179 respuestas a este tema

[Fran de T-Rex]

¿Cuanto queda aún Jor? Es que con esto de la semana santa ando un pokillo perdido.

Saludos.

[Jor7eche]

aún tienen tiempo, además son muy pocos los que hanm enviado su trabajo....
el plazo vence el viernes de la otra semana, por lo cual queda una semana y 5 días, pero si todos enviaran sus escritos antes, sería maravilloso xD jeje

saludos

[Jor7eche]

ATENCIÓN PARTICIPANTES:

LES QUEDA UNA SEMANA PARA ENTREGAR SUS ESCRITOS.
SÓLO HE RECIBIDO DOS HASTA EL MOMENTO.
EL MIÉRCOLES LES ENVIARÉ UN MP A LOS QUE NO HAYAN ENVIADO SU HISTORIA (GENERALIZANDO) AÚN...

saludos

[Lady_Death]

comencé un "algo".. así que es suficiente tiempo pa terminarla... sino.. mandaré otro algo ya escrito.. no queda otra.. xD

besos!!

[Jor7eche]

Oks vir ^^. espero tu relato
y el de los demás también =)
ya saben que se viene al fecha.. jeje

saludos

[hikariadi]

SI AMIGO MENOS DE UNA SEMANA NI ME LO RECUERDES LO BYENO ES QUE ES TEMATICA LIBRE Y YA LA ESTOY EMPEZANDO GRACIAS A DIOS PK ANTIER ENTREGUE UNA A OTRO FORO Y TENGO QUE HACER OTRAS DOS PARA OTROS DOS FOROS... LO QUE HACE UNA POR AMOR A UN PERSONAJE DE CARICATURA, PERO NO SE PREOCUOEN ESTA VA A SER DIFERENTE.

[dead mask 2]

en breve te envio mi relato o lo k e
estoy escribindo

[kardia1729]

yo pronto mandare el mio Jor no me he desentendido de la dinámica , lo difícil fue buscar el tema para escribir pero una vez que ya lo tienes se soluciona gran parte
saludos

[Jor7eche]

okey amigos! =)
todo sea por la literatura (? ejje
ya me llegaron varios escritos, seís para ser exactos... espero lso otros 13 xD jeje...

saludos

[Jor7eche]

hoy es el último día para enviar lo escrito para esta primera ronda. Así que quedan menos de 16 horas, ya que no he recibido ningún pedido de prórroga con motivo coherente, y creo que se les ha dado tiempo suficiente u.u
Me enviaron 8 escritos. Procederé ahora a enviar los 11 mp de los que no me enviaron el trabajo aún ^^

saludos

[Emperador Oscuro]

Bueno yo he estado ocupado por estudios, aunque me conecto son solo para cosas más triviales y no algo como esto que es necesario dedicar tiempo por tanto pido disculpas y me desanoto del torneo ya que no deseo prórroga para no retrasarles aun más, sin más ni peor me despido

[Jor7eche]

se acerca la hora
ya me llegaron 13 escritos
una rectificación de participación
y uno me pidió hasta mañana para entregar
hay 4 que no se comunicaron ni enviaron ni nada

saludos

[Jor7eche]

bueno, con excepción de los 3 que me avisaron que no habían terminado pero casi...
de no enviarme nada nates de las 00 (quedan 10 minutos) Kratos the Spartan y Sara quedan eliminados, junto con Emperador Oscuro, quien ya dejó la dinámica.
Una vez enviados todos los escritos a los jueces, comenzaré a postearlos, para que así comience la votación de la primer ronda ^^

saludos

Editado por jor7eche, 16 abril 2010 - 21:50 .

[Jor7eche]

bueno, a apartir de ahora comenzaré a publicar las historias.

LES RUEGO A LOS PARTICIPANTES QUE NO SE DEVELEN!
Y A QUELLOS QUE SE DEN CUANTA DE QUIÉN ESCRIBE, NO LO REVELEN!

TENGAN EN CUENTA QUE NO ES UNA DINÁMICA PARA AMIGUISMOS... SI DETECTO ARRASTRO DE VOTOS O AMIGUISMOS, ANULO LOS VOTOS...
ASÍ QUE JUEGUEN LIMPIO.

Reglas de votación:
Todos pueden votar (usuarios, participantes, miembros del equipo y jueces de la dinámica, pero estos no pueden develar que son jueces)
de más está por decir que los participanets no pueden autovotarse

Elegirán las 3 historias que más les gustaron, sin importar el orden, nombrándolas por sus títulos.
pasado este período de votación (cuando tengas los puntajes de los jueces), a aquellos 3 participantes que hayan obtenido más puntos de los usuarios, se les sumará un punto a los dados por el jurado.
por ej: pepito tuvo, jurado 1= 7 jurado 2= 5 jurado 3= 6 jurado 4= 7 promedio= 6.25 pero pepito fue el más votado, así qeu su puntuación final será de 7.25

los que tengan mayor puntaje final, pasarán rde ronda, los otors hasta aquí llegaron.
serái bueno que dejen alguna crítica constructiva, pero sin ofender por favor...

saludos

Editado por jor7eche, 17 abril 2010 - 21:40 .

[sonic]

jorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr


sabes que puedes contar con mi ayuda si la nesesitas vale?



si tienes algun problema con las dinamicvas ericin estara ahi siempre


saludos jor

[Jor7eche]

acá van las historias:

AMORES DE GUERRA.

Buenos Aires, año 2000. Cementerio de La Recoleta.

Al fin te encontré. Después de una larga vida, un día, cuidando de mis nietos en mi casa de Madrid, el pequeño dio un golpe al mueble-escritorio de mi difunto padre. Se abrió un compartimento escondido, en el cual hallé varias cartas tuyas que por lo visto mi padre me escondió.

Eras el mejor jardinero que podía tener en aquellos tiempos tan turbulentos. Nunca te metías en problemas ni contestabas malamente, pero era el pasado republicano de tu padre el que no podía soportar. Lo único que mantenía a tu padre a sus órdenes era el hecho de haber salvado a mi madre cuando las tropas republicanas estuvieron a punto de matarla. Recuerdo como siempre maldecía el día en que tuvo que agradecerle a “un maldito rojo” que salvara a su ser más querido.

También recuerdo como nos enamoramos. Ese fue el día más feliz de mi vida. Tú cortabas los rosales del jardín cuando yo aparecí montada a lomos de mi primer caballo, una hermosa yegua andaluza color azabache a la que llamaba “Tempestad” por su carácter indomable. Tempestad se asustó al salirle al paso una de las gatas de mi padre y, encabritándose, me tiró. La yegua salió huyendo al galope en dirección al bosque y yo me quedé llorando por que me había torcido el tobillo en la caída.
Entonces te vi. Tu corto pelo castaño y revuelto te daba un aire rudo pero a la vez hermoso. Tu torso desnudo era lo más parecido a una escultura griega de las que se veían en los museos que yo podía imaginar. Corriendo en mi ayuda, me recordaste a los príncipes azules que salían en los cuentos de mi infancia. Al llegar a mi lado te agachaste y, con una mirada preocupada de tus oscuros ojos, me preguntaste como estaba. Yo me había quedado ensimismada contigo, y olvidé por completo el dolor del tobillo. Me volviste a preguntar y entonces me percaté de la situación. Un rubor subió por mi cuerpo y se alojó en mis mejillas. Tú sonreíste, me cogiste entre tus fuertes brazos y cargaste conmigo hasta la casa.

Desde aquel día me pasaban las horas mirando por el ventanal como trabajabas en el jardín. Empecé a acercarme a ti, a pasar largas horas contigo charlando de cómo se cuidaban los rosales, las margaritas y las amapolas, de como tu padre había estado buscando a Tempestad durante semanas sin hallar el más mínimo rastro de ella. Eran tiempos felices para mí, mas mi padre empezó a tratar de evitar lo temía que acabaría sucediendo.

Fue unos meses más tarde cuando me besaste por primera vez. Estábamos en la cuadra de los caballos cuando, en un arranque de pasión adolescente, me cogiste por la cintura y, pegando tu fuerte cuerpo contra el mío, me regalaste mi primer beso de amor. Yo intenté resistirme, pues era lo que se esperaba de una chica de buena familia, pero realmente lo único que anhelaba era poder disfrutar de aquel instante para siempre.

Estuvimos un año manteniendo nuestro romance en secreto, hasta que un día de Agosto, mi padre nos pilló besándonos en el río. Esa fue la excusa perfecta para llamar a la Guardia Civil y denunciaros a ti y tus padres de ser comunistas en contra de Franco. Tus padres fueron tiroteados mientras trataban de ganarte tiempo para que tú escaparas.

Aun y así viniste a buscarme para que huyera contigo. No fui capaz. Odiaba a mi padre, pero sabía que mi madre no podría soportar mi desaparición. Te entregué dinero que tenía escondido y te pedí que huyeras sin mirar atrás. Me dijiste que me escribirías en cuanto estuvieras a salvo en otro país y me diste el más amargo de los besos, el de la despedida.

Durante años esperé noticias tuyas pero nunca llegaron. O eso creí. Al fin me casé con un rico heredero, el cual era del agrado de mi padre. Se llamaba Francisco y con el tiempo llegué a amarle casi tanto como a ti. Tuvimos dos hermosas hijas que trajeron una gran felicidad a la casa. Y éstas a su vez nos han regalado cinco preciosos nietos.

Pero, pese a todo, nunca desapareciste de mi corazón. Siempre me pregunté que habría sido de ti. No sabía a donde habías huido, o si siquiera te encontrabas vivo. Por eso cuando encontramos las cartas escondidas, me dí cuenta de hasta donde llegó el egoísmo de mi padre. He de decirte que leí todas y cada una de las veintitrés cartas que me escribiste junto a mi hija mayor, la cual decidió intentar buscarte a través de Internet. Cual fue mi sorpresa al ver llegar a mi hija con dos billetes a Buenos Aires, pues era la última ciudad que salía en el remite.

A la llegada a la capital argentina nos dirigimos a la embajada para que nos ayudase. Y fue allí donde me dijeron tu paradero. Y aquí estoy, frente a tu lápida, recordando y preguntándome, ¿qué hubiera pasado de haberme ido contigo? Es una pregunta sin repuesta.

-Disculpe señora. ¿Me puede decir quién es usted, y porqué está hablando en la tumba de mi papá?- Me interrumpe un apuesto hombre de pelo castaño y ojos oscuros que por su parecido y por la pregunta debe ser tu hijo.
-Soy Belén García, de España, y fui una amiga de tu padre. – Le contesto
-¿Usted es Belén? Mi papá estuvo esperándola durante años antes de conocer a mi mamá. Siempre me habló de su historia. Celebro conocerla en persona. Por favor, acompáñeme a mi casa y me explica como es que apareció tan de repente después de tantos años.
-Será un placer señor…
-Romero, Jesús Romero Ginetti, como mi padre.

Ambos salimos del cementerio, acompañados por mi hija, en dirección a su casa. Solo me arrepiento de que no estés ya entre nosotros, mi querido, gran y único amor. Te quiero.


FIN
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Los Caballeros de Acero

No permitiré que suceda, no permitiré que la tierra caiga ante seres tan despreciables - pensó Jabú, su cuerpo resentía cada una de las heridas que había sufrido, cuando un resplandor dorado empezó a reanimarlo…
Habían pasado treinta años desde que la princesa Athena, Seiya y los demás caballeros dieran sus vidas para que la humanidad pudiera decidir su destino, ahora libre de la intervención de las fuerzas supremas, la humanidad que tan valientemente habían defendido se había dejado llevar por la ambición y ahora debía asumir las consecuencias.
No dejen a nadie con vida – dijo un hombre de la corporación – en este lugar se opusieron al cambio, ahora recibirán su castigo.
Todos los soldados de la corporación dispararon las diferentes armas de sus Ciborg Cloths y decenas de aprendices cayeron muertos ante el poder del enemigo, los soldados de la corporación continuaron su ataque tiñendo de sangre el santuario.
Galope del unicornio – grito Jabú, y varios soldados cayeron al instante ante el poder del maestro más fuerte del santuario – Erick, Adrian, Eón organicen a los sobrevivientes y retiren a los heridos a la sala de su ilustrísima
Nosotros nos encargaremos de estos infelices – dijeron otras voces
En ese momento los demás maestros del santuario se acercaron para detener la tremenda amenaza.
Galope del unicornio, Flechas fantasma, Red de tarántula, Garra de trueno, destello del águila, rayo de aurora – atacaron los maestros del santuario y los soldados probaron el tremendo poder de los caballeros de Athena.
Mientras tanto en la sala del patriarca.
Erick, Adrian y Eón les encomendaré una misión muy importante, de ello depende nuestra salvacion– dijo la sobreviviente de la última gran batalla, La primera mujer patriarca de la historia.- Irán a los laboratorios Galax, deben decirle al Maestro Kiki y al doctor Taichi, que el momento que tanto temíamos ha llegado.
Erick, Adrian y Eón partieron inmediatamente a los laboratorios secretos, los únicos en el mundo que no estaban bajo el poder de la maligna corporación, mientras que a las afueras del santuario, Jabú y los demás maestros resistían con ferocidad el atroz ataque.
Los tres jóvenes fueron recibidos por un hombre maduro con los distintivos puntos en la frente de los Muvianos, que en cuanto los vio mostro una profunda tristeza.
Maestro Kiki – dijeron los tres jóvenes.
Es duro el camino que les espera, deben luchar con todas sus fuerzas y sin embargo estar listos para la decisión más difícil en la vida de un caballero, sus vidas o las de sus amigos – dijo el Muviano y luego continuó – como sabrán, en la última batalla todas las armaduras perdieron su energía cósmica, y no pude repararlas, por eso por orden de Marin, me reuní con el jefe de estos laboratorios, para buscar la forma de reconstruirlas y así estar preparados para este momento de oscuridad.
Kiki los condujo a la habitación donde se encontraban tres extrañas figuras de metal, al momento de entrar los tres aprendices, las armaduras empezaron a brillar se desensamblaron y cubrieron los cuerpos de los tres chicos.
También deben llevar esto – dijo Kiki señalando doce cajas de color dorado, los jóvenes aprendices no podían creer lo que veían.
Los jóvenes llegaron a las afueras del santuario ayudados por Kiki quien los teletransportó al lugar, los maestros estaban en el suelo mal heridos y solo Jabú daba muestras de poderse mover. Los soldados prepararon su ataque final lanzándolo contra Jabú en ese momento los tres jóvenes se interpusieron a los ataques provocando un enorme resplandor.

¿Quiénes son ustedes? – Grito el líder de los soldados

Somos los caballeros de acero – dijeron los jóvenes.

Caballero de Zorro, el escudo terrestre – contesto Erick.

Caballero de Delfín, el escudo acuático – contesto Adrián.

Caballero de Apus (ave del paraíso), el escudo celeste – contesto Eón

Los soldados atacaron a los tres caballeros, pero no lograron alcanzarlos, estos respondieron con sus ataques: Garra de Acero, Onda de Choque, lluvia de estrellas de apus.
Los soldados caían uno tras otro, ante el poder de los caballeros de acero que una y otra vez lanzaban sus ataques.
El líder aprovecho la distracción los caballeros para activar al máximo su arsenal y cuando estaba a punto de disparar…
Aguja Escarlata – ataco Jabú cubierto por la nueva armadura dorada de Escorpio, dejando aturdido al líder de los soldados y luego ataco – Relámpago Final
El ataque destruyo por completo a líder de los soldados, quienes salieron huyendo al ver el tremendo poder de los caballeros.
Los cuatro caballeros, ayudados por los aprendices iniciaron la atención de los heridos, y la reorganización del santuario. En ese momento La Patriarca Marin se dirige a todos los presentes:
“En este momento en que la oscuridad amenaza al mundo, finalmente tenemos la fuerza para llevar la luz a la humanidad, y nunca debemos desfallecer en ello, porque nosotros somos los caballeros de la esperanza…”

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Me preguntaste qué era lo que puedo ver en tus ojos… ¿Te acuerdas?

Claro, cómo olvidarlo. Simplemente se desvanece esa conversación cada vez que tenemos una oportunidad… pero al mismo tiempo no podría decírtelo porque contigo siempre parece que las cosas cambian.

Quieres saber qué es lo que veo? Dentro de esos ojos puedo verte a ti. Y no me refiero a esa niña que siempre sonríe ante todo no importa qué tan incómoda se sienta. Te veo a ti. Yo lo se, tal vez nadie se ha dado cuenta pero ahí dentro puedo ver un deseo, un deseo que tienes tan grande que sabes que si lo tuvieras… no volverías a pedir nada más en tu vida.

Cada vez que te veo es como si tus ojos se murieran por decirme algo. Como si esa peque que es traviesa y le encanta tomar todo tipo de riesgos quisiera salir de repente y vencer todo ese miedo que la mantiene ahí atrapada. Puedo ver esa herida que te lastimó tanto y que nunca le confiesas a nadie… esa herida que hace que te quedes ahí adentro, muriendo de ganas por salir.

Todos te dicen que hacer, que es bueno para ti… no quieren que encuentres tus respuestas, quieren que creas las suyas. Dime que quieres ser más que alguien que sigue a la gente por miedo a lastimarla. Dime que quieres descubrir el mundo en formas que la mayoría de la gente está aterrada de intentarlo… y te lo juro, yo haré lo imposible para enseñarte ese mundo que tanto quieres descubrir, para mostrarte esa felicidad que veo que quieres encontrar.

Pero eso no es lo que me intriga de ti… sino que puedo ver otras tantas cosas cuando estoy contigo, y son cosas tan increíbles que si tan sólo pudieras verte a través de mis ojos por un instante podrías ver el mundo con otros ojos y aventurarte a encontrar lo que nunca has dejado de desear.
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El silencio que se oculta entre los labios

Puede acaso el viento susurrarte al oído todos mis secretos mis temores y deseos, por que al verte me sonríes pícaramente como si supieras que muero por besarte, dicen que aquellos que se aman no necesitan de palabras para comunicarse o para decirse que se aman. Solo una mirada basta. Esta es una pequeña y triste historia de amor.
Recuerdas esa canción la que fue tan tuya y que fue tan mía, la que habla de momentos felices y besos robados, la que me ponías cuando nos enfadamos, recuerdas tu camisa favorita, que tenía una imagen de tu banda de rock favorita, ahora la llevo puesta. Estoy comiendo y viendo una película en tu sofá, aferrándome a tus recuerdos, es que simplemente no puedo dejarte ir.
Mis ojos se llenan de lagrimas al recordar lo que fue y ya no podrá ser, por que el destino me arrebato lo que más quise y querré. Aun recuerdo nuestra cita en aquel café, prometiste llegar temprano esta vez, yo llevaba ese pantalón que tanto te gustaba verme puesto, ese día compre un nuevo brillo de labios que sabia a cerezas y estaba particularmente feliz.
Esperaba en la esquina ya llevabas cinco minutos de retraso a la cita, observaba el cielo azul, y las ventanas del café que tienen figuras de arte , un olor a café tostado, los pasos de la gente en la calle, los autos por la vía, tenía el bolso en mis manos y lo movía de lado a lado, cuantas veces me dijiste que no hiciera eso, entonces en ese momento te vi en la otra esquina, sonreíste y levantaste tu mano derecha , en la otra llevabas un ramo de flores con una tarjeta. Entonces sentí un fuerte golpe un hombre me quito el bolso, saliste corriendo tras él , varias calles, no trate de seguirte pero como llevaba zapatos de tacón fue muy difícil, estaba aterrada, entonces escuche un golpe y mucha gente se había agrupado adelante, la respiración seme corto y mi cuerpo se estremeció, al asomarme te vi en el suelo , tus ojos estaban cerrados y estabas sangrando, un auto te había atropellado por intentar recuperar mi bolso, tome tu cabeza y la puse en mi regazo te rogué llorando que despertaras, pero ya era tarde te habías ido a donde yo no podía ir a buscarte.
Recuerdo que los paramédicos me dieron la tarjeta que tenían las flores, y al abrirla leí: -¨yo no soy un príncipe azul, pero puedo prometerte que te protegeré de todo siempre, mientras me ames¨
El alma seme partió en dos y me hubiera gustado decirte tantas cosas pero sé que en ese momento que me viste en aquella esquina sabias que te amaba y aun te amo.

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Rómulo.

Rómulo Reyes era un profesor de derecho retirado (en realidad era abogado, pero nunca ejerció) de 63 años. Gordo calvo y petizo. Era un hombre muy solitario. Vivía en su pequeño departamento de planta baja con sus dos perros, Boby y Perla. Al morir Boby, decide que es tiempo de un cambio en su vida.
Unas semanas después, llega a Ucrania, país en el cual vivía su hermana Clara y su esposo Alberto (quienes lo alojarían hasta que él encontrara una casa para él). Clara era dos años menos que su hermano, pero tenía un carácter mucho más fuerte y determinante. Albero no hablaba mucho, de hecho, era bastante grosero.
Al llegar, Clara le mostró la casa a su hermano. Bastante amplia y cómoda.
Luego de un par de días viviendo allí, notó que había una puerta que él no había cruzado, una habitación que no el habían enseñado.
Curioso como era, no dudó en preguntarle a su hermana y cuñado, quienes le dijeron que no entrara a esa habitación, ya que cuando se las vendieron, les habían dicho que dentro de ella había una gran maldición. Como es notable, Clara y Alberto eran sumamente supersticiosos. Pero no así Rómulo.
Un día en que Clara y su marido se encontraban trabajando, Rómulo intentó abrir la puerta, peor no lo consiguió. Día tras día lo intentaba, pero nunca lo conseguía.
Poco a poco se fue desquiciando, hasta que una mañana intentó derribar la puerta, lo que consiguió. Al romperse la puerta, Rómulo cayó por unas escaleras que estaban tras ella.
Una vez abajo, vio una gran oscuridad que lo rodeaba. Intentó buscar una luz, pero no logró encontrarla. Recordó entonces que en la alacena había una linterna.
Se dispuso a ir por ella, y mientras subía las escaleras (que parecían ser eternas), vio que la puerta empezaba a cerrarse - ¡Qué extraño! Si yo derribé la puerta-, pensó.
Al regresar Clara a la casa, vio a Perla ladrando a esta puerta, que se encontraba cerrada. Buscó a su hermano y no lo halló.
Después de una hora de incertidumbre y preocupación, y sabiendo de la curiosidad de su hermano, pensó en abrir la puerta. Lo consiguió sin problemas, sólo que tras ella, encontró un closet pequeño y vacío.
Nunca más supieron nada de Rómulo.

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LA ESPERA

Hoy solo recuerdo los momentos que pasamos junto ,hoy recuerdo mas que nada aquel dia del frio invierno en que nos conocimos es aquel café junto ala escuela tu pasaste a mi lado junto con tus amigas, yo solo te mira sin importar lo que dijeran mis amigos, que la mayoría decía “ jamás te ara caso una chica tan guapa” ó “ estas loco si piensas que te va amar”, aun así no me importo lo que decían yo creía fuerte mente, que detrás de tu imagen de la mas popular, había una chica sencilla y con sentimientos muy profundo. Y cuando volví ala realidad tu venias así donde estaba yo y me pediste que te pasara en azúcar y solo me puse nervioso, y la pase lo mas rápido posible para no hacer algo ridículo, pero lo que paso fue todo lo contrario ya que se me resbalo el recipiente de azúcar, y termine haciendo lo que no quería, el ridículo; pero ella solo sonrío y me dijo que no pasaba nada, ya que nadie me había visto.
Ese fue le día en que te conocí, al día siguiente pensé,” después de lo de ayer, jamás me hablara” pero lo que paso fue todo lo contrario y me saludo en la entrada de la escuela, eso jamás pensé que pasaría, de pronto comenzó a hacer algo de frio y no se me ocurrió nada mas que préstale mi abrigo, después de eso no hicimos grande amigos; ya pasábamos mucho tiempo juntos hasta que un mes después de conocernos le confesé mi amor hacia ella jamás imagine que ella correspondiera a mis sentimientos así que nos hicimos novios; y todo parecía ir bien hasta el día de la graduación fue lo que acabo con mi felicidad, por que ella se marchaba pero me hizo la promesa de que volvería y me dijo que la esperara en el lugar donde nos conocimos, hoy han pasado tres meses desde la graduación y aun lo la he bueno a ver, desde entonces solo he recibido una carta, donde me decía que me extraña, pero yo se que algún día regresara y nadie me convencerá de lo contrario.(justo en ese instante ella apareció por la puerta de aquel café y ahí continua una nueva historia).

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Adolescencia

Vida o Muerte, no lo sé.
Qué quieren de mí... es igual.
¡Basta! ¡No quiero oír mas!
sin embargo la voz sigue ahí.
Una voz que no se escucha,
que te vuelve loca...
Susurra y grita,
de repente guarda silencio
y no quiere contestar.
¿De quién es? ¡¿Quién sos?!
¿Quién soy?
Esa es la pregunta...
pero hay muchas más.
Nadie escucha, más que palabras,
que encierran miles de secretos;
palabras que no tienen sentido...
...Sentido ¿acaso es eso?
será que nada ni nadie lo tiene.
¡Quiero escapar! Huir lejos,
ella comienza a susurrar cada vez más
y sus gruesas cadenas me detienen.
¿Qué remedio hay contra ella?
o quizás, algún consejo.
Mi ruta de escape,
alejarme en mi mundo de ensueño.
Fantasía de paisajes multicolores
donde encuentro a mi caballero,
el de dorada armadura;
que me protege día y noche sin descanso.
Corro a sus brazos,
Lloro mi pena en su hombro;
me sostiene y sonríe con ternura.
De repente desaparece.
Abro mis ojos y ahí está...
Esa voz... la realidad.
Y yo solo pienso en volver con él
para no despertar jamás.

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Lamentos del pasado / El sanguinario Asellus

Bogotá- Colombia (años atrás)
Tegmine llegó al campo de entrenamiento, el lugar le pareció hermoso. A su izquierda, estaban el conjunto de viviendas de los caballeros que consistía en un grupo de cabañas que estaban en un buen estado. En el centro, se encontraba la arena de batalla y el campo de entrenamiento. Mientras que a su derecha se encontraba la parte que más disfrutaba, al inicio había un inmenso bosque, que terminaba en una gran montaña cuyo pico estaba nevado, dándole a esta una majestuosidad mayor a la que poseía.
En la arena se encontraba un grupo numeroso de jóvenes, y por lo que observó era la única mujer. El maestro entró y la joven aspirante se apresuró a sentarse.
-Bienvenidos jóvenes guerreros. Observo que son un grupo nutrido, aunque dudo que muchos sean aptos. Por lo que en esta primer prueba eliminaré a todos, excepto los diez primeros que cumplan con el siguiente objetivo- dijo el instructor- su misión será la siguiente, hay una decena de anillos en la cúspide de la montaña. Tráiganlos y se les permitirá quedarse. Todo está permitido, tanto emboscadas como combates y asesinatos. No hay reglas en el campo de batalla. Ahora ¡Comiencen!-
El grupo se interno en el bosque, Tegmine estaba entre los que encabezaban la carrera aunque sabía que ganaría uno de los diez lugares, pues había escalado desde que tenía uso de razón.
Pasaron el bosque sin mayores dificultades, y llegó la hora de escalar. La joven seguía a la cabeza, alejada del grupo y evitando así las posibles peleas aunque sabía que el problema sería el regreso, ya que habría muchos caballeros al acecho.
Luego de varias horas llegó a la cúspide, pero alguien más estaba allí, también terminando de subir pero del lado opuesto. Se trataba de un hombre con un cuerpo de contextura pequeña, similar a la de Tegmine. Su rostro estaba cubierto por una máscara. Ambos se acercaron al lugar donde estaban los anillos y antes de que la mujer joven tome uno recibió un golpe del guerrero.
-Nadie me superará en esta prueba, así que no te vuelvas a cruzar en mi camino o lo lamentarás- dijo apretando su garganta.
-Alto- interrumpió un hombre que acababa de llegar al lugar- hay anillos para los tres, no hay necesidad de pelear-agregó.
-No vale la pena ensuciarme las manos con ustedes, tarde o temprano morirán- respondió el misterioso guerrero, marchándose con uno de los anillos.
-¿Estás bien?- Preguntó el joven.
-Si, gracias. Mi nombre es Tegmine, tu quien eres- preguntó.
-Yo soy…
De pronto recibió un ataque, sus ojos quedaron en blanco mirando a la nada. Más atrás se encontraba el autor del ataque, el guerrero de la máscara. Un nuevo ataque salió de su mano, esta vez golpeando a Tegmine quien quedó tendida en el piso.
-Advertí que no se interpusieran, eliminaré a quien sea para obtener la armadura. Yo soy Asellus, futuro caballero dorado de Cancer- dijo antes de partir.
La joven se levantó luego de casi una hora, que fue lo que tardó en recuperar fuerzas, y fue a buscar un anillo, vio el cuerpo del joven que la había ayudado y no pudo evitar que una lágrima rodara por su mejilla. Pero no se permitió llorar. Debería ser dura si quería sobrevivir, algún día se vengaría de Asellus pero ese no era el momento, su nivel no era el adecuado. Cuando bajo, vio que una decena de caballeros se acercaban en grupo. Sabía que pronto seguirían los combates.
Avanzó unos metros cuando vio el cuerpo de dos hombres. De pronto sintió un golpe en su cabeza, tres guerreros estaban parados delante de ella, se trataba de una trampa.
-Entréganos el anillo, no puedes pelear con los tres al mismo tiempo- dijo el más grande de los tres.
-Nunca- respondió Tegmine atacando al más débil del grupo, cuyo cuerpo cayó por el precipicio. Sin embargo, no pudo frenar los ataques de los otros dos guerreros aunque antes de ser derribada, logró golpear a uno de sus rivales.
-Necesitas ayuda- preguntó una voz femenina.
La joven levantó la vista y observó a quien hablaba, debería haberla pasado de largo cuando vio a los caballeros y pensó que era la única mujer.
Ambas se encontraban rodeando a los dos hombres, quienes rápidamente fueron abatidos por las dos mujeres.
Se encaminaron al campo de entrenamiento, en el camino la joven que ayudo a Tegmine le dijo que se llamaba Cancri, y que era originaria de Nueva Zelanda. En el camino encontraron el cuerpo de varios caballeros, todos ellos asesinados por Asellus, supuso la joven. Finalmente llegaron al campamento, el sanguinario guerrero fijó su vista en Cancri, con la mirada llena de lujuria.
Pasaron dos horas antes de que llegaran cinco caballeros más, solo eran ocho los guerreros que habían sobrevivido.
El tiempo pasó, Tegmine y Cancri se habían hecho amigas. Además eran las dos más poderosas luego de Asellus, quien miraba con desconfianza el progreso de ambas. La primera estaba segura que sería capaz de superar al hombre, solo necesitaba más tiempo cosa que no tenía pues la armadura sería entregada en una semana. Pero a la mañana siguiente todo cambió.
Tegmine se levantó temprano aquel día, un presentimiento extraño la había despertado. Miró a su derecha y vio que Cancri no se encontraba en su cama.
Cuando salió vio su cuerpo. En el suelo estaba el cadaver desnudo y con señales claras de batalla. La joven tomó a su amiga entre sus brazos y gritó, con sus ojos empapados en lágrimas. Solo había alguien capaz de vencer a Cancri y de llevar a cabo tan sádica obra.
-Asellus- gritó.
Tegmine partió al cuarto del asesino, deseaba matarlo, verlo rogar por su vida y mirarlo a los ojos mientras estos se apagaban. Pero alguien la interrumpió, se trataba de su maestro.
-Alto- le ordenó.
-Asellus mató a Cancri, déjeme pasar- respondió intentando pasar a su lado.

PUÑO DE LA IRA
La joven salió despedida para atrás, quedando tendida en el piso.
-No tienes pruebas, además él es el caballero que elegí para portar la armadura dorada de Cáncer, el ejército de Atena necesita de alguien que sea capaz de todo con tal de vencer-
-No es justo, yo puedo vencerlo-
-Pero no puedes recibir la armadura, se que tienes un potencial enorme, quizás mayor que el de Asellus. Pero hemos recibido la orden de parte del Patriarca de que no se permitirá a las mujeres aspirar a ser caballeros dorados. Por lo que quedas descartada. Y si te acercas a Asselus serás tratada como traidora. No me obligues a tener que eliminarte- le respondió el maestro antes de retirarse.
Tegmine no podía creer lo que pasaba, su mejor amiga había sido asesinada y su futuro truncado por una extraña decisión del Patriarca. Se quedó en el indiferente suelo sollozando, deseando que todo hubiera sido una pesadilla, esperando poder despertar.
continuará...

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.:Ħ Capitulo 2: Amigos Ħ:.

Era una mañana fría del mes de octubre, en el horizonte se comenzaban a reflejar los primeros rayos del sol, justo el momento exacto en que las liebres salvajes de la colina salen a buscar su alimento, unos pequeños brotes de hierba fina, bañados con rocío fresco de la mañana.
Estos animales son de gran tamaño, y pesan aproximadamente unos 20 kilos, son muy rápidos y astutos, y siempre están alertas al acecho de cualquier cazador.
Y ahí, escondido entre la maleza, el cazador estaba atento acechando a su presa, sus músculos estaban paralizados esperando el momento justo para atacar, contenía su aliento y al ritmo del viento mantenía su respiración. Cualquier movimiento imprudente ocasionaría una persecución inútil.
La presa, se mostraba inquieta, de alguna forma sentía como si alguien la estuviera observando, y de manera desconfiada tomaba la hierba lentamente, manteniendo sus sentidos siempre en estado de alerta.
De pronto, una sombra se abalanzó vertiginosamente sobre la liebre, pero ésta logró darse cuenta y emprendió el escape.
El cazador quedó inmóvil por unos segundos, momento en el cual asimiló los hechos y se percató que aquella sombra que pasó junto a él, en realidad se trataba de un joven muchacho de cabellera larga y negra, que de manera torpe, perseguía a la liebre.
Abel, enfadado, comenzó entonces a perseguir a ese joven, estaba demasiado molesto por haber perdido a su presa, símbolo de una prueba impuesta por su hermano mayor.
El joven de cabello negro estaba a punto de capturar a la liebre, su mano se encontraba a unos escasos centímetros, cuando de pronto, sintió un fuerte golpe en uno de sus costados, cuyo impacto lo derribó en tan solo unos instantes.
Rápidamente dio una maroma en el suelo y se levantó de forma brusca en posición de combate, buscando al causante de ese atropello.
Impredeciblemente Abel se lanzó en contra del joven, dispuesto a hacerlo pagar por interferir en su prueba, en su mente una serie de preguntas se formulaban mientras se acercaba a él; ¿Qué les diré?, ¿Cómo es que les fallé?, ¡Jamás podré ir de cacería con los demás!, ¡Es una vergüenza!.......
Ambos jóvenes intercambiaron una serie de golpes, era difícil decidir quién de ellos era más rápido o superior en fuerza. Poco a poco su energía se iba agotando por la intensidad de la pelea, ninguno de los dos deseaba ceder, sin embargo, la batalla se vio interrumpida ya que no eran los únicos cazadores que se encontraban en el lugar.
Fue en ese momento cuando Abel logró percatarse que los dos estaban siendo acechados por un par de lobos plateados, y en tan sólo unos segundos, los jóvenes se habían convertido en las presas de esas feroces bestias.
Ikki se preparaba para dirigir su siguiente golpe, distraídamente no se había dado cuenta de la peligrosa situación en que se encontraban, cuando de pronto, observó como Abel lanzaba una fuerte patada en la dirección de su rostro, golpeando vigorosamente a una de las bestias que estaba a punto de morder el cuello de Ikki, salvándole así la vida.
¡Corre por tu vida!, advirtió Abel a Ikki, emprendiendo ambos la huida desesperante hacia el bosque. Los dos jóvenes se encontraban en una situación muy peligrosa, sus cuerpos se movían lo más rápido que podían entre los árboles y la maleza del bosque, tratando de evitar las fauces asesinas de los lobos, las cuales en un instante podían acabar con sus vidas. Su única salvación era llegar a un río que se encontraba a un par de kilómetros.
Conforme continuaba la persecución, las bestias cada vez se encontraban más cerca de sus presas, ya comenzaban a generarles heridas con sus garras y colmillos que levemente habían rozado sus piernas y brazos, segundo a segundo el olor a sangre se agudizaba más, sus fuerzas se agotaban y en el cielo una figura obscura y terrible se formaba.
Finalmente y debido a su anterior pelea, las fuerzas de ambos se extinguieron más pronto de lo deseado, ya no podían más, sus piernas no respondían. En la mente de Abel comenzaron a resonar destellos de su pasado recordando los buenos momentos que había vivido, se despidió al mismo tiempo de cada uno de sus hermanos, y fugazmente dio la vuelta para encarar la muerte. Lentamente observó como una mandíbula se extendía para mostrar los colmillos que le quitarían la vida, afilados y tan perfectos para matar, el tiempo parecía que se detenía y gradualmente las luces se apagaban.
Cerró los ojos, sintiendo como una terrible obscuridad se apoderaba de él, este es mi fin pensó, y enseguida escuchó un grito que le congeló el alma, seguido de un silencio ensordecedor. Estoy muerto, se preguntó así mismo, ¡No lo estás!, le respondió Elgio.
Al escuchar esas palabras de su hermano, Abel abrió lentamente los ojos y observó cómo se encontraba tendido en el suelo el cuerpo inerte del lobo. Abel miró sus manos que aún le temblaban, sintió el rápido palpitar de su corazón y como los colores de su alrededor tomaban forma nuevamente.
Rápido, tenemos que salvar a Ikki le señalo Abel a su hermano, el joven se encontraba en el suelo aún vivo pero con un brazo lastimado, y una figura femenina se encontraba también en el lugar, se trataba de la hermana de Ikki, Shivix, que igualmente se había encargado de eliminar a la otra bestia.
Elgio y Shivix eran los responsables de vigilar en secreto la prueba de ambos jóvenes, pero no podían intervenir hasta que fuera estrictamente necesario.
Esta prueba era la primera que se imponía a los más jóvenes para determinar su grado de observación del medio, agilidad y el nivel de concentración de sus sentidos, y en realidad no consistía en capturar a la liebre, sino en detectar la presencia de los lobos, que también eran unos frecuentes cazadores de la zona.
Antes de poder ser un cazador, los contendientes deben superar una serie de pruebas que los prepara para enfrentar y sobrevivir el peligroso entorno en el que se encontraban.
Ese fue el comienzo de los lazos de amistad que se formaron entre Abel e Ikki, una amistad que se había establecido entre la vida y la muerte, y que más adelante se convertiría en una variable determinante para una tragedia que sacudiría el lugar.


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Quienquiera que fuese.

No hacía mucho que había comenzado a alquilar aquel departamento, pues mis estudios de último año de facultad pronto comenzarían y, claramente, necesitaba permanecer en la ciudad al menos durante la semana. Quería dejar de vivir con mis padres, después de lo sucedido el año anterior, solo buscaba tranquilidad.
El edificio en que se encontraba el departamento se situaba muy cerca de la facultad y antiguamente, había sido una casona construida cerca de los años 10.
Desde mi arribo a aquel lugar, había podido distinguir que en el departamento de al lado vivía una mujer, con su esposo e hijo. Fue lo primero que distinguí, pude saberlo a la segunda noche puesto que el pequeño lloraba de una manera que pensé que iba a quedarme sorda, y su madre no paraba de gritar y llorar. El hombre, solo chistaba y gritaba cosas inentendibles en un idioma parecido al alemán.
Una mañana, cuando debí levantarme temprano para ir a estudiar, al salir del departamento, vi abrirse la puerta del de al lado y de ella salir un hombre de cabello oscuro con unas ojeras importantes, sus ojos emanaban furia. Decidí hacer caso omiso a su cara y pretendí continuar mi día con normalidad, pero no dejaban de venir a mi mente ese llanto aterrador, esos gritos y la imagen del hombre saliendo de allí. Sacando conclusiones rápidas, decidí pensar que era alcohólico.
Esa misma noche, nuevamente se escucharon los gritos, pero esta vez, el hombre también lloraba. Cerca de las once, los ruidos cesaron y sentí golpecitos suaves en mi puerta. Salí de mi cama, me envolví en una bata que me habían obsequiado en navidad y, frente a la puerta, pregunté quién era. Nadie contestó. La abrí y frente a mi pude distinguir de la oscuridad un bebé, que, al levantarlo, sentí sus pequeñas manitos mojadas. Vi la puerta del departamento de al lado entreabierta y todo oscuro adentro. Golpeé y nadie contestó.
Estaba asustada así que reingresé a mi departamento con el bebé en brazos, cerré la puerta con llave y encendí una luz. En las manos del bebé, sangre. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y, mientras comenzaban a caerse lágrimas por mi rostro, llamé a la policía y a una ambulancia. El niño había manchado con sangre toda mi ropa.
No habían pasado 15 minutos que la policía ya estaba allí. Yo lloraba descontroladamente y el bebé dormía, aún con sangre en sus manos. Uno de ellos, me ordenó limpiarlo mientras contactaban otros miembros de su familia. En la casa, ambos padres se encontraban muertos.
Dentro de aquella habitación, un hacha, sangre sobre el cuerpo de la mujer en la cama, sobre las paredes, en el piso, en el cuerpo del hombre al costado de la cama y también, en las pequeñas huellas que había dejado el niño al desplazarse hacia mi departamento. La puerta no estaba forzada, por lo que se descartó todo intento de robo.
¿Qué había sucedido allí? El pequeño no presentaba signos de conmoción, dormía plácidamente. Esa noche la pasé en la comisaría declarando, con el bebé en brazos aún.
Cerca de las diez de la mañana, me dejaron ir y llevaron al pequeño a quién sabe dónde, pues su única familia habían sido sus padres. Caminé confundida un par de cuadras hasta conseguir un taxi. Sentía que iba a quedarme dormida, los ojos me pesaban. Llegué al edificio, me paré frente a él, abrí la puerta principal y subí las escaleras. Al llegar al último escalón, creí sentir ruidos dentro del departamento vecino, pero supuse que era mi cansancio y la costumbre de gritos los que me hacían oírlos. Al entrar, dejé las cosas y me desvestí. Dormí un par de horas hasta escuchar el sonido del celular, era una amiga. Charlamos un rato sobre lo sucedido y al notarme tan conmovida, decidió pasar un rato después a verme.
Cuando llegó, me miró con un cierto grado de tristeza y expresó que me veía completamente destruida. Una vez más, comencé a escuchar ruidos en el departamento de al lado. Mi amiga no los escuchaba, por lo que pensé que comenzaba a volverme loca.
Se hacía de noche, cuando un oficial llamó a mi timbre. Atendí amablemente y me hicieron saber que tenían la orden de trasladarme a la comisaría, era una posible sospechosa. No podía creerlo, en el hacha se habían encontrado huellas del hombre y la sospechosa era yo. ¿Cómo habían llegado a tan aberrante conclusión? Su respuesta, el bebé. Creían que quería quedarme con el bebé. ¿Por qué creer eso? Según ellos, la pérdida de mi embarazo el año anterior, no había sido superada y por ello quería quedarme con el bebé de la pareja vecina. Yo no entendía cómo podían haber sacado aquella conclusión, pues ¿qué clase de monstruo mataría a los padres de un niño y lo robaría?
Pasé dos días y medio en aquel incómodo lugar escuchando hablar a los policías, viendo entrar y salir gente, declarando y siendo analizada por psicólogos. Yo sabía que sería inocente, para mí el culpable era el padre. ¿Por qué? No lo sé, pero era lo más lógico.
En mi última mañana dentro de la comisaría, se acercó a mí un policía, me entregó un papel y me sonreí por dentro al ver el nombre del culpable.

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EL LAMENTO DEL FENIX

En algún rincón del santuario, justo antes de la batalla contra el emperador del inframundo se encontraba solo el caballero del fénix... mientras tanto se aproximo al solitario caballero su hermano, aquel a quien tantas veces había salvado de morir…
Shun: …Ikki hermano… ¿acaso te ocurre algo?... hermano…
Ikki: … ¿Dónde están sus ojos miel ?... yo no entiendo por que se me fue…
Shun: … ¿de que hablas Ikki?, ¿acaso se trata de Esmeralda…?
En ese momento de los ojos del fénix brotó una lagrima lo que le dio a entender al caballero de Andrómeda que no estaba equivocado… el fénix estaba llorando por aquella mujer a la que tanto había amado…
Shun: hermano , debes entender que hace algún tiempo ya se apago su palpitar, que se ha ido de este mundo pero donde esta debes estar seguro que ella te ve….yo se que has sufrido bastante pero no esta bien, no acabes tu vida de ese modo…no olvides quien eres y vuelve a renacer…
Ikki: …no entiendo por q el destino ese día me la arrebato, por eso es q mi consuelo mas grande lo encuentro en el mas profundo rencor…cada mañana me levanto extrañando y recordando su sonrisa tan divina y quisiera poder devolverle la vida….aquel día que volví a esa isla sentí que su esencia aun en mi ser vivía, recordé que una mañana nos prometimos salir de allí y envejecer juntos… pero desde ese día q de mi vida la quitaron no encuentro refugio ni en el mas hondo llanto…
Shun: …pero hoy debes entender que hace mucho tiempo ya se acabo ese sueño que junto a ella solías tener…
Ikki: …no imaginas lo que siento, la verdad con su ausencia a veces siento que perdí la fe… no es justo que Dios me la quite…hermano dime por que…por que la arrebato de mi lado, creo que ese día debió llevarme a su lado también …
Shun: …yo se que te duele en el alma pero no pienses así, pronto se aproxima otra batalla y aun así nosotros siempre debemos seguir…siempre debes tener en cuenta que hay tiempos buenos y hay tiempos malos pero que se debe ser fuerte y demasiado Valiente para afrontarlos, como me enseñaste hace años cuando éramos unos niños…levanta l a cabeza, vence tus miedos sigue de frente sin detenerte… no olvides que eres el ave fénix así que alza tu vuelo sin detenerte… yo se que extrañas aquellos momentos cuando su luz tu vida iluminaba y se que aun no has podido resignarte…¡¡hermano levántate sigue adelante!!...
Ikki: …hoy quisiera que el tiempo se devolviera y que se detuviera en un abrazo pero se que no puedo hacerlo y mi destino me dice que debo por ella seguir combatiendo…por que aun la siento viva, la veo a mi lado y esta sonriente…por que a pesar de todo la siento mía y su recuerdo esta en mi mente…por que aun siento morirme cuando su ausencia se ahonda en mi pecho y día tras día me pregunto por que Dios me hizo esto…
…después de un largo silencio…
Ikki: ...vaya Shun si tienes aun la mente débil… no pensé que te afectaría mi ilusión diabólica…
Shun: ¡¡vaya¡¡…es cierto debo admitir que me tomo indefenso totalmente…
Ikki: …debes tener mas cuidado, el enemigo es realmente implacable…creo que llego el momento de marcharme…hasta pronto Shun…
Y mientras el fénix se alejaba el caballero de Andrómeda se musitaba a si mismo:
Shun: …ilusión diabólica…pero si Ikki en ningún momento me atacó….

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MI GRAN AMOR

Sollozaba en mi silencio una noche… siempre la recordaba, era inevitable, desde aquel día que la vi, no pude dejar de hacerlo.

FLASH BACK
-Seiya!!!!!, por favor, por favor no te vayas- me rogaba una linda chica de ojos azules.
-Me es imposible quedarme, sabes que mi misión es proteger a Atena pase lo que pase.- Lo decía sin voltear a ver a sus ojos, esos que me habían conquistado.
-Lo se, pero ¿acaso no ves que te necesito? Que nos necesitamos, Seiya por favor quédate conmigo- Empezó a llorar, su llanto llego a mis oídos y no supe que hacer mas que apartarla con un poco de mi fuerza, aun sin voltear a verla.
-Lo siento Minako- fue lo ultimo que dije mientras salía y le dirigía una ultima mirada.
Desde ese día no puedo descansar, porque hasta en mis sueños la tengo, pero no puedo hacer nada más.
FIN FLASH BACK

Seiya, ¿te encuentras bien?- Sin darme cuenta de cuando Saori se acerco a mi y me encontró recargado en una de las paredes del lobby sin luz, no sabia que tan concentrado estaba en mis pensamientos hasta que ella llego.
-Si, lo estoy- medio sonreí, aunque creo que noto, por su expresión, que no estaba del todo bien.
-Desde que termino la batalla con Poseidón estas como ido- paso sus largos dedos por mis ojos.
-¿Lo crees?, pues tu también no estas del todo bien, sabes, he notado que cuando dejaste de hablar con Julián ya no se te ve con el mismo resplandor.- ella se sonrojo un poco, pero respondió con bastante seriedad.
-No digas tonterías Seiya, yo soy una diosa y sabes que mi camino es servir a la humanidad sin pensar en el amor de pareja, el único amor que debo representar es por este mundo, por la tierra y sus hombres- me miro en tono autoritario para luego dirigirme una cálida sonrisa- Pero tu, mi fiel guerrero- acaricio levemente mi mejilla-, ese no es tu destino, es el destino de tu estrella, pero no el tuyo como humano, porque sabes, yo te libero.
Mi asombro no podía ser mas absoluto, de verdad me estaba liberando, y entonces me di cuenta, que entupido estaba siendo, sentía como si hubiera decepcionado a la única persona que jure lealtad desde que tengo conciencia, a la persona que a la vez me hizo sufrir y llorar, me brindo grandes momentos, grandes batallas, grandes amigos… pero la amo, amo a esa mujer mas que a mi vida, a mi destino, a lo que sea, mas que a mi propia diosa.
-No Saori- me incline ante ella y bese su mano- como me pides eso- dije soltando unas cuantas lagrimas agachando mi cabeza para que no me viera, tu eres mi diosa, no importa lo demás, ya no importa nadie mas- y al momento de decirlo sentí un vació en mi corazón.
-Lo digo porque tu has sido mi mas leal caballero, ni siquiera los caballeros dorados han sido tan cercanos conmigo como tu Seiya- me miro con ternura-Anda, ve, búscala- lo decía ahora con todo autoritario y emanando toda su luz, como si de una batalla se tratara- Ahora anda o te arrepentirás de haberte quedado, lo decía seria y apuntando hacia mi, como si quisiera matarme.

-Ya voy, ya voy, no te enojes- le decía saliendo de allí lo mas rápido posible, conocía su carácter cuando se enojaba, y la verdad no era nada bonito, por algo las paredes del lobby tenían cráteres, y eso solo era cuando dejábamos de hacer algo mínimo, no quiero imaginarme lo que podía llegar a hacer si realmente se enojaba.
Ahora no se que hacer, llevo mas de dos horas buscándola sin ningún resultado, llame a su celular. No lo puedo creer, para esto me vestí decentemente- Me veo como marica- pensé, llevaba puesto un traje blanco, con una servilleta en el bolso y una rosa en la mano, pensé que la encontraría en aquella casa que fue la que tantas noches nos dio cobijo, pasee por el coliseo y entonces la vi. Allí estaba ella, tan perfecta como siempre, viendo a la nada hasta que volteo hacia mi, lo se, se sorprendió tanto como yo de verla en ese lugar. Rápidamente se levanto, se nota que quería huir de la escena ya que su cara expresaba un poco de temor.
-Espera Minako- subí un poco mi voz, pero sin gritar- ¿acaso huyes de mi?- me acerque rápida y seductoramente mientras ella tomaba sus cosas.
-Por supuesto que no, ¿acaso tu no fuiste el que dijiste que ya no había nada, que ya no querías verme?
-Lo siento Minako, fui un tonto, lo reconozco, pero sabes ya soy libre soy todo tuyo- le dije sin meditar mis palabras, se me quedo viendo un tanto seria.
-Pues yo ya no- estas palabras me hicieron petrificar, ¿que es lo que trataba de decirme? Rápidamente alzo su mano y en uno de sus hermosos dedos estaba brillando un precioso anillo de compromiso, mi alma se fue al suelo- hasta nunca, Seiya- lo dijo sin verme y poco a poco se fue alejando pero pude ver de salir de sus ojos unas lagrimas, entonces no lo soporte y me acerque a ella y la jale del brazo, al ver sus ojos cristalinos y esos labios tentadores no me resistí, y la bese, la bese como nunca, la tome entre mis brazos y la lleve al suelo.
Ella no puso resistencia y poco a poco comencé a desnudarla me quite el traje estando todo el tiempo encima de ella, no paraba de besarla ni ella de decir mi nombre entre suspiros y poco a poco la volví a hacer mía, cuando caí en cuenta, acababa en su interior.
Aun agitado le dije- ¿Acaso no querías volver a vivir esto conmigo, no lo quieres vivir todos los días de tu vida?- quite el anillo que llevaba en su dedo y lo deje a un lado- sabes, le dije-ese anillo es muy bonito, roce su mejilla con la mía- pero no tanto como este- y de mi bolsillo saque una cajita que contenía aquello que con mi humilde sueldo compre.
Su asombro se dejo ver, de hecho nunca dejo de estar sorprendida como yo de todo lo que había ocurrido esa noche. Me incline y le susurre en su oído- ¿te gustaría casarte conmigo Minako?- Lo único que hizo fue sonreírme sinceramente, para luego tirarme sobre ella al suelo, y luego seguir amándonos como lo habíamos hecho dede el día que nos conocimos.

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Algo que me pasó hace unas semanas:

Este es un relato basando en una de mis vivencias recientes.
Hace unas pocas semanas, me toco vivir una experiencia algo rara, era un sábado por la noche y me dispuse a salir como todos los sábados con los amigos en la noche. Llegue a lugar de reunión donde me reúno con todos mis amigos, que es una tienda de abarrotes ,pues uno de mis amigos la atiende y como siempre vemos el Futbol y después de terminar nos ponemos a ver Box o lo que haya en la televisión estaba boxeando Manny Pacquiao en una pelea de campeonato y me dispuse a tomarme una cerveza de tamaño familiar (casi un litro) después de terminarme esas cerveza tome otro pero ya de un tamaño normal, termino el Box más o menos como a las 12:30 am y nos dispusimos después ir a un Bar para pasar un rato ahí , tomarse una cervezas etc . Llegamos al bar más o menos como a la 1:15 am ya del Domingo y después de un rato yo y algunos de mis amigos preferimos irnos del Bar por que no había un ambiente tranquilo yo traía un auto de mis padres y después de un rato decidimos irnos a la casa, lleve a cada uno a su casa y me dispuse a irme a mi casa.
Cuando iba a mi casa eran alrededor de la 2:30 am de la madrugada del Domingo, ya cerca de mi casa llegue a una esquina y empecé a dar vuelta a la derecha, en eso alcanzo a ver hacia la izquierda en medio de la calle a unos pocos metros algo que se venía acercando, una silueta blanca con forma de mujer lo que me llamo fuerte la atención no esperaba ver algo así y a esas horas de la madrugada, sus ropas eran blancas y con un velo en la cabeza que no dejaba ver la cara , cuando el auto quedo derecho volteo por el espejo retrovisor y todavía vi esa silueta claramente y como por instinto detengo el carro y me bajo y cuando volteo ya no vi nada era como si hubiera desaparecido al principio no pensé nada pero después se me vino a la mente una leyenda muy famosa en mi país de una mujer a la que llaman la llorona que es el fantasma de una mujer que ronda por las noches en busca de sus hijos muertos pues según las personas que la han visto menciona que tiene características parecidas a la mujer que vi , una mujer a altas horas de la madrugada y de blanco , pues al acordarme de eso me entro un una especia de sudor frio , seguro si alguien me haya visto en ese momento hubiera dicho que me puse de varios colores , ya una vez pasado el susto o la impresión fue al Bar a otra vez y todavía encontré a algunos amigos les conté lo sucedido y después de unos minutos decidí irme a mi casa otro vez y pasar por el mismo lugar pero esta vez ya no paso nada
Trate de buscarle una explicación lógica pero hasta la fecha no he podido encontrar alguna explicación pues de alcohol no bebí mucho, confundirme con algún reflejo de alguna luz puede ser posible pero vi tan claro esa imagen que la verdad no se que pudo pasar y como soy escéptico en ese tipo de cosas pues no he podido encontrar alguna explicación que me satisfaga de lo que pudo pasar ese día

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El secreto del Monasterio.

"Para ver con los ojos de la Fe, es necesario cerrar los ojos de la razón."

-Benjamin Franklin.

Los padres de Antonio lo habían abandonado a las puertas de un monasterio, donde lo adoptaron y criaron tratando de inculcarle su Fe. No fue un niño común, Antonio, pues su fascinación por leer y aprender era mayor incluso, a la de los estudiosos monjes del lugar. Instruído por éstos, llegó a adulto dominando gran parte del conocimiento que había acumulado en la enorme biblioteca del monasterio. Un erudito es lo que era, en teología, religión, historia y filosofía, más su devoción no estaba dirigida hacia el Dios de los monjes, sino más bien al conocimiento en sí, a pesar de los intentos de los monjes por hacer crecer su Fe.

Cierto día, escondido de noche en la biblioteca, puesto que ya había pasado la hora de dormir, vió entrar al padre Jeremías, el encargado de la biblioteca, por una pequeña puerta oculta detrás de unos estantes. La intriga se apoderó de Antonio, por lo que la noche siguiente se aventuró a descubrir que había tras esa puerta. Grande fue su sorpresa al encontrar un gran estante lleno de libros y escritos en antiguas lenguas. Tomó el de mayor tamaño y sopló el polvo que lo cubría, para poder leer su título: "Mafteah Shelomah", el libro atribuído al rey Salomón, en cuyas páginas estaban los secretos para manipular demonios en nombre de Dios. Ya había leído textos sobre éstos temas, de exorcismos, demonología, etc. pero nada como ésto. Revisó los demás libros y encontró más material similar, sobre como identificar a los demonios, sellos, trucos y todo tipo de magia cabalística.

Tenía que estudiar estos libros, pero no esta noche, la mañana se acercaba y no podía ser descubierto ahí, después de todo pensó, que algo había detrás de todo ésto, algo maligno tal vez.

En unas cuantas noches, Antonio leyó todos los libros del estante y ahora, sabía cosas peligrosas para alguien que no tuviera la Fe suficiente para dominarlas. Pero el poder que había adquirido de aquéllos libros lo volvió arrogante. " Controlaré a los demonios a mi antojo como hizo el gran Rey Salomón y saldré por el mundo ayudando a todo aquél que lo necesite" pensó. Tenía que probar sus nuevas habilidades y lo primero que hizo fue un hechizo para localizar demonios, un hechizo básico, pero en ese tipo de magia, uno nuna sabe a lo que se enfrentará. Una presencia fue advertida, supuestamente bastante cercana, lo más probable, es que en el mismo monasterio. ¡No podía ser!, demonios profanando un lugar santo, según los libros era inconcebible, pues la sola presencia sagrada de la luz ahuyenta a cualquier demonio. Recorrió el lugar, buscando señales que hicieran que esto tomara sentido. Una idea se le ocurrió al cruzarse con el Padre Alfredo, el más respetado sacerdote del monasterio y observar su crucifijo: iba a dibujar sellos cabalísticos en un cuarto especifico, para que cuando el demonio entrara a esa habitación, quedara encerrado y poder tomar control de él. La biblioteca fue el lugar que escogió, pues las sospechas de Alfonso estaban centradas en el Padre Jeremías, quien al parecer era el que estudiaba ese tipo de magia oculta.

Al dia siguiente, fue a pedir consejo al Padre Alfredo, sobre qué hacer cuando alguien cercano está pecando a los ojos de uno, pero uno no se siente con la autoridad moral para juzgarlo siquiera. El sacerdote, siempre amable y dispuesto a ayudar, lo invitó a pasear por el inmenso jardín que rodeaba el monasterio. Una bandada de aves cruzó el cielo y el Padre Alfredo comentó: "Tal vez, deberíamos ser como aquéllas aves, que viajan juntas hacia su lugar de peregrinaje. A ellas no les importa que hicieron las demás aves de su bandada, solo saben que tienen un destino en común y trabajan como grupo, hasta llegar al final de su travesía." -Pero son aves, respondió Alfonso, no humanos como nosotros. El amable sacerdote se giró hacia él y dijo: "Al fin y al cabo, somos todos animales frente a la Naturaleza, asi como todos pecadores frente a Dios" Lo tomó del hombro y terminó diciendo, "aconseja a esa persona, más acéptala tal cual es, pues todos seremos juzgados alguna vez, mientras tanto, debemos aprender a vivir juntos, hasta llegar a nuestro destino común". La sabiduría del Padre Alfredo había logrado tranquilizar la agitada mente de Alfonso, que se despidió del sacerdote, notando cierta marca en el antebrazo de éste, una marca que había visto antes, en los libros ocultos de la biblioteca.

"El problema al buscar la verdad, es que a veces, la encontramos..."

Un sello demoníaco en el brazo del Padre Alfredo, eso fue lo que vió, ¡pero no podía ser cierto!, aquél era el sacerdote mas noble y gentil del monasterio. Confundido, volvió a la biblioteca, donde el Padre Jeremías lo esperaba. -Estuviste leyendo libros ocultos, conocimiento prohibido. ¿Sabes el peligro que corres sabiendo lo que ahora sabes?- le dijo, como alguien que sabía bien de lo que hablaba. Alfonso se preguntaba como pudo saber que estuvo ahí, pero más le preocupaba lo que se escondía en el monasterio que lo vió crecer. El viejo sacerdote observó los rincones de la biblioteca y vió los sellos, haciendo que Alfonso dudara aún más de él, por lo que rápidamente sacó un talismán cabalístico y pronunció una oración que paralizó al Padre Jeremías. Quería esclarecer todo el asunto, pero antes de que alcanzara a hablar, fue interrumpido por alguien que entraba al lugar. -Así que eras tú, Jeremías, quien me mantenía encerrado en el cuerpo de este miserable sacerdote- habló un hombre, que se reveló como el Padre Alfredo, pero su rostro y su presencia denotaban malicia. Sin duda, estaba poseído, pensó Alfonso, que trató de paralizarlo también, pero fue lanzado lejos por una fuerza invisible. Avanzó hacia el inmovilizado sacerdote y lo atravezó con una daga. -La fortaleza del hombre en el que estoy encerrado, es lo que me evitó abrir el portal que hay bajo este monasterio, pero fuiste tú, por medio de tus trucos, que me atrapaste y me mantuviste aquí. Ahora, soy libre de nuevo, y yo, Nergal, traeré a este mundo a mi maestro- dijo el demonio que se escondía en el cuerpo del Padre Alfredo. El moribundo sacerdote, miró a Alfonso, que yacía semiconsciente en uno de los muros y le lanzó un pergamino. -Léelo y no pares hasta leerlo completo- dijo y cerró los ojos por última vez. El demonio se burló de Alfonso, ya que éste le habia entregado al único hombre que podía detenerlo, haciendo que éste sucumbiera ante la ira y tomara el pergamino y recitara la oración que contenía. -¡No tienes la fuerza suficiente! no eres un sacerdote, sólo eres un humano que sabe más de lo que debería- se acercó al enfurecido Alfonso, pero poco a poco fue detenido por algo. El espíritu del Padre Jeremías lo atrapó por un momento, para que la oración se completara y el demonio fuera exorcizado. Pero los poderes del demonio eran grandes y causó grandes dolores al interior de Alfonso, que aguantó como pudo y siguió leyendo, hasta completar la oración. El cuerpo del Padre Alfredo emitió luces por los ojos y la boca y la sombra del demonio apareció, sostenido aún por el espíritu del sacerdote fallecido, desvaneciéndose ambos, con un destino incierto.

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Opáca reflexión

Llegué rápido al subte, como todos los jueves al salir del trabajo. El calor es increíble, incluso en invierno. Agobiante y devastador, te hace querer desnudarte en frente de toda la gente. Pero no, mantienes la cordura y sigues adelante. Sostienes tu buzo en tu brazo y listo.

Empecé el lunes en este nuevo trabajo. Sigo todavía leyendo estándares y manuales de procesamiento, sin hacer ningún trabajo real. Es una empresa exigente en eso, pero por suerte estoy de acuerdo con sus políticas. Tantos años de juntar experiencia y armar la chapa del currículum finalmente dieron su recompensa.

Noto que el tipo que está en frente mío viste un pantalón crema con una campera grisácea. Su expresión facial me hace acordar a mí cuando apenas me levanto. Se nota que está cansado. Esta pequeña observación me hace mirar a otras personas. Soy un gran fanático de la observación. Siempre miro a la gente, pretendiendo ser Sherlock Holmes, y trato de inducir quienes són, qué hacen, cómo viven y hacia dónde van. A veces termino completamente convencido de que mis suposiciones son correctas. Como aquélla señorita de zapatos puntiagudos y cabello alisado. Está leyendo un libro de tapa verde, que se titula ¿Cuando vendrá el príncipe?. Estoy seguro de que se arrepiente de haber abandonado al amor de su vida, por capricho o por dejarse influenciar. Además, parece que es comprometida con su trabajo, y confía en demasía en él. Cree que lo tendrá para siempre, ya que no sufrió nunca de la crudeza de las organizaciones. Las empresas son empresas, y siempre lo serán. Me gustaría poder advertirle, pero me creerá un lunático.

La alarma del tren es emitida por los descuidados parlantes del subte, indicando la tan esperada salida. Esa maldita nota desafinada que escucho todos los días siempre informa de la buena noticia de la partida, pero nos recuerda que estamos confinados todos los días a estar atados a estos andenes. La gente de aquí es más parecida entre sí de lo que parece. Todas con caras serias, casi tristes, típicas de la gris Buenos Aires. Como en un viejo video musical de jazz, casi todos están vestidos de tonos blancos y negros. No veo muchos otros colores, más allá del deprimente y sucio amarillo del vagón. Desde los más jóvenes hasta los más grandes, todos coloreados con tonalidades opacas y sin vida. Un paisaje casi daltónico.

Pero a veces se dan milagros en estos viejos túneles. Una débil risa se escucha en el fondo, proveniente de un chico sentado de costado. Zapatillas rojas, jean y una remera amarilla, cómodamente sosteniendo su campera deportiva roja, que alguna madre le regaló. Un enorme contraste entre la deprimente multitud. Su sonrisa me hace preguntarme si yo alguna vez mostré así los dientes. La verdad es que no lo recuerdo.

Sólo tengo que viajar dos estaciones. En la primera se subió poca gente, pero no encontraron asiento disponible. Una anciana con antojos de superioridad se paró al lado de un hombre vestido de traje, que parece ser de los menos serios en este tren, gracias a su semblante relajado. El hombre no dudó en darle el asiento al vejestorio de rubios rulos, pero de alguna manera pienso que aquella mujer ya tenía todo planeado. Que identificó a quien sería capaz de pensar por ella y otorgarle el gusto. Embarrada en maquillaje, no puedo sentir otra cosa que no sea repugnancia. Si bien yo también le daría el asiento, lo haría más por obligación que por decencia. Ya que al observarla, veo una arpía que ha hecho la vida imposible a mucha gente, y que se cree más que el resto.

Ya es la segunda estación. Adornada con apagados colores, horriblemente combinados, y murales de autores que desconozco. Estas obras jamás me dijeron nada en absoluto.

Es hora de que vaya a la facultad. Mi currículum no se armará por sí mismo.

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y esas son todas
ahora les toca a ustedes... cuáles son las tres que más les gustaron??

saludos

Editado por jor7eche, 20 abril 2010 - 17:47 .

[Shura girl]

mi voto es para los siguientes tres escritos:

Me preguntaste qué era lo que puedo ver en tus ojos… ¿Te acuerdas?
El silencio que se oculta entre los labios
MI GRAN AMOR


Saludos :D

[Lunatic BoltSpectrum]

mi voto es para:

AMORES DE GUERRA.

El silencio que se oculta entre los labios

Me preguntaste qué era lo que puedo ver en tus ojos… ¿Te acuerdas?




jejejeje son muy buenos escritos, creo que no paso de la primera ronda

[Gerrard]

Quienquiera que fuese.

Lamentos del pasado / El sanguinario Asellus.

El secreto del Monasterio.

Son mis votos.

Saludos,

Bye bye

[Cástor_G]

me inscribo =)