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CdZ A.D. 5000 - Más allá del Cosmos - Cap. XXXVI: SENESCALES


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202 respuestas a este tema

#21 Megarage

Megarage

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Publicado 09 abril 2012 - 13:50

Buen capítulo !

Lastima que a mi gusto fue un tanto breve en esta ocasión ( o será que me habría gustado leer un rato más :unsure: ) , espero muy pronto publiques un nuevo capitulo

Sobre este cap no hay demasiado que decir ya que fue algo "corto" y ademas muy sencillo ya que en la trama no hubo avances de suma relevancia , la escritura es muy buena y la historia sigue siendo interesante

Saludos

:sonaro: ¡¡¡ Sindicato de los iluminados !!! :sonaro:
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#22 Rexomega

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Publicado 28 abril 2012 - 23:45

Saludos

Se perdió mi review x.x... Marcus, ¿pudiste leerlo antes de que cayera el foro?

La verdad es que no recuerdo todo lo que dije, los que ya me conocen saben que llego a extenderme demasiado, pero en resumidas cuentas puedo decir que me agrada cómo se desenvuelve la historia. Me gustó que se distribuyeran las armaduras de Bronce y Plata por cada uno de los signos zodiacales, desde el hecho de que mencionaras las 88 aunque según mis cuentas serían 89 si añado las de los protagonistas, hasta la distribución en sí, muy apropiada en algunos casos. Queda ver si pasaremos por un TRAINING ARC (*Tite Kubo Face*) o primero Time Skip para mencionar luego los entrenamientos "importantes" mediante flashbacks.

Por cierto, me acordé de esta historia viendo Jonh Carter hace varias semanas, no sé si te referías a esa fuente de inspiración para los enemigos de tu historia.

Adeus

Editado por Rexomega, 28 abril 2012 - 23:49 .

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#23 ♋ Marcus ♋

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Publicado 03 mayo 2012 - 23:58

Una vez más, agradeciendo a los que se toman la molestia de leer y comentar este trabajo.
Comentarios al capítulo III: Qué dudas te aclaró, Espectro? jeje.
En cuanto a la brevedad del capítulo, por un lado es cierto que la acción es poca, pero es probable que la lista que contiene sea la responsable de la sensación (es casi 1/6 del capítulo) aunque cumple con el largo mínimo que me impuse. Que te hayas quedado con ganas de más, Rage, está bueno si es que la obra gusta, pero es malo si es que la obra no le dice nada al lector (que sea siempre lo 1ro!)
Rexo, alcancé a leer una vez tu review y es una lástima que se haya perdido en el cambio de servidor (te aseguro que estaba muy conforme con él, pero cuando lo fui a releer ya no estaba) Voy a tratar de responder lo que recuerdo: hacías varias preguntas sobre la trama, me daba la sensación que estabas ansioso por ver qué pasará. La mayoría de ellas se van a ir respondiendo en el desarrollo (respecto a Atenea y el Patriarca), y si no, las volvés a preguntar, jaja!!!
Sí tenés razón cuando dijiste que los dioses griegos son los dioses de este planeta, por lo tanto si los humanos tienen sus dioses, los invasores tendrán los suyos. Y qué bueno que sintieras que la esencia de SS está en lo que voy presentando, que la personalidad de la diosa se te hizo conocida (aunque no es Saori, ya lo verán)
La distribución de las armaduras no fue al azar, hay un orden, que es muy relativo, no se puede acomodar todo perfectamente. Y sí, da 89... pero la culpa es de Kurumada!!! él fue el que metió la constelación descatalogada de Cerbero... hice todos los cálculos posibles (incluso pensé en duplicar la dorada de Géminis o eliminar alguna constelación) pero la mejor forma para tener los 12 grupos parejos y 5 armaduras ausentes, fue tomarme una licencia y tener 89 constelaciones, sabía que el primero que sacara cálculos se iba a dar cuenta (pero no le digan a nadie)
Está buena la idea de los flashbacks, tengo pensado hacer uno, pero mucho más adelante. Mientras tanto, la historia va a ser bastante lineal (soy un escritor muy nóvel, jeje), pero estaremos presentes en los entrenamientos.
Qué bueno que te hayan gustado las descripciones simples que hice en estos capítulos, pero tengo malas noticias: soy muy malo haciéndolas, así que es probable que haya capítulos donde las extrañes. Algunas veces veo un capítulo terminado y me doy cuenta de que no hablé ni del entorno ni del personaje... (más trabajo para el lector, imaginar cosas!!)
Raro que relacionaras mi historia con John Carter, ví la película y me gustó, pero ya tenía los 18 capítulos escritos antes de enterarme que existía esa historia. Como dije, los aliens vienen de un lugar bastante simple en realidad, mi perfil lo dice. Igualmente, por ahora no tienen mucho peso específico en lo que queda de la 1ra parte, se van a convertir en esa amenaza latente que espera la Tierra.
Siento que se haya perdido ese review, creo que me quedan cosas sin responderte (sin contar que me gustan los reviewa largos, aumenta un poco el ego ver que otro se toma la molestia de prestar atención a los detalles del trabajo de uno)
Por cierto, les pido que cuando detecten errores, me digan cuáles son, así los corrijo en el texto, y esto sigue creciendo.
Aclaraciones de este capítulo: Aquí nos volvemos a encontrar con la amenaza, pero por muy corto tiempo. Nakar y Nokriy son raíces de palabras en hebreo y significan "extraño". Estaba por usar la raiz griega para eso (xenos) pero como se darán cuenta, me iba a quedar una administradora como princesa alien.
Gracias a Alina que encontró esas raíces en hebreo y como siempre, por ser la beta-reader.

Resumen: Después de treinta siglos de paz en la Tierra, una raza invasora la amenaza. Atenea vuelve, y junto al Patriarca y doce organizaciones secretas, comienzan la reconstrucción de la Orden de Caballería.

Capítulo IV - Cerco


Antes de iniciar un viaje de venganza, es mejor que caves dos tumbas.

Kong Fuzi


Mientras esto sucedía en la Tierra, lejos, en el límite de la Vía Láctea, la fuerza invasora proseguía su avance. Hacía más de cincuenta años que habían partido del planeta muerto, y si bien al principio se acercaron velozmente a su objetivo, ahora su velocidad había disminuido.
Tal vez habían partido demasiado tarde, tal vez habían subestimado la distancia. Lo cierto es que todavía quedaba un trecho largo y su fuerza se agotaba. La gran lanza de energía que formaba toda la raza, ya no cortaba el espacio como antes, parecía cada vez más apagada.
Los dioses notaron esto mientras contenían a sus hijos en su seno durante el largo viaje. Al principio sólo pensaron en llegar lo antes posible, pero ahora, que estaban a las puertas de la galaxia, se dieron cuenta que el resto del viaje sería muy penoso y con riesgo de fracasar el intento si no tomaban algunas decisiones.
–Esposa mía, descansemos en esa luna desierta allí delante –dijo el dios–. Corremos peligro si no lo hacemos.
–Está bien, frenaremos nuestro avance, esposo mío, desde hace un tiempo, un mal presentimiento ha llegado a mí. No sé qué pueda ser, pero debemos reflexionar sobre ello para estar preparados y rearmar nuestra estrategia si es necesario.
La columna se dirigió a una pequeña roca errante en el espacio intergaláctico. Desde allí podían ver su objetivo. Todavía estaban lejos.
Al llegar, la masa se volvió a dividir en los millones de seres que la componían, los dos dioses al centro.
–Padres –preguntaron los seres a sus dioses–, ¿qué sucede? ¿qué nos detiene?
–Algo que no estaba previsto al salir se ha presentado, debemos recobrar fuerzas aquí y meditar la forma de sortear el resto del camino que nos queda.
–Reposen ahora, cuando hayamos decidido cómo habremos de continuar, les avisaremos. El objetivo está a la vista y no demoraremos.
Los dos dioses tranquilizaron a sus hijos y poco a poco se desvanecieron de su vista. Habían pasado a otro plano de conciencia, donde no podrían ser vistos ni escuchados por aquellos a quienes guiaban. Debían discutir temas importantes y era fundamental no ser interrumpidos.
–Siento el agotamiento del viaje, querida mía. Peor aún, siento que algo nos está deteniendo.
–Sí, yo también lo he sentido, desde que estamos a la vista del objetivo, una fuerza que no logro entender nos está deteniendo, parece como...
–Parece un campo de fuerza. Rodeando a nuestro blanco se ha instalado un cerco destinado a impedirnos el paso. Es muy poderoso para que nos afecte estando aún tan lejos. Esto tiene que ser una barrera cósmica.
–¿Una barrera cósmica? ¡Debemos pensar cómo atravesarla si queremos resultar victoriosos!
–Ciertamente... –el dios miró fijamente a su esposa, había tomado conciencia de que parte de la solución iba a ser terrible.
–Esposo mío, tu mirada me hace temer...
–Estamos viajando como una gran masa de energía, debido a nuestro tamaño y densidad, cualquier ataque a la barrera será inútil, simplemente nos rechazará. Podríamos estar años intentándolo hasta encontrar un punto frágil, o que se agote su energía. Y no tenemos tanto tiempo para esperar. Debemos achicar nuestra masa.
–¡No! ¡mis hijos!
–Sí, es doloroso, pero para ser capaces de atravesar esta barrera tendremos que ser la mitad de los que somos ahora.
Aunque la mentalidad de colmena hacía que los individuos no fueran importantes, estaban hablando de desprenderse de la mitad de la horda invasora. Eso era un gran golpe para la raza.
–Hace años que salimos de nuestro última morada y no hemos renovado nuestra energía. Muchos se están debilitando, hay viejos y algunos enfermos. Se han convertido en un lastre para el avance, y ahora con la barrera, es imposible seguir manteniéndolos. Necesitamos todos los recursos para el final del viaje.
–Es una mala noticia, pero no se negarán, la supervivencia de la raza es lo primordial –dijo la diosa resignada.
–Aún hay más –continuó el dios hablando–, no me parece que alcance sólo con dividirnos. Habría que perforar la barrera para debilitarla y asegurarnos el paso.
–Una vez disminuidos, es vital el éxito en atravesar o ya no tendremos energía para volver a intentarlo.
–Entonces tendremos que usar la técnica de las Cinco Gemas.
–Pero –la diosa se sobresaltó–, ¡los únicos que podemos ejecutarla somos nosotros! ¿acaso vamos a abandonar también al resto? No van a poder continuar el viaje sin nuestra guía.
–Sí podrán, hay dos entre ellos que pueden con la responsabilidad de llevar a todos sus hermanos a destino. Los mellizos, nuestros hijos mayores, deberán guiarlos en nuestra ausencia.
–Sí, tienes razón, en ellos pongo toda mi confianza, son capaces y velarán por sus hermanos.
Los dos dioses se miraron complacidos, la preocupación había desaparecido de sus semblantes, habían encontrado las soluciones que buscaban y a los que liderarían el avance cuando ellos los dejaran solos.
–Volvamos y comuniquemos la noticia. Lo primero será hablarle de nuestra decisión a los mellizos.
Retornaron al plano dimensional donde los aguardaban, y pasaron la orden de que trajeran ante su presencia a los que habían elegido para llevar el mando en su lugar.
Dos seres se presentaron ante ellos, los más hermosos entre todos los de su raza. Sus hijos mayores, hermanos mellizos, macho y hembra.
–Padres, nos han llamado, aquí estamos para escuchar y obedecer –dijeron los hermanos al unísono.
–Hijo Nakar, hija Nokriy, príncipes de la raza –dijo el dios en tono paternal y a la vez autoritario–, los hemos llamado para encomendarles una misión. Una barrera de energía cósmica está deteniendo nuestro avance, hemos decidido realizar la técnica de las Cinco Gemas para perforarla. Ello implicará que nosotros ya no podremos dirigir más la columna invasora. Nuestra confianza para esa tarea ha sido puesta en ustedes.
–Deberán proteger y guiar a sus hermanos –la diosa sonrió–. El avance hacia el mundo que nos espera debe ser exitoso y una vez allí, comenzarán con las tareas de la invasión.
–Una vez que perforemos la barrera ya no estaremos en contacto.
–¿Qué haremos entonces? –preguntó Nakar.
–Lo primero que harán será continuar el viaje como veníamos, todos juntos en una columna, es la manera más fácil de seguir.
–Madre, no tenemos tanto poder para conducir a todos –suspiró Nokriy.
–No irán todos... –la diosa respondió con calma a su hija–. Cerca de la mitad de la colmena deberá ser dejada atrás. Pero no serán desaprovechadas sus vidas. Ellos darán su última energía para la supervivencia del resto.
–Es vital para la raza. Los aptos continuarán el viaje, el resto se sacrificará por sus congéneres. La energía que dejen se aprovechará para completar la misión.
–La técnica de las Cinco Gemas nos obligará a consumir mucha de nuestra fuerza. Ese será su último aporte.
–¿Y luego? –volvió a preguntar Nakar, interesado en la misión.
–Apenas realizada la técnica estarán solos, deberán juntar a todos y proseguir el viaje, atravesando la barrera por donde nosotros la hayamos perforado. Todavía faltan varios años de travesía hasta el objetivo.
–Una vez allí, antes de la invasión, deberán recuperar las gemas y volveremos a estar con ustedes para dirigir el ataque.
–Estamos dispuestos. –Los príncipes mellizos hicieron una reverencia, aceptando las órdenes de sus padres, los dioses de toda la especie.
Momentos después, los cuatro personajes se presentaban frente a todos para comunicarles las noticias y las órdenes para continuar el camino. Cuando hablaron sobre los que quedarían atrás, nadie se inmutó, como todos sabían, el individuo no significaba nada, todos eran sacrificables si el resto de la especie se beneficiaba de ello.
–Las cadenas más fuertes se miden por su eslabón más débil. Este viaje de conquista no nos permite quedarnos con aquellos que han perdido su fuerza. Los viejos, los enfermos, los débiles, incluso los más jóvenes si no están en condiciones de seguir, deberán ser abandonados.
–Su sacrificio no será en vano, de ellos obtendremos el poder para realizar el golpe que nos permitirá perforar la barrera y luego atravesarla con los que queden.
–La voluntad de los dioses será cumplida –una sola voz hablaba por todos.
–Nakar y Nokriy, príncipes entre ustedes, serán los que guíen hasta que podamos volver a encontrarnos. En ellos delegamos nuestro mando.
Los seres se volvieron hacia los príncipes y se inclinaron en reverencia y sumisión. Nadie protestó.
Luego, comenzó la selección de los que partirían con los príncipes. Los que no eran seleccionados, simplemente se despedían, no se escuchaban lamentos ni quejas, aunque sabían que su destino era el sacrificio. Mucho tiempo llevó hacer la selección, pero finalmente, quedaron divididos en dos grandes grupos, cada uno formado por millones de seres.
–Es hora –dijo el dios–. Invoquemos la energía para crear las gemas.
Los elegidos para continuar se apartaron, excepto los dos príncipes.
Los dos seres divinos entrelazaron sus auras y comenzaron un sencillo ritual. De pronto, un rayo cegador recorrió la multitud destinada al sacrificio. A cada uno que tocaba, lo dejaba sin vida en el lugar, y simplemente se desvanecía. Cuando la luz se disipó, los que quedaron pudieron ver que en el lugar de los millones que habían muerto, cinco gemas habían aparecido y flotaban en círculo.
–Ahora nos despedimos. Pero no será larga la separación –dijeron los dioses y sonrieron a sus hijos.
–¡Cinco Gemas! –la voz del dios atronó el espacio al pronunciar el nombre de la técnica.
–¡Diamante! ¡Rubí! ¡Esmeralda! ¡Zafiro! ¡Amatista! –la diosa nombró las gemas y cada una en su momento brilló. A cada brillo, una parte de los dioses era absorbida por las piedras.
–Adiós, Padre, Madre... hasta que nos volvamos a ver. –Los príncipes se dirigieron hacia las gemas flotantes.
Entonces, a la velocidad de la luz, las piedras partieron; y cinco alfileres, uno blanco, uno rojo, uno verde, uno azul y uno violeta comenzaron su trabajo de perforar la barrera que hasta entonces los había detenido. Iban dibujando una estela de color tras ellos; era el camino marcado para que sus hijos los siguieran.
Cuando vieron los límites de la ruta a seguir, los hermanos se dirigieron al pueblo y ordenaron la partida. Al igual que cuando dejaron el otro planeta, todos se fundieron en una sola masa energética, sólo que esta vez era mucho menor, y partieron, viajando exactamente por el centro de las estelas dejadas por las gemas.

:ss6:

CdZ A.D. 5000 - Más Allá del Cosmos - Capítulo XXXVI: SENESCALES


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#24 Lunatic BoltSpectrum

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Publicado 04 mayo 2012 - 07:51

muy capitulo "ya casi" llegan

en serio se veran los entrenamientos excelente

como seran las demas tecnicas de los villanos?

saludos

-----------------

EXCELENTE FIRMA

Editado por BoltSpectrum, 04 mayo 2012 - 07:55 .


#25 Rexomega

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Publicado 05 mayo 2012 - 09:29

Saludos

Aprovecho que estoy inspirado para dejar review, aunque no haya mucho que contar esta vez. *Saint Seiya Foros, en el nombre de el que sea que esté allá arriba, no te caigas de nuevo*

No te preocupes por el asunto de las descripciones. Yo tengo, de hecho, el mismo problema, creo que en su día llegué a eliminar personajes que ni siquiera había descrito, así que de ese lado no habrá queja sino aprobación las veces que sí haya descripción.

Por lo que me comentaste, y por cómo se desarrolla este capítulo, parece que sí me apuré a la hora de hacer predicciones de cómo iba a ser el fic, pero eso sólo incrementa el misterio. De un lado nos introduces en un mundo utópico, así que es difícil creer que haya alguna amenaza aparte de los aliens, a no ser que algún dios meta sus pezuñas a fin de "probar" al Santuario o incluso formar una alianza; y tampoco hay que descartar que una utopía puede perfectamente esconder un sub-mundo deleznable.

Será interesante ver si, además de los entrenamientos, vamos viendo al menos de forma superficial cómo es la Tierra del 5000 A.D. según Marcus; digo, el enemigo a futuro no será un dios con algunos guerreros para borrar de la faz de la Tierra el Santuario y el poder y la voluntad para acabar con la raza humana, sino una invasión. ¿Algo tendrá que hacer la humanidad esta vez, no? Aunque con todo el asunto de las gemas, interpreto que el inicio de la invasión sí va a poder desarrollarse en los clásicos términos de una Saga de SS (de nuevo me estoy apresurando, lo sé y lo lamento XD).

No había pensado en lo que deben tardar los aliens en cruzar el espacio. No entendí si se supone que se están moviendo a la velocidad de la luz, pero incluso si no es así van a tardar bastante en llegar a la Tierra si apenas están en el límite de la Vía Láctea, a menos que utilicen agujeros de gusano o cosas por el estilo, claro.

Fue bastante bueno ver a los villanos teniendo problemas. Es cierto que el villano invencible (los Santos de Oro en Saint Seiya, Freezer en Dragon Ball Z, cosas así) puede llegar a imponer mucho, pero unos que por un lado lo parecen, y por otro pasan por dificultades, hacen a la trama algo más difícil de prever. Claro que también sirvió para resaltar la personalidad "colmena" del enemigo, y dejar el choque de dioses -me gustaría creer que en su día Atenea deberá encarar a Padre y Madre, pero puesto que hablamos de SS, nada está escrito en ese rubro- para mucho más adelante; pero lo que más me interesó fue ver a los aliens pasando por un obstáculo y teniendo que recurrir a un "sacrificio" para superarlo.

No sé si me adelanto de nuevo, ya lo pregunté y me respondiste, no me puedes responder la pregunta o las tres cosas a la vez, pero me pregunto si los miembros de esta curiosa raza, o al menos los doce campeones que usarán en la invasión, podrán actuar individualmente. Es decir, si tendrán una personalidad propia más allá del hecho de que al final tengan un pensamiento tan "colmena". No sé cual sea tu opinión en ese aspecto, pero por mi parte considero a los antagonistas tan importantes como los héroes para una historia.

Cuando leí lo de las Cinco Gemas no esperaba ver joyas de la Tierra -que se llamen como las de la Tierra no me quejo, no es cuestión de que todo el que maneje una historia sobre el espacio tenga que inventarse un lenguaje completamente nuevo o algo así-, pero cumplen su función. De hecho, me sorprende que la barrera de Atenea fuera tan poderosa: fue puesta alrededor de la Tierra, aunque me parece que mencionaste que era incluso más grande que el planeta, pero afecta a los aliens incluso estando ellos en el límite de la Vía Láctea. Punto para Atenea.

Y ahí quedaron los aliens hasta que acabe la primera parte, ¿no? Te puedo decir que me quedo bastante interesado por lo que vas a contar en ésta, cómo serán los entrenamientos, quiénes serán los protagonistas -¿puro Santo de Oro? Porque son doce campeones, pero la fuerza invasora son millones si no entendí mal XD-, y cómo es en general el mundo en el que se mueven. Si esa era tu intención, pues te diré que lo has hecho bien.

BTW, en tu firma veo una rana amarilla (?).

Adeus

Editado por Rexomega, 05 mayo 2012 - 09:31 .

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#26 Megarage

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Publicado 05 mayo 2012 - 13:41

:as: se perdio mi post de ayer :as:

Bueh pues va de nuez

El capítulo fue interesante y esclarecedor ya que nos dio a conocer más sobre esta raza invasora , es interesante ver la manera en que trabajan en conjunto y se sacrifican con tal de poder seguir adelante , también es muy bueno ver que el avance de los invasores tiene sus penurias y dificultades ya que al fin la Diosa Atena ha hecho algo bueno ! y ha retrasado la invasión ( ya era hora de que la tia hiciera algo y no solo fuera un lastre ¬¬ )

Sin duda el Fic sigue siendo interesante y seguire leyendo , ademas sigue estando muy bien escrito y en esta ocasión no detecte errores

El capítulo nuevamente me ha dejado con ganas de leer más , pero ni modo no hay más que esperar a que publiques un nuevo capítulo

Saludos :s55:

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Publicado 04 junio 2012 - 01:00

Buenas, como siempre, vamos a empezar agradeciendo a los que leen y/o comentan este trabajo.
Antes de comentar el capítulo anterior, voy a decir algunas cosas que quedaron pendientes de los capítulos 2 y 3 y que me fueron preguntando por ahí: En primer lugar, lo del monolito: Fue una de las cosas que más me gustó de la película Tenkai Hen Overture, y aunque allí era un castigo, en mi historia, es un homenaje. Lo que me lleva al tema de las reencarnaciones: Como es bastante confusa la historia previa (manga original, Next Dimension y Lost Canvas) directamente corto el ciclo y que aparezcan guerreros nuevos. El pasado vive en los recuerdos, la sangre es nueva, lo que por otro lado, después de tres mil años, no es tan descabellado. Y ya que estamos una aclaración respecto del Patriarca: Aunque se adivine en el texto, yo no he dicho todavía que el hombre tenga treinta siglos, pero es cierto, probablemente sea un sobreviviente de las guerras que conocemos (lo que sería un tanto extraño: si Dohko en 240 años se convirtió en Yoda, este Patriarca en 3000, debería estar como Happosai, jaja!!, tranquilos que eso no sucedió). La última cosa que recuerdo que comentaron fue la ubicación del Santuario en Atenas: Bueno, teniendo en cuenta que en el manga original, los turistas perdidos que encuentran a Seiya estaban visitando ruinas cerca de Atenas, no era tan difícil localizarlo allí. Cómo es que nadie lo ve, ni sabe de él? para eso hice que estuviera "escondido en el espacio y en el tiempo", calculo que no debe ser difícil de lograr para personas capaces de manejar portales dimensionales. Ahora, algo que yo me pregunto a mí mismo: qué raro que nadie me dijo nada de los clanes secretos, pensé que era una de las cosas que iba a llamar la atención, pero pasó sin pena ni gloria...
Comentarios al capítulo IV: Esta Orden Ateniense está en construcción, aunque para los entrenamientos, todavía deberán esperar al menos un par de capítulos.
La técnicas de los invasores... pues por el momento, es algo que está en desarrollo, aunque como dije, en esta 1ra parte ya no los volveremos a ver (eso se llama mezquinar para crear intriga). De hecho, creo que sería totalmente posible leer esta 1ra parte sin los capítulos 1 y 4, y sería como cualquier otro fic de SS (eso es para Elgio)
Rexo, hay un montón de cosas que me planteás en tus comentarios, que me hacen desear ser mejor escritor de lo que soy... un montón de ideas (que hasta puede que te robe) que hubiera deseado tener... me estás dando mucho crédito, jajajaja!!! Lo del sub-mundo, o la gente del futuro... es algo que todavía no he pensado (apenas si he usado a la gente del futuro, y ya voy por el capítulo 23)
Otro tema: si tenemos en cuenta que una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea es Andrómeda y está a 2,5 millones de años luz, y estos seres vienen viajando desde vaya a saber de dónde, pero seguro que desde otra galaxia; da por resultado que están viajando a velocidad supra-luz (velocidad imposible, pero inventada a conveniencia del relato) aunque lo mismo les llevará un tiempo razonable llegar al objetivo (que me da el intervalo para que sucedan otras cosas)
Por otro lado ya respondí antes, los aliens se comportan como colmena, pero no quita que cada uno pueda tener su propia personalidad, todo depende de la circunstancia (piensen en una abeja, muchas veces se habla de que tienen 2 tipos de comportamiento: uno individual y otro colectivo)
Lo de las Gemas: Bueno, el hierro es hierro en la Tierra y en el punto más recóndito del cosmos. Por lo tanto, también el diamante es diamante en todos lados según lo pensé, no importa el nombre, sino el mineral. El tema de inventar un idioma completamente desde cero es una opción que está más allá del alcance de este fic (y de mis alcances). Estos aliens hablan el idioma del autor, y se entenderán con la gente de la Tierra en su idioma, como sucede con los aliens de Hollywood, que todos hablan inglés.
Y que la barrera haya sido tan poderosa que los haya afectado estando tan lejos, habla de la clase de Atenea que me gustaría presentarles. Pero no diré más por ahora.
Aclaraciones de este capítulo: No sé por qué, pero aunque comenzó como un capítulo de relleno, este es mi preferido de la 1ra parte, ya le encontrarán ustedes sus virtudes o defectos.
Gracias a Alina mi beta-reader y a Emy que modificó la firma.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora amenaza la Tierra. Atenea ha vuelto y junto a doce organizaciones fieles, reconstruye la Orden de Caballería. Mientras tanto, los invasores encuentran dificultades en el camino.

Capítulo V - Urdimbre


El general abarca las virtudes de sabiduría, sinceridad, humanidad, coraje y el ser estricto.

Sun Tzu


En la Tierra, la diosa Atenea crecía en el Santuario como una niña normal, pero su educación era muy estricta. Ya había cumplido cinco años y hacía dos que sabía leer. El Patriarca en persona todos los días le hablaba y la instruía sobre sus deberes. La niña aprendía sobre los dioses, los mitos, la historia de los caballeros y la misión que tenía ella en aquel momento. Aunque todas estas cosas eran de una cierta gravedad, ella nunca perdía el buen humor y siempre demostraba una gran inteligencia. Pero sobre todo, un gran amor y compasión por las personas que la rodeaban. Era imposible sentirse afligido a su lado.
A veces, cuando notaba al Patriarca pensativo y preocupado por el futuro, sólo le sonreía y corría a sentarse en su regazo, tomaba con sus manitos la vieja cabeza oculta por el casco y lo miraba fijamente con sus grandes ojos zarcos:
–Nada es imposible para los que confían –le decía, y el anciano Patriarca volvía a sonreír.
El Santuario había cambiado mucho en ese tiempo. En la cima del monte principal se había construido un templete, coronado por una gran estatua de la diosa, allí residía la niña, rodeada de sus sirvientes y delante de él, una gran sala, que era ocupada por el Patriarca. El camino que subía a la cima, ahora tenía en cada una de las doce curvas una habitación consagrada a cada una de las constelaciones zodiacales. Nadie podía subir si no pasaba antes por cada una de ellas.
Más abajo en el valle, cercana al monolito de los antiguos caballeros dorados, habían levantado una enorme arena donde se veía continuamente gente entrenando en la lucha. Eran los soldados del ejército ateniense. Poco a poco se habían reunido allí luego del llamamiento del Patriarca. Aunque había de todas las nacionalidades, la mayoría venía de Rodorio, la villa cercana al Santuario. Más retiradas, entre los montes que rodeaban la zona, se habían construido casas y cuarteles donde vivía la guardia permanente del lugar. Y dominando el resto de los edificios, en una posición desde la que podía ser visto en todos los puntos del Santuario, un gran reloj zodiacal de cuatro cuadrantes, sostenido por altísimas columnas terminadas en forma de cariátides.
Aún faltaban muchos detalles, todo estaba en proceso de construcción, pero los avances habían sido rapidísimos. Mucha gente había acudido como obreros para levantar los edificios nuevos.
En los pocos momentos en que la niña podía divertirse, su distracción favorita era ir a pasear a las casas de los soldados y obreros, o a la aldea Rodorio. Todos la mimaban, la acariciaban o le daban alguna golosina. Ella estaba encantada con esto y buscaba siempre excusas para ir de paseo.
Una vez en uno de estos paseos, encontró a dos mujeres haciendo algo que le resultó muy curioso. Una de las mujeres, sentada frente a una rueca y con un huso, hilaba lana. La otra, sobre un gran telar, pasaba de un lado a otro la lanzadera, y los hilos que fabricaba su compañera poco a poco entraban en la urdimbre y formaban una tela lisa y pareja.
Tanto le gustó a la niña esto, que quiso que las dos mujeres se mudaran a vivir con ella y le enseñaran el arte del tejido. El Patriarca se sorprendió con el pedido, pero no encontró ninguna razón para oponerse, y accedió.
Al poco tiempo, Atenea ya era una experta tejedora. Tejía siempre usando muchos colores, ella misma se encargaba de teñir la lana e hilarla. Una vez terminados los tejidos, le encantaba regalarlos a los habitantes del Santuario. Nunca se quedaba con una pieza para ella.
No descuidaba su educación con el Patriarca, pero aprovechaba cada momento libre para entregarse a esta artesanía. Lo hacía como si siempre se hubiera dedicado a ello, el movimiento de sus manos era fluido y natural. Eran sorprendentes las imágenes y las escenas que lograba en su telar. Sus dibujos estaban vivos, respiraban. Se decía que si todo estaba en silencio, podía escucharse un rumor que surgía de la tela: eran las voces de los personajes que vivían en la trama del tejido.
Un día, después de haber terminado una estola muy sobria, de color rojo con símbolos de heráldica en dorado y un borde de plata, corrió a entregársela al Patriarca.
Éste agradeció a la niña y se dejó colocar la prenda mansamente. Luego, ella lo miró, como queriendo observar el efecto general de la nueva estola con el resto de los ropajes del modelo. Se rió de una manera muy sonora, lo que incomodó de forma pasajera al anciano, que luego comenzó a reír también.
–Gracias, Atenea, por tu regalo. No sólo por la prenda, que es muy bonita, sino por la risa. Había olvidado como era la sensación, y el sonido de mi voz riendo –por la arrugada cara tropezaba una lágrima de felicidad–. Gracias por recordármelo en este momento.
La niña lo besó y dijo:
–Gracias a ti, por mantenerte fiel. Esa estola que te he dado es el sello de nuestra amistad. Prométeme que siempre la usarás.
–Lo prometo, a partir de ahora es mi tesoro más preciado.
Se quedaron en silencio un momento. Poco a poco, la carita de Atenea fue cambiando, y aunque no perdió la sonrisa, parecía cada vez más concentrada en algo. Una idea, un pensamiento lejano.
El viejo Patriarca lo notó, pero no quiso interrumpirla y esperó simplemente a que ella volviese a hablar.
–Patriarca, ¿recuerdas la historia de Arachne?
–La mejor tejedora que ha existido entre los humanos, una triste historia la suya, castigada por querer superar a los dioses.
–En la biblioteca leí mucho sobre ella. En la era de los mitos, mi primer avatar le enseñó a tejer. Su tejido era excelente, todos la admiraban y la elogiaban. Esto hizo que se volviera soberbia, creyó que su arte podía opacar el de los inmortales. Terminó ofendiendo a todos los dioses al hacer un tapiz que los ridiculizaba. Puso su vida en la creación de aquel tejido, tan así que, cuando la tela fue destruida, se ahorcó. Por piedad fue transformada en araña, y se le permitió seguir tejiendo por el resto de sus días.
–Puso su vida en la creación de ese tapiz... –dijo el Patriarca como en un sueño.
–Arachne estaba equivocada, tejió su vida en la trama de la tela por motivos erróneos. La belleza del tejido no se mide por la perfección de sus dibujos o la combinación de sus colores. La verdadera belleza está en el destino que se le da. Mientras tejo, en el telar la urdimbre no es más que lana. Toma forma allí. Pero el tejido adquiere su verdadera belleza cuando lo regalo. Antes, esa estola era como cualquier otra estola, el poder dártela la convirtió en única y tu risa le dio belleza.
–¿Es por eso que no te quedas con ninguno de los tejidos? –el Patriarca escuchaba emocionado a la diosa niña, le parecía increíble la madurez alcanzada a tan corta edad.
–La verdadera belleza se alcanza cuando el destino del tejido es el correcto –repitió Atenea. Y luego, agregó enigmática–: Eso es lo que voy a hacer.
–¿Qué cosa, Atenea?
–Voy a tejer un tapiz y voy a poner mi vida en él. Será mi regalo para la humanidad. En la trama voy a tejer mi amor por la Tierra, mis oraciones por el bien de los hombres, la esperanza de triunfar en la lucha que se avecina, mi amistad por ti, viejo Patriarca, la confianza en mis caballeros, la alegría de vivir en paz y armonía y la felicidad que nos da ser libres. Todo eso y más, estará representado en el tapiz. Una vez terminado, será el escudo que nos protegerá de todas las fuerzas atacantes, nada podrá atravesarlo.
La voz era firme y decidida. Por un momento, ya no había niña, era la diosa en pleno la que estaba allí, declarando su estrategia para frenar al invasor que todos sabían que venía. Un aura magnífica rodeaba su cuerpo y todos los del Santuario que la vieron, se sintieron reconfortados. Había esperanza.
Un momento después, todo había concluido.

***


Días más tarde, el Patriarca se hallaba en la cima de Star Hill observando el firmamento. No le gustaba lo que veía, aunque sabía que era inevitable. Las estrellas anunciaban que hacía poco tiempo, la barrera cósmica que se había establecido protegiendo la Tierra la noche de la llegada de Atenea, había sido perforada. Y aunque aún demoraba el avance del enemigo, ya no trabajaba en su total capacidad.
–Sabía que tarde o temprano lograrían atravesar la barrera –pensó–. Cada vez falta menos para el enfrentamiento.
A pesar de esta mala noticia, su semblante no mostró signos de intranquilidad alguna. Hacía algunos días, Atenea se había puesto a trabajar en el nuevo tejido que serviría para la defensa final del planeta. La pequeña se había encerrado en la habitación de su telar desde entonces, y estaba enfocada en su trabajo todo el tiempo.
Ella hacía todo el trabajo, recibía la lana que le traían los servidores del Santuario, luego la lavaba, la teñía, la hilaba y finalmente, las madejas que conseguía iban a parar al telar para ser usadas.
En todo momento estaba concentrada, y al tejer, su aura se encendía e inundaba el telar con luces y brillos. En ocasiones, se pinchaba los dedos con el huso o se cortaba con la lanzadera, entonces finas gotas de roja sangre caían sobre la tela. Pero no la manchaban, sino que pasaban a formar parte del dibujo del tapiz, como si hubiera sido a propósito.
Y poco a poco, la pieza iba creciendo. Como el destino de la Tierra dependía de ella, era de una belleza increíble.
La historia de las edades mitológicas cobraba vida en cada nuevo hilo que se agregaba al tejido. Los dioses, semidioses y los héroes realizaban sus hazañas nuevamente sobre la tela.
En su dibujo comenzaban a aparecer también las representaciones de las virtudes que la diosa otorgaba a los hombres. Amor, paz, verdad, justicia, esperanza, amistad... todas ellas tenían su lugar en el tapiz.
Todos en el Santuario la observaban orgullosos, confiaban plenamente en esta diosa niña que trabajaba tan delicadamente la lana y la convertía en esa artesanía sin igual.
El Patriarca seguía también con mucho interés el proceso de creación. Él mismo hubiera aportado su energía si hubiera sido necesario. Pero a la diosa no le hacía falta, tenía fuerzas suficientes para encarar la ardua tarea que se había impuesto a sí misma. Lo que era tranquilizante, teniendo en cuenta que el futuro no sería sencillo de enfrentar.
Además había recibido algunas noticias de los encargados del reclutamiento de los nuevos caballeros y confiaba en que éstos ya estuvieran listos para cuando el invasor llegara.
Estaba muy claro que la humanidad no podría escaparse de la guerra. Las estrellas mostraban las batallas. Pero aunque no mostraban el resultado de la confrontación, la defensa de la Tierra estaba en marcha.

:ss6:

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#28 Lunatic BoltSpectrum

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Publicado 04 junio 2012 - 08:02

buen capitulo


yo no comente nada de los clanes(casi nunca comento muchos detalles de los capitulos) pero es una excelente idea para la continuidad del santuario

saludos



:s50:

#29 Megarage

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Publicado 04 junio 2012 - 16:34

Ahora, algo que yo me pregunto a mí mismo: qué raro que nadie me dijo nada de los clanes secretos, pensé que era una de las cosas que iba a llamar la atención, pero pasó sin pena ni gloria...



Siendo sincero lo de los clanes si me ha dado curiosidad pero no pregunte , ni he preguntado ya que creo que en su momento y conforme avance el fic nos darás a conocer más detalles o al menos eso espero :upsi:


Bueh ahora si paso a hablar del capítulo : Para ser un capítulo de relleno como tu mismo lo has nombrado , me ha parecido interesante y me llena de curiosidad el trabajo que Atenea esta realizando y cuál será el resultado final del mismo ? , por otra parte el capítulo fue dinámico y no algo soso como a veces pasa con los rellenos


Como ayer tuve que suspender hoy que puedo sigo con el post aunque ya no recuerdo que más tenia que decir :upsi:


La escritura es buena como siempre y la historia me parece que esta siendo llevada de forma adecuada , ahora hay que ver como sigue desarrollandose y espero que siga como va de bien

También ya deseo conocer a algunos de los nuevos Santos así como también deseo saber más sobre el Patriarca ya que este personaje me tiene un tanto intrigado


Saludos :s55:

Editado por King Diamond, 05 junio 2012 - 12:23 .

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#30 Rexomega

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Publicado 10 junio 2012 - 13:36

Saludos

A estas alturas va a parecer que todos decimos lo mismo, pero igual: creo recordar que en ese review grande que hice para los capítulos 2 y 3 hice algún comentario sobre los clanes, más que nada porque se parece a una idea que iba a utilizar en una historia y que, como tantas otras ideas que he tenido, lamentablemente quedó en nada.

Este capítulo 5 me gustó sobremanera. No creo que haya demasiado que comentar, y no percibí errores, a excepción de algo que simplemente me pareció extraño:

Y dominando el resto de los edificios, en una posición desde la que podía ser visto en todos los puntos del Santuario, un gran reloj zodiacal de cuatro cuadrantes, sostenido por altísimas columnas terminadas en forma de cariátides.


No podría asegurar que esté mal, pero eché en falta un "había" o -ya que en la descripción ya habías usado eso un par de veces- "estaba".

En todo caso, como decía, el capítulo me gustó. En primer lugar, insistiré en que tus descripciones, aunque sencillas -no me quejo, personalmente me pierdo demasiado con las descripciones demasiado densas- ahí están, y ayudan a adentrarte en la atmósfera de la historia. Y ya que estamos en eso, de momento parece que el Santuario no es muy distinto de cómo era en el siglo XX, nada raro si tenemos en cuenta que el modo de vida de los Santos entonces no parecía diferenciarse demasiado de la Antigua Grecia. ¡No imaginas cómo agradezco que no haya un Hogwarts griego!

Atenea se está presentando como un personaje que mantiene la fuerza, inteligencia y bondad que cabría esperar de ella. Creo que ya te había mencionado que el diálogo que tuvo Atenea con el Patriarca en su momento evocaba bastante a la serie clásica, y creo que esto se mantiene. Lo que me interesa es hasta qué punto se parecerá a Saori, y hasta qué punto se alejará de ella siendo un personaje distinto, será interesante ir viendo su evolución.

Como niña, Atenea actúa como tal, creo. Incluso educada en el Santuario, incluso siendo diosa hecha mortal por voluntad propia, no necesariamente vamos a imaginarla como alguien solemne desde los cinco años. Donde sí tengo mis dudas es en la actitud del resto, sobretodo si saben quién es. Tengo muy presente la fidelidad que el Santuario le llevaba a Atenea, y me resulta muy difícil imaginarlos tratándola de forma cotidiana, por ejemplo: dándoles golosinas.

La principal razón por la que me gustó este capítulo fue, obviamente, la referencia "mitológica" sobre la que gira. Generalmente ese tipo de historias se usan para decir que los dioses mitológicos son muy, muy malos, y así empiezan historias como el remake de Furia de Titanes que... Oh, bueno, me pierdo. El punto es que supiste sacar lo positivo de la leyenda de Arachne, logrando además que el interés de tu Atenea en tejer sea algo más que un mero pasatiempo y/o un guiño a la mitología: al parecer, parte relevante de lo que será la invasión.

La conclusión a la que llega Atenea respecto al fallo de Arachne -que te sirve para revelarnos que, pese a su edad, es sabia-, quedó bastante bien; si debo ser objetivo, lo que hace de este un buen capítulo es que lo que sucede es consistente con las explicaciones que das, eso no todos lo consiguen. El modo en que nos cuentas cómo Atenea va tejiendo su obra -¿funcionará como un nuevo escudo para la Tierra/Santuario frente a la invasión?- y lo que borda en ella también fue bueno. En general, creas un personaje agradable de leer, aunque en el momento de la guerra eso puede decaer si no pasa de ser una mártir secuestrada.

Finalmente, tras una descripción medio utópica -en el sentido de que las cosas marchan como deben, claro, no es que los duros entrenamientos que se llevan a cabo ahí sean algo que cualquier persona común quisiera para su vida- del día a día del Santuario, terminas dejándonos claro que guerra va a haber, que será dura -de hecho, me interesará mucho si un día veo qué tan distinta puede ser esa guerra de lo habitual en Saint Seiya-, y que los "buenos" ya se están preparando para ella.

Creo que me estoy desgastando en elogios, y eso puede tanto ser bueno como ser malo dependiendo del escritor, así que mejor me pongo un freno aquí. Antes de despedirme, un par de cosas:

Capaz mi alzheimer me juega una mala pasada y ya lo mencionaste en capítulos anteriores pero, ¿el Santuario ha mantenido la formación de guardias y personal de servicio, a falta de un término mejor, en estos treinta siglos? Se supone que la humanidad lleva 3000 años de paz, de modo que imagino que es medio difícil sacar ahora guardias para que protejan el Santuario. Con los Santos/Caballeros no hay problema, porque justo ahora van a reencarnar.

Sé que no dijiste explícitamente que el Patriarca tenía 30 siglos, pero era intuitivo. Si llevamos 3000 años de paz donde, mínimo, no ha habido Guerras Santas, no ha sido necesaria la Orden de los Caballeros, por lo que no ha habido Caballeros Dorados, de modo que no pudo haber surgido otro Patriarca.

Me disculpo si fui muy blando, la mitología -bien utilizada- me pierde >=(

Adeus

Editado por Rexomega, 10 junio 2012 - 13:37 .

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Publicado 02 julio 2012 - 23:29

Bien, como siempre, agradeciendo a los que leyeron y/o comentaron el capitulo anterior.
Siguiendo con un tema de capítulos anteriores, estaba leyendo Episodio G y ahí se da a entender que el Santuario está en Grevena. Lo busqué en el mapa y ni cerca de Atenas está. Pero bueno, tranquilamente en Grevena puede estar una de sus puertas dimensionales (todo se acomoda, jeje)
En cuanto a lo de los clanes, se me ocurrió más que todo como homenaje al foro. Sería interesante saber tu idea, Rexo (como decíamos el otro día, a veces parece que ya está todo inventado)
Comentarios al capítulo V: Sí, Rage, empezó siendo de relleno, pero evidentemente dejó de serlo para transformarse en parte muy importante de la trama, no sé cómo pasó, tal vez tiene que ver con la referencia mitológica. Fue interesante ver cómo de la nada, ese capítulo fue creciendo alrededor de la antigua leyenda. Recuerdo que lo empecé casi sin saber qué poner, hasta que decidí que el personaje de Atenea se tenía que parecer a la diosa no sólo en el nombre sino en los atributos, entonces, en un libro que tengo, aparece rodeada de las cosas que les enseñó a los griegos y el tejido era una de ellas, y lo tomé y estoy muy satisfecho con el resultado.
Esta Atenea no es Saori, espero que sea lo más parecida posible a la diosa original, pero no nos olvidemos que Atenea nunca fue niña, nació ya adulta y armada de la cabeza de su padre. Entonces me puedo tomar algunas licencias, como la de que reciba golosinas (tampoco sería una falta de respeto ni de fidelidad de la gente dárselas, esa niña es amada por todos y ella no se hace temer)
Sobre el Santuario y su organización: pues como vieron en el capítulo 2, el único habitante era el Patriarca. Pero apenas éste llamó, los fieles acudieron (ya saben, Rodorio está al lado y seguramente sus habitantes han mantenido la tradición viva), así que no ha costado mucho reclutar gente. Y se parece al del siglo XX como éste se parecía a la antigua Grecia porque creo que es importante que, aunque el mundo haya cambiado, la tradición continúe intacta (supongo que lo de Hogwarts griego se referirá a algo así como lo que vimos en SS Omega, espero que el capítulo de hoy aclare esas dudas) Lo que sí te aclaro Rexo, no hay reencarnación; es sangre nueva.
Por último, para conocer los nuevos caballeros, prepárense para lo que viene. El Patriarca permanecerá en el misterio un tiempo más.
Aclaraciones de este capítulo: Aquí llega un poco de lo que venían pidiendo, espero cubrir sus espectativas. Árgyros significa plata en griego y sus técnicas se refieren a las puntas de las cadenas de su armadura (que tomé del animé). Las técnicas las puse en inglés por una cuestión de efecto y costumbre (el manga no tiene técnicas en castellano)
Gracias a Alina y disfruten la lectura.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. La Orden de Caballería está en plena reconstrucción. La niña Atenea comienza un tejido impregnado con su cosmos.


Capítulos VI - Soldados


Las estrellas nos guían a nuestro destino. La amistad nos guía hacia la eternidad.
Anónimo


Alrededor del mundo, las organizaciones secretas dependientes del Santuario no habían perdido el tiempo. Se habían realizado extensas investigaciones y búsquedas para localizar a los candidatos a portar armaduras. Muchos jóvenes y niños habían sido reclutados ya, y estaban en pleno entrenamiento.
Algunos habían sido detectados como candidatos desde bebés, otros un poco más grandes. Muchos habían dejado atrás una familia que los amaba, padres y hermanos que los veían partir con tristeza, pero a la vez orgullosos de saber el destino que seguirían.
Los Senescales en persona determinaban quienes eran seleccionados y quienes no. Otros miembros de los grupos cumplían la función de maestros de los futuros caballeros. La educación estaba instituida en forma de las antiguas agogé griegas.
La enseñanza que recibían era rigurosa y los maestros muy severos. Como venían de todas partes del mundo, la lingua franca era la koiné, la vieja lengua griega helenística, que allí aprendían.
Por la mañana se dedicaban a la educación académica: eran instruidos en diversas materias como física, astronomía, química, biología, anatomía, arte de la guerra, historia y mitología.
Por la tarde un agotador entrenamiento físico que además de buscar el fortalecimiento y la resistencia del cuerpo, incluía el aprendizaje de artes marciales, técnicas de combate y de defensa, y estrategias de lucha.
Finalmente, por la noche, el Senescal los reunía y les hablaba sobre qué significaba ser un caballero de la diosa Atenea; enseñaba que el espíritu de un caballero debía ser fuerte y que para eso se debía nutrir de cosas como el amor, la justicia, la amistad y la lealtad a la diosa. También hablaba de poderes todavía desconocidos para ellos. Poderes encerrados en el interior de cada uno y la manera en que podrían lograr manifestarlos.
En todo momento la disciplina era estrictísima y la más leve falta se castigaba con rigor espartano.
La gran mayoría eran varones, pero algunas mujeres se encontraban mezcladas entre sus filas. Era fácil distinguirlas entre sus compañeros, puesto que desde el primer día utilizaban una máscara que escondía la delicadeza de su género; obligadas al amor o al odio si eran descubiertas sin ella. Era ésta una tradición muy antigua que la diosa, siempre virgen, había pedido a sus guerreras que cumplieran. Esta tradición les permitía luchar codo a codo con sus compañeros masculinos sin quedarse atrás.
El entrenamiento forzaba a los aspirantes a caballero hasta los límites de su resistencia. Así debía ser, puesto que las luchas que llegarían no darían cuartel a nadie. Entonces, ocurría a veces que algunos de los reclutados, ya fuera por falta de fuerzas o de espíritu, debían abandonar la práctica, totalmente superados. Se los despedía con honores de la agogé y se les daba a elegir entre continuar como soldados o guardias, o regresar a casa. Muy pocos volvían a su hogar, ya estaban comprometidos con la Orden Ateniense.


***


Una tarde, mientras se realizaban estas actividades en la agogé de la Unión Nirvana, se podía observar en el campo de lucha a dos jóvenes de unos nueve o diez años que realizaban complicados movimientos. Ambos tenían largas cadenas aseguradas a los protectores de entrenamiento de sus brazos y con ellas se atacaban y defendían por turno.
Un maestro veía con atención las evoluciones de las cadenas. Estaba satisfecho. Los mejores guerreros de lucha con cadenas se encontraban en la Unión y habían sabido transmitir su conocimiento a los jóvenes aspirantes. Cuando se produjo una pausa, aprovechó para llamarlos.
–Bien, basta por hoy. Veo que han logrado hacer que las cadenas sean parte de su cuerpo. Recuerden: sus brazos ya no terminan en la punta de los dedos, ahora tienen el largo de las cadenas y a donde lleguen ellas, llegarán ustedes. Descansen, mañana es un gran día –les dio una palmada cariñosa y los despidió con un guiño–. Se han ganado un merecido descanso hoy –pensó.
Al día siguiente todos los miembros de la Unión Nirvana rodeaban la arena, los mismos dos jóvenes con armaduras de entrenamiento estaban parados en el centro, aguardando. La reunión era presidida por el Senescal de la Unión. Tras él, siete Cajas de Pandora brillaban en el sol de la tarde.
–Comiencen –dijo el Senescal.
Los jóvenes se saludaron y luego comenzaron a atacarse y defenderse con las cadenas. Esta vez era mucho más serio que un simple entrenamiento. Los golpes eran más potentes y más certeros.
Después de unos minutos, estaban bastante parejos en la lucha. Habían tomado algo de distancia para poder medirse y encontrar algún punto de ataque. De pronto, uno de ellos sonrió:
–Amigo, te ofrezco la oportunidad de rendirte, he visto tu punto débil y mi próximo golpe te vencerá.
–¡Por supuesto que no! ¡por mi honor, que he de luchar hasta el final!
–Está bien, respeto eso –volvió a hablar el primer muchacho–, prometo no lastimarte. –Al mismo tiempo que decía esto, un aura de poder envolvió su cuerpo.
Su oponente se estremeció al ver esto, e intentó un ataque desesperado, lanzó sus cadenas al frente a gran velocidad, deseando que golpearan el objetivo.
–¡Silver Cross Defense! ¡Morning Star Flail! –gritó el joven envuelto en luz; y como un rayo, a un mismo tiempo, la cadena izquierda, terminada en una cruz afilada, cortó las cadenas de su adversario y, la derecha, terminada en una pequeña bola con cinco picos, salió disparada hacia adelante.
La defensa y el ataque habían sido rapidísimos, un estallido sónico se había escuchado en la trayectoria de las cadenas. La bola alcanzó de lleno su blanco, que no tuvo tiempo de reaccionar para protegerse y voló varios metros hacia atrás.
Después de realizar semejante ataque, el pequeño guerrero salió corriendo a ver como se encontraba su adversario. Suspiró de alivio al ver que estaba bien y que se lo llevaban para atenderlo.
En ese momento, a espaldas del Senescal, una de las cajas plateadas brilló y expulsó hacia el cielo su contenido, que allí estalló en varias piezas. El muchacho se sintió elevado en el aire por una fuerza misteriosa y poco a poco, su cuerpo se fue cubriendo de placas de un extraño material, pero muy livianas y que ajustaban perfectamente.
Cuando volvió al piso, armado de pies a cabeza y con brillantes cadenas en los brazos, una ovación se extendió entre la concurrencia. Por fin era un caballero. Se arrodilló por la emoción y dio gracias.
–Árgyros –dijo el Senescal–, la armadura te ha elegido, ella te protegerá cuando luches por la diosa. No la uses para promover causas injustas o grande será la pena. Es un ser vivo, sé uno con ella o se volverá pesada e inútil sobre tu cuerpo y hará torpes tus movimientos en la lucha. Levántate y sé reconocido, caballero de plata Árgyros de Cefeo, el primero en toda la Orden.
Árgyros se incorporó henchido de felicidad, seis años de duro trabajo habían dado su fruto. Se había convertido en el primer caballero luego de que se pusiera en marcha la reconstrucción de la Orden de Caballería Ateniense. Observó su armadura: era brillante como la plata muy pulida, pero no era fría como el metal, sino que emanaba de ella una calidez reconfortante.
–Seguirás entrenando, caballero de Cefeo –dijo el Senescal–, ayudarás a tus compañeros a convertirse en caballeros a su vez. Más adelante, deberás partir para el Santuario y ponerte a las órdenes del Patriarca y de la diosa Atenea. Ellos te guiarán a tu destino.

***


Menos de un año después, tres caballeros más habían sido armados en la Unión Nirvana: de plata, Cerbero y de bronce, Casiopea y Coma Berenice. Entonces, el Senescal decidió destacar a Árgyros junto al caballero de Coma Berenice para que fueran al Santuario, comunicaran las noticias que tenían y, si era necesario, volvieran con otras.
Se pusieron en camino los dos muchachos, con las Cajas de Pandora y su valioso contenido en la espalda, e hicieron el viaje hasta el Santuario atravesando un continente entero y luego el Mar Mediterráneo.
Casi al final, ya en Grecia, estaban descansando un día bajo unos olivos, cuando vieron llegar de distintas direcciones, algunas personas que les llamaron la atención por el modo en que viajaban: también traían en sus espaldas los bultos reconocibles de las Cajas de Pandora.
–Otros como nosotros –se dijeron. Y se propusieron esperarlos para poder hablarles y conocerlos.
–¿Quién vive? –preguntaron cuando los tuvieron cerca.
–Caballeros de Atenea –respondieron tres recién llegados–. Pertenecemos a la Orden del Cántaro Sagrado y nos dirigimos al Santuario para ponernos al servicio de la diosa y completar nuestro entrenamiento allí. ¿Ustedes?
–También somos caballeros. Venimos de Asia, de la Unión Nirvana y nuestra misión es la misma que la de ustedes. Bienvenidos.
–Al parecer somos varios en el camino, por allá se ve un grupo más. Y uno muy numeroso en la otra dirección. Me presento: soy el caballero de plata de Cruz y ellos los caballeros de bronce de Corona Boreal y de Compás.
–Yo soy Cefeo y él es Coma Berenice.
–¡Cefeo! Tu fama te precede, sabemos que eres el primero que fue armado caballero de nuestra generación –dijo uno de los de bronce.
–Tuve esa fortuna. Igualmente, todavía sigo entrenando. Nunca se sabe qué enemigo puede estar acechando y hay que estar preparados.
Mientras así charlaban, fueron llegando los del segundo grupo y se presentaron como los caballeros de plata Hércules y Mosca, y los caballeros de bronce de Osa Mayor, Jirafa y Liebre, miembros de la Comunidad del Colmillo Dorado y del Clan Antares.
En el último grupo, algunos habían tenido que atravesar el Océano Atlántico para llegar a Grecia. Provenían de la Secta de los Rostros Muertos y la Tribu del Toro Dorado, eran dos caballeros plateados: Copa y Lebreles, y cinco de bronce: Boyero, León Menor, Indio, Unicornio y Lobo. Copa e Indio, eran caballeros femeninos, así que sus rostros estaban velados por máscaras. A su arribo a Europa, se había unido a los anteriores, un caballero plateado del Círculo de los Gemelos.
Esa noche ninguno durmió. Una cierta excitación se había apoderados de ellos al encontrarse con sus compañeros de armas y les había robado el sueño. Hablaron toda la noche sobre ellos, sus orígenes, su entrenamiento, sus armaduras. Hacían bromas, se reían; después de todo, sólo eran chicos. Sólo se pusieron serios cuando tocaron el tema de la invasión que esperaban. Sabían que serían los protagonistas de esa historia y que no debían fallar.
–Árgyros –llamó uno–, ya que eres el más experimentado –algunos rieron, sólo eran pocos meses de diferencia con el resto– responde: ¿estaremos listos para pelear por la defensa de la diosa y de la Tierra?
Árgyros se levantó y miró a los diecisiete jóvenes que lo rodeaban:
–Amigos caballeros, mientras peleemos para proteger a las personas, estaremos listos. Mientras tengamos la voluntad de levantarnos cada vez que caigamos, estaremos listos. Siempre que estemos dispuestos al sacrificio, no hay duda de que estaremos listos.
Algunos días después, entraban al Santuario, donde ya había trece representantes más, de las cinco agrupaciones que no habían encontrado en el camino. En total, ya eran treinta y un caballeros en ese lugar y un número algo menor que se habían quedado en sus lugares de origen.
Un ejército todavía formado por niños se presentó ese día ante la diosa. Ya crecerían, y serían fieros guerreros para protegerla.
El Patriarca revisó las filas y luego les dio descanso. Al día siguiente, él mismo dirigiría el resto de su entrenamiento. Sentía el poder de los jóvenes, sólo tenía que lograr que lo hicieran explotar al máximo.
La Orden de Caballería estaba con vida nuevamente, aunque todavía, ninguna armadura dorada había encontrado portador.

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#32 Lunatic BoltSpectrum

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Publicado 03 julio 2012 - 00:14

La enseñanza que recibían era rigurosa y los maestros muy severos. Como venían de todas partes del mundo, la lingua franca era la koiné, la vieja lengua griega helenística, que allí aprendían.
Por la mañana se dedicaban a la educación académica: eran instruidos en diversas materias como física, astronomía, química, biología, anatomía, arte de la guerra, historia y mitología.


excelente apunte
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como siempre muy buen capitulo esperando el proximo

#33 Megarage

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Publicado 06 julio 2012 - 12:33

A mi parecer este me ha parecido el mejor capítulo , me parece que has captado muy bien la escencia de SS

Muy bien escrito y al fin han comenzad a aparecer los nuevos Santos !! también hubo una pelea breve pero creo que así tenia que ser ( aunque me gustaria que fueran un tanto más detallado o con mayores descripciones tanto las peleas como los entrenamientos y el lugar donde entrenan ) , no me sorprende que Eligieras a Cefeo como el Primer Santo jeje

Despues de este capítulo me parece que los demás tendrán que ser mejores aunque eso no será una tarea facil , espero que más adelante nos relates un poco más sobre los entrenamientos y el "nacimiento" de los nuevos santos entre los clanes , en lo personal también me gustaria conocer más sobre los Senescales de los clanes , se que es dificil pero igual desearia saber un poco más sobre los 31 Santos que ahora estan en el Santuario y también sobre los que se han quedado en los clanes


Saludos

PD. Por cierto me parece más que acertado que por el momento no han aparecido nuevos Santos Dorados

Editado por King Diamond, 06 julio 2012 - 12:47 .

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Publicado 04 agosto 2012 - 16:19

Llegó el tiempo de traerles otro capítulo. Gracias a los que leyeron y/o comentaron el anterior.
Comentarios al capítulo VI: Me pareció bueno explicar qué estudian y cómo se comunican los aprendices a caballeros, ya que son niños de todas partes del mundo. Espero con esto no haber creado un Hogwarts griego, como era lo que me decían por ahí (ni tampoco la Palestra de Omega, a la cual me anticipé, creo yo, de mejor manera) Pero sobre todo, porque me pareció que un guerrero no debe estar solamente entrenado en la lucha. Hay que saber por qué se pelea, o se es un bruto. Elegí las materias que se estudian en base a lo que ellos aplicarían luego en sus combates.
Qué bien que te haya parecido bueno, Rage, el anterior también fue un capítulo que comenzó como relleno y tomó vida propia (tal vez debería escribir puro relleno, porque estoy atascado con los que no lo son, jaja). En cuanto a la brevedad de la pelea, es algo que noto que pasa; en los 25 capítulos que tengo hasta ahora, las peleas se resuelven rápido... posiblemente mi escritura esté dirigida hacia otro aspecto de la historia. O sea, las peleas están, pero no son el eje central. Tal vez si me esfuerzo, logre adornarlas un poco más, pero no prometo nada.
Y sí, Cefeo debía ser el 1ro: es el único argentino de la versión de Kurumada!! Le debía ese homenaje. Creo que estuve bien en hacerlos esperar para que aparecieran los personajes que quiere ver la gente (levanta la intriga).
Por otro lado, deseo concedido, a partir de ahora van a conocer un poco a los Senescales, el Santuario queda un poco de lado, y nos metemos en las organizaciones secretas. Eso sí, ya se van a dar cuenta que dorados, sí o sí van a haber.
Y en cuanto a que cada capítulo deba ser mejor al anterior... pues... AUXILIO!!! jajajaja, para eso debería escribir mejor de lo que lo hago, a veces me parece que es exactamente al revés. Ustedes notarán las fallas (yo las noto)
Aclaraciones de este capítulo: Hace como 5 años que yo tenía los esbozos de la historia en la cabeza (el capítulo 2, el 3 y algunos de esta parte y otros de los que escribo ahora) Pero nunca había escrito nada, ni en borrador. Hace como 3 años, hubo una amenaza de concurso de minifics que luego no pasó, pero mi idea fue presentar el capítulo que hoy traigo. Fue así que se convirtió en el 1er capítulo que escribí, pero que luego, cuando decidí poner en marcha toda la historia, terminó siendo el 7mo por orden (algunos van a recordar cuando les decía que había empezado por el capítulo 7) Es por eso también que el 5 y el 6 comenzaron siendo relleno (debía completar el espacio, jaja)
Concluyendo: gracias a Sarita que lo corrigió y a Alina que le hizo la lectura definitiva. Ojalá les guste.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. Atenea ha vuelto y ha comenzado la reconstrucción de la Orden de Caballería. Pocos años después, Cefeo y otros más, se convierten en los primeros caballeros.


Capítulo VII - Nacimiento


Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo.

Lev Nikolayevich Tolstoy


La mujer sintió que era seguida. No vio nada; sólo lo sintió. Pero no podía ni debía preocuparse en ese momento; algo, que era mucho más urgente le estaba sucediendo. Una vez más, el dolor la sacudió, una sensación como jamás había tenido antes. Ahogó un grito en su garganta y dobló su cuerpo en dos, tomándose el vientre.
–Hijo, todavía no es el momento–, dijo en agonía.
Las sombras que iban tras ella se adelantaron, pero no se asustó porque a pesar de que las figuras eran inquietantes, sus auras emanaban un raro sentimiento de paz. Eran varias y estaban ataviadas de manera extraña. Grandes capuchas sobre sus rostros y largos hábitos, los hacían ver como monjes venidos de otros tiempos.
–Síguenos, mujer –dijo el primero de los encapuchado que la abordó. La tomó de un brazo, y uno de sus compañeros del otro.
No quiso resistirse; no hubiera podido. De manera delicada pero firme, la condujeron hacia un vehículo cercano.
Ella se dejó manejar como muñeca de trapo; una nueva punzada de dolor la desgarraba por dentro y los extraños eran una promesa de calma. Sintió que podía abandonarse por un momento en manos de ese misterioso grupo, aunque por otro lado, tampoco hubiera tenido la fuerza para impedirles que hicieran con ella lo que quisieran.
–Tranquilízate, todo estará bien –dijo otro de los encapuchados.
–Mi hijo... no se mueve.
Una de las sombras se adelantó y le colocó la mano en el vientre.
–Tu hijo está bien, pero ya no esperará.
Había algo en sus palabras que la hizo confiar. Podía estar tranquila aunque el dolor fuera tremendo.
Llegaron al vehículo y acomodaron a la mujer en él. El conductor partió y con gran velocidad cruzaron la ciudad, hasta salir de ella. La noche los perseguía, pero sin detenerse volaban por el camino, hasta que éste desapareció. Iban a campo traviesa y el traqueteo se hizo notar.
Esto fue demasiado para la mujer, y no esperó a que llegaran a las luces que se veían lejos, adelante. Torció su cuerpo sobre sí misma y dio un gran grito, pero fue el último, su cabeza cayó laxa y todo su cuerpo se aflojó. Los encapuchados empezaron a practicarle los primeros auxilios dentro del vehículo y cuando por fin alcanzaron las luces hacia donde se dirigían, la bajaron con prisa.
El lugar a donde habían llegado era una antigua mansión, perdida en un páramo. En la puerta los esperaba otra figura encapuchada, una luz la envolvía, pero no se podía distinguir si era propia, o reflejo de las luces que había encendidas en la entrada.
Mientras entraban a la mujer, uno de los que la habían acompañado, el que la había tocado, se quedó atrás y se acercó al que esperaba:
–Senescal –dijo–, ¿estás seguro que es ella? Todavía falta como un mes de gestación.
–Es ella. El niño no esperará. Lo sentí cuando pasó a mi lado.
–Yo también sentí al niño. Pero temo por ella, está muy débil.
–Ella cumplirá su deber para con su hijo. Las estrellas así lo predijeron. Entremos, asegúrate que no les falte nada.
–Cumpliré sus órdenes, Senescal.
Entraron a la mansión y se separaron en los pasillos. El hombre que había atendido a la mujer echó su capucha hacia atrás y un rostro preocupado asomó.
–Espero que tenga razón –pensó–, me preocupa que no llegue al parto, y se lleve a la criatura con ella. Aunque es raro que un Senescal se equivoque. En fin, haremos lo imposible por los dos. Veamos cómo están.
Entró en la penumbra de un corredor y siguió unas escaleras que lo llevaron a un sótano y luego a una cueva excavada en la roca viva que sostenía la casa.
Aunque era una cueva y se hallaba en cierta penumbra, todo estaba muy limpio; la actividad que allí se veía era extraña para el lugar, pero necesaria para el momento. Alrededor de una cama, se movían algunos personajes, ajetreados sobre la mujer que habían traído. Varios tubos entraban y salían de su cuerpo y un respirador estaba funcionando. El rictus de dolor había desaparecido de su rostro y ahora descansaba.
–¿Puedo hablar con el médico? –preguntó el que venía de arriba.
Una persona se separó del grupo y se acercó.
–¿Cómo se encuentran?
–El niño no se mueve, y además no encontramos sus signos vitales, pero sabemos que está vivo. La madre está muy débil, ahora descansa, pero la trajeron tarde. Igual hacemos todo lo que podemos –dijo el médico.
–Sí, fue difícil hallarla, dimos demasiadas vueltas porque la señal era muy tenue y perdimos tiempo esencial.
–Ya lo creo, su vida está en peligro. En cuanto al niño, ¿estás seguro que él es el que buscamos? Éste que tenemos debería nacer dentro de un mes.
–Yo mismo no estaba seguro, pero cuando la encontramos, la toqué y sentí al niño en su vientre, fue estremecedor. Es él, el Senescal lo acaba de confirmar.
–Se adelanta, parece entonces que supiera en qué momento debía llegar.
–Los dejo en tus manos, cuídalos. Que nada les falte. No debemos permitir que algo falle.
–Tranquilo. Velaremos por ella y por él.
El médico dejó al hombre cavilando y se volvió hacia la paciente. Nada había cambiado, y el trabajo duro aún estaba por delante.
Una hora más tarde ella despertó, vio a su alrededor, pero nada ni nadie le era familiar, aunque supo que la estaban atendiendo.
–Mi hijo... Es mi primogénito... –jadeaba entre frases–. No se mueve... Sálvenlo, por favor...
–Pronto darás a luz, verás que todo sale bien, sólo ten fuerza. Por tu hijo.
Escuchó perfectamente las palabras, pero ninguno de los presentes había abierto la boca.
–Estas personas te ayudarán. Tu hijo es muy importante para todos –dijo la voz.
–¿Quién...? –pero no pudo terminar la pregunta, pues otra vez el agudísimo dolor interno la sacudió.
La gente a su alrededor inmediatamente se puso en movimiento.
–¿Qué sucede? –preguntó uno de ellos.
–El parto comenzó –dijo una mujer–, pero me temo que el niño está cruzado.
–Acaba de perder el líquido amniótico, si no nace pronto, se asfixiará –dijo otro.
–Tendremos que practicarle una cesárea de urgencia –anunció el médico–. Prepárense todos.
La mujer escuchaba todo y se asustó. Su hijo estaba en peligro y ella se encontraba debilitada al extremo; no podría ayudarlo así.
–Necesitamos que aguantes, mujer, un poco más y todo va a terminar.
Cerró su mano en la de la enfermera que le había hablado. Un nuevo espasmo doloroso la hizo apretar los dientes.
–Tranquila, ten calma. Puedes superar el dolor y ayudar a nacer al niño.
La misma voz de antes, pero esta vez supo de quien venía. Sólo eso, porque realmente no lo vio hablar. Las palabras entraban directo a su mente. En una esquina estaba la figura rodeada de luz del Senescal. Acababa de entrar a la cueva y sólo miraba a la mujer, nada más. Pero la luz a su alrededor parecía aumentar. A su lado, reconoció al hombre que la había traído; también él estaba rodeado de un aura luminosa.
–Estoy cansada... muy cansada...
–Ya descansarás. –Otra vez las palabras en su mente.
Nuevamente un espasmo y un grito sin fuerza. El médico se acercó y pidió que la durmieran, así comenzaba a operar.
–No... no me duerman... quiero verlo, cuando llegue...
–Pero entonces...
–No la duerman –dijo el compañero del Senescal –nosotros la cuidaremos desde aquí.
El afilado bisturí le tembló en la mano, pero se repuso. La urgencia no admitía titubeos. Luego, cortó.
Un hilito de sangre corrió por la piel de la mujer y se transformó en una gruesa gota que manchó la sábana. Increíblemente, el corte no provocó dolor en la mujer. De alguna forma, la luz que emanaba de aquellos dos hombres era lo que la protegía. Sólo supo que era así.
–Los latidos del niño son apenas audibles ahora, debemos apresurarnos –escuchó el médico que dijo uno de los asistentes.
–Ya estamos cerca, separamos la pared del abdomen y ésta es la matriz.
–¡Ya no lo escucho!
Otro fuerte espasmo sacudió a la mujer e hizo caer el cuchillo de las manos del médico.
–¡Otro, rápido!
El Senescal se adelantó, su aura creció todavía más. Tocó a la mujer y dijo al médico:
–Tranquilo, es ahora o nunca.
–Pero, no hay movimiento.
–Hazlo.
Cortó las paredes de la matriz, sus asistentes abrieron el tajo y metió la mano para sacar al niño. No acabó de meterla, y la retiró rápidamente, asustado.
–Está frío, Senescal.
–¡Mi hijo! –lloró la mujer.
El Senescal se adelantó y acercó la mano luminosa al niño. De repente todos dieron un salto hacia atrás espantados: el nonato había estirado el brazo y se había aferrado al dedo del hombre. Todavía dentro del útero, su manito se abría camino hacia la vida y hacia la luz.
–Prosigan, no es tarde aún.
Sacaron al niño y se lo llevaron. La luz también lo rodeaba a él en ese instante.
El médico se quedó atendiendo a la madre. Sus ojos no podían creer lo que veían: como si hubieran querido salir desde dentro, las paredes de la matriz estaban desgarradas, llenas de hematomas; el sangrado era imparable. Levantó la cabeza hacia el Senescal e hizo una seña negativa y triste.
–Quiero verlo... aunque sea... sólo un momento... –suspiró la madre.
–No es conveniente, debemos cerrar estas heridas.
–Ya no... hay dolor...
–Morirás, si no me dejas.
El Senescal y el otro se adelantaron, y tomaron cada uno, una mano de la mujer.
–Mujer, darle vida a este hijo, ha significado pagar con la tuya, estaremos agradecidos por siempre. –Y dirigiéndose al médico–: Tráele al niño, es su madre quien lo pide.
El médico lo fue a buscar a donde lo estaban limpiando. Una de las enfermeras le susurró:
–Hay algo malo con el niño, señor, no llora.
–¿Sólo es eso?
–Espero que sí.
Tomó al infante y lo examinó; su palidez era extrema, pero la delgada línea roja de la boca y los ojos chispeantes confirmaban que había vida en él. Con esfuerzo pudo escuchar finalmente, al diminuto corazón latiendo y vio que su pecho subía y bajaba con calmada respiración.
Se lo entregó cuidadosamente a la madre, mientras le rodaba una lágrima.
–Lamento no haber podido salvarte. Tu hijo estará bien.
–Es... hermoso...
–Sí, lo es –dijo el hombre que la había traído–, hace mucho que lo esperábamos.
Su aura y la del Senescal cubrían ahora toda la habitación.
Ella sabía que eso era lo último que la sostenía con vida. Observó a su hijo, le pareció adivinar que él tenía su luz propia, y eso la reconfortó.
–Ya no puedo... sostenerlo...
El Senescal la ayudó a sostener a la criatura, los brazos de ella se aflojaron.
–No te preocupes, nosotros lo cuidaremos; aunque el futuro no está totalmente escrito aún, la parte que podemos ver en las estrellas, nos dice que tiene una misión muy importante.
–Júramelo...
–Tienes nuestra palabra, él es muy importante –dijo el otro–, es triste que no puedas ver en quién se convertirá.
–Debes darle un nombre, mujer, eres su madre –dijo el Senescal.
–Su nom... nombre...
No pudo terminar. La vida la abandonó en ese último suspiro, sus ojos se apagaron y su cuerpo se relajó. Había paz en su rostro a pesar de que la muerte la había tomado.
Le cerraron delicadamente los ojos que estaban vueltos hacia su hijo. En el final de su vida, dar a luz al niño era lo único que había importado, y eso, lo había cumplido.
El Senescal tomó al niño con cuidado, alejándolo del cuerpo inerte de la madre. Lo miró fijamente y sintió la fuerza de su espíritu.
–Hola, muchacho sin nombre. Este día es el primero de tu vida. Esa que yace ahí, fue tu madre, quien ahora velará por ti desde otro lugar. Yo, soy el Senescal de la Secta de los Rostros Muertos, y me encargaré de tu educación. Bienvenido al ejército ateniense. Bajo esta manta te espera tu destino.
La manta señalada cubría un objeto, aunque uno de sus lados estaba caído y dejaba ver algo que parecía una caja dorada y, en sobre relieve, lo que podía ser la tenaza de un cangrejo.
Afuera, en la noche, la constelación de Cáncer brilló, opacando a todas las demás.

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#35 Lunatic BoltSpectrum

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Publicado 04 agosto 2012 - 18:46

como siempre excelente capitulo

la historia estuvo muy bien llevada para el caballero que sera

saludos

:s50:

Editado por BoltSpectrum, 04 agosto 2012 - 19:28 .


#36 Megarage

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Publicado 05 agosto 2012 - 13:17

Buen capítulo !

Me parece bien ir conociendo un poco más sobre los clanes y demas , aunque nuevamente he de decir que me ha parecido que el capítulo fue muy corto :unsure: y aunque se que no es muy corto al menos al leerlo así me lo ha parecido , espero pronto se de a conocer más sobre los clanes , aunque al ser 12 creo que será un poco dificil conocer lo sufieciente de ellos como para saciar nuestra curiosidad :unsure: y al fin ha aparecido quién aparentemente será uno de los dorados !! eso es bueno pero me parecio también muy acertado que de momento no se sepa mucho más sobre él


En fin no queda más que esperar el siguiente capítulo

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#37 Rexomega

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Publicado 11 agosto 2012 - 17:55

Saludos

¿Me echaban de menos? >=)

A fin de no quedarme atrasado con esta historia, comentaré tanto el capítulo 6 como el 7, que de hecho no creo que sea un problema por lo "corto" que es el segundo. No me he puesto a ver si entre capítulos la longitud es significativamente distinta de uno a otro, pero aquí me refiero a contenido. En cierta forma entiendo a King Diamond porque manejas una historia que te hace desear leer más, pero por otra parte y hasta día de hoy los capítulos tienen la longitud y el contenido que necesitan, ni más. ni menos.

Empezando con el Capítulo VI: Soldados, y ya que creo que fui yo el que acuñó el término de Hogwarts griego por estos lares, te diré que no me evoca eso. Mi problema con Palestra no tiene que ver conque los Santos aprendan diversas materias, porque de hecho si lo piensas es una verdad no escrita para cualquier obra de Saint Seiya, desde ver a Marin hablando a Seiya de constelaciones y de átomos o a Camus explicando el Cero Absoluto, hasta la velocidad de la luz de los Santos de Oro y el desarrollo de varias de las técnicas que vemos en Saint Seiya. Evidentemente no son conceptos que vayan a poder contener niños que jamás tuvieron una enseñanza fuera del mero hecho de pelear y pelear.

Mención especial a la lengua principal que diste a los Santos, y al uso de términos propios de la cultura griega. Esto último principalmente te hace empatizar conque el Santuario es, a fin de cuentas, una herencia de lo griego, y no una escuela Pokémon que... Oh, mejor no sigo por esta vía.

Sigo apreciando las pocas descripciones de los lugares que das, son ligeras pero ayudan a hacerte una imagen, si bien sin duda a eso ayuda un poco el hecho de que el Santuario lo tenemos muy visto. Y ya que hablo de descripciones, en la batalla por la armadura de Cefeo me fijé en que el que termina siendo portador ya tenía de por sí las cadenas de la armadura, pues las usa en su combate. Más allá de que no me suena muy justo que digamos, tampoco veo la lógica en darle parte de una armadura a alguien que todavía es un aspirante a ésta. No sé si me esté dejando algún caso en SS que lo explique, pero ahora mismo sólo puedo pensar en Shun, y en su caso las cadenas de Andrómeda se usaban como prueba final para la obtención de la armadura.

Si realmente no era la cadena de Cefeo estaré pecando de paranoico, pero la mención de una bola en un extremo y una cruz en la otra me hizo recordar esa armadura.

Fuera de este detalle, la verdad es que es un capítulo ameno, la Orden Ateniense se va formando de un modo que resulta creíble -diría que no puedo tomarme en serio una constelación del Compás, pero es que igual me pasa conque Mosca sea una de las constelaciones de los Santos de Plata-, donde lo que sabemos gracias a las obras de SS es complementado con los añadidos de tu cosecha sinque quede forzado. Por este lado sigue así, lo estás haciendo bien.

El Capítulo VII: Nacimiento es corto, como ya mencioné, limitándose a contar el nacimiento del futuro Santo de Oro de Cáncer. Es curioso que un evento que en otras historias uno leería en una página, cuando no en un párrafo, aquí abarca un capítulo y sin embargo no llega a resultar pesado, lo que por supuesto cambiaría si es que guardas la intención de hacer un capítulo por cada uno de los 12.

Me agrada que el nacimiento de un Santo de Oro cobre tanta importancia, después de todo son los que nacen bajo una constelación zodiacal, además de ser la élite del Santuario. Es más fácil suponer que para las 66 restantes constelaciones pueda haber más de un posible portador, que en el caso de las 12. ¿Significa esto que la historia no girará en torno a Santos de Plata legendarios del nivel de un Santo de Oro y/o un grupo de Santos de Bronce que de algún modo siempre lograrán el milagro? De algún modo, me gustaría ver cómo las tres castas juegan su papel en las futuras batallas sin necesidad de recurrir a cosas como esas, pero en tus manos queda y en las mías sólo está el sugerir.

Las dos cosas que más me llamaron la atención en el capítulo fueron, en primer lugar, el brillo de los Senescales. ¿Qué tipo de poder tienen estos sabios y por qué no les es posible ser ellos mismos Santos de Atenea? Eso, suponiendo que la luz con la que mantuvieron viva a la mujer fuera Cosmos, claro. El segundo detalle que me llamó la atención es el hecho de que a Cáncer su madre nunca le dio un nombre, ¿un simple detalle o algo que tendrá relevancia con el personaje en un futuro? Mi paranoico cerebro se aferra a la segunda opción.

Por cierto, ¿el capítulo VII ocurre luego del VI temporalmente hablando? Me refiero a si el futuro Cáncer ha nacido cuando más de 31 guerreros ya han sido envestidos o, por el contrario, antes de ese hecho pero sin que para entonces haya obtenido aún su armadura.

Adeus

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#38 Megarage

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Publicado 11 agosto 2012 - 18:09

En cierta forma entiendo a King Diamond porque manejas una historia que te hace desear leer más, pero por otra parte y hasta día de hoy los capítulos tienen la longitud y el contenido que necesitan, ni más. ni menos.


Así es , solo espero que Marcus siga publicando con regularidad y no le de el sindrome de Kuru (o su editorial) y nos dejen con las ganas por muchos meses :p

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#39 ♋ Marcus ♋

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Publicado 03 septiembre 2012 - 02:40

Otro mes, otro capítulo. Pero antes, agradezco a los que leyeron y/o comentaron el anterior. Ya que estamos: Belenger, veo que pasás por el tema; lo leés? me gustaría un comentario tuyo sobre la historia. Y de otros también, no me enojo, jaja.
Antes que nada, Rexo, tu duda sobre Cefeo: las cadenas que tienen Árgyros y su contrincante son cadenas de entrenamiento. Como las que tenían Shun, Reda y Spika en el animé cuando entrenaban (antes de la prueba). Con este antecedente y como eran candidatos a la armadura de Cefeo, me pareció lógico que entrenaran con cadenas similares a las que posee la armadura. Sé que no lo dije, pero imagino que el otro muchacho también tenía las mismas cadenas (con la cruz y el mayal). Los dos se presentan al combate en igualdad de condiciones. Sólo que Árgyros fue mejor al usarlas y ganó el derecho a usar las "de verdad".
Comentarios al capítulo VII: QUE NO ES CORTO!!!! jejeje... En realidad, crean o no, es el capítulo más largo de esta 1ra parte (y de lo que llevo de la 2da). Si el capítulo más largo les deja la sensación de que es corto, imagino que ando encaminado, porque los dejo con ganas de más. Eso mantiene el interés (peor sería que fuera corto y lo "sintieran" largo, como algunos libros que he leído)
Rage, te sigo cumpliendo deseos, porque seguiremos metiéndonos en los Clanes, pero tenés razón: se abre un abanico de posibilidades enorme y apenas podremos espiar algunas partes, o esto se volvería eterno. Igual, cualquier información que quieras (y que considere que no arruina partes posteriores) se las daré sin problema si preguntan.
Lo que me lleva a la 1ra pregunta de Rexo, el tema de los Senescales y demás miembros de los Clanes: Un ejército armado sirve para la guerra, no? Pero en tiempos de paz, mantener un ejército no es lo ideal. Lo que debería hacerse es mantener una reserva que, llegado el caso, esté en condiciones de entrenar rápidamente a los soldados. No lo dije hasta ahora y probablemente nunca lo incluya en el texto, por eso aclaro: por poder, los Senescales deberían ser caballeros de oro, y el resto de maestros e instructores, caballeros de plata y bronce. Eso es lo que hubieran sido si no hubieran nacido durante la paz de 30 siglos. Pero nunca fueron armados caballeros, por el simple hecho de que no había guerras, no había armaduras y no era necesario. Ahora que se viene el conflicto, su misión me parece que es mucho más importante que ir a pelear: son los encargados de entrenar la nueva generación. Así que esa luz, sí es cosmos (que todavía no he nombrado en la historia)

En cuanto a la segunda pregunta de Rexo: Ni de Death Mask, ni de Death Toll, ni de Manigoldo se conocen los nombres reales. Parece que el caballero de Cáncer sólo pudiese ser conocido por un apodo. Me pareció interesante explicar de alguna forma esta singularidad. Ya veremos cómo se desarrolla esto. Lo espero más que ustedes!!
Y la última pregunta de Rexo: Efectivamente, están ordenados cronológicamente y Cáncer ha nacido cuando ya hay tantos guerreros armados. Mi intención es hacer un ejército más maduro que el clásico. Son reclutados de niños, pero van a luchar cuando estén en su plenitud física. Tengo hecha una línea temporal para no meter la pata, y ahí veo las edades de los personajes.

Fue agradable, pero extraño, relatar un nacimiento. Probablemente, no pude expresar como quería los dolores de la madre, pero era meterse en una experiencia por la que no pasaré jamás, por más que investigue. Y por otro lado, humaniza a los personajes: nacen desnudos como todos, tienen madres, etc. De esta forma su sacrificio debe ser más valorado. No son superhéroes.
Finalmente, sí, indudablemente hay más de un candidato por armadura, el capítulo VI habló de ello (por cierto, extraña matemática la de Rexo, jaja). Y aunque esté contando ahora sobre los caballeros dorados, mi intención es que luego no haya protagonistas exclusivos, y que cada uno de los 84 guerreros nuevos tenga al menos su minuto de gloria. Con tantos años de preparación, todos deben ser capaces de lograr el milagro cuando haga falta. A mí también me gustaría ver a las 3 castas luchar codo a codo.
Aclaraciones de este capítulo: Este capítulo nació a partir del título. Antes de saber qué iba a pasar, el título estaba puesto. Fue difícil la introducción, pero el resto salió en 2 horas. Artōrius significa rey oso en las antiguas lenguas de Gales. Ah, y este sí es el capítulo más corto de todos.
Gracias a Alina que hizo la última lectura, y espero que lo disfruten.

Resumen: Siglo LI. Una raza invasora se dirige a la Tierra. Atenea ha vuelto y ha comenzado la reconstrucción de la Orden de Caballería. Cefeo y otros más, se convierten en los primeros caballeros. Nace el futuro caballero de Cáncer.


Capítulo VIII - Ofrendas


Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor.

William Shakespeare


Recientemente había cumplido cuatro años, y hacía uno que había partido de su casa. Era demasiado chico para darse cuenta de lo sucedido, apenas si había extrañado su hogar en ese tiempo.
A pesar de que ya su entrenamiento estaba iniciado y tenía muchas obligaciones, debido a su corta edad todavía lo dejaban disfrutar de juegos y correrías por los alrededores del lugar.
Varios muchachos, un poco más grandes que él, eran sus compañeros en las horas de instrucción, y luego, en los pocos recreos que tenían, compañeros de juego.
La mayoría de las veces armaban pequeñas batallas de mentira en los bosques que rodeaban el predio donde vivían. Usaban estrategias simples, muchos gritos, corridas y golpes y empujones sin consecuencia. Eran todos amigos y sabían que las verdaderas luchas tendrían lugar en otro lado.
Pero el juego que el pequeño prefería eran las escondidas. Le gustaba poder desaparecer de la vista de todos aunque fuera por un tiempo; era un especialista. Aunque era muy bueno buscando, y siempre encontraba a todos muy rápido, él prefería esconderse, se sentía importante cuando todos lo buscaban sin éxito.
Una tarde, ocupado en encontrar el escondite que lo haría ganar, erraba por los innumerables pasillos del lugar. Estaba en un ala del edificio que no conocía; mejor, más difícil para los demás... Encontró un pequeño patio interior, bastante oscuro y al atravesarlo descubrió unas escaleras que descendían a un sótano.
Bajó con cuidado, y al llegar a una gran habitación, se detuvo asombrado. No era cualquier sótano, evidentemente. En lugar de ser oscuro y frío, era cálido y una luz muy tenue, de la que no pudo descubrir el origen, dibujaba todas las formas que había en su interior.
Pero lo que había detenido su avance, dejándolo clavado en el suelo por la impresión, era un grupo escultórico en el centro de la habitación. Talladas en piedra, estaban dos figuras, una de pie, la otra de rodillas. Una mujer muy hermosa, entregaba una espada a un soldado que, arrodillado la aceptaba.
La posición y el semblante del soldado no demostraban humillación ante un amo, más bien eran de reverencia; de respeto y amor incondicional por aquella a quien tenía en frente. La dama de piedra, irradiaba calidez y seguridad, se la veía merecedora de la lealtad de su súbdito. Y era esta fidelidad a toda prueba la que se premiaba con el regalo de la espada.
El niño rodeó las estatuas. Se fijó en la espada, su hoja estaba grabada con caracteres rúnicos que no pudo comprender. Contempló atentamente los rostros de las figuras, quería memorizarlos, había algo en ellos que le llamaba mucho la atención. Tocó la piedra y se sorprendió de que no estuviera fría. Acercó el dedo al filo de la espada y un hilo de sangre brotó de él. Aunque no estaba seguro de haber tocado realmente la hoja, algo le había producido un pequeño corte.
Esa noche, no pudo dormir, en su mente aparecía una y otra vez la mujer entregando la espada al soldado. Recordó a su madre, casi se había olvidado de ella, era demasiado pequeño aún cuando dejó de verla, pero descubrió que la escultura le provocaba un sentimiento parecido a encontrarla nuevamente.


***


Poco a poco su comportamiento cambió, se volvió más taciturno y con frecuencia se alejaba de los demás niños. Y cuando lograba escabullirse, inevitablemente iba al sótano oculto a contemplar la escena tallada en piedra.
Una tarde, estaba concentrado en la contemplación de las figuras, se preguntaba qué hazañas había logrado el soldado para merecer aquella espada. De repente, se sobresaltó:
–Su historia es muy antigua –dijo una voz a sus espaldas.
–¡Senescal! perdóname maestro, no sabía que estabas tú aquí –dijo el niño, con algo de miedo en la voz, por ser descubierto en un lugar donde a lo mejor, no podía estar.
–No te preocupes Artōrius –el Senescal de la Alianza Excalibur había estado observando al pequeño por un tiempo y había decidido interrumpir sus pensamientos–. Cuando terminaron las Guerras Santas en el siglo XX, del antiguo Santuario en Atenas salieron varios grupos. Entre ellos, la Alianza Excalibur, y junto a los tesoros que se pudieron recuperar, estaban estas estatuas que aquí ves y que llaman tanto tu atención.
–No quería escaparme de las tareas, maestro, es sólo que este lugar me atrae, su rostro... es... –no pudo definirlo.
–Es hermosa, ¿no?
–Sí, lo es.
Hermosa era una palabra acertada, sin dudas, pero no terminaba de definir el concepto. Divina; esa palabra encajaba mejor.
–Están en este lugar apartado del resto de las habitaciones de la Alianza para evitar que sean profanadas. Son lo más sagrado que poseemos y nos hablan de nuestro pasado –la voz era solemne.
–Aunque no la recuerdo mucho, no puedo evitar pensar en mi madre al verla, me siento reconfortado, seguro. De alguna forma, la mujer de la escultura es mi madre ahora. Y ese hombre... ese hombre daría su vida por ella, puedo sentirlo. –Había un cierto entusiasmo en la voz del niño y un ligero brillo en sus ojos al hablar de las estatuas–. Maestro, ¿quiénes son?
–Hace muchísimos años –comenzó a relatar el Senescal de la Alianza–, hubo guerras en un país lejano. El pueblo sufría y no tenían un líder que los guiara y les trajera la paz que ansiaban. La diosa, compadecida, eligió a su caballero más leal para cumplir esta misión, tomó la forma de una dama y a orillas de un lago le entregó esta espada sagrada en señal de la confianza que depositaba en él. Su nombre está escrito en las runas: Caledfwlch, espada centelleante, hoy conocida como la sagrada Excalibur. Su filo está hecho para proteger a las personas, y es inagotable si se usa bien. El caballero se llamaba Arturo, como tú, y fue fiel a la misión encargada por la diosa; logró traer a su pueblo paz y prosperidad. Desde entonces, todos los que continúan su obra heredan el filo de la espada. El caballero más fiel entre todos, es el elegido para portar el filo de la sagrada Excalibur, como muestra de la gratitud de la diosa.
La historia del pasado había entusiasmado a Artōrius. En su mente, apareció un pensamiento que anuló a todos los otros. Él debía ser quien heredara el filo de la espada. Si aquel antiguo caballero había podido obtener tan magnífico regalo por su fidelidad, él sería quien lo ganara en este tiempo. Además, los dos tenían el mismo nombre, no podía ser sólo casualidad. Sólo debía seguir el ejemplo del antiguo guerrero de la diosa y convertirse en un arma afilada para defender a Atenea y su pueblo.
Además, el rostro de la diosa en la piedra se lo estaba pidiendo. Su corazón le decía que su vida debía estar consagrada a ella. Así como sabía que ella estaba consagrada a los hombres.
–Si la diosa me otorga el filo de su espada sagrada Excalibur, yo le voy a ofrendar mi vida para protegerla –las palabras brotaron solas de su boca.
–¿Estás seguro? Eres muy joven para decir algo así.
–Estoy seguro. Desde el momento en que vi su rostro, supe que mi vida era para ella. No tendría sentido vivir si no es cumpliendo con su mandato.
–La lealtad es importante en un caballero, Artōrius. Es una forma de vida que implica muchos sacrificios.
–¿Acaso no estamos todos aquí para ofrecer nuestra vida por Atenea y lo que ella representa?
–Excelente, parece que sabes mejor que yo la misión que tenemos –sonrió en Senescal.
–Entonces no debo perder tiempo.
–Calma, joven Artōrius, lograr que un espíritu sea afilado como una espada es algo que no se hace así –y el Senescal chasqueó los dedos–, de un día para el otro. Requiere mucho entrenamiento, del cuerpo y del alma.
–Estoy dispuesto, por favor, enséñame.
El Senescal miró al pequeño con asombro. Sabía de su potencial, las estrellas lo habían señalado para un puesto especial dentro de la Orden Ateniense; pero no estaba preparado para tanta determinación en alguien de su edad. Le sacudió los cabellos alegremente con una mano y volviendo a sonreír le dijo:
–Por supuesto que lo haré, cada día a partir de ahora será una prueba. Confío en ti, sabrás superarlas todas, y después, mostrarles a otros el camino.
–Hago entonces aquí, frente a la diosa y su guerrero, este juramento: Seré el más fiel entre los fieles, mi alma y mi cuerpo estarán siempre afilados para responder contra los enemigos de Atenea y quienes ella ama; no descansaré hasta hacerme digno de portar a Excalibur.
Mientras el niño hablaba, su cuerpo había comenzado a brillar, era el mismo brillo que tenían las estatuas. Y después de pronunciar el solemne juramento, la luz de la habitación creció hasta cegar a las dos personas. Cuando bajó su intensidad y pudieron volver a ver, observaron que frente a ellos había un objeto dorado: la Caja de Pandora de Capricornio.
La Caja se abrió y mostró las placas de una armadura formando la figura de una cabra dorada. La armadura había reconocido al niño como su legítimo dueño.
–¡La armadura dorada de Capricornio! –exclamó Artōrius–. ¿Qué sucede?
El Senescal de la Alianza Excalibur estaba feliz, se había dado cuenta de que la determinación del pequeño había bastado para que se ganara el derecho a usar nada menos que la armadura dorada.
–Artōrius, caballero dorado de Capricornio –lo llamó por primera vez con esta fórmula–, estoy seguro que serás digno y que a través de ti volveremos a ver brillar el filo de la espada sagrada. Hoy has dado el primer paso para cumplir con la misión que te has impuesto.
Y sonrió conforme, mientras Artōrius, que no salía de su asombro infantil, acariciaba su nueva armadura, listo para enfrentar lo que le deparara el destino.

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CdZ A.D. 5000 - Más Allá del Cosmos - Capítulo XXXVI: SENESCALES


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Publicado 03 septiembre 2012 - 11:09

Excelente historia Marcus ! la verdad entretenida y esperando ver el futuro que comprende esta narración. Felicitaciones ! :D

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