En el primer escenario basta Albafica para acabar con Rhadamanthys. Sencillamente haría la misma que le aplicó a Minos, lanza su lluvia de Espinas Carmesí para engañar al Wyvern y le clava la Rosa Sangrienta envenenada, con lo cual asegura el doble KO. Rhadamanthys no es alguien muy astuto, es demasiado físico e impulsivo, las peores características para enfrenar a Albafica.
Manigoldo simplemente se quedaría viendo la pelea, pero si decidiera intervenir, lo destrozan. Aunque las Ondas Infernales no sirvan contra la Sapuri del Wyvern, Manigoldo cuenta con la Sepultura de Almas para explotar a Rhadamanthys y con las Llamas Demoníacas para incinerarlo. A diferencia de Albafica, Manigoldo no está muriéndose, solo herido.
En el segundo escenario no hay vuelta, gana Rhadamanthys. Los otros dos solo estarían al 10% de su poder, por lo que sus técnicas solo lograrían empujar al Wyvern y si bien la sangre de Albafica sigue siendo igual de letal, no hay potencia para lograr traspasar la Sapuri y el cuerpo de Rhadamanthys.