Buenas colegas, feliz año nuevo, debido a las fiestas es que he estado un poco ausente pero bueno, aquí estoy. Sin mas nada que decir, aquí les dejo el capitulo 03 de esta historia, espero que sea de su agrado chicos :D
Capítulo 03 – ¡La Organización Omega y La Nueva Legión de Santos!
Una batalla a muerte se había desatado en las ruinas del Santuario prohibido, la gran técnica del lobo, el “Dead Howling”, desató con todo a su paso, tanto como al guerrero de la Coronal Boreal como el lugar donde se encontraban dentro del Santuario, logrando así una distracción para Hedeon y finalmente poder sacar a su hermana Jereni y al joven Ángelo que se encontraban mal heridos. Mientras tanto en las ruinas del Santuario, entre los escombros que había dejado la batalla, Lexther, uno de los jóvenes asesinos, había recuperado la consciencia y comienza la búsqueda de su compañero Mauro que quedó entre las rocas debido al ataque del caballero del Lobo…
• Lexther - ¡DIABLO! Ese ataque realmente fue algo inesperado… ¡Mauro! ¿Te encuentras bien?
• Mauro - ¡Sí! ¡Aunque no puedo moverme, estoy atrapado por un pilar derrumbado!
• Lexther – Tranquilo, yo me encargo de eso, cúbrete… ¡Aahhh! *mueve el pilar con fuerzas y lo destruye*
• Mauro – A-así que huyeron los muy malditos, todo esto fue algo que nunca habíamos visto, se supone que nosotros éramos los únicos santos en el mundo.
• Lexther – Ya sabemos que no estamos solos después de tanto tiempo… si no fuese por tu armadura, ya estarías muerto. Ese ataque apenas rasguñó parte de tu pechera, ya que su objetivo real era crear una distracción.
• Mauro - ¡Imposible! ¿Quieres decir que no quiso matarme? ¡Maldición, tengo una costilla rota por culpa de esa “mujer santo”!
• Lexther – Así es, por lo que tenemos que informar a la organización de todo esto y darte asistencia médica enseguida.
Lexther y Mauro partieron de las ruinas, mientras que en otro rincón en las afueras del Santuario, se encontraban Hedeon, Jereni y Ángelo esperando a que se retiraran los enemigos…
• Hedeon – Bien, ya se fueron, ¿Cómo están esas heridas? ¿Creen que pueden correr tranquilamente?
• Jereni – Ya me siento mejor, puedo seguirte el paso.
• Ángelo – Puedo intentarlo… pero antes tengo que preguntarles, ¿Quiénes son y porque me ayudaron? ¿Todo es por esta armadura?
• Hedeon – Yo soy Hedeon y ella es mi hermana menor, Jereni… Nosotros somos santos en proceso de entrenamiento y fuimos enviados al Santuario para averiguar las desapariciones y misterios que ocurrían dentro del lugar, todo lo demás lo sabrás después, mientras tanto, necesitamos que vengas con nosotros a nuestro refugio para que te vea nuestro Maestro…
• Ángelo – ¡Rayos!, y pensar que mi padre no estaba loco cuando todo el mundo creía que sí, ¡los santos de Athena si existen! ¡Todo esto es una locura! Pero… ¡espera! ¿A dónde dijiste que vamos?
• Jereni – No todo es como tú piensas, la situación está muy difícil para nosotros, por eso necesitamos que vengas con nosotros a la “Cuna de Athena”<Es el nombre del refugio>.
• Ángelo - ¿Cuna de Athena? ¡Pero esperen, mis amigos Colin, Bastean y… maldición, Demian!*se le salen las lágrimas*
• Hedeon – No te preocupes, ellos estarán bien ya que no tienen nada que ver en este asunto, yo mismo les ayudé a escapar del Santuario, además nosotros nos encargaremos de protegerlos, en cambio por tu amigo fallecido, lo siento mucho. Nuestro maestro te informará de todo al llegar.
• Ángelo – Ok, está bien, confío en ustedes.
• Jereni – Bueno, es hora de marchar…
Y así fue como Ángelo, el joven Skater comienza su gran odisea, junto con los hermanos Hedeon y Jereni, iniciaron rumbo al refugio que ellos mismos denominaron, La “Cuna de Athena”. Este lugar se trata de una hermosa catedral que quedó abandonada hace mucho tiempo en las montañas y fuera de vista para la humanidad, varios kilómetros a la afueras de las ruinas del Santuario y cuenta con una bella naturaleza a su alrededor como si se tratara de los mismos Campos Elíseos de la Mitología. Mientras que en otro lugar muy lejano, en Japón, uno de los países más avanzados del mundo, se encontraba una Organización muy reconocida y poderosa que se encarga investigaciones científicas y biológicas, fundada por el multimillonario Masao Matsukuro, este señor la llamó… “La Organización Omega”. Matsukuro oculta algo muy delicado a la sociedad, tras 15 largos años, su Organización había encontrados varias cajas de pandoras con armaduras, polvo de estrellas y testamentos que dejaron como evidencia los santos fallecidos, además de un objeto divino e omnipotente que solo él sabe que es, entonces, Masao se dedicó a experimentar con niños huérfanos de todos los países y es que cuenta con una base subterránea y secreta con la mayor tecnología del mundo con el fin de crear un ejército de santos para sus propios fines.
Después de varias horas, Mauro y Lexther habían llegado a la Organización Omega, pues ellos son miembros de la misma y están listos para presentar los reportes a su jefe, el señor Masao Matsukuro.
• Masao Matsukuro - ¿Y bien, que me han traído esta vez? ¿Por qué han tardado tanto en esta ocasión?
• Lexther – Señor, esta vez ha ocurrido algo realmente inesperado y no pudimos conseguir nada.
• Mauro – Habíamos conseguido una caja de pandora, una armadura de bronce pero…
• Masao Matsukuro - ¡¿pero qué?! ¡¿Dónde está la armadura?!
• Lexther - Aparecieron unos santos de la nada y nos atacaron, señor.
• Masao Matsukuro - ¿Qué dices, que aparecieron unos santos? ¡Eso es imposible! Ósea que… ¿después de tanto tiempo en búsqueda en las ruinas del Santuario, finalmente encontraron una armadura y la perdieron?
• Mauro – Lo sentimos señor, pero demostraron ser poderosos.
• Masao Matsukuro - ¿Estás diciendo que, invierto gigantes cantidades de dinero en máquinas y cuarteles de entrenamiento solo para conseguir unas basuras buenas para nada?
• Lexther - Señor, le prometo que…
• Masao Matsukuro - ¡SILENCIO! ¡Quiero una reunión de todo el grupo de inmediato!
• Lexther y Mauro - ¡SI, SEÑOR!
Los nervios, las dudas y la ira atacaron a Masao al enterarse del regreso de los santos, así que decidió formar una reunión de urgencia para discutir el tema. Mientras que en el cuartel n°4 de entrenamiento, se encontraban un grupo de 3 jóvenes entrenando, pero no se trata de un adiestramiento normal, pues la habitación cuenta con ametralladoras láser y obstáculos que solo pueden darle una muerte segura a quien entra si quiera al lugar, en ello, solo un joven de cabello negro y largo destaca entre el grupo, y esquiva fácilmente todos los disparos y barreras, un muchacho lleno de disciplina y seriedad, su nombre es… Eren Jeager, por otro lado están Tristán e Integra, todos pertenecientes a la organización.
• Computadora – “Stage n°1186 superado con éxito, entrenamiento del día finalizado”.
• Tristán - Maldición Jeager, definitivamente eres el mejor, a ti no te tocó nada de nada, en cambio yo, salí herido del brazo jejeje.
• Integra – Aunque esta vez me lastimé una pierna, solo es cuestión de concentración y práctica, ¿no es así, Jeager?
• Jeager – Tienen que moverse más rápido, sobrepasar la velocidad del sonido.
• Computadora – “¡Atención!¡Atención!¡Se solicita la presencia de todos al cuartel general!”
• Tristán – vaya, ¿Qué querrá el viejo ahora?
• Integra – no lo sé, pero debe ser algo importante, hace tiempo que no nos reúne a todos.
• Jeager – hay que averiguarlo, vamos.
Íntegra, Tristán y Eren se dirigieron al cuartel general donde se encontraron con siete jóvenes más, y entre estos siete están Mauro y Lexther, todos se preguntaban porque estaban allí reunidos, ya que estas reuniones solo son de emergencia. Después de unos minutos había aparecido el señor Masao Matsukuro, dueño y jefe de la Organización Omega con la compañía de un par de escoltas, los 10 jóvenes reunidos al ver la presencia de Masao, formaron una recta como si se tratase de una formación militar.
• Escolta 1 - ¡Atención! El señor Matsukuro les va hablar! ¡Tienen derecho a guardar silencio!
• Matsukuro – Hace tiempo que no los convoco a todos, esto quiere decir que está ocurriendo algo muy preocupante para la organización y todos nosotros. Como todos ustedes saben, hace un par de días había enviado a Mauro y Lexther a una pequeña misión a Grecia, y en el transcurso de su misión en el Santuario, ellos se encontraron con unos supuestos Santos…
• Integra – (¿QUEE? ¿DE QUE TRATA TODO ESTO?)
• Jeager – (mmm, como supuse.)
• Matsukuro – Ellos habían encontrado una armadura más para la organización, sería la n°21 de las 88 que existen, pero esos supuestos Santos los derrotaron fácilmente y se la llevaron…
• Mauro – (¡Maldita sea, que humillación!)
• Matsukuro – Ustedes 10, de los 100 niños huérfanos que la organización pudo conseguir alrededor del mundo, son los únicos que sobrevivieron a todo el proceso de entrenamiento para convertirse en Santos durante 8 años. Deben demostrar que ustedes son los verdaderos santos, nunca habíamos enfrentado esta situación pero… ¡Estamos en Guerra! ¡Por eso los llamé hasta aquí!¡De ahora en adelante entrenaran el doble todos los días! ¡No podemos permitir que nos derroten! ¡Háganlo por quien les dio ese poder que corren por sus venas! ¡Háganlo por su diosa “Omega”! *señala a su derecha*
Masao al terminar su discurso, señaló a su derecha, que se encontraba una especie de trono cibernético, y en él se encontraba una joven muchacha, que emanaba un poder resplandeciente y que la organización había encontrado hace 15 años, pues es su objeto más importante y preciado! Los 10 jóvenes con firmeza y aceptación, al contemplar ese brillo divino que los llenaba de esperanza, se arrodillaron. Para ellos era la diosa “Omega”, la que les brindó fuerzas, más que todo, les dio un sentido para su vida, pero para la Organización y Matsukuro, no era más que una farsa, un engaño, un capricho para poder dominar a los 10 fuertes jóvenes a su gusto y hacer realidad sus malvadas ambiciones.
Por otro lado, finalmente Ángelo, Hedeon y Jereni, pudieron llegar a la catedral, La Cuna de Athena, allí los recibió un pequeño niño rubio de tan solo 10 años, su nombre es Raki, y es el hermano menor de Hedeon y Jereni.
• Raki – ¡JERENIII!¡HEDEEEOOON! ¡al fin llegaron!
• Jereni - ¡Raki! ¡Aquí estamos hermanito!
• Ángelo - ¡Ufffss! ¡Que viaje tan largo!¡no he dormido nada!
• Hedeon – Ya podrás descansar, pero antes tenemos que ver al maestro. Raki, él es Ángelo, es nuestro nuevo compañero, por cierto, él y tu hermana necesitan de algunas hierbas curativas, ¿Por qué no vas a buscar algunas?
• Raki - ¡claro que sí, Hedeon! (el muchacho tiene una caja de pandora con él, ¿acaso?...)
• Jereni – Raki ¿Dónde está el maestro?
• Raki – ¡El maestro está adentro! ¡Bueno, iré a buscar las hierbas!
• Ángelo – Hedeon, le dijiste a tu hermanito que soy su nuevo compañero, dime… ¿Por qué estoy aquí realmente?
• Hedeon – vaya que eres testarudo, eso te lo dirá el maestro, ¡entremos!
Entonces los tres deciden entrar a la catedral, a la Cuna de Athena, un lugar tan bello que hasta los mismos dioses contemplarían de ella, a la vista del frente se aprecia un altar con la imagen de una diosa, brindando cobijo a muchos jóvenes, es la misma Athena ofreciendo protección a sus Santos. Frente al Altar se encontraba un hombre meditando, se trataba del Maestro de Hedeon, Jereni y Raki, quien estaba arrodillado, unos minutos después, el hombre se levanta y se dirige hacia Ángelo.
• Maestro – así que, ¿quieres saber porque estás aquí?
• Ángelo – ¡S-si!
• Maestro – Bien, estás aquí porque necesitamos jóvenes como tú, Ángelo… jóvenes valientes dispuestos a crear el bien y luchar por la justicia, ¡cambiar este mundo y protegerlo de todo mal!
• Ángelo – no me lo creo…
• Maestro – no lo crees, pero este es tu destino, por eso es que fuiste al Santuario, por eso es que llevas todavía esa armadura contigo, porque tú naciste bajo esa estrella que te protege, ¡tu destino es ser un Santo!
• Hedeon - ¡Únete a nosotros y ayúdanos a proteger el mundo que nuestra diosa nos ha dejado!
• Ángelo – ¿yo, un Santo de Athena?
• Maestro – ¡Así es!¡Tu destino es pertenecer a la nueva legión de Santos que Athena me ha encomendado para proteger la paz de la tierra!
• Jereni – ¿Qué dices Ángelo, estás dispuesto a dar tu vida por la paz?
Ángelo no se creía lo que estaba viviendo en este momento, estaba totalmente asombrado, aterrorizado, emocionado, eran miles las emociones que el sentía, no tenía palabras ni si quiera para responder, pero luego unos pensamientos dominaron su mente por completo; las miles de muertes a diario, el accidente que ocasionó la muerte de su madre, la desaparición de su padre, el vil asesinato de su amigo Demian, el no poder proteger a sus amigos ni a nadie más, por pensar que era débil… ¡Se habían incrementado por millones sus ganas de luchar por la justicia!
• Ángelo – Y-yo… si quiero… ¡quiero pertenecer a la nueva legión de santos! ¡QUIERO PROTEGER ESTE MUNDO!¡QUIERO SERVIR A ATHENA!
• Maestro – Bien, entonces descansa por hoy, porque a partir de mañana comenzará tu entrenamiento, ¡un entrenamiento que tomará varios años!¡ y luego, definitivamente serás el Santo de Lionnet! <Lionnet = León Menor>
• Ángelo – El santo de Lionnet, así que esta armadura es la del León Menor, la constelación que me protege… ¡Por cierto, Maestro!
• Maestro - ¿Si, Ángelo?
• Ángelo - ¿Cuál es su nombre?
• Maestro – Ah… Mi nombre es Kiki.
¡Continuará!