SKIN © XR3X

Jump to content

* * * * * 2 votos

Némesis Divino I: El juicio de las Horas


  • Por favor, entra en tu cuenta para responder
549 respuestas a este tema

#441 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,539 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 04 marzo 2016 - 21:52

Ah, bueno, no tomé atención en el apellido de Kishut (o más bien sí, pero lo olvidé al leer la técnica. My bad).

 

Con respecto a lo de Omega, Yuna cuando niña era una ladrona que vivía sola, un día se roba un pan y la atrapan, pero Pavlin, su futura maestra, paga lo que robó y se vuelve su madre sustituta. Por lo tanto, TOEI te copió :)


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#442 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 04 marzo 2016 - 23:01

Gracias por la aclaración. No me acordaba de nada. Supongo que son escenas muy recurrentes. Bueno, me marcho ya a dormir. Casi conseguí terminar el capítulo 20, así que muy seguro que el día 14 no me salte el plazo de entrega. 

 

Buenas noches y un abrazo. ¡Yunas para todos!


f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#443 ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

    The Digger

  • 7,050 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Geminis
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 05 marzo 2016 - 07:34

Ya sabes que a ti, aparte de tu buena mano para escribir, te tengo aprecio.

 

Sin embargo, esperaba algo más de la batalla entre hermanos (j*der, sí que voy retrasado). Es sábado por la mañana y me ha atacado un gripazo de la hostia, así que me ha quedado tiempo para leer el capítulo 3 entero. ¡Bien, ya avanzo como una tortuga en vez de como una piedra movida por el viento!

 

La "victoria" de Iskandar la veía yo venir a la legua, la verdad. No sé por qué, sabía que en el último momento algo impulsaría a Ístvan a dejarse golpear como Sparring. El poder de los sentimientos hacia un familiar querido y... y eso. Todo muy bonito, muy sentimental y muy Saint Seiya, ¿sabe usté? Ojo piojo, que no estoy diciendo que esté mal. 

 

Ístvan me gustaba mucho más al principio: era duro, era carismático, era j*didamente malo y cabr*n. Sin embargo, ese impulso que te llevó a hacerlo más "humano" es quizás (para mí) el punto de inflexión de un personaje que, a primera vista, era el reflejo del mayor hijo de p*ta que había leído. Estoy completamente de acuerdo que si a un personaje le quitamos la humanidad y la bondad, se convierte en, simplemente, otro malote más. Pero no: Ístvan lucía diferente. Era un desgraciadoazo de los grandes. Quizás me esté equivocando en cómo originalmente era él, pero me gustaba como antes.

 

Ortográficamente ya no te voy a referir nada. Se te coló uno de esos "sólo" tuyos que tanta queja te produce. Por otra parte, creo que eres de los que mejor escribe de este lugar, aunque, sin duda, tienes unos altibajos impresionantes. Puedes hacer un capítulo que me deje con ganas de seguir leyendo o puedes provocar en mí lo que haría un millón de pastillas para dormir. Supongo que tú siempre intentarás hacer los primeros, pero algunas veces, para dar a entender la historia, tienes que "dormir" un poco el ritmo.

 

Con esto llegamos a una conclusión. A pesar de todo lo que te he contado, el 3 se pone (por el momento) como mejor capítulo de tu historia hasta ahora. Tanto la primera parte como la segunda satisficieron mis necesidades y mi interés. Contigo sé que no va a ser de esa forma siempre, pero me conformo con leer algo de calidad (a veces, otras, el ladrillo es tan grande que lo dejo para otro momento).

 

Un saludo, compañero.


ib5Zs2uw_o.gif

Pincha en la foto para leer Rosas desde el Siglo XVIII

Ranking de resistencia dorada


#444 unikron

unikron

    el iluminado

  • 5,760 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Desde:
Iquique, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 05 marzo 2016 - 13:43

el patriarca sabe como controlar al molesto baltasaros y alisha con sus actitudes parece que si sintiera algo por pegaso y no lo quiere reconocer y el patriarca tambien lo encuentro un poco parecido al viejo de mi fic superficialmente parece alguien seguro y duro que hara lo que sea por el bien mayor sin importarle nada pero en el fondo se odia y se considera asi mismo un monstruo conlal diferencia que no es un demente 



#445 Patriarca 8

Patriarca 8

    Miembro de honor

  • 16,112 mensajes
Pais:
Peru
Sexo:
Masculino
Signo:
Cancer
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 06 marzo 2016 - 14:10

-Lo bueno:

 

-Pensé que éramos amigos-------Baltsarós  esta como Iron man XD

 

-Los pensamientos trol de Alisha--------¡Es él el que está detrás de mí, el muy idiota! ¡Por eso no

dejará nunca de ser un perro faldero! -----que me late que todas las athenas piensan asi sobre los caballeros de pegaso y los de unicornio JAJAJA

 

-Capricornio parece también ser estratega durante sus combates

 

-el poder que desplegó Tritos

 

-los Astra Planeta  al parecer seran como los titanes del episodio G

 

-la historia de la niñez de  Kishut es similar a la de algunos personajes

 

canonicos e incanonicos de fics pero aun asi sigue siendo una buena historia sobre

 

el huerfano cuyo destino cambia al conocer alguien que lo ayuda

 

 

 

 

-Lo malo:

 

-¿Que es la  Raza de Plata?

 

-¿Cual es el efecto de la técnica: Mar de la Reminiscencia ?


fwoTpjp.pngd2846x5-c33eb060-952a-40e4-b79b-ac99f8b9

 

 

 


#446 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 06 marzo 2016 - 23:02

Viendo que tengo insomnio y que esto va para largo, voy a responder vuestros maravillosos comentarios. Muchas gracias por estar ahí, amigos. 

 

GÉMINI

 

Al final me pasé el día en cama con la garganta fastidiada y el pecho... bueno, me suena como un acordeón cada vez que respiro. Pero tranquilo, que mañana trataré de tener tu capítulo por todos los medios. Te respondo en spoiler, jefe. 

 

Spoiler

 

Otro saludo para ti y gracias por tu sinceridad, amigo. Ahí seguiré, intentando mejorar. Y si no, pos ladrillos pa construir una casa, que a día de hoy ya no se puede comprar por dinero.  :t420:

 

UNIKRON

 

Gracias por tu lectura, mi amigo. 

 

Spoiler

 

Un abrazo, jefe. Y enhorabuena por tu triunfo en la dinámica. 

 

T-800

 

1.- Nunca vi Iron man... pero creo que me puedo hacer una idea de lo que dices. En el fondo, el león se merece no ser tomado en serio. Contesto en spoiler lo que resta.

 

Spoiler

 

Un gran abrazo, T-800. Nos vemos pronto en la dinámica. Y ya mismo terminaré esta temporada del fic. ¡Sí! 


Editado por Killcrom, 06 marzo 2016 - 23:03 .

f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#447 Lunatic BoltSpectrum

Lunatic BoltSpectrum

    ¡Sagrado corazón de Jesús en vos confío!

  • 3,244 mensajes
Pais:
Colombia
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
1
Total:
1

Publicado 08 marzo 2016 - 20:02

al fin al dia :)

 

me lei lo que faltaba una parte del 18 (creo)  el 19 y lo que va del 20

 

como siempre excelentes capitulos, en todos  las peleas estuvieron geniales

 

esperando la pronta continuacion 

 

saludos

 

:s50:



#448 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 10 marzo 2016 - 14:40

al fin al dia :)

 

me lei lo que faltaba una parte del 18 (creo)  el 19 y lo que va del 20

 

como siempre excelentes capitulos, en todos  las peleas estuvieron geniales

 

esperando la pronta continuacion 

 

saludos

 

:s50:

 

Muchas gracias por tu lectura, buen amigo. Espero que el desenlace de este arco sea de tu agrado... ¡y que el siguiente sea aún mejor! 

 

Un abrazo.


Editado por Killcrom, 10 marzo 2016 - 19:32 .

f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#449 Morongo

Morongo

    Escuadrón anti lectura selectiva

  • 905 mensajes
Pais:
Mexico
Sexo:
Masculino
Signo:
Aries
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 10 marzo 2016 - 20:46

Killcrom! Gran capítulo. La verdad es que me encantó la golpiza que le dieron a Kishut, me empezaba a caer un poco mal el viejo y lo bajaron de su nube a ch1ngadazos! Jaja

Alisha va a terminar de novia a escondidas con el pegaso y en pleno besote se va a acordar de todo lo que hizo con su tío Hades ;)

Los muros indestructibles, se llevan el cadaver del viejo cochino, la importancia del medallón (o de Hades en esta manzana), la novia de Leo, los poderes de los Astra Planeta tan imponentes (pero pueden ser dañados)... Algo estás tramando! Jaja

Espero el siguiente capítulo con ansias que presiento que se van a terminar de atar algunos cabos que tengo en la mente.

Saludos!

XcCMMry.jpg?1

 

                                                                                                       :aiacos: :golpe:                                                                                         

          :s7: :s67: :s83:


#450 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 11 marzo 2016 - 14:20

¡Saludos, Morongo!

 

Gracias por tus palabras. Esta primera parte del capítulo 20 fue algo cortita porque la que viene será extensísima. Calculo unas 9000 palabras. Pero es lo que necesito para terminar el arco argumental, ya que no estoy dispuesto a prolongarlo otro capítulo más. 

 

Sobre el resto del comentario, lo escribo en spoiler

 

Spoiler

 

Muchas gracias y un abrazo. 


f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#451 ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

    The Digger

  • 7,050 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Geminis
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 marzo 2016 - 15:29

Siempre sorprendiendo con tus cambios de guion, ¿ah? Es irónico, pues tú eres Átropos, ya que manejas los hilos de todo lo que sucede en Némesis Divino. ¿No, no? Vale, dejemos las conjeturas estúpidas a un lado.

 

Cuando me dijiste que tendría una "violación de mente" no me esperaba ni mucho menos algo del calibre en el que lo has puesto. ¿Estás de coña, una p*ta gorgona apareciendo ahí de la nada porque necesita la ayuda de un mortal? Hombre, no me j*das. Nunca me hubiese puesto en la situación de pensar "wow, seguro que ahora aparece un dios, se lleva a Iskandar a la tercera dimensión y ahora es el perrito faldero de una vieja fea y altanera. Mi más sincera enhorabuena; si querías sorprenderme, lo has logrado. Tal y como dices, Átropos es, además, la Hermana del Destino que termina la vida de los seres humanos con solo desearlo. En cierto modo, y por la aparición de esta, también espero la salida de Cloto y de Láquesis; la tejedora y la creadora. Seguro que tú me entiendes. Aunque también puede ser que me esté marcando aquí la g*lipollez del siglo. Pero bueno, chiquillo...

 

Tus altibajos están resultando en altialtos, ¿eh? Van dos buenos capítulos seguidos. Te estabas luciendo en ese momento. Si te soy sincero, y si no me pongo demasiado estupendo, me estoy enganchado a esto que vendes. No me cuadra del todo eso de que una diosa, o una moira en este caso, necesite ayuda de un mortal. Supongo que eso se ve corregido cuando Átropos lleva al necio Iskandar a otra dimensión, pues necesita la ayuda del escorpión celeste, que tiene que actuar en su nombre. Llevas unas cuantas cartas sacadas de la manga así con picardía. Tienes uno de los mejores guiones, sino el mejor, de este lugar perdido de la mano de Dios. Te felicito, mi estimado compañero, e intento aprender lo máximo posible. 

 

Referente a la ortografía... ¿qué te voy a decir? Perfecta as always. Leerte siempre me da esa sensación de perfección que solo alcanzo con títulos "profesionales". Sin ser muy pelota, tampoco voy a llamarte Dios. Supongo que saco tiempo de debajo de las piedras para leeros a todos. A ti te dedico un tiempillo extra porque me interesa bastante el contenido de esta locura que te estás marcando, ojú. Sinceramente, y cambiando de nuevo de tercio, si Iskandar sigue comportándose como un j*dido niñato inmaduro, quizás le rompa la boca de un cabezazo. Me pone nervioso su arrogancia... pero pensándolo bien, ¡esto es Saint Seiya!

 

Vémonos.


ib5Zs2uw_o.gif

Pincha en la foto para leer Rosas desde el Siglo XVIII

Ranking de resistencia dorada


#452 ALFREDO

ALFREDO

    Miembro de honor

  • 2,665 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Libra
Desde:
Arica, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 20 marzo 2016 - 12:32

Hola Killcrom, he podido avanzar al capítulo 17.- Parte 2. En horabuena, este capitulo me gusto más que el anterior, será por la tensión del momento y no el enfoque tanto en el ambiente y la transición, pues estabas presentando a los personajes del relato, en el cap anterior, pero aun asi debo decir q algunas escenas estaban innecesarias como las dudas de alisha de lapislázuli, a quien le puede importar XD

 

Bueno el telkine duro poco pero su participación fue buena, no dejo cabo suelto, excepto los de costumbre, que espero se resuelvan más adelante. Como quien le otorgo sus poderes si el de él, Zeus se los otorgo a los astra planetas, fue lo q entendí…

Me deja la duda sobre el nivel de esta criatura, por lo que vi es inferior a un dios como tanatos, pero algo superior a un dorado ordinario. Istvan terminó exhausto por ello.

Luego la escena en el templo, las acusaciones sobre la posible traición de ballena, estaba tan tensa q nadie sintió las enormes explosiones de afuera XD, creo q el telkine hizo algo antes no?... Lo q si nose por qué escribes algunos diálogos con palabras raras, creo q te complicas mucho deberías dejarlo todo en español..

 

Bueno espero q el siguiente sea el último pues el relato creo q se está extendiendo y ya es tiempo de q algo suceda en el presente jeje. Nos vemos por tu fic o el mío.


Editado por ALFREDO, 20 marzo 2016 - 12:33 .

fics2017_escena_sadica_by_bytalaris-dazo

FANFIC: La condenación de los caballeros de Athena

Capitulo final N°66.- Publicado!

Fichas de personajes


#453 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 09 abril 2016 - 09:10

GÉMINI PENTAGRAM

 

Vaya, te has cambiado el nombre de usuario... No lo habría imaginado... Perdón por la demora en responder, ya te dije que me iba de "vagaciones". ¡Vamos a por tu comentario!

 

Spoiler

 

Abrazo, bro. Y escribe.

 

ALFREDO

 

¡Muy buenas, don Alfredo!

 

Gracias por tomarte el tiempo de leerme. Siento haber tardado tanto en responderte. Te digo como a Gémini (Pentagram): he estado de "vagaciones" de Pascua.

 

Spoiler

 

Espero que nos veamos en tu fic, que ya me va tocando pasarme por él. Un gran abrazo y gracias, amigo Alfredo.

 


f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#454 ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

ℙentagrλm ♓Sнσgōкι

    The Digger

  • 7,050 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Geminis
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 14 abril 2016 - 12:18

Wooooooooooooow... that was... insane.

 

¡Mi compañero Killcrom! He vuelto, a la par que tú, para seguir con Némesis Divino I, como prometí. Más rápido inclusive de lo que suelo hacerlo. Deberías estar halagado.

 

Termino de leer el capítulo V del todo y me encuentro con un final digno de película. ¡Pero no película de esas que ponen en Antena 3 los sábados a la tarde, no! Sino una intrigante y con un par de pelotas para poner encima de la mesa una idea muy bien desarrollada. 

 

Primero de todo, yo, ni en mis sueños más locos (ya sabes, esos en los que pasa de todo sin querer) hubiese imaginado semejante follada mental. Ya con lo de Átropos me descolocaste de la manera, porque no me esperaba algo como eso. Fue tan... inesperado, que me llevé una sorpresa. De momento, es pronto para prever si este giro inesperado de los acontecimientos es algo que me va a atraer a la historia. Pero por ahora, vamos a decir que... bien. Átropos es una diosa en sus trece, ya sabes: mala, poderosa y avariciosa, como el 100% de estos excepto Atenea. Iskandar ha sido como un auténtico tanque: ha resistido más que Sísifo en Lost Canvas. Su propia Antares, dos ataques de la Moira y los hilos de plata haciendo escorpión a la plancha. Menos mal que has aclarado que, a esas alturas, debería estar muerto, porque sino iba a basar una gran parte de este comentario en ese pequeño dato.

 

Sí, bien, vale. Tenemos al héroe dándolo todo en una situación desesperada que es imposible que venza. Una diosa engañando a un humano y a la chica que será salvada. Todo tópicos hasta que llegamos al punto: ¡Ajá, ella no sobrevive! Giro en la trama que hace subir el listón. Como bien sabemos, al gran Kuru le gusta hacer de las suyas inventándose tramas enrevesadas o cambios inesperados en algo. Me ha sabido muy bien esa rotura de lo clásico, esa distinción con la ética de salvar a la chica cueste lo que cueste. Iskandar no pudo salvar a la chica, ¡y eso es algo que te agradezco! Para serte sincero, hubiese odiado que se salvase. Conseguir salvarse de esa manera me resultaría completamente irreal. Aunque ya sabemos que el poder de un humano puede alzarse hasta el infinito, pues no sé yo sí esto estaría bien visto. Para mí, al menos, sería incongruente.

 

Y hablando del rey de Roma... Iskandar... Tenemos que hablar. Pasando de que es un dorado que lucha por conseguir lo que a él le parece justo (y nunca mejor dicho porque se ha pasado todas las leyes del Santuario por el forro de los c*jones básicamente) lo veo taaaaan topicazo... Su hermano Ístvan es mil veces mejor. Y sí, ya sé que te comenté que Ístvan es un desgraciado, y que no sé qué... ¡pero para un personaje es mucho más importante transmitir odio que indiferencia! He ahí la base para hacer un gran personaje. La historia de dos hermanos separados por algún motivo que seguro explicarás y que, por desgracia, nunca pudieron ser felices de nuevo. ¡Ooooh, pero qué putada, qué maldición! Al menos para mí es bueno. Me encantaría ver una pelea en conjunto de esos dos, la verdad. O un diálogo interesante, más que un pequeño intercambio de palabras que diga "eres un j*dido egoísta, Iskandar" (concuerdo con él).

 

En fin. De la redacción no te voy a hablar porque qué te voy a contar que ya no sepas, como le dije a Rexo.

 

Un saludo compañero.


ib5Zs2uw_o.gif

Pincha en la foto para leer Rosas desde el Siglo XVIII

Ranking de resistencia dorada


#455 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 14 abril 2016 - 16:30

Pentagram

 

Se me hace raro usar ese nuevo nombre. Suena raro... Para mí seguirás siendo Gémini. Lo 100to.

 

Lo primero, darte las gracias por pasearte por aquí. Ya sabes, te respondo en spoiler por si alguien no va al día.

 

Spoiler

 

Un abrazo, Pen... Gémini. 

 

--------------------

 

Ahora llegó el momento de publicar el resto del capítulo 20 de Némesis Divino. Con este capítulo, termina el arco de los 4 Grandes oficialmente. Como veréis, queda un pequeño cabo suelto -sin entrar en spoilers-. Lo he dejado así a caso hecho, pues el volumen de este capítulo es excesivo y, como medida extraordinaria, he decidido mover ese "cabo suelto" al inicio del capítulo 21, ya escrito y a falta de revisión.

 

¡Sin más, vamos a ello! Con ustedes, la última gran batalla de la primera temporada de Némesis Divino.

 

RESUMEN DEL CAPÍTULO 20, PARTE 1

 

Spoiler

 

PERSONAJES RELEVANTES

 

Kishut: el Sumo Sacerdote del Santuario de Atenea y caballero de Capricornio. Aficionado al vino y la lectura.

Tritos: verdadera identidad del usurpador del cuerpo de Fionn de Ballena. ¿Cuáles serán sus intenciones?

 

dr86fr.jpg

(Capítulo 20: parte 2 de 2)

 

Se podía escuchar la voz del viento entre las callejuelas de la maltrecha y solitaria Sinigrado. Todo muro, ya fuera de edificios o de las propias murallas, lucía medio caído o a punto de desplomarse. Y el frío, rey del manto de cadáveres, de la nieve ensangrentada y los escombros helados, se hacía más y más intenso.

 

Las ocho estructuras erguidas que eran los Pilares Astrales se elevaban como torres de huesos negros y esmeralda por entre las ruinas. Tritos no dejaba de moverse de un lado a otro sin perderlas de vista. Parecía buscar algo: una posición lo más centrada posible entre ellos. Pero el otrora gran palacio, ahora destruido, le impedía ver el más lejano de los pilares. Chistó, resignado, con el medallón de Hades entre los dedos.

 

«¿De verdad este es el mejor sitio? Las líneas ley[1] de Sinigrado han quedado demasiado debilitadas como para beneficiarme de ellas. Traer a mis hermanos a este mundo llevará algo más de tiempo del que esperaba —se dijo, frunciendo el ceño—. Bueno, tampoco es que tenga nada mejor que hacer. Quizá no debí encerrar al dorado tan rápido… —suspiró.»

 

Tritos miró la reliquia con indiferencia y cerró las manos para calentarlas con el vapor de su aliento. Sin pensarlo más, lanzó el medallón al aire y lo sostuvo en las alturas con una débil ráfaga de cosmos de su dedo índice. Al chasquido inmediato que hizo, una pequeña esfera verde envolvió el artefacto, que empezó a irradiar energía, vibrando. Pequeños rayitos turquesa comenzaron a centellear por la superficie, haciéndose más y más grandes e intensos conforme restallaban una y otra vez. Los chispazos no tardaron en clavarse en el suelo y agrietarlo. Parecían descontrolados, cavando surcos en la piedra como ansiosos por encontrar algo a lo que aferrarse.

 

«Bien. Ahora solo falta comenzar con los nexos de energía. El ritual debe comenzar… —se dijo Neptuno, concentrado.»

 

Letras_1.jpg

 

Cuando el caballero astral pronunció aquellas palabras retorcidas e ininteligibles, parecidas a sonidos guturales y toscos, se incendió su cosmos. Como un imán, los relámpagos verdes empezaron a lamerle, atraídos. Alzó los brazos y el poder escaló por ellos, erizándole el pelo. A su grito, un destello tronante dividió y desvió la energía en las ocho direcciones en que estaban los obeliscos, empoderándolos. Empezaron a palpitar con vida propia, dibujando un entramado parecido a una telaraña de hilos gruesos, chispeantes y temblorosos sobre Sinigrado.

 

«Bien, el cosmos almacenado en el medallón ya ha empezado a fluir. Ahora, la dýnamis

 

El guerrero de Neptuno buscó algo en el bolsillo de su pantalón negro y lo sacó. Se trataba de una pequeña esfera, algo parecido a una semilla del tamaño de una canica. La sostuvo en su mano y miró hacia arriba, donde la estrella de Hades no paraba de emitir aquellos rayos de cosmos puro.

 

Letras_2.jpg

 

»¡Allá va! —dijo antes de lanzarla con todas sus fuerzas.

 

La semilla impactó con el medallón provocando un estallido que ascendió como una navaja, rasgando el cielo hasta las estrellas. En mitad del negror del firmamento se abrió una brecha roja; una herida latente que empezó a rezumar un líquido viscoso y oscuro sobre el colgante de estrella. Esta emitió un fragor bramante. Los relámpagos turquesa que caían sobre los vértices de los obeliscos se potenciaron, convirtiéndose en ríos de energía cósmica y dýnamis.

 

El suelo tembló y Tritos, extrañado, miró hacia el palacio derruido. No lo podía creer; se dibujó una mueca de sorpresa en sus labios. Para su sorpresa, varios haces de luz rasgaron el maltrecho suelo de la estructura, destrozándolo y esparciéndolo por todas partes. Tras la nube de polvo y cascajos y ecos de piedras, la silueta de Kishut, con el brazo erguido en horizontal, apareció.

 

—¡No me lo creo! ¡Sorprendente! —se maravilló el astral, que veía cómo el semblante del santo dorado se mantenía firme y desafiante. Parecía incluso haberse recuperado de las heridas y restaurado su cosmos.

 

Por su parte, Kishut caminaba despacio, oteando el terreno devastado en que se había convertido la Ciudad Azul. Buscaba explicación para las cadenas de relámpagos verdosos que alimentaban los obeliscos de sombras:

 

«¿Qué es esta cúpula extraña? Está desviando poder a los pilares… —pensó preocupado, pues el flujo de energía era constante y fuerte.»

 

—No esperaba que fueses a librarte del Mar de la Reminiscencia con tanta facilidad, Kishut de Capricornio. Sin duda eres un hombre poderoso, poco apegado al pasado… De lo contrario te habrías quedado ahí un buen rato, o quizás toda la eternidad, y no habrías podido descansar en la muerte nunca, nunca jamás —explicó Tritos, asintiendo como con aprobación—. ¿Y qué hay del dolor? ¿Cómo puedes mantenerte tan entero después de la paliza que te he dado? Sin duda, eres el más fuerte de los santos dorados que vinieron contigo —elogió.

 

—No seas estúpido. Los Cuatro Grandes somos iguales en todo. Somos como hermanos —respondió el Patriarca con dos dedos sobre el mentón barbudo. Su mirada, afilada, apresó al astral—. Lo último que necesitas es halagarme.

 

»Supongo que necesitabas el medallón para desviar su poder a los obeliscos, ¿correcto? —inquirió—. No voy a permitirlo…

 

—¿Y qué vas a hacer? ¿Pedirme por favor que me detenga? —se rio Tritos. Aquella sonrisa amplia provocó asco a Kishut, quien frunció el ceño y ladeó la cabeza, enfadado—. ¿Qué pretendes, Capricornio? ¿Has venido a morir? No vas a impedir el advenimiento de mis hermanos. Es imposible.

 

«¿Qué le ocurre a su armadura? —observó el astral mientras hablaba. La prenda dorada tenía un parche grisáceo en una pernera, como si se hubiera apagado la vida de la armadura tan solo en esa zona.»

 

—Naturalmente, voy a matarte —replicó Capricornio con la guardia alzada e irguiendo el cuerpo. No sentía dolor. Era la primera vez que utilizaba ese recurso secreto en casi tres décadas…

 

Pero el santo no pudo lanzarse al ataque. Uno de los ocho pilares, el más cercano, empezó a agrietarse para su sorpresa. Primero cayeron lascas, luego trozos de piedra hasta por fin colapsar sobre la nieve, dejando al descubierto una desagradable sorpresa.

 

—¡Maravilloso! —señaló Neptuno, pletórico—. Mi alba necesitaba menos tiempo. ¡Al fin y al cabo, yo sí estoy ya en esta dimensión! Ya me estaba cansando llevar esta camisa rota…

 

—¿Esa es tu…?

 

La prenda irradiaba una energía vastísima, incontrolable. Ensamblada y sumergida en una esfera de cosmos traslúcido, tenía forma de tritón[2]. Las piezas parecían sumergirse en un mar infinito de líneas y círculos ornamentales.

 

—¡Así es! ¡Nosotros también tenemos armaduras! ¡Siente el terror, Capricornio! —gritó, indicando a su prenda que le revistiese.

 

A sus órdenes, el ropaje se desarticuló en incontables piezas, que trazaron un arco  de luz hasta llegar al cuerpo de Tritos. Rápido, fue envestido.

 

El aspecto brutal de la prenda de guerra intimidó al Patriarca: las piezas, una vez sobre el cuerpo de Tritos, le hacían parecer un arrecife de coral viviente. Los grabados en cada una de ellas eran fractales sin fin; arquivoltas que la decoraban, sobrecargándola de motivos circulares que se repetían a una escala cada vez menor hasta el infinito. Además, la armadura no dejaba espacio alguno al descubierto. Desde las perneras, rodilleras y falda, que cubrían todo, hasta la coraza, una superposición de cuatro placas en forma acuñada. Por último, las hombreras eran como caracolas que giraban y se retorcían buscando un centro inalcanzable. La corona le protegía la cabeza y exponía una gema azul, redonda y viva.

 

«¿Qué es este cosmos? —La sensación que le recorría las extremidades le superaba. Sudores fríos, temblores, incluso angustia. Kishut notó que la mera presencia de aquel hombre con su armadura era muy superior a lo que jamás había sentido; a lo que jamás había pensado que llegaría a sentir.»

 

—Bueno, ya estamos en igualdad de condiciones —dijo Tritos, que había perdido la sonrisa y ahora escudriñaba a Kishut con la mirada—. Para serte sincero, no pensaba que lograrías escapar de mi prisión. Ya da igual; ya no hay vuelta atrás. No interferirás con mis planes. Pero antes, déjame explicarte sobre Neptuno… ¿Sabes qué es Neptuno? ¿Sabes qué somos los Astra Planeta?

 

—No me interesa. Es momento de pelear. ¡No puedo permitirme el lujo de perder tiempo! —exclamó el Pontífice, ocultando su temor al sentir la amenazante presencia del enemigo. Además, el resto de obeliscos seguían siendo potenciados. Y es que el medallón de Hades estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos… Si en verdad era el catalizador, tenía que hacerse con él. «¡O destruirlo!»

 

—Los caballeros astrales somos campeones divinos cuyo poder viene directamente de los dioses del Olimpo. Compartimos su dýnamis, que como bien debes saber, es la fuerza de los dioses; el puro movimiento. Algo tan complejo que no puedo explicarte.

 

»Cada uno de nosotros posee el poder vital de un planeta. Aunque en tu época solo conozcáis unos pocos, existen más planetas en este Sistema Solar. Solo para tu información —rio al hablar, notando que Kishut se veía en verdad abrumado a pesar de que intentaba mantener el tipo—, te diré que existen doce planetas que orbitan alrededor del sol.

 

»Vosotros conocéis Mercurio.

 

—Cállate de una maldita vez… —masculló el Pontífice, nervioso bajo su cloth.

 

—Sabéis también de Venus, Gaia, Marte, Júpiter y Saturno.

 

—¡No me interesa! ¡Cállate y ataca! —repitió. No sabía si le temblaban las piernas por la adrenalina o su propia inseguridad. ¿Cómo podría frenarle? ¡Si tan solo le dejase pensar en paz!

 

—Si es que llegáis al siglo XVIII, Urano será descubierto. Y mi Neptuno, en el siglo XIX. Plutón, que no es más que una pelotita, será reconocido en el siglo XX. En torno al año 2005, Eris también: otra minucia.

 

»Nibiru, aunque era conocido ya por los antiguos sumerios y por supuesto por nosotros los atlantes, será redescubierto en 2018. El último planeta es Theia, destruido durante la formación de Gaia y dando lugar a parte de vuestra luna. ¡La tragedia cayó en este mundo! Literal, amigo…

 

—¡Ya te he dicho que no es momento de hablar! —protestó Kishut.

 

—¿Y por qué no me atacas, entonces? Yo aún tengo que esperar hasta que mis hermanos salgan del cascarón —se mofó—. Puedo decirte más cosas del futuro. Así no necesitarás fingir que no tienes miedo. Mientras no intervengas, hasta podemos ser amigos… ¿Quieres ver Neptuno? —inquirió, alzando los brazos.

 

»¡Esfera Neptuno, devora este lugar con tus fauces!

 

Para sorpresa del Sumo Sacerdote, en el cielo, sobre los rayos verdes, comenzó a aparecer una silueta circular tan grande que acaparaba casi la toda la bóveda celeste. Era un planeta azul, descomunal, como cubierto por un océano profundo y con una mancha negruzca parecida a un ojo en el ecuador. Su aspecto insólito le resultó tanto siniestro como sobrecogedor; una maravilla de la naturaleza sublime, inabarcable para la simple capacidad de los hombres… Un planeta.

 

Las ruinas de Sinigrado fueron teñidas de añil, como abrazadas por los rayos del sol azur y cercano que parecía el masivo mundo.

 

Alrededor del cuerpo del astral aparecieron ocho llamitas del mismo tono que Neptuno. Comenzaron a orbitarle.

 

—¿Q- qué es esto? —El santo seguía paralizado de la impresión; una belleza que le arrancaba del alma el más inmenso de los pavores. En verdad, la presencia de su enemigo era ya de por sí apabullante. Sumándole el espectáculo del planeta, sentía el corazón encogérsele.

 

—Es mi planeta. Eso es Neptuno, como te dije. He llamado a mi esfera. Sus puertas se irán abriendo poco a poco, convirtiendo este campo de batalla en un terreno que me favorecerá. Pronto comenzará a desaparecer el oxígeno y no podrás utilizar tu cosmos.

 

»¿Ves las llamas que me rodean? Son ocho. Tienes ocho minutos para derrotarme y detener el advenimiento de mis hermanos, si es que eres siquiera capaz de tocarme, pues una vez visto mi alba y las puertas de Neptuno se abren, mi poder es igual al de un semidiós. Ocho minutos para impedirlo.

 

»¿Qué harás, Kishut de Capricornio? ¡Te lo pondré fácil! ¡Vete o muere! —gritó el caballero astral, alzando la guardia—. Esta vez no tendré miramientos. —Sus ojos, abiertos de par en par, desvelaron la naturaleza brutal de Tritos—. ¡Bienvenido al fin de tus días! —rio histriónico—. ¡Amo esto! ¡La desesperación más pura te desgarrará el alma sin que puedas hacer nada!

 

El guerrero de Atenea trató de calmar su tensión. Si seguía intimidándose, tendría aún menos opciones. Optó por alzar su brazo derecho, amenazando con Excalibur a Tritos, quien no esperó más y se arrojó en volandas contra él. Ambos chocaron en una danza cuerpo a cuerpo. El astral lanzaba patadas fugaces girando sobre sí mismo, cambiando de lugar una y otra vez y haciendo retroceder a Kishut, que, aunque encajaba los envites, no parecía sufrir daños. Pero el ritmo de la pelea era frenético. ¡De seguir así, su as bajo la manga no aguantaría demasiado!

 

—¡Shamsir! —De nuevo, Capricornio se aprovechó de la cercanía de su enemigo proyectando una ráfaga de viento cortante. Esta tan solo chocó de refilón contra la exagerada coraza de Neptuno, deshaciéndose entre soplos de aire. El astral, sin sentir nada y abriendo la boca para respirar profundo, le arreó un cabezazo. Se sorprendió al ver cómo de repente un yelmo dorado había aparecido en la cabeza del santo.

 

«¿Cómo demonios aguanta ahora mis golpes? —se decía el astral.»

 

Tritos no se detuvo. En su lugar, agarró al Patriarca del cuello y saltó con él sobre las ruinas de Sinigrado. A medio camino, le soltó para arrearle una patada en el costado. Sin remedio, el caballero de Atenea cayó a velocidad vertiginosa contra el suelo, rebotando varias veces y resbalando por entre los escombros. Los chirridos del metal le causaron dentera.

 

Aguantando y haciendo gala de su resistencia, el líder del Santuario, desde el piso, giró sobre su espalda para saltar hacia atrás y erguirse de nuevo, esperando el próximo golpe. ¡No tenía tiempo ni de respirar! Con pocas opciones y menos tiempo aún, hizo arder su cosmos. No le importaba cuáles fueran las consecuencias de sus actos siempre que lograse su meta: detener la llegada de los Astra Planeta.

 

—¡Excalibur! —La ráfaga dorada avanzó en horizontal hacia el enemigo, pero antes de impactar contra él, el Sumo Sacerdote la desvió para que hendiese el suelo, levantando una telón de ruido, polvo y escombros. «¡No es suficiente!»

 

Con velocidad desmedida, Kishut, presa de la desesperación, buscó el flanco del caballero astral con la idea de que su artimaña funcionase. No le veía, pero lograba sentir su cosmos.

 

«Seguro que él también puede sentirme, pero… ¡he de intentarlo! —pensó, saltando hacia Tritos—. ¡Shamsir! —En esta ocasión, la hoja de viento del Sumo Sacerdote se dividió en una decena de ráfagas cortantes que se expandieron por todo el campo de batalla como cuchillas furiosas. Fueron impactando, levantando más polvo aún y provocando un estruendo incesante.

 

Cuando se disponía a completar la ofensiva, se topó con un puño extendido que no pudo ni tan siquiera sentir. Fue frenado en seco por el choque. Tosió sangre y la coraza se le agrietó aún más, cayendo al suelo nuevos fragmentos. De igual manera, la cloth de Capricornio comenzaba a mostrar cercos grisáceos que parecían tiñas de herrumbre.

 

«¿Cómo lo ha hecho? ¡Si todavía siento su cosmos lejos! ¿Es que acaso no necesita moverse para atacar? —Todas esas palabras pasaron por su mente en un instante.»

 

El caballero sufrió dos golpes más. Uno directo al brazo derecho; el otro, un palmetazo en pleno rostro que le empujó varias decenas de metros, haciéndole atravesar ruinas, chocar contra rocas, muros caídos y, por fin, caer sobre un ventisquero teñido de sangre helada.

 

«¡J*der! —el santo maltrecho no tuvo más tiempo que el justo para saltar hacia atrás. ¡Y menos mal que lo hizo! Un pilar de agua bramante asoló el lugar con violencia, hundiéndolo y haciendo saltar pedruscos alrededor por la presión—. ¡Esta velocidad que tiene es demencial! —se quejó el ateniense.»

 

—¡Corriente Oceánica! —clamó Tritos, a quien Kishut ya ni era capaz de sentir, pues su presencia estaba en todos lados. La oleada marina le asaltó por detrás, proyectándole sin remedio hacia los muros del semiderruido palacio. Chocó contra ellos, atravesándolos y aterrizando en una pequeña habitación. Parte del techo le cayó encima y las piedras rompieron los muebles, quizá los últimos que quedaban intactos en la ciudad.

 

Ahí, rodeado por muros, Kishut se sintió un poco más seguro. Pero no fue más que una ilusión. No podía reaccionar. No sabía qué hacer y ya se le venía encima otra oleada de cosmos agresivo. ¡No! ¡Eran varias! ¡Al menos diez! La primera de ellas terminó por echar abajo media alcoba, hundiendo el suelo en el proceso. El Patriarca no esperó a la segunda y dio un puñetazo al piso para terminar de derrumbarlo. Logró colapsarlo, cayendo hacia abajo con los escombros, en uno de los corredores subterráneos del palacio. Cegado por el polvo y asfixiado también, optó por correr en línea recta a la vez que suprimía su rastro energético. El resto de colisiones se sucedieron entre bramidos ensordecedores.

 

«Maldito bast**do… ¡Se está riendo de mí! Si estuviera atacando con la misma precisión que en la Cámara de Estasis, ya estaría muerto! —aceptó Capricornio, exhausto. Su armadura seguía perdiendo el brillo dorado. Cada vez lucía más apagada, como si se estuviera convirtiendo en una capa de ceniza. Y llegó el momento temido; una punzada aguda de dolor sacudió la pierna del hombre, paralizándole un segundo—. ¡Si sigo así, perderé el Abrazo de Amaltea!»

 

El pasillo tras él se hundía poco a poco. Tritos lo iba destrozando desde el piso superior con ráfagas de cosmos. Debía sentirse como un gato juguetón a juzgar por las risas que podían escucharse entre estallidos y bloques de piedra volantes. Los ecos estridentes del derrumbe iban acercándose cada vez más al santo.

 

Llegó la calma y duró solo un parpadeo. Neptuno volatilizó la otra mitad del corredor con una bomba de energía. Apareció levitando ante Kishut con los brazos cruzados y confiado. Tocó tierra firme ante la mirada de cansancio de su presa. Se encogió de hombros.

 

—Es ensordecedor, ¿verdad? Tanto ruido… ¿Y ahora qué? Menos de siete minutos, amigo mío, y tú sigues huyendo.

 

«Como si pudiera atacarte, bastardo… —pensó el dorado, apretando los dientes de pura rabia.»

 

—No es buena idea luchar en un lugar cerrado. Si piensas que a mí me dificultará el combate, te equivocas. Eres tú el que se está encerrando —advirtió Tritos.

 

»Por cierto, ¿qué le ocurre a tu armadura? Parece como si se estuviera desconchando… —se mofó. El astral comenzaba a sospechar el motivo por el que su oponente parecía no sufrir daño físico.

 

»Da igual. No vas a escapar. ¡Niebla Corrosiva!

 

Kishut había caído en una trampa. Por no tener tiempo para pensar, creyó que los estrechos corredores del palacio le servirían para ganar tiempo. Pero nada más lejos de la realidad; los muros que seguían en pie hicieron de contenedor para el nubarrón de bruma violeta que le envolvió.

 

—¿Qué es esto? —La primera bocanada de aire que tomó le quemó la tráquea y se expandió por sus pulmones. Se suponía que no debía sentir dolor, pero… Comenzó a toser como ahogándose y entendió lo evidente: o escapaba, o moría—. ¡Shamsir!

 

Trazando un círculo con su brazo derecho, lanzó una ráfaga de aire que pudo disipar la humareda. Se estremeció por un rictus de dolor que, por suerte, desapareció rápido.

 

El santo saltó hacia el hueco por el que había entrado Tritos, se apoyó en un muro caído y se proyectó hacia el exterior del palacio como una flecha. Aunque le costaba respirar, apreció el aire puro de la superficie.

 

—¡Shamsir! —De nuevo, con su ataque de viento, el Patriarca se propulsó de espaldas. Logró ganar mucha distancia. Viendo uno de los obeliscos, comprendió lo único que podía hacer. —Piensa, Kishut, piensa… Tienes que cortar el suministro de cosmos… Si destrozo la estrella de Hades seguro que lo logro… ¿pero cómo? —Tocó el suelo tras su rasante vuelo.

 

«Vamos a ver, ¿qué es lo que cae sobre el medallón? —reflexionó el hombre mientras observaba la grieta rojiza en el vacío del cielo—. De ella cae líquido negro. ¿Podría ser esa la fuente principal de poder?»

 

Sin aviso, algo atravesó el estómago de Capricornio y salió por la parte baja de la espalda acompañado de abundante sangre y trocitos dorados. No pudo verlo; llegó como una exhalación. Cayó al suelo de bruces, desde donde pudo ver al caballero astral con algo parecido a una aguja de niebla girando y girando alrededor de su brazo.

 

—¿Te crees que por alejarte no podré sorprenderte? Mi Lanza de Bruma Vil puede recorrer kilómetros… más de los que te imaginas. Y tengo una puntería soberbia —añadió.

 

«Superado… por completo. —Kishut no se esperaba un ataque así. Había sido como un soplo de viento; un cruel flechazo que le había atravesado el tronco por el estómago. Por suerte no le había dado en el corazón, pero el dolor comenzaba a aparecer por momentos—. La armadura puede suprimir mi dolor y cargarlo en sí misma con el Abrazo de Amaltea, pero cuantos más golpes reciba, antes terminará el vínculo. Y si encima sigo utilizando cosmos sin pensar, terminaré perdiéndolo. Si ya no podía aguantar el dolor antes, en la Cámara de Estasis, ahora directamente me mataría…»

 

El guerrero astral se acercó levitando a ras de suelo. Contemplaba cómo el Sumo Sacerdote de Atenea escupía sangre, conmocionado. Y no comprendía cómo continuaba consciente con aquellas heridas tan serias. Al verle tirado ante sí, se dio cuenta de que la armadura lucía mucho peor. Más de la mitad de la prenda era ahora de ese apagado tono grisáceo que llevaba viendo desde que reanudaron la pelea.

 

«Seguro que la armadura de Capricornio anula el dolor de alguna forma. Si es así, debo destrozarla… O quizás no. Por mucho que le evite el sufrimiento, sus heridas ya son mortales… —El astral ahogó un suspiro ante la lastimera existencia de aquel santo: empezaba a caerle bien.»

 

Las llamitas que le orbitaban no mentían: cinco minutos restantes. El valiente ateniense levantó.

 

—Se te acaba el tiempo, Kishut. Quedan cinco llamas —espetó, serio—. Y creo que no eres ni consciente de tus heridas… ¿Te has mirado?

 

Con la mano sobre el estómago, el santo sintió angustia. Su vista se nubló por un instante. El peso del cansancio empezó a envolverle a pesar del Abrazo de Amaltea. No aguantaría ni la mitad de esos cinco minutos…

 

Por si fuera poco tener las costillas rotas y los pulmones perforados, la niebla inhalada le había diezmado aún más la capacidad de respirar. Notaba también cómo se desangraba por el tronco. Sintió la nariz cargada; apenas cogía aire con ella. Y el brazo derecho… aquel golpe que sintió un rato atrás fue sin duda más grave de lo que pensó. Al mirarlo, se revolvieron sus entrañas: en vez de brazal, una protuberancia rojiza le robó el aliento. Era uno de sus huesos, que le atravesaba la carne.

 

«¿Todo este dolor estás soportando en mi lugar, Capricornio? —pensó Kishut, como si su armadura pudiera escucharle—. ¿Cómo no me he dado cuenta? Maldita sea… Voy a morir. Sentir dolor es una desventaja. No sentirlo… también.»

                              

Tritos se acercó para colocarse ante el rostro desesperado del Patriarca. Le miró con lástima, pero no con compasión. Le propinó una patada en el brazo roto, haciéndole caer de rodillas.  

 

—Y ni aun así gritas… ¿Qué clase de truco estás usando? Da igual, supongo… —aseveró—. El tiempo se agota. No podrás hacer nada. Las puertas de la esfera Neptuno se van abriendo. ¿No te quedarás conmigo para verlo? ¿No tienes curiosidad por ver hasta dónde llega mi poder? Aún tengo muchas técnicas que mostrarte.

 

»Con respecto a tu pregunta de antes… No. No soy el caballero astral más poderoso ni en mis mejores sueños. Vendrán al mundo otros siete Astra Planeta, sí, pero algunos de ellos me superan. ¿Desalentado? —dijo, pateándole de nuevo el brazo—. ¡Oh, vamos! ¡Regálame aunque sea un grito de dolor! ¿Ni fuerzas te quedan para eso? ¿O es que tu armadura anula el dolor…?

 

Ante la impotente mirada del Sumo Sacerdote, se apagó otra llama más. Quedaban cuatro minutos. Tritos se agachó para agarrarle del cuello otra vez. Le clavó los ojos, como escudriñándole. Sonrió, sabiéndose vencedor de aquel duelo. Pero eso era lo natural: un simple santo de Atenea no podría derrotarle ni en un millón de años.

 

—No es que me importe, pero… al César lo que es del César. Te devuelvo el corte de antes —dijo ahogando su sonrisa en un gesto malicioso. Sin miramientos, le dio un golpe seco en la hombrera derecha, atravesándola y partiéndole el húmero superior en el proceso. Tampoco hubo grito esta vez—. Tu brazo bueno esta tan roto que jamás podrás usarlo de nuevo. ¿Te rompo el cuello y acabo ya con tu miseria? —preguntó, frío—. Si no puedes hablar, parpadea y lo haré. Ah, pero en algún momento tendrás que parpadear… Bueno, si lo haces, interpretaré que quieres morir —decidió, retomando su sonrisa amplia.

 

Los segundos comenzaron a pasar muy despacio. La mirada impávida del Astral le daba un miedo atroz.

 

Kishut, sostenido por el agarre inexpugnable de Tritos, sentía que se le escapaba la vida. No podía respirar. Para colmo, el Abrazo de Amaltea se debilitó, devolviéndole un espasmo de dolor agudo que se prolongó un largo instante. El latigazo casi le hizo cerrar los ojos. Tritos se dio cuenta y se dio el placer de soplarle en ellos para secárselos. Se lo tomaba como un juego.

 

—Vamos, parpadea… ¡No me digas que tienes ganas de vivir! —exclamó al ver cómo el malherido Capricornio aguantaba. Los ojos empezaron a llorarle, como si su propio cuerpo hubiese comprendido la situación—. ¡Aburrido! —chilló Tritos, que dejó caer al santo. Ahí, arrodillado como le tenía, le propinó un punterazo en la mejilla que le hizo caer varios metros atrás—. Te quedan tres minutos… si no te mueres antes, claro. —Solo restaban cuatro fuegos azules orbitando al astral de armadura coralina cuando otro de ellos se apagó.

 

«Necesito un milagro.»

 

El Sumo Sacerdote, humillado como estaba y al borde de la muerte, siguió llorando. Comprendió que sus ojos no se habían secado por eso, por su propia impotencia. No podía hacer nada. Era tan débil como un recién nacido, y como tal, solo podía llorar. Estaba tan maltrecho como la propia ciudad. Ni tan siquiera podía contar con la precisión de Excalibur ahora que su brazo derecho era casi un apéndice sanguinolento.

 

«¿Necesitas un milagro? —escuchó el Pontífice en su mente. Era una voz amable y regia, de mujer—. Puedes lograrlo. Pero la única forma de hacerlo es utilizando el Abrazo de Amaltea.»

 

«¿Acaso no lo estoy haciendo? —preguntó él, confundido.»

 

«¿De qué sirve desviar tu dolor hacia mí si me llevas puesta? Así lo único que logras es anticipar mi muerte; al recibir también tu dolor, es como recibiese los golpes por duplicado. ¿Lo entiendes? —Kishut descubrió que era su armadura quien le hablaba. Debía haber enloquecido… O quizá en verdad estuviese hablando con Capricornio—. ¿Y qué hago? ¿No estarás pidiéndome que…?»

 

«Correcto. Y así, además, engañarás a tu enemigo haciéndole creer que yo no tengo nada que ver con tu resistencia al dolor. Al fin y al cabo, ya has aceptado que vas a morir, ¿verdad? Y él ya ha descubierto el secreto de mi abrazo.»

 

«Así es —afirmó el santo, que amagó una sonrisa—. Voy a morir.»

 

Para sorpresa de Tritos, Kishut empezó a levantarse de forma lastimera. Era tenaz, sin duda, pero eso no cambiaría el hecho de que no lograría nada. El cosmos empezó a arremolinarse en torno al cuerpo de Capricornio; una masa de color dorado que comenzó a rodearle dibujando una espiral.

 

«Sigo teniendo un brazo. Solo hay que destruir la maldita estrella —pensó sin atreverse a mirarla, no fuera que el astral adivinase sus intenciones.»

 

—Si crees que lo has visto todo, estás equivocado —espetó Neptuno, casi a su lado—. ¡Pesadilla Cristalizada!

 

Toda la niebla que había dispersa por Sinigrado comenzó a aglomerarse en torno a Kishut y su halo de cosmos. Las lenguas de bruma se comenzaron a replegar envolviendo al santo, y desaparecieron como absorbidas por entre las placas de la armadura. El guerrero moribundo empezó a sentir cómo crujían pequeños cristalitos bajo su carne.

 

«¿Ahora esto? —pensó. No pudo más que reír, desesperado.»

 

—Podrás destrozarme el cuerpo, si quieres… —comenzó a musitar en voz queda. Era imposible que Tritos le escuchase, pero poco a poco su tono fue aumentando—. Podrás romperme el alma, el espíritu… Pero acabaré contigo. ¡Acabaré contigo! —terminó por gritar el Patriarca.

 

Un colosal estallido de cosmos barrió los escombros alrededor de Capricornio, que quedó en el centro de un pequeño cráter de tierra helada. Su figura lucía espeluznante: comenzaron a caer los trozos cuarteados de su pechera, dejándole con el torso al descubierto. De él brotaban centenares de aguijones teñidos de sangre que goteaban sin cesar, los mismos que empezaron a atravesarle la piel y carne de la cara, de los brazos, las piernas, los pies, la frente… Incluso su ojo izquierdo fue atravesado por uno de los fragmentos de la Pesadilla Cristalizada. Pero Kishut solo gritó una vez, y no fue por las heridas:

 

—¡Supresión de Dolor! —Todo el cosmos que el Sumo Sacerdote había aglomerado en derredor resplandeció, cubriéndole como un escudo de luz que corroyó las púas de niebla superficiales… «Gracias por tu ayuda, Capricornio. Siento hacerte sufrir todo esto…»

 

«Al fin y al cabo, somos siervos mutuos. Siervos de Atenea —le contestó la prenda mentalmente.»

 

El destello se hizo tan intenso que por un instante cegó a Tritos. Cuando pudo ver de nuevo, quedó desconcertado al contemplar ante el moribundo dorado la efigie en ruinas de Capricornio. ¡El muy suicida se había desprendido de su cloth!

 

—En este estado no puedo vestir mi armadura —se lamentó el dorado—. No puedo apenas moverme. Pero te aseguro que te detendré, Tritos… ¡Lucharé hasta la muerte!

 

«Tu voluntad es la mía —escuchó de nuevo en su mente.»

 

—Gracias —susurró. Por un ojo no podía más que rezumar sangre, pero por el otro lloró lágrimas, ahora de emoción.

 

—¡Estás loco! ¡Loco! —exclamó Tritos, riéndose—. ¡Eres el mejor santo al que me he enfrentado nunca! ¡Estás loquísimo! —En su rostro había dibujada una amalgama de expresiones: sorpresa, horror, alegría…

 

Alzando el brazo izquierdo, Kishut lanzó una ráfaga de viento contra Tritos. Este la detuvo y la deshizo moviendo un dedo hacia el lado. Otra ráfaga se le acercó y la desgarró de la misma forma. Pero empezaron a llegar más y más, cada vez más rápidas. El astral tuvo que comenzar a usar las dos manos para detener el aluvión de embestidas cortantes.

 

No sabía qué pretendía su rival, pero le parecía entrañable y valiente. Entonces ocurrió algo por completo inesperado. Una terrible explosión de energía pura. El cosmos de Kishut se disparó por las nubes, incendiándose y extendiéndose por todo Sinigrado. ¡Su séptimo sentido había colapsado!

 

—Ahora es… cuando comienza la verdadera lucha —se dijo con un estertor de risa.

 

—¡Veo que no te das por vencido, Capricornio! ¡Aun sin tu armadura y con el cuerpo destrozado sigues en pie! ¡Eres sin duda el enemigo más temerario y valeroso que he enfrentado! ¡Muy bien! ¡Tienes dos minutos más hasta que Neptuno se abra por completo! ¡Terminemos con esto!

 

Los cristalillos que habían vuelto a atravesar la carne del dorado empezaron a vibrar, convirtiéndose de nuevo en niebla. Del suelo de Sinigrado comenzó a vaporizarse la nieve para tornar en un viento húmedo y espeso. Alrededor de Tritos se formó una nube espiral que, girando sobre sí misma, se hacía más grande poco a poco. Era como un sifón gigantesco que atraía todo cuanto le nutriese. En apenas unos segundos, el halo que rodeaba al caballero astral, quien se había alzado sobre las ruinas, era casi tan grande como el planeta que podía verse en el cielo. Parecía una galaxia circular con decenas de brazos neblinosos.

 

Kishut, envuelto todavía por aquel cosmos resplandeciente, comenzó a concentrar su cosmos en el brazo izquierdo. Ya le daba igual lo que sucediese con su cuerpo. Siendo así, se abrían nuevas posibilidades ante él. Tan solo le preocupaban las dos llamas que quedaban orbitando al astral, en el interior de aquella suerte de tornado.

 

—¡Huracán de las Mareas! —gritó Tritos. A su voz, los brazos de tormenta liberaron la furia contenida en la esfera acuosa. Cada uno de ellos barrió Sinigrado con más violencia que el anterior, sumergiendo la ciudad en una tempestad de agua que se llevó consigo ruinas, cadáveres y escombros.

 

Kishut se protegía con el cuerpo encorvado. Era consciente de que en cualquier momento el huracán le arrastraría. Pero debía seguir acumulando cosmos. No podía parar. ¡No si quería evitar que los Astra Planeta despertasen!

 

«No intentes atacarle, Kishut. ¡Si gastas ahora este cosmos, no tendrás oportunidad de destruir la estrella! —se repetía el hombre una y otra vez, acongojado ante la destrucción desencadenada.»

 

La risa de Tritos apenas se escuchaba; tan solo se hacía notar el estruendo del agua huracanada que maltrataba el campo de batalla sin parar. La armadura de Capricornio se proyectó hacia el cielo, escapando de los tentáculos violentos. Kishut lo notó, agradeciéndolo.

 

«Eso es. Si te destruye, no podrás soportar más mi dolor…»

 

Varios latigazos de la tempestad azotaron al Patriarca, arrojándole contra la tierra mojada. Lluvia afilada le golpeaba el rostro mientras se erguía. Por lo que estaba viendo, la tempestad seguiría azotando lo que una vez fue Sinigrado.

 

—¿Qué te parece, santo de Atenea? —gritó el astral. Apenas se le escuchaba en mitad de la tormenta—. ¡Nos acompañará hasta el final de nuestra pelea! —rio—. ¡La esfera Neptuno ya casi abre sus puertas! ¡Te quedan menos de dos minutos de vida!

 

Tritos se lanzó contra el caballero de Atenea y arrojó una patada. El Patriarca la evadió; gracias al estallido de su séptimo sentido podía moverse de forma ágil. Kishut respondió con un rodillazo rápido que se topó con las placas de la coraza del astral.  Tras el ruido metálico, este contraatacó con un revés que lanzó al santo varios metros atrás, donde fue acertado por uno de los brazos de la tempestad.

 

El Pontífice gritó de frustración. Desequilibrado. Para colmo ya tenía a su enemigo delante. Alzó la cabeza para intentar localizar el medallón estrella. Solo veía corrientes huracanadas y columnas de agua que seguían arrasando con todo. Recibió otro golpe en el estómago, justo donde había sido atravesado. Pero no le dolía. ¡No le dolía lo más mínimo!

 

«Quizás ya esté muerto. —Tritos le agarró del cuello con violencia, y apretando, terminó por clavarle la rodilla en pleno rostro una, dos, tres y hasta más de diez veces.»

 

Cada golpe hacía resonar el escenario y proyectaba una onda expansiva, despejando el agua que no dejaba de azotarles. Lejos de ceder, el Sumo Sacerdote intentaba incorporarse y volver a alzar la mirada, pero su oponente no le dejaba. Era como si quisiera impedirlo a toda cosa.

 

—¡Maldita sea! ¡Si no era tu armadura, ¿cómo resistes tanto!? ¡Bastardo, ríndete ya! ¡Muere o escapa como tu armadura! ¡No vas a cambiar nada! —reprochaba el astral, que seguía dando puñetazos secos a Kishut por todo el cuerpo.

 

La vista volvió a nublársele. Las palabras de su oponente se escuchaban distorsionadas. La vida se le escapaba y no lograba ubicar la estrella de Hades. Aún tenía todo ese cosmos que había acumulado, pero… no podía usarlo para librarse de Tritos. De hacerlo, no le quedaría nada con lo que romper la reliquia. No le restaba más que seguir aguantando golpes y esperar el milagro.

 

«No… no puede ser. Así voy a morir sin poder atacar. No me queda más remedio que utilizar este cosmos…»

 

Capricornio retrocedió dos pasos y quedó con las piernas abiertas, cabizbajo, ante el sorprendido enemigo. Su cuerpo entero goteaba sangre. Por la nariz caía como un caño, bajándole por la barba. El astral no pretendía darle coba, por lo que volvió a lanzarse, esta vez con una patada, pero Kishut le sorprendió.

 

—¡Nova Caliburn! —Un destello cegó a Tritos.

 

—¡¿Cómo?! —exclamó el atlante, que solo pudo incorporarse y cerrar el puño antes de encajar la técnica, que devoró al astral.

 

La hoja de Excalibur tornó escarlata, teñida por la sangre de su maestro. Recorrió una gran distancia arrastrando a Neptuno y dejando una estela de luz a su paso. El campeón divino no pudo hacer nada para escapar, sintiendo una y otra vez los golpes brutales de la ráfaga. El ataque de Kishut había hendido la tierra con tal violencia que, tras detonar, un buen trozo del risco de Sachenka se desprendió y cayó al océano, ahogando el bramido del Huracán de las Mareas. La tempestad amainó hasta deshacerse.

 

—Je —rio Kishut, que tuvo que hincar la rodilla y apoyarse con la mano izquierda en el erial en que se había convertido Sinigrado. No había ni rastro de Tritos, pero su cosmoenergía seguía latiendo por todo el campo de batalla. Definitivamente no le había derrotado—. Demasiado poderoso. Aún tengo que…

 

El único ojo del Patriarca se abrió, sorprendido. Su poderosa técnica había destruido la tempestad de Tritos y mandado al mar, junto a este, una buena parte del risco. Sin embargo, el obelisco que también debía haber caído se mantenía flotando en el aire, sostenido por un emblema de luz. Y seguía potenciándose con los rayos verdes que provenían de la reliquia de Hades.

 

«¡Eso es! ¡Ahora, sin tormenta, puedo ver el medallón! —El santo alzó la cabeza para ubicar la estrella de Hades. Por fin la vio. Era el punto desde el que los siete canales de cosmos que quedaban iban alimentando los pilares negruzcos—. Queda poco tiempo. ¡Muy poco!»

 

Los pilares empezaron a resonar, emitiendo pulsos de luz y latidos de tonos graves. Parecía una escala musical que se repetía en canon. Girándose, Kishut levantó el brazo y apuntó hacia la reliquia.

 

«Me queda en torno a la mitad del cosmos que acumulé. Espero que sea suficiente…»

 

—No sé qué es lo que pretendes, pero será en vano. —La voz se escuchó rotunda y firme, más allá del risco. Era Tritos, quien ascendía flotando por el acantilado provocado por la Nova Caliburn. Tan solo le orbitaba una de las llamitas y su gesto se notaba severo, con el ceño fruncido y los labios apretados. El puño del astral resplandecía con luz azul y rezumaba un cosmos brutal. Era como si el Huracán de las Mareas hubiese sido comprimido y…

 

«Oh, m**rda… ¡No fue mi ataque lo que disipó la tormenta! ¡El muy bast**do la ha concentrado en su puño! Se ha terminado… —protestó el Patriarca, chistando—. ¡No! ¡Aún no!»

 

A la desesperada, Kishut dio un enorme salto. Tuvo que utilizar parte de su reserva de cosmos para alejarse del astral y colocarse justo en ese lugar. ¿Podría lograr sus propósitos con tan solo la tercera parte de la energía acumulada? No le quedaba más remedio que intentarlo.

 

—¡Nova Caliburn! —Arqueando el brazo zurdo al máximo, y con él su propio cuerpo, el guerrero de Atenea se concentró y lanzó la ráfaga en semicírculo perfecto, dándolo todo. Tal cual terminó el movimiento, la sangre empezó a brotar de su cuerpo a borbotones. El dolor apareció de golpe, estremeciéndole. «Se acabó el Abrazo de Amaltea.»

 

La ráfaga rojiza recorrió la distancia a la velocidad de la luz. Iba furiosa, encabritada. Avanzó indeleble hasta Tritos, pero contra todo pronóstico, la esquivó convirtiéndose en una nube de niebla. A Kishut no le importó lo más mínimo. De hecho, sonrió a pesar del agudísimo dolor que comenzaba a atizarle: él no era su objetivo.

 

El centro de la Nova Caliburn se perdió en el horizonte, pero los extremos giraron de forma brusca y ascendieron al cielo buscando el medallón estrella. Se dividieron en centenares de pequeñas ráfagas y golpearon la reliquia una, otra y otra vez en una oleada de estallidos de viento que resonaron como una traca explosiva.

 

—¡¿Cómo?! —exclamó Tritos. ¡Le había sorprendido! ¡La Nova Caliburn no era más que una treta para desviar la mitad de la energía hacia el medallón! Le resultó brillante—. ¡Hijo de…! ¡Menuda jugarreta! —gritó, con los ojos desorbitados y la boca abierta.

 

De repente, los conductos de energía de la estrella de Hades cesaron. La grieta sobre esta se cerró, con lo que el líquido viscoso dejó de caer sobre ella. La reliquia se hizo añicos y se la llevó el viento como si fuese ceniza en un vendaval.

 

—Te lo dije —Kishut reía a la vez que rezumaba sangre por todas partes—. ¡Te dije que te detendría aunque me costase la vida!

 

El Patriarca continuó riendo hasta que no pudo soportarlo más. En instantes, su alegría tornó en un dolor insoportable. El brazo, el pecho, la cabeza, las piernas, los hombros… todo su cuerpo. Las múltiples fracturas y heridas empezaron a dolerle más y más. Sus sentidos se colapsaron tan rápido que no pudo decir más palabras. Tan solo comenzó a gritar, a chillar tan alto que el propio Tritos entrecerró los ojos e hizo el amago de taparse los oídos.  

 

—Ya veo —notó el astral—, aplazaste el dolor hasta el final del combate. Pensé que había sido cosa de tu armadura, pero… —se detuvo—. Realmente has sido un oponente formidable. No quería que murieses. Pero tú mismo te has empeñado —empezó a decir mientras se acercaba. Le sacudía las entrañas aquel griterío, el sufrimiento inhumano por el que su enemigo estaba pasando—. ¿Cómo iba a saber yo que aguantarías tanto, Kishut? —inquirió, sabiendo que él ya no podía escucharle.

 

Los obeliscos de sombras comenzaron a agrietarse como ocurrió con el de su alba. Primero empezaron a resbalar pequeñas lascas de piedra negra. Luego se rajaron y colapsaron sobre sí mismos, dejando al descubierto siete esferas de luz pura. Estas ascendieron como columnas de luz, rasgando el cielo. Cada una de ellas irradiaba un cosmos tan intenso como el del propio Tritos. Eran sus hermanos.

 

El planeta Neptuno desapareció sobre el devastado risco de Sachenka. A pesar de los esfuerzos de Capricornio… habían despertado.

 

—Así es, Kishut —confesó el astral, aunque no sería escuchado—, los mortales no podemos destruir ningún artefacto divino. Es necesario el poder de la dýnamis para ello; un poder que tú no tenías desde el principio. Si lo hubieses tenido, habrías logrado el milagro.

 

»Por eso te dije que te rindieses, que no pelearas. No tendrías que haber sido tan tozudo. —Los gritos del hombre seguían machacándole los tímpanos. El guerrero de Neptuno agarró al Patriarca por el cuello y lo alzó. Este parecía no darse cuenta; el dolor le había aislado de todo contacto con el mundo. No debía saber ni de su fracaso.

 

De pura lástima, Tritos caminó hasta el barranco que causó la primera Nova Caliburn y le dedicó una sonrisa.

 

«Sin duda, has sido el santo dorado más valiente contra el que he peleado. Aunque ya no puedas verla, te mostraré la técnica que tenía guardada para ti. En honor a ti, llamaré a esta técnica así…»

 

—¡Descanso del Héroe!

 

El cosmos del Huracán de las Mareas, que estaba aglomerado en el puño de Tritos, impactó en pleno pecho del Sumo Sacerdote, que fue proyectado con violencia hacia el Mar de Norte. Acompañado por una estela azul, se hundió en las aguas tras un impacto glorioso. No se escucharon más gritos.

 

«Lo siento —pensó el campeón de Neptuno—. Lo siento, pero las ocho llamas no eran más que el tiempo restante para el despertar de mis hermanos. Me hubiera gustado decírtelo, gran santo de Capricornio. Lo siento.»

 

---------------------------------

 

[1] Se dice que las líneas ley son conductos de energía que, básicamente, actuarían como puntos específicos para utilizar la magia de forma más beneficiosa.

[2] Para los curiosos: un tritón es un "sireno". 

 

_______________________________________

 

Y ya con esto, hasta la próxima. El último capítulo de la temporada de Némesis Divino. Dioses, qué gran alivio...  :lol:

 

Gracias y abrazos.


Editado por Killcrom, 14 abril 2016 - 17:10 .

f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018


#456 unikron

unikron

    el iluminado

  • 5,760 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Desde:
Iquique, Chile
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 14 abril 2016 - 21:25

guau habra muerto kishut y buen capitulo y buena forma de innovar comunmente en este tipo de historias otro que hubiera estado en esa situacion seguro habria tenido exito en especial en el final de temporada pero aqui no fue asi buena forma de demostrar que lo justo no siempre triunfara y ese enemigo a pesar de sus pretenciones si era alguien honorable bastante mas que kishut 

 

saludos



#457 Lunatic BoltSpectrum

Lunatic BoltSpectrum

    ¡Sagrado corazón de Jesús en vos confío!

  • 3,244 mensajes
Pais:
Colombia
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
1
Total:
1

Publicado 15 abril 2016 - 10:50

como siempre muy buen capitulo

 

la pelea estuvo genial

 

a la espera de la continuacion

 

saludos

 

:s50:



#458 Patriarca 8

Patriarca 8

    Miembro de honor

  • 16,112 mensajes
Pais:
Peru
Sexo:
Masculino
Signo:
Cancer
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 abril 2016 - 15:27

LO BUENO:

 

-Fue interesante el ritual de Tritos 

 

-La forma en que apareció   Kishut,

 

-La aparicion de la de armadura de Tritos 

 

-El ataque del planeta me recordo a las tecnicas fumadas del episodio G

 

-El coraje que demostró  el dorado de capricornio

 

-El final fue intrigante

 

 

 

LO............NO TAN BUENO:

 

—¡Así es! ¡Nosotros también tenemos armaduras! ¡Siente el terror, Capricornio! —gritó, indicando a su prenda que le revistiese.----Aqui hubiese sonado mejor la siguiente frase ¡Siente el temor Capricornio y siente el poder heroico! --------XD

 

—Cállate de una maldita vez… —masculló el Pontífice, nervioso bajo su cloth.---Aqui debio haber dicho----"No tenemos tiempo para explicar explicaciones tontas-------XD

 

-¿Que es el  Abrazo de Amaltea ?


fwoTpjp.pngd2846x5-c33eb060-952a-40e4-b79b-ac99f8b9

 

 

 


#459 -Felipe-

-Felipe-

    Bang

  • 11,539 mensajes
Pais:
Chile
Sexo:
Masculino
Signo:
Virgo
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 abril 2016 - 16:39

Hola Kill, qué tal?

 

1. SI bien el capítulo comenzó genial, con la dinámica de Tritos, el medallón y todo eso, voy a comenzar con una crítica, si me lo permites:

La explicación sobre los planetas pareció más una que pareces dar tú al lector o en un instituto educativo a gente, que se asume, no sabe sobre el tema, que la explicación de un guerrero en plena pelea, muy gracioso él, a un tipo que le dice una y otra vez que se calle, lo que en sí no me convenció (la forma), pues lució casi una excusa para los párrafos, pero que habría tenido más sentido de una sola vez, y en una manera más "coloquial", dado el tipo de personaje que es Neptuno... Más evidente aún cuando los Astra Planeta ni siquiera son 12. Es un recurso que uso a menudo, en todo caso, mea culpa jajaja

 

2. Por supuesto, lo demás está bien. La descripción de la armadura es épica, lo mismo la aparición del anciano insoportable. También, es primera vez que te veo usar algún tipo de imagen, con esa léxica misteriosa; buen detalle.

 

3.

¿Qué harás, Kishut de Capricornio? ¡Te lo pondré fácil! ¡Vete o muere! —gritó el caballero astral, alzando la guardia—. Esta vez no tendré miramientos. —Sus ojos, abiertos de par en par, desvelaron la naturaleza brutal de Tritos—. ¡Bienvenido al fin de tus días! —rio histriónico—. ¡Amo esto! ¡La desesperación más pura te desgarrará el alma sin que puedas hacer nada!

A este párrafo lo veo demasiado interrumpido en poco espacio, amigo. ¿Quizás reducir los guiones y mezclar ideas?

 

4. ¿Podrías explicar la diferencia, a nivel de producto, entre Shamshir y Excalibur? Entiendo los orígenes y características, pero no la distancia entre sus efectos.

 

5. Fue bueno ver pelear a Kishut en condiciones más igualadas esta vez. Sigue con la forma pragmática de lucha,  sigue siendo un HdP que detesto, sigue siendo menos que su rival, pero mostró todas sus aptitudes, que sin duda lo pondrían por encima de cualquier otro. Igual, pensaba que cada Santo tenía una super dipper ultra mega técnica, como Nérites, Astrea o el gato, pero parece que la de Kishut es cosa de la armadura, no tanto de él.

 

6.

«¿De qué sirve desviar tu dolor hacia mí si me llevas puesta? Así lo único que logras es anticipar mi muerte; al recibir también tu dolor, es como recibiese los golpes por duplicado. ¿Lo entiendes? —Kishut descubrió que era su armadura quien le hablaba. Debía haber enloquecido… O quizá en verdad estuviese hablando con Capricornio—. ¿Y qué hago? ¿No estarás pidiéndome que…?»

Me parece que hay un diálogo mal mezclado ahí.

 

7. Es curioso que Tritos mencione que es tan poderoso como un semidiós. Eso significa que no lo es, ni menos un dios. ¿Qué diablos son estos tipos? Por cierto, de nuevo tengo problemas con seguir el patrón de tantas técnicas de Tritos con nombres sin mucha relación :P

 

8. Me agrada lo bien que muestras el poder de Tritos. Digo, es muy superior a cualquiera de tus dorados (que en sí ya son fumados), y se muestra como algo lejos de imaginar en SS, pero aún así es poco comparado con la vieja que luchó con el bicho, por ej. Están bien reflejados los niveles, incluso en lo exagerados que son (en buen sentido) xD

 

9. La forma en que Kishut recibe/"resiste" la paliza es simplemente magistral. No se podía esperar otra cosa de ti.

 

10.

—¡¿Cómo?! —exclamó el atlante, que solo pudo incorporarse y cerrar el puño antes de encajar la técnica, que devoró al astral.

Mi problema aquí es que, si bien se entiende perfectamente la oración, igual "atlante" y "astral" no son sinónimos, por lo que mencionas en muy poco espacio al mismo tipo dos veces. Quizás podrías cambiar uno de los sustantivos... "exclamó el atlante, quien solo pudo incorporarse y cerrar el puño antes de encajar la técnica, que le devoró".

 

11. 

te mostraré la técnica que tenía guardada para ti. En honor a ti, 

¿"En tu honor", tal vez?

 

12. El final. Un extraño cliffhanger, porque a menos que no sorprendas con una identidad falsa, Kishut sobrevivió a eso; por algo lo está relatando a los enanos.

Aún así es uno de los mejores capítulos que has escrito. El valor, la fuerza y la nobleza de Kishut, sin embargo, fueron superados por la astucia del enemigo, como diría Dumas, porque al final, la pelea del caprino fue en vano, y la saga ya acabó. Desconcertante, sin duda, pero no por eso menos épico.

 

 

Saludos, nos vemos a la próxima para tu próximo capítulo, o cuando el Halley pase, en el mío jaja


1376228121_bezymyannyy2.jpg


#460 Killcrom

Killcrom

    Paso a paso

  • 1,805 mensajes
Pais:
Espana
Sexo:
Masculino
Signo:
Escorpion
Energia:
Cosmos:
Ataque:
Defensa:
Velocidad:
Victorias:
0
Derrotas:
0
Total:
0

Publicado 15 abril 2016 - 21:04

UNIKRON

 

Bro, gracias por pasarte. 

Spoiler

Un abrazo

 

ESPECTRO

 

Saludos, amigo. Muchas gracias por pasarte y continuar leyendo esta historia. El próximo capítulo será el último de la temporada. Bastante más corto y ligero. Espero que igual guste.

 

Abrazos.

 

T-800

 

¡Saludos, compañero!

 

Spoiler

 

Gracias por pasarte por acá. Ya para la próxima dinámica sí daré mis votos. Un abrazo.

 

FELIPE

 

¡Hey, bro! ¡Cuánto tiempo! Sigo aquí, sobreviviendo entre clases y otras cosas. Ya volví de mis vacaciones, ya sabes...

 

Spoiler

 

Muchas gracias por tu comentario y consejos. Quería decirte que si vas a participar en la dinámica de T-800, te dejaré comentario ahí. Siento no haberlo dejado la vez que participaste. Pero leí el capítulo de Saga. De hecho, me gustó bastante. Quizá demasiado introspectivo, pero se entiende. Ya llegaré a criticártelo "oficialmente". 

 

Por lo demás, lo dicho, si vuelves a participar (si es que no lo has hecho en estas semanas de "vagaciones"), te dejaré comentario ahí. Si no, en tu tema. 

 

Abrazos. Y disculpa por ser tan leeeento y vago. :s42:

 

Y ahora, unos "chistes" que SOLO QUIENES HAYAN LEÍDO HASTA EL CAPÍTULO 20 deben ver.

 

_______________________

 

Spoiler

Editado por Killcrom, 15 abril 2016 - 21:06 .

f4b1235c42d3e1e735fa062d9b8b9e0ao.jpg

d1626a3d216e9b4c7b4a02e4f6831eeao.jpg

(Parte 3 de 3)

Publicado: ?? de ? de 2018





0 usuario(s) están leyendo este tema

0 miembros, 0 invitados, 0 usuarios anónimos


Este tema ha sido visitado por 104 usuario(s)

  1. Politica de privacidad
  2. Reglas generales ·