Debido a que me encuentro preparando un MUN para el próximo mes de enero, no he tenido tiempo de intervenir en este tema. Primeramente felicito a los argentinos, que de manera cívica han tomado la decisión soberana sobre su destino y confío en que la Divina Providencia guíe a quienes, junto a Macri, conducirán a su país los próximos años. Es mi deseo que logren superar los males que los aquejan y que, más temprano que tarde, puedan sentirse satisfechos con su situación.
Es paradójico y me imagino que ya muchos aquí lo han visto, que ahora que Macri es presidente electo, desde los países con gobiernos "progres", particularmente el mío, ya han empezado a calificarlo de "lacayo del imperio", "seguidor de instrucciones de Washington" y demás perlas sesentosas. Es increíble en verdad cómo estas personas pretenden ser los más prístinos, puros y éticos, mientras que quienes no siguen su perniciosa y totalitaria ideología son automáticamente tildados de "cachorros del imperio", "malinches", "cipayos" y un largo etcétera, mientras sus detractores corren a retratarse con la Momia Recalentada de La Habana y su hermano, verdaderos hampones y asesinos.
Es algo molesto, me recuerda la "despedida" de Pepe Mujica de Luis Almagro, porque "tomó otro camino", no puedo dejar de preguntar quién les confirió el monopolio de la honestidad a esta gente, quien certificó que ellos son los únicos con principios...
Para más inri, tengo entendido que ya se preparan protestas contra Macri el día de su asunción, por los mismos que siempre argumentan que "no los dejan trabajar" -pese a controlar todos los poderes- para justificar su incapacidad. Toda la suerte del mundo a Macri y a los argentinos.
Saludos Cordiales.