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Sueños y Luz


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54 respuestas a este tema

#1 Arquero Dorado

Arquero Dorado

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Publicado 14 febrero 2018 - 23:44

Primero que nada, amigos del foro, quiero aclarar que este es mi primer Fanfic. Esta será una especie de remake del antiguo manga y anime clásico Saint Seiya. Habrá algunas cosas que serán cambiadas por necesidad de la trama y otras que se mantendrán igual por respeto a la obra original de Misami Kurumada. Sientánse libres de realizar cualquier crítica de su parte.

 

Prólogo

 

Grecia

 

El cuerpo del joven que Mitsumasa Kido tenía delante de él estaba cubierto de grandes y profundas heridas. Él estaba agonizando, viviendo los últimos distantes de su vida. Para su sorpresa, Mitsumsa también notó que el joven traía consigo una especia de lujosa y brillante dorada, al igual que un bebé, el cual no paraba de llorar.

 

‘Por favor…’, él joven le estaba diciendo, ‘… tome… tómela…’.

 

‘¿Qué cosas estás diciendo, muchacho?’, Mitsumasa le preguntó.

 

‘Usted… puede salvarla…’.

 

Mitsumasa se sentía enfermo por la enorme cantidad de sangre que brotaba del cuerpo del joven. ‘Iré… iré a buscar ayuda…’.

 

‘No…’, el joven le dijo. ‘Ya… es muy tarda para mí. La bebe… usted aún… aún puede salvarla. Por favor… aún no es muy tarde’.

 

Mitsumasa, todavía sintiéndose mareado, se acercó aún más al joven. ‘¿Qué me estás pidiendo muchacho?’.

 

‘El Santuario ha sido profanado…’ él dijo. ‘El Patriarca ha… ha sido… Athena… Athena corre… peligro…’.

 

Mitsumasa no entendía nada de lo que él joven le estaba diciendo. ¿Santuario? ¿Patriarca? ¿Athena?

 

‘Por favor, señor…’, él joven insistió. ‘Cuide de ella y de mí armadura. Protéjalas… protéjalas… con su vida. Se lo encargo…’.

 

El joven repentinamente dejó de moverse. Pocos segundos después, la luz pareció escapar de sus ojos, como una llama al ser extinguida.

 

{Lo lamento mucho, muchacho}, Mitsumasa pensó mientras cerrabas los ojos del joven y tomaba a la bebé de sus inertes brazos. {No sea quien hayas sido, pero haré lo que me pediste. Cuidaré a de esta bebé. Aunque dudo mucho que alguna vez averigüe lo que me estabas tratando de decirme…}.

 

16 años después

 

Mu se encontraba en la cámara del Patriarca, situada en la cima del Santuario, reunido con el resto de sus hermanos, los caballeros de oro, los guardianes de las doce casas y los protectores de la diosa Athena.

 

‘Es bueno verte de nuevo, Muu ’, una voz familiar le dijo.

 

Mu volteó. Al hacerlo, él pudo ver a su antiguo camarada, el alto e imponente guardián de la segunda casa, Aldebarán de Tauro.

 

Mu sonrió. ‘Mucho tiempo sin vernos, Aldebarán’, él le dijo a su amigo. ‘¿Cuántos años han pasado? ¿Tres?’.

 

Aldebarán sonrió. ‘Cinco’, él le dijo. ‘Veo que aún sigues siendo el mismo sujeto, Muu . Siempre tomándote las cosas a la ligera’.

 

‘No tienes por qué alterarte, Aldebarán. Todos podemos cometer errores, ¿no lo crees así?’.

 

De pronto otro de sus hermanos se acercó a ellos.

 

‘Mu. Aldebarán. Me alegra que hayan podido venir’.

 

‘Es un placer verte de nuevo, Milo’, Mu le dijo al guardián de la octava casa, Milo de Escorpio.

 

‘Debo admitir que jamás pensé que el día en que todos nosotros tuviéramos que reunirnos nuevamente en un mismo lugar fuese a llegar tan pronto’, Milo dijo.

 

‘Eso significa que el Patriarca tiene noticias muy importantes para nosotros’, Aldebarán dijo.

 

Mu asintió al tiempo que miraba hacia su alrededor.

 

Además de ellos tres, había cinco caballeros dorados más: Máscara Mortuoria de Cáncer, guardián de la cuarta casa; Shaka de Virgo, guardián de la sexta casa; Shura de Capricornio, guardián de la décima casa; Camus de Acuario, guardián de la undécima casa y por último Afrodita de Piscis, guardián de la duodécima y última Casa.

 

De pronto, el anciano Gigas, el mayordomo personal del Patriarca se acerco al centro de la cámara. ‘El Patriarca aún se encuentra meditando’, él les dijo. ‘No se impacienten, caballeros. Su Santidad se reunirá con ustedes en muy poco tiempo’.

 

En ese momento, el caballero faltante, el guardián de la quinta casa, Aiolia de Leo, entró a la cámara. Mu y el resto de los presentes observaron al caballero de voluntad indomable caminar hasta una esquina solitaria de la cámara sin siquiera emitir palabra alguna. Todos conocían a Aiolia y su carácter evasivo, el cual se debía en gran parte a la deshonra que había caído sobre él gracias a las acciones de su hermano.

 

Una vez que todos se reunieron, Mu recordó a sus tres de sus hermanos se encontraban permanentemente ausentes. Los dos primeros eran Saga de Géminis y Aiolos de Sagitario, el hermano mayor de Aiolia, los guardianes de la tercera y novena casa, respectivamente. Tiempo atrás, ellos habían sido dos de los caballeros de mayor edad y experiencia en el Santuario.

 

Con algo de esfuerzo de su parte, Mu consiguió recordar vagamente a sus dos hermanos.

 

Tanto Aiolos como Saga eran fuertes, nobles y leales, queridos por todos habitantes de todos los pueblos cercanos al Santuario, llenos de un gran sentido de la justicia y una enorme compasión y generosidad. A pesar de haber nacido bajo constelaciones representes de signos opuestos, los dos caballeros no podían haber sido más cercanos. Ambos eran mejores amigos, inseparables y llenos de un profundo aprecio y respeto mutuo.

 

Sin embargo, todo eso cambió la noche que Aiolos cometió traición hacia el Santuario al tratar usurpar el puesto del Patriarca para así poder asesinar a la bebé que había sido escogida por la mismísima Athena para ser su reencarnación terrenal.

 

A pesar de su historia, Saga no había dudado en tratar de detener y enfrentarse al traidor de Aiolos, el hombre que él alguna vez había llamado su mejor amigo. Trágicamente, los dos antiguos camaradas terminaron siendo muertos el uno a manos del otro.

 

De su trágico y terrible enfrentamiento, sólo Shura de Capricornio había sido testigo.

 

El tercer caballero ausente, por otra parte, era el antiguo maestro guardián de la séptima casa, Dohko de Libra, quien era, al igual que el Patriarca, un sobreviviente de la anterior guerra santa. El viejo maestro se encontraba en el monte Lu, el cual, por encargo de la diosa Athena, él jamás debía abandonar.

 

Súbitamente, la voz de Gigas volvió a escucharse en la cámara.

 

‘Su Santidad el Patriarca’, Gigas anunció.

 

Al ver al Patriarca entrar a la cámara, Mu y todos sus hermanos se arrodillaron como signo de respeto y lealtad por el hombre que era el representante y voz de Athena.

 

Mu vio al Patriarca caminando solemnemente, usando su máscara y túnica ceremonial, símbolos de su dignidad semidivina. Tiempo atrás, el Patriarca alguna vez había sido conocido por el nombre de Shion de Aries, el guardián de la primera casa… y el antiguo maestro de Mu.

 

El Patriarca tomó asiento. ‘Caballeros’, el Patriarca dijo en su profunda voz, efecto de la máscara que llevaba puesta. ‘Los he convocado aquí para hacerles saber de un asunto de grave importancia. He recibido noticias muy preocupantes provenientes de Japón. Al parecer una joven muchacha llamada Saori Kido ha organizado un torneo especial que busca reunir a varios combatientes provenientes de todo el mundo. Todo parece indicar que ella pretende hacer que los guerreros asistentes luchen entre sí con el fin de ser el campeón de la competencia y de esa manera obtener un valioso premio’.

 

‘Con todo respeto, Santidad’, Aiolia interrumpió, ‘no entiendo que por qué debería de importarnos lo que una niña tonta al otro lado del mundo pretenda hacer. Los asuntos de las personas comunes y corrientes no tienen ninguna relevancia para ninguno de nosotros, mucho menos para el Santuario’.

 

‘Aiolia…’, el Patriarca dijo, ‘… escucharte hablar de esa manera tan insolente me hace recordar al infame de tu hermano'. Muu pudo ver cómo el rostro de Aiolia se llenaba de una apenas notable expresión de vergüenza. ‘La razón por la que digo esto es porque los combatientes que la muchacha Kido ha reunido son caballeros de bronce de Athena, y el premio no es otro que la desaparecida armadura dorada de Sagitario.

 

{¿Qué?}.

 

Mu notó el rostro de sorpresa en el rostro de sus hermanos caballeros.

 

‘¿La armadura dorada de Sagitario?’, Aiolia exclamó. ‘Santidad, ¿está hablando en serio? ¿Está seguro de lo que dice?’.

 

‘Completamente’, el Patriarca dijo. ‘No hay duda: de alguna manera esa chica Saori Kido se ha hecho con la posesión de una armadura dorada. Y lo que es más, ella ha convencido a varios caballeros de bronce a luchar por sus caprichos con la intención de obtenerla.

 

‘Eso es una blasfemia, Santidad’, Milo dijo.

 

‘Debemos detener esa locura de inmediato’, Aldebarán dijo.

 

‘¿Cuáles son sus ordenes, Santidad?’, Shura preguntó, interviniendo por primera vez.

 

El Patriarca pareció considerar por un momento sus palabras. ‘Camus de Acuario’.

 

‘¿Santidad?’.

 

‘Tú tienes un joven discípulo, ¿no es así?’.

 

‘Así es, Santidad’, Camus contestó. ‘Su nombre es Hyoga’.

 

‘¿Acaso confías en él?’.

 

{Me pregunto qué es lo que está intentando hacer el Patriarca}.

 

Camus asintió. ‘Así es, Santidad. Él es un buen estudiante. Le he enseñado casi todo lo que sé. Hace poco tiempo atrás él adquirió su propia armadura, la armadura del Cisne. No tengo ninguna duda de que algún día él tal vez llegué a ser tan fuerte como yo’.

 

‘Ya veo’, el Patriarca dijo. ‘Entonces quizás debamos poner su lealtad a prueba’.

 

‘¿Santidad?’.

 

El Patriarca se levantó de su asiento. 'Dile a tu discípulo que tengo una misión para él', él dijo. 'Dile que el Santuario y Athena necesitan de sus servicios'.


Editado por Arquero Dorado, 18 abril 2018 - 13:43 .


#2 Patriarca 8

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Publicado 15 febrero 2018 - 08:11

mucha suerte en tu fic

 

algunos consejos:

 

http://saintseiyafor...ejos-para-fics/


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#3 Asgard_fan

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Publicado 15 febrero 2018 - 09:21

Que interesante y que recuerdos me trae...

Excelente escritura.

Muy fácil de seguir y atractiva.

Un saludo.

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#4 Arquero Dorado

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Publicado 15 febrero 2018 - 12:02

Muchas gracias. Trataré de subir el siguiente capítulo lo más rápido que pueda. Quizás antes del fin del mes. 



#5 Dbicho

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    El Lag nos hace violentos, los videojuegos no.

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Publicado 15 febrero 2018 - 13:55

Buena suerte en tu Fic!

 

Hasta ahora esta muy bien, en tema de la narrativa y esas cosas.

 

Me parece un muy buen aporte el de T800, sobre los consejos para el Fic.

 

Saludos y suerte en tu Fic!


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#6 Shiryu

Shiryu

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Publicado 16 febrero 2018 - 12:01

Así mismo fue como empezó los caballeros del zodiaco

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#7 Kael'Thas

Kael'Thas

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Publicado 16 febrero 2018 - 13:55

Interesante el comienzo como SS y buena suerte


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#8 Arquero Dorado

Arquero Dorado

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Publicado 17 febrero 2018 - 21:53

Bueno, al parecer podré publicar un capítulo o dos más antes de lo previsto. Como anteriormente había dicho. Este fic será una especie de ‘remake’ o ‘reimagining’ del Saint Seiya que todos tanto amamos. Ciertos cambios serán realizados en comparación con la trama de Kurumada, algunos menores y otros algo mayores, pero el espíritu de la historia original se mantendrá, o al menos eso espero.  Como siempre, siéntanse libres de realizar cualquier crítica de su parte.

 

1

Presagios Oscuros

 

Isla de Andrómeda

 

Albiore de Cefeo se encontraba observando detenidamente desde la distancia el entrenamiento de su pequeño grupo de dispiculos, el cual parecía reducirle con cada día que pasaba a pesar de sus esfuerzos.

 

Aunque la armadura de Andrómeda había sido reclamada poco tiempo atrás por el mejor de sus estudiantes, eso no había hecho desistir a Albiore de seguir instruyendo a los jóvenes bajo su tutela. Por algún motivo que él aún no podía comprender, algo lo incitaba a seguir impartiendo sus enseñanzas. Era una extraña sensación, difícil de describir, algo desagradable y preocupantemente ominosa.

 

Justo en ese momento, mientras Albiore aún se encontraba reflexionando, la voz de uno de sus estudiantes llamó por él.

 

‘¡Maestro!’. Albiore reconoció de inmediato la voz de June, su aprendiz y el caballero femenino de Camaleón, quien venía corriendo hacia él. ‘¡Maestro!’.

 

‘¿Qué sucede, June?’, Albiore le preguntó a su estudiante, centrando su atención ella.

 

‘Maestro, un caballero lo está buscando’, June dijo con algo de perplejidad en su voz.

 

‘¿Un caballero?’.

 

‘Así, maestro. Un caballero de plata’.

 

Las palabras inquietaron a Albiore. ‘¿Sabes de quién se trata?’, él preguntó.

 

‘No, maestro’, June contestó, negando con la cabeza. ‘El caballero no nos quiso dar su nombre. Él sólo nos dijo que era un viejo amigo suyo’.

 

{¿Un viejo amigo?}. ‘¿En dónde está este caballero?’.

 

‘En la parte sur de la isla, maestro’, June contestó. ‘Cerca de la playa’.

 

Albiore asintió. ‘Ya veo. Entonces será mejor que vaya a verlo’. Albiore sonrió. ‘Gracias, June. Te pido por favor que supervises a los demás en mi ausencia’.

 

‘S-sí, maestro. Lo haré’.

 

‘No tengo la intención no tardar mucho. Aún así… no quiero tú o los demás que esperen por mí. ¿Me has entendido?’.

 

June asintió. ‘Sí, maestro, como usted diga’.

 

Albiore se retiró casi de inmediato del lugar para dirigirse a la costa en busca del misterioso hombre. A través de los años, eran pocos los caballeros que se atrevían a visitar la isla de Andrómeda, especialmente desde que Albiore se había convertido en el maestro de los jóvenes aprendices que en ella residían.

 

Al llegar al lugar y encontrarse con el caballero de plata, Albiore se llevó una enorme sorpresa al descubrir de quién se trataba.

 

‘Empezaba a creer que jamás vendrías a verme, Albiore’, el caballero le dijo con una sonrisa casi arrogante.

 

Albiore miró fijamente al hombre que tenía en frente. ‘Jäger de Orión’, él dijo. ‘¿Qué estás haciendo aquí?’.

 

‘Oh… ¿es esa la manera en la que tratas a un viejo amigo, Albiore?’, Jäger le dijo. ‘Veo que los años que has pasado exiliado en esta horrible isla no te han ayudado en nada’.

 

Jäger de Orión era un caballero de plata muy estimado y respetado por muchos a causa de su considerable habilidad y fuerza. Sin embargo, él igual que Albiore también era considerado prácticamente como una especie de disidente por el estado mayor del Santuario debido a sus inusuales opiniones y puntos de vista poco ortodoxos.

 

‘Contesta la pregunta, Jäger’, Albiore insistió. ‘¿Por qué estás aquí?’.

 

Jäger sonrió nuevamente. ‘Estás intrigado, ¿no es así, Albiore? Muy bien. Te lo diré. Jäger se acercó a él. ‘He venido a informarte acerca de varios rumores que he estado escuchado últimamente’.

 

‘¿Rumores? ¿Qué rumores?’.

 

‘Al parecer últimamente ha habido cierta inquietud y nerviosismo en el Santuario’, Jäger dijo. Según he escuchado, el Patriarca convocó no hace muchos días atrás a todos los caballeros dorados a su cámara’.

 

‘¿Los caballeros dorados?’, Albiore preguntó. ‘¿Por qué razón?’.

 

‘Aún no lo sé. Pero sea cual sea la razón, algo es seguro: muchos en el Santuario tienen la impresión de que las cosas están por cambiar, para bien o para mal’.

 

{Esto en verdad es muy extraño}. Los caballeros dorados sólo se reunían oficialmente en la cámara del Patriarca en ocasiones de suma importancia. ‘¿Eso es todo?’, Albiore preguntó. ‘¿Sólo has venido a contarme esto?’.

 

‘No’, Jäger dijo. ‘Hay algo más que quizás te interese saber’.

 

‘Entonces habla’.

 

‘Al parecer ha ocurrido algo muy peculiar en la isla de la Reina de la Muerte’.

 

‘¿Qué has dicho?’, Albiore preguntó. ‘¿La isla de la Reina de la Muerte?’.

 

‘Veo que el nombre te resulta familiar, ¿no es así, Albiore?’.

 

Jäger tenía razón. La isla de la Reina de la Muerte era una isla localizada en el Pacífico Sur, justo debajo de la línea del Ecuador. La isla era un lugar extremadamente hostil, en  cual la actividad volcánica hacía que todo el suelo estuviese siempre caliente. En ese lugar el sol era terriblemente abrasador tanto en el día como en la noche, y durante todas las temporadas del año lluvias de fuego provenientes del volcán situado en el centro de la isla eran capaces de correr la piel de aquel que no tuviese el menor cuidado. La vegetación y vida animal eran prácticamente inexistentes, y las fuentes de agua eran verdaderamente escasas. Si había un lugar en la tierra peor que la propia isla de Andrómeda, esa era la isla de la Reina de la Muerte. Muy pocas personas regresaban con vida de ese lugar, e incluso aquellos que lo hacían regresaban convertidos en personas completamente diferentes. No era de extrañar que los nativos de esa isla la hubiesen bautizado como el “Infierno Sobre la Tierra”.

 

‘¿Qué ha sucedido?’, Albiore finalmente preguntó.

 

‘Al parecer alguien se ha apoderado de la armadura del Fénix que residía en la isla’.

 

{¡¿Qué…?!}. ‘¿La armadura del Fénix? ¿Estás seguro de lo que dices, Jäger?’.

 

‘Por supuesto que lo estoy’, Jäger respondió. ‘Curioso, ¿no es así? Después de tanto tiempo…’.

 

Todos los caballeros de Athena conocían la historia de armadura del Fénix, la armadura más notable y rara de las ochenta y ocho existentes. A pesar de no ser tan resistente como una armadura dorada, el ropaje del Fénix era famoso por ser él único en poseer la maravillosa cualidad de repararse por sí mismo sin requerir ayuda de medios externos. Las leyendas contaban que en toda su existencia, sólo un caballero había logrado ser el portador de la armadura del Fénix, numerosos siglos atrás, poco tiempo después del fin de la primera Guerra Santa.

 

‘¿El Santuario sabe de esto?’.

 

Jäger se encogió de hombros. ‘Muy probablemente. Siendo honesto contigo, Albiore, me sorprendería si el Santuario no hubiese enviado a alguien a ese lugar para evaluar la situación’. Jäger sonrió ligeramente. ‘Parece que estamos viviendo días muy interesantes. ¿No lo crees así, viejo amigo?’.

 

La extraña sensación que Albiore había sentido con regularidad durante un tiempo se hizo presente nuevamente. No obstante, esta vez la sensación era notablemente más intensa de lo Albiore jamás había sentido.

 

{Estoy es verdaderamente muy preocupante}.

 

‘Si yo fuera tú, Albiore, me cuidaría las espaldas’, Jäger le dijo con una voz extrañamente serena. ‘Tengo el presentimiento de que lo más interesante aún está por venir’.

 

Japón

 

¡Me complace anunciarles que la siguiente ronda combates comenzara en breves momentos!’, el anunciador les informó a la multitud que se encontraba sentada en los asientos que rodeaban la arena. ‘¡Los próximos guerreros valientes en luchar serán Jabu de Unicornio y Nachi de Lobo!’.

 

‘Finalmente averiguaremos que tan fuerte se ha vuelto ese tonto de Jabu’, Seiya les dijo a los caballeros de bronce que al igual que él se encontraban parados justo a la salida de los vestidores más cercanos al cuadrilátero.

 

‘Independientemente de quién gane, haríamos bien en analizar la pelea con detenimiento’, Shiryu el caballero del Dragón le comentó. ‘Mientras más información podamos obtener de nuestros futuros oponentes, mayor serán nuestras probabilidades de triunfar ante ellos’.

 

Seiya hizo una mueca con la lengua. ‘Yo no preocuparía tanto si fuera, tú, Shiryu’.

 

‘¿Por qué dices esos, Seiya?’.

 

‘Porque no importa lo que pase, el resultado será el mismo’.

 

Shiryu perecía un poco confundido. ¿El resultado será el mismo? ¿A que te refieres con eso?’.

 

Seiya sonrió. ‘Me refiero a que yo seré quién gane este torneo’.

 

‘¿Qué?’, Shiryu preguntó en un tono casi indignado. ‘¿Te escuché bien, Seiya? ¿Acaso dijiste que tú serías el ganador?’.

 

‘Ya lo verás, Shiryu’.

 

‘Yo no estaría tan confiado si fuera tú’, una voz le dijo a Seiya.

 

‘¿Huh?’. Seiya miró atrás de él. Al hacerlo él pudo ver al desconocido joven de cabello rubio y ojos azules que había sido el último participante en unirse al torneo el día anterior. ‘¿Quién demonios se supone que eres?’.

 

‘No creo que seas digno de saber mi nombre’, el sujeto le dijo. ‘Pero ya que insistes, te lo diré de todas formas. Mi nombre es Hyoga de Cisne, y soy el luchador más poderoso en todo este torneo’.

 

‘¡¿Qué dices?!’.

 

‘¿Cómo es posible que hagas una declaración como esa antes de luchar contra tus oponentes?’, Shiryu le preguntó.

 

‘¿Acaso crees que el resto de nosotros somos unos niños asustados?’, Geki el caballero de la Osa Menor preguntó.

 

‘No tienen por que sentirse mal’, el sujeto llamado Hyoga les dijo. ‘Simplemente estoy diciendo la verdad. Deben saber que aún no ha nacido el caballero de bronce que pueda desafiarme. Ninguno de ustedes es un oponente digno para mí’.

 

Geki parecía apunto de estallar a causa de la actitud de  Hyoga. ‘¡¿Como te atreves?! ¡Eres un…!’.

 

‘¡Finalmente han aparecido nuestros combatientes!’, la voz del anunciador dijo, interrumpiendo las palabras de Geki. ‘¡El primero en entrar en el cuadrilátero es Nachi de Lobo!’.

 

‘¡Miren eso, ya está por empezar!’, Seiya dijo.

 

Pocos instantes después él pudo ver a Nachi salir corriendo de los vestidores situados al lado opuesto de la arena para luego saltar por los aires al tiempo que convocaba a su armadura.

 

La multitud comenzó a gritar salvajemente al ver como su armadura se ensamblaba por su sola y cubría su cuerpo.

 

‘¡Y aquí viene Jabu de Unicornio!’.

 

Jabu salió de los vestidores de la misma manera que lo había hecho Nachi pocos momentos atrás. ‘¡Ven aquí armadura!’.

 

Una vez que Jabu y Nachi terminaron de presentarse ante la multitud, ambos subieron al cuadrilátero y se acercaron al anunciador.

 

‘Cuantas tonterías’, el sujeto Hyoga dijo con desprecio. ‘No puedo creer que esos sujetos se hagan llamar a sí mismos caballeros.  Todo esto no es nada más que un circo’.

 

Seiya miró a Hyoga por unos momentos antes de volver a centrar su atención en la arena.

 

‘Ninguno de ustedes, valientes guerreros podrá recibir ninguna ayuda proveniente de fuera del cuadrilátero’, el anunciador estaba diciendo. ‘¡El combate continuará hasta que uno de ustedes no pueda continuar más o se de por vencido!’¿Comprenden las reglas?’. Tanto Jabu como Nachi asintieron. ‘Si es así, entonces-’.

 

De pronto, Jabu tomó el micrófono del anunciador y lo usó para dirigirse a todos los presentes. ‘¡Quiero que todos ustedes sepan que ganaré este combate en nombre de una persona realmente maravillosa!’, Jabu dijo con una sonrisa. ‘¡Señorita Saori, ganaré este torneo por usted! ¡Ya lo verá! ¡No la decepcionaré, señorita, se lo prometo!’.

 

Seiya no pudo evitar sentir una enorme vergüenza ajena. {Veo que ese tonto de Jabu no ha cambiado nada. Él aún sigue siendo el perro faldero de Saori Kido}. Desde que Seiya y los demás eran niños en la fundación Kido, Jabu siempre solía obedecer todas las órdenes de la malcriada nieta de Mitsumasa Kido por más ridículas que fueran, incluso si estas pudieran causarle heridas.

 

‘¿Están listos, combatientes?’, el anunciador les preguntó, arrebatándole furiosamente a Jabu el micrófono.

 

‘¡Sí!’, Jabu y Nachi contestaron al mismo tiempo.

 

‘¡Muy bien! ¡Entonces qué comience la pelea!’.


Editado por Arquero Dorado, 18 abril 2018 - 13:44 .


#9 Patriarca 8

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Publicado 18 febrero 2018 - 06:57

me agrado la aparición de Jäger de Orión aunque cronologicamente se suponia que

 

en el clasico era de una epoca mucho mas antigua

 

 

pobre Jabu no tiene ni idea de que terminara en la zona friends--XD


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#10 Kael'Thas

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Publicado 18 febrero 2018 - 14:27

Eso aparezca Jager me gusto bastante 


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#11 Arquero Dorado

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Publicado 18 febrero 2018 - 18:35

Es bueno leer sus comentarios positivos. Creo que alcanzaré a publicar el siguiente capítulo dentro de una semana con algo de suerte. En cualquier caso, no se preocupen, el capítulo llegará más temprano que tarde.



#12 Shiryu

Shiryu

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Publicado 18 febrero 2018 - 18:54

Te basas demasiado en la saga original de los caballeros del zodiaco intenta meter más de ti y menos del creador de los caballeros del zodiaco

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#13 Asgard_fan

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Publicado 21 febrero 2018 - 18:54

Tiene buena pinta el fic.

 

Como dice el compañero Shiryu se tu misma y dale tu firma al fic.

 

Un saludo.


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#14 ℉łεüґÐ℮ℒƴṧ

℉łεüґÐ℮ℒƴṧ

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Publicado 22 febrero 2018 - 21:23

Me gusto como desarrollaste el misterio en la conversación entre Jäger y Albiore, y el morbo con el que narra lo acontecido en la Isla de la Reina Muerte con la armadura de Fénix.

Y luego recordar las fanfarronerías de Seiya!! fue muy gracioso y manteniendo el carácter original de nuestro héroe.

Y el ridículo de Jabu como siempre pena ajena!

Esta excelente el giro de la historia solo ponle un toquecito mas personal! Por lo demás me ha gustado mucho!

Un saludo!

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#15 Arquero Dorado

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Publicado 27 febrero 2018 - 23:34

Quiero anunciar que pude publicar el siguiente capítulo antes de fin de este mes. No estoy seguro, pero creo que dos o tres capítulos por mes puede ser un ritmo factible para este Fanfic.

 

Con respecto a los comentarios que me aconsejaron inyectarle un toque más personal, no se preocupen, este Fanfic no es un plagio al manga original, simplemente estoy posicionando las piezas antes de hacer los cambios más drásticos. Creo que podrán notar a lo que me refiero en el siguiente capítulo.

 

Ahora, sin más preámbulos, aquí está  último capítulo del mes. Espero que lo disfruten.

 

2

Visitantes

 

Grecia

 

Gigas se encontraba en la entrada principal de templo de Patriarca, preparado para recibir a los cuatro invitados que venían a ver a Su Santidad desde una tierra lejana.

 

‘Es un honor recibir a tan ilustres visitas’, Gigas dijo una vez que se encontró con los hombres. ‘El Santuario les de la bienvenida’.

 

‘Muchas gracias’, el líder del grupo dijo. ‘Estamos verdaderamente agradecidos por la recepción que nos han dado’.

 

‘El Patriarca los está esperando en su cámara de audiencias’, Gigas les dijo. ‘Yo me encargaré de mostrarles el camino. Síganme, por favor’.

 

Gigas los acompaño por el largo camino que conducía a los aposentos de Su Santidad, el cual estaba decorado por una gran y elegante alfombra de color rojo.

 

‘Esta es la entrada’, Gigas les dijo a los hombres al llegar a la enorme puerta que conducía a la cámara de audiencias. ‘Recuerden siempre tratar a su Santidad con el debido respeto que se merece’.

 

Al entrar en el lugar, Gigas vio al Patriarca, el cual se encontraba en su asiento de honor, esperando casi inmóvil a los invitados. Junto a su Santidad se encontraban Deathmask de Cáncer, Shura de Capricornio y Afrodita de Pisicis, quienes desde hacía años atrás eran los caballeros dorados más cercanos a él.

 

‘Santidad’, Gigas dijo, haciendo una pequeña reverencia, ‘los visitantes han llegado’.

 

‘Que se acerquen’, el Patriarca contestó con su profunda voz.

 

Dos de los visitantes se acercaron al Patriarca. ‘Santidad, es un honor conocerlo’, el líder y mayor de los hombres dijo, haciendo una reverencia. ‘Permítame que me presente. Mi nombre es Derbal de Asgard, y este joven que me acompaña es mi aprendiz, Andreas. Ambos somos los mayordomos y mensajeros personales de la señorita Hilda de Polaris, la sacerdotisa y representante del dios Odín en la tierra’.

 

‘He escuchado mucho de Asgard’, el Patriarca respondió. ‘Vienen de la tierras del norte, ¿verdad?’.

 

‘Así es, Santidad’, Derbal dijo. ‘Hemos recorrido una largo camino para llegar hasta aquí’.

 

‘¿Y quiénes son estos hombres que los acompañan?’, el Patriarca preguntó, dirigiendo su mirada a los dos hombres en armadura que se encontraban detrás de los mensajeros.

 

Ambos individuos dieron un paso al frente y luego se arrodillaron ante el Patriarca. ‘Somos dos de los guerreros divinos de Asgard, Santidad’, el más alto de los hombres dijo. ‘Mi nombre es Thor, guerrero de la estrella Phecda’.

 

‘Y yo soy Alberich de la estrella Megrez’, el otro hombre agregó.

 

‘Thor y Alberich son nuestros protectores, Santidad’, Derbal explicó. ‘Ellos han venido con nosotros para asegurarse de nada infortunado nos suceda’.

 

‘Ya veo’, el Patriarca dijo. ‘Debí imaginar que Asgard tendría guerreros que lo protegieran. Entonces, ¿a qué debo el honor de su visita?’.

 

‘Hemos venido a invitar a la diosa Athena a Asgard, Santidad’, Derbal dijo. ‘La señorita Hilda estaría encantada de recibir a tan noble diosa como muestra de su aprecio. Tal vez de esa manera el palacio de Valhalla y el Santuario puedan formar una amistad duradera’.

 

Gigas notó que los tres caballeros dorados presentes intercambiaban miradas inusuales entre ellos.

 

‘Me temo que Athena no puede dejar el Santuario en estos momentos’, el Patriarca dijo. ‘Ella prefiere quedarse residiendo en su templo. Tal vez en otra ocasión’.

 

‘Santidad, le prometo que no hay nada de lo que usted o Athena tengan que preocuparse’, Derbal dijo. ‘La visita a Asgard no tiene por que ser una larga. Si me permite decirlo, nosotros podríamos-’.

 

‘Suficiente’, el Patriarca dijo, alzando levemente su voz. ‘No hablaré más de esto. Si no tienen nada más que decir, entonces esta audiencia se ha terminado’.

 

Derbal parecía algo alterado. ‘Santidad, por favor, escúchenos-’.

 

‘¡Gigas!’.

 

‘¿Sí, Santidad?’.

 

‘Acompaña a nuestros visitantes a la salida’.

 

‘¿La salida?’.

 

‘Es una orden’.

 

Gigas asintió. ‘S-sí, Santidad. C-como usted diga’. Al acerarse a los visitantes provenientes de Asgard, Gigas notó su descontento. Era obvio que el gesto del Patriarca no era lo que ellos habían esperado.

 

Japón

 

Habían pasado varios minutos desde el comienzo de la pelea entre Jabu y Nachi, y Seiya veía como ambos combatientes parecían no sacarse ventaja entre sí.

 

‘Qué perdida de tiempo’, Hyoga comentó. ‘A este ritmo el torneo jamás terminará’.

 

A diferencia de Hyoga, la multitud en alrededor de la arena no parecía estar molesta con el combate. Ellos en su lugar estaban gritando y animando a ambos peleadores.

 

‘¡Tu puedes, Unicornio!’.

 

‘¡Acaba con él, Lobo!’.

 

‘¡Aplástalo!’.

 

{Parece que la gente está entretenida}.

 

De pronto Seiya escuchó los gritos de Jabu y de Nachi.

 

‘¡Aullido Mortal!’.

 

‘¡Galope del Unicornio!’.

 

Jabu logró esquivar el ataque que fue lanzado en su contra, pero Nachi no tuvo tanta suerte. El recibir el golpe de Jabu, Nachi cayó a la lona del cuadrilátero, al parecer completamente inconsciente.

 

El anunciador comenzó a contar hasta diez, dándole una oportunidad de Nachi de volver a incorporarse al combate. ‘¡Uno… dos… tres…!’.

 

‘La pelea ha terminado’, Hyoga comentó. ‘Es una suerte que esos bufones decidieran ponerle fin a esta farsa.’

 

Unos instantes después, el anunciador terminó la cuenta. ‘¡Jabu de Unicornio es el ganador del combate! ¡Él es el primer participante en avanzar a las semifinales!’.

 

‘Parece ser que el caballero del Unicornio logró prevalecer’, Shiryu le dijo.

 

‘Ese tonto de Jabu tiene mucha suerte’, Seiya le contestó a Shiryu.

 

‘No por mucho’, Hyoga dijo con frialdad. ‘Algo me dice que su suerte está por acabar’.

 

Al bajar del cuadrilátero y terminar de alardear frente al público, Jabu se acercó al lugar donde Seiya y los demás estaban esperando. ‘¿Lo ves, Seiya?’, Jabu le dijo mientras caminaba hacia los vestidores con una sonrisa en su rostro. ‘Les dije a todos que ganaría, ¿no es así?’.

 

‘No me hagas reír, Jabu’, Seiya le contestó. ‘Si crees que vas a ganar el torneo luchando de esa manera, lamento decirte que estás equivocado’.

 

‘¿Qué dijiste?’.

 

Seiya sonrió. ‘Ya me escuchaste, Jabu. No eres más que un pobre diablo’.

 

‘¡Miserable! ¿Cómo te atreves…?’.

 

La voz del anunciador interrumpió las quejas de Jabu. ‘Damas y caballeros, aún restan tres combatientes más para completar los encuentros de las semifinales’, él dijo. ‘De acuerdo con las llaves del torneo, la siguiente pelea será entre… ¡Seiya de Pegaso y Shun de Andrómeda!’.

 

‘Vaya, miren eso, parece que mi turno ha llegado’, Seiya dijo. ‘Supongo que te veré después, Jabu’.

 

Seiya notó que Jabu apenas podía contener su furia. ‘Sí, estoy ansioso por que así sea’.

 

‘Muy bien, entonces aquí voy’.

 

‘Seiya’, Shiryu dijo.

 

‘¿Qué sucede Shiryu?’.

 

‘Espero que puedas ganar tu combate’, el caballero del Dragón le dijo. ‘Deseo ser tu oponente en la siguiente ronda’.

 

Seiya sonrió. ‘No debes preocuparte por mí, Shiryu. Ya te lo dije, yo seré quien gane este torneo’.

 

Seiya se colocó su armadura y luego entró al cuadrilátero tranquilamente, confiado en sus posibilidades de ganar la pelea.

 

‘¡Andrómeda!’, Shun convocó a su armadura, la cual comenzó a cubrir su cuerpo.

 

En ese momento Seiya se dio cuenta de que los rumores que él había escuchado acerca del ropaje de su oponente eran ciertos. Al parecer la armadura de Shun estaba equipada con una especie de cadena que podía servirle como arma.

 

{Es posible que ese sujeto intente usar su cadena para golpearme. Sí es así, entonces le daré una sorpresa}.

 

Al ver a Shun entrar en el cuadrilátero, algunas personas de la multitud comenzaron a exclamar su nombre.

 

‘¡Andrómeda, eres el mejor!’.

 

‘¡Te amo, Andrómeda!’.

 

‘Parece que tienes algunas admiradoras, Shun’, Seiya le comentó a su oponente. ‘Tu popularidad me impresiona’.

 

Mientras Seiya seguía hablándole a Shun, el anunciador se acercó a ellos. ‘Ya conocen las reglas, combatientes. Ninguno de ustedes puede recibir ninguna desde fuera del cuadrilátero. Sí lo hacen, serán descalificados. La pelea no se dará por terminada hasta que uno de ustedes se rinda o no pueda seguir más. ¿Están de acuerdo con el reglamento?’, el anunciador les preguntó.

 

‘Lo estoy’, Seiya contestó.

 

‘Yo también’, Shun agregó.

 

‘¡Muy bien! ¡Entonces el combate puede comenzar!’.

 

Seiya tomó algo de distancia y se puso en posición para atacar. Sin embargo, él notó que su oponente parecía no querer moverse del lugar en que estaba parada. ‘¿Qué sucede, Shun?’, Seiya preguntó. ‘¿Acaso tienes miedo? ¡En guardia!’.

 

‘No es necesario’, Shun le dijo.

 

‘¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?’.

 

‘Seiya, quiero que sepas que odio tener que luchar contra las personas, aún estas son otro caballero’.

 

‘¿De que estás hablando, Shun?’.

 

‘No hay nada que me parezca más horrible en este mundo que hacerle daño a otro ser vivo. Yo sé que eres una buena persona, Seiya, y respeto tus razones para pelear en este torneo. Es por esa razón que te pido que no luches contra mí’.

 

Seiya se sentía algo confundido. {¿Qué le sucede? ¿Es posible que Shun siga siendo ese niño tímido que conocí hace unos años atrás? ¿O acaso él estará mintiendo y todo esto se trata de una simple trampa para hacerme bajar la guardia?}.

 

En ese momento, la gente en las gradas comenzó a abuchear y a gritar salvajemente.

 

‘¡Vamos!’, uno de los espectadores dijo. ‘¿Qué están esperando? ¡Luchen!’.

 

‘¡No sean cobardes!’.

 

‘¡Peleen!’.

 

‘¡Gallinas!’.

 

{Maldición}. ‘¡Muy bien, Shun, tú lo quisiste!’, Seiya dijo, totalmente harto de la situación. ‘¡Si no piensas atacarme, entonces no me dejas otra opción más que lanzar el primer golpe! ¡Aquí voy!’. Seiya tomó impulso, se abalanzó contra Shun e intentó golpearlo con su puño. Sin embargo, Shun logró esquivar el golpe casi en el último instante. {Ese sujeto se movió muy rápido. Quizás esta pelea no sea tan fácil como yo creí. Pero eso no importa}. ‘¡Toma esto, Shun!’ Seiya volvió a atacar, esta vez con una patada, pero al igual que su golpe anterior, esta también falló en conectar a su oponente.

 

‘Parece que no hay otra solución’, Shun dijo en un tono de voz algo resignado. ‘Debo combatir’. Shun súbitamente soltó sus cadenas y las esparció por todo el cuadrilátero. ‘Seiya, ya he extendido la cadena’, Shun le dijo. ‘Ahora ya no puedes acercarte a mí. Sí lo haces, eso significaría perder la vida. Contra la cadena de Andrómeda no tienes ninguna posibilidad de victoria’.

 

‘¡No estés tan confiado, Shun!’. Seiya volvió a atacar. Pero justo antes de llegar hasta Shun, la cadena súbitamente pareció cobrar vida y lo azotó con gran fuerza. Seiya cayó al piso completamente adolorido por el golpe. {¿Qué es esto? ¡Sus cadenas se mueven por cuenta propia! ¡Parece como si fueran serpientes…!}.

 

‘¿Por qué insistes en pelear, Seiya?’, Shun le preguntó. ‘No tiene sentido que nos lastimemos mutuamente. Tal vez deberías darte por vencido. Odiaría tener que hacerte daño innecesariamente. De haberlo querido, en estos momentos ya estarías muerto’.

 

‘¡No digas tonterías!’, Seiya dijo, levantándose lentamente del piso. ‘¡Tal vez tu no quieras pelear… pero yo sí!’. Seiya volvió a embestir contra Shun, pero nuevamente la cadena lo atacó y lo arrojó al piso.

 

{¡Otra vez…! ¡L-la cadena insiste en protegerlo…!}.

 

‘Basta, Seiya. Si sigas atacándome lo único que lograras es que la cadena te hiera gravemente’.

 

Una vez más, Seiya se levantó lentamente de la lona con suma dificultad. ‘Ya estoy harto, Shun! ¡No eres él único que tiene trucos bajo la manga! ¡Ahora experimentaras toda la fuerza de Pegaso!’. En ese preciso instante Seiya hizo arder su Cosmos al tiempo que comenzaba a trazar con sus manos las estrellas que conformaban la constelación que le daba nombre. {No pienso rendirme. Seika… te prometí que algún día nos volveríamos a encontrar. Así será…}. ‘¡Toma esto, Shun!’, Seiya finalmente exclamó. ‘¡Meteoros de Pegaso!’.

 

‘¡Defensa Giratoria!’.

 

La cadena comenzó a girar rápidamente alrededor del cuerpo de Shun como una especie de aspa, la cual sorprendentemente logró bloquear el ataque de Seiya.

 

{¡No puedo creerlo! ¡Ese sujeto detuvo mis meteoros con su cadena sin ningún problema!}.

 

‘¡Tu puedes, Andrómeda!’, alguien de público gritó.

 

‘¡Te amamos!’.

 

‘¡Derrótalo, Andrómeda!’.

 

‘Maldición…’.

 

‘Ríndete, Seiya’, Shun dijo. ‘No tienes oportunidad alguna de vencerme. Es inútil que sigas luchando’.

 

‘¡Ya te dije que no pienso darme por vencido!’, Seiya dijo. ‘¡No importa lo que suceda, bajo ningún motivo voy a perder!’. {No importa cuan difícil sea, debo encontrar la manera de derrotar a este sujeto}.

 

Grecia

 

‘¿Te has dado cuenta, Andreas?’, Derbal le preguntó a su aprendiz mientras caminaban los largos escalones del Santuario.

 

‘¿De qué, señor?’.

 

‘El Patriarca se ha comportado de una manera muy extraña’, Derbal dijo. ‘Ni siquiera nos dejó ver a Athena por nuestra cuenta’.

 

‘¿Cree que Athena y el Patriarca estén ocultando algo, señor?’, Thor preguntó.

 

‘Estoy casi seguro de eso, Thor’, Derbal contestó. ‘Qué me dices tú, Alberich? ¿Tienes alguna opinión al respecto?’.

 

‘Es lamentable que el Patriarca y Athena no hayan querido aceptar la oferta de la señorita Hilda’, Alberich dijo. ‘Eso podría dificultar todos nuestros planes’.

 

‘Sí, es cierto’, Derbal dijo. ‘Pero aún así, lo mejor será quedarnos en Grecia por un tiempo más. Si tenemos suerte, tal vez consigamos llevar a la diosa Athena a Asgard a pesar de todo’.

 

‘Al parecer sólo tres de los doce caballeros dorados de Athena se encuentran actualmente en el Santuario’, Alberich notó. ‘Eso es muy ventajoso para nosotros’.

 

'Tienes razón, Alberich', Derbal dijo con una sonrisa. 'Es realmente ventajoso'.


Editado por Arquero Dorado, 06 mayo 2018 - 14:13 .


#16 Patriarca 8

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Publicado 28 febrero 2018 - 09:58

-Fue genial la aparición de Dorbal ,no me lo esperaba

 

-nadie de sus compañeros aprecia a Jabu ---XDD

 

-Shun es como una estrella de cine con muchas fans

 

-seiya la tiene dificil para ganar

 

-me pregunto que tramaran los asgardianos

 

PD:

 

se te invita a participar en:

 

http://saintseiyafor...-segunda-etapa/


Editado por T-800, 28 febrero 2018 - 10:02 .

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#17 ℉łεüґÐ℮ℒƴṧ

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Publicado 28 febrero 2018 - 10:14

Como siempre Shun el chico con la mayor cantidad de fans!! Jejeje! Las chicas lo adoran!

 

Y pues ese Dorbal no es ninguna buena pieza según recuerdo, sin dejar a un lado la fichita que nos resulto el God Warrior de Megrez, Alberich y pues Andreas ya sabemos como acabo, y Thor que onda allí?

 

Será que Hilda sospecha algo de lo que pasa en el Santuario, o ya esta siendo controlada por el Nibelungo?

 

Esperare el siguiente capítulo!


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Publicado 28 febrero 2018 - 10:50

Excelente capi.

 

La aparición de mis queridos God Warrior's no me la esperaba y queda guay...veremos que trama Hilda y eso de dejar a Alberich en el santuario es como dejar a un zorro cuidando de un gallinero... :t420:  :t420:  

 

Un saludo.


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#19 Kael'Thas

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Publicado 03 marzo 2018 - 13:45

Que interesante hayas agregado a dos personajes uno pelicula y otro SS Soul Gold 


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#20 Arquero Dorado

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Publicado 07 marzo 2018 - 00:06

Me complace anunciarles que podré publicar el siguiente capítulo antes de lo esperado. Lamento mucho las demoras. Con ustedes el tercer capítulo.

 

3

Conspiración

 

Japón

 

{Seiya está en problemas}, Shiryu reflexionó al ver cómo el combate se estaba desarrollando. {No cabe duda que la cadena de Andrómeda es realmente formidable}.

 

‘Vaya’, Jabu de Unicornio dijo, ‘parece que al iluso de Seiya le harán tragarse sus palabras’.

 

‘¡Qué sucede, Pegaso!’, Geki de la Osa Menor gritó. ‘¡Vamos, pelea! ¡Demuéstranos de qué estás hecho!’.

 

‘Tu amigo tiene las horas contadas’, Hyoga de Cisne le comentó a Shiryu. ‘El caballero de Andrómeda tiene la situación bajo su control. De haberlo querido él podría haber ganado este combate desde un principio’.

 

‘Yo no subestimaría a Seiya si fuese tú’, Shiryu le contestó. ‘El caballero de Pegaso no es un sujeto que se rinda fácilmente’.

 

Hyoga sonrió. ‘Eso lo veremos’.

 

Shiryu se quedó mirando fijamente al caballero del Cisne, quien de acuerdo al sorteo del torneo sería su próximo oponente.

 

‘¡No puede ser!’, la voz de Geki exclamó súbitamente. ‘¡Vean eso!’.

 

Shiryu volvió su atención hacia el cuadrilátero para ver cómo Seiya parecía estar siendo comprimido lentamente por la cadena de Andrómeda, como si esta fuese una serpiente y Seiya nada más que su presa.

 

‘La cadena lo ha atrapado’, Jabu dijo.

 

Después de luchar infructuosamente con la cadena por varios segundos, Seiya dejó escapar varios gritos de dolor e impotencia, los cuales fueron casi silenciados por las exclamaciones de la multitud presente en la arena.

 

‘¡Vamos, Pegaso, lucha!’, Geki gritó.

 

{Resiste, Seiya}.

 

‘Este es el fin’, Hyoga dijo.

 

Al cabo de unos instantes, la cadena finalmente pareció emitir una especie de descarga eléctrica de gran intensidad. Después de eso, Shun de Andrómeda dejo en libertad al cuerpo de Seiya, quien cayó a la lona sin ningún gesto de resistencia de su parte.

 

El anunciador comenzó la cuenta. ‘¡Uno… dos… tres…!’.

 

‘Te lo dije, caballero Dragón’, Hyoga le comentó. ‘Pegaso nunca tuvo ninguna oportunidad. El caballero de Andrómeda siempre iba a resultar el vencedor de este enfrentamiento’.

 

‘¡Cinco… seis…!’.

 

{Vamos, Seiya. No te des por vencido}.

 

La multitud comenzó a murmurar entre sí, haciendo crecer la tensión y esparciendo el nerviosismo por todos los rincones del coliseo.

 

Geki de Osa Menor parecía estar conmocionado. ‘Imposible. ¿Acaso… acaso Pegaso ha…?’.

 

‘Ocho… Nueve…’. Fue en ese preciso momento que el anunciador detuvo su conteo.

 

‘¿Qué?’, Hyoga exclamó.

 

Para sorpresa de todos en la arena, Seiya lentamente comenzó a moverse y a tratar de ponerse de pie.

 

‘¡No puedo creerlo!’, Geki exclamó.

 

‘¡Esto es increíble, damas y caballeros!’, al anunciador dijo. ‘¡El caballero de Pegaso está tratando levantarse! ¡Al parecer él aún es capaz de continuar con el combate!’.

 

Shiryu escuchó como algunas personas en la multitud comenzaban a animar a Seiya en ese instante.

 

‘¡Tu puedes, Pegaso!’.

 

‘¡Así se hace!’.

 

‘¡Vamos, Pegaso, levántate!’.

 

‘¡No rindas!’.

 

‘¡Eres realmente valiente, Pegaso!’.

 

Finalmente para asombro de todos los presentes en la instalación Seiya logró levantarse a duras penas.

 

‘¡Damas y caballeros, esto es totalmente inaudito! ¡El caballero Pegaso se ha puesto de pie!’.

 

La multitud estalló en gritos y aplausos verdaderamente ensordecedores, exclamando los nombres de Seiya y Pegaso por todo lo alto.

 

Shiryu sonrió. {Bien hecho, Seiya. Sabía que podrías hacerlo}.

 

‘Esto… esto no ha terminado, Shun…’, Seiya dijo, al parecer haciendo un gran esfuerzo por recobrar su aliento y sus fuerzas. ‘Te dije... te dije que no me daría por vencido. Voy a derrotarte… cueste lo que cueste…’.

 

‘¡Basta, Seiya!’, Shun le dijo. ‘¡No sigas adelante!’.

 

‘No digas tonterías, Shun’, Seiya le respondió. ‘He pasado… he pasado por mucho sólo para llegar hasta este lugar. Jamás daré marcha atrás…’.

 

‘¡Seiya, si sigues luchando en tu condición puedes perder la vida!’, Shun le dijo. ¡No puedo permitir que eso suceda! ¡Será mejor que tú…!’. En ese preciso momento algo pareció captar toda la atención de Shun.

 

{¿Qué está sucediendo?}. Shiryu miró al caballero de Andrómeda y notó que él parecía estar observando su cadena con sumo detenimiento, la cual se estaba moviendo velozmente en el piso por su propia cuenta.

 

‘¿Qué está sucediendo con la cadena de Andrómeda?’, Jabu de Unicornio preguntó. ‘¿Acaso será otro de los trucos de ese sujeto?’.

 

‘No es eso’, Shiryu dijo. Él sabía muy que la única razón por la cual la cadena se podría estar comportando de esa manera tan extraña y errática era debido a la presencia de una fuerza enemiga en las cercanías de su ubicación. ‘Estén alertas’, Shiryu les dijo a los tres caballeros de lo acompañaban. ‘La cadena está intentando advertirnos algo’.

 

‘¿Dices que la cadena intenta advertirnos?’, Jabu preguntó. ‘¿Hablas en serio?’.

 

Hyoga dio un paso al frente con una expresión determinada en su rostro. ‘Miren eso’, él dijo. ‘La cadena esta señalando en esa dirección’.

 

Shiryu no tardó en darse cuenta que era lo que la cadena estaba apuntando. {La armadura dorada de Sagitario...}.

 

De pronto, las luces de la instalación se apagaron, dejando todo el coliseo completamente a oscuras.

 

Grecia

 

‘Sé honesto conmigo, Alberich’, el mayordomo Derbal  le dijo mientras se servía un poco de vino, ‘¿realmente crees que seas capaz de infiltrarte en el Santuario?’.

 

‘Sí, no tengo la menor duda’, Alberich contestó. ‘Los guardias y simples soldados rasos no representan ningún peligro para mí, y tengo plena confianza en que puedo pasar desapercibido una vez adentro de los aposentos del Patriarca. Pero primero necesito atravesar las doce Casas sin oposición’.

 

‘Eso puede ser un problema’, Derbal notó mientras probaba su bebida. ‘La única manera de hacer lo que dices es siendo invitados por el mismo Patriarca a su templo. Y algo me dice que Su Santidad no tiene ninguna intención de hacer eso, especialmente teniendo en cuenta la manera en que nuestra breve audiencia con él terminó’.

 

‘Quizás haya una manera de hacerlo’, Alberich sugirió.

 

‘¿Una manera de hacerlo?’, Andreas le preguntó. ‘¿Qué quieres decir con eso?’.

 

Derbal esbozó una sutil sonrisa. ‘Ya has pensado en un plan, ¿no es así, querido Alberich?’.

 

 ‘Sí’, Alberich contestó. ‘Tal vez suene un poco arriesgado, pero no tengo duda alguna de que puede funcionar’.

 

‘Adelante, Alberich’, Derbal dijo. ‘Te escuchamos’.

 

‘En primer lugar necesitamos pedir una nueva audiencia con el Patriarca con la mayor prontitud posible’.

 

‘¿Una nueva audiencia?’, Derbal le preguntó. ‘¿Con qué motivo?’.

 

Alberich miró fijamente al mayordomo. ‘Con el motivo de presentarle un obsequio como muestra de agradecimiento por su hospitalidad’, él dijo. ‘Una vez que lleguemos al templo del Patriarca, lo único que debo hacer es aprovechar el momento correcto para desaparecer en su interior’.

 

‘Lo que propones podría levantar muchas sospechas, Alberich’, Derbal le dijo mientras terminaba su vino. ‘Pero aún así… es posible que tengas razón. Tú mismo dijiste que sólo tres caballeros dorados se encuentran protegiendo el Santuario actualmente. Esta podría ser nuestra mejor oportunidad para descubrir lo que sea que Athena y el Patriarca están tramando’.

 

‘Yo no estoy muy seguro de eso, señor Derbal’, Andreas intervino. ‘Si Alberich llegase a ser descubierto eso podría representar todo un desastre para los planes de la señorita Hilda’.

 

Alberich notó la mirada peculiar que el mayordomo de Asgard le dirigió a su aprendiz.

 

‘Por supuesto, Andreas’, Derbal le dijo. ‘Los planes de la señorita Hilda son de suma importancia. Sin embargo, creo que lo que nuestro guerrero divino nos ha propuesto es muy astuto. No hay duda alguna de que realmente eres el hombre más brillante de todo Asgard, querido Alberich’.

 

‘Agradezco tus palabras, Derbal’, Alberich le dijo. ‘Ahora, si todos están dispuestos, creo que es hora de poner nuestra estratagema en marcha’.

 

‘Estoy de acuerdo’, Derbal contestó. ‘Será mejor que no perdamos más tiempo’.

 

Alberich sonrió. ‘Excelente’.

 

Asgard

 

‘Hilda, necesito hablar contigo’, Frey dijo, arrodillándose frente a su hermana mayor, quien era la sacerdotisa y representante del dios Odín en la Tierra.

 

‘¿Qué sucede, Frey?’, Hilda le preguntó desde su trono, situado en la magnifica e imponente sala de audiencias del palacio Valhalla. ‘¿Por qué insistes en molestarme? ¿Acaso no tienes deberes que cumplir?’.

 

‘Hilda, Freya y yo estamos preocupados por ti’, Frey le dijo, poniéndose de pie. ‘Últimamente has estado actuando de una manera muy extraña. ¿Desde cuándo confías tanto en Derbal y en Alberich? Tú siempre solías decir que ellos debían ser vigilados constantemente. ¿Qué te hizo cambiar de opinión, hermana?’.

 

Hilda siempre había sido alguien afectuosa y de buen corazón, llena de compasión por aquellos que sufrían, dispuesta en todo momento a ayudar a quienes lo necesitaran. Los habitantes e Asgard sentían un gran aprecio y un absoluto respeto hacía ella. Sin embargo, desde hacía varios días el comportamiento de Hilda se había tornado errático. La mujer que alguna vez había sido dulce y pacífica ahora se había tornado caprichosa e irascible.

 

Su hermana repentinamente frunció el ceño. ‘No tengo por que darte explicaciones, Frey’, Hilda dijo. ‘Yo soy la voz y los oídos de Odín, ¿no es así? Tu obligación como sacerdote secundario es seguir todas y cada una de mis instrucciones’.

 

‘Hilda…’.

 

‘Suficiente, Frey. No más excusas. Será mejor que te marches en este instante. ¡Syd!’.

 

En ese momento uno de los siete guerreros divinos de Asgard, Syd de la estrella Mizar, quien se encontraba afuera guardando la entrada, entró en el aposento. ‘¿Me llamo, señorita, Hilda?’.

 

‘Escolta a mi hermano a su templo inmediatamente’, Hilda le ordenó. ‘La audiencia ha terminado’.

 

‘Espera un momento, Hilda-’.

 

‘¡Silencio!’, su hermana lo interrumpió. ‘Syd te di una orden. Aleja a Frey de mi vista’.

 

‘Yo…’. El guerrero de Mizar pareció dudar por unos momentos. No obstante, al final el terminó por obedecer a su señora. ‘Está bien, señorita. Como usted ordene’.

 

Syd se acercó a Frey con una mirada algo insegura. ‘Será mejor que me acompañes’, él dijo. ‘No quiero verme en la necesidad de usar la fuerza’.

 

Frey dudó por unos momentos antes de aceptar de mala gana. ‘Está bien, Syd’, él dijo. ‘Tú ganas, Hilda. No te molestaré más, si eso es lo que realmente deseas’.

 

Seguidamente Frey se retiró de la sala de audiencias del palacio acompañado por Syd. Él al parecer tendría que permanecer en su templo, al menos por el futuro inmediato.

 

Sin embargo, ahora que él había presenciado con mayor detenimiento el radical cambio en la actitud de Hilda, Frey no vio otra opción más que rebelarse en contra de su hermana. No sólo por su propio bien, sino también por el todo Asgard.


Editado por Arquero Dorado, 17 marzo 2018 - 14:40 .





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