de repente. Aceptaría tu idea de no ser porque el cosmos que desprende muestra que ella es nuestra deidad—Libra sobó su cuello, como sintiendo pena por el adolescente que era Tâleb.

—Espera—pidió Sonechka, que momentos antes había sentido una fuerte necesidad de golpear al caballero de plata por soltar tal insulto. Analizó que la idea del joven no era tan descabellada después de todo—, cabe la posibilidad de que sea una impostora. Su llegada repentina al fin y al cabo es misteriosa. Durante estos tres años no hemos sabido dónde estuvo, y cómo fue que logró saber que es una deidad. La anterior reencarnación no logró saberlo hasta que se le fue comentado por su propio abuelo—reflexionó.

 

Libra se le quedó mirando un tanto sorprendido. Hizo un ruidillo con su boca, indicando que le era aún descabellado, pero que se uniría para descubrir la verdad.

 

Templo de Athena.

 

Sonechka y Tigern se posaron a la entrada del templo de la deidad. No estaban seguros de proseguir con la loca idea de Tâleb, pero a ellos, recordando, algo les extrañaba sobre la de cabello lila.

Se adentraron una vez les dieron permiso y su dura mirada no inquietó a Athena para nada.

 

—Mis caballeros, ¿en qué les puedo ayudar?—echada en la cama, dio la bienvenida.

—Disculpará nuestra insolencia, pero tenemos unas preguntas que realizarle—tomó la palabra Piscis.

 

La deidad ni se inmutó, aunque por el contrario ofreció una sonrisa, entregando su sabiduría como es acostumbrado. Quizá para ello es que venían sus caballeros, para ser guiados.

Sonechka continuó una vez la joven le dio permiso para proseguir. Miró a Tigern y este le asintió, entonces soltó su pregunta sin miedo, pero una vez su cuestión fue escuchada, entendió que eso fue un grave error.

 

—¿Que cómo he llegado?—murmuró Athena, sin sorprenderse—Es sencillo. Fui criada en Karpenissi. Mi familia poseía muchos libros sobre mitología y mi memoria mitológica me hizo entender quién era en verdad.

 

Karpenissi es parte de la región central de Grecia. En realidad, llegar al Santuario no se le hizo complicado. Pero al caballero de Piscis muchas preguntas se le venían a la cabeza, pero, como antes, sabía que no debía preguntarle a la deidad de manera tan directa. Sin embargo, solo había una interrogante que ella nada más podía contestar.

 

—Y podría decirme, por favor… ¿Qué nombre se le dio en esa familia?—sonó un tanto preocupado el de cabello trenzado, como si las preguntas fueran a enfurecer a la diosa.

—Dionne. Fue mi padre—sonrió nostálgica, pareciendo convincente todo lo que mencionaba.

 

El hombre agradeció y Libra solo agachó la cabeza para despedirse. Ambos guerreros se retiraron y marcharon hasta la primera casa zodiacal, donde el caballero de Aries no se encontraba por el momento.

 

—Si reconociendo su imagen en los libros logró llegar, ¿por qué no fue mucho antes?—se intentó explicar el joven de Libra.

—Allí no hay estatuas como en Atenas. Quizá se ubicaba más cerca a las montañas y no tuvo contacto con aquellos libros antes. Me gustaría indagar más, pero no es momento de que los caballeros abandonen el Santuario, y mucho menos sin permiso de Athena—sospechó Sonechka—, pero no he logrado saber suficiente para hacer una acusación.

—Cierto. Sin embargo algo podemos hacer, y es preguntar a los soldados restantes si han logrado ver algo fuera de lo común.

—Hazlo, yo tengo algo que hacer antes—le señaló y se marchó haciendo un gesto con su boca.

 

Tigern partió hacia las casas que estaban regadas en la base del Santuario, mientras que Sonechka se dirigió hacia el coliseo donde los alumnos solían entrenar.

El caballero de Libra, al llegar, notó que muchos de los soldados estaban reunidos en un mismo punto, con el rostro lleno de preocupación y hasta en cierto modo, contrariados.

 

—¡Señor Tigern!—exclamaron varios al verlo.

 

El caballero de Libra saludó mientras varios de los hombres le rodeaban, sintiéndose más en paz estando junto a él. Sin perder tiempo, el guerrero de alto rango comenzó su investigación. Se turnaron la palabra para contarle al de la armadura lo que pasó.

 

—Una mujer de armadura negra se asomó desde aquellas montañas—le dijo uno al que apenas se le venía la boca debajo del casco—, junto a… a alguien más joven que ella, nos resultó bastante familiar pero no logramos reconocerla.

—Eran dos mujeres entonces—se aclaraba Tigern.

—Nos inspiraron confianza, pero no todos logramos creer las palabras que nos dijeron. Nos prometían nuestro propio terreno, hacer lo que quisiéramos, sin tener que ofrecerle nada a nadie ni seguir regla alguna. Lo único que teníamos que hacer, era hacerle recordar a los humanos que ellos le deben su existencia a las deidades que han olvidado—finalizaba el sujeto, mientras era observado por los demás.

 

El caballero de Libra consiguió una pista. Cerca del Santuario no solía haber muchas mujeres, pero la mención sobre la familiaridad le hizo recordar lo que Tâleb le decía. Ahora cabía la posibilidad de que Athena no era quien decía ser, o sería un caso similar a Poseidón cuando renació en Julian Solo.

En esos instantes, a Tigern le hubiera gustado contar con la presencia de alguno de los caballeros que presenciaron aquellos hechos.

 

Unos momentos de silencio se hicieron presentes de modo pesado. A muchos de los soldados se les llenó de frío la espina y sus caras indicaban tener compañía conocida. El hombre cabello corto y azul comprendió que las mujeres nombradas estaban de nuevo allí.

 

—¡Ja, ja, já!—una risa estremecedora cortó la poca calma que había en el lugar.

 

Seguido a aquel estruendoso ruido, un fuerte viento se acercó repentino. Pero no era el aire natural, pues apenas hizo contacto con los soldados rasos, estos terminaron con fuertes cortes en su tórax y extremidades cercanas a este. Aquellos que estaban más cerca a dónde provino el soplido, terminaron cortados a la mitad o bien desmembrados. La sangre ensució la tierra mientras el silencio seguía alejado gracias a los gritos de los pobres soldados que no vieron venir aquel ataque.

 

—En cuestión de vida o muerte, siempre es mejor optar por la existencia de uno mismo. Si de los demás se trata, es preferible hacerlo por algo a cambio. Y estos hombres, no lograron cumplir ninguna…

 

Una armadura oscura como la noche envolvía el delgado cuerpo de la mujer. Su oscura piel brillaba con el poco resplandor que dejaba el sol antes de ocultarse. Su mirada naranja atrajo a Tigern quien podía observar el odio dentro de ella, y su cabello largo, rizado y como rojizo, se dejaba manejar al antojo del viento. Estaba sentada en una columna desquebrajada, con expresión aburrida.

 

—Aquella armadura… Pero si aquel lugar fue destruido…—sorprendido, masculló sin desviar la mirada.

—¿Nos extrañaron?—sonrió maliciosa aquella mujer—Y no te preocupes, estamos bastante bien en la Isla de Las Cobras.

—¿Qué demonios hacen aquí?—preguntó con el ceño fruncido, preparado para atacar en cuanto fuera necesario.

—Lo que nos plazca—siguió con aquel tono vanidoso, mientras enrollaba su cabello en el dedo índice—, y teniendo a una deidad de nuestro lado es más divertido. ¡Si se retracta será fácil de asesinar!—soltó una fuerte carcajada, como si todo fuera a la perfección. Se colocó de pie y estiró el cuerpo alzando los brazos. Dándose la vuelta, se despidió del caballero y le pidió una especie de favor—Saluda a Athena de parte de Sali de Lobo Negro—dio un guiño y desapareció en el cielo ya oscuro.

 

Un caballero negro no sería contrincante para los caballeros de plata y oro que se encontraban, pero por primera vez en mucho tiempo, los ojos de Tigern reflejaron miedo de luchar.

 

۩۞۩

 

Espero sea de su agrado. Intentaré publicar una vez a la semana [y esta no cuenta porque me enfermé T_T]

Los dibujos del fic los pueden ver en mi galería aquí en el foro.

Un saludo :D


Editado por Raissa, 09 agosto 2016 - 18:55 .

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#5 Ivan de Virgo

Ivan de Virgo

    El Caballlero Dorado Legendario de Virgo

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Publicado 14 marzo 2016 - 20:48

Buen inicio, me gusto la llegada de athena y al parecer no es la athena bondadosa del anime, me pregunto si sera buena o tal vez una athena falsa

El caballero piscis ya se dio cuenta de eso aunque libra no le cree

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#6 Patriarca 8

Patriarca 8

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Publicado 15 marzo 2016 - 15:34

Capítulo I: El regreso de nuestra deidad.

 

 

lo bueno:

 

 

 

La mención de Orfeo y  Eurídice.

 

Parece que este Piscis no dara vergüenza ajena como el del clasico XD    :lol:

 

 
Fue  intrigante que  Athena descienda siendo una niña en vez de ser una bebe
 
La Athena de tu fic es algo despiada le da un aire fresco a las demas Atthenas

 

 

 

 

Lo.....................  no tan bueno:

 

 

-el combate fue un poco extraño,debiste dar descripciones de ambos combatientes antes

de iniciar el duelo para saber quien es quien.


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#7 Wind-No-Joseph

Wind-No-Joseph

    Kaze-No-Seinto

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Publicado 18 marzo 2016 - 12:25

Hola, Raissa.

 

Muy bueno lo que has compartido hasta el momento. En efecto, estás logrando tu objetivo de romper los estándares conocidos de Saint Seiya.

 

Por allí tengo un par de observaciones de forma que discutiré contigo después, para que así perfecciones la presentación de los dos capítulos que tienes publicados hasta el momento; pero con respecto a la forma, es bastante interesante el universo que nos planteas y como lo manejas.

 

Bueno... y bien sabes que son los personajes enigmáticos los que más me atraen en una historia, así que tu Atenea me ha dejado con ganas de conocer más sobre ella y sus verdaderas intenciones.

 

Y la que se va a armar contra enemigos que jamás imaginé regresarían...

 

Por último, espero que recuperes pronto tu salud y que continúes compartiendo tu historia por acá. Nos vemos luego :)

 

Kaze~


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#8 Patriarca 8

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Publicado 18 marzo 2016 - 14:05

Capítulo II: Ataque inesperado.

 

-¿Quien es Tâleb?

 

-al parecer athena es una impostora

 

-PD:cuando aparezca un personaje en escena aparte de describir su nombre

procura mencionar su rango o el rol que desempeña en la historia


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#9 Αλάλα

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Publicado 27 marzo 2016 - 12:00

Ivan de Virgo:

Gracias por comentar :D Así es, quise darle un aire diferente a Athena y mostrar que se puede tener una historia diferente, y aún así siga siendo Saint Seiya. Ya vemos si le creen al pobre caballero, dentro de poco comenzará la batalla.

 

T-800:

Qué bueno que señales los puntos malos de la historia, esto me ayuda bastante para el próximo proyecto que espero poder realizar.

Cap. I: Debo reivindicar a los caballeros xD La verdad que es genial usar a los caballeros de oro y mostrarlos poderosos, pero no sobrepoderosos. Me alegro bastante en que sea bien recibido este cambio en Athena, pero espero que la explicación no los decepcione.

Y uff, la verdad que cuando manejo varios personajes me hago un poco bolita, pero en adelante espero detallar un poco más a los personajes, estoy muy malacostumbrada a usar la parte gráfica de apoyo.

Cap. II: Tâleb es el caballero de Flecha que obtuvo la armadura en el primer capítulo. Al igual que lo anterior, malacostumbrada a la gráfica xD Aquí vemos mejor sobre lo que se trae Athena en manos, y espero te guste :D

 

Wind-No-Joseph:

Holi :D Y todavía no me comentas los puntos xD Hay tantos personajes en Saint Seiya que merecen más profundidad, la verdad también esperaba más de ellos en la serie, pero con tanto qué abarcar, a Kurumada se le habría ido toda la vida xD Aunque aparecen en gaidens, a ver si aquí les doy algo de protagonismo a una saga más para ellos, por cortita que sea. Ah, pues de Athena ya te spoileé un poco, y aunque no me cae bien :v espero verla en batalla algún día y que sea buena batalla, siendo diosa de guerra y estrategia, hace falta más verla en acción.

 

۩۞۩

 

Capítulo III: ¡Protejan a la Tierra!

 

Las noticias alrededor del mundo estaban enfocadas en el último pero aterrador acontecimiento que ahora acechaba a la Tierra. Desde el gran eclipse provocado por Hades, los humanos no se vieron tan involucrados de manera directa en los enfrentamientos de los guerreros y las deidades.

Esa vez estaban siendo atacados, sacados de sus viviendas y viendo morir a sus seres queridos de la manera más horrenda que se pudieron imaginar.

 

Una horda de caballeros renegados de Athena aterrorizaban a los habitantes de muchas partes del mundo. Sus negras armaduras hacían que los creyentes de Jehová los confundieran con ángeles venidos del Infierno, sin saber que los verdaderos guerreros del Inframundo podían ser mucho peores.

Muchos de los medios de comunicación atinaban, sin alejarse de la idea de los ángeles, a decir que era el fin del mundo. Los seres con poderes sobrenaturales destruían todo sin compasión, de manera cruel y sin pizca de remordimiento en sus rostros.

 

Estaban réplicas de las armaduras de bronce, plata y oro conocidas. El famoso Pegaso ahora, con cientos de clones de él, era conocido por ser la perdición del hombre. Los humanos desconocían que él en verdad había sido su salvador por mucho tiempo, desde la era del mito.

 

Provocados por los ataques de los caballeros negros, incendios consumían los edificios de las grandes potencias como Rusia, Estados Unidos, Japón, China; y también de grandes países como México, India, Inglaterra y Brasil. Varios líderes fueron masacrados y poblaciones puestas bajo un régimen de horror, reviviendo tiempos violentos de hace más de cien años atrás.

 

La isla de las Cobras, o la isla de la Quemada grande en Brasil, había albergado a los santos renegados después de la destrucción de la isla de la Reina muerte. La solitaria isla, llena de serpientes que le daba nombre al cuerpo de tierra, fue el lugar perfecto para someter a los nuevos renegados y probar su fuerza, además de ser un sitio al que nadie acudiría por temor a los animales alargados que allí vivían.

Antes, estaban luchando por lograr obtener poder por sí mismos, pero la más grande oportunidad se les presentó cuando Sali de Lobo Negro tomó el poder y logró lo que ninguno antes había alcanzado: aterrorizar a todo el mundo.

 

Con el mundo a sus pies, parecía que al fin los caballeros renegados le habían ganado el poder a Athena y a los demás dioses que reinaban desde el Olimpo. Para nada les servía estar allí, en lo alto sin gobernar con mano dura como lo habían logrado los guerreros desde apenas solo hace una semana.

 

Santuario de Athena.

Recámara del patriarca.

 

Athena había llamado a sus caballeros a una reunión urgente apenas surgieron las noticias sobre los terribles hechos que cometían sus contrapartes renegadas.

Allí se encontraban quince caballeros de los ochenta y ocho: Flecha, Lira, Camaleón, Oso, Lagarto, Cefeo, Cisne, Cuervo, Copa, Aries, Géminis, Libra, Virgo, Tauro y Piscis.

La deidad contaba con más caballeros, pero los nombrados acudieron al llamado lo más pronto posible, mientras que algunas armaduras que contaban ya con dueño, no se sabía mucho sobre estos o si quiera el nombre.

 

La de cabello lila se encontraba sentada en el trono que cambió por uno más grande, de material más cómodo y cubierto de piedrecillas de rubíes, además de estar hecho de oro. Ahora se mostraba imponente. Desde su llegada, había pedido todas las comodidades que las demás reencarnaciones parecían no tener o querer.

Los caballeros le observaban en espera de sus órdenes.

 

—No creí que lograran todo esto en tan poco tiempo—comentó la deidad, aunque parecía decírselo a sí misma—, no sé qué hacer.

 

A los caballeros les extrañaba que la diosa no comentara con rapidez los planes que supuestamente debería tener ya hechos. La estrategia como virtud que tenía, estaba desaparecida por esos momentos.

 

—Escuché que se albergan en una isla en Brasil—atinó a decir el caballero de Piscis en presencia del gran silencio que sometía al lugar. El de cabellera trenzada prosiguió sin esperar una señal de su deidad—, si evitamos que consigan armaduras para luchar, podremos viajar a los países que amenazan. Nos dividiremos en dos grupos, uno va a Brasil y los demás a las ciudades para liberarlas.—Los caballeros asintieron, sin siquiera notar a la diosa que tenía una mirada seria y molesta.

—De ningún modo—habló fuerte la de cabello lila, con los ojos puestos en Sonechka—. Camaleón, Cuervo y Oso irán a la isla. Hasta su regreso no avanzaremos, necesitamos primero saber si acaso tienen algo planeado, su modo de atacar, algo para acabar esto de manera rápida.—Todos se sorprendieron de la manera tan ruda en que respondió. La joven se puso de pie y se acercó a los caballeros—¡Vamos!—exclamó de manera autoritaria, más que de ánimo, a los escogidos para ir a Brasil.

 

Los demás guerreros estuvieron en espera de sus órdenes.

 

—Los restantes se quedarán aquí a proteger el Santuario, en caso de que haga falta, serán enviados a donde sea necesario. Márchense—indicó Athena, regresándose hacia el trono para desaparecer detrás de las cortinas rojas que decoraban la sala del patriarca.

 

Sin más que hacer, la habitación fue vaciada. Tâleb, el caballero de Flecha, seguía con esas sospechas que tuvo semanas atrás en su batalla por la armadura que ahora portaba.

Fue el último en salir de la sala, decidiendo perseguir a la joven deidad que al fin y al cabo era bastante inexperta. Se adentró a la sala y descubrió por primera vez cómo era tras las cortinas. Bajó unas escaleras y atravesó un largo pasillo, que lo llevó hasta la parte posterior, encontrándose allí la estatua de Athena.

 

Supuso que la joven marchó a su templo, así que se dirigió allí esperando no ser visto. Se coló con cuidado a través de la puerta y de las cortinas que colgaban allí, dándole la protección visual que necesitaba.

Asomó la cabeza con cuidado, notando allí a la de cabello lila echada en la grande cama que había mandado a hacer en Rodorio. La pérgola decorada con suave tela cubría el rostro de la dama que parecía descansar del estrés que le provocó la reunión.

El joven árabe de Flecha notaba a la chica preocupada, haciéndole creer por momentos que todo lo que pensaba sobre Athena solo eran paranoias de él. Sin embargo, una figura se posó frente a ella, de larga y rizada cabellera recogida hacia un costado. La negra armadura se le hizo familiar al chico, abriendo los ojos de la sorpresa.

 

—Oh, pobrecita Athena—Era Sali de Lobo Negro, con los brazos cruzados y su mirada arrogante—, ¿qué tal todo?—sonreía sin dejar esa molesta mirada de ser superior.

—¿Qué tal todo?—repitió la diosa enojada—Creí que el proceso sería más lento, lo suficiente para saber qué hacer cuando decidieran atacar. Acabo de enviar a tres caballeros para contenerlos un poco, pero más vale que me digas ahora mismo qué demonios es lo que piensas hacer—se sentó en su cama, sin apartarle la mirada a la de morena piel.

—Ups, pero mis caballeros están sedientos de poder. No sé si estás confundida pero aquí tú no eres quien tiene el poder, sino yo. Atacaremos cuando queramos y lo que queramos—le señalaba, intimidándola—, si no fuera por la necesidad de obtener tu sangre, hubiera acabado contigo hace mucho—Formó un puño, amenazando sin duda a la desprotegida diosa que no sabía qué hacer.

 

Tâleb se encontraba desconcertado. Ahora no sabía si la Athena que ahora miraba era la verdadera o una usurpadora. La de negra armadura se imponía ante la deidad sin temor alguno, por lo que no hallaba sentido entre lo que creía y lo que presenciaba.

Optó por observar un rato más la conversación.

 

—Athena, la guerra es inevitable, pero si no quieres que te descubran, sé cómo las anteriores, sé una tonta inútil, hazte más amiga de tus caballeros de lo que deberías, tarde o temprano caerán en esa estupidez del amor e intentarán congeniar contigo sin recordar que eres la diosa virgen. Los tendrás en la palma de tus manos, los tendrás besándote los pies, y por más que digan lo contrario, seguirás siendo la diosa que protege la Tierra mientras es acabada por nosotros los caballeros negros—Su ruda mirada era más imponente que la sola presencia de la diosa. Acabando su diálogo, se le acercó a la joven y le susurró al oído—. Comienza por el caballero de Flecha que está espiándonos ahora mismo, deshazte de los que arruinarán el mundo tal y como debe ser.

 

La joven de cabello rizado sonrió y desapareció sin despedirse, dejando a la diosa fuera de lugar.

Si Sali sabía cómo actuar, para Athena el caballero de Flecha sería su primer objetivo para hacerse notar como la deidad que es.

 

 

Tâleb corrió lo más rápido que pudo. Llegó a las casas que cobijaban a los caballeros y alumnos en el Santuario. Estaba agitado, respirando fuerte, sin saber qué era lo que debía hacer, además de no estar seguro sobre lo que sabía.

La vez pasada que insinuó que Athena se traía algo entre manos, recibió burlas y muy poco apoyo.

Reaccionó, el poco apoyo que tuvo era lo que necesitaba. Necesitaba a Sonechka, quien parecía ser más apropiado para el Santuario que la propia deidad.

 

Fue en busca del de cabello verde. El caballero de Piscis se encontraba en su respectiva casa, vigilando el lugar y a la vez a la diosa que estaba metros más arriba.

Con dificultad, subió hasta el doceavo templo, pero fue bien recibido por el ruso.

 

—¡Sonechka!—se contentó tanto Tâleb que lo mostró con una sonrisa.

—Caballero de Flecha—con cordialidad saludó el hombre—, ¿qué sucede?

—Yo…—dudó unos instantes, pues no estaba seguro de estar completamente solos—Es sobre Athena.

—¿Aún sigues con la idea de que no es quien creemos?—preguntó serio más no molesto—Quizá sea aún joven, y es posible que eso te genere desconfianza, pero ella es nuestra diosa y sin importa cómo luzca, ella sabe lo que debemos hacer—animaba al guerrero.

—También pensaba eso, esperaba que fuera más adulta, pero no es por eso que lo digo. Hay algo en su cosmos que me perturba, es diferente al que se siente en el resto del Santuario. Y hoy estaba hablando con esa caballero negro de Lobo, como si fueran conocidas—nervioso, le contaba al de armadura de oro. Por un instante, se mostró más fuerte de lo que parecía.

—¿Hablando?—cambió su pose a una más rígida.

—Le perseguí después de la reunión, las dos están planeando apoderarse de la Tierra, pero…

 

Tâleb se vio interrumpido cuando los brazos de Sonechka lo sujetaron y lo empujaron hacia una de las columnas.

 

—¡¿Estabas persiguiendo a Athena?!—gruñendo, evitó golpearlo. Ahora comenzaba a creer que el caballero de Flecha se estaba inventando las cosas, que quizá era él quien hacía parte de las filas enemigas y estaba dividiendo al ejército de Athena.

—Sé que es incorrecto, pero… ¡Estoy seguro de que no es nuestra diosa la que se encuentra en el templo! ¡Dame una oportunidad, Sonechka!

 

La mirada amarilla de Tâleb estaba comenzando a humedecerse por temor, no tanto al caballero de Piscis, sino por no saber qué ocurrirá con el Santuario.

 

Sonechka le vio unos instantes, aún con el enojo en el rostro. Le soltó al joven y dio unos pasos luego de darse la vuelta.

Había aprendido a investigar antes de tomar una decisión. Si Tâleb era el chico que él pensaba, algo de razón debería de tener para llevarle a decir tales cosas sobre Athena.

 

—Te voy a decir algo—se posicionó para hablar con claridad. El caballero de Piscis aclaró su garganta—, no te apoyo. Lo que dices es descabellado. Solo hay una manera de saber si la Athena que está aquí es la verdadera. Su sangre es lo más vital para nosotros en este instante, con su sangre nuestras armaduras cobran vida, se vuelven más fuertes, y no solo eso. Mira la estatua de Athena, en verdad esa es la armadura de ella, y sin su sangre no la puede portar—miraba hacia lo alto, recordando escritos que había encontrado del último patriarca.

—La caballero negro le había dicho a Athena que de no ser por su sangre, la habría asesinado—murmuró con miedo, pero sabiendo que lo que decía era cierto.

—Si es nuestra diosa, es imposible que ella traicione lo que juró proteger. Hay algo que está mal, o eres tú o con ella sucede algo que no tiene sentido—pensó el caballero de cabello verde.

 

Tâleb bajó la mirada, triste. Se sentía mal por no comunicarse de manera correcta, pero comprendía que lo que vio no era de su imaginación. Deseaba tener modo de mostrarle a Sonechka lo que sucedió en el templo de Athena.

 

El caballero de Piscis estaba en espera de una respuesta, pero el joven de Flecha solo le esquivaba la mirada.

 

—Vete a descansar. No importa si Athena está o no con los caballeros negros, de todos modos tenemos que prepararnos para la lucha, y tienes que estar preparado para pelear. Insisto en que lo que dices es extraño, y no lo hago por ti, sino para asegurarme: voy a estar con Athena para ver si presenta algún patrón extraño de conducta. ¿De acuerdo?—amable pero serio, le dijo para calmarle.

—Está bien—asintió. Aunque no contaba con total apoyo, le agradó saber que podía aclararse la situación de algún modo.

 

El caballero de Flecha fue a descansar tal y como le pidió Sonechka, mientras que este se dirigió al templo de la diosa protectora del Santuario y la Tierra.

Le hubiera gustado comentar al caballero de Piscis la situación con su compañero de Libra, pero creyó que era mejor apresurarse y no dejar tanto tiempo a solas a Athena.

 

Allí subió, sin esperar nada sorprendente, pues confiaba en que lo que le decía el árabe fuera solo causado por su inexperiencia y el temor a la lucha. Pero, si era verdad, solo pensaba en la perdición total.

 

Abrió las puertas del templo de Athena. La cama estaba deshecha y tanto esta como el piso estaban llenos de sangre. Sonechka se alarmó. Exclamó el nombre de su diosa, y agudizando sus sentidos, no encontraba la presencia de la diosa. Fragmentos de armadura negra fueron la única pista.

 

۩۞۩

 

Espero sea de su agrado. Ya estamos a punto de iniciar la verdadera batalla. Un saludo :D


Editado por Raissa, 09 agosto 2016 - 18:56 .

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Publicado 29 marzo 2016 - 16:39

Capítulo III: ¡Protejan a la Tierra!

 

así que los caballeros negros se están volviendo una amenaza importante

 

la isla de la Quemada grande en Brasi----he oido historias aterradoras sobre esa isla,buena idea que la incluyas en tu fic

 

que me late que esa athena tiene los mismos vicios que saga XD

 

Sali de Lobo Negro parece ser bastante poderoso

 

menos mal que el dorado de piscis no elimino a sagitario

 

el final fue sorprendente

 

 

Buen capitulo

 

 

 

 


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Publicado 30 marzo 2016 - 01:35

Raissa

 

Me gusto tu concepto de la historia, ya por fin hay variación y no es Seiya el bueno buenito como un panecito jajajaja, ¿Atenea mala? mmmm me gusta la idea jaja

 

Espero la continuación y te felicito, y espero llegue tu fic a Don Kuru (esa tambien es mi tirada con el mio jajaja)



#12 Wind-No-Joseph

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Publicado 30 marzo 2016 - 15:37

Saludos.

 

Muy buen capítulo. Vas mejorando con cada entrega, en todos los aspectos.

 

Sobre los puntos que te iba a comentar, los tengo listos en un documento en word que te pasaré por correo.

 

Y vaya... hasta antes de leer el capítulo 3, tu Atenea se estaba convirtiendo en mi personaje favorito, pero ahora Sali la ha desplazado en ese puesto... El diálogo que Lobo Negro sostiene con la diosa me mató, en especial cuando se refiere a las anteriores encarnaciones de Atenea.

 

Y bueno, dejaste la historia en la mejor parte. Espero que sigas con el mismo ritmo y que continúes sorprendiéndonos a todos con tus ideas. Nos vemos luego :)

 

Kaze~

 

EDIT: Olvidé comentar sobre los Caballeros Negros xD Es bastante interesante que les des un rol más importante y amenazador del que se les dio en el clásico. Sin duda, son enemigos de temer.


Editado por Wind-No-Joseph, 30 marzo 2016 - 15:39 .

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#13 ATONIC

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Publicado 30 marzo 2016 - 20:43

¡Hola Raissa! ¿Te acuerdas de mi? Si, soy el mafioso :D Espero estes bien, vengo a dejarte un review, de seguro te dejare más, por que la historia pinta chevere.

 

Empezare por lo que más me gusto de cada capitulo, la historia, los personajes y luego pasare a el fic en general.  ^_^

 

- Capitulo 1.

 

La introducción a el fic como tal es muy buena, pero me llegue a desviar un poco por que salieron nombres repentinos o tal vez, solo fui yo  :unsure:  Bueno, volviendo al tema, tenemos a Tigern de Libra, fue el personaje que más la atención me llamo, primero por el nombre que es muy cool, su personalidad es atrapante.

 

Me perdí en la pelea, me tomo por sorpresa .-. ... Y eso que pintaba a algo chevere.

 

Luego esta el pescao :D Que parece no sera un fail como Afro y me refiero al de el MO, no al Dios de SoG XD, es el segundo personaje que más me llamo la atención.

 

Tu Athena es bastante original, me gusta mucho, es una niña que sabe como poner los papeles en juego.

 

Los demás personajes, ¡Humh! De ellos aún, no dire nada por que, esperare a ver como les sacas el jugo.

 

Capitulo 2.

 

¿Recuerdas que más arribita te mencione algo de tu Athena que me gustaba? Jeje, ahora más, ya que posiblemente este haciendo algo malevolo o solo es  :s30:una Impostora :O.

 

Que me late que el mafioso de tu fic sera, un mafioso de los level alto como Kardia o el buen milo :3 Esperare a ver con que Escorpión me sales, yo igual lo querré como a un hijo :lol: .

 

Soneshhhhka, me suena como si fuese de nacionalidad hindú ¿Lo es? Hace buen dúo con el heroico de Tigern.

 

Jaja un LIBRA, teniendo miedo... Jeje, el teorema de Jade, se fue a la basura, esto se pondrá bueno y más aún, con la llegada de los caballos negros. :sonaro:

 

Capitulo 3.

 

Cada capitulo mejora al paso de que vas escribiendo, eso es excelente, ya que uno como ficker, ''Solo digo'' Debería avanzar en base a como escribe, te felicito por eso, lo primero que dire es ¡¡¡OMG!!! Caballeros negros, te diré que nunca los vi en un fic, luego de que hurgara por los rincones de la zona... Denle un Nobel fickero a esta tremenda autora, T-Ochio, deberías invitarla a participar a los premios, jeje es que yo los cree, cierto XD, te pido por favor que participes en las dinámicas fickeras, de verdad tienes un buen nivel y verte ahí sera todo un honor, puedes usar tus antiguos fic's.

 

La isla de Quemada, solo basta tipear en google y hacerse una idea de lo que puede pasar allí y el que tu la uses, suena bien, viendo como escribes, veremos que más tienes en mente.

 

¡Demonios! Tu Athena es la pura crema nata del fic, es la mejor Athena que me e topado, jeh, rompiste con el cliche, que incluso yo uso.

 

Sali... 5mentarios, este mejor que los dos tortolos de oro XD Esperare un poco más para definirlo bien, aún no es el momento, pero te diré que es un personaje que va en buen pie.

 

Y ¡Pum! El suspenso que hace rico a cualquier novelista, nos dejaste en suspenso con una cama desestendida y sangre regada como agua por el piso, me hizo recordar a una escena de terror que alguna vez cree, jeje, muy bueno estuvo esto.

 

***

 

Ahora pasando al fic, como tal, esta bastante bien moldeado, tienes un estilo muy bueno de escritura, solo te pediría que hagas más descripciones y no me refiera a las que están fuera de los caps. Si no a las internas, ya sabes, el tío de pelo rojo que no nombraste o lo nombraste y después, trabo un poco a lector, ''OJO'' esto es solo un ejemplo que te pongo  ^_^

 

Tus personajes tienen personalidades que pegan de una vez, en los primeros capítulos, algo que muchos no hacen, se distan entre ellos y dan a entender de una vez que el autor tiene todo preparado para darle una sorpresa al lector, como me lo hiciste en el 3er capitulo.

 

También te pediría, que a base de narraciones cortitas o diálogos o como lo veas más cómodo, des a entender un poco sobre el personaje nuevo que presentas y no tiene mucho rol en la historia.

 

¡Que te puedo decir! Ojala salgan pronto los demás dorados, suelen ser los personajes que más se llevan el papel en la historia y yo, ni corto, ni perezoso, espero al escorpión tuyo  :lol:

 

Pues ya no tengo más nada que decir que repetirte, ''SI PUEDES'' Que participes en las dinamicas, seria bueno verte ahí, continua el fic que va muy bien y no desanimes, tomate tu tiempo, tus descansitos, hazlo poco a poco, ¡Recuerda! Por esto no, nos pagan  ^_^  Lo hacemos por amor al arte.

 

¡Cuidate! ¡Saludos! Nos vemos en Diciembre :D

 

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Ulquiorra%20Atonic.gifSoy su majestad para ti ¡The almighty Mafionic! Axatonic.gif


#14 Tetzauhteotl

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Publicado 03 abril 2016 - 13:45

Eres nueva y escribes porque tienes tiempo libre… no me das esperanza de ver un final a tu fic ._.

 

“el caballero de plata logra visualizar un esplendor” Resplandor?

 

“—Por supuesto, según el mito, Athena nació como adulta la primera vez—indicó Sonechka, el caballero de Piscis quien más sabio era.” Buena referencia. Veo que cambiaste Rodorio por Rodas, pensaba hacer lo mismo en mi primer fic pero la inseguridad por ser novato me contuvo XD

 

“llenó algo de emoción a Athena” ._.?

 

El primer capítulo es curioso. Alternas los tiempos y a ratos es fluido y a ratos es épico. Creo que lo que mejor te queda es escribirlo en tiempo pasado. Con respecto a la historia, cambiaste al villano y eso es interesante XD

 

“Durante estos tres años no hemos sabido dónde estuvo” Athena no estuvo en el Santuario esos tres años?

 

Describiste de forma atrayente a Sali Limón, mejor que a Tigern incluso.

 

Las conjeturas de los santos con respecto a Athena, bueno, no se justifican. Unos guardias atacan el pueblo Rodorio (lunes a viernes, Rodas los fines de semana XD) y Tâleb culpa a Athena, hay mala cosecha ese año y Tâleb culpa a Athena, se acaba el papel higiénico y Tâleb culpa a Athena; creo que Tâleb lo hace para desviar la atención de que asesinó al alumno de Piscis como el genocida en potencia que es XD. Ya en serio, están atando cabos sin bases y el comentario de Libra me preocupó “… Aceptaría tu idea de no ser porque el cosmos que desprende muestra que ella es nuestra deidad”. ¿Cómo puede saber lo que se siente el cosmos de Athena si ella se fue hace 70 años?, ¿por qué aceptaría la idea de un novato ignorante y asesino sobre su diosa?, él debería defender en primer lugar el honor de Athena o comprobar con sus propios ojos si tienen justificación las sospechas, no dejarse comer la cabeza por un recién llegado: ¡menudo guardián resultó ser!

 

La aparición de Sali fue lo mejor, aunque me parece increíble la barrera del Santuario no la detuviera (como a nadie realmente, a menos que fueras un santo de bronce), que nadie sintiera su presencia o lo que es peor tanto en el mundo de los fics como el oficial: los santos son fáciles de perder, un enemigo puede desaparecer y un santo, aunque sea dorado, no puede atraparlo.

 

¿Me agradó el capítulo?, sí, la aparición de la loba  le dio impulso a la historia. Por cierto, ninguno de los protas me llama la atención, lo digo porque vas rápido y de ellos no sé nada más que uno es metódico, otro mata sin detenerse a interrogar y el otro culpa del calentamiento global y la muerte de la mamá de Bambi a Athena… y otro toca la lira pero en este cap no salió.

 

Por cierto, la memoria mitológica se llama anamnesis: https://es.wikipedia.org/wiki/Anamnesis

 

“Una horda de caballeros renegados de Athena aterrorizaban a los habitantes de muchas partes del mundo. Sus negras armaduras hacían que los creyentes de Jehová los confundieran con ángeles venidos del Infierno, sin saber que los verdaderos guerreros del Inframundo podían ser mucho peor.” ¡Bravo!, expusiste el punto de vista del hombre común, eso se le pasa a TOOODOS los fickers la mayor parte del tiempo.

 

El tercer cap inicia con fuerza. Caos, desastres, el fin de los tiempos, una buena representación del castigo divino.

 

Muy acertada la decisión de mandar a los black saints a la isla de las serpientes, aunque del océano Pacifico al Atlántico hay un continente de por medio… como que era mejor quedarse en Rio de Janeiro si de todos modos pasaron por allí.

 

“—Athena, la guerra es inevitable, pero si no quieres que te descubran, sé cómo las anteriores, sé una tonta inútil, hazte más amiga de tus caballeros de lo que deberías, tarde o temprano caerán en esa estupidez del amor e intentarán congeniar contigo sin recordar que eres la diosa virgen” ¡¡Jajajaja!!

“—¡¿Estabas persiguiendo a Athena?!—“ Sonechka me agrada

 

Fragmentos de armadura… sangre. Me enteré de tu existencia con el titulo de tu fic, bastante interesante. Odio admitirlo pero Sekiam hizo algo bueno para variar, leí el índice de fics y me llamó la atención que buscabas hacer algo diferente. Pensaba revisarte para esta semana o la otra y veo que me ganaste. Con respecto a la propuesta planteada y la razón de mi interés, lo cumples, es un fic interesante. Sonechka es un buen personaje y Sali es una buena villana.

 

Saludos.


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#15 Αλάλα

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Publicado 04 abril 2016 - 21:52

T-800:

 

Hola :D Así es, la verdad que los caballeros negros tenían bastante potencial y, quizá por tiempo, se les dio poco espacio en la serie, así que los tomé como enemigos en esta primera parte, y espero sacarles todo el provecho. 

La isla sí que es horrenda, en sí no más con pensar en lo que tiene la isla, pues :S Ya de a poco conocemos mejor a los personajes, y con el final... A ver qué es lo que planean estos caballeros renegados. Un saludo :)

 

blackdragon:

 

Gracias por pasarte :D Jejeje, yo sí que me canso siempre de lo mismo xD En sí Athena no me cae bien y espero poder darle algo de lo suyo aquí xD Pero aunque no me guste ella siempre espero que de buena pelea, y a ver qué pasa :D Y eso espero xD Don Kuru siempre pone fics pero de los malos para vender (teestoyviendoSaintiaSho xD) Un saludo :)

 

Wind-No-Joseph:

 

Sigo esperando el word, pero ya me lo robaré de tu correo xD ¿Qué te gustaba de Athena? Por ahora no hacía mucho y Sali, bueno... quiero un personaje potente y ya verás cuánto trabajo me pondré a hacer con ella xD En parte le voy a reflejar todo lo que te digo a veces :v Y sí, caballeros negros con bastante potencial pero dejados de lado, ¡ya verán!

 

♏ A✞ÖNIC ♏:

 

Hola :D Claro que me acuerdo... Te debo tu pixel pero ya esta semana me pongo a ello, por escribir se me pasa xD

 

Capítulo I: Jejeje, tranqui, fue en parte mi culpa... Me enfoqué mucho en la pelea visualmente que olvidé que la hacían ¡mis personajes! Pero ya cuando pueda modificar mensajes eso arreglo primero xD

Me alegra que te gusten mis personajes, quiero que tengan fuerza en la historia pero que no se vean como invensibles, que sean naturales, ya me dirás si siguen así hasta el final xD

Capítulo II: Mi odio hacia Athena no lo oculto xD ¡Pero es que cómo que siendo tan importante en la serie quede como inútl! Ya veremos bien de qué trata, ¿será o no será? No lo cuento tan rápido porque no tendría chiste la trama :D

Sonechka es ruso, más adelante que tenga más capítulos estoy por sacar las fichas, sino termino spoileando seguro xD Mi dúo va a ser ese... Y ya veremos qué onda con Escorpion, pero si ya te gustan los que hay, ya verás con este >:)

¿Te acuerdas de poner naturalidad? Pues sí, tiene miedo pero ya verás por qué, es justificado :D

Capítulo III: Jeje, bueno,llevo escribiendo hace bastante pero me tomé como un año sin escribir nada de nadita y por le perdí el ritmo, pero parece que ya vuelve xD ¡Pa' exagera'o! xD Pues el fic aún está verde como para eso pero igual te agradezco XD A ver si también me animo a poner mis viejos fics.

Así es, siempre me mato construyendo personajes, desde el nombre, el cómo lucen y la personalidad, siempre es un rato antes de meterlos a la historia, es bueno ver que sí me sirve el truco xD

Jejeje, y en este capítulo verán que lo de la cama es... :o

Gracias por exponerme ya los puntos en general. Como mencioné antes, estoy mal acostumbrada a apoyarme gráficamente (culpo a la profesora cuando hacía storyboard, pero bueno xD) espero ya arreglar más adelante esto mientras escriba, y espero ver los comentarios al respecto xD Ya me pasaré entonces a las dinámicas, las veo un poco desordenadas, o sea, como que se pone todo en el mismo tema y no sé de qué va, pero ya iré a darle mejor ojo. Gracias por comentar :D

 

Tetzauhteotl:

 

Hola :) Jajaja, pues bueno, sí, estoy desempleada y por eso ando escribiendo... Pero aunque consiga trabajo siempre le saco tiempo a escribir (cuando estudiaba, y me dejaban tantas tareas que parecían no tener fin, terminé un fic de 260 páginas, así que no, va a estar terminado porque al fin será mi obra maestra xD)

 

 

“el caballero de plata logra visualizar un esplendor” Resplandor? ¿Sí? Y leí tres veces ._.

 

“—Por supuesto, según el mito, Athena nació como adulta la primera vez—indicó Sonechka, el caballero de Piscis quien más sabio era.” Buena referencia. Veo que cambiaste Rodorio por Rodas, pensaba hacer lo mismo en mi primer fic pero la inseguridad por ser novato me contuvo XD Weh, en esta se me fue. Andaba pensando en el coloso (porque supuestamente hay un proyecto para rehacerlo como museo o algo así) y me confundí xD Pero es Rodorio :v

 

“llenó algo de emoción a Athena” ._.? Me falla el español a veces xD

 

El primer capítulo es curioso. Alternas los tiempos y a ratos es fluido y a ratos es épico. Creo que lo que mejor te queda es escribirlo en tiempo pasado. Con respecto a la historia, cambiaste al villano y eso es interesante XD Justo le comentaba a cierta persona que no sé por qué me pasa el cambio de tiempo, llevo bastante escribiendo en pasado incluso en obras futuristas, ahora sí debo de leer con más cuidado (otra cosa que no hago xD)

 

 

“Durante estos tres años no hemos sabido dónde estuvo” Athena no estuvo en el Santuario esos tres años? Y otra mala costumbre es no  escribir lo que creo xD Más bien era en dónde estuvo antes de llegar al Santuario, y en esos tres años no lo habían hablado con ella :v (¿alquien que me pegue?)

 

 

(...) Tâleb culpa a Athena, hay mala cosecha ese año y Tâleb culpa a Athena, se acaba el papel higiénico y Tâleb culpa a Athena(...) Ay, Tâleb xD El pobre es bien novato, justo en este capítulo iba para eso. A veces hay unas cosas que me gusta llevar más lento porque se me acaba la trama rápido (como en el último fic antes a este y quiero evitar eso) pero ya de a poco voy xD . Ya en serio, están atando cabos sin bases y el comentario de Libra me preocupó “… Aceptaría tu idea de no ser porque el cosmos que desprende muestra que ella es nuestra deidad” (...) También lo iba a explicar más adelante, y va en este capítulo xD

 

(...)

 

Por cierto, la memoria mitológica se llama anamnesis: ¡Gracias! La verdad es que no sabía siquiera que existiera el término y ni me animé a buscar :v

 

“Una horda de caballeros renegados de Athena aterrorizaban a los habitantes de muchas partes del mundo. Sus negras armaduras hacían que los creyentes de Jehová los confundieran con ángeles venidos del Infierno, sin saber que los verdaderos guerreros del Inframundo podían ser mucho peor.” ¡Bravo!, expusiste el punto de vista del hombre común, eso se le pasa a TOOODOS los fickers la mayor parte del tiempo. Me gusta llenar todos los aspectos.... Apenas y en la saga de Hades andaba Miho porque medio sabía y ¿los demás qué? Millones de humanos y nada xD Por eso a veces creo que mis historias se sienten lentas, por querer yo llenar todo xD (y es que me traumé en la última serie que vi, andaba un tipo que parecía ser el que salvara todo y al final como que se escapó y no supimos más xD)

 

(...)

 

“—Athena, la guerra es inevitable, pero si no quieres que te descubran, sé cómo las anteriores, sé una tonta inútil, hazte más amiga de tus caballeros de lo que deberías, tarde o temprano caerán en esa estupidez del amor e intentarán congeniar contigo sin recordar que eres la diosa virgen” ¡¡Jajajaja!! :v Sali es muuh ruda xD

“—¡¿Estabas persiguiendo a Athena?!—“ Sonechka me agrada No es por nada pero es que me dio lástima con Afro en la leyenda del Santuario, que venga este y el remedie u.u 

Ya en los otros aspectos en otros comentarios lo he resuelto, intento construir la historia lo mejor posible y, aunque no tan perfecto, me alegra poder llevarlo de manera agradable.

Gracias por pasarte a comentar, andaba en otro foro pero se pasan por alto el comentar los aspectos malos y no dan un review como se debe (así como que le lamben al manga de Ares de Brasil :v jaja lo colo porque al final quisiera hacer algo así) Un saludo :D

 

۩۞۩

 

Capítulo IV: ¿Quién es el enemigo?

 

Kamil de Camaleón, Milivoj de Oso y Ethan de Cuervo llegaron a Brasil. La isla mantenía un ambiente pesado, no solo por la presencia de los caballeros renegados, sino también por las cientos de serpientes que por allí merodeaban.

Cuando estuvieron en la costa de San Pablo, nadie les ofrecía su ayuda para llevarlos a la isla. Lo único que pudieron hacer fue alquilar un bote y remar los treinta y dos kilómetros de mar hasta llegar. Recibieron bastantes advertencias y hasta les intentaron detener, pero la gente no sabía que algo más peligroso se presentaba allí.

 

El islote tenía una vegetación bastante espesa. En los árboles, en el suelo y quién sabe dónde más, las serpientes se quedaban viendo a los tres caballeros. Si eso no bastaba, había cuerpos humanos muertos hacía poco atrás, con la piel derretida y ya con los huesos que se podían ver. Otros ya eran solo esqueleto y ninguno de los guerreros podía asegurar quién fue el causante de las muertes.

Se adentraron al lugar, caminando con cuidado, evitando a toda costa los reptiles amarillentos que allí vivían. A paso lento, pero con rápido movimiento en sus brazos por parte de los guerreros, las serpientes se chocaban contra el metal y otras eran estrujadas hasta perder la vida. El sendero estaba lleno de cadáveres, sangre y vísceras. No sabían, de tan curioso lugar, en qué momento saldrían caballeros negros.

 

Cuando más densa estaba la vegetación, algo se posó frente a ellos. La oscuridad no les permitía ver. El sol había comenzado a ocultarse y las hojas de los árboles apenas y dejaba que la luz se colara.

Una mano se vio, un rayo de luz apenas dejaba ver que de eso se trataba, una mano. Estaba enfundada en metal negro y esto alarmó a los caballeros. Con la extremidad extendida, el ser que estaba frente a ellos se les acercó, como en advertencia de detenerse.

 

—Los caballeros de Athena han venido a proteger a la supuesta diosa poderosa—La voz del caballero renegado era bastante joven. Su rostro no tenía emoción alguna y se le podían ver picaduras de serpientes en las partes descubiertas. Uno de los guerreros reconoció la armadura.

—Es la armadura de Hidra—atinó a decir Milivoj de Oso, pero sin sorprenderse. El ropaje estaba mal copiado, no era idéntico al original, pero no podían estar confiados en que tal armadura no contara con los peligrosos colmillos.

—Démosle un premio al chico—comentó Hidra, de cabello negro claro, oscuros ojos verdes y con la cara aún inexpresiva— ¡Aliento venenoso!

 

Un fuerte viento tóxico surgió del cosmos del joven chico que atacaba. El olor era bastante fuerte y los guerreros podían sentir cómo les quemaba la garganta y las fosas nasales. Camaleón sangraba por la nariz.

En contraataque, el caballero de Cuervo invocó a sus aves y generó un soplido con el aleteo de los animales. El aire se alivió, pero el inexperto chico, que apenas tenía quince años, no se percató de que sus aves estaban siendo atacadas por las serpientes, pues estos animales eran lo único que podían comer los reptiles a falta de más seres que estuvieran en la isla.

 

La toxicidad aún afectaba a los caballeros. Una ráfaga de viento les ayudó a dispersar el aire, pero el renegado de Hidra no había estado quieto y este apareció tras ellos, enterrándole a uno de ellos los colmillos escondidos en su armadura. El primero en sufrir el daño fue el indefenso Oso, sintiendo como el veneno comenzaba a destruirle la piel al igual que los cadáveres que observó en el inicio del camino.

Pero eso no fue suficiente para derribarlo, pues Camaleón reaccionó a tiempo y aseguró entre sus brazos con el látigo al caballero de Hidra, haciéndolo caer al piso de rodillas una vez le jaló para extraer los colmillos.

 

Milivoj de Oso se quejaba, cerraba sus ojos azul cielo por el dolor que sentía y su cabellera naranja se empapaba con el sudor de su frente. Cuervo le asistió y le clavó una inyección en la pierna, la cual cargaba en una bolsa amarrada a la cintura. Quizá el medicamento no le iba a ser de mucha ayuda, pero les daría algo de tiempo para averiguar sobre su diosa.

 

—Dinos dónde se esconden ustedes los caballeros negros, ¡¿dónde está Athena?!—exclamó con fuerte semblante el caballero de Camaleón. Su mirada gris enfurecida le hacía parecer tener los ojos blancos, y su cabello plateado le daba cierto aire extraño, pero que no provocaba nada en el caballero renegado.

—¿Crees que porque me tienes atado con un lazo te voy a decir lo que pides?—sonreía de medio lado el joven de cabello oscuro.

—Te lo pido porque de lo contrario vas a morir—insistía el joven de armadura de bronce.

—¿Acaso debo tenerle miedo a eso? He sido mordido por estas serpientes, que en un cuerpo normal, su veneno tarda una hora en matar a un hombre, si eso no fuera poco, la piel es destruida y en este lugar tan remoto es imposible sobrevivir. Aquí cada día es un milagro amanecer vivo, o no morir de sueño por estar alerta todo momento. ¿Crees que le temo al lazo de un caballero que no sabe siquiera por qué clase de diosa está luchando?—Una risilla que sacudía sus hombros se escuchó. El látigo le impedía poder moverse, pues también le ató de las piernas en cuanto tuvo oportunidad, pero el miedo no se notaba en su rostro o voz.

 

A Kamil de Camaleón no le importó si acaso el chico había sufrido, pero tuvo curiosidad en saber su edad, pues se veía bastante joven y todavía con cierto aire de niño. Ethan de Cuervo a unos pasos le miró, como preguntándole sin hablar qué era lo que estaba esperando. Por su lado, Oso parecía sentirse mejor.

El del cabello plateado, sosteniendo todavía al de armadura negra, dejó sus ideas de lado. Recordó que sin importar a quién sirvieran, todos los guerreros estaban desde muy pequeños entrenándose, y si la maldad reinaba en el corazón de Hidra negra, no se imaginaba cómo sería él en el futuro.

 

No se lo pensó dos veces para tomar una decisión, pues ya se había dado cuenta de que no obtendría una respuesta por parte del joven renegado.

Con la punta del látigo que le había quedado suelta, la movió con su cosmos hasta el cuello del de cabello oscuro, y en menos de un parpadeo, le decapitó.

Una sonrisa se seguía viendo en el rostro de Hidra, el cual comenzaba a palidecer.

 

—¿Q-qué es lo que acabas de hacer?—tartamudeó Ethan de Cuervo, viendo cómo el cuerpo degollado del enemigo se desplomaba y comenzaba a manchar el suelo con el líquido rojo. Levantó a su compañero de Oso para poder avanzar.

—Matarlo—dijo con total obviedad—. No solo tenemos que estar al tanto de las serpientes, sino también de los caballeros negros, y prefiero morir en batalla que por un ataque sorpresa—mencionó, esperando dar a entender que no quería perder por ser amable.

 

Cuervo se le quedó mirando, y Milivoj de Oso prefirió no decir nada, al final le daba igual.

Continuaron con su marcha, adentrándose todavía más en la isla. Pero no les fue larga la caminata, pues en poco tiempo encontraron lo que parecía ser, el lugar donde los caballeros enemigos entrenaban.

Su presencia no pasó inadvertida, pues varios hombres y mujeres con réplicas en color negro de las armaduras de Pegaso, Lobo y Ballena se les posaron en frente.

 

Santuario de Athena.

 

Sonechka tenía grandes dotes de líder, y eso lo comprobó dando información acertada y reuniendo a los caballeros en poco tiempo. Junto con Tigern de Libra, quien consideraba su amigo, estuvieron al frente de los guerreros dirigiéndolos.

Con Athena ausente, el Santuario no era el primer lugar a proteger, excepto Rodorio por sus habitantes, con esto, quienes se quedaron cuidando tal zona, fueron los caballeros de Cefeo, Copa, Cisne, Lagarto, Lira y Flecha. Junto a ellos, el caballero de oro de Piscis los comandaría.

 

Libra, por su lado, estuvo con los demás caballeros de oro presentes: Aries, Virgo y Tauro. Géminis, aunque se había presentado a la reunión, se había ausentado sin mencionarlo a nadie.

Los guerreros de alto rango marcharon, esperando las indicaciones que Tigern les diera durante el camino.

 

Entretanto, los caballeros de bajo rango se repartieron para cuidar el Santuario, con exactitud el área donde estaban los alumnos, y la aldea.

Tâleb estaba en las casas de los aprendices, junto a Asker de Lira. Se acomodaron en unas columnas caídas, sentados para ahorrar energía.

 

—Escuché algo muy interesante de ti—inició la conversación el joven de mirada ámbar y cabello rojo, Asker.

—¿Qué cosa?—quiso saber el chico de Flecha.

—Que mataste al pobre de Leko—con la mirada hacia al horizonte, le contestó. Él no había estado durante todo el enfrentamiento, marchándose justo antes de la muerte del alumno.

—No…. No fue a propósito—apenas y se le escuchó. Se sonrojó un poco y le apartó la mirada a Lira.

—Solo el más fuerte es quien consigue la armadura. Si Leko no sobrevivió, simplemente no era lo suficiente tenaz para portarla—opinó con tono tranquilo.

—Pero lo maté—como si tuviera la fuerte necesidad de explicarse, comenzó a hablar—, yo no quería. Tuve miedo de que me asesinara, y no sé por qué lo hice… Mi cosmos fue más allá de mi control y…

—¿Y?—interrumpió el turco de manera seria—¿Por qué te estás justificando? Suenas como si tuvieras algo que ocultar—Frunció el ceño, y su voz era más agresiva—¿Sabes qué no me gusta de ti? Estás diciendo cosas muy vergonzosas de Athena—En esa ocasión le clavó la mirada, le faltó poco para iniciar una batalla.

 

El joven de Flecha se atemorizó. Aunque ahora portaba una armadura, y justo de plata, aún era muy miedoso y no sabía enfrentar las cosas, dando una impresión extraña.

Tenía que decir algo, pero pensó que al seguir argumentando seguiría con esa sensación de estar silenciando algo.

 

—¡Algo no concuerda, yo solo quiero saber qué es!—Con voz fuerte pero sin gritar, Tâleb se levantó ante Asker de Lira, se posó firme ante él.

—¿Y solo con decirlo debo de creerte?—Asker se puso de pie, dejando la lira de su armadura a un costado de donde estaba sentado—Tanto el cosmos que protege el Santuario como el de Athena son el mismo, aunque no pude conocer a la reencarnación anterior sé que el cosmos es exacto, si crees que ella es una impostora, he de decirte que sé de alguien que la conoció , que aún está vivo y puede confirmar que es nuestra diosa—le comentaba como con intención de hacerle mostrar de que estaba equivocado por más que intentara demostrarlo. A cada palabra parecía acercarse al joven, aprovechando el miedo que el árabe sentía.

—Creo que ella está planeando algo con los caballeros negros—insistía, sin entender que debía antes presentar unas pruebas con lo que decía—. Sé que ninguno me quiere creer, y ahora menos que desapareció, pareciendo que fue llevada a la fuerza… Pero sé lo que vi…

—¡¿Y qué fue lo que viste?!—Asker se desesperó. Era un hombre que tenía poca paciencia y el murmuro y palabrería de Tâleb comenzaba a sacarlo de sus casillas—. Deja de lado esa estúpida idea, solo enfócate en tus tareas. Cuando sepas mentir, te prestaremos atención—el de cabello rojo tomó su instrumento musical, se dio media vuelta con el ánimo de seguir vigilando las zonas que le correspondían, pero no marchó sino hasta dar un último comentario—. ¿Acaso eres tan débil que solo mintiendo recibirás el respeto que quieres tener? Gánatelo, pero no involucres a Athena en tus idioteces.

 

Tâleb de Flecha quedó sorprendido, pues Asker le había parecido un sujeto amable, y su agradable rostro hacía resaltar aquello, pero cuando se enojaba parecía ser el mismísimo demonio.

El caballero de plata perdía las esperanzas, pero, ¿sobre qué? Si al final todo parecía ser idea de él y nada más.

 

Con la idea de seguir con sus labores, se volvió a echar en la columna que estaba sentado. Alzó la vista al cielo, y antes de siquiera poder dar aquel respiro para relajarse, unos brazos le rodearon.

 

—Oh, mi querido Tâleb, ¿qué es lo que te preocupa?—Era Athena, quien le abrazaba susurrándole al oído. Flecha quedó inmóvil y sentía cómo ella sonreía.

 

۩۞۩

 

En adelante no sabrán qué esperar xD

Ah, sí, Kamil... En parte fue a posta, jaja. Solo que el significado del nombre me gustó, así que :D

 

Espero les guste. Un saludo :)


Editado por Raissa, 09 agosto 2016 - 18:57 .

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Publicado 05 abril 2016 - 22:52

Capítulo IV: ¿Quién es el enemigo?

 

LO BUENO:

 

-buena forma de relatar el escenario de  esa isla

 

-pobre cuervos XD

 

-el caballero de Hidra negra parecia ser bastante  valiente o por lo menos no temer morir

 

-buena idea que Kamil de Camaleón  actue en forma racional

 

 
LO NO TAN  BUENO:

 

-me extraña que Tâleb de Flecha  no haya luchado contra 

 

Asker de Lira por llamarlo mentiroso

 

-esta bien tener finales inesperados pero también deben procurar ser creíbles

 

 


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Publicado 12 abril 2016 - 22:41

Hola a todos.

 

Paso a dejar un aviso ^^

Saldré de viaje cerca de dos semanas y no podré actualizar hasta mi regreso. 

Quería dejarles el siguiente capítulo pero no quiero poner algo a medias, las batallas comienzan ya en este punto y prefiero dejar todo bien para evitar (de nuevo) confusiones y tener la trama bien consistente.

 

En mi regreso también comenzaré a dejar dibujos y planes que tengo para este fic más adelante, para tener de paso también más interacción con mis lectores :D

 

Espero se animen a comentar sobre este último capítulo, los comentarios serán respondidos a medida que deje otor capítulo ^^

 

Un saludo :D


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Publicado 06 mayo 2016 - 14:53

T-800:

Me alegra contar con tu comentario siempre :D

Verás que Tâleb es inexperto, ni siquiera sabe cómo defender las cosas que dice, pero cuando aprenda hacerlo, ya verás la que se arma xD

Sobre lo de Athena, la verdad es que no he dicho qué le pasó, como para decir que no sea creíble :P Sin embargo, ya verás que todo es plan de ella para dejar peor al pobre caballero de Flecha. Un saludo :)

 

۩۞۩

 

Capítulo V: Debe ser una mentira.

 

Rodeados de caballeros renegados, los guerreros atenienses no tuvieron tiempo de ingeniar un método para batallar contra los hombres y mujeres que se les posaron en frente. Milivoj de Oso no estaba en su totalidad para luchar, haciendo que los otros dos tuvieran que esforzarse un poco más.

 

—No se preocupen por mí, el veneno no me afectó tanto con la inyección. Si muero, lo haré después de acabar con estos malditos—Una sonrisa confiada se notó en el rostro del joven de cabello naranja. Milivoj era un sujeto que daba su mejor esfuerzo hasta el final.

—Muy bien, esto no serán ni dos minutos—consiguió decir Cuervo. Fijó su mirada verde en sus próximos enemigos.

 

Los caballeros negros, como era de suponer, no dieron lugar a tener una batalla uno a uno como tenían acostumbrado los atenienses. Se lanzaron en grupo escogiendo a su contrincante favorito. Milivoj fue atacado por cinco, a la vez que Ethan tenía cuatro para derrotar y Kamil seis.

 

Milivoj tenía ventaja en ser más alto que los demás, además de ser rápido y tener bastante fuerza. Un caballero de Pegaso se le colgó en el cuello, pero teniendo las manos libres, con sus grandes brazos aplastó el tórax de una chica vistiendo la armadura de Ballena. Ethan de Cuervo se sorprendió, pues casi siempre veía que su amigo de Oso era un poco lento al comenzar una batalla.

Mas la batalla continuaba, con un rápido movimiento de su derecha, Milivoj agarró al Pegaso negro que colgaba de él y lo lanzó contra el suelo, dándole un pisotón en medio de la espalda, terminando igual que la joven Ballena, con las costillas rotas.

 

Parecía él tener la ventaja, pero un viento cortante hizo que comenzara a sangrar, y con el efecto del veneno, sus movimientos menguaron. Fue el ataque de uno de los Lobos el que lo ocasionó. El cabello naranja comenzaba a empaparse de sudor y la mirada azul cielo se opacó por miedo. No era miedo a la muerte, sino de permitir que el enemigo ganara.

 

Alzó su cosmos lleno de furia, pero los caballeros negros continuaron atacándolo. Los tres restantes se le echaron encima, con golpes provenientes de puños y patadas. Dos técnicas le llegaron al cuerpo, un fuerte aullido de lobo que le reventó los tímpanos y un par de especies de cometas que le impactaron en el pecho y detrás de la pierna izquierda.

Milivoj cayó por el cansancio y el veneno que le comenzaba a destrozar la piel. Pegaso le golpeó el rostro. Oso cayó sobre su espalda, pero yendo a más de la velocidad del sonido, logró tomar del brazo al joven renegado. Lo alzó y lo abalanzó contra el suelo un par de veces, para acabar también con él aplastándole, pero en esa ocasión fue la cabeza.

 

Viendo cerca su final, Milivoj juntó a los dos restantes caballeros para abrazarlos, aprovechando la delgadez de sus contrincantes. Luego de estar sin mucho hablar, los renegados soltaron un fuerte grito al sentir sus huesos ser quebrados, perforándoles los órganos y ver brotar la sangre que manchaba los brazos y torsos de los guerreros.

 

Quiso el joven ateniense ayudar a sus compañeros, pero se desplomó fatigado.

 

Ethan de Cuervo tuvo un poco más de suerte. Pocos fueron sus enemigos y logró resistir con ayuda de los cuervos que controlaba. Sin embargo, contar con sus aves también fue una desventaja.

Ballena comenzó atacando, al notar que Ethan usaría las aves negras, creó una gran ola que acabó con cerca de la mitad de los pájaros. Notando la superioridad que tenían en ese instante, le atacaron con golpes y puños que lo dejaron en el suelo, sin aire por los impactos recibidos en el abdomen.

 

Cuervo atrajo a las aves para que estas le rodearan y evitaran atacar. A la vez, envió un grupo para que picoteara a los contrincantes que eran aún más inexpertos que él, pero con un poco más de inteligencia.

Uno de los renegados, vistiendo la armadura de Lobo, tomó un par de serpientes y las lanzó sobre las aves que estaban en su enemigo. Más urgía acabar con él que salvar a sus compañeros.

 

Algunas aves cayeron por el veneno y otras fueron comidas. Ethan abrió su boca sorprendido, no tenía estrategia alguna, y por estar pensando en aquel detalle, más de sus aves cayeron muertas y fue golpeado multitud de veces.

Apenas podía protegerse, y uno que otro pájaro acudía a ayudarle. Los renegados le sonreían, indicándole su pronto fin.

 

De un salto logró ponerse de pie y alejarse lo suficiente para alzar su energía. Era su oportunidad de demostrar lo que había logrado con la técnica que desarrolló, así esa fuera la última vez que la usara.

Alzó sus brazos desde lo más bajo, y mientras los levantaba, un cráter se fue abriendo a velocidad casi imperceptible. Miles y miles de plumas negras y grises provenían del subsuelo, ocasionando cortes profundos en tres de los cuatro enemigos. Dos de ellos fallecieron casi al instante al cortarles el cuello y pierna, allí donde pasaban importantes venas, muriendo desangrados. Otro de ellos quedó ciego al querer fijarse de lo que ocurría, mientras que otro, logró crear una barrera con agua.

 

Ethan fue protegido por un grupo de aves justo antes de que el caballero de Ballena sobreviviente le golpeara. Los cuervos le levantaron la piel en los picotazos, dejándole marcas poco agradables. El joven Cuervo vio una oportunidad para alejarse y preparar otro ataque más, pero a lo lejos vio el renegado que estaba ciego, buscándolo para atacar.

Decidió realizar una técnica, generar un fuerte viento con el aleteo de las aves.

 

Con un movimiento de la cabeza, indició a los seres voladores que aletearan de manera tan fuerte como pudieran. Serpientes salieron volando, al igual que plantas y grandes masas de tierra en polvo. Los enemigos se mantuvieron de pie. El polvo no logró afectar en nada pero las víboras, agitadas, comenzaron a morder una vez tocaron la piel de los humanos.

 

El pobre ciego, distraído por buscar a Ethan, fue mordido por más de seis serpientes, y murió al poco tiempo por el veneno. Era muy joven y no supo protegerse con el cosmos.

 

Ballena negra era el último enemigo de Cuervo, así que se quiso abalanzar sobre este para poder terminar con otro caballero y terminar con Kamil que estaba cerca de eliminar a los renegados restantes. Con ímpetu, pegó un salto para dar un golpe certero en la cabeza del ateniense, pero por el empeño de querer acabarlo, no se fijó que de nuevo estaba esa técnica en ejecución.

 

—¡Plumas del averno!

 

Ethan sonreía. El rostro sorprendido de Ballena negra le dio tanto placer, pero no tanto cuando lo voy morir hecho pedazos, pues su ataque se realizó con mucho más cosmos, y por ende, con mucha más fuerza.

Cuervo había finalizado, Kamil no tenía tantos problemas con sus enemigos, por lo que fue en ayuda de Milivoj.

 

Por su lado, Kamil de Camaleón no se presentó con misericordia, y con el látigo en mano, sus ataques fueron sin vacilar. Con seis enemigos en su contra, no se dejó intimidar.

Estando todos tan juntos, logró atrapar a tres con su azote, pero para no perder tiempo y evitar ser derribado, dejó el arma en el suelo, pero controlándole con el cosmos. El ataque solo torturaría a sus rivales, pues cada vez les apretaría más y más hasta que los huesos les crujieran.

 

Entretanto, se dedicó a batallar contra los otros tres. Ni siquiera los veía como personas, por lo que no dudó con sus terribles ataques.

Logró hacer separar a los renegados. Estando con el primero ellos, se acercó a gran velocidad y estiró su brazo directo hacia el corazón del caballero negro. Era su técnica, la cual emulaba la larga lengua del camaleón.

 

Repitió la misma técnica con los otros dos, pues su velocidad era tan impresionante que no les dio tiempo de reaccionar.

Volvió con los que dejó atados, y al ver que sus compañeros atenienses demoraban un poco más que él, decidió disfrutar el cómo eran quebrados los renegados. Cuando vio que Milivoj se desplomaba, arrancó la cabeza de uno de ellos. Luego, al notar que Ethan ya casi terminaba, aprisionó todavía más los cuerpos de los caballeros negros, hasta que las cabezas les estallaron.

 

La batalla terminó.

Kamil se acercó a Ethan, el cual sostenía a Milivoj, con semblante serio, como si nada hubiera ocurrido. Cuervo se le quedó mirando curioso, pues no conocía muy bien a su compañero, y el hacerlo le causaba algo de turbación.

 

—Athena no está aquí, regresemos—con tranquilidad, mencionó el caballero de Camaleón.

—¿Cómo lo sabes?—preguntó Ethan, sujetando con cuidado a Milivoj que estaba casi dormido.

—Si quisieran algo con ella, primero, no la estarían cuidando todo el tiempo de las serpientes, segundo, ya estaría muerta. La deben tener en otro lugar donde solo vigilan que ella no se escape, es mejor volver al Santuario y contar lo que ya sabemos—Su mirada gris estuvo en busca del camino que los regresaría al bote que los trajo.

—Espera—exclamó Cuervo, con temor en sus ojos verde claro—, ¿no será mejor que revisemos la isla en caso de que…?

—No—interrumpió—, si la encontramos será muerta, y estos renegados no son tan tontos. Volvamos—Comenzó a andar sin prestar ya atención a sus compañeros.

 

Santuario de Athena.

 

—Oh, Tâleb, ¿qué pasa?—La deidad que se posaba tras él no dejaba de abrazarle. Sentir el calor de ella, que debió ser reconfortante, fue más bien atemorizante.

—Tú no eres Athena—valiente, atinó a decir. No quiso darse la vuelta, pero intentó no temblar ni mostrar su miedo.

—Ah, por supuesto que lo soy. Si no te basta con observarme y notar el color de mi cabello, de mis ojos o mi propio cosmos…

—¡No lo eres! Fui un tonto en creer que eras Athena, pero ahora sé que eres solo una impostora… ¡La propia Athena no jugaría a ser secuestrada y luego aparecer como si nada!—Una luz parecía estar en los ojos de Tâleb, como si hubiera descubierto la verdad.

—Ah…—murmuró ella, sin importarle que fue interrumpida, pues encontró algo más interesante—Ya veo… Dejaste de confiar en ti mismo y ahora crees en las palabras que han dicho tus compañeros… Optas ahora por decirme impostora, pero, ¿no recuerdas cómo confían los caballeros en mí?

 

Como si hubiera cometido el más grande error de su vida, Tâleb no sabía qué decir o pensar. Si era una impostora, era la más interesante y compleja, pues lograba captar gran esencia de la deidad, pero con otra personalidad.

Sin embargo, si era la misma diosa, había algo que cambió en ella. Quizá, cansada de estar luchando contra Hades una y otra vez, decidió por ser más fuerte en su trato, pero quedaban grandes huecos sin sentido en cualquier explicación.

 

—Le diré a los demás que Athena está a salvo—dijo bajando la cabeza, casi en un murmuro—, hasta que sepa qué sucede…

—Seguirás mi juego. No, no—completó la frase, pero negó que eso fuera a suceder—. Solo vine por esto… Buena suerte ganándole a la diosa de la sabiduría—Le besó en la mejilla y se retiró tan rápido como si se hubiera esfumado.

 

Apenas Athena desapareció, Tâleb y el resto de los caballeros en el Santuario sintieron la tierra moverse. Un temblor acompañado de un brillo intenso en dorado y blanco retumbaron desde lo alto de la estatua de Athena.

Sonechka, quien estaba en la casa de Piscis observando hacia la recámara del patriarca y de Athena, logró ver de cerca lo que ocurría.

 

Una vez el brillo desapareció y el temblor se detuvo, la estatua de Athena había desaparecido para dar lugar a la armadura de la diosa.

 

—¡Alto, no dejaré que te lleves la armadura con tanta facilidad!—exclamó Sonechka subiendo las escaleras. Divisó el rostro de Sali quien poseía en su mano la estatuilla, mientras sonrió de modo arrogante como siempre.

 

Pero fue tarde, la velocidad de la caballero negro era tan alta como la de un guerrero de oro, o incluso más, por lo que no logró alcanzarla.

Ahora con la armadura de Athena desaparecida, las cosas se mostraban aún más complicadas.

 

Ahora Tâleb supo que era la verdadera Athena, sin embargo, no lograba saber por qué actuaba de modo tan insólito. Le parecía una mentira ver cómo su diosa se le posaba en contra.

 

۩۞۩

 

Espero les guste, de a poco sabremos las intenciones de Athena. ¡Más batallas se acercan!

Un saludo.


Editado por Raissa, 09 agosto 2016 - 18:58 .

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Publicado 07 mayo 2016 - 10:19

-Los caballeros negros son como los de omega les gusta luchar en grupo Jajaja

 

-fue increíble el combate de Milivoj de Oso

 

-estuvo bastante interesante la batalla grupal

 

-pobre Tâleb esta mas perdido que Adán en el día de la madre. XD


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Publicado 15 mayo 2016 - 22:35

Primera parte: muy buena. La conclusión me gustó, ese pensamiento que le hizo matar al venenoso, eso fue satisfactorio, Kamil tenía un motivo, una reflexión y una consecuencia digna de un guerrero.

 

“… que está aún está vivo”, relee lo que subes. A todos nos salen errores ortográficos o de redacción, si no puedes hacerte de un beta, toca releer.

 

¡Mira!, se me fue como agua y a pesar de mi falta de tiempo puedo leer el capítulo siguiente XD.

 

El santo de flecha es irresponsable, sin juicio, justo como debería ser un joven. No me agrada este personaje, pero no puedo evitar felicitarte por el rumbo que le estás dando.

 

Si así son las peleas de tus personajes de relleno, no me puedo imaginar las batallas de los principales. Muy buenos combates, sobre todo el del oso. Ese Kamil es un demonio frío y calculador, ¿no tendrá por ahí algún bicho que le ruegue, de casualidad?

 

Poco puedo decir, y es que poco pasó en realidad; hay más que comentar de la ejecución que de la historia. Gracias por los capítulos, no me importa mucho Taleb pero me agrada leer a Sali y a Kamil XD.

 

Saludos.


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